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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: La Villana

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La película comienza con una escena en la que el espectador parece que está jugando a un videojuego “shooter” en primera persona, que después de la protagonista recibir un golpe, pasa a la perspectiva de tercera persona. En esos 7 minutos que dura esa escena, la protagonista consigue matar a más de 50 personas mostrando una destreza fuera de serie. Esta entrada es, al fin y al cabo, una de las cosas más destacadas que se pueden ver The Villainess, 2017, una película que enmarca su trama en dos escenas de acción, ésta del principio y otra al final, que personalmente creo que están muy por encima del resto de la película. Este tipo de rodaje ya se vio en películas como Hardcore Henry, 2016, siendo que en este último caso de forma más experimental se mantenía esa perspectiva durante todo el metraje.

Su director es Jung Byung-Gil, quien obtuvo un éxito notable con la película Confession of Murder, 2012. En The Villainess nos cuenta la historia de Sook-hee, una joven cuyo entorno ha sido violento desde que era una niña, y que convertida en una asesina profesional protagoniza esta trama de organizaciones criminales, agentes durmientes gubernamentales y venganzas. La actriz protagonista es Kim Ok-Bin, a la que pudimos ver en Thirst, de Park Chan-Wook (por la que ganó Sitges en el 2009), quien ofrece una destacada interpretación de un personaje complejo. Quizá técnicamente no se le reprochar a la dirección de Jung Byung-Gil, pero no voy a negar que me parece que la película se sostiene en gran parte por las dos buenas y meritorias escenas de acción que enmarcan la película.

Hay reconocerle al cine Surcoreano la gran aportación que está haciendo a los géneros thriller y cine de acción. Un género, éste último, que proliferó en los Estados Unidos en los 70, con la aportación de Clint Eastwood, entre otros, y posteriormente con Stallone, Schwarzenegger, Charles Bronson o Bruce Willis en los años 80, mientras el cine de artes marciales era dominado por la industria cinematográfica de Hong Kong (también años 70), con el ascenso de Bruce Lee y posteriormente con la aparición de Jackie Chan, Yuen Biao o Donnie Yen. Un cine que Tarantino homenajea en la espléndida Kill Bill, película que a su vez está muy presente en The Villainess en algunas escenas, concretamente en las coreografías, donde se puede apreciar el parecido en las escenas de acción, y en una en la que la protagonista efectúa una misión como francotiradora vestida de novia.

El principal problema que encuentro en esta película está en la trama (cuestión de gustos, claro), que mezcla una historia de venganza con una historia de romance, algo que en ninguno de los dos casos encuentro del todo original. Hay muchas reminiscencias a Nikita (Luc Besson, 1990) en un argumento como éste, muy similar en varias escenas de la vida cotidiana de la protagonista en la que tiene que simultanear su papel como madre y su papel como asesina. La inclusión del drama y el romance en una película como ésta, baja mucho el ritmo, que tiene un momento en la parte central de la película en la que se duerme durante varias decenas de minutos. Esto acaba dando la sensación de que el metraje de la película quizá sea excesivo, al forzar una historia de romance que desde mi punto de vista no es nada genial, entre otras cosas, porque a los personajes masculinos les falta una historia detrás que los sostenga.

Otro aspecto que me parece un desacierto en la narrativa de la película es la inclusión de demasiados flashbacks y giros, que hacen que la trama se vuelva demasiado confusa y difícil de seguir. Personalmente hubo un momento en el que por varios minutos no me estaba enterando ni de quien era la protagonista, y esto es debido a los numerosos cambios que transcurren a lo largo de la película. Un recurso, principalmente el de los flasbacks, que en esta película peca de repetitivo y que hasta parece que está rodada por dos personas diferentes.

Como mencionaba al inicio, técnicamente a la película es difícil ponerle pegas, tiene un buen nivel. Hay que destacar la dirección y el uso de la cámara en las escenas de acción y las interpretaciones, principalmente la de la protagonista. También la música compuesta por Ja Wan Koo, de quien no conocía ningún trabajo previo, me parece muy interesante, y gracias a esta película he descubierto otra, Montage, 2013, del mismo compositor y que es una película notable.

De alguna forma se podría decir a modo de resumen que la película tiene dos escenas de acción primorosas, una al inicio y otra al final, pero que en el medio hay un gran desorden, a lo que contribuye una narrativa muy embarullada que hace que la trama sea difícil de seguir. Escenas peligrosas, coreografías muy trabajadas, técnicamente bien hecha, con buena estética, buen diseño, buena portada, pero con defectos en su narrativa y en su guión.

Lo mejor: Las escenas de acción, principalmente la del inicio y la del final de la película. Que no haya muerto ningún especialista (stunt performer) rodando esas escenas, creo que puede ser lo más meritorio de toda la película.

Lo peor: La confusión que reina durante toda la trama y la gran cantidad de flashbacks y giros de guión, que bajan mucho el ritmo y te sacan totalmente de la película.



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