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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Skyfall

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M (Judi Dench) y los servicios secretos ingleses del MI6 envían esta vez a su agente secreto James Bond (Daniel Craig) a Estambul, Turquía. Con él se encuentra Eve (Naomie Harris), una operativa de la organización. La misión termina en fracaso total, con 007 desaparecido y dado por muerto, con la filtración de un documento con la lista de todos los agentes de MI6 en internet y con el ataque a la sede central de la agencia, poniéndose el cargo de M en duda por Mallory (Ralph Fiennes), el Jefe del Comité de Inteligencia y Seguridad del gobierno. Detrás de todo ello se encuentra el deseo de venganza de Raoul Silva (Javier Bardem), cuyo objetivo es M, de quien parece conocer ciertos detalles de su pasado mantenidos hasta el momento en secreto. Entonces reaparece Bond, cuya fidelidad hacia M es indiscutible. Tras su cita con Q (Ben Whishaw) se desplaza a territorio chino donde contacta con la misteriosa y elegante Séverine (Bérénice Marlohe), quien le advierte acerca de Silva.

Tras cuatro años después de la fallida “007: Quantum of Solace” (la crítica la consideró un Bond más Bourne pero en malo) el agente secreto con licencia para matar más popular del cine vuelve con “Skyfall” dirigida afortunadamente por un maestro del séptimo arte, Sam Mendes.

La espera se ha debido a la declaración de bancarrota de Metro-Goldwyn-Mayer en 2010 poseedora de los derechos de distribución de la franquicia a través de United Artists y a la huelga de guionistas de los años 2007-2008. Durante la espera, Barbara Broccoli (productora de la franquicia heredada por su padre, Albert R. Broccoli, quien llevó por primera vez a Bond del papel a la pantalla) y su hermanastro, Michael G. Wilson, convencieron a Mendes para que aceptara la realización del proyecto (aunque la idea fue de Craig, amigo del cineasta) y escogieron a Peter Morgan (“The Queen”) como guionista, quien se desentendió finalmente del libreto tras el retraso pasando a manos de Neal Purvis y Robert Wade (“El mundo nunca es suficiente”, “Muere otro día”, “007: Casino Royale” y “007:Quantum of Solace”), uniéndose después John Logan (“Gladiator”, “El aviador”, “La invención de Hugo”), amigo de Mendes. El 3 de noviembre de 2011 se anunció el reparto definitivo, justo 50 años después de la rueda de prensa que confirmó a Sean Connery como el primer James Bond en “Agente 007 contra el Dr. No” (1962, Terence Young). El rodaje duró 133 días aproximadamente en los estudios Pinewood, donde se han rodado la mayoría de films de la franquicia desde “La espía que me amó” (1977, Lewis Gilbert). La filmación ha tenido lugar en Turquía, China y, por supuesto, Gran Bretaña.

Este año se cumplen 50 años de James Bond y se nos viene a la cabeza desde su frase “mezclado, no agitado” del Dry Martini, su introducción con ojo de cañon en la que nos dispara, pasando por sus gadgets, sus coches, los malos carismáticos y hasta las inolvidables chicas Bond. Pero lejos quedan los tiempos en que 007 era el único tipo de acción-aventura en el cine. Con “Casino Royale” (2006, Martin Campbell) se consiguió dar un impulso a la franquicia con una nueva imagen del espía para hacernos olvidar a Bourne y a las pelis de Misión Imposible.

Sin embargo, la anterior entrega, “Quantum of Solace” (2008, Marc Forster) bajo el listón considerablemente siendo vapuleada por la crítica. Con “Skyfall”, Bond edición 23, vuelven los Dry Martini, los gadgets (aunque pocos) y los malos carismáticos (ese Bardem en el papel del rubio teñido, afeminado y siniestro Raoul Silva), pero también la vuelta al Bond clásico traducido en guiños al pasado, como la reaparición de un Aston Martin DB5 vintage, que se usó originariamente en “Goldfinger”, el humor y un Bond que salva el mundo con trepidantes escenas de acción física y espectáculo. Gary Powell ha sido el encargado de coordinar dichas escenas de acción al más estilo Bond pero a la vez logrando que la parte física sea lo más real posible.

En esta entrega no hay chica Bond. Éstas han evolucionado a chicas duras, que no necesitan protección como antes, propia de la evolución de nuestros tiempos. Ahora son más asesinas y poderosas a la vez que elegantes (femme fatale).

LO MEJOR: La introducción atrapa con todo el caos provocado por un villano que no aparece hasta la segunda parte del film. Adele pone la música a los créditos iniciales, como siempre llamativos. Se descubren datos personales de Bond y se da un cambio en la saga debido al destino de uno de los personajes.
 
LO MENOS BUENO: Faltan gadgets y el antagonista no tiene el nivel de interés de los grandes como Tiburón o el hombre de la pistola de oro. Sigue siendo un Bond descafeinado, pero considerablemente mejor que en su anterior entrega. Un Bond moderno, un Bond del siglo XXI. Eso no es ni bueno ni malo.
 
 


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