Quantcast
Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2363

Crítica: After

$
0
0
La soledad es sin duda, uno de los mayores terrores del ser humano. No existe nada más arraigado en nuestro interior que la imperiosa necesidad de escapar de ella. Incluso aquellos que no gustan en exceso de la compañía de otros, necesitan en mayor o menor medida, antes o después, tener a alguien al lado con quien compartir lo cotidiano, pues solos, a la larga, todo carece de sentido. No es de extrañar pues que el cine de terror haya intentado explotar este miedo universal en multitud de ocasiones. Clásicos como “El Último Hombre Vivo” (“The Omega Man”, Boris Sagal, 1971), o terrores más contemporáneos como “28 Días Después” (“28 Days Later”, Danny Boyle, 2002) o “Phantoms” (Joe Chappelle, 1998) han utilizado esta premisa como punto de partida o columna vertebral de sus respectivos relatos. 

Es el caso de “After”, película dirigida por Ryan Smith a partir de un guión co-escrito por él mismo, de claras reminiscencias a la literatura de Spethen King, donde la soledad, vuelve a ser la gran protagonista en este thriller sobrenatural que además también versa sobre alguna que otra emoción humana como puedan ser la culpa o el amor. Todo ello incrustado en un libreto que lejos de innovar u ofrecer algo nuevo, se nutre de mil y una historias mil y una veces contadas tanto en el cine, la literatura o la televisión. Y es en éste último medio, en el que podemos encontrar los mayores nexos de unión con la cinta de Ryan Smith, pues “After” es sin duda, un eslabón perdido entre la gran pantalla y la caja tonta. 

Más allá de su escasa o nula originalidad, o de la evidente falta de recursos (de lo que dan buena muestra no solo los “perturbadores” efectos especiales de los cuales hace gala el filme a lo largo de todo su metraje, sino también el nivel interpretativo del tándem protagonista), lo más sangrante de “After”, es su desafortunado planteamiento inicial, la forma en la que una idea interesante (repito, que no nueva), se desvirtúa hasta el extremo de convertirla en algo estéril, debido a la incapacidad de ponerla sobre la mesa con la sutileza requerida para la ocasión. Por lo tanto, los primeros cinco minutos de metraje, son toda una revelación a cualquier futura cuestión que pueda plantearse el espectador a partir de ese punto. 

Ni que decir tiene, que esto es un escollo insalvable en una producto que, a tenor de sus muchas limitaciones, debería basar gran parte de su encanto, en la incertidumbre de lo que estamos viendo y en el deseo de querer o necesitar saber, a donde nos lleva su desenlace. En este sentido, podemos y debemos hacer mención a aquella estupenda cinta de 2003 de los franceses Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa de título “Dead End”, todo un ejemplo de lo que debería haber sido esta “After”, pues con las mismas limitaciones presupuestarias (a pesar de contar con nombres ilustres como los de Ray Wise o Lin Shaye), conseguía mantenernos en vilo a lo largo de todo su desarrollo, algo que como podréis ya deducir por mis palabras, no ocurre en la película que nos ocupa. 

Y es que pasado el prólogo y ya con los pocos títeres de la función sobre el escenario, es fácil, muy fácil, apostar hacia donde transita la obra. A poquita imaginación que uno tenga a su alcance, el margen de error en la predicción, es prácticamente cero. Si a esto le sumamos la poca credibilidad que desprenden los dos actores protagonistas y que a nivel visual, “After” luce poco mejor que cualquier producción para televisión de clase media/baja, a uno le queda muy poquito donde agarrarse. Quizás en su correcta ambientación o en la esperanza de que el final nos depare algo inesperado que de un poco de sentido al cúmulo de situaciones entre lo absurdo y lo surrealista que se van desgranando a medida que avanzan los minutos, alcanzando estas su máximo explendor, cuando aparece cierta criatura realizada por ordenador que pone los pelos literalmente, de punta. 

El desenlace... bueno, que nadie se crea que el desenlace va a mejorar en algo lo visto, todo lo contrario, pues a su previsibilidad (pese al intento de disfrazarlo con subtramas absurdas), hay que sumarle una noñería y un mal gusto, de melodrama romántico, que rara vez suele sufrirse en una película de terror, que termina por arrancarle del todo la careta con la que ha intentado disfrazarse a lo largo de todo el metraje, para mostrar su auténtica naturaleza, que no es otra que la de telefilme. Con estas compañías, de verdad, mejor estar solo. 

Lo mejor: No es fácil destacar algo positivo. De tener que hacerlo, me quedaría con las apariciones de la niebla, de lo poquito vistoso del filme y con su idea primogénita, que desde luego, daba para bastante más. 

Lo peor: Es previsible desde el minuto 10, lo cual, le resta importancia al resto de defectos, muchos y variopintos.



Viewing all articles
Browse latest Browse all 2363

Trending Articles