Yotsuya kaidan está considerada como la historia japonesa de fantasmas más famosa de todos los tiempos. La obra escrita en 1825 por Tsuruya Nanboku IV, es una de las más adaptadas al cine de la historia de aquel país y a día de hoy, continúa siendo una gran influencia y fuente de inspiración para el horror nipón, como bien demuestra el hecho de que se haya fijado en ella uno de los cineastas japoneses más reputados y adorados del terror asiático, Takashi Miike, quien con “Over Your Dead Body” (“Kuime” en su japonés natal), adapta una vez más para la gran pantalla, la historia de Nanboku.
En “Over Your Dead Body”, Miike recupera el formato más clásico del cine fantasmagórico oriental, y esta sincronización de tan ancestral obra con sus propias constantes vitales, sirve para mostrarnos el rostro más “convencional” del polifacético e inclasificable cineasta, a quien le da exactamente lo mismo adaptar un manga adolescente, remakear clásicos, darle al cine negro, dejarse enamorar por los cantos de sirena del terror más populista o dirigir auténticas bizarradas para sibaritas de difícil digestión.
Para muchos, director de culto, yo he de reconocer, que nunca he sido gran aficionado al cine de este señor (no lo soy, salvo excepciones muy contadas- pronto os hablaré de una de ellas- , del cine asiático en general) y bueno, sin ir más lejos, su anterior trabajo estrenado en Sitges, precisamente, “Lesson of the Evil” (“Aku no Kyôten”, 2012), me pareció un soberano coñazo (en el sentido peyorativo de la palabra). Por otro lado, el cine de fantasmas, especialmente el asiático, siempre me ha producido una cabalgante cagalera. Por lo que las expectativas en referencia a “Over Your Dead Body”, no eran demasiado optimistas.
“Over Your Dead Body” es la típica historia de venganza fantasmal y Miike, no pone en absoluto nada de su parte para cambiar dicha máxima. Sin salirse ni un ápice de la constitución establecida, el director apenas se moja los pies en la orilla y se ciñe al manual para ir desgranando un relato soso y muy poco novedoso que no aporta absolutamente nada ni al cine de fantasmas, ni al haber del propio cineasta. Exquisito en las formas, como siempre, eso si, asistimos con una tercera parte de expectación y dos de indiferencia, al devenir de unos personajes tópicos de la cultura nipona que deambulan con frialdad por una historia no menos fría y sobretodo, muy previsible, pese a lo desconcertante a nivel narrativo, que resulta en algunos pasajes.
El mayor encanto de la propuesta, más allá de sus excelencias técnicas, donde absolutamente todo está colocado donde tiene que estarlo y como tiene que estarlo, reside en encontrar los paralelismos entre los dos relatos que subyacen en la historia (y degustar sus muchas connotaciones). Por un lado, la que interpretan los personajes en una obra de teatro y por otro, la de su propia vida real. En ambas realidades, se gesta un adulterio que terminará desembocando en un trágico y me gustaría decir, inesperado desenlace, pero no es el caso, así que nos quedaremos con desenlace a secas.
Por lo tanto, no puedo tachar a “Over Your Dead Body” de otra cosa que no sea de absoluta mediocridad. De lo cual estoy seguro darían fe, los cientos de párpados (y lo siento por el anónimo curioso, pero no tengo datos estadísticos) que me acompañaron en tan sufrido y agónico visionado a eso de la media mañana en un Auditori, ahora si, lleno hasta la bandera. Estos, los párpados, más pesados que nunca, se empeñaban una y otra vez, en cubrirme los ojos para transportarme a lugares mucho más interesantes que aquel. Mentiría si dijese que no lo consiguieron en algún momento.
El guión, pese a su aparente simpleza, construido a modo de típico thriller de traiciones y venganzas, de avaricia y de miedo a la pérdida, no está exento de alguna que otra incongruencia que no hace sino, acentuar la sensación de desconcierto en más ocasiones de las deseadas. En especial, el elemento sobrenatural del relato, está metido con calzador, desvirtuando mucho el conjunto de la cinta, que habría funcionado mucho mejor, de haberse centrado en el reverso carnal de la misma, claro que entonces, no estaríamos hablando de un cuento de fantasmas.
Los fans del Miike más sádico y enfermizo, si bien en mucha menor medida que en otras de sus obras, también tendrán su momento de gloria personificado en una de esas secuencias que tanto le gustan a este señor, un experto en el arte del efectismo y en meter el dedo dentro de la llaga... o de donde haga falta. Los pelos de punta están asegurados, si. Pero no deja de ser una mera anécdota dentro de un conjunto que aboga mucho más por lo psicológico que por lo visceral.
En resumen, “Over Your Dead Body” es una nueva declaración de amor del cineasta japonés al folclore tradicional de su Japón natal. Una obra de teatralidad a flor de piel, preciosista y fría a partes iguales que se ve lastrada por su nula originalidad y por un desarrollo lento y lo peor, aburrido, que creo carece de la chispa de otros títulos de la filmografía de Takashi Miike. Desde luego, como thriller sobrenatural, fracasa absolutamente por mucho que tanto a nivel técnico como artístico, cumple sobradamente. Del cine de un maestro del horror, se debe esperar y exigir, algo más.
Lo mejor: Su puesta en escena, la sobriedad de las interpretaciones y el “momento Miike”, como siempre, escalofriante.
Lo peor: Ni sorprende, ni aterroriza... ni entretiene.