Supongo que a vosotros también os haya pasado, que el día que os tocaba turno de noche en una vieja comisaría, que cierra ya sus puertas a los malhechores, habéis tenido la noche mas movidita de vuestra vida. Es normal, todos lo hemos sufrido, es la maldición del último turno y de las comisarías. Malditos trabajos para novatas recién salidas de la academia!!!
La situación que hoy nos ocupa, ironías aparte, es familiar, pues ya Carpenter nos mostró que las comisarías, aquellos lugares donde deberíamos estar seguros, pues están llenos de profesionales que velan por nuestra seguridad, puedes ser trampas mortales. Resulta entonces que se pueden dar dos situaciones: por una lado, que no siempre los vigilantes de nuestra seguridad sean los que nos pongan a salvo, sino todo lo contrario (y espero que al decir esto no me llegue una multa a mi casa envuelta en una mordaza), y por otro, que los lugares más seguros para esconderse, sean peores que las ratoneras con queso envenenado.
Básicamente este es el fondo y el escenario de "Last Shift", ese regreso a la serie B de calidad, donde revolotean "Asalto a la comisaría del distrito 13" (John Carpenter, 1976) y "Let us prey" ( Brian O'Malley, 2014), vamos, lo humano y lo divino, y que consigue que una propuesta, a priori menor, se convierta en una de las sorpresas del año, al contarnos la historia de Jessica Loren, una recién estrenada agente de policía, que tendrá que hacerse cargo de la vigilancia de la comisaría en la que trabajaba su difunto padre, en el último día de existencia de esta, pues el traslado de dicha comisaría es inmediato, y que se verá envuelta en el terror con T mayúscula. En principio, la noche que queda por delante, se presentaba aburrida y plomiza, pero ¿qué tal si le damos un giro sobrenatural y hacemos que los espectadores estén en una tensión endemoniada y aprieten un poco el culete? Hola Sr. Anthony Di Blasi, encantada de volver a encontrarme con usted!!!
Ahora que ya estamos metidos de lleno en el último turno y "Last Shift" nos devuelve la fe en la sorpresas, pues como los demonios que habitan en los ordenadores, existen, vaya si existen, yo me pregunto ¿cómo puede ser que esta película haya pasado despercibida para los grandes festivales, si precisamente es carne de festivales? Señores, estamos ante una de esas películas que enganchan desde el minuto uno y que no sueltan hasta el final.
Un guión repleto de tensión, que pese a tirar de exceso de elemento sobrenatural, se presenta de una modo, llamémosle natural, para encajar sectas mansionianas con atroces asesinatos, Satán como único rey, el miedo en el cuerpo, imágenes perturbadoras, la indefensión de la soledad, la justicia por tu mano, la tristeza de la pérdiday la situación que te sobrepasa, todo metido en la coctelera Di Blasi, quien nos ha dado alegrías ("Dread", 2009) y penas ("Cassadaga", 2011), pero quien parece manejarse a la perfección entre la serie B.
Vemos "Last Shift" y todos somos policías de trajes impolutos, perfectamente planchados, y por difícil que nos parezca, empatizamos automagicamente con esa agente novata, que no pretende ser una heroína , sino que intenta sobrevivir a una noche de terror y al miedo racional de quien no está entendiendo lo irracional. Hoy dejamos de lado los donuts, la corrupción y la intimidación de quienes portan el arma en las pantallas (eso lo dejamos para "Cop Car"), y nos centramos en la persona debajo del uniforme, magníficamente interpretada por Juliana Harkavy, para ver a través de sus ojos verdes, pues todas las trampas psicológicas, las asumimos de la misma manera que la protagonista, y entendemos que no hay nada más peligroso que el sectarismo, en todos los ámbitos de la vida.
Lo tangible y lo intangible, lo que vemos y lo que queremos ver, la amenaza real y la irreal, que es aún mucho más dura...."Last Shift" es horror del 2015, porque esto es terror, del que gusta, del que perdura, del que tiene regusto del bueno, del de atmósfera, así que vamos a sumarle unos efectos notables, un maquillaje muy cuidado (ahí Di Blasi siempre se ha movido como pez en el agua), una sonoridad potentes y perfectamente encajada con lo que vemos en pantalla, y seguimos añadiendo puntos y estrellas a lo ya dicho.
¿Ponemos algún punto negativo? Nada es perfecto, excepto las obras maestras, redondas y brillantes que nos dejan sin aliento, y obviemente"Last Shift" no es perfecta, ni mucho menos. Es una buena película, pero nos deja respirar con libertad, así que alguna puntillita podemos sacarle. Desde mi punto de vista, la premisa con la que juega, se dilata bastante en el tiempo, y aunque no llega a resultar aburrida o cansina, repite su fórmula constantemente, y sí que es cierto que, teniendo en cuenta que no salimos de un único escenario, demorar mucho la acción o hacer que esta parezca casi siempre igual, puede ser problemático, aunque, insisto, aquí esto es un demonio menor.
Respecto al dibujo de los personajes, hay algo que sí pienso que está bastante desaprovechado, y es la figura y el significado del vagabundo, que se muestra más efectista que efectiva y que tenía un potencial inmenso. Por otra parte, Michael Paymon debería haber estado mucho más definido, pues siendo la figura carismática que debería haber sido, siendo la conexión con el rey Satán, no deja de parecer un miembro más de la secta, en lugar del perverso lavacerebros que debería representar.
Con todo esto, démosle un final como se merece y rompamos por todo lo alto, juguemos con lo sobrenatural y con la fragilidad mental y asistamos a un gran final para una buena película. Final a tono con lo que se nos ha mostrado hasta el momento, y sonrisa que precede al "me ha gustado" , con el que seguro que os habláis a vosotros mismos, cuando os levantáis del sofá.
Y hasta aquí, queridos míos, la crítica mediocre y plana que escribo cuando me pregunto a mi misma, por qué me ha gustado una película que se mueve en una estilo que, por lo general, no suele atraparme tanto y me quedo en blanco ante la respuesta. ¿Por qué te ha gustado "Last Shift, Missterror?. Pues ahora viene el análisis subjetivo puro, que es lo único que me veo capaz de hacer, ¿qué por qué me ha gustado? Pues porque me cagué viva!!! perdón por la expresión, ya me he lavado la boca con jabón lagarto, pero es la mejor expresión para definir lo que sentí. Es que pasé miedo, del de verdad, y entiendo que podáis pensar que parece que tengo doce años, pero esta es mi realidad.
Creo que ya es conocida, y si no, os lo cuanto yo ahora, mi gran capacidad para sentir TODO a través de la pantalla, así, cuando algo me pone un nudo en la garganta, lloro mucho, y cuando digo mucho, es que me atraganto y todo cuando alguna película me deja con esa horrible sensación de tristeza interna, o echa polvo con mal cuerpo para tres días (Aún recuerdo lo que me ocurrió cuando terminó "Scenic Route" y ahora, desde la distancia, un poco de vergüenza propia me da...). Lo mismo me pasa cuando una película me hace sentir miedo, lo paso mal de verdad, y no soy afortunada por poder sentir esa sensación a mis taitantos años, nada de eso, que lo paso muy mal, y con "Last Shift" me ha pasado: la tensión me llevó a un estado de catarsis terrorífica, donde os aseguro que pasé media noche incorporada en la cama, porque escuchaba huesos crujir por toda la casa...
El miedo es tan personal, que es imposible describirlo, pero os diré que "Last Shift" consigue llevaros dentro de la comisaría y su atmósfera (punto vital en esta cinta) os envuelve de tal manera que la probabilidad de que el escalofrío recorra el cuerpo, es alta. Sólo hay que dejarse llevar y disfrutar del miedo, si es que esta sensación es disfrutable. Y esto entronca directamente con otra gran película de Di Blasi, especialista en miedos: "Dread", un estudio del miedo por todo lo alto que consiguió captar perfectamente la esencia el miedoso (amén de ser la mejor adaptación de un relato de Clive Barker , por supuesto, después de santa "Hellraiser"). Esto va de miedos y de tomarse su tiempo en recrear ese terror para que el traslado al espectador sea 100% satisfactorio.
Lo que cuenta es la sensación final, y yo terminé muy agradecida, porque Di Blasi hizo que me siguiera sintiendo una niña que no supera el cuento del coco que entra en las casas, y que siempre necesita protección. Y esto es lo importante, estos son los posos del café que se pueden leer. Ahí lo dejo para vosotros. Ahora que cada uno haga su recomposición de la escena del crimen para dar con la clave. Eso sí, a partir de ahora,pensad muy mucho dónde vais a pasar vuestro último turno.