Crítica: Proyecto Power

Consumo rápido. No hay más. Puede que ver esta película suponga para muchos un subidón, aunque sus efectos duren poco, cinco minutos como mucho, y puede que para otros no sea más que un mal viaje, una de esas cintas que prometían mucho y se quedan en nada o en muy poco. Yo estoy más en el segundo grupo que en el primero. Tenía muchas ganas de ver esta película: Por su reparto, porque su historia me llamaba mucho la atención, porque era uno de los estrenos de agosto en plataformas digitales que me parecían más interesantes... Pero todo se queda en eso, en lo que esperaba y que por desgracia no fue.

Una nueva droga ha invadido las calles de Nueva Orleans. Aquel que la toma posee superpoderes durante cinco minutos. Un ex-militar, una joven traficante (Con buen corazón por su puesto) y un policía harán todo lo posible por dar con la persona que ha puesto la droga en circulación.

Más allá de la sinopsis, de contar con Jamie Foxx y con Joseph Gordon-Levitt del que recomiendo la reciente y muy interesante aunque un tanto alargada en su parte final '7500: Avión secuestrado' (2019) y de que detrás de las cámaras estén Herny Joost y Ariel Schulman directores de 'Nerve: Un juego sin reglas' (2016) y que parezca que estos quieren seguir rodando películas a lo 'Black Mirror', 'Proyecto Power' es una cinta justita. Justita en lo que a su acción y a la historia se refiere. Sobre lo primero porque no hay ninguna escena que vaya a perdurar en nuestra memoria sino más bien lo contrario, debido a la manera en la que los directores desperdician la idea de tener entre manos una droga que otorga superpoderes a la gente y porque tampoco se les ve con la solvencia necesaria para rodar buenas escenas de acción.

Sobre lo segundo porque más allá de la anécdota inicial no hay mucho que rascar: No nos interesan sus personajes, no nos interesan sus motivaciones y lo que es peor, nos satura el hecho de hacer ver que estos tienen buen corazón, que todas sus acciones por punibles que puedan parecer están justificadas, todo ello sumado al hecho de que esta parece apuntar ciertas ideas que se acaban diluyendo en la nada más absoluta. Personalmente tuve un problema con esta película, con la primera escena en la que aparece Foxx y no es otra cosa que el nefasto recuerdo que me trajo a la cabeza: 'Los últimos días del crimen' (2020). Oliver Megaton y la forma en la que este hace lo propio con el personaje interpretado por Edgar Ramírez. Tal es el rechazo que siento por la cinta del director francés, firme candidata a ser la peor película del año, que algo así me hizo ponerme sobre aviso y probablemente ser más duro a la hora de valorarla de lo que igual la cinta se merece.

'Proyecto Power' es una de esas películas que se ven con el piloto automático puesto y que parece que han sido rodadas de la misma manera, de esas películas a las que crees que si les quitaran un poco de metraje mejorarían, que parecen creerse un espectáculo mucho más entretenido de lo que realmente son. La cinta de Joost y Schulman parece seguir la estela de películas tan decepcionantes como el 'Push' de Paul McGuigan o las 'Mentes poderosas' de Jennifer Yuh (Obviamente con sus posibles paralelismos y diferencias), que quiere aprovecharse del en lineas generales buen momento que vive el cine de superhéroes. Pero para ello hay que ofrecer algo, dar al espectador algo que le llame la atención o lo estimule.

Puede que salga bien o mal, que nos encontremos con cintas tan interesantes y un tanto irregulares como 'Freaks' de Zach Lipovsky y Adam B. Stein, pero por lo menos son cintas que tienen su propia personalidad, no son productos que se pueden definir como prefabricados para llegar a la mayor cantidad de público y que se acaban quedando en tierra de nadie (Mal endémico de muchas producciones actuales, ser correctas, seguir unos patrones establecidos, no arriesgar. Cintas que no quieren ofender a nadie, gustar a todo el mundo. Al final todo esto hace que el resultado final se resienta) . Porque seamos sinceros, 'Proyecto Power'podrá gustar más o menos, pero lo que nadie puede poner en duda es que en poco tiempo nadie se acordará de ella y que a final de año esta película no estará en las listas de las mejores o peores películas del año. No porque merezca estar en una o en otra sino porque nadie recordará que allá por el mes de agosto vio una cinta con Jamie Foxx y Joseph Gordon-Levitt en la que intentaban dar con el paradero de un traficante de drogas. Y creo que eso es de lo peor que puede pasar a una película, una novela o una canción: Caer en el olvido.

'Proyecto Power' podría haber sido una gran cinta de acción y aventuras en este verano tan aciago, podría haber sido un gran entretenimiento como lo fue 'Tyler Rake' (2020), cinta a reivindicar y que ha sido tratada de manera muy injusta por muchos. Por desgracia todo queda en algo un tanto insulso, un tanto descafeinado, sin fuerza, sin garra. Un devenir de los personajes demasiado planos por una historia que acaba por importarnos más bien poco. Hay que reconocer que la película de Joost y Schulman posee una muy buena idea de partida, que tiene alguna escena que nos ha gustado pero que ya habíamos visto antes y eso solo sirve para reforzar la decepción que nos ha supuesto.

Imaginamos que rodar una cinta como esta debió de ser un gran divertimento para Foxx y Gordon-Levitt (Al menos eso esperamos, que ellos se lo pasaran bien porque lo que es nosotros no tanto), puede que esta no sea más que una cinta de esas que se ruedan para ganar un poco de dinero o porque alguna clausula de un contrato firmado con algún representante les ha obligado a ello, pero ver como se desperdicia el talento de ambos actores es un tanto decepcionante. Podrá gustar, podrá entretener, pero esta película nos ha dejado bastante fríos. Algo parecido a lo que personalmente me pasó con 'La vieja guardia' (2020), cinta con algunos momentos interesantes pero cuyo metraje a todas luces excesivo y la cara de cabreo constante de Charlize Theron acabó por saturarme y solo recuperar 'Le llamaban Jeeg Robot' (2015) al ver Luca Marinelli en la cinta de Gine Prince-Bythewood supuso un aliciente para mi.