El guionista Javier Gullón (“El rey de la montaña”) ha presentado en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013 la película más personal de Denis Villeneuve, "Enemy", una versión muy libre de una de las obras cumbres del Premio Nobel de Literatura portugués José Saramago, "El hombre duplicado".
El cine de autor y el cine comercial van de la mano en “Enemy”, premiada en el Festival de Toronto, al igual que “Prisoners” (ambas de Villeneuve y de 2013), y aclamada en la 61 edición del Festival de San Sebastián por crítica y público. “Enemy” es una obra personal y exigente con el espectador, ya que explora, a partir de una trama sencilla, un ámbito muy complejo. Jake Gyllenhaal (“Donnie Darko”) interpreta a un profesor que diariamente repite el mismo patrón. Un día decide romper con la monotonía de su actividad y entonces se adentra en una encrucijada, peligrosa pero a la vez atrayente, que le conduce a conocer a un famoso actor que es físicamente idéntico a él y de personalidad opuesta.
Tras un sueño alucinante en el que aparecen una hermosa mujer en una reunión, al estilo de “Eyes Wide Shut”, volvemos a la realidad; a una clase de historia sobre el pan y el circo, y la vida de este profesor y su encuentro con su doble. El relato ofrece pistas para que comprendamos o por lo menos lo intentemos. En la tradición de los países del norte, el doppelgänger se refiere al hecho de que soñar o imaginar a su doble implica la muerte (de ahí la creciente paranoia del protagonista). La araña que aparece en el film representa la maternidad y el hecho de tejer el destino de los hombres.
Aunque basada en la obra de Saramago, que cedió sus derechos poco antes de morir y después de que el mismo equipo de "Enemy" le hubiera convencido con su versión de "La ceguera", la cinta del canadiense es un ejercicio de malabares sobre la identidad, el yo y el poder del subconsciente que sus actores, sobre todo un impresionante Jake Gyllenhaal, en su doble papel, logran hacer creíble. El drama se desarrolla en el combate psicológico que entablan los dos hombres que, en definitiva, no es más que la lucha con uno mismo. Esto nos conduce a la exploración de la propia identidad en la que hallamos a nuestro único enemigo: ese otro yo, quien dirige nuestras decisiones.
El film es misterioso e inquietante, de una puesta en escena impecable, que evoca a Hitchcock (las dos rubias de la película no son una casualidad, según ha asegurado Villeneuve en una entrevista) y a Kubrick (“Enemy” deja más preguntas que respuestas como en “2001. Una odisea en el espacio”). También a David Lynch o a Rossellini en cuanto Villenueve busca causar un impacto visual ofreciendo planos muy psicológicos acompañados con la fuerza dramática de las escenas y de la música, que expresan el diálogo interior del personaje. Todo desde una mirada metafórica que puede resultar confusa y lenta en su planteamiento.
Lo que vemos, su atmósfera, es gélido, solitario, con aroma de pesadilla. Al salir de la sala de cine es muy difícil contenerse y no soltar las mil ideas, preguntas y respuestas, que surgen en tu mente viendo este film tan generoso con el público. Nos atrapa su protagonista, su historia y lo que vemos, la poderosa fotografía de Nicolas Bolduc. Imposible pararse en encontrar fisuras. La mente aún está ocupada en procesar lo que acaba de ver. Maraville o decepcione, no se puede dejar de pensar en ella.
Sin duda, su paso por Sitges 2013 ha sido triunfal, debido a su lleno absoluto (una de las pocas veces que el Auditori se ha llenado al completo) y a la gran ovación que ha recibido al terminar. Todo este cariño lo han recibido el guionista y dos productores del film que no han querido perderse la oportunidad de recibir las reacciones del público, quedándose en la sala durante toda la proyección.
Antes de la película, se ha proyectado el saludo que el director ha mandado a todos los que hemos asistido, mientras que a la salida habían responsables de la distribución del film junto a la urna donde el público vota. No han podido contener su alegría al ver que los asistentes, en su gran mayoría, votaban 4 o 5 sobre 5.
CURIOSIDAD: Hay también un homenaje o al menos la reconocida influencia de la obra de Louise Bourgeois, autora de la escultura “Mamán”, una gigantesca araña de la que existen varias versiones y que Villeneuve ha colocado sobre Toronto.
LO MEJOR: El film está en constante diálogo con el espectador.
LO PEOR: A veces es confusa y lenta. Debe visionarse muchas veces para madurar lo visto, para entender su esencia y no sentirse frustrado.