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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Wax

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“Wax” pretende convertirse en un gran homenaje al cine de terror pero lo que su director parece desconocer es que homenajear a este género no es tan fácil como parece. No son pocas las películas que cada año pretender rendir tributo a la historia del cine de terror y, para desgracia de los espectadores, tampoco son pocas las que año tras año nos ofrecen productos de escasa calidad que más que en un homenaje se convierten en una ofensa. “Wax” no es una excepción a esta tendencia ni mucho menos, es más, me atrevo a decir que “Wax” se ha convertido en el máximo exponente de cómo no debe realizarse un homenaje.
La cinta nos cuenta la historia de Max un joven padre de familia que decide participar en un reality show que le llevará a pasar una noche a solas en el tenebroso Museo de Cera de Barcelona. La cinta desde un comienzo deja claras sus intenciones: en primer lugar homenajear a los clásicos, tanto patrios como estadounidenses, del género y eso es algo que a priori a mí al menos me llama la atención. Sin embargo lo que también nos deja claro desde un comienzo es que el eje central de la película va a ser la ausencia total de cualquier elemento original en la misma. 

Tras una escena inicial más propia de un corto amateur que de una cinta profesional entramos de pleno en la acción y, debo reconocer, que durante su primer cuarto de hora la cinta aguanta el tipo. La presentación tanto del personaje principal como del museo son interesantes y nos dejan una retahíla de referencias que aquellos que seamos amantes del género disfrutaremos como enanos. El problema comienza cuando la película debe empezar a despegar por ella misma y ahí es donde lamentablemente nos encontramos ante uno de los productos más insultantes de los últimos años. 

La trama se convierte en una sucesión de escenas que ya hemos visto antes en los grandes clásicos y lo que es peor aún es que más que ante un homenaje parece que estemos ante una burda parodia. Por el despropósito fuera poco el director ha tenido la “visionaria” idea de intercalar de forma totalmente aleatoria e injustificada fragmentos en los que vemos como el doctor Knox (el villano de turno de la cinta) tortura y se come a sus víctimas. Estas escenas, que pretender hacer que el espectador sufra en su butaca, únicamente logran que uno se plantee si realmente merece la pena seguir viendo un producto tan sumamente mediocre. Para mi desgracia soy de esos que cuando comienzan algo tienen la insufrible manía de terminarlo y, pese a que mi cabeza me decía lo contrario, decidí continuar viendo este despropósito hasta que para mi sorpresa llego el tramo final de la cinta. Ahora muchos de vosotros pensareis que viene la parte en la que digo que el maravilloso giro final de la trama logra salvar la cinta y elevarla a la categoría de cine de culto, sin embargo con lo que os encontrareis en este tramo final es con uno de los desenlaces más lamentables y peor escritos de la historia del cine actual. 

Que la película esté rodada en el ya insufrible formato de metraje encontrado no hace más que acentuar las enormes carencias del guion. El uso de múltiples cámaras logra solventar los problemas de continuidad sin embargo le quita a la película esa esencia especial que podría darle el haber estado rodada con una única cámara. 

En cuanto al reparto de este infame proyecto encontramos a Jimmy Shaw en el papel de Mike. Y quiero detenerme para hablar del señor Shaw un momento, conocido en nuestro país por haber pasado por series como “La Que Se Avecina” o “El Tiempo Entre Costuras” una vez vista su actuación en “Wax” solo me queda recomendarle que es preferible que, por el momento, se mantenga en la pequeña pantalla. Su actuación no llega a ser bochornosa sin embargo el actor se ve completamente superado ante la situación llevar gran parte del peso de una película y eso es algo que se nota desde los minutos iniciales del metraje. 

Del resto del reparto quizás lo único que merezca la pena destacar sea a Jack Taylor interpretando al doctor Knox. Se actuación está lejos de ser buena sin embargo entre tanta mediocridad quizás sea lo único que podamos salvar de la quema. No nos olvidemos de la siempre simpática Geraldine Chaplin que a pesar de sus escasos minutos en pantalla vuelve a demostrar una vez su enorme simpatía y amor por el séptimo arte (homenaje a su padre incluido). 

Tras las cámaras encontramos al debutante Víctor Matellano que en este caso también se encarga del guion de la cinta. En lo referente a su labor tras las cámaras no puedo decir nada al respecto, el uso del metraje encontrado imposibilita cualquier oportunidad del debutante director para demostrar algo de su calidad. En cuanto al guion lo mejor es recomendarle que esa labor se la deje a otra persona porque firma un trabajo con nula personalidad y lo que es aún peor además de copiar lo hace mal. 

En resumen, alejaros de esta película todo lo que podáis. Si buscáis un buen homenaje al género os recomiendo la atemporal “Scream” o la tremendamente entretenida “La Cabaña En El Bosque”

Lo mejor: Algunas de las referencias al género patrio en su parte inicial y que podamos oír de nuevo la voz del mítico Paul Naschy. 

Lo peor: Que aun durando escasos 80 minutos la película sea tan sumamente insufrible. 

PD: Me gustaría decirles a los directores de genero actuales que la fiebre de “Saw” y “Hostel” ya paso y que incluso a los más fanáticos del gore nos empieza a cansas que basen sus películas en el “torture porn” más absoluto.



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