Vivimos en una sociedad que busca la polarización, cada vez con más determinación. La mitad de la sociedad detesta a la otra mitad y quiere dejarlo claro. El mundo ya no es un lugar de grises, sino que el blanco y el negro arrasan con sus pisadas de gigante. Eres roja o eres facha. Eres deportista o sedentaria. Eres fiestera o amante de la slow life. Eres carnívora o vegana. Eres esto o aquello y dependiendo del lado en el que estés, buscarás crear malvados en la parte contraria. El término medio está pasando a mejor vida como consecuencia del abuso de las redes sociales y la influencia que tienen en nosotros, pero ¿A día de hoy podríamos ser una pieza de dos partes opuestas? Si eres francés, te llamas Fabrice Eboué, tienes un sentido del humor descomunal y te gustan las barbacoas, sin duda, puedes.
“no solo es una pausa para el buen rollo en medio de un festival tan intenso como Sitges, sino que es una de las mejores comedias que seguramente vayamos a ver este año”
“Barbaque” (2021) es una burrísima comedia francesa que entra de lleno con toda la artillería en las salas de cine, para no dejar títere con cabeza y mostrar sin ningún complejo que el humor no debe ser políticamente correcto y que, en un momento en el que todo ofende y en el que hay que pedir perdón antes de hablar, la carcajada es el catalizador perfecto para que entendamos que no todo en esta vida tiene que ser trascendente y que al menos la mitad de nuestra vida, deberíamos “gastarla” buscando una intrascendencia que nos permitiera disfrutar sin miedo a molestar.
Como espectadora con un bajo sentido del humor y consciente de lo que suele ofrecer el cine francés en estas lides, confesaré que probablemente nunca me hubiera acercado a una comedia como “Barbaque”, de no haber estado programada en el festival de Sitges de este año. Esto indica que además de poco sentido del humor, no tengo muchas luces porque “Barbaque”, no solo es una pausa para el buen rollo en medio de un festival tan intenso como Sitges, sino que es una de las mejores comedias que seguramente vayamos a ver este año. Un título que se gana por su irreverencia y porque es un descanso ver que el cine cafre no se limita a los cuatro gags rancios que suelen pulular por las pantallas de nuestro país, sino que utilizar el humor negro de una forma brillante y desvergonzada es la mejor manera de resetear dejando de lado las sutilezas que tanta frustración conllevan la mayor parte de las veces.
“reparte leña para romper contra todo lo políticamente correcto con un guion sin filtro alguno, que personalmente he encontrado mordazmente brillante”
El punto de partida de “Barbaque” muestra las peripecias de una pareja de carniceros para sacar a flote un negocio condenado al cierre. El salvavidas que encontrará el matrimonio será la venta de carne de vegano que ellos mismos se encargan de sacrificar. Con esta sinopsis, os podréis imaginar que los chistes carnívoro-vegano serán los protagonistas (y funciona como un tiro), aunque en esta barbacoa no solo se cocina el discurso alimenticio, sino que se reparte leña para romper contra todo lo políticamente correcto con un guion sin filtro alguno, que personalmente he encontrado mordazmente brillante. Y sí, algunas partes son toscas, delirantes y burras y eso es justamente lo que hace que te deshagas entre carcajadas y que suba tu nivel de serotonina en sangre por encima de lo normal.
"Fabrice Eboué, muestra pulso firme en cada una de sus tareas. Buen trazo para el guion, buenas decisiones como director y una maravillosa interpretación que provoca ternura incluso en los momentos más kamikazes”
A nivel técnico, añado que el director, guionista y actor principal de la película, Fabrice Eboué, muestra pulso firme en cada una de sus tareas. Buen trazo para el guion, buenas decisiones como director y una maravillosa interpretación que provoca ternura incluso en los momentos más kamikazes. A su lado, otra estupenda actriz, Marina Foïs, con la que crea una química en pantalla brutal. Y en medio de esta orgía de carne, ojito a la banda sonora, perfectamente pensada e integrada para enfatizar los momentos álgidos. Respecto a los efectos prácticos, poco que objetar. Son correctos, aunque no es esto lo que más destaca en la película. Hay algo de gore, pero quizá es este aspecto en el que menos sobresale. En cualquier caso, el objetivo es hacernos pasar una hora y media de pura diversión y creedme que se consigue. Esto no se trata de hacer crítica contra el veganismo o contra otros ismos, esto es mucho más sencillo, se trata de crear humor.
“Barbaque” es una película pensada para pasarlo bien en la que seguro que te lo pasas bien. No se me ocurre mejor virtud para una comedia que esa capacidad de hacer reír y desdramatizar mediante la ocurrencia. Por mi parte, póngame kilo y medio de “Barbaque” y déjese de tanto “Mandíbules” (2020).