En un momento de la película, al ver una mancha de sangre en el suelo, la hermana Irene (Taissa Farmiga) le dice al Padre Burke (Demián Bichir): ‘Hay más’ a lo que este solo puede responder con incredulidad con un ‘Es un misterio’. Este breve diálogo se puede aplicar a la toda la serie de películas centradas tanto en el Universo Insidious como en el de los Warren. Lo que empezó de manera notable se ha ido exprimiendo hasta dejarnos cintas del todo prescindibles que no aportan absolutamente nada salvo tedio y que como en el caso de ‘Annabelle’ consiguen aburrir hasta al mas entregado de los espectadores. ‘Hay más… Es un misterio…’
Rumania. Monasterio Carta. 1952. El padre Burke y la novicia Irene serán reclamados por el Vaticano para investigar el extraño suicidio de una monja (No es la niñera de Damien Thorn pero lo parece. ‘La monja’ es una cinta llena de referencias, una de esas películas que parecen tener cierta esencia de homenaje a todo un tipo de cine, algo que parece haber sido explotado al menos en la versión estrenada en los cines españoles donde en la O de monja se dibuja una pequeña cruz invertida de una manera similar a lo que ocurre en el póster de ‘The Omen’ donde se pueden apreciar tres seises). Un joven francés que huyó a Rumania en busca de una vida mejor les acompañará, sin apartarse del camino, a ese lugar maldito (De verdad, todos aquellos a los que les guste encontrar cierta lógica en las películas, mejor que se abstengan de ver esta).
“La monja es una cinta llena de referencias, una de esas películas que parecen tener cierta esencia de homenaje a todo un tipo de cine”
La prometedora carrera de Xavier Gens parece haber entrado en barrena tras las muy decepcionantes ‘La piel Fría’ y ‘The Crucifixion’ (Y ojo que dentro de poco nos llegará su ‘Budapest’). El acercamiento del director francés al cine de posesiones demoníacas, espíritus malignos y monasterios rumanos resultó como ocurre con ‘La monja’ una película tan visualmente deslumbrante como insípida y vacía en lo que a su historia se refiere. Tanto Gens como Corin Hardy recorren en sus películas caminos mil veces vistos haciendo del efectismo y el susto fácil su seña de identidad.
No hay en ‘La monja’ un cura hipster que parece extraído de un catálogo de moda sino un joven que parece directamente la versión moderna de los personajes interpretados por Joe Dallesandro en ‘Blood for Dracula’ y ‘Flesh For Frankenstein’ (Sin la sorna, la carga política y el exceso de estos, algo que los hacía de tan llamativos, curiosos y casi hasta entrañables), pero si Gens se atrevió a explorar el conflicto moral de la protagonista al sentirse atraída por un sacerdote, Hardy se muestra timorato y cobarde al apuntar y no llevar mas allá esa idea.
“una película que empieza bien, cuyos primeros minutos consiguen captar la atención del espectador llevándole a creer a este que se va a encontrar con algo diferente”
Hay que reconocer que ‘La monja’ es una película que empieza bien, cuyos primeros minutos consiguen captar la atención del espectador llevándole a creer a este que se va a encontrar con algo diferente, con algo nuevo o con algo minimamente entretenido. Y también es cierto que esa esencia a cierto cine clásico que desprenden algunos de sus fotogramas y algunas de las ideas que se muestran (Ver una posada con lugareños que expresan su rechazo y su miedo al monasterio resulta algo entrañable) nos puede llegar a seducir. Pero todo se queda en eso, al desenvolver el regalo este resulta del todo decepcionante, no solo por la falta de originalidad del mismo (‘La casa infernal’ de Mathesson y su posterior adaptación al cine ‘La leyenda de la mansión del infierno’ parece influir y mucho a la cinta de Hardy, tanto es así que hasta hay un niño de nombre Daniel) ni por la manera de recurrir y explotar todos los tópicos posibles (Crucifijos invertidos, crucifijos que se dan la vuelta, largos y terroríficos pasillos, etc, etc…) sino por que en la historia escrita por Gary Dauberman (‘Annabelle’, ‘Annabelle: Creation’) no hay nada bajo la superficie, no tiene garra, ni fuerza, solo unos personajes planos. El padre Burke, Demián Bichir, y el francocanadiense interpretado por Jonas Bloquet resultan del todo increíbles.
El primero no cuela como sacerdote y lo mismo se puede aplicar a la pequeña presencia de Michael Smiley, y del segundo podemos decir que su presencia está tan forzada en la historia que resulta difícil de creer. Solo salvamos de la quema a una Taissa Farmiga que intenta sacar adelante con gran esfuerzo todo sea dicho de paso, a su personaje y escenas mil veces vistas antes (Si hace unos meses se estrenó ‘Insidious: The last key’, ahora vemos que la cinta de Hardy parece haber cogido ciertas ideas de esta película y nos las intenta vender como nuevas).
“La gran ambientación no oculta que La Monja es otra de esas cintas prefabricadas para asaltar la taquilla pero que en lo que a calidad se refiere anda muy justita”
‘La Monja’ acaba haciéndose tediosa y aburrida. La cinta de Hardy no funciona como película de terror, ni como spin-off del personaje que vimos en ‘Expedinte Warren: El caso Einfield’, y sobre todo ni como homenaje a toda una forma de hacer cine de terror. La gran ambientación no oculta que ‘La Monja’ es otra de esas cintas prefabricadas para asaltar la taquilla pero que en lo que a calidad se refiere anda muy justita.
Puede que lo mas destacable de esta película sea la banda sonora compuesta por Abel Korzeniowski (‘Animales Nocturnos’) que junto con temas creados como no puede ser de otra manera para reforzar la tensión y el miedo de aquello que el espectador está viendo (‘Deliver us from evil’ o ‘Valak’. El uso de lo que parecen sonidos guturales en este último es realmente terrorífico) hay otros de gran sensibilidad que resultan realmente bellos (‘Sister Irene’ o ‘Cause I have Faith’). Sin duda alguna ‘La monja’ parece que va a hacer buenas todas las previsiones, tanto en taquilla como en la mas que limitada calidad de la misma. Tan prescindible con la crucifixión de Xavier Gens.