La verdad es que ya había perdido la esperanza de una nueva temporada de mi recopilatorio animado favorito. Desde el 2019 que se estrenó la primera temporada servidor esperaba más que el día de navidad la llegada de la remesa experimental producida por Tim Miller y David Fincher. Y debo decir que hay cortos que me han gustado más o menos, siempre he disfrutado con el sabor experimental y arriesgado que impregna el espíritu de esta serie.
“lo que me gustaba de LDR era que no había servilismos a temporadas pasadas, y aquí los hay, y mucho. Es lo que tiene repetir con guionistas y directores de temporadas pasadas”
Lo que no quita que dicho espíritu, para mí, se ha perdido un poco en la autorreferencia. Poco he visto de riesgo en esta cuarta temporada, ligada a enfoques estéticos de autores ya vistos en anteriores temporadas por un lado, y a guiones que, pese a su efectividad, me han dejado salvo en dos casos de diez bastante… frío. Ojo, que no es una mala temporada. Es muy disfrutable, pero lo que me gustaba de LDR era que no había servilismos a temporadas pasadas, y aquí los hay, y mucho. Es lo que tiene repetir con guionistas y directores de temporadas pasadas, rompiendo con ese espíritu de abrir puertas a nuevos talentos audiovisuales animados y que era lo que precisamente daba relevancia y carácter único a esta serie. Pero vayamos por partes como siempre, que chica para cortar hay, y mucha:
1- Can’t Stop
David Fincher se marca un homenaje a sus orígenes como creador de videoclips, homenajeando a un legendario concierto de los Red Hot Chilli Peppers. Pero es solo eso. Un videoclip musical. Fin. 0 historia, 0 riesgo. Y me pregunto... ¿de verdad esta obertura para la temporada valía la pena? Para mí, no. Y mira que soy fan de los RHCP.
Puntuación: 3
2- Close encounters of the mini Kind
Volvemos a utilizar la técnica de animación con plastilina que tan buenos réditos le dio a la serie en el pasado, pero esta vez en lugar de un apocalipsis zombie tenemos una invasión alienígena. Humor burrísimo para un producto que….francamente, ya se había hecho algo demasiado parecido en el pasado y que se apoyaba precisamente en la frescura del concepto. Y esto, aunque disfrutable, es un simple calco.
Puntuación: 5.5
3- Spider Rose
Y volvemos a las secuelas: aquí nos encontramos con una exploración del lore del episodio “Swarm” de la temporada 3, calcando el estilo de animación de esa pieza y presentándonos una parte nueva de dicha ambientación. De nuevo riesgo 0, y aunque la historia en principio es “nueva”, nos trae demasiadas reminiscencias tanto visuales como de guion para no tener la sensación de estar viendo un refrito, y en este caso no uno particularmente inspirado.
Puntuación: 5.5
“se ha traicionado a si misma, convertida en un cortijo de autores amiguetes cargados de premios de anteriores ediciones”
Y como no, no podía faltar el bueno de Robert Valley en esta edición, más habiendo ganado un puñetero Emmy con su muy inspirada “Ice” de la temporada 3. Pero amigo lector... volvemos a lo mismo. Un autor que ya habíamos visto, con una animación que ya no sorprende, y que en este caso nos da una historia que es un remix de "The warriors" (1979) con "X-Men", pasado por el tamiz de Lovecraft, metido todo en una batidora y cuyo resultado es, siendo generosos, mediocre y ya visto. Aquí ya me di cuenta de que LDR se había convertido en un cortijo repetitivo de los amigotes de los productores, y curiosamente en mi cabeza en lugar de enfadarme decidí bajar el listón y tratar de disfrutar. Pero aún con el listón bajo van y nos cuelan…
Puntuación: 4
5- The Other Large Thing
A este gente le gustan los gatos, y mucho. Ya se notaba en anteriores temporadas, y esta no iba a ser una excepción: funcionando como precuela de la historia de tres robots turistas y lo que se encuentran en una tierra postapocalíptica en anteriores temporadas, tenemos el momento en que la nación gatuna se alzó contra el hombre. Sonaría épico, si no sonara a ya visto. Y aburrido. Y visualmente soso. Tres frases que son un merecido episodio para el punto más bajo de la serie.
Puntuación: 4
6- Golgotha
La cosa empieza a remontar con una pieza de imagen real con un personaje digital, que no es ningún alarde de animación pero que los actores y el guion mantienen a flote. No les voy a spoilear este delirio religioso, con un mesías la mar de inesperado (perdonen el chiste malo), y que con poca duración consigue un resultado tronchante-apocalíptico notable. Tim Miller dirige esta pieza, que se sostiene por sus diálogos y por un cura encarnado por un Rhys Darby imperial, en una experiencia que encaja con “animación” muy, muy por los pelos. Lo mejor de la temporada junto a How Zeke got Religión, ambas hablando de la fe divina.
Puntuación: 7.5
7- The screaming of tyrannosaur
Tim Miller sigue a los mandos de la dirección, y le da un tremendo cambio de tercio a la temática después del episodio anterior. Un ejercicio adrenalínico de primer orden, envuelto en bizarrismo y preciosismo visual estructurado entorno a un poema narrado por la protagonista. Y con dinosaurios. Miller conjuga el que para mi es el pináculo de esta temporada, una experiencia notable que merece ser vista con detenimiento y que encierra muchos matices que hacen de este corto algo digno de recordar.
Puntuación: 8
“aún disminuido, el dragón aún rebufa y da algún coletazo, pero mucho van a tener que cambiar las cosas para que le de una prioridad de visionado a la temporada 5, si es que la hay”
Y volvemos a las servidumbres. El equipo de Kill Team Kill vuelve a la carga con la misma historia que en el citado episodio: vuelve un equipo enfrentado a un monstruo inesperado, pero con un envoltorio visual mucho más atrayente, un ritmo endiablado y un diseño de producción y de la criatura que parecen sacados directamente del mejor Hellboy. Diría que es un episodio tremendo pero... ¡VOLVEMOS A UN EQUIPO QUE YA ESTUVO EN ANTERIORES TEMPORADAS, Y VUELVE A DARNOS LO PUTISIMO MISMO!
Puntuación: 6
9- Smart Appliances, Stupid Owners
De nuevo, otro creador que ya estuvo por la serie, pero presentándonos un espectáculo breve y tronchante: electrodomesticos rajando de sus dueños cosa mala. Episodio sencillo, divertido, innovador ... Qué más se le puede pedir a un episodio de esta serie?
Ah, sí, riesgo en la elección de creativos.
Puntuación: 8
10- For He Can Creep
Homenajeando descaradamente al mejor Neil Gaiman, nos encontramos con una pieza de otra que repite, Emily Dean. La directora de la maravillosa, bellísima y atemporal pieza que es el episodio de la temporada 3 “El propio pulso de la maquina” nos regala un canto de amor gatuno (otro más en esta serie gatófila) en el que sale Lucifer, gatos, y conceptos que si te has leído algo de la obra del autor de "The Sandman" pillas los homenajes por todos lados. No llega al nivel de su anterior obra maestra, pero es un episodio agradecido de ver.
Puntuación: 7
CONCLUSIÓN: De media tenemos un 6. Y creo que es justo. Esta serie se ha traicionado a si misma, convertida en un cortijo de autores amiguetes cargados de premios de anteriores ediciones que ha perdido su objetivo inicial de innovación y vanguardismo en aras de una autocomplacencia que a mi, francamente, me aburre en determinados momentos y me indigna de continuo. Pero ojo, que aún disminuido, el dragón aún rebufa y da algún coletazo, pero mucho van a tener que cambiar las cosas para que le de una prioridad de visionado a la temporada 5, si es que la hay.