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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Loft

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Últimamente tengo la sensación de que a estas alturas el mundo del cine se dedica a dar vueltas sobre sí mismo y que no hay ya margen para contar nada nuevo, máxime en el cine de género. Tal vez así sea (por desgracia), pero de vez en cuando surgen películas como este thriller de producción belga, que fue (y es) uno de los mayores hitos de espectadores en la cinematografía de ese país, que sin inventar nada nuevo da un aire fresco a un género bastante sobado y frecuentado normalmente por mediocridades como es el thriller.

Loft es una de las cintas más endiabladamente entretenidas, incluso me atrevería a decir adictivas, que he visto y disfrutado en bastante tiempo (la cual, encima, no pierde fuerza después de un primer visionado), debido fundamentalmente a tres aspectos: el primero, un guión brillante, lleno de matices y humor negro, con múltiples giros que no dejan de sorprender y que transita en tres contextos temporales distintos, pero sin que esto resulte complejo de seguir (al contrario, se erige en un acierto fabuloso el cambio continuo de perspectiva y tiempo); el segundo, una planificación estupenda de las escenas (mérito absoluto del señor Van Looy), acompañado de una impecable y fría fotografía y un ágil montaje que consigue atraparnos e impedirnos parpadear en las vicisitudes que se suceden; y en tercer lugar, destacaría una fabulosa (y bastante presente) partitura que nos lleva de la mano en el in crescendo de la historia y potencia maravillosamente lo que observamos.

La idea de la que parte la película es sumamente interesante, cinco amigos de clase media-alta disponen de un apartamento (el loft del título), en un edificio que uno de ellos ha diseñado, Vincent (arquitecto), para disponer de él como mejor les convenga. Es decir, convertirse en su rincón secreto donde dar rienda a sus fantasías y deseos más íntimos, es decir, un picadero donde poder alejarse de la monotonía que se ha convertido sus vidas. Una mañana cuando llegan al loft se encontrarán con una desagradable sorpresa, una joven yace esposada y sobre un enorme charco de sangre en la cama. A partir de aquí deberán averiguar contrarreloj quién y por qué ha cometido dicho crimen, saliendo a relucir engaños, celos, miedos, envidias y todas las mejores cualidades del ser humano.

Para desarrollar la historia, el guionista (De Pauw) y el director (Van Looy) se valen del recurso de los saltos temporales, como he mencionado, para ir desgranando poco a poco todo el entramado, apareciendo multitud de sospechosos y situaciones que harán que el espectador tome partido por uno u otro personaje, según los perfectamente calculados giros que la trama va desvelando. Es probable que algunos critiquen las continuas sorpresas que depara el guión y les resulte todo excesivamente tramposo y rocambolesco (no seré yo quien adopte una postura quijotesca y les lleve la contraria), pero es tan entretenido y disfrutable lo que se nos cuentan, y sus autores lo hacen tan bien, que merece la pena dejarse llevar y participar de este apasionante rompecabezas (¿acaso no es el propio arte cinematográfico el engaño en estado puro?).
 
Cabe reseñar que todo el elenco de actores está francamente bien, tanto el masculino como el aparentemente secundario femenino, aunque brillan con luz propia Koen De Bouw y Filip Peeters (sugiero que se vea en versión original, pues me temo que pueden haber desgraciado algunos personajes con el doblaje, sobre todo el de Marnix). Además, en esta película se aprecia claramente cómo con el semblante, y sobre todo con las miradas, se pueden expresar muchas cosas sin apenas emitir una sola línea de diálogo (los juegos de miradas entre las esposas y maridos en la escena de la fiesta son impresionantes y de gran tensión).
 
Me gustaría mencionar que las posibles lecturas morales que podría plantear la película, como son el mundo de las apariencias y falsedades de la alta burguesía, así como la intrínseca capacidad para el engaño y la vileza del ser humano, sólo se insinúan y quedan en segundo plano, puesto que lo que verdaderamente persiguen tanto el guionista como el director es provocar un carrusel de suspense, tensión y entretenimiento en el espectador. ¡Y ya lo creo que lo consiguen!
 
Para finalizar, simplemente mencionar, lo genial y rompedor que habría sido este título si en vez de ser ellos quienes comparten el “pisito”, lo hubieran sido ellas (las sufridas e ignorantes esposas). Pero eso, amigos míos, para cuando realmente alguien se atreva a dar el verdadero salto y ponga el centro de atención donde realmente se debe (aunque mucho me temo que habría un enorme aluvión de críticas por semejante postura).

Nota: Existe un remake holandés del año 2010 de igual título, dirigido por Antoinette Beumer que comparte mismo guionista Bart De Pauw, y en el próximo agosto de 2014 debe estrenarse el remake, también de idéntico título, que el propio Van Looy ha realizado en los Estados Unidos (como ya hicieran Michael Haneke con Funny Games o el mismísimo Alfred Hitchcock con El Hombre que Sabía Demasiado) y cuyo tráiler ya puede verse en la red.
 
 


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