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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: The Black Water Vampire

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“Película” de estrechísimo presupuesto y factura turbia con nula capacidad de aterrar, inquietar e incluso intrigar a espectadores ajenos a la familia del tal Tramel, que casi calca no sólo la estética sino la historia-repito, si es que a una mínima idea se le puede llamar “historia”-argumental de El proyecto de la Bruja de Blair, una peli en mi opinión horrorosa y sobrevaloradísima en su momento y entonces, pero que al menos supuso un brote original en un terreno por entonces aún no colonizado del todo como era el falso documental, hoy más que a la orden del día. 

La cinta ya no sólo presenta una incapacidad de producir terror, que es lo que cualquier peli medianamente decente del género debería, sino que además se convierte en un auténtico suplicio intragable, de un sopor perpétuo, lo que se dice un coñazo, vaya. 

La historieta que aquí se nos cuenta es la más típica, años después, un equipo de rodaje documental trata de investigar una serie de brutales crímenes, los “asesinatos de Black Water”, topándose en su aventura investigadora con un terrible secreto. Puajjjj... 

Desde luego se nota que la cinta se concibió por su director con la intención de retratar un homenaje a la bruja de Blair, que debe ser su peli preferida, pero desgraciadamenteme no tiene nada de impresionante y original que pudiera hacer de su cinta algo memorable. 

El metraje encontrado está absolutamente desaprovechado y rechaza escalofríos y emociones propias de este formato, para retratarnos al equipo activo. 

En la localidad de Black Water, WA , cuatro mujeres han sido asesinadas misteriosamente en los bosques en los últimos cuarenta años. La documentalista Danielle decide hacer una película documental sobre los acontecimientos y trae un equipo de producción de tres al cuarto a la ciudad para investigar los acontecimientos. Los cuerpos de las mujeres habían sido encontrados mutilados y con misteriosas (ejem) marcas de mordeduras. No se encontró ningún rastro de sangre en la escena del crimen y un hombre es condenado a muerte sentenciado culpable de los cuatro asesinatos pero Danielle no acaba de creer en su culpabilidad, porque es una chica muy avispadilla. 

Se entrevistan con el condenado, que lógicamente, como no podía ser de otra forma está como las maracas, y escribe un símbolo misteriosísisísisimo en el cristal de separación de entrevistas carcelarias, pero no les da lo que se dice respuestas al respecto. A continuación, nuestros avezados investigadores se pegan a una caminata por el bosque cubierto de nieve para visitar las escenas del crimen y recopilar toda la información que puedan. Y parece ser aquí donde debería-al menos- comenzar la verdadera acción, cuando empiezan a ser acosados en el bosque por una entidad en principio invisible. 

A pesar de la cantidad de bodrios intragables que nos está regalando la facilidad del metraje encontrado sigo siendo considerándome desde mi salida del armario del found footage, un adepto bastante conformista y no demasiado severo con el subgénero. 

Pero desde luego no soy ni lo más mínimo misericorde con pelis como ésta que plagian películas malas con la única finalidad de hacer caja a expensas de cuatro pobres espectadores desinformados y sólo consiguen hacer algo aún peor. 

Y es que la primera hora de la cinta es un absoluto calco/remake/homenaje (?) a The Blair Witch Project, cambiando el término bruja por el de vampiro y los mocos verdosos en primer plano por sollozos igualmente fatal interpretados. 

Y si ya la primera hora de TBWP era aburridísima, la de TBWV (ojo, hasta en esto hay “homenaje”) lo es aún más. Porque la comparación es inevitable y porque a dios gracias hemos visto falsos documentales estupendos desde entonces. 

La puesta en marcha de la película nos provoca una incómoda sensación de dejá vu, pues prácticamente calca la introducción de la referida cinta. 

Entonces se nos va contando cómo el típico grupete friki en busca de respuestas entrevistan a la gente acerca de los asesinatos en Blackwater. Aquí el Vampiro hace marcas en la madera , al igual que la bruja aquella-más aburrida que la de las tres mellizas-hacía esas señales cruciformes con palos. Incluso hace el vampirejo una marca en la tienda de campaña, por si nos olvidábamos del tributo a TBWP que se gastan.

Por tanto la primera hora de la película, se nos hace muy, muy, muy, muy aburrida. Sin embargo a diferencia de The Blair Witch Project , Evan Tramel decide que nos van a mostrar a la criatura malévola y en los últimos 20 minutos las cosas parecen que se van a poner un poco mejorcillas (peor ya era imposible). El problema es que a esas alturas el espectador mínimamente exigente estará ya tan aburrido y hastiado de la película que realmente le importa bien poco lo que pueda suceder en la pantalla, con la única intención y deseo de que el truñaco acabe de una vez por todas. 

Bueno, pues resulta que hasta la criatura está regularmente hecha... Vamos, que no habría pasado ni uno de los retos de Cara a cara. Parece cualquier cosa menos un vampiro y lejos de tener una silueta inquietante es hasta ridículo y si uno no estuviera de mala leche, fijo que hasta serviría para echarse unas risas a su costa. Y ojo, no es que sea un malísimo maquillaje, al contrario, puede ser hasta espectacular en sus reminiscencias a Nosferatu, pero desde luego nada terrorífico. 

Y finalmente llegamos al The end de la peli, que oye, hasta tiene su puntito y hace que le casque un uno en vez del cero-patatero que plano a plano se iba ganando. Uno de los campistas graba este final extraño pero bastante divertido a la vez. En la intención de su director la cosa debería ser espeluznante y terrorífico, pero bueno, al menos tiene hasta su gracia, como una especie de oscura comedieta algo torpe pero definitivamente, lo mejor de la película y que rinde a su modo homenaje a dos pelis de terror muy populares.

Los únicos “sustos”, por llamarlo de alguna forma ensalzante, provienen del viejo truco oriental de los grititos y gruñidos tipo concurso de eructos tras la competición de botellines en las fiestas de mi pueblo, subidos a todo volumen. 

Realmente no lo creerán, pero me he devanado los sesos tratando de pensar en una cosa positiva que pueda destacar sobre esta película para no resultar un cabroncete criticón, pero por desgracia, me pongo a escribir esta reseña con las manos vacías y las neuronas echando humo. 

No es la peor peli que he visto en mi vida, ni siquiera en los últimos años, pero desde luego sí que está en la lista de lo peorcito... Así que pueden ustedes evitársela con el convencimiento de que no se pierden nada en absoluto. 

La dirección es amateur en la peor de las acepciones del término, las interpretaciones, una lástima, el guión (con la cantidad de libros estupendos que piden a gritos una adaptación al cine de manera fácil) es pobre en todos los aspectos, lleno de diálogos estúpidos y cansinos... Vamos, que es un bodrio de los gordos.

Aunque "El proyecto de la bruja de Blair" me resulta una película prácticamente insoportable, tenía al menos la ventaja de ser o parecer original. "The Black Water Vampire", por su parte, tiene el defecto imperdonable a todas luces de haber seguido fielmente los pasos y derroteros de una mala película, con el agravante de que al ser una copia-homenaje tan evidente y por momentos exacta, empeora las cosas mucho más. 

Evitable por completo.



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