EL RECTOR NOS HABLA SOBRE COMO DAVID GORDON GREEN VUELVE A SACAR LO MEJOR DE LA FRANQUICIA EN SU ENTREGA MÁS BRUTAL HASTA LA FECHA
No albergo duda alguna de que cada vez que un espectador de este festival de Sitges que haya visto “Halloween Kills” (2021) siendo medianamente conocedor de lo que iba a ver, no haya salido satisfecho de la experiencia, en algún lugar del mundo ha muerto un pollito entre horribles sufrimientos. Me lo tomo con humor y cierta ironía, ya que uno está mayor y no tiene el cuerpo a estas alturas para emociones más fuertes de la cuenta. “Halloween Kills” (2021) es una gran película, quien no lo vea así, o bien tiene un problema con la saga, o con el propio subgénero slasher que esta abandera.
“Una saga longeva donde las haya y en la cual no tengo la menor duda de que Gordon Green, ha escrito, para la posteridad, dos de los mejores capítulos”
Parafraseando algo muchas veces escuchado en un acontecimiento como Sitges, David Gordon Green “lo ha vuelto a hacer”. Sí, el cineasta, que ya ofreció una película muy superior a cualquier expectativa previa con “La Noche de Halloween” (2018), primera de esta serie de tres que concluirá el año que viene con el estreno de “Halloween Ends”, retoma tal y donde lo dejó con un título como no podía ser de otra forma, continuista, pero, no exento de cierto desmelene inesperado.
Pero para entender la grandeza de una película como “Halloween Kills”, hay que poner las cosas en perspectiva. Decir que la preceden once, sí, ONCE películas. Una saga longeva donde las haya y en la cual no tengo la menor duda de que Gordon Green, ha escrito, para la posteridad, dos de los mejores capítulos. En 2018, inicia su andadura en Haddonfield con una secuela directa de la película de Carpenter que en sus poco menos de dos horas de duración, nos hizo olvidar cualquier agravio previo ocasionado por alguna de las cuestionables entregas realizadas en los últimos tiempos. Sin duda, el mejor y más genuino “Halloween” rodado después de la cinta de 1978. Rick Rosenthal estuvo más que digno en su película del 81, Tommy Lee Wallace rompió el molde un año después y que diablos, tuvo su gracia. Incluso Rob Zombie fue capaz de llevar al monstruo de Haddonfield a su particular universo y salir airoso de la empresa, en especial con su fabulosa “Halloween: El Origen” (2007), a pesar de lo mucho que llegó a ladrar su horda de haters. Pero en mi humilde opinión, Green ha sido el que más se ha acercado a la esencia pura del mal que un día surgiera de la privilegiada mente de John Carpenter.
“sacrifica algo de esa tensa calma ochentera de la que hacía gala la narrativa de su predecesora, para ofrecer un producto más directo y sobre todo, más brutal“
Gordon Green hace en “Halloween Kills”, segunda entrega de la trilogía, aquello que siempre han hecho las grandes secuelas, ofrecer más de le mismo, pero en mayor cantidad. Estamos ante una película que mantiene intactas buena parte de las virtudes de su predecesora pero que sacrifica algo de esa tensa calma ochentera de la que hacía gala la narrativa de aquella, para ofrecer un producto más directo y sobre todo, más brutal (muy en la línea de las cintas de Zombie), ofreciendo algunas de las secuencias más salvajes que se hayan visto nunca en la franquicia.
Esto no quiere decir que “Halloween Kills” abandone ese halo místico de terror clásico, esa ortodoxia casi religiosa que Gordon Green nos regalara en su anterior trabajo, todo lo contrario. El tono ceremonial está presente en todo momento, no solo en torno a la figura de Michael Myers (quien aquí coge el testigo de Laurie Strode como gran maestro de ceremonias respecto al anterior filme), también del propio universo de Haddonfield, sus habitantes, personajes de antaño de la película original, recuperados y colocados en primera línea de fuego con meticuloso mimo uno por uno. Una experiencia coral que le otorga a la película una nueva e inesperada dimensión grandilocuente y que de paso, pone una vez más en relevancia, su marcado carácter homenajístico hacia la obra de Carpenter.
“una banda sonora de escándalo con papí y junior Carpenter al frente junto a Daniel A. Davies, dando continuidad a un trabajo, el realizado en La Noche de Halloween, que ya era absolutamente superlativo”
Gordon Green se atreve a reimaginar incluso, partes nuevas de la cinta original. Mostrándonos lo que ocurrió después de que Michael desapareciera del jardín de los Strode, nuevas piezas de un puzzle incompleto y que tantas veces, los fans de la saga, hemos querido completar en nuestra imaginación. No se queda ahí, cosas de la nigromancia o de la ciencia moderna, es capaz de traer desde más allá del valle de los muertos, a algún que otro mito de la saga. Secuencias estas, absolutamente impagables. Todo ello, una vez más musicado con una banda sonora de escándalo con papí y junior Carpenter al frente junto a Daniel A. Davies, dando continuidad a un trabajo, el realizado en “La Noche de halloween”, que ya era absolutamente superlativo. No tengo duda de que las dos películas de Gordon Green, contienen el mejor soundtrack escuchado en toda la saga. Y para rematar, ese “Hunter´s Moon” de los “Ghost” en los títulos de crédito finales.
Por todo ello, me cuesta procesar que alguien que ama “Halloween” (1978) y todo lo que representa, que lleve desde finales de los setenta flipándolo con un subgénero del terror tan honesto y de resortes tan reconocibles como es el slasher, mandamientos que “Halloween Kills” sigue a ritmo militar, puede encontrar un solo resquicio para la decepción en una película como esta. Por tanto, todos aquellos que disfrutaron de “La Noche de Halloween”, sin duda lo harán con “Halloween Kills”. Encontrarán además, un título más explícito que nunca (en ocasiones tanto, que duele en las propias carnes), con una cantidad obscena de referencias a la película original, una banda sonora de mearse de gusto y un monstruo, aquel que tiene los ojos más negros que vi en mi vida... los ojos del diablo, que parece tener aun cuerda para rato. Al menos, la suficiente para un último baile.
Lo mejor: Sin margen de error, un disfrute incuestionable que va más allá de lo terrenal, para cualquier amante de la película de Carpenter. Su épica banda sonora y las grandes dosis de violencia extrema que atesora.
Lo peor: La resolución no ha terminado de gustarme, pero entiendo que es un peaje a pagar necesario dada su naturaleza de película comunicante.