Seguramente si empiezo esta reseña hablando de la figura del director John Hyams, más de uno va a pensar “¿quién?”Dicho pensamiento sería una respuesta de lo más válida, porque la verdad es que el hijo del competente director Peter Hyams, autor este a su vez de la para mi clásica y muy simpática “Atmósfera 0” (1981) entre otras películas a caballo entre el cine de sala comercial y el de videoclub, es para mi uno de los mayores artesanos de la serie B que uno puede encontrar hoy día, y el motivo por el cual “Black Summer” trasciende de la media de los productos televisivos y consigue, a su vez, ser una producción de The Asylum que no cae en la vergüenza más absoluta.
“Llama poderosamente la atención los ejercicios estilísticos que Hyams prueba en esta serie, pues el director/guionista se sabe dueño absoluto del cotarro”
“Black Summer” tiene una premisa que ya tirará para atrás a una mayoría: su condición de precuela de la bizarra, desvergonzada y a ratos divertidisima “Z-Nation” (de la cual Hyams es uno de sus guionistas) y su vinculación con la productora de “Sharknado” no parecían movilizar precisamente a las masas. Pero hete aquí que tenemos un producto entretenido, honrado y extremadamente enérgico en la medida que su exiguo presupuesto lo permite, filmado con tino, creatividad y con un puñado de secuencias de acción realmente tensas.
La serie se compone de 8 episodios de duración no muy larga, y entra en materia de forma vertiginosa. Aquí no hay tiempo para encariñarse con ningún personaje,todos están en riesgo mortal constante. Ni hay paja de ningún tipo: El apocalipsis ha estallado, es una situación de emergencia prácticamente a tiempo real y estos zombis a diferencia de “Z Nation” (lo cual es un wtf importante si conviven en el mismo universo) corren como los sprinters no muertos del “Amanecer de los Muertos” de Snyder, son relativamente inmunes a los balazos y poseen una resistencia y perseverancia infinitas. Llama poderosamente la atención los ejercicios estilísticos que Hyams prueba en esta serie, pues el director/guionista se sabe dueño absoluto del cotarro, y sabe exactamente donde está metido: un tour de force de supervivencia en el cual no concede un segundo de respiro ni a sus personajes ni al espectador. Mención especial para el capítulo 4 y el 8, donde tan solo la alarmante economía de videos en los fxs puede empañar la experiencia, pero me disculpará el lector si me abstengo de fastidiarle la experiencia con molestos spoilers.
“lástima que, pese a que el talento está ahí, el nimio presupuesto de la serie nos regale disparos que no dejan agujeros en sus víctimas, armas que disparan en postproducción cutremente...”
Para mi sorpresa, “Black Summer” cuenta con un buen plantel actoral, y un guión sólido. Pero son en los momentos de planos continuados en los que la serie sube el listón. No en vano Hyams es responsable de la que para mi es una de las mejores escenas de batalla de plano continuado.
Si tienen oportunidad de repasar la muy pequeña pero reivindicable “Soldado Universal: Regeneración” (2009) se encontrarán con un pequeño tesoro en forma de una escena bélica protagonizada por el personaje de Van Damme en el que asalta en solitario Chernobyl (Si, la central nuclear), tomada por unos terroristas rusos que amenazan con hacer saltar por los aires lo que queda de reactor. Esa magnífica escena, que podría haberla firmado perfectamente un Gareth Evans, Timo Tjahjanto o Chan-Wook Park, es el antecesor claro de muchos momentos de “Black Summer”, sobretodo en el capítulo final. Una verdadera lástima que, pese a que el talento está ahí, el nimio presupuesto de la serie nos regale disparos que no dejan agujeros en sus víctimas, armas que “disparan” en postproducción cutremente, y grandes catástrofes tipo accidentes de avión que solo pueden sugerirse.
“Black Summer es una versión menos gamberra que su serie madre, pero mucho mejor filmada”
Es el peaje al que uno se enfrenta cuando trabaja con The Asylum, pero viendo la trayectoria de Hyams creo que este autor se siente bien, muy bien, en los formatos de serie B y de pequeña pantalla. “Z-Nation”, pese a su absoluto y consciente bizarrismo es uno de mis placeres culpables, y en términos de diversión me resulta más rentable que el peñázo insoportable en que se ha convertido “The Walking Dead” desde hace años. “Black Summer” es una versión menos gamberra que su serie madre, pero mucho mejor filmada y que abandona los terrenos del WTF para adentrarse en aspectos de supervivencia más serios y realistas.
Y si aún no le he convencido, querido zombiefan, de echarle un ojo a esta serie, una última reflexión: Alguien que es capaz de meter un monólogo en coreano de un personaje durante casi cuatro minutos, no lo subtitule, y que aún así transmita todo el desasosiego y desesperación del momento solo por el tono voz se merece, como mínimo, una puñetera oportunidad.
Lo mejor: El guión y el montaje, los experimentos de estilo en un género tan trillado como el zombie, el ritmo endiablado y lo divertida que es.
Lo peor: La terrible carencia de medios que nos recuerda constantemente quien ha pagado esta fiesta.