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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Detour

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En ocasiones, la falta de recursos se traduce en una pistola apuntándonos directamente en la sien para que el frío metal del cañón estimule nuestras neuronas. En ocasiones, también, la falta de recursos es el embrión de las mejores ideas, pues no hay duda de que la necesidad, es una de las mayores motivaciones que existen. “Detour” versa un poco sobre todo esto, en especial sobre la falta de recursos y sobre ese cañón de revolver... visto lo visto, no tan frío como debería.

No es esta una de esas ocasiones. No hay una gran idea detrás del primer larga duración de William Dickerson y a falta de inventiva para suplir los escasos medios a su disposición para éste su debut, ha optado por otra de las grandes “virtudes” del ser humano, es decir, el plagio. No literal, pero si en espíritu. En concreto, el de una exitosa cinta dirigida además, por un español y buen amigo de Nido de Cuervos al que desde aquí saludamos, Rodrigo Cortés y su “Buried” de 2010. Recordemos, aquella historia sobre un tipo atrapado en el interior de un ataúd bajo tierra que luchaba por la supervivencia con un teléfono móvil como única herramienta. 

“Detour” bebe directamente de la misma fórmula. En esta ocasión, modificando ligeramente el escenario pero sin dejar de jugar con los dos elementos clave que ya hicieran grande a la cinta de Cortés: La soledad y el confinamiento. De esta conjugación, Dickerson se las ingenia para exprimir el suficiente zumo como para rellenar ochenta minutos de metraje y si bien, estos no se hacen especialmente aburridos, si es cierto que aquí se demuestra otra de las verdades universales de la creación y es que lo de copiar lo ajeno, en especial un original que nace desde el talento más innato, no está al alcance de todos, al menos, no de William Dickerson. 

Es obvio, que si entramos a comparar ambos filmes, el resultado para “Detour” podría ser digno de tragedia Shakesperiana, pero es que en la obviedad es en esta ocasión más que nunca, donde se encuentra el kit de la cuestión. Cuando uno se enfrasca en un proyecto tan dificilmente desmarcable de un título como “Buried”, debe tener a su alcance como mínimo, los elementos suficientes como para dentro de las evidentes limitaciones, ofrecerle algo al espectador mínimamente de cosecha propia y eso es algo que desde luego no ocurre en “Detour”, una película que se desnuda de inicio sin mediar palabra, se nos sube encima y deja que las leyes de la física más básica hagan su trabajo hasta el orgasmo de turno, en este caso, no se si fingidos o no, créditos finales. 

Si una de las gracias de la película de Cortés, era su capacidad por desgranar un guión inteligente con apenas herramientas narrativas, “Detour” opta directamente por pasar del guión y centrar todos sus esfuerzos en intentar explotar la sensación de claustrofobia que experimenta el protagonista, desmarcándose en este sentido del thriller Hichkoriano para acercarse más a un terror de corte digamos “natural” que podría seguir la estela de filmes como “127 Horas” (“127 Hours”, Danny Boyle, 2010), “Bajo Cero” (“Frozen”, Adam Green, 2010) o “Open Water” (“Open Water”, Chris Kentis, 2003) donde personas normales, se ven enfrascadas en situaciones trágicas normales como en el caso que nos ocupa: un accidente de tráfico. 

Pero claro, ¿Que ocurre cuando tenemos a un tipo atrapado en un coche bajo tierra y carecemos de un guión que desarrollar? Pues que hay que salirse por la tangente y “Detour” lo hace y la gracia de todo, es que lo hace medianamente bien. Para ello, una sucesión de flashbacks del protagonista funcionan a modo de perfecto relleno con el que completar el metraje cuando la situación in sittu ya se ha exprimido al máximo. Es trampa, cierto. Pero funciona. Si a esto le sumamos que el actor encargado de interpretar al hombre orquesta, el televisivo Neil Hopkins (a quien recordamos de la maravillosa “Perdidos”) está más que solvente al cargo de las hostilidades, la sensación que a uno le queda al terminar el visionado, no es del todo insatisfactoria. 

Sin llegar a las cotas de tensión en las que se manejaba “Buried”, podríamos decir que “Detour” cumple con el mínimo exigido para la ocasión, pues el filme no está exento de momentos tensos y de situaciones peliagudas que, por cercanas, consiguen incomodar en los mejores supuestos, llegando a conseguir que empaticemos con el protagonista y por ende, nos metamos en su pellejo para hacer nuestra su desdicha. Es una lástima que no se haya puesto un poco de énfasis a la hora de escribir un libreto algo más ambicioso que nos deparase al menos alguna que otra sorpresa a lo largo de la travesía, lo que sin duda le habría hecho ganar muchos enteros a una cinta que con lo visto, se queda en lo correcto, que igual, dadas las expectativas tras sus primeros compases, pueda considerarse todo un éxito. 

Lo mejor: Neil Hopkins y la habilidad del director por jugar con una patata tan caliente y no quemarse en exceso. 

Lo peor: Su primitivo guión y su convencional, para bien o para mal, desenlace.



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