Año 1988. Una serie de extrañas muertes tienen lugar en Filadelfia. Las víctimas son personas comunes sin conexión alguna, un pianista, una conductora, un cocinero... Thomas, un agente de policía a punto de ser padre, descubre que todas las muertes siguen un patrón común, dos incisiones en el cuello y hemorragia cerebral. Todo parece indicar que una chica está detrás de todo este misterio, pero la obsesión de Thomas aumenta al darse cuenta que estos asesinatos resurgen cada nueve años.
“Uno de los elementos más interesantes de la película es que a lo largo de la misma se repasan todas las décadas”
Con "El Lado Siniestro de la Luna" ("In the Shadow of the Moon", 2019), producida por Netflix, Jim Mickle nos propone un thriller de ciencia ficción en el que confluyen varios subgéneros y cuya ambientación inicial es a finales de los años 80. Mickle levantó expectativas desde que dirigió su primer largometraje, "Mulberry Street" (2006), y se podría decir que su filmografía es todo menos despreciable, de hecho es bastante interesante. En esta última década dirigió "Stake Land", "Somos lo que Somos" y "Frío en Julio", donde contaba con un trío de estrellas como Don Johnson, Sam Shepard y Michael C. Hall.
Uno de los elementos más interesantes de la película es que a lo largo de la misma se repasan todas las décadas (como ya mencioné al inicio en la breve sinopsis, el asesino vuelve cada 9 años). La película empieza en el 1988, luego viene el 1997, luego el 2006 y por último el año 2015. Con mucha diferencia os digo que la época mejor ambientada es la de los ochenta. La atmósfera que la película tiene en el metraje equivalente a ese período es de largo la mejor. En ese momento el protagonista patrulla las calles con su compañero Maddox, bajo una oscuridad casi permanente buscan pistas y frecuentan puestos callejeros de comida china, esa atmósfera recuerda mucho a “Blade Runner” (1982).
“Es en el guion donde veo algunas lagunas, principalmente en la falta de profundidad de algunos personajes”
La dirección de Mickle es uno de los puntos fuertes de la película, sin fallos, con una regularidad constante y con unas actuaciones correctas. Con música de Jeff Grace, colaborador habitual de Mickle, y fotografía de David Lancenberg ("The Signal"), la película es técnicamente buena y tiene varias escenas muy logradas, en su mayoría de acción. Es en el guion donde veo algunas lagunas, principalmente en la falta de profundidad de algunos personajes. Dos concretamente tienen bastante importancia en la trama y sus apariciones me parecen escasas: el científico hindú, del que hablaré al final de la crítica, y la hija del protagonista, que pese a su importancia, el director se centra tan solo en mostrar la evolución de la difícil (o escasa) relación que mantiene con el padre, sin entrar en detalles.
El protagonista de esta historia, Thomas Lockhart, es interpretado por el actor Boyd Holbrook ("Narcos"). En líneas generales el actor protagonista está bien, pero en el último tercio de la película, ya caracterizado de hombre mayor, le falta un poco profundidad para representar en condiciones a ese hombre atormentado por las circunstancias (perdió a su mujer en el parto, está distanciado de su hija y persigue desde hace 27 años a una asesina que demuestra saber cosas muy íntimas sobre él). Junto a Boyd Holbrook, en el reparto participan otras caras conocidas como Michael C. Hall (eterno "Dexter"), en un papel muy secundario y comedido, Bokeem Woodbine ("Overlord"), fiel compañero del policía, Cleopatra Coleman ("El último Hombre en la Tierra"), la chica de los viajes en el tiempo, y Sarah Dugdale ("The Bad Seed"), la hija del protagonista.
“una película bien interpretada y bien dirigida, pero considero que le falta un poco de garra para distanciarse de su vocación Blockbuster”
Ante un argumento como éste, con saltos temporales (en la película se descubre muy pronto que el asesino viene del futuro), es difícil no acordarse de otras películas como "Minority Report", "Terminator", "Hidden, Lo Oculto" y un largo etc. De hecho, si esta película hubiese sido estrenada hace alguna década, sin duda estaríamos ante una obra importante, pero nos llega en un momento en el que ese tipo de historias ya las hemos visto bastantes veces.
Hay muchas pistas a lo largo de la película y es fácil perderse, de todas formas, vale la pena tener paciencia, porque en los últimos 20 minutos de la película se nos explica todo. Además de una escena inicial, que no forma parte del año 1988, pero que conecta con el final a modo de Spoiler, desde sus inicios la película nos muestra detalles que ayudan a justificar el posible efecto reparador de los viajes en el tiempo. Como lo son, por ejemplo, las menciones a Thomas Jefferson y el libro "American Patriot", las protestas raciales del año 1997, o las menciones a Ruby Ridge y a Josiah Warren. Otro punto importante son las breves apariciones del personaje llamado Naveen Rao, un científico hindú que se encuentra varias veces con el protagonista y que nos acaba explicando los viajes temporales a través de los cambios lunares (utilizados como puentes), y que me parecen unas explicaciones un poco escasas y superficiales. Es en este punto donde la película debería haber profundizado un poco en algo que da, nada menos, que título a la película.
"El Lado Siniestro de la Luna" es una película bien interpretada y bien dirigida, pero considero que le falta un poco de garra para distanciarse de su vocación “Blockbuster” y para situarse por encima de otras películas del estilo. Con todo, diría que es una película digna que, estando a disposición en el catálogo de Netflix, se convierte en una buena opción para pasar un par de horas.
Lo mejor: Este tipo de propuestas sci-fi siempre suelen resultar interesantes. En este caso la dirección de Jim Mickle es seria y la película cumple con su objetivo de entretener (aunque sin trascender).
Lo peor: A la película le falta algo de personalidad. Con un poco más de impacto habría podido ser notable y no quedarse en una película del montón.