Han tenido que pasar la friolera de 23 años para que el sueño húmedo y recurrente de muchos de nosotros, despertándonos a lo largo de todos y cada uno de ellos, exaltados, en medio de la oscuridad de la noche empapados en sudor, con una considerable erección bajo las sábanas y con extrañas palabras en lenguas muertas hace ya miles de años, siéndonos susurradas al oído por voces de ultratumba... han tenido que pasar si, pero ya han pasado. Todos aquellos que jamás perdimos la esperanza de poder disfrutar de una cuarta entrega de la que sin duda es una de las sagas de terror, más míticas que haya dado nunca el género, la ideada allá por principios de los ochenta por un genio llamado Sam Raimi y que diera comienzo con la cinta de culto “Posesión Infernal” (“Evil Dead”, 1981), al fin tenemos nuestra recompensa, pues Ash ha vuelto a lo grande y por lo que parece, lo ha hecho para quedarse.
El pasado 31 de Octubre en víspera de la noche de halloween, se estrenó en USA el episodio piloto de la esperada serie basada en el universo creado por Raimi: “Ash vs Evil Dead”. El estreno fue un rotundo éxito de audiencia y la crítica fue unánime en alabar las muchas virtudes del piloto dirigido por el propio Raimi, tanto, que no tardó en anunciarse la producción de una segunda temporada, a día de hoy, totalmente confirmada, que dará continuidad a los diez capítulos de 30 minutos de duración (el piloto fue algo más largo, llegando a los 40) cada uno de ellos, que dan forma a esta primera temporada del show.
Las impresiones después de degustar estos primeros compases de la serie, sinceramente, superan cualquier expectativa que uno pudiera tener. Ya se sabe que esto de llevar películas de éxito a la televisión no siempre suele dar los frutos esperados y batacazos ya ha habido unos cuantos y algunos muy sonados. Que se lo digan a Sarah Connor, que aguantó a duras penas, dos temporadas en el candelero combatiendo a Skynet y no sin razón en “Terminator: Las Crónicas de Sarah Connor” (“Terminator: The Sarah Connor Chronicles”, 2008-2009) o a otras similares nacidas de cintas míticas que intentan mantenerse a flote pese a que todo indica que su falta de calidad con respecto a película original en algunos casos, véase “Abierto Hasta el Amanecer”, o de audiencia en otros, véase “Hannibal”.
“Ash vs Evil Dead” condensa en escasos cuarenta minutos, todo aquello que el fanático de la saga querría ver, lo que vendría siendo un fanservice en toda regla. Raimi sabe lo que queremos y nos lo da rápido y sin rodeo alguno. Ya habrá tiempo de desarrollar personajes y zurcir tramas más o menos complejas, pero ahora toca lo que toca y no es otra cosa que volver a ver a Ash enfundado en su habitual indumentaria con escopeta y sierra mecánica en mano (nunca mejor dicho), devolviendo a demonios al inmundo agujero del que hayan salido. Y lo hace, vaya si lo hace, pues este primer capítulo nos depara ya un enfrentamiento antológico entre el anti-héroe y las fuerzas del averno.
Bruce Campbell demuestra que han pasado los años desde aquella última vez donde capitaneó a los humanos frente a las huestes infernales para defender el Necronomicón (libro de los muertos para los menos puestos en la materia). El tipo está fondón y no se puede decir que su carrera como actor haya sido exitosa desde aquel entonces, limitándose a algún que otro caméo en las películas de su colega Raimi, alguna aparición en televisión y sobretodo, poniendo su voz al servicio del ocio digital doblando videojuegos. Pero no importa, el carisma está intacto y el talento de este hombre para este arte, es innato. A los cinco minutos de metraje, ya nos tiene a todos en el bolsillo con una versión, quizás, algo mas caricaturesca de la que nos tenía acostumbrados y tirando de fuertes dosis de autoparodia.
Un par de preámbulos eróticos y Raimi ya se las apaña para poner en liza en pantalla a los primeros engendros de la velada y demuestra, una vez más, que en esto de recrear lo infernal, no tiene rival. Si ya diera buena muestra de su buena forma en la genial “Arrástrame al Infierno” (“Drag Me To Hell”, 2009), aquí nos transporta de nuevo a su universo con un simple soplido. Genio y figura para un par de apariciones demoníacas de órdago que le dejan a uno sin aliento y porque no decirlo, con los ojos vidriosos en los supuestos más sentimentales. Todo ello, por supuesto, con unos grandiosos efectos especiales y sin escatimar en sangre pese al handicap que supone la utilización de algunos efectos digitales en momentos muy puntuales que desmerecen minimamente el conjunto.
El episodio también introduce a una serie de personajes secundarios que parece ser acompañarán a Ash en sus aventuras. Dos compañeros de trabajo, un chicano (Ray Santiago) y una tipa de buen Dana DeLorenzo) ver a la que Ash le tira los trastos por un lado, e introduce la figura de una agente de policía (Jill Marie Jones) que ha tenido ya un primer encuentro con las fuerzas del mal. También veremos por primera vez al misterioso personaje interpretado por Lucy Lawless, actriz acostumbrada a mascar el éxito televisivo dentro del género fantástico (“Xena: La Princesa Guerrera”, “Battlestar Galactica”) y que ojalá aquí sea el mejor de los presagios.
Ritmo frenético sin un solo minuto de relleno, para una sucesión de gags y guiños al fan de la saga es lo que vamos a encontrar en este estupendo y prometedor piloto al que lo único que servidor puede achacarle, es el excesivo tono cómico del que hace gala Ash, en algunos momentos, rozando un humor tontorrón que está más cercano a aquella gamberrada dirigida por el mismo que fue “Posesión Demencial” (“My Name is Bruce”, Bruce Campbell, 2007), que al humor negro e inteligente que siempre ha caracterizado a la saga de “Evil Dead”.
Tampoco la banda sonora elegida (galleta final incluida), me parece la más apropiada (demasiado desenfadada), pero entiendo que será un tema puntual del episodio y que se irá adaptando a las circunstancias del show en el futuro.
De todas formas, hay que seguir manteniendo la calma y no tirar las campanas al vuelo antes de tiempo, pues no hay que olvidar que el episodio piloto, es el único de los que integran esta primera temporada, que está dirigido por Raimi, quien para el segundo da el relevo a Michael J. Bassett, un tipo con credibilidad que ya ha demostrado buenas maneras en el género dirigiendo cosas tan disfrutables como “Deathwatch” (puede que la más discutible de todas), “Solomon Kane” o “Silent Hill 2: Revelations”. Habrá que ver como se desenvuelve con algo tan grande entre manos.
La lista completa de episodios y sus respectivos directores es la siguiente: “Bait” (Michael j.Bassett), “Books From Beyond” (Michael J.Bassett), “Brujo” (David Frazee), “The Host” (David Frazze), “The Killer of Killers” (Michael Hurst), “Fire in the Hole” (Michael Hurst), “Ashes to Ashes” (Tony Tilse), “Bound in the Flesh” (Tony Tilse) y “The Dark One” (Rick Jacobson).
Deseando ver ya lo que nos depara “Bait”, episodio que se emitirá en USA el día de 7 de Noviembre, por lo que no habrá que esperar mucho para ver si Bassett consigue darle continuidad al pelotazo de Raimi.
Lo mejor: El show mantiene intacto en lineas generales, el espíritu de la saga, abriendo un abanico de posibilidades ilimitadas para todos los amantes de la misma.
Lo peor: En ocasiones, el abuso de un sentido del humor algo facilón en la figura de Ash, desdibuja un poco la atmósfera de terror, y que Raimi tan solo dirija el piloto.