Quantcast
Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2358

Crítica: Possum

$
0
0
Negra como el pecado, así es el primer largometraje presentado por Matthew Holness. Cambio de 180 grados es el que ha dado este hombre que venía del mundo televisivo con una serie de comedia llamada “Garth Mareng hi’s Darkplace”. En “Possum” (2018) abandona todo atisbo, ya no sólo de comedia, algo impensable, sino de toda coherencia. Nos acerca a una película con un marcado estilo británico y centrada en el horror psicológico. Philip (Sean Harris), es un titiritero caído en la ruina que vuelve a la casa de su infancia. En ella le está esperando Maurice (Alun Armstrong), su padrastro, toda una colección de traumas infantiles y Possum, una marioneta con forma de araña y cabeza humana con tintes de Nosferatu.


“La escenografía es de pesadilla, malsana, podemos oler el moho de las paredes”


Pero no os hagáis una idea equivocada, esto no va de muñecos chungos que cobran vida, ni de personajes que pierden el oremus y se dedican a crear carnicerías. En “Possum” no tenemos slashers, sólo las mentes perturbadas de sus dos protagonistas. Y como en un coro perfectamente afinado, esas mentes están acordes con todos los demás elementos, porque todo en “Possum” está pensado para crear incomodidad.

La escenografía es de pesadilla, malsana, podemos oler el moho de las paredes. La figura de Philip se pasea por todas partes con una maleta marrón de piel en la que carga a Possum, su marioneta. Quiere destruirla, terminar con ella, al igual que con su pasado, pero no logra hacer ninguna de las dos cosas. La marioneta representa todos sus traumas y deshacerse de ella no es fácil, es su reflejo. Una cara de cuencas vacías, apagadas, un cascarón hueco. La historia se desarrolla lenta y nos vamos perdiendo en una trama que, en un principio, parecía sencilla.


“La historia se alarga innecesariamente sin llegar a aclarar lo que está ocurriendo. Apenas si llegamos a conocer nada acerca de los personajes de Philip y Maurice”


El factor “lento” es algo a tener en cuenta en muchas películas de este estilo, pues suele aportar dramatismo y sentido a la historia. Pero en “Possum” hace lo contrario. La historia se alarga innecesariamente sin llegar a aclarar lo que está ocurriendo. Apenas si llegamos a conocer nada acerca de los personajes de Philip y Maurice.

Holness dijo basarse en películas expresionistas alemanas en donde se trataban las secuelas mentales de los horrores de la guerra, para inspirarse en “Possum”. Pero el experimento se le ha ido de las manos. La trama, que por momentos pareciese inexistente, se va alargando apoyada por una serie de diálogos entre los protagonistas, confusos e inconexos. Como ya se ha dicho, todo en “Possum” está creado para incomodarnos.


“El trabajo de fotografía de Kit Fraser y la psicótica banda sonora de mano de Radiophonic Workshop, hacen de Possum algo único”


Si parte de este malestar está originado por la incongruencia argumental en algunas partes, en otras lo está por un trabajo llevado a cabo de forma brillante. El trabajo de fotografía de Kit Fraser y la psicótica banda sonora de mano de Radiophonic Workshop, hacen de “Possum” algo único. Algo que, sin necesidad de diálogos, nos sigue atrayendo y asfixiando a partes iguales.

A destacar por encima de todo, la perturbadora actuación de Sean Harris, irreconocible está el actor de “24 hour party people” (2002), o, “71`” (2014). Sin duda, lo mejor de la película. Con “Possum” hay que tener paciencia y un vaso de agua cerca para ir tragando poco a poco. Idea bizarra, que queda desmedida en una cinta de larga duración, haciendo que, en algunos momentos, perdamos un poco el interés por la pantalla. Puede que estemos ante una de esas obras que necesitan muchos visionados hasta que calan profundo, hasta que se digieren del todo. O puede que, a mí, nunca me hayan gustado las marionetas.



Viewing all articles
Browse latest Browse all 2358