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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Furie

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Última película del francés Olivier Abbou, co-escrita con Aurélien Molas (tal vez le recuerdes por la miniserie de terror canadiense “Red Creek” del 2017) y protagonizada por Adama Niane (“Le Gang des Antillais” del 2016). “Furie” es un drama familiar y thriller psicológico que en algún momento se resquebraja rememorando el “nuevo extremismo francés”.


“Aunque la caracterización de Paul me parece aceptable, los primeros dos tercios de la película son muy redundantes”


Supuestamente basada en hechos reales... a mí más bien me recordó al capítulo de “Los Simpson” Bart Carny/Bart en la feria/Bart el feriante, donde son estafados por los Cooder..., en fin, igual indagué un poco sobre tal suceso de ocupación y no hallé nada que lo confirmase; no importa, no es difícil de creer que puede suceder, la burocracia en el mundo es real y la terminología legal sabemos está llena de agujeros, lo que si es cuestionable es el grado de bestialismo y torture porn del último tercio, pero vamos, es una película, y quienes estemos de humor para apreciar minutos de violencia gratuita, será el elemento clave que hará de ella algo medianamente atractivo.

La historia de Abbou y Molas nos cuenta las desventuras de la familia Diallo, y en específico el quiebre de la psique de Paul y la sumisión a sus instintos más básicos. Varios elementos son los que convergen para llegar a estas instancias. Después de un par de meses de vacaciones en su casa rodante, la familia Diallo, formada por Paul, Stéphane y su hijo Louis, regresan a su hogar, dispuestos a volver a la rutina. Vaya sorpresa que al llegar casa, el control remoto de la puerta no funciona, los cuidadores (la niñera de Louis y su esposo) no contestan el teléfono y el nombre sobre el buzón ha cambiado. Desconcertado Paul salta la verja sólo para ser arrestado por allanamiento. Sucede que Paul firmó un documento que otorga a los cuidadores la facultad de pagar las deudas que generase la casa, mismo que les autoriza su ocupación legalmente por tiempo indefinido. Es el comienzo de un largo litigio legal (afortunadamente la película no abunda tanto en esto), y de la creciente frustración de Paul, quien hasta entonces, no había hecho nada más que lo socialmente correcto y aceptado, pese al estigma racial. Obligados a vivir en un parque de casas rodantes, observamos lentamente como su matrimonio comienza a desmoronarse, y el como la pasividad (traducida en “Furie” - “Get in”, como falta de hombría) de Paul, se distorsiona a través del resentimiento y la ira al borde del colapso, para la delicia de Mickey, un sujeto terriblemente sádico, dueño del parque de casas rodantes y nuevo amigo de Paul.


“no es que me encante la violencia sin más, pero me agradó recordar la tal vez extinta nueva ola de extremismo francés”


Bien. Esta película además de recordarme aquel capítulo de “Los Simpson”, dada la personalidad de sus protagonistas, traza cierto paralelismo con“Straw Dogs” (1971) de Sam Peckinpah, esa cobardía personificada por lo “socialmente correcto y civilizado”; sin embargo en “Furie” el hilo conductor de toda la película no es el entorno de Paul, el antagonismo de los ocupantes o la persuasión de Mickey (que sí es una pieza clave), sino la misma personalidad de Paul, esa cobardía ofuscada una y otra vez, y su permanente frustración por la falta de dominio y control, en cada aspecto de su vida, inclusive en el sexual (de hecho la tensión sexual y la violencia son el azote de su acciones).

Abbou sin duda mantendrá nuestro interés si es que estamos de animo para una historia como la planteada, pero aún así el resultado no es tan bueno. Aunque la caracterización de Paul me parece aceptable, los primeros dos tercios de la película son muy redundantes. Logra transmitir la desesperación de su personaje ante una situación increíblemente real y ridícula, y dejar en claro su tesis: el momento en que nos falla la estructura social en la que tanto confiamos, en donde se protege al delincuente y se despoja al ciudadano modelo, versus el hacer justicia (ya que ésta te ha fallado) con tu propia mano. Pero... reitero, el aspecto negativo es lo reiterativa que es, incluso en sus momentos de implosión, también que más allá de Paul el resto de los personajes son tremendamente planos, y que hay dos elementos a mi gusto muy desaprovechados: 1.- el inverso Home invasion al que pudo haber jugado, 2.- el Thriller psicológico, el suspenso es bastante pobre, las escenas de ira contenida se vuelven largas y las fiestas nocturnas con gente de mediana edad sin propósito de vida, se plasman como recursos forzados. Es ahí donde comento: bienvenida sea la violencia, que saque a flote esto.


“el final... roza lo absurdo... pero, creo que puede rescatarse si sólo buscamos un poco de diversión y tenemos paciencia”


No estaría platicando esta película si no fuera por su última media hora de tortura, en cuanto a su epilogo sexual (incomodo) me ahorro los comentarios; y no es que me encante la violencia sin más, pero me agradó recordar la tal vez extinta nueva ola de extremismo francés, que desde “Aux yeux des vivants” (2014) (más que por la película, por los nombres que hay detrás de ella, Bustillo y Maury), el cine francés no ha renovado como nos hubiera gustado el género. En estos últimos años si bien hemos tenido películas y series de terror francesas, por ahí tenemos “Marianne” del 2019, “La nuit a dévoré le monde” del 2018 (¿por qué, por qué tuvo que ser rodada en inglés?), “Hostile” del 2017 (fallida a mi gusto debido a su romanticismo televisivo) y “Crudo” del 2016 (más allá de la polémica publicitaría una película muy bien filmada)... tres películas y una serie, no hay mucho de cine de terror francés que mencionar, y menos aquel orientado a la tensión, al exceso y a la violencia; entonces, aunque no considero a “Furie” dentro de la categoría del extremismo francés y en un momento me hartó, me gustó la evocación de la corriente de la que bebe, de hecho hay una escena que me hizo pensar (con una sonrisa) algo que vi en “À l'intérieur” (2007).

Sobre cuestiones técnicas. Bastante estándar, posee sin abusar de ellos, algunos travellings y close-up, las actuaciones se perciben limitadas, aunque ya comentaba, tampoco es que el guión les facilite las cosas, el diseño de producción nos orienta a un entorno suburbano, en donde las máscaras de cerdo carecen de creatividad pero están bien, y la banda sonora es espantosa (mala). Y... sobre el final... roza lo absurdo... pero, creo que puede rescatarse si sólo buscamos un poco de diversión y tenemos paciencia. “Furie” está disponible en Netflix. Como muchas veces pasa con las películas europeas, el algoritmo de búsqueda, al menos lo que me arroja a mi la plataforma, es pésimo, y ni enterada estaba de su disponibilidad (hasta cuando la descargué y vi el logotipo de Netflix). Tampoco es que le ayude mucho su título tan genérico. Ya veré si en el futuro me decido a platicar “Territories”, una película del 2010 dirigida también por Abbou.



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