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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: I Am Not A Serial Killer

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La vida es como es y viene como viene. Este es un mantra de nuestros mayores que hemos terminado por repetir nosotros mismos. Hay algunas circunstancias que podemos mejorar y otras que no. Sin duda hay cosas que escapan a nuestro control, tanto buenas como malas. Cuando son buenas, tendemos a creer que la suerte nos acompaña, cuando son malas, buscamos culpables y casi siempre los encontramos. Todos tenemos recuerdos de personas culpables de alguna circunstancia negativa de nuestra vida y cuando estamos entre ellos, odiamos a la raza humana, nos creemos profundamente sociópatas y nos gustaría que vinieran los aliens de una vez por todas y exterminaran a la raza humana, dejándonos solo con aquellas personas que en su momento nos hicieron sentir bien o que formaron parte de esa suerte que creemos ajena a nosotros.

No sois sociópatas, sabéis perfectamente lo que significa la empatía y la practicáis. Cuando queremos aislarnos del mundo es porque hay golpes que duelen más que otros, pero seguimos al pie del cañón acatando órdenes, siguiendo normas, integrados perfectamente en la sociedad. Ser tímido, reservado o de gustos diferentes no convierten a nadie en sociópata o misántropo, términos que realmente se utilizan muy a la ligera, y si no, preguntádselo en esta película a John Wayne Cleaver, diagnósticado de trastorno antisocial de la personalidad, para que contempléis vuestras diferencias. Os invito a su pueblo, a visitar conmigo a este tierno adolescente.

"I am not a serial killer" es la adaptación de la novela homónima de Dan Wells y basicamente trata sobre John, un joven que vive en una pueblecito estadounidense y que convive con la muerte a menudo, pues su madre regenta la funeraria del pueblo y él le ayuda en sus labores. John es un sociópata diagnosticado por su terapeuta, al que acude religiosamente y del que depende a la hora de tomar decisiones. John sigue una normas autoimpuestas para no llevar a la realidad los turbios pensamientos que acuden a su mente cuanto está en contacto con otras personas. Todo se complica cuando aparece un asesino en serie en el pueblo y parece que sólo John es capaz de descubrir su identidad, siguiendo los patrones de comportamiento de este asesino y su propia y oscura intuición.

Tengo que decir que la sinopsis es algo tramposa porque hay más matices que no quiero desvelar y porque creo que la sociopatía de John no termina de estar bien enfocada del todo, lo que crea un poco de conflicto en la historia. Por una parte parece que sólo un sociópata es capaz de entender a otro sociópata, y por otra no tengo yo muy claro que la asunción de tu propia sociopatía sea una sociopatía convencional, quiero decir, ¿cuántos asesinos se comportaban como asesinos despiadados en su día a dia? ¿No saludaban a sus vecinos en el portal todos los días? ¿No parecían personas normales para el resto de su comunidad? John sigue unas normas a rajatabla que evitan que cometa crímenes o que lleve más allá de la imaginación, los pensamientos psicópatas que vienen a su mente cuando es molestado o cuando se intenta abusar de él , ¿acaso no hemos tenido todos pensamientos en los que terminábamos con una sonrisa como la de nuestro querido John cuando hemos sido molestados? Para mi es muy cuestionable el hecho de que John no quiera hacer daño a nadie, de ahí sus reglas, y se le diagnostique una falta total de empatía. Si se preocupa de no hacer daño a las personas que le rodean, sin duda es porque siente empatía, pero claro, yo no soy terapeuta.

Una vez contada la trampa, centrémonos en la película de Billy O'Brien, un thriller independiente, denso y pausado que juega a la dualidad de sus dos protagonistas, el joven John ( Max Records) y el anciano Crowley (Christopher Lloyd). Uno será el reflejo del otro, uno es el interior del otro, un espejo roto en el que mirarse de una forma distorsionada. ¿Un maestro y su aprendiz? Nada más lejos de la realidad. "I am not a serial Killer" es una película en la que hurgar, pues se centra en el personaje de John, pero no lo desarrolla en su esplendor sino como herramienta para conseguir que conozcamos a Crowley, el que debería ser el plato fuerte de la cinta, pero que se queda un poco cojo en intenciones. Me explico, yo veo en Crowley un precedente perfecto para lo que supuestamente debería ser el comportamiento de John, sin embargo, y de ahí la trampa, termina siendo su antagonista en una historia de monstruos interiores y reales y de miedos transformados en muerte sobre la nieve.

Sin duda, desde mi punto de vista, la historia está bien contada y se entiende esta dicotomía, pero a medida que avanza la película, se echa de menos un ritmo más ágil o mayor profundidad en la relación John-Crowley, algo que parece que no terminará de cuajar en esta propuesta, hasta que llegas al desenlace y entiendes el simbolismo y la necesidad de no convertir esto en sesión de gore y encuentras en los silencios y las miradas lo que Billy O'Brien quiere mostrar y supongo que lo que Dan Wells quería transmitir (y digo supongo, porque no me he leído la novela). La historia cuenta lo que quiere contar, de la misma manera que la vida viene como viene, y no es otra cosa que el vacío interior de un personaje que es rellenado con la monstruosidad de otro y que abre un árbol de posibilidades donde no todo es lo que parece y donde a veces no hay que buscar mucha profundidad para algo tan simple como el mal.

Técnicamente me parece más que correcta, sin duda el estilo independiente le viene como anillo al dedo a la nieve y al aislamiento que esta provoca. Los silencios complementan a la perfección la fascinante actuación de Christopher Lloyd, quien tiene toda la gloria y de Max Records, quien tiene toda una carrera por delante. No hay necesidad de muchos efectos especiales, y los pocos que se muestran son artesanos, como no podía ser de otra manera. Y sustentando el tedio que puede provocar el silencio, una banda sonora que enfatiza los pocos momentos de acción que vivimos en una historia de personajes y no de hechos. Una historia sobre la enrevesada psicología humana, que transita por un terreno poco convencional y que se mueve entre diferentes géneros de una forma cómoda y mucho menos forzada de lo que podría parecer.

"I am not a serial killer" rompe con ciertas reglas y nos da la oportunidad de encontrar en la tercera edad un elemento terrorífico que te mueve de la ternura al rechazo de una forma determinante pese a que la película avanza lenta, pudiendo parecer tediosa si no te involucras en ella desde el principio. Hablamos de una película fría, que pretende que desde ese frío entendamos a John y decidamos si empatizamos con él o todo lo contrario. Por mi parte, una interesante película que todo amante del género debería paladear, pese a no dar todo lo que se espera de ella por el tratamiento de la relación que se hace entre los protagonistas y esa sensación constante que sentimos de la necesidad de que John termine siendo lo que cree ser.

Terminamos la visita sacudiéndonos la nieve de las botas y pensando que si es verdad que la vida es como es y viene como viene, no debe haber nadie como nosotros para tomar nuestras propias riendas y darle forma al presente, que del futuro ya se encargarán los aliens.



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