Donde la mayoría de las películas acaban es donde empieza “Bound to Vengance”. De esta manera se publicita a la cinta de José Manuel Cravioto en su trailer y por una vez no podríamos estar más de acuerdo.
A pesar de que el director reconoce que las influencias de su película vienen del nuevo cine fantástico francés (“Martyrs”, “A l’interieur”, “Frontiers”) y del cine de terror americano de los años setenta, “Bound to Vengeance” podría considerarse una especie de segunda parte apócrifa del “Demonlover” de Oliver Assayas, nos hace pensar que el personaje interpretado por Uma Thurman en las dos partes de “Kill Bill” tiene una digna sucesora en la figura de Eve (Tina Ivlev) y además esta vuelve a retomar ciertas ideas que ya mostró Joel Schumacher en “Asesinato en 8mm” para hacer de todas ellas algo todavía mas perturbador.
Pero sobre todo si algo bueno tiene la película de Cravioto es que contrariamente a lo que podríamos pensar al leer el título, la sinopsis de la cinta (Una joven que ha sido secuestrada por un maniaco sexual conseguirá escaparse tomando a su captor como rehén) o ver el trailer de la misma, esta película se aleja radicalmente de propuestas con las que a priori la historia puede guardar ciertos parecidos. El título original de la película era “Reversal” pero fue cambiado posteriormente a “Bound to Vengeance” porque según palabras del propio director: “Reversal es un título mas conceptual. Me gustan ambos. Reversal es un título bonito pero “Bound to Vengeance” es mas claro y tiene mas fuerza”.
Este hecho puede jugar en contra de la propia cinta ya que muchos espectadores pueden llegar a pensar que se van a encontrar con una cinta a lo “I Spit on your grave” (Primera y segunda parte) de Steven R. Monroe y podemos dar gracias de que José Manuel Cravioto como director y Rock Shaink Jr. y Keith Kjornes como guionistas hayan huido de tan nefasto referente (Lo siento por los seguidores de las cintas de Monroe pero personalmente sus películas me parecen un espectáculo violento y sin sentido que desprende un desprecio y un machismo como hace tiempo que no había visto en pantalla).
En el 2002, Olivier Assayas (“Finales de Agosto, principios de septiembre”, “Las horas del verano”) dirigió una cinta de esas que podríamos definir como hermética debido a que por momentos es difícil acercarse a ella por la forma en la que el director muestra el espionaje entre empresas y por una parte final que puede descolocar a muchos espectadores. Esa cinta titulada “Demonlover” participó en el Festival internacional de cine fantástico de Sitges en el 2002 y se alzó con el premio a la mejor banda sonora compuesta por la mítica banda Sonic Youth.
La película protagonizada por la danesa Connie Nielsen (“Gladiador”, “Pactar con el Diablo”), Gina Gersohn (“Lazos Ardientes”, “Mall”) y Chlöe Sevigny (“Kids”, “The Brown bunny”) narraba desde el punto de vista de su protagonista Diane de Monx (Connie Nielsen) la lucha por parte de dos grandes empresas para hacerse con el mercado del porno (Centrado en el manga y sus posibles aplicaciones al 3D) y donde esta acababa viéndose envuelta en algo mas grande y perverso de lo que ella nunca pudo llegar a imaginar. La cinta que durante gran parte de su metraje era planteada como una típica cinta de espionaje no especialmente accesible para el espectador (De hecho “Demonlover” tiene tantos seguidores como detractores) acababa derivando en un muy sucio relato sobre la explotación sexual. Es inevitable pensar en la cinta de Assayas al ver la película de Cravioto al escuchar ciertos temas musicales que componen la banda sonora de “Bound to Vengeance” y que recuerdan al trabajo de los Sonic Youth para la cinta de Assayas o por ejemplo, y muy especialmente, porque la película de Cravioto parece empezar justo donde acaba “Demonlover” y que la situación que vive Eve no es mas que lo que le ocurría a la protagonista de la película de Assayas después de varios meses secuestrada.
La sensación de encontrarnos ante una especie de segunda parte de “Demonlover” es tan clara que incluso Cravioto sitúa a su protagonista en una casa en medio del desierto al igual que sucede con alguna de las escenas de la cinta Assayas y donde el director francés nos deja alguna momento un tanto deudor de “Carretera Perdida” de David Lynch. Tal es la aparente conexión entre ambas historias que seria altamente recomendable hacer una sesión doble con “Demonlover” y “Bound to Vengeance” ya que ambas comparten la idea del secuestro para explotar sexualmente a las víctimas para negociar con su sufrimiento. Como dice la publicidad de la cinta de Cravioto: La película empieza donde acaban donde la mayoría acaban. A la vista de lo expuesto no podemos estar más de acuerdo.
“Bound to Vengeance” bien podría estar publicitada también con eso de “La noche de las bestias”. No por compartir ideas con la cinta de James DeMonaco (Estas películas no son para nada comparables ni en su historia ni en sus pretensiones) si no por que la acción transcurre en una noche (Obviamente sin contar con los flashbacks que nos presentan a la protagonista y a su novio y que son y con mucha diferencia lo mas flojo de la película) en la que el director nos narra el periplo de Eve para liberar a otras chicas que se encuentran en la misma situación que ella y que le hará descubrir que bajo la aparente normalidad, bajo el modélico vecino con una familia ideal y una vida perfecta se encuentra un autentico monstruo, una bestia.
El verdadero miedo no viene de espíritus que salen del televisor, de sesiones de espiritismo donde uno de los participantes rompe el círculo o de terribles asesinos que aparecen en los sueños de los protagonistas. No, el verdadero miedo nace de la tranquilidad y de la seguridad. Del vecino que todas las mañanas nos desea un buen día, del chico con el que compartes asiento en el autobús y con el que tienes una agradable conversación. Los verdaderos monstruos están a nuestro alrededor, idea que ya fue mostrada por Joel Schumacher en “Asesinato en 8mm” pero aquí de una forma todavía mas perturbadora. Es por esto que su director define a su cinta como una película de terror y no como una cinta de acción que explora el terror de la situación en la que se encuentra su protagonista.
Cravioto narra en su película la historia de Eve que tras pasar varios meses secuestrada y tras sufrir diversas vejaciones por parte de sus secuestradores conseguirá escaparse y tomar a su captor como rehén (Es de agradecer que el director no se ensañe con imágenes que refuerzan esta idea si no que gracias a un cuarto lleno de cintas, a la forma de vestir de otras chicas –que en algún momento hace que nos acordemos de alguna escena de “Saw”-, a la ambientación en general y a ciertas frases dichas por el protagonista que hacen referencia a lo especial que es Eve y que gracias a eso es la chica con la que mas dinero han ganado, el espectador no tiene ninguna duda del infierno al que ha estado sometida la protagonista. Esta forma de abordar estos hechos hace que la película de Cravioto se aleje aún más de las cintas de Steven R. Monroe ya que si se sabe que se quiere contar no hace falta ser excesivamente explicito). “Bound to Vengeance” es una de esas películas que ganan enteros conforme avanza su metraje, conforme su protagonista va sufriendo una profunda transformación al descubrir la oscura trama de secuestros donde ella solo es una víctima mas.
A pesar de un inicio que no nos acabamos de creer (Lo siento pero la forma de liberarse y de llevar a su captor no me convence), de una primera visita a una casa que no acaba por cuajar (Probablemente porque el director se muestra un tanto pretencioso al mostrar cierta escena usando las palabras del secuestrador de Eve para complementar la acción de la misma), de cierto abuso del concepto Deus ex–machina, de la previsibilidad de la película dentro de las incoherencias planteadas en la historia y de ese juego del gato y el ratón que se establece entre Eve y su secuestrador y donde por momentos no tenemos claro que rol ocupa cada uno en la historia no acaba de ser explotado como nos hubiera gustado, el director sabe dotar a su cinta de ritmo, sabe hacer que tras la segunda casa la película gane interés y donde sobre todo una protagonista en estado de gracia (Solo hace falta ver el inquietante plano final de la cinta) muy bien acompañada de Richard Tyson (Si..si..el malo de “Poli de Guardería”) hacen de “Bound To Vengeance” una muy interesante cinta que merece la pena y mucho ser vista y disfrutada (Si este es el adjetivo adecuado, claro).
Como nota final decir que sorprende (Y mas sabiendo la escasa duración de la película) la forma y la manera que tiene Cravioto de mostrar el título de la cinta tras 19 minutos de metraje (Que nos recuerda a lo que hizo por ejemplo Michel Gondry en “The Eternal sunshine of the spotless mind”) que divide a su película en dos partes diferenciadas donde la primera obviamente sirve a modo de presentación de los dos protagonistas centrándose en la lucha de Eve por escapar y donde Cravioto plantea las bases de historia que va a desarrollar. Muy recomendable.
Lo mejor: Tina Ivlev y el impresionante plano de la chica con la capucha puesta.
Lo peor: Ciertas cintas recientes nos pueden llevar a pensar que estamos ante otro tipo de película.