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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Aux Yeux Des Vivants

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Caminar entre los vivos es, en ocasiones, una ardua tarea, porque a veces estar vivos es la peor muerte. Caminar entre los vivos es la marioneta que se deja manejar por la muerte, pues es la muerte lo que nos hermana a todos, aquello hacia lo que nos dirigimos, y con cuerdas cosidas a las manos o sin ellas, nuestro destino es la única verdad y nuestro objetivo, haber caminado con buen paso entre estos vivos. 

Alexandre Bustillo y Julien Maury, quienes han caminado a zancadas entre los vivos, se convirtieron en semidioses en 2007, con aquella obra maestra titulada "A l ´interieur". Ellos conocen el brillo de las estrellas y sufren con ese conocimiento, pues el estigma de haber debutado con una de las mejores películas de terror que se hayan rodado jamás, sangra cada vez que ruedan una nueva cinta, y el público, que siempre demanda una nueva genialidad, es el encargado de abrir las heridas cada vez que degusta una nueva fechoría del brutal dúo francés. 

Dicen que el que avisa no es traidor, y tanto Maury como Bustillo ya avisaron, en la presentación de "Aux Yeux des Vivants", en el festival de Sitges, que esta no era una nueva "A l´interieur", y que tampoco tenía nada que ver con "Livide". Esto era otra cosa: un homenaje al cine de los ochenta que tanto les había influenciado. Con estas obvias declaraciones (¿en serio alguien espera que se vuelva a obrar de nuevo el milagro de "A L´interieur"?), el margen de duda sólo quedaba para el término homenaje, ya que el cine ochentero es muy basto, y los homenajes se prestan a muchas interpretaciones. 

"Aux yeux des vivants", ha dado, a los ojos de los vivos, una vuelta de carrusel al cine de pandillas juveniles de aventuras, convirtiendo lo que, en inicio, es una experiencia para rememorar la infancia, en un survival con momentos realmente sobrecogedores. Todo ello presentado, con un prólogo marca de la casa, que hace salivar hasta al más descreído con el dúo francés, pues el comienzo es potente y nos transporta de nuevo al epicentro de esa oleada grandiosa del cine extremo galo.

Para hacer los honores de la esperada nueva película de Bustillo y Maury, nadie mejor que su musa, la gran, en todos los aspectos, Beatrice Dalle, quien en claro homenaje a la película que la convirtió en la asesina más sanguinaria y odiada del universo del terror, vuelve a coger un cuchillo, para hacer lo que mejor sabe hacer, acuchillar barriguitas , volver a ser odiosa y dejar huella. Beatrice, sin quererlo, nos presenta a Klarence, la estrella de la función. 

La historia nos lleva de nuevo a parajes franceses para que, de manos de unos chavalines, nos adentremos en ese mundo que separa la fina línea del slasher y el survival, y que volvamos a temer a un asesino despiadado oculto tras una máscara. Nuestros goonies, lejos de ser angelitos, son chicos con una carga traumática importante, que no distinguen muy bien el juego de la realidad, y que se ven inmersos, por la casualidad que reina en todas las desgracias, en el cruel mundo de unos adultos con menos cabeza que los infantes. 

El cine de los ochenta está aquí de nuevo, y no sólo en forma de pandilla, sino en forma de asesino, en forma de monstruo, en forma de pesadilla, en forma de experimento, y hasta en forma de paisaje. Con ese cine, vivimos, esta vez entre los vivos, cómo se suceden las muertes de un asesino dirigido y letal, vivimos la tensión de la espera de la muerte, y vivimos la reacción que diferencia la continuación de la parada. Vivimos y esperamos que Klarence no de caza a los niños, que Klarence no de caza a sus familias, esperamos que Klarence, finalmente pueda ser lo que realmente es. 

No hay que perder de vista, que estamos ante una propuesta de Bustillo y Maury, por lo que, sin saber en qué dosis, la brutalidad está siempre asegurada, y yo os aseguro que la hay, que Klarence es capaz de matar de las formas más monstruosas posibles, por eso, es desconcertante que la mayoría de las muertes están intencionadamente fuera de plano. Entiendo que los directores eligiesen esta forma de mostrar la evolución de la historia para coger impulso y soltar la adrenalina cuando hace lo que realmente saben hacer, que es mostrar la carne, los huesos y la sangre, sin importar cómo ni a quién. Tengo claro que las diferentes muertes no vistas, son un recurso cinematográfico para enfatizar las sí vistas, pero en determinados momentos de la película, donde ya se pedía que se pusiera toda la carne en el asador, y no se hizo, el resultado fue un tanto irritante. 

Como mencionaba antes, "Aux yeus des vivants", es un survival de la cabeza a los pies, y como tal funciona excepcionalmente bien, sobre todo en su parte final, que es donde Francia se vuelve de noche oscura y arrasa con todo. Anteriormente, cuando el día brilla, varios fallos de guión y las ganas locas de que anochezca, porque, siendo perdonables todos estos fallos, el disfrute es máximo y los dientes rechinan como nos gusta que lo hagan, cuando la carne se muestra desnuda ante cualquier objeto punzante, o mejor aún, ante la fuerza desmedida de alguien que juega a lo que le mandan que juegue y eso se hace esperar un poco. 

Sobra decir que los efectos especiales son excepcionales y que las interpretaciones te mantienen en vilo. No señores, no estamos ante una nueva "A L´interieur", esa película ya está rodada y debe ser única, estamos ante algo diferente pero con sello identificativo. "Aux yeux des vivants" es lo que intenta vivir sin ser visto, adaptándose a esa clandestinidad, caminando entre los vivos.



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