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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Assassination Of A High School President

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Tres años después de que la magnífica Brick de Rian Johnson mezclara el cocktail perfecto entre película de instituto y cine negro, llega Assassination of a High School President, una apuesta un poco más mainstream pero menos interesante que la primera. Retorcida pero un cuento cómico pasado por agua, AOAHSP (ojito, llamémosle Assassination para acortar), sigue a un aspirante a periodista que descubre una red de intriga (quizá no muy intrigante) en el cuerpo escolar, intriga que incluye sexo, drogas, ladrones de exámenes y francotiradores de pistolas de pintura. Los fan de Mischa Barton (OC) estarán encantados ante la perspectiva de verla representar a otra chica guapa de campus, pero más allá de los negocios de juventud dispersa, es difícil que esta cinta pase de un aprobado rascado. 

Se podría resumir como una versión medicinal de Brick, a Assassination le falta el desparpajo conceptual como película, incluso en su premisa – que el cole/instituto/facultad puede ser tan marciano y aterrador como cualquier callejón de Gotham -, que ambas comparten. Sirviéndose como guía para el espectador de los misterios de la escuela St. Donovan encontramos a Bobby Funke (Reece Thompson), un estudiante de segundo año de universidad (sophomore en inglés, pero aquí no tenemos término para esto, no molamos tanto) ambicioso, con el que los atletas se meten y al que todo el mundo llama Funky por error. Estos estudiantes americanos son muy cabrones.

Aunque es conocido por perder más titulares que La Razón, Clara (Melonie Diaz); la editora del diario de la universidad; le asigna a Funke la tarea de escribir una reseña de la estrella de baloncesto y presidente del consejo estudiantil Paul Moore (Patrick James Taylor), que es tan guapo y popular que habla de sí mismo en tercera persona. Qué joyica. Cuando una pila de exámenes SAT son robados de la oficina del Director Kirkpatrick (Bruce Willis), Funke suma dos más dos y le da cinco, escribiendo una historia que señala a Paul como el ladrón. 

Con Paul desacreditado, despojado de su título y sentenciado a lo que parece una detención permanente, su novia que es la fabulosa y bien dotada (no de pechos, ¿eh? De qué es súper lista) Francesca (aquí la Barton) lo deja más tirado que una colilla para poner primera dirección Funke. Pero mientras Funke profundiza más y más en la trama, empieza a cuestionarse la culpabilidad de Paul, descubriendo una mayor red de corrupción que incluye el consejo estudiantil y quizá todo el cuerpo escolar. Y quizá la Casa Blanca. Y quizá el mundo. Bueno… Ya veremos. 

Los co-guionistas Tim Calpin y Kevin Jakubowski se lo pasan teta actualizando los tropos y convenciones de la ficción detectivesca en un ambiente académico: Funke comenta cualquier avance en la historia en una voz Philip Marlow-quiana, un examen de conducir se metamorfosea en una batida de droga y encontramos infinidad de alusiones a la película Chinatown así como otros clásicos del crimen. 

Pero el control del tono es crucial para estos géneros híbridos, y es aquí donde esta apuesta falla. Donde Brick abrazaba su alma curtida con un diálogo trepidante y un brío estilístico, Assassination, cuyos personajes hablan más o menos el lenguaje de los adolescentes contemporáneos, se queda atrapado entre tomarse en serio o reírse de sí misma. Los instintos de Brett Simon parecen dirigirse más hacia la comedia adolescente, pero su fusión entre chistes de pedos y film-noir simplemente no funciona, el resultado es una parodia confusa - “Farewell, My Lovely” de John Hughes – que sorprendentemente es más remilgada que cualquiera de las películas de Johnson, y significativamente menos original. 

Thompson, ganador del “Rocket Science”; no trae nada nuevo al papel del típico adolescente intrépido pero socialmente inepto. Willis hace lo suyo, calvo-tipo-duro; como jefe de estudios. Barton nos muestra su cara de niña-buena que quiere ser una femme fatale pero NO y Josh Pais hace una personificación anti-divertida (sí, he dicho ANTI) de un cura español (penosa cualquier escena en que la aparece). El resto de actores secundarios campan por la película sin mayor alboroto. 

Podríamos decir que una película que ni sí ni no. No tengo muy claro si quiere beber de Brick o prefiere hacer una parodia de sí misma. Y eso, desde luego; está mal. Muy mal.



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