Vale más caer en gracia, que ser gracioso. Fue lo primero que me pasó por la cabeza después de visionar “Wonder Woman”, la nueva y oportuna película del universo DC, en un tiempo en donde el feminismo no deja de reivindicarse y donde afortunadamente, parece que el papel de la mujer en la sociedad moderna es cada vez más relevante, pese a que siga costando derribar según que muros fuertemente edificados por un machismo, que aunque parezca mentira, sigue estando presente en nuestro día a día. En el cine, el rol de la mujer también ha evolucionado y ya no se limita a la eterna sufridora o al bonito florero decorativo de antaño, una evolución que hemos visto muy de cerca los amantes del cine de terror y fantástico, en el cual las féminas han cogido las riendas para erigirse en absolutas protagonistas sin asterisco. Comenzando por el cine de terror francés, posiblemente el primero en dar galones a la mujer y siguiendo por el cine de corte más comercial, como bien puede verse en sagas tan populares como puedan ser las de “Resident Evil” o “Underworld”. Por ello, hablaba de lo oportuno de una película como “Wonder Woman”, para reivindicar la figura de la mujer en un mundo tan a priori masculino como es el de los superhéroes, al menos y hasta la fecha, en el cine.
Pero recuperemos la frase inicial: “Vale más caer en gracia que ser gracioso”. Y es que ya desde las positivas primeras críticas que nos llegaban del otro lado del charco, el caldo de cultivo generado en las redes sociales era muy distinto del visto no hace tanto con otras propuestas del universo DC y tras el visionado de la nueva película de Patty Jenkins, cuesta entender así a bote pronto que algo como “Wonder Woman” pueda llegar a generar semejante consenso (para bien) entre los aficionados al cine de superhéroes. Fenómeno este, que solo puede entenderse si entendemos la realidad actual del cine de superhéroes, a día de hoy, dividido en dos facciones claramente diferenciadas y, para muchos espectadores, visto lo visto, absolutamente irreconciliables. Para entender esto de lo que estoy hablando, nunca he tenido un ejemplo más ilustrador y fácil de entender entre manos, pues MARVEL ya anduvo en su momento el camino que hoy recorre DC y lo hizo gracias a la figura de uno de sus héroes por antonomasia, el capitán América.
“Capitán América: El Primer Vengador” (“Captain America: The First Avenger”, Joe Johnston, 2011) y “Capitán América: El Soldado de Invierno” (“Captain America: The Winter Soldier”, Anthony Russo / Joe Russo, 2014) representan las dos caras de una misma moneda. La primera, la de ese cine de superhéroes de toda la vida para toda la familia, el típico cine de aventuras sin complicaciones para disfrutar con nuestros hijos y un bol de palomitas. El segundo, una nueva era del subgénero, mucho más orientado a un público adulto, mucho más cercano al thriller que a ningún otro género y donde los blancos y negros desaparecen para centrarse por completo en los grises. Es con esta fórmula bien aprendida, el único supuesto lógico por el que uno puede entender que una maravilla como “Batman V Superman” cosechase tan malas críticas entre muchos aficionados a los superhéroes y que “Wonder Woman”, haya generado justo lo contrario, cuando a mi entender, no hay comparación posible entre una y otra, a favor de la primera. Pero claro, yo me cuento como fan acérrimo del segundo grupo, por más divertidas que me puedan parecer las del primero.
Por ello, no me atrevería a decir que “Wonder Woman” sea un paso atrás en la epopeya de DC en la gran pantalla, pero sí un paso al lado. Un descarado intento por llegar a un tipo de público potencial mucho más amplio del que pudo llegar con propuestas mucho menos “digeribles” por el gran público como “El Hombre de Acero” (“Man of Steel”, Zack Snyder, 2013) y sobretodo “Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia” (“Batman v Superman: Dawn of Justice”, Zack Snyder, 2016). La película de Patty Jenkins apuesta claramente por la cara de la moneda, por ese cine de superhéroes para todos los públicos donde las aventuras priman sobre todo lo demás y donde los grises desaparecen para centrarse en los blancos deslumbrantes y los negros azabache, en un título que precisamente, si recuerda a otra película de superhéroes, es a “Capitán America: El Primer Vengador”, con la cual comparte tanto virtudes, como miserias.
“Wonder Woman” a estas alturas de la película, es un título que bien podría analizarse casi, sin necesidad de visionarla. Por las cosas que uno iba leyendo en las redes, se veía bastante claro por donde iban a ir los tiros y efectivamente, así ha sido. Cine para todos los públicos a base de aventuras, humor y mucha acción. O más bien debería decir, aventuras, mucho humor y acción. Y es que si algunos se quejaban de los chascarrillos del bueno de Tony Stark, lo de “Wonder Woman” es de otro nivel. Estamos seguramente ante la película de superhéroes (después de “Deadpool” y “Ant-Man”) más orientada al humor de todas las que nos hayan llegado estos años, repleta de chistes (unos más afortunados que otros) para una estructura tan tópica, que puede llegar a sonrojar a más de uno. Basicamente sería, chiste, chiste, chiste, acción. Y así sucesivamente hasta llegar a la bombástica batalla final repleta de fuegos artificiales y espectaculares efectos especiales, único paralelismo posible que se puede trazar con la anterior película de DC (si bien aquí, el despiporre, por el tono del filme, está más justificado que en la cinta de Snyder).
Y ya que mencionamos a “Batman v Superman”, me gustaría saber que piensan sobre el guion de “Wonder Woman” aquellos que se tiraban de los pelos escandalizados por las supuestas barbaridades imperdonables que contenía el libreto de la película de Snyder. Y digo “me gustaría”, porque no he leído nada al respecto por ninguna parte, ya que todos aquellos que escupían litros y litros de bilis, ahora callan como putas. Si la película de Snyder podía plantear lagunas en este sentido, la de Jenning plantea océanos. La cantidad de disparates e imposibles contenidos en la obra son para mear y no echar gota, pero claro, supongo que en este contexto, todo se perdona. Y lo entiendo, supongo que es como cuando se compara a futbolistas como Cristiano Ronaldo y Messi, que todo depende del color de la camiseta de cada uno, por más evidente que la realidad sea. Lo que no quita que sea una ejercicio de incoherencia absolutamente lamentable (y si hablamos del símil futbolístico, de fanatismo). De todas formas, de la misma manera que me parecieron anecdóticos en la cinta de Snyder, me lo parecen ahora en la de Jenning, más en una propuesta tan ligera como es esta, en la que queda claro que la credibilidad del guion, no es una de sus prioridades.
Dicho todo esto, que nadie me malinterprete, “Wonder Woman” no me parece una mala película, todo lo contrario. En lo suyo, destaca como la que más. Como digo, cine ligero para disfrutar en familia, que contiene todos los elementos típicos de este tipo de productos de corte más comercial. Un guion matemático (solo de sumas y restas), humor por doquier (los personajes secundarios casi en su totalidad, son simples gags andantes), bombásticas escenas de acción (aunque por desgracia, más cercanas al formato videojuego de “Sucker Punch”, que a las grandes coreografías reales vistas en “BvS”), algo de romance de lata, personajes planos (los buenos son TAN buenos y los malos son TAN malos...), villanos ridículos (atención al dúo formado por los diabólicos nazis Ludendorff y la Dr.Maru, que llegan a hacer bueno incluso al Cráneo Rojo de Hugo Weaving) y por supuesto, ni el menor rastro de oscuridad ni tragedia, que puedan hacer que un niño, se aburra en su butaca del cine. Ni un niño, ni un adulto, pues estamos ante una propuesta que aboga ante todo por el entretenimiento en sacrificio a todo lo demás y que visualmente, es realmente hermosa, en especial su primer tercio, con una puesta en escena espectacular muy al estilo de “Furia de Titanes” y de las dos entregas marvelitas de “Thor”, a pesar de que algunas secuencias de “acción de videojuego”, resulten por decirlo con gentileza, “poco afortunadas”. Con una protagonista femenina con gancho, gracias al gran encanto de Gal Gadot, que dota al personaje de un inocente atractivo desmedido que deslumbra, y que se ve muy potenciado gracias al contrapunto de su partenaire masculino, un Chris Pine que vuelve a interpretar al capitán Kirk (supongo que Dc films habrá tenido que pagar derechos), jugando esta vez a los espías.
Estamos por lo tanto ante un nuevo capítulo que se abre dentro del universo DC en la gran pantalla. Un nuevo ancho de miras para continuar expandiendo su ídem y una excusa perfecta para reconciliarse con aquellos que a día de hoy siguen sin entender dentro del cine de superhéroes, otra fórmula que no sea esta y para que otros tantos se suban a un carro que transita por carreteras asfaltadas. Para los que gustamos de caminos más angostos, pues es evidente que “Wonder Woman” supone no se si una decepción, pero al menos, sí un alto en el camino y un (esperemos que breve) paréntesis dentro de lo que venía haciendo DC hasta la fecha. “Wonder Woman” es una película entretenida, pese a algún altibajo de ritmo en su parte intermedia (donde las cotas de diversión se disipan de manera considerable), pero que se disfruta sin mayor dificultad. Soy de los que piensan que ambas formas de entender el cine de superhéroes, son válidas y no solo pueden, sino que deben coexistir. Por mi parte, solo me queda desear que en el futuro, podamos disfrutar de un personaje como el de la Wonder Woman de Gal Garot, dentro de un contexto más adulto y no tan enfocado a un público familiar como es este. Esperemos que sea la ansiada “La Liga de la Justicia”, quien nos de la oportunidad de hacerlo, retomando la senda que DC comenzó a recorrer con “Batman v Superman”.
Lo mejor: Divertida y disfrutable para todo tipo de públicos, Gal Garot, la belleza artística de su primer tercio y las siempre fascinantes referencias a la mitología Griega.
Lo peor: Su omnipresente sentido del humor puede llegar a resultar irritante, la falta de profundidad de los personajes, el desfasado guion a base de tópicos arcaicos, el tosco montaje, los altibajos de ritmo y los dos villanos de la historia, a cual más bochornoso, llegando a rozar la parodia.