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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Mischief Night

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Nada como la seguridad del hogar. Puede que todo se venga abajo fuera, pero cuando uno llega a casa, a ese lugar donde cada rincón proporciona la tranquilidad de lo conocido, de lo personal, de lo elegido, se intenta relativizar, pues los problemas seguramente continúen, pero, al menos allí, nos sentimos seguros, por tanto más tranquilos, y somos capaces de pensar en mejores soluciones. Es por esto, porque en mi hogar me siento dentro de mi pequeña fortaleza, por lo que no imagino nada más perturbador que encontrar el peligro dentro de tu propia casa, de ahí que el género conocido como Home Invasion, me fascine. 

Como habréis imaginado, "Mischief Night" es un home invasion, aderezado con unas cuantas cosillas más, que intenta una mezcolanza de géneros para salir de la rutina. Ahora bien, una cosa es lo que se intenta, y otra muy diferente lo que se consigue, ya que "Mischief Night" bebe de tantas fuentes diferentes, que al final ya no sabe si lo que tiene es sed o sueño. Y digo esto porque esas ganas de intentar abarcar mucho para crear nuevos iconos del terror, raramente salen bien.

Personalmente, todo eso de la mischief night no es de mi agrado, me parece una "fiesta" que espero que nunca importemos, porque es una de las gilipolleces más grandes y con menos lógica que he oído nunca. Esa noche, que se celebra el treinta de Octubre, un día antes de la noche de Halloween, los adolescentes norteamericanos, británicos y canadienses (y seguramente los no tan adolescentes), se pasan la noche cometiendo pequeñas bromas, pequeños actos vandálicos, que deberían ser de pequeña importancia, en su vecindario, pero que muchas veces se van de las manos y terminan en incendios, rotura de mobiliario urbano, terror en las casas de las urbanizaciones, etc. Para que nos entendamos, si "la noche del Diablo" que podíamos ver en "The Crow" ocurre en la noche de la mischief night y casi todas la ciudad terminaba ardiendo, entenderéis que estas pequeñas bromas o "chiquilladas" parezcan el germen de una violencia más visible, que por una noche es permitida, para que nos entendamos, esto es como una pequeña mini purga.

Ya tenemos el encuadre de la película: todo ocurre en una lujosa casa a las afueras, durante la "Mischief night". Para ejercer de protagonista y dotar a la historia del punto dramático que todo home invasion necesita, se elige a una joven que sufre una ceguera psicosomática desde hace siete años, los mismos años desde que perdió a su madre en un accidente de circulación, en el que ella también fue protagonista. De esta manera se consiguen dos sensaciones que potencien el resultado, por una parte, ese dramatismo que acabo de comentar, y por otra, una doble dosis de tensión, pues si al hecho de tener que esconderse en un espacio cerrado de un asaltante armado, letal y sigiloso, le sumamos la indefensión de no ver por donde viene, de no poder ver si te vigila, de no poder ver si te escondes en el sitio adecuado, el pánico es infinitamente mayor, pues Emily (fantásticamente interpretada por Noell Cote), puede que no vea al asesino, pero presentirle, le presiente. Imaginad que algún desconocido se cuela en vuestra casa y se queda toda la noche al lado de vuestra cama, observando cómo dormís, realmente no eres consciente del peligro, pues no ves las intenciones, no ves los gestos, no ves los movimientos, pero si llegas a presentirlo, no se me ocurre nada más inquietante. 

La película comienza con aires de telefilme, con un inicio torpe y casi cómico que poco tiene que ver con el resto del guión, y que acaba de un solo golpe con cualquier esperanza de ver algo sorprendente. "Scream" está en el aire y el preludio de lo que vamos a ver es sonrojante, amén de estar tremendamente mal ideado. Por suerte, la cosa mejora tras los horribles créditos iniciales. La historia no se precipita y todo se fragua con calma. La presentación de los personajes se hace tranquilamente, se busca la atmósfera, se entremezcla el thriller, el tono cambia y la tensión está creada (recordad "Terror Ciego"...). 

Una vez que nos adentramos en la parte de la invasión en casa, todo vuelve al principio, el tono teen resurge y las malas ideas se hacen dueñas y señoras de la pantalla. Los personajes se convierten en clichés, y excepto Emily, que nunca deja de ser vulnerable, y que constantemente busca ayuda, el resto de personajes (novio que parece que tiene ocho años, padre sobreprotector que enlaza una mala decisión tras otra, tía que está en el lugar menos apropiado a la hora menos apropiada...) no ayudan a levantar una historia que precisamente comienza a hacer aguas justo en el momento en el que debería venirse arriba, que es en la entrada en casa por parte del invasor. 

El invasor es precisamente lo peor con diferencia. Una vez que el asesino se persona, eres consciente de que estás viendo un slasher, da igual si todo ocurre en una casa, ese asesino pertenece al mundo del slasher, y el director de esta película, Richard Schenkman ( director también de "Man from Earth" y "Abraham Lincoln vs zombies") debería haber sido consciente de que esa era su mejor baza, pero justamente, el efecto es el contrario, pues , pese a que es un asesino de manual, de los silenciosos, de los que llevan máscara, de los que andan rápido sin necesidad de correr, es el killer más impersonal que haya visto en mucho tiempo. Este señor, lejos de infundir terror, logra, con su payasismo mímico, que sintamos una vergüenza ajena increíble, ya que una vez más, la casa huele a "Scream" que apesta, y el asesino es aún más histriónico que aquellos jovenzuelos que perseguían a Sidney por todas partes. ¿No es ya algo notorio, que con este tipo de asesinos, y refiriéndonos a su lenguaje corporal, menos es más?

Si pienso en su factura técnica, tampoco se puede destacar nada, algún plano de cristal roto acertado y destacable, y poco más. La inversión en efectos especiales tampoco fue mucha, pues aquí se intuye más que se ve, y los silencios tampoco están utilizado de una manera brillante. La forma de rodar no pretende hacer ninguna innovación y todo termina siendo de lo más standard. 

¿Sirve "Mischief Night"" para pasar el rato? Para gustos los colores, claro está, y habrá quien encuentre en esta película una buena compañera para su pizza. Yo, que soy más de sushi, necesito propuestas más ágiles para amenizar las noches oscuras, y en ese aspecto, "Mischief night" se me hizo demasiado del montón. Esta noche, las "travesuras" no han sido suficientes, y aunque hubo algún momento en que apreté los puños, finalmente me relajé por completo, algo que no deja en muy buen lugar a una propuesta que se centra en la tensión del espectador.



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