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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Stake Land

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Hace unos días durante la celebración de la pasada Comic-Con se descubrió que la nueva película de Adam Wingard era una nueva secuela de ‘El proyecto de la bruja de Blair’. En pleno siglo veintiuno donde muchas películas se filtran a la red incluso meses antes de su estreno comercial, donde la gran cantidad de noticias hace que creamos que estamos informados (Idea esta analizada por George A. Romero en ‘Diary of the dead’) resulta sorprendente que puedan mantenerse este tipo de secretos. Pero llama mas la atención cuando este no es un hecho aislado ya que hace poco se hizo público que Dark Sky films había rodado ‘The Stakelander’, secuela de la muy interesante ‘Stake Land’ que Jim Mickle dirigió en el año 2010.

Jim Mickle no deja de ser un director/guionista muy en la línea de Alex Garland. Sus películas son cintas realmente interesantes, de ritmo (por lo general) pausado pero que poseen demasiados elementos e ideas de otras películas. Si miramos los guiones escritos por el segundo veremos que ‘Dredd’ no deja de ser una versión de ‘The Raid", ‘Sunshine’ es la forma luminosa de contar algo parecido a lo que vimos en ‘Even Horizont’ y su aclamada ‘Ex-machina’ recuerda demasiado a ‘The Machine’ y ‘Beyond the black rainbow’... Dejando de lado ‘We are what we are’ remake de la mejicana ‘Somos lo que hay’ de Jorge Michel Grau, Mickle nos ha dejado cintas como ‘Frío en Julio’, película que tomaba elementos de ‘Una historia de violencia’ para acabar derivando en ‘Asesinato en 8mm’ o esta ‘Stake Land’ cuyo parecido con ‘The Road’, cinta dirigida por John Hillcoat que adaptaba la novela del mismo título de Cormac McCarthy, es mas que sorprendente.

Tal es el parecido entre una y otra que hasta la notable banda sonora compuesta por Jeff Grace parece estar inspirada en alguno de los temas que Nick Cave y Warren Ellis (Autores de la música de la cinta de Hillcoat) han compuesto para varias las películas en las que los músicos han colaborado. Resulta imposible que al escuchar ciertos acordes del tema ‘Lockdown Town’ uno no se acuerde de por ejemplo ‘Song for Jesse’ que Cave y Ellis compusieron para la soberbia ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’.

Pero los parecidos entre la cinta de Mickle y la de Hillcoat son tan claros que para muchos la mejor manera de definir ‘Stake land’ no es otra que decir que esta es ‘The Road’ con vampiros. Si la cinta elegida para clausurar la edición número 42 del festival de cine fantástico de Sitges narraba el tortuoso camino de un padre y su hijo por salir adelante en un mundo post-apocalíptico, en ‘Stake Land’ nos encontramos ante una figura similar aunque en este caso no existen dichos lazos familiares. El hombre y el chico son esta vez Mister, interpretado por Nick Damici autor también del guión de esta película (Y del resto de largometrajes de Mickle así como también de ‘The Stakelander’, cinta que parece que cuenta con la misma pareja protagonista aunque no tiene a Mickle como director) y Martin.

Y como en el caso anterior se encontrarán en medio de un paisaje desolado plagado de amenazas (Los caníbales vuelven a estar presentes en ambas películas lo que deriva en que algunas escenas se asemejen bastante, basta ver la forma en la que los protagonistas tienen de esconderse para ver como estos avanzan y controlan las desoladas carreteras .Otra vez volvemos a encontrarnos con la idea de que la amenaza no solo viene derivado del cataclismo que parece haber asolado al mundo o por la presencia de vampiros, si no de los propios supervivientes. Este hecho ha sido mostrado en muchas películas y novelas, uno de los casos mas recientes se puede observar en la notable ‘Relojes de Hueso’ del escritor David Mitchell) donde su supervivencia se centrará en encontrar un lugar seguro para vivir.

Si en la reciente y horrorosa ‘Cell’, los protagonistas huyen hacia un lugar llamado Kashwak gracias a un críptico mensaje que aparece por todas partes (‘Kashwak no-fo’. Esta idea queda, como no podía ser menos, mucho mejor explicada en el libro de Stephen King que en la película de cuyo guión el mismo se encargó), aquí lo hacen hacía un lugar llamado ‘Nuevo Edén’ (Por desgracia en este punto muchos nos podemos acordar de la nefasta ‘Soy leyenda’ de Francis Lawrence, donde Robert Neville se encuentra con una mujer, Anna Montez, y un niño, Ethan, que van en busca de un lugar seguro llamado Bethel. Es de agradecer y mucho que la cinta de Mickle deje de lado el uso de efectos digitales para crear a las criaturas que acechan a los protagonistas).

Mickle, igual que hizo Hillcoat, inscribe su película en el género que se conoce como road movie y narra con pulso el viaje de Mister y Martin y su lucha por sobrevivir. Sus constantes encuentros con diversos personajes consiguen que el interés con el que el espectador sigue la película no decaiga a pesar de algún momento donde el ritmo de la cinta se frena. Es cierto que un espectador que no comulgue con la propuesta de Mickle podrá echar en cara a esta película lo poco aprovechado que está un personaje como el de Jebedia Loven (Interpretado por Michael Cerveris al que muchos espectadores recordaran como Septiembre en la serie ‘Fringe’), la forma demasiado políticamente correcta de mostrar en ciertos momentos la degradación a la que se ve sometida la sociedad y la necesidad de creer en un falso Dios (La hermana a la que da vida Kelly McGillis. igual que Loven podía haber dado mucho mas juego.

La unión de la idea de la religión y la sexualidad en una misma persona es mostrada por Mickle con mucho pudor y respeto casi con cobardía lo que resta credibilidad a la forma en la que este intenta plasmar la absoluta perdida de valores. La necesidad de creer en un ser divino que marca aquello que hay que hacer o que sirve como esperanza ante aquello que rodea a los protagonistas vuelve otra vez a estar presente en la última y muy recomendable última novela de David Mitchell) o la, en líneas generales, poca originalidad de la historia.

Por desgracia, Mickle no consigue que ciertas reacciones de los protagonistas resulten lógicas y claras y el tono desolador de la película parece acabar transformándose en el de un pseudo cuento de hadas lo que deriva en que todo resulte demasiado forzado y tópico restando fuerza al conjunto. ‘Stake Land’ es una cinta muy interesante que se ve muy bien y se disfruta mucho pero que deja la sensación de que su director no ha arriesgado lo suficiente (A pesar de cierto detalle en la escena que sirve para presentar a los protagonistas) dejando una buena película pero demasiado correcta.



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