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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: The Guest

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El director Adam Wingard es ya un viejo conocido para los fans del terror. Suyas son las participaciones en las no en vano bastante populares y corales V/H/S/2 (2013), The ABCs of Death (2012), V/H/S (2012), y las propias Autoerotic (2011), A Horrible Way to Die (2010), Enfermizo (Home Sick) (2007), Pop Skull (2007) y la fabulosa y hasta ahora su mejor film en mi opinión, Tú eres el siguiente (2011). 

Pues bien, alejándose un poco de lo que ha venido haciendo hasta ahora, el terror puro y duro, llega a Sitges con un peliculón bajo el brazo, esta “The Guest”, que fluye por los caudales del thriller sesudo y la acción salvaje y más brutal con referentes y homenajes a muchos de los grandes (John Carpenter, Wes Craven, incluso Argento, sin ir más lejos). 

La familia Peterson sufre el duro fallecimiento de su hijo Caleb en una misión en Afganistán. Pocos días después aparece en la casa de la familia un tal David, de acento americano suave, buenas maneras y muy buena educación para presentar sus respetos, (tremendo Dan Stevens, el Matthew Crawley de Downton Abbey), que afirma ser un amigo de Caleb y es todo encanto y simpatía, con lo que se mete en el bolsillo a la familia, que deciden invitarle para que pase unos días con ellos en casa. Poco a poco se los va ganando a todos, primero a la madre (Sheila), y después al resto, Lucas (Meyer), Anna (Monroe), el padre (Orser) y Kristen (Shaun). 

Pero como era de esperar, las cosas no son lo que parecen, y pronto empiezan a suceder una serie de muertes en la comunidad y parece ser que son cosa de David, que va a ser que no es quien parece ser. Así, gradualmente, se va haciendo demasiado evidente que ese nuevo visitante podría no ser quien dice ser, y su comportamiento se vuelve cada vez más errático. 

De hecho ese soldado educado, de modales suaves, que se dirige a todo el mundo como "señor" y "señora" con una sonrisa perfecta, definitivamente parece estar ocultando algo, y una llamada telefónica a la base militar de la que David asegura que fue dado de alta, da como resultado un sorprendente hallazgo que puede poner a toda la familia Peterson en peligro... Y aún así nos cuesta odiarle!!!!! 

¿Qué esqueletos tiene David en su armario y de dónde ha salido?

El director entonces, con este sencillísimo planteamiento, aprovecha para, en un estilo muy propio de los grandes thrillers de los ochenta y noventa, sembrar el caos y el terror en el seno de la tradicional familia haciendo un análisis de la violencia francamente estupendo. 

Ni que decir tiene que gran parte del hecho de que la peli funcione como lo hace (rozando la maestría), recae sobre Dan Stevens, un tiazo con ramalazo de chungo que no se quita el halo de misterio hasta bien avanzada la trama y que hace de su personaje uno de esos hitos que van marcando el cine de género a base de buenas interpretaciones y mejores construcciones del personaje. Un personaje hipnótico, malicioso, imprescindible, que resulta convincente, tanto en la empatía como en la brutalidad despiadada, dejando siempre un lugar para el humor salvaje. 

El guión, del director y Simon Barret, no hace aguas en ningún momento, y todas y cada una de las piezas acaban encajando en un puzzle quizás demasiado extraño para el gran público, pero desde luego una magnífica obra para fans y asíduos al terror y la intriga. 

No es “Tu eres el siguiente”, aquella joya que gustó, encantó a público y crítica, ahondando en las miserias de una familia y dentro de mi propio subgénero “mascaritas”, una de las mejores, pero es que tampoco pretende serlo. Y sin embargo sí que hay muchos enfoques en esta “The Guest”, que aunque a mí me parece un pelín inferior, que comparte con aquella, más allá de la estética y los referentes familiares. Son en cierto modo películas que se complementan, en la búsqueda de una nueva manera de hacer cine y resaltar las grandes obras de una generación escalofriantemente maravillosa. 

Difícilmente se convertirá en el bombazo que fué aquella, pero desde luego, la labor de Wingard es del todo impecable, planteando una historia nada compleja en apariencia y que se va desarrollando de forma sorprendente hasta llegar a uno de los mejores finales que recuerdo en los últimos tiempos. Así, lo que en apariencia no era más que un mero thriller de suspense acaba, sin duda, convirtiéndose en mucho más que eso. 

Cargada de humor insano, exageraciones e hipérboles contínuas, la cinta destaca en todos sus aspectos, empezando por el guión y la dirección ya comentados, brillantes. Como destaca la mayoría del reparto, a la sombra del magnífico trabajo de Dan Stevens, que pasa de la humanidad a lo inhumano en medio segundo dejándonos a todos con la boca abierta. A destacar también Maika Monroe, en un rollo muy Brittany Murphy (en paz descanse). 

Estéticamente la peli es una joya, con una ambientación retro rural ochentera que se huele y se saborea en cada plano, a lo que sin duda contribuye, y mucho el uso de la fabulosa y sorprendente banda sonora, puramente para nostálgicos de la década. 

Con no demasiados medios, pero una factura impecable, merece la pena-y mucho-enfrentarse a la cinta sin saber demasiado de ella, porque es de aquellas que se disfrutan como pocas desde la ignorancia. 

Desde ese comienzo en plena carretera abandonada, vacía con el protagonista corriendo, hasta el final, en el que ya estamos inmersos en otra época, pasando por la acción y la violencia desenfrenada, por los toques de gore deluxe, la peli, absolutamente visceral e incluso emocionante, es de visionado obligatorio y difícilmente decepcionará a nadie. 

Yo, la verdad, la he visto con muchas, muchas ganas y expectativas, y eso suele jugar en contra muchas veces. Me esperaba una cinta convencional tras ver el tráiler, pero mi sorpresa, en serio, no ha podido ser mayor. 

El director además no nos lo da todo masticado, nos permite usar nuestra imaginación, sacar nuestras propias conclusiones, en un inteligente y atroz batiburrillo de exposición, narración y desarrollo que demuestra el respeto al espectador, en una decisión audaz, que sin embargo puede dejar a alguno con preguntas sin respuesta. (Spóiler al final).

Muy al estilo “Stoker”, se ha comparado bastante con “Drive”, en especial por su banda sonora, (y quizás un cierto parecido de Stevens con Ryan Gosling) pero sin duda, “The Guest” es con diferencia la mejor de ellas. Porque si bien la historia no es en exceso compleja, ni nada del otro mundo, la peli funciona en muchos niveles que en el género no suelen funcionar, y consigue mantener la atención del público, que empezará convencido de ver un thriller hasta que el director da el puñetazo en la mesa y nos deja a todos boquiabiertos y ojipláticos. 

Un tercer acto con sexo, desnudos, violencia, palabrotazos, drogas y hasta velado cambio de sexo, que es una auténtica locura, y que toma todo lo que sabemos acerca de la acción, el horror, y el suspense, y los bate a ritmo rápido en una mezcla sabrosa y convincente. ¡Dios nos valga! Un pedazo de obra maestra. 

Lo mejor: El director maneja hábilmente el dramático cambio en el tono, asegurándose de que su narrativa se mantiene siempre un paso o dos por delante de la audiencia. Wingard, pide a gritos que no le encasillemos... Este directorazo aún tiene mucho, segurísimo, por enseñarnos. 

Lo peor: Algún tópico americano que no molesta. Se hace corta! Sin duda, una futura película de culto. 

Mini spóiler: ¿Por qué elige a los Peterson?



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