Esta vez Romasanta, se centró en una película poco conocida, llamada “The Invoking” (Sader Rodge,2013) intentando encontrar alguna película salvable entre la multitud de películas de terror que se producen a lo largo del año. Dirigida por el desconocido Jeremy Berg, se convierte así ésta en su primera película después de su corto “Trauma”que consiguió el Audience Award en el Festival de Seattle.
Pero a pesar de un empaque bastante interesante -sobre todo hay que dar un aplauso a la fotografía- y de un paisaje de California un tanto hostil -en varios momentos pensaba que estaba delante una producción australiana-, el film explica la historia de Sam, una chica que hereda una casa de unos familiares y se marcha con unos amigos a inspeccionarla; viendo la originalidad del hilo argumental, el director sabe imprimir buenos encuadres con una puesta en escena elegante pero sigue con tanto rigor los rigores del género sobrenatural, que se suma a ser una más del montón sumando cliché tras cliché.
“The Invoking” ofrece demasiado silencio para zozobrar al espectador -”El Resplandor” (The Shining,1980) de Kubrick sabía manipularnos así- pero no se consigue en absoluto, llevando a cabo una serie de diálogos para dar profundidad a unos personajes que poco nos importan, ya que son tan fríos como el paisaje que nos encontramos delante; cierto es que Trin Miller es la actriz más entonada del grupo -de hecho es la protagonista- cuyas visiones comienzan aparecer poco a poco en que su estancia en su heredada casa se alarga. Cabe reconocer el esfuerzo del director por sacar jugo de situaciones normales para dar estupor -algo que por ejemplo: “Paranormal Activity” sabía hacer y es su única virtud palpable- y lo consigue, aunque por tan poco tiempo y con una dilatación del tiempo tan exagerada, que la tensión no se mantiene más que en contadas ocasiones, por lo que se acaba con aniquilar con el factor misterioso en el que vive a ratos el film.
La verdad, que a pesar de que es una película muy floja y poco atractiva, me impresionó el cuidado visual de la misma, un detalle que me molesta, ya que si se ha tenido un cuidado en eso...porqué no se hace lo mismo con el guión? Pero bueno, creo que es una de esas preguntas que tanto nos formulamos cuando vemos películas que se quedan en tierra de nadie y esta es una más de ellas. Un film demasiado largo para lo que es, la primera escena tensa no aparece hasta llegar a los 50 minutos -si fuera una película de Terence Malick aún aguanto un poco- por lo que se pone a prueba a un espectador que espera que se vaya más al grano y no se de tanto rodeo en una historia que es plana desde su mismo planteamiento.
Al fin y al cabo, “The Invoking” tampoco llega a catalogarse dentro del cine sobrenatural, aunque las visiones son simplemente desconcertantes para Sam que las tiene y provocan cierta angustia, al no poder diferenciar que es real y que no lo es; pero lo demás se vuelve derivativo, aburrido e inconsistente dando lo peor de un cine de estas características y finalizando de la forma más tonta posible. En fin, “The Invoking” no es bizarra, no es serie Z, no es independiente, no es un “direct to video” simplemente es un nada filmado con mucha soltura y elegancia.