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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Hungry Ghost Ritual

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Cuando se estrenó “Hungry Ghost Ritual” la maquinaría del marketing se puso enseguida en marcha. Pronto los diversos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia convenientemente difundida que decía que la producción dirigida por Nick Cheung había batido los records de recaudación de un film de terror hongkonés en su día de estreno instaurados 10 años antes. 

Dejando de lado que “olvidaban” decir cuál había sido este, el dato era tanto significativo como motivo para congratularse, pero también muy poco concluyente: batir el record de recaudación en un día de estreno y circundándolo al género del terror, es gratificante y buena noticia dado el escaso nivel de atención de los espectadores hacia estas producciones, y más si son autóctonas, pero no garantiza que su recorrido sea ni duradero ni cuantioso. De hecho ya sabemos que este tipo de películas acumula los primeros días a los aficionados al género, para luego pasar al olvido. Y no es palabrería ya que a falta de dos meses para acabar el año, “Hungry Ghost Ritual” solo se sitúa como la 33ª película más vista del año en HK –la 12ª entre las autóctonas- siendo incluso superada por otras paisanas de también el mismo género como “The midnight after”. 

Está claro que a pesar de mi escepticismo –del que hablaré a continuación- es una buena noticia que films como “Rigor Mortis”, el comentado de Fruit Chan o este recuperen algo de cuota de mercado frente a producciones thailandesas que son las que a la postre se le han comido el pastel, pero con todo lo dicho me temo que el éxito efervescente de “Hungry Ghost Ritual” –HGR a partir de ahora-, responde más a otra cuestión que a su catadura como película. 

Y es que conviene recordar que la misma está protagonizada por Nick Cheung, el “rey Midas” actual de la ex-colonia británica, y claro, eso de verlo además dirigiendo… 

Tras triunfar comercialmente y artísticamente con “Unbeatable” –película autóctona más vista del 2013 y un “Hong Kong Film Award” como Mejor Actor por su interpretación en la misma-, Cheung participó en la tercera entrega de “Golden Chicken”, en estos momentos la película hongkie más vista del 2014. Pero no solo sé quedó ahí la cosa, ya que su nueva colaboración con Dante Lam, “That Demon Within”, está situada como la octava más taquillera, y su nueva aventura, “Temporaly family”, la novena. ¿Se entienden ahora mejor mis palabras? ¿Esa expectación no sería resultado de la suma de su “efecto imán” con la curiosidad por su debut (re-debut según las fuentes) al frente de las cámaras? 

Pues bien, sin que sirva de precedente voy a adelantarme a las conclusiones siendo lo más franco posible: Sí, el éxito de HGR bien podría resumirse con el refrán “Arranque de caballo, parada de burro”, expectativas al principio y un mal “boca a boca” posterior. Porque no nos engañemos, la película es un producto fallido y una decepción por parte de Cheung, un actor por el que siento una especial simpatía. 

Pero al caso; argumentalmente tiene unos cimientos bastantes sólidos. Por un lado, recurre a ese sentimentalismo reinante en el género en los últimos tiempos urdiendo una telaraña alrededor del núcleo familiar. Se ve claramente que sigue una tendencia, que no es original, pero no es lo suficientemente gravoso como para considerarlo un hándicap. 

Otra de sus bases es esa que habla de las tradiciones, uniéndolas a un componente cultural tan importante para la sociedad china/hongkonesa/oriental como la Opera China. En este apartado, la película luce llenándose de detalles y matices interesantes que para mayor satisfacción cierran el círculo uniéndolo a lo anterior, convirtiendo al conjunto en otro núcleo familiar. Pero hasta ahí. Ya no hay nada más, solo el planteamiento y las intenciones, no hay guión, ni estructura, ni objetivo. Bueno, objetivo sí, dar sustos, pero sin perspectiva no hay recompensa. Me explico. 

El personaje se mete a la fuerza a dirigir a una troupe acosado por fantasmas. Así, como suena. Ni avanza, ni nos dan pistas, ni nada de nada. Llega el desenlace y te sueltan todo de golpe porque sí. 

En el resto del tiempo se distribuyen tropecientos sustos, es verdad, por lo que por ritmo no será, pero la mayoría son gratuitos, tan “por mis cojones” como la explicación que se da al final, que uno termina hasta los mismos. Encima estos abusan del típico efecto “sonido aumentado de volumen” por lo que a los más exigentes les resultará insuficientes. A mi gusto, solo hay dos escenas buenas: la de la “niña del exorcista” con mochila y la de las cámaras. Y es que claro, cuando acumulas tantas escenas de género tienes que recurrir a todo tipo de estilos, desde los clásicos espíritus hasta el slasher pasando por los demonios y el “found footage”. 

Pero es que hay más objeciones, y voy a dar razones para que sea difícil rebatirme. 

Nick Cheung. Ya lo he dicho: no solo es uno de los actores que más me gustan de Hong Kong sino de toda Asia. Su tallaje pequeño –similar al de un servidor-, su pasado como agente de la ley, su historial… recapitulando, no tengo nada en contra de él, al revés. Sin embargo, y aquí demuestro mi imparcialidad, es que como director… de momento, nada de nada. 

Dejando de lado las grandes lagunas argumentales, hay cosas que dependen de él y que no sabe afrontar. 

El montaje es cutre. Está claro que hay un montador, pero él debería haberlo supervisado. Pasamos de una situación a otra para luego recogerla más tarde o volver atrás. 

Los flashbacks están mal integrados; una cosa es querer esconderlos y otra tomarnos por gilipollas. Perdonar lo vulgar de mi vocabulario, pero así de frustrado me encuentro. 

Si solo hay que ver lo “malito” que está el papá del personaje interpretado por Cheung para aparecer al final cual Superman. ¡Por Dios, alguien tiene darse cuenta de esas cosas! ¿Qué explicación pueden darme aquellos a los que les haya gustado el film? 

Más preguntas: en la “levitación” de la parte final se nota en la ropa los puntos de anclaje de los actores. ¿Explicación? ¡Y más en una industria tan acostumbrada al cable como la hongkonesa! 

Otra. En la toma final, ¿por qué hay personajes que están parcialmente grises o incluso sin tintar? Ver por ejemplo los brazos de la señora de detrás de Cheung. Menos técnico. En una escena del hospital las caras de Cheung y su padre aparecen cortadas. Respetemos el encuadre por favor… Y ya no digo nada de los tembleques de la cámara en alguna escena. Peaso ayudante de dirección, oiga… 

Y la última, la dirección de actores. No sé si es porque Cheung respetaba mucho a sus compañeros o qué, pero por ejemplo cuando Annie Liu hace como si estuviese borracha, alguien –Cheung- debería haberle hecho repetir la escena. Alarmante no, ridículo. 

Resumiendo, “Hungry Ghost Ritual” es una muy mediocre película de terror. Tiene muchos sustos, imaginería típica, fantasmas por doquier y todo lo que uno busca en una de estas películas, pero tiene tantas carencias, fallos y, sobre todo, inconsistencia, que no se mantiene. 

Tras fracasar en sus negocios en China, Zong Hua vuelve junto a su familia. Allí su padre lo acogerá con los brazos abiertos, cual hijo pródigo, tras diez años fuera de su hogar. Su hermana pequeña, lógicamente, no estará tan contenta. Cuando el patriarca tenga que permanecer en el hospital un tiempo, Zong Hua tendrá que hacerse cargo de la compañía de Opera China que su padre dirigía. En ese momento, este tendrá que afrontar no solo el disgusto de los integrantes del grupo sino a un puñado de espíritus que no dejan de hostigarlo. 

P.D.: Para que se vea que no soy yo el radical, mi mujer quería pasarla deprisa sin ningún miramiento…



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