Está claro que no existe mejor guionista que uno mismo. Debe de ser este el sector profesional con más índice de desempleo de la historia de la civilizaciones modernas. Y aunque se que no debería ser este un baremo de nada, de nada con un mínimo de credibilidad al menos, solo hace falta darse una vuelta (siempre a riesgo propio del usuario, claro) por las “eruditas” redes sociales para ver como todos llevamos un guionista dentro, uno bueno, no esos que se hacen llamar “profesionales” y que se dedican a escribir las historias que luego nosotros, los auténticos guionistas, no nos planteamos ni por un solo instante disfrutar, ya que parece ser que lo realmente divertido es destrozar el trabajo de otros, por bueno que este sea (eh ahí por ejemplo, el bochornoso intento reciente de desprestigiar un show de la calidad de “Juego de Tronos” por parte de las agitadas masas antorcha en alto en religiosa procesión militar hacia la plaza principal del pueblo).
“los materiales previos del filme, pueden llevar a más de uno a darse de narices con un inesperado muro”
Bueno, el cine de Chad Archibald, por suerte para él, dificilmente puede ser susceptible de tan extendida y contagiosa dolencia. Si hay algo que hasta la fecha en lo que no haya destacado (ni pretendido) su cine, es en los guiones. Alejado de la profundidad y el ingenio que han hecho suyos otros cineastas de nueva cuña, abanderados de esta reciente (y excelente en lineas generales) ola de cine de terror denso e inteligente, el de Archibald ha preferido apuntar desde el principio hacia otras latitudes.
Innegable es la interesante evolución de su firma si comparamos algunos de sus intrascendentes primeros trabajos (véase “The Drownsman”, 2014), con la última etapa de su pulido y reconocible “body horror”, dando buena forma a su propia nueva carne primero con “Bite” (2015) y con “The Heretics” (2017) después. Era lógico por tanto, esperar que “I´ll Take Your Dead”, su nueva facturación, continuase explorando las bases asentadas en sendos anteriores trabajos. Y puede que sea esto, esta (falsa) certeza, la que termine por jugar más en contra (entre otras cosas) a la hora de valorar esta nueva pieza de su filmografía, dejando claro antes de nada, que no creo que “I´ll Take Your Dead” sea una mala película, pero mentiría si dijese que se parece ni por asomo a nada que yo esperara, pues no lo hace. Expectativas por un lado, siempre traicioneras, y una campaña de publicidad algo engañosa si uno hace mucho caso a los materiales previos del filme, pueden llevar a más de uno a darse de narices con un inesperado muro.
“el principal problema de esta I´ll Take Your Dead ya no es tanto su condición de paréntesis dentro de la obra del cineasta, como su cuestionable relación con el propio género de terror”
Tampoco debería ser esto algo necesariamente malo. Se dice que siempre se buscan experiencias nuevas, que lo diferente es por sí solo un valor añadido, y estoy de acuerdo, pero en este caso concreto, al menos a nivel personal, me hubiera encantado seguir descubriendo hacia donde conduce el “body horror” de Archibald. Habrá que esperar por tanto a otra ocasión para ello.
Con esto sabido, el principal problema de esta “I´ll Take Your Dead” ya no es tanto su condición de paréntesis dentro de la obra del cineasta, como su cuestionable relación con el propio género de terror. La premisa la tiene, las atmósferas, algunos resortes habituales (por no decir, trillados) e incluso algunas buenas caracterizaciones (pese a jugar en una liga muy distinta si entramos en comparaciones con la excelencia de sus dos anteriores trabajos), pero no nos engañemos, esto no es una película de terror. Puedo comprar como mucho, la etiqueta de thriller sobrenatural, pero siendo lo segundo tan solo, un pequeño matiz para lo primero y algo de lo que perfectamente se podría haber prescindido y no hubiera ocurrido absolutamente nada, ya que el elemento sobrenatural, resulta tan metido con calzador, que cuesta encontrar una justificación a las vistosas apariciones, por no hablar del sinsentido, total falta de explicaciones y caprichosa arbitrariedad de estas.
“Como pequeño thriller intimista, le aceptaremos la licencia a Archibald, como película de terror... mucho me temo que ni él mismo se la cree”
El caso es que “I´ll Take Your Dead”, es un thriller relativamente convincente como tal, una película que perfectamente podría haber firmado un Jeremy Saulnier y de la cual seguramente ahora se estarían diciendo cosas bastante buenas, pero, en el caso de Archibald, el experimento con gaseosa termina apuntando más hacia aquello del “quiero y no puedo”, y lo hace por ese intento por parte del autor de no salirse en exceso de las tesis previas de su trabajo. Si quieres hacer un thriller hazlo, pero no lo intentes vender de otra cosa metiendo en la ecuación a un puñado de fantasmas sin sentido ni sensibilidad, por más buen trabajo protésico que haya detrás, que lo hay.
En el haber de la película, destacar que pese al metraje que se desperdicia jugando al despiste, los personajes principales gozan de un buen dibujo, quizás y curiosamente, de los mejorcitos vistos hasta la fecha en una cinta de este director. Es cierto, que muy beneficiado por el excelente trabajo tanto de Aidan Devine como de la joven Ava Preston, con una química tal entre ellos, que consiguen que el espectador sea harto solidario con sus causas, lo cual tiene mucho que ver también con la inusitada subida emocional de su tramo final, pese a que en ningún momento el conductor, se atreva a retirar la zarpa de la palanca del freno de mano, paso previo a un desenlace muy acorde a ese tono “entrañable”, casi de fábula infantil que siempre está presente a lo largo del relato y que como no podía ser de otra forma, puede pecar y lo hace, de cierta previsibilidad. Como pequeño thriller intimista, le aceptaremos la licencia a Archibald, como película de terror... mucho me temo que ni él mismo se la cree.
Y a todo esto, reconocer que el gratuito manifiesto inicial está casi tan metido con calzador como los fantasmas concebidos por Archibald y el guionista Jayme Laforest para su película, pero me apetecía desahogarme un poco después de querer arrancarme los ojos (estas últimas fechas más de lo habitual) tras leer las intrínsecas sandeces de la parroquia en las redes rectales. Mucho me temo que lo del enano gruñón a muchos hace tiempo que se les fue de las manos.
Lo mejor: El tándem protagonista y algunas caracterizaciones.
Lo peor: La parte sobrenatural resulta un artificio dificilmente justificable.