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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Echoes

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Hay veces que la pereza me puede. Quizás es que esté hartándome de escribir reseñas de films de terror/sci-fi ya que a una media de tres producciones por semana, la verdad es que es un poco agotador. Por ejemplo con esta “Echoes” me asusta el folio en blanco. Quizás debería decir simplemente “No está mal, pero tiene lagunas” y zanjar el tema, pero creo que si estás leyendo esto es porque quizás ya conoces mi natural diarrea verborreica y hasta –insisto, hasta- esperas algo más. Pues bien, por raro que parezca, sacaré fuerzas de flaqueza y me extenderé un poco más… ¿Ves? Con poco me sobra para enrollarme.
Dicen de los irlandeses, pero los norteamericanos son unos bebedores (de alcohol, se sobrentiende…) de primera. Me hace gracia cuando en una película uno de los personajes le ofrece a otro una “copa” y este responde algo así como que es muy pronto para empezar a ‘beber’. ‘EMPEZAR a beber’… ya. Como si fuese obligado ‘beber’ por decreto. Sin embargo, parece que en los últimos años estamos viviendo una cierta transformación: han pasado de bebedores a… pastilleros. Y de esto se está beneficiando el género del terror. 

Con lo de que el terror también arrastra un cierto cambio que lo lleva a intentar ser más creíble, algo paradójico y contrario al propio espíritu del género por otra parte, directores y/o guionistas se han amparado en los desórdenes psicológicos –y consecuente medicación- para jugar a su antojo con la mente buscando excusas verosímiles o jugar al despiste. Y esta es la excusa –doble- de esta “Echoes”. 

Por un lado tenemos a una guapa protagonista –casi nunca son feas…- con unos terrores nocturnos que le provocan una parálisis del sueño. Anda, coño, “El ente”. No, pero sí. Me explico. Al principio uno cree que las cosas van por ahí, y si bien es cierto que las sospechas no son correctas, no es menos cierto que su realizador, un tal Nils Timm, juega con el espectador a ese despiste del que hablábamos en el anterior párrafo, de ahí ese ‘doble’ que habíamos dejado caer. De hecho, da tan pocas explicaciones que para su conveniencia no deja claro si la medicación es causa o efecto de esa parálisis ya que también apunta a otros desórdenes mentales. En todo caso es un mal menor puesto que el conjunto se beneficia de esa condescendencia que el aficionado al género profiere sobre estos detonantes. 

Con este planteamiento el argumento nos pone a la protagonista en medio de un desierto al más puro estilo almeriense o urdiense dentro de una casa acristalada con poca intimidad. Esto junto a lo anterior provoca que surja la previsibilidad y pronto veamos como acuden al otro lado del cristal los visitantes nocturnos. En este punto se le ha de aplaudir a su realizador y a su vez guionista que compense la pérdida de sorpresa por aunar otra vez una serie de elementos que nos despisten de nuevo respecto al origen de estos ‘vecinos’. Y gracias a esto se mantiene la película. 

A pesar de que la curiosidad sea mayor que la tensión que se imprime, el film nos ofrecerá algunas imágenes inquietantes –más que dar sustos- para acercarse al género alejándose a su vez de ese drama psicológico. 

El problema vendrá cuando en el tercer cuarto la misma vaya cuesta abajo y sin frenos. Primero se inventa un “caso” que es el que claramente ya te está señalando la solución al misterio. La propia película se encarga de destriparse o, como dicen los modernos de ahora, spoilearse. Por si fuera poco, sus responsables no se conforman con ello y te meten algunas tropelías con las que más que solventar el tropezón, casi dar risa. Hablo por ejemplo del personaje interpretado por ese eterno secundario de Billy Wirth. Una cosa es que su madre fuese en la vida real una nativa americana y otra que él resulte creíble como chamán. Si me lo permitís, más parece un sátiro disfrazado de charlatán que va a abusar de la protagonista que alguien de quien fiarse. Seriedad. Pero ya no es tanto las sensaciones que nos dé el personaje como su función en la película. Este y su fin es el que nos deja la incógnita más grande la película ¿Por qué? El que la vea sabrá por qué digo esto. 

Pero como decía Super-ratón ‘No se vayan todavía que aún hay más’. Por un lado, confesiones sin resistencia y huidas sin sentido, y por otro, un final para zanjar el asunto de una vez por todas. Triste culminación de un film que apuntaba maneras. 

Y más cuando en cuanto a puesta en escena la película evidencia que detrás de la misma se encuentra una productora… ‘pudiente’. Personajes no hay muchos y las interpretaciones no se pasan, pero la fotografía y los pocos efectos especiales que nos ofrece el film están realizados con gusto y cuidado. La Banda Sonora tampoco está mal con sonidos que nos retraen a los ochenta, muy electrónicos y evocadores. 

Resumiendo, “Echoes” es una película que podría haber dado más de sí a poco que el argumento estuviese más trabajado. Con menos precipitación, algo más de misterio y de contundencia, tendríamos entre manos una película bastante recomendable. Así, es un “tierra de nadie” que no ofende y ni siquiera aburre, pero que se olvida rápidamente.



Crítica: Insidious 3

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Queridos cuervos, tirando de enchufes, situaciones extrañas y favorcetes, he tenido el inmenso gozo (me mordía las uñas ya) de ver el tercer capi de una de mis sagas de terror predilectas, la inmensa INSIDIOUS. Y como en el nido nos gusta de vez en cuando adelantarnos al resto, ahí tienen mis impresiones, en las que evito spoilers, no se preocupen...

Ya saben todos ustedes el amor incondicional y devoto que le guardo a ese maestrazo de la dirección que es James Wan y que ha sabido pillarle tán asombrosamente bien el punto a esto del terror netamente occidental, modificando, para siempre, como pocos, sólo los grandes saben hacer, el acervo de temores culturales, inmediatos y cinematográficos de una vez por todas. 

A diferencia de lo que sucedía en dos de mis cintas de terror preferidas de los últimos años (caray, la tercera también es obra de Wan), Insidious (2011) e Insidious: Capítulo 2 (2013), este Capítulo 3 ya no está a cargo de la maestría del joven genio postpúber de James Wan - que esta vez prefirió simplemente guardarse el papel de productor cediendo su asiento y batuta a un experto guionista con quien ya trabajó, Leigh Whannell. 

Pues bien, con Wan dirigiendo Fast & Furious VII, en realidad no había nadie mejor para tomar las riendas de la saga que Whannell, debutante que acudió también, ojo al dato, a William Friedkin para que le orientase en su nueva andadura como director. 

En Insidious: Capítulo 3, también dejamos de lado los personajes de la familia Lambert que ya conocemos más que de sobra y que eran el foco esencial de la narración de las anteriores, con lo que la 3 pasa a ser una precuela de Insidious en la que sí aparece el personaje de Elise Rainier, la psícica casi protagonista de las anteriores (Lin Shaye) que aquí toma si cabe más protagonismo. 

En un principio la idea no puede pintar mejor, francamente, pues esperamos conocer todo lo que rodea la historia de ese ser malvado que aparece como demonio prota de la 1 y quizás de la malvada madre de la 2, pero por desgracia, con estos cambios, relativamente no demasiados sustanciales, Insidious: Capítulo 3 parte de un punto bastante superficial, carente de la mayoría de los brillantes elementos narrativos, argumentrales y aterradores , que tan bien explotaron ambas pelis convirtiéndose en las delicias de los amantes del terror inteligente y con aire clasicón. 

Precuela que revela la verdadera atmósfera y la estética de la franquicia; arriesgando un poco del nivel de calidad del guión, y dando como resultado un producto dedicado sin duda principalmente a los aficionados a la saga que encontrarán que los escalofríos de las anteriores aquí son un pelín difíciles de hallar. 

En Insidious:Capítulo 3 la historia arranca cuando una adolescente llamado Quinn Brenner, interpretada por Stefanie Scott, ha perdido a su madre, y mantiene una incómoda relación problemática con su padre, obligado a cuidar de sí mismo, de Quinni y su hermano Alex. La chica,convencida de que su madre todavía está a su lado y que está tratando de comunicarle algo desde el otro lado, se pone en contacto con Elise Rainer,(Shaye) para pedirle ayuda en sus intentos de contacto. 

Ya sabemos lo poco partidaria que es nuestra Elise en el tema ouija y conversación con los muertos, por lo que al principio se muestra reticente y se niega, temiendo por la joven, pero finalmente tiene que ayudarle al ser incapaz de cubrir un espacio sobrenatural entre los vivos y los muertos. Pocos días después de que algunas actividades paranormales ya comenzaron y los feroces demonios comienzan a horroriza a la Quinn y a su padre padre. Así, el verdadero drama y el horror comienza. Y así, desafortunadamente, los intentos por contactar con la madre de Quinn, fracasan y en lugar de ello, no logran traer y comunicarse con la madre muerta de Quinn, sino que Elise asistió a una figura negra y maligna de los malos espíritus que habitan en el mundo de la oscuridad. 

Elise entonces exige a Quinn que ni se le ocurra volver a intentar comunicarse con el espíritu de la madre, ya que las figuras oscuras de los malos espíritus la acechan, y esperan poder venir a este plano de realidad si es invocado y la puerta se abre. Pero ya es demasiado tarde y el demonio convocado, poderoso, capaz de arrastrar a la niña fuera de la cama y partirle una pierna o arrastrarla arrancándola de su silla de ruedas... 

Para ser honesto, Insidious es una de mis cintas de terror favoritas de los últimos años, y la calidad superior de su terrorífica narrativa, si bien se mantuvo magnífica en Insidious 2, es prácticamente irrepetible. Si bien es cierto que poniendo al relevo de James Wan a Leigh Whannell, enamorado de las dos cintas de Wan, que ha buscado exhaustivamente nuevas formas de tensión para agradar a una audiencia fiel de la trama de la película. 

Pero Insidious: Capítulo 3, por desgracia, no puede alardear no ya de superar lo insuperable, sino de siquiera rozarlo. 

En lugar de presentar un fuerte argumento narrativo que nos atrape y nos agarre de los huevos, con un toque de terror escalofriante, acude a algunas escenas de tensión, que evidencian que Whannell se pierde en la grandilocuencia de la obra maestra para ofrecernos tan sólo un horror económico y no demasiado innovador, que si bien resulta convincente, aprobado y con algunos reflejos de gran calidad, entretendrán al público, pero muy por debajo de la absoluta perfección y giros argumentales de las predecesoras, (o sus secuelas en el tiempo). 

El fuerte enfoque de los personajes, sus historias cotidianas y recuerdos y de la historia, sin flecos, contada como sólo los grandes saben, se abandona aquí por una forma más plana y sencilla de introducir personajes e historia. 

Y es que a Whannell, que de seguro le espera un futuro más que aceptable, la saga Insidious, por desgracia, le viene un pelín grande y parece a ratos que se siente confundido a la hora de plantear narrativas, retratos y meter historias, dividido como está en resaltar los conflictos personales propiedad de Elise Rainier o los familiares de Quinn Brenner, tejiendo su historia, su trama, como una mera presentación de lo que ha de venir en Insidious 2 y 3. 

Se mantiene, como nota positiva en mi opinión, el Horror que transmiten las fabulosas creaciones musicales de Joseph Bishara, que aunque no firma la partitura es sin duda autor de referencia e inspiración absoluta, si bien esas desgarradoras y desquiciantes notas de violín que se convirtieron en uno de los puntos reconocibles e identificadores, fuertes, de las partes anteriores no aparecen en todo el metraje, excepto en la apertura y los créditos finales. Brian Pearson pone todo en el asador en cuanto a la cámara y los actores, dándonos unas estupendas imágenes oscuras que a pesar de sobrar a ratos, a mí me parecen deliciosas y un gran trabajo de fotografía. 

Lin Shaye, una vez más, lejos de defraudar es capaz de convertir el personaje de Elise Rainier en una mujer de carne y hueso, quizás en la mejor de sus tres interpretaciones para la saga. Del mismo modo, Angus Sampson y Leigh Whannell mantienen un toque de comedia en el fabuloso dúo de Tucker y Specs. 

Los nombres del nuevo elenco son absolutamente espectaculares, en un casting que se ha respetado y trabajado mucho, pero mucho, mucho. Así, Stefanie Scott, el personaje principal de Quinn Brenner está muy por encima del notable y el guapísimo Dermot Mulroney como su padre es bastante convincente si bien su personaje es un pelín más plano. También tenemos a Alisha, hermana de Quinn, y que juega un papel importante al abrir el camino para una entidad poderosa y maligna que pretende, entre otras cosas, controlar los espíritus de las hermanas, algo que ya es familiar en la saga... 

El éxito de Insidious 2 convenció a los productores en continuar con la saga, esta vez con un acercamiento a una nueva historia, y finalmente optaron por la precuela. La historia central, el trasfondo de los personajes, normales y paranormales, en especial el de Elise Reiner (Shaye) antes de que tuviera que ayudar a la familia Lambert en las dos películas anteriores, que transcurren después en el tiempo. 

A pesar de funcionar como precuela, su argumento no está lejano del de las dos pelis anteriores, lo cual juega en su contra, pues es bastante fácil adivinar y olerse la tostada... Desde el comienzo, la historia funciona a un ritmo excesivamente lento y plano, con muy pocas sorpresas realmente significativas. La tensión comienza y crece gracias al personaje de Quinn y su incapacidad de salir de la habitación, volviendo poco a poco la trama un poco más angustiosa e interesante. 

Sin embargo, el gran aliciente y marca de la casa de esta saga es la naturaleza de esa galería de fantasmas malvados y retorcidos que a mí tantísimo me acojonaron en su momento y a día de hoy lo siguen haciendo. Y en esta precuela se opta, erróneamente por no inventar demasiado y no salirse de lo marcado, triunfalmente por sus compañeras de saga. Por tanto, en cuanto al pretendido suspense y el elemento sorpresa del horror, el temor inconfesable, el respingo y la angustia, diré que hay pocas manifestaciones, aunque sí, las que hay, indudablemente son más que notables. Pero es evidente y notorio que las pretensiones fundamentales del director es convertir su cinta en esencialmente una máquina de escalofríos, si bien en las dos películas anteriores, estos escalofríos procedían más de las misteriosas entidades, con una narrativa fuerte y poderosa, muy bien diseñada y estructurada, con extraños puntos de partida que no siempre triunfan en cine, como el "viaje astral", sugerencia tan inusual y fructífera en su resultado, que se convierte en seña de identidad también.

Este 3 Insidious , sin embargo, ahora parece pretender normalizarlo todo un poco, sin alardes. Si Whannell (quien también actuó en las tres películas, en el personaje de Specs) no resulta ser tan cabal como su predecesor en la construcción y ejecución de la secuencia del miedo, y si bien repite fielmente todos los recursos visuales y narrativos de la saga , muy poco nos dice sobre la entidad demoniaca en este caso, sus orígenes y sus "razones", quizás para no pillarse demasiado los dedos. Este Insidious 3 nace con la "clara intención de revelar un poco más” de los tres investigadores paranormales que ya hemos conocido en los dos capítulos anteriores, mucho antes de que sean imprescindibles para resolver los problemas de los Lambert. 

Sus intentos de asustar a la audiencia a través de inmediatas sorpresas fuera de plano, con la pantalla casi a oscuras y la música a punto de convertire en riesgo acústico, desgraciadamente no valen una mierda, son vulgares, obsoletos, caducos y en absoluto efectivos. Una lástima a la hora de compararlos con los de sus fabulosas predecesoras. 

Aún así, el innegable toque de James Wan (ahora productor), del director de fotografía de las dos anteriores como director y ese fabuloso terror alcanzado se conjuran y si bien no aparecen de nuevo y no se solucionan todos los niveles en los que incurre en fallos, en gran parte, sirve como anticipo y recordatorio de lo buenas que son ambas pelis y saca la cabeza adelante, aunque no es capaz de experimentar y alcanzar el concepto y la fórmula de Wan y poco nuevo interesante ofrece, aunque su buena dosis de escalofríos, que una vez más hacen, gracias a una fórmula ya probada y eficaz, que parte de una estética absolutamente videojueguil, que aunque pierde un poco de impacto y la capacidad de despertar la ansiedad y el desconcierto de la saga, gracias a una estupenda factura técnica, convierte a la peli en un producto muy disfrutable, inferior a los anteriores, a los que complementa y hace aún mejores. 

Al igual que ya sucedía en el primer capítulo, Whannell utiliza un protagonista desafortunado, triste y hundido por la muerte de un ser querido en este caso, para atraer las simpatías de la audiencia; y en aquella era Dalton, el niño en estado de coma, mientras que en esta tercera entrega es claramente Quinn,en silla de ruedas, por cuya vida tememos aquí. 

Partiendo un poco del papel de Patrick Wilson, el padre de familia impotente es aquí Delmot Mulroney, y aunque a diferencia del personaje de Wilson, Sean (Mulroney) no está dotado - o maldito, según se mire - para entrar al otro lado, Whannell le otorga el “honor” de ser el primero en hacer conexión con las apariciones. 

Francamente, hay muy poco novedoso evocado aquí por Whannell, y lógicamente las comparaciones en este caso son muy, pero que muy odiosas. 

Aún así, Whannell muestra buenas facultades en su debut como director, basándose en gran medida en las señales que marca la banda sonora para crear momentos tensos. Sí, mientras que sus predecesores eran magistrales a la hora de transmitir verdadero terror y suspense, en este último capítulo casi no se nos va a poner la piel de gallina, por mucho que se respeten esas coreografías del terror marcadas por Wan. 

Whannel es como cabía esperar, menos original, menos cabrón, y en el fondo mucho menos genio que Wan, pero es que talentos como el de este tipo no son lo que se dice muy habituales. En definitiva, muchos verán este Insidious 3 como poco más que un tibio recauchutado, algo aburrido y con poca inspiración de las dos primeras y magistrales pelis-capítulos, rozando la mediocridad. Pero en mi caso, partiré una lanza en su honor, considerándola una peli convincente, con una fotografía y banda sonora perfectas, unas interpretaciones muy convincentes y algunas soluciones bastante inteligentes. También he de decir que no hay ni punto de comparación con las anteriores Insidious, infinitamente mejores, más profundas y mágicas y con un ingenio sobresaliente que aquí, por desgracia, escasea. 

Lo peor: Su horrible cartel, espantoso, el más feo de los tres. Quizás los chistosos parapsicólogos... Que no nos cuenten muuuuucho más del diablo y los seres de ese otro lado. 

Lo mejor: Alguno de los sustos, currados y eficaces. Y que ya se oye a Wan volviendo a dirigir la cuarta entrega después de Expediente Warren 2: The Einfeld Poltergeist. 

En el Festival Palm Springs International Film de este 2015, la peli ganó el premio al Director a tener en cuenta. 

Momento Freak: Tucker ( Angus Sampson ) luciendo una camiseta idéntica a la mía (jejeje) con Dolph Lundgren haciendo de He-Man.


"Nocturna 2015", resumen del festival

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25 - 31 Mayo 2015 Cines Palafox, Madrid Nocturna 2015 - III Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid

Poco a poco, tras reunir el año pasado a más de 26 mil personas en su segunda edición, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, NOCTURNA, se va haciendo un hueco bastante importante en el panorama festivalero de cine de género y una cita ineludible para aquellos que disfruten del buen terror, máxime si viven cerca de los madriles, que por desgracia no es mi caso. Pero aventurero que es uno, y que me lo pasé como un cochino en un charco el año pasado, este año he vuelto a repetir y he devorado la cartelera, si bien en su mayor parte ya conocida, y me he rodeado por unos días de lo más granado de la producción fantástica y de terror (los hermanos Fernández, actrices como Macarena García, la preciosa Meroño, prensa y crítica de postín y demás) en unas jornadas absolutamente frikis y deliciosas.

En su segunda edición Nocturna reunió en Madrid a figuras como Tobe Hooper, celebrando el 40ª aniversario de La Matanza de Texas con la proyección de una copia restaurada en 4K y sonido 7.1, el legendario cineasta italiano Dario Argento, el cineasta Jaume Balagueró o la actriz de Juego de Tronos, Sibell Kekili, junto a una nutrida representación de las películas a competición. 

Este año el gran protagonista es el mismísimo Freddy Krugger, en el aniversario de la cinta, que hizo las delicias de los que como yo, amamos la saga, si bien se ha cuidado muchísimo también la asistencia de varias presencias destacadas de la Fantasía, el Terror y la Ciencia Ficción, convocados en los históricos Cines Palafox del 25 al 31 de mayo-se me ha hecho cortíiiiisimo-en ésta, la tercera edición del Nocturna, Festival Internacional de cine Fantástico de Madrid. 

Además de la consabida sección oficial que todo festival proyecta, el Nocturna nos trae este año varias programaciones específicas centradas en algunos géneros, tales como el "Nocturna Dark Vision", dedicada a las propuestas más arriesgadas e innovadoras, el "Nocturna Madness" con las mejores películas violentas cargadas o no de humor negro, y la misma sección fuera de concurso donde se proyectan las pelis más llamativas estrenadas en festivales como Sitges y donde la gran triunfadora de este año ha sido una de las favoritas del nido, recomendación de este mayo, “It Follows”.

Este año hemos tenido entre nosotros al grande Álex de la Iglesia, con su flamante Premio al Maestro del Fantástico como reconocimiento a su aportación al género, y como homenaje, la proyección de su "El día de la bestia", una de las películas de absoluto culto decisivo del cine español (y un caluroso y emotivo recuerdo a ese gran actor desaparecido recientemente que es Álex Angulo, y que como era de esperar arrancó los aplausos de la sala de proyecciones). 

Otro de los principales alicientes, como decía, ha sido la celebración del 30 aniversario del estreno de "Pesadilla en Elm Street", con el histriónico Robert Englund, el actor que interpretaba al temible Fredy Krueger, posando junto a legiones de fans con la mirada cucutrás que tanto nos gusta, presentando sus dos últimas películas "The Last Showing" y "Fear Clinic" (dos pichís como la copa de un pino, pero bueno) y recibiendo un premio Maestro del Fantástico. 

La programación, bien seleccionada, es de lo más completa y abarca todo tipo de géneros, desde el en boga futuro distópico de "Infini" (Shane Abbess, 2015), a la sangrienta locura de "Kill Me Three Times" (Kriv Stenders, 2014), pasando por mi adorada temática caníbal con "Lost after dark" (Ian Kessner, 2014), pero dejando aún un poco que desear para compararse con Sitges, cosa que sin duda, a este paso se logrará sin duda alguna. Y vaya par de festivalacos de género que tendremos en nuestro país, uffff.... Babeo... 

Salas cómodas, debates, precios más que asequibles y un personal entregado, amable y muy, muy correcto, hacen imposible visitar Nocturna y no regresar a los Palafox el año que viene. Es mi segunda vez, pero desde ya, guardo días de vacaciones para el próximo, como hago con Sitges. 

Os resumo las distintas secciones y las pelis proyectadas, que como os digo, he tenido el gusto de devorar: 

1) Oficial Fantástico 

La sección oficial del Festival alberga todo tipo de variantes que se puedan incluir holgadamente en el género. Hemos visto: 

CHARLIE'S FARM DARK WAS THE NIGHT EXETER INDIGENOUS INFINI JUNE KILL ME THREE TIMES LIZA, THE FOX FAIRY, que desde el mismo instante de su proyección dejó claro que era el caballo ganador de todas las carreras, una peli diferente, arriesgada y muy, muy potente. 

2) Oficial Dark Visions 

AFTERDEATH ANOTHER DON'T SPEAK HELLMOUTH III THE MIDNIGHT SWIM 

3) Oficial Madness 

La locura más insana y divertida arrasó las salas con varias proyecciones: 

BUNNY, THE KILLER THING, espectacular y ganadora, claro. FEAR CLINIC HEADLESS LOST AFTER DARK MEXICO BARBARO VAMPYRES WE ARE MONSTERS 

4) Shots (Cortometrajes)

Sección competitiva de cortometrajes en la que se otorgarán los premios al Mejor Cortometraje Internacional, Nacional y el Premio del Público, con el sello SHOTS. 

2037 A TRAVÉS DEL ESPEJO AÚN HAY TIEMPO BE AFRAID OF THE DARK BIENVENIDOS AL FIN DEL MUNDO CAPTCHA CHROMOSOME 4 CLARKE´S THIRD LAW DERNIÈRE FORMALITÉ EL VIDENTE FERDINAND KNAPP FLEXIBILITY FORMOL 105 HAPPY FACE HIDE AND SEEK HYBRIS LA BUENA MUERTE (CRISTO DE) LA HORA DEL BAÑO LAST MEMORY LESSONS LEARNED MANÍAS 

5) Fantástica Latinoamérica

Siguiendo tendencia Cannes eché muchísimo de menos la presencia de mi querido Fernández Calvete, que allá donde va triunfa, pero bueno... 

2/11 DÍA DE LOS MUERTOS LAS FÁBULAS NEGRAS BUSCANDO LA ESFERA DEL PODER CORAZÓN MUERTO ELLOS VOLVIERON JORGE Y ALBERTO CONTRA LOS DEMONIOS NEOLIBERALES LA PAZ EN BUENOS AIRES NECROFOBIA PERFIDIA PRESAGIO 

6) Panorama, Fuera de Competición 

BACKCOUNTRY, deliciosa, salvaje, un 10 IT FOLLOWS, lo más aplaudido MONSTERS: DARK CONTINENT, pseee... NATALIE NET, lo mismo QUERIDOS MONSTRUOS STRANGE BLOOD TERMINUS THE HOUSE ON PINE STREET THE LAST SHOWING ZOMBIE FIGHT CLUB 

7) FOCUS: Este años le toca el homenaje a Méjico y su cine de género y terror 

ALUCARDOS: RETRATO DE UN VAMPIRO (lo adoro, inspirado en la cinta Alucarda, una joya) ARENA AZTECA BUDOKAN BENDICIÓN DE MADRE DE DIA Y DE NOCHE EL MODELO DE PICKMAN EL REGRESO DEL VAMPIRO EL RELOJERO EL SANTOS VS LA TETONA MENDOZA JUEGOS DE LA MENTE LA HIERBA DEL DIABLO LOS CAMINOS DEL SEÑOR MARIACHI LOCO MATADOR MI VANIDAD MONSTRUO NECROS NO DE ESTE MUNDO PACIENTE 27 REGINA SOMOS LO QUE HAY VISITANTES 

8) Classics: Alguna bizarra, otra castiza, algún mito cumpleañero innegable... Estas son las pelis que se homenajean con su proyección en el ciclo de Clásicos. Un gustazo cuervil total! 

A NIGHTMARE ON ELM STREET CARNE DE TU CARNE DEMONS EL DÍA DE LA BESTIA FRANKENHOOKER LA MANSIÓN DE ARAUCAIMA LA NOCHE DE WALPURGIS PURA SANGRE 

La otra peli que se ha homenajeado, un bombón que se ha ido ganando la categoría de mito y que les pongo junto La Historia intrerminable a Alejo y a mis sobrinos es DENTRO DEL LABERINTO, en una sección de nombre ñoño, "Family". 

Awards & Prizes : Palmarés 

El palmarés se dio a conocer el pasado sábado 30 en Madrid. El jurado de Sección Oficial Fantástico, constituido por Enrique López Lavigne, Paco Plaza y Elena Furiase, ha sido el encargado de determinar qué películas y cortos han sido los que han resaltado frente al resto. Nocturna 2015 ya tiene a los ganadores de este año. 

Nocturna 2015 terminó ayer, domingo 31, tras una semana de proyecciones en los cines Palafox de Madrid. México ha sido el país invitado en Focus, una nueva sección que se ha estrenado con la edición de este año. En el evento también se han podido ver adelantos exclusivos, como Extinction, cuyo tráiler puedes ver al final de la noticia. 

El palmarés de Noctura 2015 es el siguiente: 

-NOCTURNA PAUL NASCHY MEJOR PELÍCULA: Liza and the Fox Fairy de Károly Ujj Mészáros 
-NOCTURNA MEJOR DIRECTOR: Károly Ujj Mészáros por Liza and the Fox Fairy 
-NOCTURNA MEJOR GUIÓN: ex equo – Bálint Hegedûs y Károly Ujj Mészáros por Liza and the Fox Fairy y Marcus Nispel y Kirsten Elms por Exeter 
-NOCTURNA MEJOR ACTOR: Szabolcs Bede Fazekas por Liza and the Fox Fairy 
-NOCTURNA MEJOR ACTRIZ: Mónica Balsai por Liza and the Fox Fairy 
-NOCTURNA MEJORES EFECTOS ESPECIALES: Ex equo – Exeter y Liza and the Fox Fairy 
-PREMIO FANTÁSTICA LATINOAMERICA Blood Window: Presagio de Matías Salinas 
-MEJOR CORTOMETRAJE UNIVERSITARIO: Oscillation de Didac Gimeno 

El jurado quiere alabar la calidad de los cortometrajes que encierran visiones ambiciosas y personales en La Hora del Baño de Eduardo Casanova, Happy Face de Marc Juvé, The Fisherman de Alejandro Suárez y 2037 de Enric Pardo y agradecer al Director del Festival, equipo y programadores de NOCTURNA por habernos permitido asistir a la proyección de “una de las mejores películas de terror de este nuevo siglo”: It Follows de David Robert Mitchell, Fuera de competición. 

En la sección Dark Visions, el jugador compuerto por Carlos Galán, Carlos Areces y Jimina Sabadú, ha decidido otorgar el premio a Mejor película Nocturna Dark Visions a Afterdeath de Gez Medinger y Robin Schimdt. 

Por otro lado, en la sección Madness, Paco Mazanedo, Javier Trujillo y Aurora Carbonell han sido el jurado que ha seleccionado como mejor película de esta categoría a Buny The Killer Thing de Joonas Makkonen. 

En resumen, buen cine, más famoseo que en los Goya, pero de calle, pocos divos y mucha gente normal, en lo que promete convertirse en un festival referente para toda Europa y el mundo en el género que tantísimo nos gusta. 

Desde aquí doy personalmente las gracias a Paco Plaza. No se puede ser más amable, paciente y amén de buen director, buen tipo.


Crítica: We Are Still Here

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Dicen que épocas pasadas siempre fueron mejores y aunque afortunadamente, no siempre es así, si es cierto que -y me ciño al séptimo arte que es lo que nos ocupa-, la calidad del cine de terror que se hace hoy en día, donde las buenas ideas no se prodigan en exceso (por decirlo de manera suave), dista mucho de la de todos aquellos clásicos con los que muchos crecimos. Remakes, refritos, secuelas, precuelas, estériles inversiones millonarias, ideas “prestadas” de otros y prostituídas una y otra vez hasta la extenuación son algunas de las mil y una tretas y artimañas que la industria cinematográfica ha utilizado en estos últimos tiempos sombríos para mantener el negocio a flote.
De un tiempo en adelante, otra mina ha sido encontrada y como no podía ser de otra forma, se explota a pico y sangre. Si tiempos pasados fueron mejores, ¿porqué no regresar a ellos? Dicho y hecho. Ahora lo que se lleva, es el viaje temporal, el regreso a la gloria pasada, a esa forma de hacer cine que enganchó y marcó a toda una generación. Ahora lo que se lleva es hacer cine de los ochenta. El homenaje a dicha época está en mayor o menor medida, muy presente en la gran mayoría de títulos que se facturan en la actualidad y la verdad, es que no nos podemos quejar de esta nueva moda del homenaje, pues gracias a ella hemos podido disfrutar de estupendas cintas de género como “Casi Humanos” (“Almost Human”, Joe Begos, 2013), “Super 8” (“Super 8”, J.J Abrams, 2011), “Hobo With a Shotgun” (“Hobo With a Shotgun”, Jason Eisener, 2011), “Insidious” (“Insidious”, James Wan, 2010), “The Guest” (“The Guest”, Adam Wingard”, 2014) o “It Follows” (“It Follows”, David Robert Mitchell, 2014) por poner algunos ejemplos. 

Pero no tienen los ochenta la exclusividad del buen cine de terror y si la mina sigue dando, lo lógico es seguir excavando en la tierra y en el tiempo. Así llegamos a otra de las décadas míticas del género: los setenta. Menos explotados que sus hermanos pequeños, los setenta también han sido tierra fértil donde plantar semilla en la actualidad, donde cineastas como Ti West con “La Casa del Diablo” (“The House of the Devil”, 2009), Rob Zombie con “The Lords of Salem” (“The Lords of Salem, 2012) o Kevin Kolsch & Dennis Widmyer y su "Starry Eyes" ya se han puesto los cuellos altos y los pantalones acampanados. A ellos, hay que sumar al debutante Ted Geoghegan, quien se sube con “We Are Still Here”, su ópera prima, al carro de los setenta. 

“We Are Still Here” (que "curiosamente" comparte productores con "The House of the Devil" y "Starry Eyes") nos propone un terror sobrenatural setentero que bebe a morro y con lengua del clásico de Stuart Rosenberg de 1979 que tantas otras películas ha inspirado: “Terror en Amityville”. No es la única influencia, pues por ejemplo, la impronta de Lucio Fulci también se hace muy evidente a lo largo del filme. Con ambos puntos de partida, Geoghegan construye un título de terror modesto de maldiciones y casas encantadas que aunque no inventa nada nuevo, termina dejando un buen sabor de boca pese a las muchas dudas que puede plantear (y plantea) de inicio. 

Nos encontramos ante un título que va claramente de menos a más. Con una primera toma de contacto que pese a la correcta ambientación, resulta demasiado sospechoso de estar involucrado en una nueva conspiración para hacernos perder el tiempo con el típico producto menor sin recursos que se limita a poner los cuatro tópicos de turno sobre casas encantadas encima de la mesa y dejar que el espectador haga todo lo demás. Dormir en la mayoría de los casos. 

A esta sospecha, contribuyen también otra serie de connotaciones. De entrada, el relato sobre un matrimonio en horas bajas debido a la trágica muerte de su único hijo, que se muda a una vieja casa en una remota localidad que esconde un turbio pasado, no suena demasiado estimulante. A ello, le sumamos el mediocre trabajo interpretativo que muestran todos los personajes que van apareciendo en pantalla y un ritmo endiabladamente lento, que deja entrever que no hay excesivas cosas (interesantes) que contar, más allá de ese marco de fotografía que se cae solo, o esa madre que dice sentir la presencia de su difunto hijo a un incrédulo marido y bueno... la cosa parece tomatosa. 

Pero se anima. Que nadie sucumba a la poco esperanzadora primera mitad de filme. Dicen que cuantos más, mejor y “We Are Still Here” hace buena esa máxima, pues la cosa mejora mucho cuando entran en escena nuevos personajes y comenzamos a entender los entresijos de una trama eminentemente setentera donde el culto y el sectarismo, dan un paso al frente. Con él, el tono del filme adopta nuevos matices y poco a poco, se va aflojando el corsé para dejar de lado el hermetismo inicial y el olor rancio a telefilme y adentrarse en otros terrenos mucho más distendidos donde la sombra de la serie B italiana de finales de los setenta, principios de los ochenta, se hace tan alargada que es imposible no acordarse de títulos como “El Más Allá” (“The Beyond”, Lucio Fulci, 1981) o “Aquella Casa al Lado del Cementerio” (“The House By The Cemetery”, Lucio Fulci, 1981). 

Tras una primera mitad aburrida y carente de interés, “We Are Still Here” explota en un segundo tramo donde el lado más “lúdico” del terror se hace dueño y señor de la pantalla. Lejos quedan ya las dudas de su titubeante pubertad cuando ya en su madurez, abre el tarro de las especias y deja salir todo lo que tiene dentro. Llegados a este punto, ya poca importancia tienen las mediocres (esperpénticas en algunos casos) interpretaciones del reparto, su nula capacidad de aterrar o lo absurdo del guión, pues la función se torna tan macabra y tan entrañable, que el disfrute es inevitable.

Mencionar también la presencia de dos ilustres del género. Primero y en el papel principal de melancólica madre madura, encontramos a la mítica Barbara Crampton, aquella rubísima con la que se empalmó más de uno cuando el Dr.Hill y su decapitada cabeza recorrían con la lengua su cuerpo desnudo en “Re-Animator” (“Re-Animator”, Stuart Gordon, 1985) y que terminaría apareciendo en gran cantidad de cintas de terror a lo largo de su dilatada carrera (entre ellas la citada “The Lords of Salem” de Zombie). Y segundo, la del polifacético Larry Fessenden, otro asiduo al terror tanto delante, como detrás de las cámaras, que aquí es de los poquitos que se salvan de la quema interpretativa del filme. 

En conclusión, “We Are Still Here” es un nuevo homenaje al cine de otra época. Un título poco original que tampoco pretende serlo que gana mucho en prestaciones a medida que avanza su metraje, evolucionando del inicial coñazo de terror de sobremesa, a una macabra función de sangre y vísceras que hará las delicias de los amantes de la casquería y de la serie B en su formato más burro, donde incluso hay sitio para el humor negro y alguna que otra sorpresa argumental. Si te va el cine de Fulci y similares, vale la pena pasar por la piedra. 

Lo mejor: La posibilidad de volver a ver en pantalla a una musa del terror como es Barbara Crampton (pese a que aquí no brille en exceso), los excelentes efectos especiales y los últimos veinte minutos, que son de órdago. 

Lo peor: Su primera mitad se hace pesada y poco interesante. Algunas interpretaciones son de juzgado de guardia.


Crítica: As The Gods Will

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-Ave María Purísima. 
-Sin pecado concebida. 
-Padre, confieso que esta película era una de las que más esperaba del 2014. 
-Mmmmm… hijo… ¿y eso es pecado? 
-Es que padre... 
-Dime hijo, dime… ¡habla por Dios! 
-Es que se me ha hecho muy larga…

Bromas aparte, la confesión y aunque parezca mentira en alguien entregado al cine asiático, es absolutamente sincera: “As the gods will” era una de las películas más esperadas por un servidor; y no precisamente por estar dirigida por un cineasta que –otra confesión- me pirra sino por girar sobre un tema por el que siento pasión como es la mitología local. Y es que por si alguien no lo sabe –y perdonar el apunte personal pero creo que es necesario tanto para entender mi posicionamiento ante la película como el propio análisis- por un lado co-presento un podcast de esos centrados en el mundo del Misterio como colaboro en una radio FM local con una sección que igualmente habla de lo místico, inexplicable y sobrenatural. Sin embargo, sí, se me ha hecho larga. Bastante larga. 

Si bien “As the gods will” se apoya en unos pilares folclóricos, sus cimientos también tiene una base cultural, aunque en este caso con un trasfondo menos tradicional y más, si se me permite, pop ya que el film se basa en un manga bastante reciente creado por Muneyuki Kaneshiro y Akeji Fujimura. Lamentablemente, al revés de los Kamis protagonistas del film, de esta obra no puedo hablar con propiedad ya que desconozco totalmente su naturaleza; podríamos decir que tenemos la garantía del guionista y del propio Miike como adaptadores, pero sinceramente no serviría de mucho. 

Sin embargo, continuando con el símil constructivo, la estructura se ha forjado utilizando un último elemento, elemento clave, no solo popular a nivel cinematográfico sino incluso familiar con la propia filmografía nipona. Este no es otro que los populares “Juegos de muerte/Death Game”. 

Porque sí, porque todos recordaremos “La carrera de la muerte del año 2000” de Corman, el “Rollerball” de Jewison, el “Perseguido” de King y Paul Michael Glaser, y en los últimos tiempos la franquicia de “Los juegos del hambre”. Pero yendo más allá –o más acá, en línea con la película que nos ocupa-, ¿quién no recuerda “Battle Royale”? Pero es que no solo tenemos esa importante referencia; es que, y no sabemos si a raíz de esta, Japón ha sido un país propenso a estas historias de jueguecitos y muerte, dando un puñado de títulos al uso como el “Avalon” de Oshii, el “When I kill myself” de Nakajima, el “Ousama Game” de Norio, el “The incite mill” del genio Hideo Nakata, el “Me & 23 slaves” de Sato, el “Live” de Iguchi –estas dos últimas también como esta “casualmente” en el mismo 2014- o las ya franquicias de “The werewolf game”, “Real Jiro Game”, “Joker Game” y “Kaiji”. ¿Asombroso el número, verdad? Pues por si faltase algo, encima muchas de ellas están protagonizadas por adolescentes en centros educativos. 

La diferencia entre estas y la que nos ocupa, dejando de lado las distintas motivaciones, connotaciones y elementos invitados, es que esta “As the gods will” no se anda con chiquitas y se presenta visceral, sin concesiones, excesiva y directa. El problema, es que como he dicho, únicamente ‘se presenta’. 

Takashi Miike, quien y no es causalidad ya había tocado la mitología autóctona en la estupenda “La gran guerra Yokai”, a estas alturas no necesita presentación. En los videoclubs y establecimientos especializados de nuestros respectivos países tenemos películas dirigidas por él en nuestro idioma a docenas. A decir verdad nunca lo he sopesado, pero quizás es uno de los cineastas asiáticos más editado fuera de sus fronteras. Sin embargo, el Miike de los últimos tiempos no es el Miike de sus inicios. Sí, ya sé que todos nos hacemos viejos, pero en esto hay más una domesticación que edad. 

En el arranque de “As the gods will” nos encontraremos a ese Miike irreverente con destellos de aquel que décadas atrás se nos dio a conocer como el “enfant terrible” de la cinematografía japonesa, pero pronto veremos como esta actitud no deja de ser una postura a merced de la historia que le sirve de referencia, es decir, la sangría, violencia y crueldad sin tapujos es fruto de las condiciones no de la propuesta, y así, una vez vayamos adentrándonos en la historia/película la carga bizarra irá descendiendo hasta convertirse en un discurso dilatado bastante estandarizado y en paralelo con algunas de las referencias mencionadas. 

Así tras las dos primeras y brillantes pruebas a las que se someten los protagonistas, llenas de tensión, incertidumbre y crueldad, comenzamos a denotar tanto que el ritmo va bajando como los discursos aumentando. Por un lado tenemos esos flashbacks que sirven para encadenar las distintas pruebas que buscan, además de un poso emocional, enlazar a los personajes sentimentalmente. Esto no solo comienza a mostrar sus cartas de cara a lo que va a venir sino que va desdibujándonos la historia apartándolo de ese concepto global, universal, centrándose paradójicamente en un único protagonista. Vamos, que nos dicen que el hecho se está repitiendo en otros países –se incluye por cierto a España- recordándonos a su modo a aquel “cataclismo” a escala mundial de “Cabin in the Woods” con Dioses incluidos, ¿y sin embargo los del grupo de Tokyo casi todos tienen relación con Takahata? 

Y ya no solo es esa a todas luces convenenciera manipulación de la historia contraviniendo a las propias reglas que tú has creado, sino que las propias pruebas dejan de ser espontáneas para que siempre caigan de tu lado restándole factor sorpresa a favor del alegato de turno o de una forzada emotividad. Y eso cuando no se atreven –como en el caso de la armadura- a inventarse soluciones inverosímiles. Pero lo peor, haciendo uso del anuncio de turno, (“perdóneme que insista”), son los discursos. ¿Para qué tanta charreta si uno ha venido a divertirse…? 

Por muy bien que esté el “Shiro Kuma” –Oso Blanco- y sea ingeniosa su puesta en escena hay más bla, bla, bla, que otra cosa. Ni siquiera la excusa inicial que había planteado como era el de la mitología tiene interés. “As the gods will” es más un ejercicio de etnología que algo a merced de la fantasía, cuestión que por otra parte no deja de ser interesante, pero que en cierta forma le resta posibilidades. Porque ya me dirás tú el juego del “pilla pilla” qué interés tiene… 

En todo caso, los Efectos Especiales a un nivel, para lo que son estas producciones, bastante notable, aunque por encima de otros apartados yo destacaría su plástica Banda Sonora. El compositor, y habitual colaborador de Miike, Koji Endo hace más por la película que el propio guión. Intenta emocionar y sorprender, pero sin apoyo, se queda sin recompensa. Lástima. Quede al menos mi mención (como si sirviese de algo…).

Por último, habría mucho que hablar de su desenlace, pero sin destripar demasiado diré que es una tónica habitual en la industria del país del sol naciente, aunque ello no le exima de provocar el cabreo de más de uno. Eso sí, vistos los mediocres resultados de taquilla… Por si faltase algo les sirve de excusa a sus responsables por ser el perfecto cómplice de las muchas incógnitas que nos deja.

Resumiendo, “As the gods will” es un film que se aguanta por una fantástica puesta en escena y una propuesta irreverente. Sin embargo va tan de más a menos, con un desnivel tan pronunciado, que más de uno puede acabar más que decepcionado harto con el cambio de directrices y talante. 

P.D.: Y sí, las Matrioskas son rusas, pero se inspiraron en unas figuras similares de origen japonés.


Crítica: Demon Baby

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Es cierto que los trapos sucios hay que lavarlos en casa, y que lo que pasa en casa, en casa debe quedarse, lo sé y soy mucho más consciente de ello en esta época de sobre-exposición de nuestra vida privada en cualquier red social, en esta época en la que hay una fuerza superior a nosotros que nos empuja a explicar con imágenes o palabras cada paso que damos para que lo sepa el mundo entero, al cual, por cierto, le importa una mierda lo que hacemos, cómo nos sentimos, en qué estamos pensando o qué comemos.

Da igual que a nadie le interese lo que hacemos a cada maldito segundo, nosotros lo reportamos, y como decía al principio, en esta época, en la que la oveja negra es la que guarda silencio sobre su vida privada, yo debería coserme la boquita y estar calladita, pero no puedo por menos que comentar lo que sucedió en mi casa segundos antes de empezar a ver "Demon Baby", titulada en un primer momento " Wandering Rose": El sr. Rector, sentado a mi lado, o mejor dicho, espatarrado en su lado del sofá, justo antes de darle al play, me miró con cara de haber vuelto del más allá con algún engendro freak pegado a él para siempre y me dijo " sólo el título ya me da arcadas". Con esa sentencia, me levanté y puse el ventilador a toda potencia mientras pensaba para mi misma: "Cuánta razón tienes!!!". 

Así, con las expectativas por las nubes, como imaginaréis, empezamos a ver la película a la espera de que pasara algo más entretenido en ese momento que nos salvara de ver "Demon Baby", como por ejemplo una abducción alienígena o que se presentara en nuestra casa Michael Myres para tener que levantarnos de ese sofá y huir despavoridos. Nada de eso ocurrió así que nos tragamos "Demon Baby" enterita, sin escupir ni un sólo cachito. 

Sin paños calientes, esta película es un mojón con ojos, es un telefilme cutre que ninguna distribuidora en su sano juicio compraría, ni siquiera podría servir para Antena 3, o lo que es peor, Tele 5 en sus megahits de sobremesa. ¿Qué os creéis? ¿Que vais a ver a un feto demoníaco haciendo de las suyas? ¿A una madre bajo la influencia maligna de su hijo no nato? Eso ya lo hemos visto en "La semilla del diablo", "Grace", "Baby Blood", "Proxy", "Baby hell"...¿De verdad creéis que puede haber algo mínimamente interesante en este engendro titulado "Demon Baby"? "Demon baby" es la típica película que juega al despiste, pero no porque la trama sea tramposa, sino porque el reclamo de su nombre, o de su poster promocional nada tiene que ver con la película en sí. Es como un anuncio de crema milagrosa que nos dice que si te cubres la cara con baba de caracol descubres el secreto de la eterna juventud...lo peor es que hubo millones de mujeres que lo creyeron y compraron la cremita. Satán nos libre de que saquen una crema milagrosa con heces de rata, porque me temo que el olor será lo de menos. 

A todo esto se le llama publicidad engañosa, o el arte de la estafa. Os invito a ver de nuevo el poster promocional y ahora os cuento que toda la película es un viaje de unos novios secos como ellos solos a un camping y los desvaríos de la chica, nada más. Los paisajes tampoco son la repera, por lo que tampoco es algo que anime a contemplar hasta el final semejante pérdida de tiempo, que oye, tampoco es que la película dure mucho, pero en setenta minutos se me ocurren mil cosas más interesantes en las que invertir el tiempo. 

Fracaso en mi intento de explicar el argumento de la película, porque directamente no lo tiene. Corrie Greenop, el autor de este aborto cinematográfico, intenta buscar el giro sorprendente y la tensión, recurriendo a figuras narrativas que él cree entender, pero con las que claramente no sabe ni por donde empezar, y de ahí que mezcle espectros, flashbacks inconexos, situaciones forzadísimas y a una pareja en el bosque que nadie entiende cómo pueden ser tan aburridos. No hay trama, los pretendidos giros son insultos al espectador, pues son cosas tan obvias que hacen daño a la inteligencia y el final es de esos en los que entiendes la complicidad que tienes con tu pareja, pues ambos os miráis a la vez y sin palabras, mentalmente, telequinesicamente, os decís "sí, este es el final que pretenden que nos traguemos. No, no abras la ventana e intentes tirarte para olvidar que este cine también existe". Si por lo menos hubiera salido Edward Furlong, ainssss......

El Rector se levantó del sofá sin mediar palabra, iba directo a la cama y yo, que iba detrás, sólo pude decir "olvida lo que has visto, haz como que nunca ocurrió", porque "Demon baby" es de esas películas que te crean un sentimiento de culpa con tu pareja, por haber hecho tú la elección del visionado. No hay nada destacable en la película, nada, ni los efectos, que ni siquiera son propios de telefilme, sino de un primer cortometraje de cualquier aspirante a director de cine de terror, ni la banda sonora que desentona constantemente, ni las actuaciones, que son planas como una tabla , ni el guión, escrito claramente con una desgana mortal o una falta de imaginación alarmante. 

Lo dicho, una chuster inmensa, que cuenta con la poca vergüenza de convertir un telefilme barato en algo supuestamente de terror al colocarle sin ningún pudor un poster que no tiene nada que ver con lo que se nos intenta contar, que es algo que no sabe ni el mismo director-guionista. No dejéis que os la cuelen, que ya nos la han colado a nosotros por vosotros. Borrad ya mismo.


"AHS: Hotel", lo que aun nadie sabe

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Queridísimos cuervos todos, ya me habréis visto el plumero en cuanto a mi absoluta debilidad e idolatría por American Horror Story. Así que aquí estoy para informaros de TODAS las novedades, las verdaderas, las contrastadas, que hay ya sobre su quinta y próxima entrega, apellidada Hotel y cuyos 13 episodios emitirá semanalmente FX a partir de seguramente enero del 2016 y que el mes que viene empieza a rodarse en Los Ángeles y ojo, en una localización (misteriosa) para la que se llegó a barajar, agarráos los pantalones, el norte de nuestro país.

El reparto es ya una virguería al más puro estilo Murphy, émulo viviente del Rey Sol francés al que le encanta el artificio, la pirotecnia y el merchandising como tipo de exquisito gusto que es. (Qué fino y a la par discreto me ha quedado, pero es que son 38 años hablando de mis rachas “finas y discretas” en cenas navideñas y eventos familiares).

Fijos ya, y encantados de serlo son Matt Bomer, Lady Gaga, Wes Bentley, Chloë Sevigny, Cheyenne Jackson, Kathy Bates, Sarah Paulson, Evan Peters y Angela Bassett. Pero la cosa no acaba ahí, no, ni mucho menos. 

A mi admirada Lady Gaga (se puede adorar a ACDC como yo y reconocer que la raruna Gaga es una de las mejores cosas que musicalmente ha sucedido en el nuevo milenio, como lo fue Amy Winehouse), que además de eso, admirada y raruna, es un pelín bocazas, se le escapó en un tweet no sólo el argumento general de la temporada (que los bien informados ya conocemos y que pasaré a comentar en un momento, pues la moza no va del todo bien encaminada) sino también algunos de los bombazos que Murphy se reservaba para el PaleyFest del 2015, festival en el que ya nos tiene acostumbrados a hacer las presentaciones a la audiencia, como la puesta de largo de su hija predilecta, con todos los medios más pendientees de él que del resto de famosazos. 

Pues bien, en el famoso tweet de Lady Gaga que puso de los nervios a Ryan Murphy y Brad Falchuk se daban a conocer nombres tan, tan, tan jugosos, que son difíciles de creer. 

Los únicos actores que hasta entonces habían confirmado su presencia son los habituales Evan Peters, Sarah Paulson, Kathy Bates, Angela Bassett, Matt Bomer, así como Chloe Sevigny, Cheyenne Jackson, Wes Bentley y la propia Lady Gaga, lo cual ya hace del reparto una obra de artesanía, que como en las cuatro temporadas anteriore ha funcionado a las mil maravillas. 

Pero según la nueva Venus de Botticelli, (tomad aire) también estarán en Hotel: Michelle Pfeiffer, (y no es la primera vez que suena su nombre para una producción de AHS, pero ahora, con la salida de mi único y verdadero AMOR de serie: Jessica Lange, la cosa es como para creérselo, por muy vergonzosa que la actriz reconozca ser, poco le guste el medio televisivo y menos aún el horror-aunque bajo la batuta de Zemeckis brilló como nunca). También estarían, según la Monster Girl, Finn Wittrock, el despiadado, precioso, buenorro y delicioso Dandy Mott de Freak Show, que sería sin duda una de las incorporaciones más deseadas de AHS HOTEL. Otro fichaje sería el de Lily Rabe, (confirmada para otra serie, The Whispers, lo cual es un pelín raro) la hermana Mary Eunice en Asylum que haría de Annabelle Evergreen, la joven propietaria del hotel, un papel que Ryan Murphy ya asignó a Kathy Bates. Pero el tweet de la Gaga también incluye a otro buenorro televisivo, Alexander Skarsgard, el sexy vampiro Eric Northman de True Blood, como Joshua Evergreen, el marido de Annabelle. 

Y ya aparte del verborreico y cotilla tweet, otro de los flirteos estelares que se dan desde la primera entrega es con Donald Sutherland, que se uniría al elenco como sacerdote, el padre Abner Gates. Y muchos, muchos secundarios que los fans agradeceríamos que volviesen a estar presentes están también en el aire, como Dennis O'Hare, Michael Chiklis, Grace Gummer y en mi caso, en especial, Frances Conroy. 

Los fans-fans de AHS ya nos hemos acostumbrado a ir desvelando pistas que nos lanzan en determinados capítulos y a las revelaciones a cuentagotas que tantísimo le molan a Murphy. Este año, Ibi Times ha publicado una lista con todos los personajes de American Horror Story: HOTEL, incluídos los desvelados por Gaga, acompañada de una información biográfica valiosisisisísima que paso a resumiros, cuervos míos. Lo que ha caracterizado principalmente a American Horror Story junto a su innegable calidad técnica, artística y morbosa es sin duda alguna la presencia de personajes femeninos que dan mucho de que hablar, fuertes, salvajes, potentes y mucho más interesantes generalmente que los masculinos, así que amiguetes ahí van unos pocos: 

-Lady Gaga es Elisa Starr, famosa cantante en eterna competición permanente con otra diva divinísima, interpretada por Angela Basset: Lolita Jones. 

-Lolita actúa como estrella fija del night club bar del HOTEL, desplegando la sensualidad a la que ya nos acostumbró su bruja de Coven Marie Laveau y su semihermafrodita absolutamente sexual de Freak Show, Desiree Dupree. 

-Sarah Paulson, (en un papel que ella misma ha definido como la más mala entre las malas) será, OJO, la cantante Janis Joplin, ajena a las desgracias que le esperan en la vida y que vive alojada en el hotel. 

-Kathy Bates será Claudia Deveu, la mujer que regenta el establecimiento y a la vez la manager de Joplin, y hará todo lo que esté en su mano para lanzarla aún más alto. 

-Frances Conroy interpretará el papel de Maude Madelyn, una imitadora de Marilyn Monroe, (en un juego similar al de mi AMOR con la Dietrich) que siente debilidad por los jovencitos y lo que es aún más pintoresco, por asesinarlos postcoitalmente cual mantis. 

-Grace Gummer, como Emma Lam, es una sirvienta del hotel con aficiones que rozan y sobrepasan la parafilia y que ya comentaré en otro post...Ejem. 

-Christina Estabrook es Abigail White, agente inmobiliaria.

-Michelle Pfeiffer (AY,DIOSSSS) será Martina McBride, la anterior propietaria del hotel. Apariencia cándida pero interior poroso, como le gusta a Murphy. 

-Lily Rabe si finalmente es Annabelle Evergreen, será la actual propietaria del HOTEL, que va perdiendo progresivamente su cordura hasta quedarse cucutrás por los innumerables sucesos sobrenaturales que ocurren en él. 

-Su marido será Alexander Skarsgård, vampiro que a muchos/as nos ha hecho soñar mojado y que curiosamente interpretó al marido de Lady Gaga en Paparazzi. 

-Chloe Sevigny, que hizo una inconmensurable Anna Frank mutilada en Asylum, el mejor personaje no interpretado por mi AMOR hasta la fecha en la serie, será Lois Deon, una mujer con un oscuro no, lo siguiente, pasado. 

-Dennis O’Hare, hará el papel del barman.

-Matt Bommer y Cheyenne Jackson, dos extraños botones.

-Wes Bentley, líder de un grupo religioso que mucho tiene que ver con lo que en el hotel sucede.

-Evan Peters, acostumbrado ya al rol de chico misterioso del que cualquiera podría enamorarse en cualquiera de las temporadas, en Hotel cambia de registro y nos guarda una sorpresa de poner los pelos de punta y que también desvelaré más adelante... 

-Michael Chiklis, un cientifico desempleado, que pretende captar poltergeists hoteleros. También tendremos a Max Greenfield y a cinco sorpresitas menores, pero no por ello menos deseadas. 

-Connie Britton, que participó en la primera temporada, 'Murder House' interpretando a Vivien Harmon, se muere por estar en el reparto de Hotel, según leo en Variety USA, pero ahora está en el musical de ABC “Nashville”, así que no sé yo... 

-Y el chico Thor, quesazo que ganaba protagonismo sólo luciendo abdominales en dos capis de Freak Show ha sido una de las peticiones a gritos que a los responsables se les han hecho a través de redes sociales y a gritos en festivales, así que, nunca se sabe! 

“I WISH U COULD SWING THOUGH NOTHING FOREVER AND EVER” 

Así se despedía mi AMOR, bueno, ya me vale, la Lange, cantando WE CAN BE HEROES e invocando a Mordrake en Freak Show. 

Después de aquello, Jessica Lange confirmó sus pasadas insinuaciones de que la cuarta temporada de American Horror Story sería la última para ella y pese a los constantes intentos de Ryan Murphy de convencerla para seguir en su ya famosa ficción, finalmente, la estrella, la diva, la Lange ha confirmado que deja definitivamente AHS. Por los mentideros de la tele se rumoreó que se le llegaba a ofrecer multiplicar por tres su ya inmenso caché por capítulo, por lo que aquello que esas perras del infierno envidiosas-no voy a nombrarles, escriben en muchos más medios que yo haciendo “crítica” igual que defecan-manifiestan de que se larga por pasta es total y absolutamente incierto. 

Tras interpretar a los cuatro personajes icónicos de las distintas temporadas de American Horror Story, logrando lo que para mí es la mejor carrera televisiva de la historia en sólo tres años manifestaba: “Ya he terminado. Me ha encantado hacer estos cuatro personajes que he tenido la oportunidad de interpretar, y toda su locura. Me encanta los guionistas, Ryan y la locura de rodar la serie”, en el Paleyfest. 

Ryan Murphy, creador de la terrorífica ficción se resiste a perder a su musa y mantiene su esperanza en hacer que la actriz cambie de opinión tras ofrecerle un "Plan B", y es que no está dispuesto a dejar marchar a Jessica Lange tras la cuarta temporada, en la que la actriz ha estado soberbia como Elsa Mars. 

La actriz anunció hace ya tiempo su intención de abandonar la serie tras la producción de Freak Show y recientemente aseguraba en unas declaraciones no haber reconsiderado su decisión. Quiere vivir, amar y seguir haciendo foto. Sin embargo, el prolífico, cansino y genial productor, lejos de asumir la ausencia de lo mejor del reparto y su actriz más veterana se guarda un as en la manga, que seguramente se manifieste en forma de intervención estelar en la que ya ha asegurado que es la más terrorífica y su preferida de las cinco temporadas. 

Ojalá quede convencida, la serie sin ella no sería lo mismo... Ainnnnns!!!!

Pero no es sólo la despedida de mi musa lo que ha causado revuelos alrededor de AHS. El fichaje de Lady Gaga no ha gustado a muchos fans de la serie y a alguno de sus compañeros, según hacía saber esta misma semana en un late night uno de esos americanos a los que ya empezó imitando Sardá y ahora imitan todos. 

Sarah Paulson, sin embargo, una de las preferidas de Ryan Murphy, ha salido en defensa de la Gaga asegurando que la cantante es idónea para el papel que se le reserva en la ficción, y ha mostrado su entusiasmo por su incorporación al reparto, según informa Digital Spy. 

Paulson, que prepara American Crime Story ( sí, otro notición de los buenos) junto a Ryan Murphy, ha asegurado: “¿Quién podría ser mejor? Lady Gaga NO puede ser más teatral”, a lo que ha sumado una confesión: “Creo que nadie lo podría hacer mejor que Lady Gaga. Ella va a encajar en AHS perfectamente”. 

No puedo estar más de acuerdo.

Tuve la ocasión de acudir a un concierto presentación de su ArtPOP, como Mother Nature en Berlín, en la que la cantante además interpretaba y francamente, lo hacía de poner los pelos de punta. Gestual, actitudinal y vocalmente es todo un portento y estoy seguro de que bajo una buena dirección, y en AHS están los mejores, no lo duden, la Gaga va a ser un bombazo, una revelación de las grandes. 

El otro nuevo fichaje fijo sorpresa del reparto, Matt Bomer, con quien se rumoreaba que Murphy tenía un rollete, pero que lleva casado con su marido, el publicista Simon Halls años y con el que tiene tres hijos, ya debutó en la cuarta temporada en el capítulo “Pink Cupcakes” como amante de Dell Toledo, y trabajó en otro de los proyectos filón de Murphy, “Glee”. 

Bomer ha dicho: "Me encanta colaborar con Ryan Murphy" en 'Variety', "Siento que es un mundo en el que no existen los límites.". Será un gustazo disfrutar de él, en lo que ya nos ha revelado Murphy que es uno de los protagonistas de la serie. 

Ni que decir tiene que la perfectamente engrasada máquina publicitaria de American Horror Story, una de sus inmensas bazas, siempre depara sorpresas sonadas, pero estas últimas noticias de renovación de reparto con el visto bueno de Ryan Murphy y Brad Falchuk están generando aún más revolución que nunca, sobre todo desde que el International Business Times publicó una filtración del casting definitivo. 

Además de American Horror Story, Ryan Murphy estrenará en otoño de 2015 Scream Queens con Emma Roberts y Lea Michele, una serie slasher con un pintarrón tremendo y de cuyos diez primeros minutos (envidiadme) ya he disfrutado. Y mucho. Pintaza homenaje a Wes Craven con tres actores sorpresa que se han guardado como oro en paño y que os aseguro, nos van a encantar. 

¿Y el argumento de American Horror Story: Hotel? 

Pues después de lo leído, bastante claras nos quedan algunas cosas. A mí en un principio me huele, mucho, a la fabulosa adaptación de uno de mis videojuegos favoritos: Silent Hill, con el rollo secta en la habitación del hotel. 

Pero como ya sabréis, los fans de la serie somos un poco paranoias y buscamos como oro las pistas que los creadores nos dan en una temporada sobre la siguiente. He de reconocer que suelo fallar, ejem... Pero, en esta ocasión, las pistas escondidas en la temporada 4 que nos llevarían a adivinar de qué tratará la 5 han sido más evidentes. 

Todas las temporadas, aunque no lo parezca están ligadas, y no sólo por la participación de un reparto más o menos fijo en diferentes papeles según temporada. 

La primera pista que encontré yme hizo saltar de alegría fue el sombrero de copa de Mordrake, repetidamente lo veía en dos episodios, en el segundo, en un periódico que lee Jimmy, en el cuarto en un vaso de café que se le ofrece a Maggie Esmeralda, y en el sexto en un cartel. 

Pues bien, amigos de las teorías conspiranoicas, este sombrero negro según muchos de mis colegas fanfans podría estar ligado a un evento ocurrido en Alabama en el año posterior al que transcurre Freak Show, 1953, la llamada 'Operación del sombrero de copa', que fue un ejercicio local de campo donde el cuerpo químico de la Armada de los E.U. experimentó con armas químicas, biológicas y gas sin que los involucrados supieran que estaban siendo cobayas de tales experimentos. 

Así, algunas de las moviditas que podemos encontrar en el Hotel de AHS puede ser experimentos con humanos o incluso aliens involucrados. Todo esto la semana después de que mi pueblo aparezca en Cuarto Milenio por los experimentos ocultos en la Finca del Doctor, la conocida como Área 51 europea... Fox Mulder ya estaría tras la pista de la radiactividad... 

Pero el dichoso sombrero podría hacer también referencia a todo un clasicazo... “Sombrero de copa”, la peli musical en la que una historia de amor de las de antes, un poco ñoña y en blanco y negro transcurre precisamente en un hotel... 

Más pistas... Soy un no parar...

La quinta temporada de American Horros Story al parecer y para desgracia nuestra (un importante encargado de localizaciones neoyorkino ha visitado recientemente el norte de España, y en especial, LLANES), será filmada en California, por el nuevo crédito fiscal del estado, así AHS está entre los 11 proyectos seleccionados para recibir créditos fiscales, amplíándose la financición del programa de $100 millones a $330 millones al año. (Las primeras dos temporadas de “American Horror Story” fueron originalmente filmadas en California pero la tercera y cuarta fueron grabadas en Nueva Orleans donde la producción aprovechó el crédito fiscal.) 

Pero como decía mi abuela Mariana “hablar de dinero es de mala educación...o de pobres”, así que lo que nos importa realmente es: 

¿De QUÉ HOTEL en particular hablarán en la serie? 

Lo más lógico es que sea el “Garden of Allah”, un famoso hotel del Hollywood de los años 50' que es mencionado por el personaje de Stanley antes de ser torturado por los freaks en el penúltimo episodio de la temporada 4, dice: "Sí conozco gente en Los Angeles, mi primo trabaja en el Garden of Allah".

Pero es que también mi amor, Elsa Mars (Jessica Lange) menciona ese hotel en el primer episodio de la temporada cuando mira deleitada su libro de recuerdos y recortes. 

El famoso hotel fue abierto en la Sunset Strip de Los Ángeles en 1927, propiedad de la actriz Alla Nazimona y con huéspedes tan ilustres como los Hermanos Marx, la Garbo, F. Scott Fitzgerald, Humphrey Bogart... 

Y volviendo a las conexiones, sirvió como inspiración de una peli con el mismo nombre (“El jardín de Alá”) protagonizada por... Marlene Dietrich, la odiada competidora del personaje de Elsa Mars en Freak Show. 

Sin embargo, si es cierto que la temporada se desarrolla en la actualidad según parece, dicho hotel no tendría mucho sentido... Y es que el presidente de FX, John Landgraf se ha manifestado al respecto, manteniendo la esperanza de que “Hotel” esté ambientada en la actualidad y así mantener la alternancia entre temporadas de combinar una en el presente y otra en una época anterior como hasta ahora viene sucediendo en uno de los fabulosos logros de la serie. Aparte que dicho hotel nunca fue conocido por estar embrujado ni por haber sido localización de ningún suceso espeluznante, que es uno de los requisitos que Murphy buscaba en tierras asturianas. 

De ahí que los rumores sobre localizaciones extravagantes y terroríficas sean noticia un tweet si y otro también. Así, los tres hoteles más votados en las redes sociales (pero mira que somos fricazos, yo he votado) a través de un portal americano serían: 

a) EL CASTILLO DE LA MUERTE DE H.H. HOLMES, como se conoció a un hotel situado a las afueras de Chicago y donde el tal Holmes torturó y asesinó a más de 200 víctimas. (Por cierto, el cartel del bar del hotel era precisamente un sombrero, que indicaba que se admitía la entrada sólo a caballeros). 

b) HOTEL DEL CORONADO, a la orilla del mar, en la Bahía de San Diego, California. Es uno de los pocos ejemplos de arquitectura estadounidense que aún existe: un balneario victoriano por cuyas instalaciones pasó toda la alta sociedad americana. Y reúne el requisito de que la historia negra del país afectó al lujoso edificio cuando una joven, Kate Morgan se hospedó allí mientras iba a tratarse un cáncer de estómago y que acabó suicidándose en la que desde entonces se considera la habitación del fantasma, la 1892. Años después la actriz Isadore Rush murió ahogada en la misma playa del HOTEL aumentando la leyenda negra de uno de los hoteles más lujosos del mundo.. 

c) CRESCENT HOTEL, en Eureka Springs, Arkansas, edificado en 1886, para exclusivos huéspedes ricos y famosos, pero que pronto cedió a la crisis y se reabrió en 1908 como Colegio Mayor para universitarias y liceo femenino hasta que en 1937, el multimillonario Norman G. Baker, volvió a abrirlo como hospital y balneario. Tampoco duró demasiado y en 1946 se volvió a intentar reabrir como hotel de lujo, pero se quemó en 1967. Treinta años después fue restaurado y reabierto con el sobrenombre de "El HOTEL más embrujado de América". 

Me niego a incluir detalles escabrosísimos que se hicieron saber sobre el asesinato de Lennon y el rodaje de La semilla del diablo, que ya comenté en mi crítica del clásico y que algún perturbado se encargó de incluir en las votaciones absolutamente distorsionando la realidad y haciendo de un juego para fricazos un sitio insano que se eliminó en breve. 

Pero bueno, lo importante, Ryan Murphy, que no puede ser más activo a través de su cuenta de Twitter, guarda silencio al respecto de las localizaciones, así que tendremos sorpresa segura. 

Sorpresa me causa una noticia que dos días después ha desmentido la misma Lady Gaga. Se publicó que la casa de la primera temporada House of Murderer, había sido comprada por la cantante, en plan mitómana pelín desequilibrada. 

La venta es absolutamente cierta, hasta se conocen cifras y planos, pero no ha sido la Gaga la que compró tal propiedad. 

Otro peldaño más para hacer de AHS un icono del suspense y el mal rollo.

Desde el mismísimo infierno Damien Thorn seguirá muy, muy atento a cualquier novedad para que mis cuervos estén endiabladamente informados. 

Calurosos saludetes.


Crítica: Ex Machina

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“Ex Machina” supone el debut en la dirección del maravilloso guionista Alex Garland a quien seguramente todos conozcáis por ser el encargado del guion de películas como “28 Días Después”, “Dredd” o “Sunshine”. Garland ha probado de más y de sobra su valía como guionista y tras ver su opera prima puedo decir sin temor a equivocarme que si su carrera tras las cámaras sigue el camino marcado en esta cinta puede que estemos ante uno de los directores más prometedores del panorama actual.

La historia nos presenta a Caleb, un prominente informático, quien tras ganar un concurso tiene la posibilidad de conocer a Nathan, su jefe y un gran gurú del mundo de la informática. Y prácticamente se podría decir que hasta ahí llega la trama central de la historia ya que desde este punto de partida y sin introducir casi ningún elemento externo más la película nos ofrece una hora y cuarenta minutos de puro entretenimiento sin perder de vista en ningún momento el trasfondo filosófico de la historia.

Una vez hemos conocido a Caleb y a Nathan llega el momento de que conozcamos a Ava la gran protagonista de la historia y el personaje sobre el que gira el resto de la trama. Ava es la primera inteligencia artificial creada en el mundo que tiene consciencia de sí misma y es capaz de desarrollar sus propios sentimientos y, al menos para un servidor, es el principal elemento gracias al cual la película funciona. Garland demuestra que sabe lo que hace y confecciona una historia en la que la grandeza de la trama no se centra en los efectos visuales o en los grandes avances técnicos si no que se centra en el desarrollo de sus personajes así como en las relaciones que se establecen entre los mismos. 

Con una historia sencilla pero intensa Garland nos introduce en un universo donde es imposible no pensar en los paralelismos que se establecen con empresa Apple y su ya tristemente ausente CEO Steve Jobs y es que el futurista entorno en el que se desarrolla la trama es peligrosamente similar al nuestro. Como si de una nueva entrega de la maravillosa “Black Mirror” se tratara la película decide no quedarse en la superficie y profundizar de forma casi enfermiza en las intimidades y pensamientos de los personajes mostrándonos que no todo es lo que parece en el aséptico paraje en el que nos encontramos. 

Unas actuaciones estelares logran mantener el peso de la trama y nos deleitan a los espectadores con un espectáculo narrativo maravilloso. Destacar por encima de todo a la brillante Alicia Vikander (“El Séptimo Hijo”) que con su interpretación de Ava realiza de lejos uno de los mejores trabajos del año. Correctos también Oscar Isaac, con una actuación mucho más comedida de a lo que nos tiene acostumbrados, y Domhnall Gleeson, quien ya demostró en la anteriormente citada “Black Mirror” de lo que es capaz. 

Alex Garland demuestra una vez más su talento y aunque la historia patina en algunos tramos de su parte central logra salir airoso con un final que aunque peca de efectista a mí me ha convencido. En cuanto a la dirección firma un trabajo tremendamente solvente teniendo en cuenta que es su opera prima y lo más importante es que nos deja algunos detalles que le auguran un muy buen futuro tras las cámaras. 

En resumen un propuesta interesantísima que se convierte en uno de los proyectos de ciencia ficción más interesantes de los últimos años y que cuenta con un desarrollo de personajes y una actuaciones maravillosas. Para un servidor es una de las películas más interesantes y originales de lo que va de año. 

Lo mejor: Alicia Vikander

Lo peor: Algunos tropiezos que el guion sufre en su tramo central.



Crítica: The Lazarus Effect

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En 1983 el escritor americano Stephen King publicó una de sus al menos para mi mejores novelas “Cementerio viviente” (“Pet Sematary”). 6 años mas tarde y de la mano de la directora Mary Lambert la novela fue adaptada a la pantalla grande con el propio King escribiendo el guión de la película y en la que se reservó un pequeño papel de sacerdote en una de las escenas de la cinta. La película en cuya banda sonora colaboraban “Los Ramones” se benefició de la creciente fama de King cuyas novelas ya habían sido adaptadas por directores de renombre como Brian De Palma (“Carrie”), Tobe Hooper (“El Misterio de Salem’s Lot”), Stanley Kubrick (“El Resplandor”), David Cronenberg (“La zona muerta”), George A. Romero (“Creepshow”) o John Carpenter (“Christine”) entre otros y esta pasó a convertirse en una de esas cintas de culto dentro del cinte de terror ochentero con el que muchos crecimos y disfrutamos.

3 años después, la propia Mary Lambert dirigió una muy decepcionante segunda parte en la que ya no colaboraba King como guionista y donde lo más destacable era la presencia de Edward Furlong recién salido de “Terminator 2: El juicio final” (“Terminator 2: Judgment day”) como protagonista. (Recordemos que al menos en España la novela se titula “Cementerio de Animales” mientras que la película de Mary Lambert es “Cementerio Viviente” aunque el titulo original tanto de la novela como de la película es “Pet Sematary”).

Hoy nos llega este “The Lazarus Effect” escrita por Luke Dawson y Jeremy Slater que parecen haberse empapado tanto de la novela de Stephen King como de la cinta de Mary Lambert a la hora de elaborar el guión de su película. Y es que resulta del todo inevitable ver la cinta dirigida por David Gelb sin pensar que es una especie de remake/puesta al día de la historia de King. (Algo así como lo que pasó con la película de Andrés García Bogliano “Late Phases”. Cinta muy deudora, demasiado deudora de “Miedo Azul” -“Silver Bullet”- dirigida por Daniel Attias en 1985 con Gary Busey y un Corey Haim pre “Jóvenes Ocultos” -“The Lost Boys”- y que como pasó el caso de “Cementerio Viviente” el propio escritor se encargó de escribir la adaptación de su propia novela. 

“Late Phases” tenía demasiados elementos comunes con la película de Attias: Desde la discapacidad de su protagonista hasta la importancia de la religión, lo que jugaba claramente en contra de la originalidad de la propuesta de Bogliano). Si la novela de King era una aproximación al tema de los muertos vivientes alejado de la visión de gente como George. A. Romero (Igual que “Miedo Azul” se alejaba de cintas como “Un Lobo hombre americano en Londres”–“An american werewolf in London”. Aunque resulta sorprendente la forma que tiene Lambert de mostrarnos el fantasma de Victor Pascow muy deudora de la cinta de John Landis) donde todo animal o persona que fuera enterrado en un antiguo cementerio indio (Otra vez King vuelve a mostrarnos otra de sus obsesiones, como el uso de esos sueños de la hija del matrimonio protagonista que por momentos nos hacen pensar que tiene el resplandor) volvía a la vida perdiendo una parte o la totalidad de su humanidad, dejando su inocencia y convirtiéndose en una malvada presencia. Dawson y Slater vuelven a trabajar sobre esta misma idea: La vuelta a la vida no será tan idílica como sería deseable. O bien los guionistas no huyen de sus referentes o bien creen que la comparación con la cinta de Lambert va a pasar desapercibida pero cambiar un gato por un perro y jugar con el dolor que supone la perdida de un ser querido hacen que las dos cintas resulten demasiado parecidas (Al menos en su estructura principal). 

Gelb como director se aleja del cine de zombis al uso ya que no estamos ante una cinta gore ni violenta pero si ante una película que posee un leve mensaje. O mejor dicho, ante una cinta que plantea ciertas cuestiones y dudas: “The Lazarus Effect” muestra el consabido enfrentamiento entre la ciencia y la religión representado en la pareja protagonista formada por una Olivia Wilde que aunque su carrera esta plagada de muy interesantes películas (“Rush”, “La Huida” – “DeadFall”, “In Time” o la muy infravalorada “Tron: Legacy”) no acaba de dar con el papel que catapulte a su carrera (Y este está claro que tampoco lo va a ser. Aunque la frialdad que muestra por momentos esta realmente conseguida –su mirada juega mucho a su favor- otras escenas resultan un tanto forzadas lo que nos descoloca un poco) y por un Mark Duplass que deja aquí su faceta como director (Junto con su hermano ha dirigido “Cyrus” o “Baghead” entre otras) y guionista (Las ya citadas o “Creep”) para seguir trabajando en cintas de terror y ciencia ficción en las que tan a gusto parece encontrarse últimamente (A la ya mencionada “Creep” hay que añadir esta “The Lazarus Effect” o “Seguridad no garantizada” – “Safety no guaranteed”- de Colin Trevorrow director que va a dejar de ser un desconocido para muchos gracias a “Jurassic World”).

Pero esta carga moral, este enfrentamiento acaba siendo dejado de lado por parte de Gelb para centrarse en una mas o menos típica historia de terror donde un grupo reducido de personas se verán aisladas en un pequeño recinto (Es en el laboratorio donde trabajan los protagonistas es donde transcurre casi toda la acción de la película) y amenazados por una terrible presencia. No estamos ante un “Alien: El Octavo pasajero” (“Alien”) aunque al igual que ocurre con “Cementerio Viviente” cambiemos al gato por un perro, ya que Gelb se muestra demasiado torpe a la hora de crear tensión, de crear esa atmósfera opresiva y agobiante necesaria para que el espectador sienta miedo y que de forma tan magistral plasmaba Ridley en su película. 

Por desgracia el espectador acabará desconectando de aquello que Gelb le esta contando tras la presentación de los protagonistas (Otra vez volvemos a estar ante una idea que ya nos mostró Caradog W. James en “The Machine”: Un experimento que se realiza en un bunker se descontrolará –algo totalmente lógico en la cinta de W. James pero no tanto en la de Gelb ya que en este caso la única justificación para situar a los protagonistas en un bunker solo es la de aislar a estos en un entorno que se volverá contra ellos- y donde una nueva colaboradora se verá envuelta en medio de toda esta situación. Hay que dejar claro que las películas de W. James y Gelb transitan por caminos muy distintos y los desarrollos de las historias se alejan bastante pero resulta llamativa la coincidencia en el planteamiento de los personajes en ese entorno que se volverá hostil y donde transcurren ambas cintas casi en su totalidad).

Las comparaciones de “The Lazarus effect” con otras películas no se quedan en las ya mencionadas “Cementerio viviente” o “The Machine”, la cinta de Gelb parece beber de múltiples fuentes claramente reconocibles: Desde la mítica serie “Fringe” (Aunque aquí no tenemos a los observadores ciertas ideas parecen extraídas de la serie creada por J.J. Abrams, Roberto Orci y Alex Kurtzman. A cualquier espectador que haya visto “Fringe” le vendrán a la mente ciertas escenas al ver “The Lazarus Effect”) pasando por películas recientes como “Lucy” (Otra vez volvemos a encontrarnos con la idea de que las personas solo usamos el 10% del cerebro y al igual que ocurría con la película de Luc Besson este no deja de ser un hecho que sirve para centrarse en la acción o en el terror.

Imaginamos que la cinta de Gelb no generará tanta polémica como la de Besson por el rigor científico acerca del uso del 10% del cerebro por dos motivos. El primero y mas importante es que la película de Gelb no va a tener la repercusión de la de Besson, es mas, es muy probable que pase desapercibida, el segundo es que Gelb comenta que usamos todo el cerebro pero solo un 10% al mismo tiempo) lo que nos lleva a pensar que Dawson y Slater han cogido demasiadas ideas ajenas y las han intentando mostrar como algo propio o al menos novedoso. 

Es una lastima el desarrollo de la historia, como esta plantea diversas ideas de gran interés aunque igual de una manera un tanto tediosa: El conflicto entre la ciencia y la religión, las dudas acerca de que es eso que llamamos infierno, el desarrollo del cerebro, etc, etc… para desaprovecharlas y centrarse en un cine demasiado típico, un tipo de cine que ya hemos visto demasiadas veces lo que implica que sea difícil, muy difícil llamar la atención del espectador. Resulta demasiado cansino ver a un no-muerto con los ojos completamente en negro, la forma de mezclar sueño y realidad o ver a un cadáver con una sábana en la cabeza… Por desgracia Gelb acaba llevando a su cinta por caminos mil veces vistos resultando todo demasiado conocido lo que hace que en “The Lazarus Effect” el factor sorpresa brille por su ausencia y ni si quiera la breve presencia de Ray Wise consigue sacar al espectador del tedio al que se ve sometido. 

“The Lazarus effect” parece una cinta producida por el ministerio de sanidad que previene a la gente de lo malo que es fumar (Tanto tabaco como cigarrillos electrónicos). Si durante los años setenta y ochenta las cintas de terror castigaban a todos aquellos que bebían, se drogaban o practicaban sexo, la cinta de Gelb parece castigar a aquel que fuma. El cine de terror parece seguir siendo un peligroso referente moral, ahora los pecadores son los fumadores. Como curiosidad cabe destacar la presencia de Even Peters actor que dio vida a Quicksilver en “X-Men: Days of future past” y que trabajó con Aaron Taylor-Johnson en “Kick-Ass” y que también interpretó a Quicksilver en “Los vengadores 2: La era de Ultron”

“The Lazarus effect” es una de esas cintas que poseen un tufillo a déjà-vu durante todo su metraje que resta interés a aquello que el director y los guionistas nos están intentando contar. Con un ajustado metraje que juega a su favor, la película de Gelb se ve con la misma facilidad que se olvida. No es una gran muestra de cine de terror, no es una gran muestra de cine que intente plantear profundas dudas morales pero al menos no es de lo peor.


Crítica: Demonic

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Lo sé. Soy muy consciente de que cualquier película, independientemente del género en el que esté clasificada, si no tiene ningún nombre rutilante al frente de su reparto o tras las cámaras –incluso si los tuviese en este último caso- explota el sempiterno “De los productores de fulanita de tal”. Muchas veces si en la producción lo único potable y comercial, lo único que puede vender la misma, es un guionista hemos visto el no menos clásico "De los que nos trajeron a menganita de tal”. No importa quién sea Fulanita o Menganita, solo reclamar la atención del espectador trayéndole, en su caso, un buen recuerdo.

En el género del terror esta práctica es más habitual que en otros géneros, con la consiguiente mitificación de algunos… ‘elementos’ que quizás fríamente por resultados y trayectoria no lo merecerían. Atrás quedaron aquellos tiempos donde un cineasta se hacía grande en base a la dirección y no como ahora a su producción. Si uno echa la vista atrás recordará nombres míticos como los del “Dios” Carpenter, Hooper, Dante y en menor medida Craven que fomentaron su carrera cámara en mano. El “lunar”, por llamarlo de alguna manera, el otro “Dios” Corman, pero lo suyo era más trabajo que el a veces mecenazgo que vemos ahora. 

Un ejemplo lo tenemos en Eli Roth. Llegado casi al mundo del cine de la mano de Quentin Tarantino, Roth solo ha rodado hasta el momento –no cuento todavía “Green Inferno” y “Knock knock”- tres largometrajes: “Cabin fever”, “Hostel” y “Hostel 2”. Sin embargo el tío se sabe mover como pez en el agua en esto del marketing, y ya ha “apadrinado” 17 largometrajes –repito, 17- a los que, claro está, ha prestado su nombre. Brutal, ¿no? Eso sí que es sacar rendimiento a un nombre… más que a unos resultados ya que… 

Con James Wan, productor de esta “Demonic” y meta a la que quería llegar con esta larga y espero que no del todo pesada introducción, ha sucedido algo parecido, con la diferencia de que si dejamos de lado la franquicia “Saw” de la que es creador, su carrera como productor nace a raíz del fenómeno “Expediente Warren” cuando ya llevaba a sus espaldas seis películas, incluida esa, como realizador.

Otra diferencia, para bien al menos para mí, es que el cineasta de origen malayo sabe cuidar muy bien sus retoños/producciones ya que intenta dejar su huella en las mismas. Está claro que diez de sus once producciones son secuelas o spin-offs de historias paridas por él, pero se aprecia, por mucho que él no las dirija, ese sello ‘James Wan’ que al fin y al cabo es el que debe dar confianza cuando aparece su nombre como presentación de la película en la carátula. 

Ahora bien, fijaros en ese diez de once que comentaba. La undécima, esa rebelde que cual oveja negra encabritada amenaza con derrumbar el castillo de naipes que he construido con mi introducción, es esta misma “Demonic”. Con ello, ¿conserva esta esa etiqueta o estilo ‘Wan’? 

Por un lado sí; uno puede apreciar algunas marcas de fábrica de su productor como por ejemplo la dependencia de una escenografía para crear un puente natural, creíble, entre los espectadores y los personajes casi siempre centrada en una casa. Con decir que hasta veremos en unas secuencias muñecos de estos ‘que se nos hacen siniestros’ en una de las habitaciones… 

Sin embargo, hay otras cosas que no son tan de Wan. Nos falta esa emotividad con la que el realizador está caracterizando sus trabajos. Aquí hay un atisbo en una de las secuencias cuando aparece la madre del protagonista, pero ni por asomo –nunca mejor dicho- vemos sentimiento. Y hay más, pero mejor ir poco a poco. 

El motor de la historia en esta ocasión es la filmación de un documental al más puro estilo “mockumentary” con lo que uno detecta un cierto tufillo de que la película va a favor del viento reinante, esa misma moda del “found footage”. Sin embargo, el concepto de mezclar presente-pasado, investigación policial-hechos, es el que lo separa a su vez de ese cajón de sastre en que se ha convertido este ya casi subgénero. Es cierto que no es original ya que sin ir más lejos Olatunde Osunsanmi en “Evidence” ya vio que mezclar estilos y ponerlos al servicio de una investigación policial podría tener su atractivo, pero al menos, como decía, no resulta tan oportunista. 

En todo caso y a colación de lo dicho, conviene aclarar dos términos: uno, que por mucha impronta “found footage” que parezca que vaya a tener la cosa, la cámara al hombro casi es una anécdota pues la puesta en escena es formal predominando la conservadora perspectiva en tercera persona, y dos, que ‘por la boca muere el pez’, es decir, por precisamente innovar en su propuesta argumental es por donde la película termina tropezando. 

Tras poner en situación a la gente nos encontraremos con esa clásica película de casas encantadas y cazafantasmas kamikazes; y es aquí donde también denotaremos la huella ‘Wan’, tanto que no me duelen prendas si digo que “Demonic” en esta fase luce como pocas, en base a sustos y apariciones, claro está, pero a un muy buen nivel. Por un lado nos encontraremos con los típicos sustos acompañados por sonidos y notas de la Banda Sonora elevados de volumen. A su favor hay que decir que el número y la cadencia son considerables, y que aunque algunos ya sepas que te van a sobrevenir, caerás igualmente. 

Por el otro lado, esas apariciones que sin ya artificios y añadidos de ninguna clase son los que verdaderamente te erizan el vello de la nuca y que actualmente muchos están copiando a Wan. En este apartado y fase, afortunadamente el grueso de la película, obtiene una nota alta.

Desgraciadamente, y aquí llegamos al gran hándicap de la producción, en sus últimos quince-veinte minutos casi echa abajo todo lo logrado. Casi no, lo echa directamente. 

En ese ímpetu por seguir una línea policial cercana al thriller, la película se desconecta del género del terror –cosa que sí lograba por el contrario la vilipendiada “Líbranos del mal”- para ya no solo distanciarse de las sensaciones sino hasta enredar al personal con el único objetivo de que no se entere de lo que está por venir. Sinceramente, y dejo de lado la perspectiva más o menos objetiva que intento llevar en toda reseña, creo que el realizador Will Canon con su cohorte de guionistas tuvieron problemas con su desenlace y alguien –no sé si Wan- dijo que tenían que acabar rápido y tajante porque el remedio podría ser peor. Solo así se entiende que la película dure 1h. y 20min. 

La explicación que se da al asunto es torpe, no tanto por la carga implícita de manipulación, algo a lo que tristemente ya estamos habituados los amantes al género, sino por las incógnitas que deja. Irónicamente diríamos que facilita el debate a su finalización, pero por más que busques respuestas, respuestas que abrirían la puerta -jugando con el tema de la película…- a los spoilers, cierra la de otras cuestiones encontrándote en un callejón sin salida. Para estas ‘explicaciones’, mejor dejar la cuestión al limbo de lo sobrenatural… 

Resumiendo, “Demonic” es un film competente de terror que podría haber dado mucho más de sí con tal de, ya no estar mejor rematado sino haberlo simplemente estado. Por momentos acongoja, pero cuando mejor está, se echa a perder. Es como cuando te plantabas ante un examen y las primeras preguntas te las sabías, te venías arriba, y luego caías víctima de la depresión al ver como las últimas preguntas ni las entendías. Se nota el toque Wan, pero no es suficiente.


Crítica: The Stranger

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Hablar de vampiros en el cine de terror actual, es poco menos que ponerle nombre y apellidos a la decadencia del mismo. En una época aciaga, donde el vampiro más grande y majestuoso que haya seccionado jamás una yugular, el único e inigualable Christopher Lee, nos ha dejado, el devenir de su especie en el mundo del celuloide se presenta como poco, incierto. Si en este ocaso de glorias pasadas, no comenzamos a tratar con el respeto que merece la antaño, aterradora figura del señor de la noche, nuestra suerte (la de los que crecimos bajo la oscura sombra de “Drácula”) parece sentenciada de manera irremediable a una agónica muerte al amanecer, convirtiéndonos en polvo mientras en un circense escenario, cuan atracción de feria barata, se mercadea con la figura del vampiro en el mercado teenager y la cultura pop.
Esta ruptura de la figura del vampiro con el género que le vio nacer (o no morir), convirtiéndola en puta barata a la que utilizar como mera carne de otros tantos géneros cinematográficos destinados a público, que poco o nada tienen que ver con terror, es la estaca de madera que se clava en el pecho, pero la falta de ideas de aquellos que intentan exprimir y rentabilizar su legado infructuosamente, con la mediocridad como única compañera de viaje, es la maza que la golpea y la hunde hasta lo más profundo del corazón dando así fin a una existencia de inmortalidad y pecados inenarrables. 

Hablar de vampiros en el cine de terror actual, es poco más que enfrentarnos a guiones de mierda elaborados por cabezas rellenas de serrín que no sabrían escribir un buen relato de terror ni que el mismísimo Bram Stoker llamase a sus puertas y les descubriera los más oscuros secretos de la no vida. Por lo tanto, no es difícil explicar como pueden pulular recientemente por ahí aberraciones tales como “The Curse of Styria” (Mauricio Chernovetzy & Mark Devendorf) destrozando el mito de Carmilla sobre la cual, ni siquiera he tenido a bien hablar para no aburrirme yo, ni aburrir al personal, aunque sirva al menos a modo de mal menor, como perfecto ejemplo de esa mediocridad cuasi innata que funciona ya prácticamente como denominación de origen del subgénero vampírico. 

El año pasado, pudo verse en el festival de Sitges (y aquí os lo contamos con pelos y señales), la nueva cinta de Martín Desalvo: “El Día Trajo la Oscuridad”, aunque fallido, un noble intento de dignificar el subgénero a la vieja usanza y no deja de ser curioso que sea otro latino americano, el chileno Guillermo Amoedo, quien haya triunfado allá donde fracasó su predecesor y lo haya hecho además, alejándose una vez más del terror de corte más clásico para adentrarse en otros terrenos cinematográficos como son los del drama, el thriller o el western moderno. 

Y es que “The Stranger”, cinta que además (y esto no tiene porque ser necesariamente algo positivo) llega abalada por un peso pesado del género venido a menos como es Eli Roth (terrorífica pinta la que tiene su nueva película), se nos presenta como una curiosa versión vampírica de aquella estupenda“Frío en Julio” (“Cold in July”, Jim Mickle, 2014), lo que sin duda también puede refrescar en nuestra memoria aquella mítica “Los Viajeros de la Noche” (“Near Dark”, Kathryn Bigelow, 1987). La vestimos con lo mejor del cine independiente “cultureta” en las formas, y tenemos como resultado una de las propuestas más estimulantes en las que se hayan visto mezclados los chupasangre. 

“The Stranger” es un neo-western de alta carga dramática, que nos adentra en las entrañas del cine de violencia con suma elegancia, introduciendo además las suficientes notas de terror como para dar forma a un sugerente relato que versa sobre las miserias existencialistas de la vida eterna, la soledad, la necesidad de amar, el peso de la sangre o la venganza. Todo ello presentado como digo, con una sobria y cuidada puesta en escena que en muchas ocasiones, puede recordar al mejor cine escandinavo y por supuesto, a su obra cumbre en lo que a cine de vampiros se refiere: “Déjame Entrar” (“Let The Right One In”, Tomas Alfredson, 2008). 

En “The Stranger”, Amoedo, experimentado guionista que ha trabajado junto al propio Roth en “Green Inferno” o la inminente “Knock Knock”, demuestra que la importancia de los medios es relativa y que con buenas ideas y un buen libreto, se puede sacar mucho partido de una idea aparentemente muy pequeña. En este caso, reutilizando elementos típicos del western para presentarnos al anti-héroe de turno, introducirlo en el lugar adecuado en el momento adecuado y esperar a que la naturaleza humana (y no humana) haga el resto. 

Unas interpretaciones consistentes por parte de un reparto compuesto principalmente por actores chilenos, los cuales consiguen canalizar en todo momento las fuerte carga dramática del filme, es otro de los grandes activos del mismo. No el único. Al sencillo pero efectivo guión, hay que sumar la personal cinematografía del sr.Amoedo, quien sabe sacar lo mejor del “gafapastismo” escénico para dotar a su historia de personalidad propia, amén de la estupenda partitura compuesta por el español Manuel Riveiro. 

En conclusión, “The Stranger” ofrece bastante más de lo que promete una cinta modesta que viene con aquello tan contraproducente la mayoría de ocasiones de “Presentada por...”. En esta ocasión, el “amiguismo”, lejos de ser un handicap, es la excusa perfecta para que los más escépticos se acerquen a esta pequeña producción de género chilena que toca varios subgéneros y todos ellos bien. Una cinta pausada y cercana que huyendo de efectismos, consigue cocinar con solvencia una receta que combina a la perfección lo mejor del cine vampírico, con lo mejor del thriller de venganza dando como resultado un título fresco, emotivo y muy recomendable. Más, en los tiempos que corren. 

Lo mejor: Su elegante puesta en escena, la brillante narrativa (toda una master class de como utilizar el recurso del flashback) y el gran partido que consigue sacarse de su a priori, sencilla premisa. 

Lo peor: Como siempre en este tipo de casos, su ritmo excesivamente lento, puede resultar prohibitivo para los que busquen otro tipo de experiencia más bombástica.


Crítica: Killer Legends

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Buscar dentro de los miedos que a todos nos han atacado alguna vez para hacer un compendio de terrores colectivos es el fondo de lo que el director y guionista Joshua Zeman, aquí también actor, un Juan Palomo en condiciones, pretende con Killer Legends, y bucea en cuatro leyendas urbanas, un término que huele muy a americano en plan encefalograma semiplano pero que es universal ya como los huevos fritos. Así, acompañado de Rachel Mills se recorre la geografía americana en busca de crímenes verdaderos que sobrepasan la leyenda y siguen aterrorizando al común de los yankis.

Y en realidad el documental que se montan cumple sobradamente con algunos de sus planteamientos, si bien el resultado se queda un pelín necesitado de brío y garra. La cinta nos acerca a una leyenda que a mí me encanta en su otro aspecto: Candyman. Candyman es una saga (tres pelis ya es saga, no?) de terror fantástico que me enganchó en plena pubertad. Pero aquí el infame “Hombre de los caramelos” es otro, el que cada Halloween cuando decenas de muchachos se plantaba en su puerta con el famosos “truco o trato” o “caramelo o huevazo en tu fachada”, daba caramelos envenenados a los visitantes cansinos. (En mi pueblo eran agujas las que se daban dentro de las empanadas de la feria). La cinta nos lleva a Houston, Texas, donde la leyenda de los dulces contaminados tiene su origen y protagonistas, el pequeño Timmy O`Brian envenenado mientras la canguro le cuidaba. Y esta leyenda urbana le sirve para desgranarnos otras tantas, como el asesino con un gancho por mano marcando desde el interior de la casa y atemorizando a la canguro hasta la saciedad, cual teleoperador de Vodafone. 

Así, una vez entendido el concepto, Killer Legends se va convirtiendo en un entretenido y hasta fascinante “documental” en el que Zeman trata de ir más allá de las viejas historias sobreexplotadas para buscar el origen real, el inicio último de esas leyendas extendidas, analizando los hechos y argumentos que contribuyeron a propagar y difundir estos cuentos locales a lo largo de todo el mundo y a través de los años haciéndolos algo universal que se cuenta a modo de parábola terrorífica y como bien claro deja el docu, tratando de ser una lección de vida que generalmente ataca una conducta determinada. 

Y es que hay algo fascinante, mórbido y retorcido que nos atrae, curiosos a analizar y olisquear esos actos depravados y malignos que han conectado las diferentes sociedades humanas desde mucho antes de la existencia de internet e incluso hacerlas propias, añadiendo generalmente un toque aún más depravado cuando la contamos, el típico grano de arena que en dos horas es duna. Así, un grano de arroz, generalmente inexistente, se convierte en paella valenciana o en montaña, pero en montaña ubicada en toda localidad y aunque nunca se ha vivido en primera persona sino que “le pasó a un tipo que conoce un amigo mío”, todos damos por sentado como verdaderas, atractivas a más no poder y terroríficas. 

El ambiente que el estilo de Zeman crea y configura en este documental es a ratos convincente y hasta adecuado, misterioso, pero en otros momentos es realmente fallido, malhumorante, absurdo y bobo. Es el mismo estilo ya usado en su anterior Cropsey que es un documental a ratos tan bueno y a otros, regulero, regulero, sobre la leyenda del americano boogeyman, personaje en teoría real, que vivió en Staten Island en las décadas de los 70 y 80, un secuestrador convicto llamado Andre Rand al que se culpó de las desapariciones de cinco niños dando lugar a toda una leyenda urbana en regla. Pero "Cropsey" fue mucho más allá y supuso un puñetazo en plena tripa como documental que inició un examen de una leyenda urbana y acabó convirtiéndose en una exposición a gran escala de algo aún mucho peor que muchos prefieren que ignoremos, el interior de un hospital para enfermos mentales en el que no se estaba haciendo mucho por sus pacientes, y eso, siendo prudentes... 

Killer Legends es ágil y no demasiado aburrida, sigue limpiamente las líneas trazadas de antemano en la historia, y soltando la información a cuentagotas, justo en lo suficiente para satisfacer sin llegar a intimidar o sobresaturar al espectador, que queda con ganas de más incluso, y es que como dicen en mi pueblo, “más valen ganas que palanganas”. 

Killer Legends podría haberse convertido en un documental/peli bastante terrorífica, jugando con escalofriantes narraciones propias del campamento de Crystal Lake en plena fogata nocturna, y tocando temas como el hombre gancho, el payaso asesino, el psycho killer intruso con la niñera en casa y demás, si el director hubiera puesto un poco más de “alma” en su proyecto en lugar de buscar los detalles necesarios para narrarlos con un toque racional, Como docu, es sorprendentemente eficaz e incluso por momentos psicológicamente terrorífico, pero en su frialdad se encuentra lastrado y nos deja un pelín fríos. 

Lo que está claro es que el tema de la leyenda urbana sigue provocando una inmensa inspiración creativa que casi parece interminable. 

Y es que muchas de nuestras películas de terror favoritas tienen su base argumental en alguna de estas leyendas urbanas. A mi, sin ir más lejos, la franquicia Urban Legend me parece bastante decente en su puntito canalla y sin pretensiones. 

Este nuevo documental de Joshua Zeman intenta llegar al fondo de esas leyendas analizando cuatro de las más conocidas, pero desgraciadamente se queda a medio camino. 

Una buena manera de disfrutar la peli es viéndola conjunta con su predecesora, si bien hay una clara diferencia en formato y enfoque, tratando el mismo tema. Ambas películas comienzan exponiendo una leyenda urbana y la conectan a sucesos reales con una clara moraleja final para los padres de todo el mundo, lo que no deja de ser reaccionario, facilón y hasta cutre, porque todos los pueblos de todo el mundo tienen alguna leyenda urbana en su historia nunca narradas por testigos de primera mano, a pesar de que aquí, en Killer Legends, todos esos protagonistas parecen haberse puesto de acuerdo para salir del armario y contar su experiencia... Un poco raro, raro, raro... 

Pero Joshua Zeman, cuan Javier Cárdenas reportero dicharachero en sus entrevistas a las hermanas del Baptisterio (por favor, si no las conocéis, buscad en Youtube, porque son un “must”) viaja a cuatro ciudades diferentes en los USA, en busca de esas personas con ganas de hablar y fíjese usted, las encuentra. En su viaje reporteril lleva consigo a una investigadora llamada Rachel Mills, a la que si buscamos en IMDb encontramos en producciones de televisión reales!!!. Así, a diferencia de lo que sucedía en el documental Cropsey, Zeman se pone a sí mismo y a Mills justo frente a la cámara, en el medio de Killer Legends, y no nos limitamos a escuchar sus voces en off, lo que, en serio, refuerza y mucho la veracidad pretendida y es digno de loa y aplauso. A mí desde luego no me verán vagando por Texas, Missouri e Illinois en busca de la verdad, no... 

Dos de las leyendas urbanas que el documental analiza han sido llevadas tal cual al cine. La primera, el film de culto de 1976 remakeado el año pasado por el equipo de “AHS”, “The town that dreaded sundown”, una plasmación del hombre del gancho realmente intensa sobre un asesino que anda suelto a sus anchas en Texercana, una ciudad pequeña. Tengamos en cuenta que esta peli es dos años anterior a Halloween y que el asesino se divierte con una mirada similar a la del mismísimo Jason Voorhees en el original viernes 13, tras su máscara de hockey. Y es que las raíces de esta leyenda urbana han marcado las pautas para que dos sagas innegablemente punteras y revolucionarias en esto del terror vieran la luz. 

La otra leyenda adaptada y requeteadaptada es la de la niñera que ya se convirtió en un corto titulado “The Sitter” del director Fred Walton y en 1979, se convirtió en el largometraje “Cuando llama un extraño” y secuelas... Sin las que mi amado tito Wes Craven no habría tenido la misma repercusión en su reinvención del slasher, “Scream”. Pero es que, rebuscando en la historia encontramos que en Columbia, Missouri se produjo la violación y asesinato de una joven, Janett Christman en 1950, que fue agredida sexualmente y estrangulada mientras hacía de niñera para una familia local, lo que sin duda fue el germen de esta leyenda urbana globalizada. 

En el segmento del payaso asesino Zemen intenta, desatinadamente en mi opinión, conectarlo con el asesino en serie John Wayne Gacy, con el que guarda pocas similitudes y que también se ha adaptado al menos en dos ocasiones de manera fiable.Pero al menos en esta ocasión, si uno se pone a reflexionar, vemos que la realidad puede superar con creces a la leyenda urbana, y que la maldad siempre será mayor en la vida diaria que en el cine, a Dios gracias... 

Y llegamos a la leyenda de los dulces de Halloween envenenados, que aquí en España apenas ha tenido calado pero que en los USA ha traumatizado a generaciones varias, convencidas de la maldad de sus vecinos más cercanos y alimentada la paranoia por los carroñeros medios de comunicación de Pasadena en su momento. 

Así, Joshua Zeman (Cropsey 2009) y Rachel Mills (American Pickers 2012) son más que eficaces adentrándose en nuestras pesadillas y temores originales y comunes, al llevarnos en su viaje hacia la dura realidad en la que las leyendas se inspiran y desarrollan. Pero sin duda, si la cosa fuera de hace unos veinte años sería inevitablemente más inspirador, aterrador y efectivo que a día de hoy, cuando todos tenemos la posibilidad de comprobar las fuentes de estos mitos con sólo pulsar unos cuantos botones del teclado. 

Y eso es precisamente lo que me parece más fascinante del documental: asistir a cómo todas estas leyendas se extendieron sin el uso de internet, a través del boca a boca y los medios de comunicación que lograban que estas historias creciesen. 

Lo mejor: Su interesantísimo concepto.

Lo peor: Pretende ir de súper informado cuando mi sobrino podría documentar esas cuatro leyendas en dos horas con internet. 

Killer Legends tiene previsto lanzamiento en DVD el 1 de julio, así que pronto estará disponible multiplataformerrrrr.... En los USA ya está disponible para su descarga a través de iTunes desde Gulp Pictures y Storyville Entertainment y disponible en DVD, para la Región 1 a través de Breaking Glass Imágenes. (Para que luego digáis que no os informo).


Crítica: Jurassic World

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Recién salido como estoy de la almodovariana clínica López Ibor por el acuse ciclotímico y desdoblamiento de personalidad sufrido tras ver esta peli me dispongo a, con mi gemelo bueno (ese que devoré en el útero materno pero que me sigue hablando al oído) hacer por fin una reseña en la que os relate mi maníaco depresión jurásica.
Hace una semana, llegaba, precedida de bombo y platillo spielbergiano la muy esperadísima por mí (soy de la generación IloveJurassicPark), el cuarto remake/reboot/spinoff/revisitación/continuación de saga del verano tras la excelencia de Mad Max, la notable Insidious y la nefasta Poltergeist y servidor se fue al cine, pidió sus gafas 3D psicotrópicas y se metió de lleno en la peli. 

Dirigida por Colin Trevorrow, al estilo de lo que vienen haciendo las mainstreams, o sea, coger a un dire que ha hecho una peli guay (en este caso Seguridad No Garantizada, que arrasó en 2012 y paseó por festis como Sundance, Gotham, Sitges y demás) y encargarle que haga exactamente lo opuesto, una mastodóntica producción, con claras reminiscencias del original al que se quiere exprimir aún un poquito y protagonizada por una actriz que personalmente me flipa (la Dallas Howard, que cómo estará de estupenda que sale con un coprotagonista wenorro y sudado con unos dorsales como estanterías de Ikea al que casi ni miré en dos horas y un pico), con un remix de la música original (temazossss) y unos efectos especiales de órdago. 

Pues bien. Han pasado 22 añitos desde los últimos y desastrosos acontecimientos ocurridos en Jurassic Park, y la isla Nublar ha sido transformada en un inmenso, moderno y high class parque temático, Jurassic Wold, en el que las atracciones son una especie de versiones domesticadas y creadas en laboratorio de algunos de los dinosaurios más conocidos. En el parque/isla/mundo trabaja la pelirrojita Howard, que es hermana de otra pelirroja abogada/mujerdesesperada/al borde del divorcio que para tener un finde libre manda a sus dos hijitos (el niño de Insidious, que acabará traumatizado y gastando todo lo que gane en psicólogos y su hermano mayor en plan pepitopiscinas ligón) a pasar unos días con los dinos. Pero en el parque no todo es lo que parece, el mandamás, un indio odioso que va de happy flower quiere más emoción y los inversores más pasta, por lo que el doctor chinorri mezcla genes en una batidora y se monta un dinosario nuevo, espectacular, malvadísimo: el Indómitus Rex, que acaba resultando más despiadado e inteligente de lo que se esperaba y en un pispás se escapa de su corralito modernoquetecagas y empieza a causar estragos, gores por completo (mmmmmm) entre los 20000 visitantes del Parque. 

A ver quién es el guapo que viene y me dice que esto no es un planteamiento en toda regla que encima la Universal se ha encargado de que sea muchísimo más grande, rápida, gore, terrorífica y ruidosa que el resto de la saga con momentos que reviven inevitablemente el espíritu de la original, absolutamente disfrutables. 

Pero sí, ahora habla mi gemelo y me recuerda que TODO es exagerado, impersonal y efectista en no sé muy bien si el buen sentido de la palabra, con un claro afán mercantilista (el abuso de la publicidad es vergonzoso) y las ansias de llegar a todos sitios sin centrarse en ninguno, en plan reboot pretencioso muy alejado, vamos, diametralmente opuesto a lo que se ha logrado en la maravillosa 'Mad Max: Fury Road' que no cesaré de recomendar. 

Pero si una cosa es cierta es que desde luego está hecha por alguien que conoce, respeta y ama Jurassic Park, su sentido de la emoción y del humor, ( de hecho ya hay rumores, ¿cómo no?, de que el director bajo la sombra es Steven S., que deja que el dire sea el que se coma los marrones de la crítica, tipo listo el Spielberg) y si bien es torpe al intentar esconder su afán sacacuartos, resulta más que hábil a la hora de hacernos pasar un buenísisisisimo rato con el aire acondicionado a tope y en nuestra sala de cine... 

El experimento, desde luego ha resultado, si bien la inversión es BRUTAl, más de 200 millones justificados de dólares (hay quién asegura que casi el doble), en taquilla la peli ha establecido un nuevo récord histórico en un fin de semana: 511,8 millones de dólares, 204,8 sólo en USA, flípenlo... Así que las Re-Sagas están más que aseguradas. 

Y ahora viene mi debate interno, mi desdoblamiento, mi desquicie...

¿Qué te ha parecido, Damien Thorn, qué nota le cascas?...

Mi Yo criticón y negativo la suspende y se enerva, porque en un segundo visionado la emoción es nula, porque la trama es casi un calco de la original y no se resuelve ni una sola de las subtramas metidas con calzador, porque el guión es bochornoso y los personajes puros estereotipos exagerados al servicio, sí, de unos efectos digitales omnipresentes y bastante decentes, pero en absoluto nuevos. No se puede tratar al público como ganado ovino, no por colocarnos un reclamo excelente vamos a balar y aplaudir, y el desgaste en esta época 3D es más que evidente y hace que se toquen cosas intocables... En un principio, claro, es apasionante la idea de revivir emociones y sentimientos míticos (¿quién no flipó con el momento en que se ven los dinos en la original?), pero por desgracia, eso es o parece ser, inviable, a la vista de los resultados y todo se queda en un juego de luces de artificio y fuegos fatuos y vertiginosos, vamos, el mucha chicha y poca limoná, un refrito del guión original con ideas belicosas y racistas, con tres malos malísimos que son puro estereotipo y un domador de dinosaurios que es como el encantador de perros más el hombre que susurraba a los caballos en plan jurásico y probablemente uno de los peores finales en lo que va de año, una pelea surrealista con final feliz made in Steven S. que es de taparse ojos, oídos y ojetes. 

Y es que no se puede (o debe) insultar la básica inteligencia del espectador pensando que el público va a ser un mix de niños flipados con el fenómeno saurio, fricazos que saben cómo se descompone una proteína y padres indulgentes encantados de que sus infantes callen la boca dos horas. 

A la mitad de la peli ya estás mirando el reloj, todo es incoherente, las cosas empiezan a chirriar no sólo en la isla y no hay nada de lógica, sólo efectos y más efectos... Y la Howard, embelesadora, pero recorriendo la isla con tacón de aguja, reconvertida en heroína porque se anuda una blusa Chanel y se mancha y llora cuando un dinosaurio se muere (sin tener mucho remordimiento por la que se está liando en el zoo). 

Y por favor, que alguien me explique cuantos raptores hay...Porque les matan hasta con un misil pero siguen reapareciendo, Blue, enamorada de su macho Alfa humano... Muy típico de una especie táaan cariñosa como los lagartos, sippp.. 

Así que mi gemelo, el coherente, el meapilas y el coñazo le casca un 4/10 y me dice que es generoso.

Pero amiguetes, alguien que disfruta como un enano dos horas y pico, sudándosela la coherencia interna (qué pesadilla con las coherencias), no puede sino darle un notable, y alto, a una peli que es, vale, sólo eso, PURO ESPECTÁCULO. 

No todo tiene que ser intelectualidad, originalidad y cinema verité.

Damien Thorn se gasta sus doce euros con gafacas para gozarlo al fresquito, y es innegable que si te mola el original, si echabas de menos un poco de sangre en la trilogía, si no te molesta oir comer palomitas a mandíbula batiente y crees que el cine no sólo es arte, sino entretenimiento, lo vas a pasar pipa. 

Porque los momentos en que la acertada musiquilla original se cuela, me ponen la carne de gallina y los pezones piercingados de punta, porque la camiseta del parque original, la colección de dinos de plástico y el regreso a donde todo empezó me parece espectacular, porque no necesito plantearme si lo que sucede en pantalla es viable o posible o racional, está en la pantalla, que es donde debe estar. Y porque oigan, si disfruté hasta de JP3, que es con diferencia la peor de la saga y muy muy inferior a este reboot, cómo coño no voy a gozarla con algo muchísimo más atractivo, visual y aterrador, que va más allá de la saga y se une al jueguecillo Jurassic Park de Sega, en el que el objetivo era recrear un parque de atracciones saurio, según el sueño del creador, del gran John Hammond al que la peli rinde homenaje. 

Y porque la Howard está requetebuena, pero cuando mi gemelo no se daba cuenta también miraba a Chris Pratt, (Guardianes de la Galaxia), que está como un queso y subido a una motaca en plena noche, entre su manada de velociraptores, hace que me olvide hasta del Goldblum. 

Así que sí, a este blockbuster del montón, veraniego a más no poder, disfrutable a saco y molón, Damien Thorn le casca un merecido 8/10. ¿Qué menos? Si quieren hagan la media, pero no se la pierdan si mínimamente han entendido mi deleite jurásico...


Crítica: Hell´s Ground

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A priori “Hell’s ground” no puede resultar mas llamativa: Vendida como la primera película gore paquistaní, la cinta dirigida por Omar Khan mezcla el cine de zombies (Variante infectados) con un asesino en serie que sigue la línea marcada por “La Matanza de Texas”.

Como en todo slasher que se precie todo asesino ha de llevar algo que lo diferencie del resto, si en la cinta de Hooper, Leatherface llevaba una máscara hecha con piel humana e iba armado con una motosierra, si en “Pesadilla en Elm Street” Freddy Krueger vestía un jersey a rayas rojas y verdes que complementaba con un sombrero y unos guantes con afiladas cuchillas o si en “Halloween” Mike Myers se tapaba el rostro con una máscara de hockey, en “Hell’s Ground” nuestro terrible asesino lleva un burka blanco que le cubre todo el cuerpo (Como no podía ser menos viendo de que país nos llega esta película) y su arma es una especie de mangual (Arma medieval parecida a la que usaba la famosa Gogo Yubari en “Kill Bill Vol. 1”). Y son estas dos ideas, tanto el traje como el arma, junto con la banda sonora lo que hace de esta cinta una película de lo mas exótico, uno de esos extraños placeres para el disfrute de todos aquellos amantes de las rarezas, de un cine diferente y cuando menos llamativo. Pero hemos de ser honrados con esta película y hay que reconocer que tras esta exótica envoltura la cinta escrita por el propio Omar Khan y por Pete Tombs resulta una aburrida película que utiliza todos los tópicos del slasher sin aportar nada nuevo al género. Solo el hecho de que esta sea una producción paquistaní y de que el asesino lleve un burka hará que esta película sea recordada por muchos como una rareza dentro del cine de terror. 

Otra vez volvemos a encontrarnos con ese grupo de jóvenes que van de viaje en una furgoneta, esta vez la excusa no son unas idílicas vacaciones en una cabaña en medio de las montañas si no un concierto y otra vez tras realizar la típica y tranquilizadora parada donde estos se toparán con un simpático lugareño acabaran perdiéndose en el peor sitio del mundo. (La idea de mostrar a los viajeros parándose en una gasolinera, supermercado o tienda para hablar con un personaje que les meterá el miedo en el cuerpo es algo típico de muchas de estas películas y fue parodiado con notable maestría por Drew Goddard en “The cabin in the woods". Excelente película que en España se vio relegado directamente al mercado del dvd y solo se pudo ver en pantalla grande en algunos festivales de cine. 

Lamentablemente la cinta de Goddard no encontró hueco en el circuito comercial de las grandes salas pero parece que si hay hueco para bodrios como “Superpoli en las Vegas”) “Hell’s ground” es una cinta pequeña, muy pequeña que parece tomar ciertos elementos de “Posesión Infernal” de Sam Raimi, algo que se puede apreciar en la forma que tiene Khan de mover la cámara en el bosque, en la iluminación de ciertas escenas complementada con el uso de la niebla, en el proceso de transformación de uno de los protagonistas o en esa falta de medios patente en ambas cintas. Pero si mientras la película de Raimi resultaba un muy entretenido festival gore, “Hell’s Ground” aunque se ve bien acaba cayendo en lo monótono, en lo soporífero y ni la historia nos ofrece nada interesante ni el gore es lo que esperábamos lo que hace que la cinta de Khan acabe resultando una película tremendamente decepcionante. 

Pero “Hell’s ground” no solo nos trae a la cabeza “Posesión Infernal” de Sam Raimi o “La Matanza de Texas” de Tobe Hooper (La idea de los jóvenes excursionistas que acaban llegando a una casa donde vive una familia de psicópatas hace que argumentalmente la película de Khan este mas cerca de la cinta de Hooper que de la de Raimi), también la opera prima de Eli Roth “Cabin Fever” esta presente en “Hell’s ground” (Aunque es posterior tanto a la cinta de Roth como a la de Khan sería recomendable ver el cortometraje “Cólera” de Aritz Moreno que bien podría considerarse como una especie de precuela apócrifa de la película de Roth y por tanto casi de la de Khan). 

Y es que tanto “Cabin Fever” como “Hell’s ground” nos muestran un extraño virus que se transmite por el agua y que convierte a la gente en una especie de zombies (No voy a aprovechar estas líneas para volver a tratar el tema de la diferencia entre los zombies y los infectados aunque me gustaría…). Esta idea resulta cuando menos llamativa en la película de Khan ya que parece fuera de lugar debido a que el director la toma como base para el comienzo de su película para acabar relegándola a un segundo plano llegando incluso a hacernos creer que este se ha olvidado casi por completo de ella y centrarse en esa familia disfuncional que se dedican a matar a todo el que cae en sus garras. Y esta forma de abordar la mezcla, o la aparente mezcla, entre el cine de zombies y el slasher de toda la vida hacen que más de uno pueda sentirse decepcionado con la cinta de Khan ya que este intenta usar ambas ideas como metáfora de la situación del país sin conseguirlo. 

Resulta clara y evidente la carga crítica de la cinta en su primera parte donde uno de los personajes comenta que su país esta volviendo a la edad de piedra y donde se muestran ciertas manifestaciones por parte de los habitantes de algunos pueblos debido a que el agua esta contaminada y el gobierno no hace nada para evitarlo o explicarlo a lo que obviamente hay que sumar que el asesino de la, digamos, segunda parte de la cinta lleva burka y utiliza un arma de tipo medieval. Pero Khan no es Romero y este intento por hacer que su cinta no solo sea un mero entretenimiento gore si no una especie de critica de la situación de un país acaba por ser un quiero y no puedo, algo que parece mas una forma de alargar el metraje y hacer que esta cinta tenga una duración estándar mas que por el hecho de la crítica en si misma. Por desgracia esta idea aunque pueda resultar bien intencionada rompe con lo que esperamos encontrar en una película como esta. Tal vez ni esta sea la cinta adecuada para meter de soslayo una crítica como esa ni probablemente esta sea la mejor forma de hacerlo. 

Incluso la sombra de “La última casa a la izquierda” mítica película dirigida por Wes Craven eclipsa a “Hell’s Ground”. Ambas cintas comparten la idea de un concierto de música como motivo para justificar el inicio de las películas: Si en la película de Craven las chicas que acabarían siendo cruelmente asesinadas eran secuestradas tras ir a buscar drogas para ir a un concierto, en la cinta de Khan el viaje que realizan los protagonistas tiene como fin asistir a un concierto. Siguiendo la línea marcada por el cine slasher con el que muchos de nosotros crecimos volvemos a encontrarnos con la criminalización de los actos cometidos por los protagonistas. Tal y como comentaba el personaje interpretado por Jamie Kennedy en “Scream” si en una película de terror los protagonistas beben alcohol, practican sexo o toman drogas estos acaban siendo asesinados salvajemente. “Hell’s Ground” sigue manejando esta idea y aunque aquí no hay alcohol o sexo si que hay drogas. Es claro que “Hell’s Ground” toma todo tipo de ideas de cintas de terror clásicas para hacerlas suyas e intentar llevarlas a su terreno. 

Khan se muestra demasiado torpe a la hora de desarrollar ciertas escenas, al intentar sacar provecho de los pocos medios que tiene (Algo que lo aleja del cine de Raimi ya que este fue capaz de hacer mucho con muy poco). Todo en “Hell’s Ground” resulta demasiado amateur: Desde las pobres interpretaciones de los protagonistas hasta la forma de rodar ciertas escenas que parecen lastradas por lo forzado que resultan algunas de las reacciones de los protagonistas y por la poca pericia del director. Por desgracia las aparentes pretensiones de “Hell’s Ground” hacen que esta película no funcione ni como homenaje ni como parodia del cine slasher lo que refuerza la idea de que estamos ante una cinta fallida que quiere aprovecharse gracias a la publicidad de la etiqueta de ser la primera cinta gore paquistaní antes que llamar la atención por sus propios méritos. 

La falta de experiencia de Khan detrás de las cámaras se nota por ejemplo a la hora de presentar a los personajes principales. Resulta llamativa la forma en la que el director nos da a conocer a O.J personaje interpretado por Osman Khalid Butt que nos recuerda al menos inicialmente al interpretado por Fele Martínez en “Tesis”, aunque por desgracia Khan no le sabe sacarle el juego necesario como hizo Amenabar en su película. Este personaje aficionado al cine de terror (Tiene un póster de “Maniac” en su cuarto) pone la tele sin venir a cuento y sin ningún tipo de justificación para ver una escena de “Zinda Laash” una adaptación de la novela de Bram Stoker “Drácula” protagonizada por Rehan, actor que aparece en “Hell’s Ground” y al que la cinta de Khan parece querer homenajear. La idea de querer honrar a un actor en una película siempre es de agradecer (Aunque como ocurre en este caso la gran mayoría de nosotros no tengamos ni idea de quién es) pero cuando todo resulta tan forzado para que quede clara la intención del director el homenaje acaba por chirriar demasiado. Esta aparente falta de lógica que se ve en esta escena es extrapolable al resto de la película lo que refuerza la idea de la torpeza de Khan y Tombs para construir una historia y unos personajes mínimamente dignos. 

“Hell’s ground” es una película que se hace suyos todos los tópicos del cine slasher pero no sabe aprovecharlos como nos gustaría. Con una tremenda falta de medios, unas interpretaciones que dejan mucho que desear y una mas que clara torpeza por parte del director para aprovechar ciertas ideas y resolver algunas escenas, esta es una cinta que se beneficia de su exotismo ya que de otra manera muchos de nosotros ni si quiera nos hubiéramos percatado de su existencia. Para ver y olvidar.


Crítica: Los Renegados del Diablo

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Rob Zombie es probablemente el director más original y atrevido que el género ha tenido en la última década. Al igual que ya hicieran otros como David Cronenberg e incluso el maestro Alfred Hitchcock en su momento, Zombie ha demostrado contar con un estilo propio y reconocible que imprime en todas y cada una de sus películas y “Los Renegados Del Diablo” es la muestra más clara de ello.
La película, que es una secuela de la irregular “La Casa De Los 1000 Cadáveres”, nos cuenta la huida a través de las carreteras de la América más profunda de la disfuncional familia Firefly y el reguero de sangre que estos van dejando a su paso. La cinta supera ampliamente a su predecesora, en esta entrega la extravagancia es sustituida por la crudeza más extrema y en lugar de un alocado montaje podemos disfrutar de una historia sin pausa pero con una composición de planos sublime. Todo comienza con un espectacular enfrentamiento entre la policía y la familia Firefly que hará las delicias de los aficionados al cine de serie B de los años 70 y 80 y que supone un maravillo punto de partida para una road movie brillante. 

En esta ocasión Zombie cambia el punto de vista al que estamos acostumbrados y somos testigos de la historia desde el punto de vista de los chicos malos. Todos y cada uno de los componentes de la familia Firefly tiene su momento de gloria y sin duda el gran acierto de la película es el carisma de todos y cada uno los personajes comenzando por el ya mítico Capitán Spaulding y pasando por los crueles Otis y Baby sin olvidar a la entrañable Mama Firefly. Esta familia disfuncional se convierte en nuestros compañeros de viaje durante todo el metraje mientras su historia es contada de forma paralela a la del Sheriff Wydell un hombre en busca de venganza por el asesinato de su hermano y que desde su primera aparición nos recuerda a Denis Hopper en la infame “La Matanza De Texas 2”.

El nivel de gore es elevado pero sin llegar en ningún momento a convertirse en algo que pueda llegar a molestar y aunque no lo parezca conseguir algo así teniendo en cuenta los hechos que se nos está contando es muy difícil, sin embargo Zombie logra un equilibro perfecto entre las imágenes y la historia mostrando de forma cruda y violenta a la vez que casi poética el mundo de locura y salvajismo dentro de cual subsisten los proclamados Renegados Del Diablo. La cinta está plagada de escenas memorables y cuenta con una dirección en la que Zombie demuestra que es mucho más que un músico con aspiraciones a cineasta. 

En el reparto encontramos a Sheri Moon Zombie, esposa del director y fija en todas sus película, cumpliendo de nuevo con su papel de mujer desquiciada y florero acompañada de unos inconmensurables Sid Haig y Bill Moseley que demuestran con sus papeles que por muy mal que los haya tratado la industria los aficionados al género siempre les recordaremos con cariño. También cuentan con un pequeño papel el carismático Danny Trejo y en especial me ha encantado ver a Michael Berryman al que seguramente todos recordareis por “Las Colinas Tienen Ojos”.  

El guion escrito por el propio Zombie es magistral de principio a fin y no ofrece ni un solo segundo de descanso, la película adolece en algunos momentos el propio estilo videoclipero del director sin embargo no son suficiente momentos como para que llegue a ser molesto. 

La banda sonora es simplemente perfecta y en ella el director demuestra su buen gusto musical. La cinta cuenta con escenas en las que el sonido ambiente es sustituido por completo por una colección de temas clásicos que elevan estas escenas a poesía visual. 

En resumen, un homenaje al cine de género de los años 70 y 80 que cuenta con la familia de asesinos más entrañable y alocada de la historia del cine. Con una dirección y un estilo sublimes que sirvieron a Zombie para demostrar que aparte de músico también es director de cine y además un director muy bueno. 

Lo mejor: La escena final con “Free Birds” sonando de fondo.

Lo peor: El estilo videoclipero del director en algunas escenas juega en su contra pero no llega a ser algo molesto.



Crítica: Thale

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Esta película me llegó como muchas otras veces recomendada por parte de un amigo de la red. Surgió a raíz de un comentario que hizo sobre otra producción cuyo título ahora no recuerdo donde venía a decir algo así que le había gustado pero que en ningún momento le había transmitido ninguna sensación de terror. Al comentar algunos detalles de la misma salió el concepto de su origen escandinavo, a lo que respondí algo quizás a la ligera, que normalmente las películas nórdicas pecan de eso, de ser algo estériles, frías a tono con su climatología. Su contestación fue: «Pues con “Thale” no me pasó… ». Reconociendo que no la había visto, no tuve otra que vérmela. Y hasta ahí “Las aventuras del abuelo Cebolleta”. Dar la bienvenida a las “Cloacas del Averno”.

La verdad es que “Thale” no puede negar su origen: sus 10 primeros minutos no pueden ser más escandinavos, o en su caso, noruegos. 

Ante nosotros se presentan dos tipos –los protagonistas- en una situación que si bien es propia del género en su puesta en escena, no lo es tanto llevada a la práctica ya que se reduce a una representación casi cómica con mucho humor negro y el sosegado ritmo que caracteriza a aquellos lares. No obstante las peculiaridades de unos personajes y diálogos que bien podría haber firmado Quentin Taratino –no en vano la producción se hizo con el galardón, entre otros, a “Mejor guión” en alguno de los certámenes cinematográficos alrededor del globo donde se exhibió- eliminará cualquier atisbo de sopor. No es lo que uno esperaba, y más con esas expectativas, pero oye, como suele decirse, a nadie le amarga un dulce. 

No obstante será pasar ese tramo de película, y la cosa cambiará; no radicalmente ya que el humor negro seguirá estando ahí y desgraciadamente el ritmo no aumentará, pero sí que hará acto de aparición esa capacidad… “transmisora” que destacaba mi amigo. Varios sustos saldrán a nuestro encuentro, y aunque en algunos casos puedan ser tachados como de tramposos -p. e. aumentar el volumen de un sonido drásticamente-, se le perdonará al comprobar que, más que haber recurrido a un truco fácil para alcanzar la finalidad de sobresaltar al espectador, se ha optado por ese medio para buscar una sonrisa cómplice; y es que como digo, el film no olvida su faceta cómica. 

Por otra parte, no sé si puedo definirlo así en una película tan pequeña, modesta, pero la “dirección artística” ayuda a crear ese ambiente necesario para acercarse al género. Es la típica instalación llena de aparatos extraños y empapelada de documentos siniestros, pero no por más conocida fascina menos. 

Lamentablemente tras estos minutos no solo se retornará a la falta de mordiente, exasperante para los que busquen otro tipo de terror, sino que incluso se truncará ese humor que hasta el momento resultaba su carta de presentación. En ese punto se nos introducirá un melodrama algo rancio y previsible que terminará por “matar” ese interés que aún les quedase a los amigos del terror más directo. 

Por un lado no entiendo ese “flechazo” entre uno de los protagonistas y la… jovencita. Claro, tiene buen cuerpo, pero eso solo valdría para una comedia de situación americana, y no para algo introspectivo como son estos minutos que nos están presentando. Por otro lado, superados esos minutos de “empatizamiento” –toma palabro- nos meten una pequeña fase de suspense con el objeto que está escondido dentro de una especie de refrigerador. El problema es que ellos mismos se han cargado el misterio: una cosa es que no quieras ver el tráiler, y otra que ni veas la carátula, esto último casi imposible. Pero es que a esa pista ya indefectiblemente esclarecedora le añades un flashback con el “Mad doctor” cuchillo en mano… ¿qué misterio queda? ¿En serio no sabías que había dentro de esa nevera? 

Y para acabar con esta parte o fase melodramática, lo de la enfermedad de uno de los protas está ya muy visto. Y no es la típica expresión que puede tener más o menos vigencia dependiendo del bagaje de cada uno, es que hasta sus propios responsables le dan poco valor a esa situación, frivolizando un tanto con el asunto. Casi se podría decir que tan superficial, tan frío como ese cliché que al principio apuntábamos sobre el carácter nórdico. Si el juego de miradas es lo que entienden estos por camaradería, tienen otra asignatura pendiente además de la de saber imprimir ritmo. 

Con el último acto, al igual que en una obra teatral, la cosa parece que se anima un poco. Asoman el morro nuevos e inesperados antagonistas que nos hacen albergar esperanzas de que dejaremos atrás rémoras y algunos bostezos, pero solo se quedará en eso, esperanzas. Solo un dato esclarecedor para no destripar más de la cuenta: las únicas escenas de acción de toda la película se desarrollan a cámara lenta. Quizás solo es otra alegoría cómica que busca componer parangones sintomáticos, por decirlo amablemente y dejar en buena posición a sus responsables, con el tono del film, pero si he de ser franco me parece una osadía pedante que toma el pelo al respetable. 

Y es que si solo fuesen las formas… Su desenlace nos deja, gracias o por culpa de esa irrupción comentada, con más interrogantes que respuestas. Hay cuestiones que se espera que la imaginación del espectador las resuelva, algo comprensible, pero en lo que concierne a la protagonista, bajo mi punto de vista, es casi sinónimo de pereza. 

Por lo demás, me reconforta que estos países -en especial Noruega- abran la puerta a su rico folclore articulando películas mediante figuras fantásticas de este mundillo. Esta queda muy lejos de su compatriota “Trollhunter”, pero han cimentado las bases para, espero, futuras producciones.

Resumiendo, “Thale” es un film que parece no encontrar su sitio. A medio camino entre la fantasía y el terror, resulta un experimento tan insólito como por ello reservado solo para los conocedores de la idiosincrasia cinematográfica escandinava.


Crítica: Creep

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Siempre decimos que no nos gustan las etiquetas, decimos que nos gusta llamar a las cosas por su nombre, pero hace tiempo que ya nos volvimos locos con esto de bautizar y rebautizarlo todo, y si es en inglés, mejor, por lo tanto no es que nos gusten las eqtiquetas, es que nos apasionan, queramos o no. Antes nuestra vida era más sencilla, en cualquier conversación eras capaz de entender de lo que te estaban hablando sin necesidad de asentir poniendo cara de tontita, como muchas veces me pasa a mi cuando hablo con alguien más "enterado". Antes veías videos por internet, ahora sigues a yotubbers, antes escribías en un blog, ahora eres blogger, antes te probabas los pintalabios en la muñeca para ver realmente cómo era el color, ahora te haces swatches de labiales, antes las cosas eran baratas, ahora son low cost, antes llevabas barba porque no te apetecía afeitarte (y no, nunca me la he dejado, lo juro), ahora eres hipster...

Antes las películas eran de terror (si acaso se distinguía la seria B), comedias, dramas, thrillers,pelis de ciencia ficción o musicales, ahora sólo de terror podemos hablar de slasher, survival, mockumentary, torture-porn, found footage, shock-horror, monster movie, etc, y ahora llega también el mumblegore, que es una vertiente del mumblecore. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Para todos aquellos que no lo conozcais, el mumblecore es una propuesta indie de bajo presupuesto, que suele contar con actores amateur, y basan casi todas la experiencia en el diálogo y planos largos. El mumblecore suele estar encaminado hacia el drama o la comedia (ejemplo: "Martha Marcy May Marlene"), y es sólo cuando todo esto se mezcla con escenas gore o violencia explícita, cuando nos encontramos con el mumblegore (ejemplo"A Horrible way to die", "VHS") Dentro del mumblecore/mumblegore hay nombres que brillan con luz propia, como es el caso de Adam Wingard, destacando con su " You´re next" (que también está considerada mumblegore por la crítica, aunque su presupuesto no sea ínfimo). 

Pues bien, todas esta introducción está únicamente pensada para que entendáis que si el mumblecore puede tener un buen exponente, sin duda, ese es "Creep". Y una vez encuadrados, clasificados y etiquetados, vamos al lío!. "Creep" es una found footage, yes it is, pero que que esto no os eche para atrás, seguid leyendo. Soy consciente de que ahora decir "found footage" o "mockumentary" es como pedir a Satán que nos traiga unos hielos de su casa, una pérdida de tiempo, pero en este caso, estamos ante algo diferente y totalmente justificado, pues nunca una cámara estuvo mejor integrada para desarrollar una historia y justificar este formato. 

La película nos narra la historia de dos personas, Aaron y Josef. Aaron es contratado por Josef para que filme un día en su vida. No contaré mucho más, porque esta película es mejor verla sin ningún tipo de referencia. Tenemos sólo a dos actores, no se necesitan más, pues aquí, el personaje principal es el diálogo entre ellos y el personaje secundario son las situaciones que se van creando. El guión está brillantemente hilado, y las sensaciones que se ven produciendo varían en el espectador, desde el guiño cómico simpático (tremendas las partes de Peachfuzz), el drama, el desconcierto y EL DESENLACE, que no es que deje atónito, pero os aseguro que es de los que se quedan en la memoria por los amores y odios que se van construyendo. Todo maravillosamente interpretado por dos actores mumblecore: Patrick Brice y Mark Duplass, ¿y por qué digo que son mumblecore? Porque haciendo gala de esa máxima de naturalizar el producto con la menor inversión económica posible, son el propio director, Patrick Brice, el que interpreta a Aaron , y el productor, Mark Duplass (a quien también habéis visto en "The Lazarus Effect"), el que da vida a Josef, y ojo que ambos están soberbios en sus papeles. 

Desde luego, "Creep" no es una película de terror al uso, hablamos de desarrollar la parte psicológica, sentimental si me apuráis, de entretejer el bien y el mal, el juego, la realidad y la confianza, hablamos de girar la rueda varias veces para ver hasta dónde nos lleva y de provocar reacciones enfrentadas. Todo ellos se hace tomándose sus tiempo, y desde este punto es desde donde argumentaran sus detractores, pues cierto que peca de repetitiva en la mayor parte de su metraje, eso no debería negarlo nadie, cierto que es de avance lento, donde las cosas se toman con calma porque no hay prisa por llegar al lugar reservado para el golpe de efecto. En ese sentido, y pese a haberme gustado lo suyo, mi opinión sincera es que creo que "Creep" debería haberse quedado en un cortometraje, donde estoy segura de que se hubiera alzado con todos los premios del planeta cinematrográfico. Creo que ese es el formato ideal para esta propuesta y el que hubiera conseguido la unanimidad en el posicionamiento favorable. 

Desde luego, el veredicto es que "Creep" hay que verla sí o sí, y hay que hacerlo a ciegas, sin buscar el morbo, el gore, la violencia, el drama, ni siquiera la reflexión, sólo hay que verla y dejarse llevar por los personajes, porque lo que aquí hay que buscar son a las personas y una vez encontradas, ver qué nos encontramos.


"Sitges 2015", avance de programación

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Sitges 2015 abraza el fantástico emergente en todo el planeta y abre las puertas a los realizadores consagrados.

El Festival reunirá al Schwarzenegger más atípico y al último Takashi Miike con los pequeños zombies de Elijah Wood en ‘Cooties’ y la brillante ‘Victoria’.

El amplio universo del fantástico se reflejará en Sitges 2015 con una programación que recogerá la heterogeneidad actual del cine de género: un mosaico que va de los films de autor a los más comerciales. Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya dedicará una atención especial a la nueva oleada de género que se ha creado en Japón, al fenómeno de la nueva serie B norteamericana, con clara tendencia a la autoría, o al emergente fantástico iberoamericano, con la segunda edición del foco Blood Window, organizado en coordinación con el sello creado por el mercado audiovisual Ventana Sur de Buenos Aires. Sitges 2015 llega después de que cerca de cuarenta films de la última edición se hayan estrenado en salas. 

La 48ª edición del Festival, que se celebrará del 9 al 18 de octubre, ofrecerá grandes títulos esperados por el público, como la oscura y melancólica Maggie, de Henry Hobson, protagonizada por un inusual Arnold Schwarzenegger en medio de una apocalipsis zombie nada adrenalítica; The Gift, de Joel Edgerton, la nueva apuesta de la Blumhouse, nueva factoría del terror en Hollywood creada por Jason Blum, productor de las sagas Insidious o The Purge; la impactante Victoria, de Sebastian Schipper, la sensación de la Berlinale, que está marcando el año cinematográfico y que fue rodada en un único plano secuencia de 140 minutos con la catalana Laia Costa; o Life, de Anton Corbijn, con Robert Pattinson, una película que deconstruye la leyenda de James Dean. En su vertiente más gamberra y noctámbula, Sitges también exhibirá films como Cooties, otra epopeya de zombies con Elijah Wood como protagonista, enfrentado a todo un colegio de niños zombies; Deathgasm, de Jason Lei Howden, delirio gore a ritmo de magia negra y death metal, o Contracted: Phase II, la secuela de Contracted, que triunfó entre el público de madrugada en Sitges 2013. 

Títulos mediáticos, grandes autores y nuevas promesas

La apuesta dual de Sitges permitirá exhibir el trabajo de grandes realizadores ya consagrados –e incluso con historial dentro del certamen– y las propuestas nuevas de jóvenes autores que son objetivo estratégico de Festival y que han dado frutos sensacionales en los últimos años, tanto a nivel nacional como internacional. Así, vuelve a Sitges el cine del director belga Jaco Van Dormael, que triunfó en 2010 con Mr. Nobody y que ahora presentará en la Sección Oficial a Competición Le tout noveau testament, la película más comentada de la Quincena de Realizadores de Cannes, donde el actor Benoit Poelvoorde interpreta al mismo Dios, un padre de familia odiado por los suyos. 

Los grandes nombres se concentrarán en la cada vez más consolidada sección Noves Visions, con Last Days in the Desert, de Rodrigo García, crónica de las tentaciones de Jesús (Ewan McGregor) en el desierto; Strangerland, de Kim Farrant, drama de tonos fantásticos al estilo del cine australiano de los 70, protagonizado por Nicole Kidman; Partisan, de Ariel Kleiman, una distopía de contornos apocalípticos con un gran Vincent Cassel, o una de las triunfadoras de Sundance, Slow West, de John McLean, un western surrealista y fantasmagórico interpretado por Michael Fassbender. En Noves Visions también se presentarán títulos más experimentales como el mockumentary The Visit, de Michael Madsen; H. , de Rania Attieh y Daniel García, una obra poética y visualmente impactante de ciencia ficción que triunfó a Sundance y Berlín. También estarán la radical producción coreana Coin Locker Girl, de Jun-hee Hano; el regreso de clásicos del cine de autor más arriesgado como Michael Almereyda y su peculiar Experimenter, protagonizado por Winona Ryder, o Mitchell Lichtenstein, con su cuento sobrenatural Angelica, otro ejemplo de cine fantástico con broche femenino del director de Teeth. 

Sitges apostará por nuevos autores que pisan fuerte en el fantástico contemporáneo como Jon Watts y su Cop Car, un cuento de estilo americana comparable a clásicos como La noche del cazador o Sangre fácil. Watts, después de su éxito en Sundance, ya ha sido fichado por Marvel para ser el encargado de reflotar la saga Spider-Man. Otro fenómeno de culto instantáneo del 2015 es, sin duda, Turbo Kid, dirigida a seis manos por François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, que une en clave de nostalgia ochentera los universos de Mad Max y The Goonies. Y atención a Ludo, una producción india de horror dirigida por Q & Nikon, que es una de las revelaciones del año, a medio camino entre el más puro Lucio Fulci y el más personal Rob Zombie. 

También habrá lugar para los remakes, en este caso del mítico film de Mario Bava Rabid Dogs, ahora de la mano de Eric Hannezo, o de la polémica Martyrs, dirigida por los hermanos Goetz y producida por Peter Safran y Jason Blum. La sección dedicada a las series, Serial Sitges, patrocinada por Fnac, incluirá el estreno del primer capítulo de la segunda temporada de Les Revenants, serie francesa creada por Fabrice Gobert, un drama coral de atmósfera opresiva y belleza innegable que explora el concepto de la resurrección. Les revenants se basa en un film francés homónimo, dirigido por Robin Campillo y presentado en Sitges 2004, y fue la inspiración para la serie norteamericana Resurrection.

Japón, protagonista 

Sitges siempre ha sido fiel a la cosecha asiática del año y en 2015 se confirma el auge del cine japonés. Nombres ya consagrados desde hace décadas demostrarán su buena forma, como Takashi Miike con su excelente Yakuza Apocalypse: The Great War of the Underworld, una de las sensaciones de Cannes, donde el genial realizador (Gran Premio Honorífico de Sitges 2013) retoma sus orígenes y crea un brillante delirio a base de yakuza, vampiros y fin del mundo. La apocalipsis versión manga es el gran protagonista de Ataque a los Titanes y Ataque a los Titanes 2, el fin del mundo, adaptación cinematográfica del éxito editorial de Hajime Isayama que se disfrutará en dos partes. Además, la sección Anima’t también presentará un redux para cine del e xitoso anime basado en el mismo manga. 

La animación estará muy presente en Sitges 2015. En este sentido, destaca la presencia en Sección Oficial Fantàstic de Miss Hokusai, de Keichi Hara, autor que deslumbró con Colorful y que con esta brillante película de Production I.G. ha triunfado en el reciente Festival Internacional de Animación de Annecy. De Japón también vendrán los ya clásicos Shinya Tsukamoto con su aterrador drama bélico Fires on the Plain o Sion Sono con la divertidísima Love & Peace, dos formas radicalmente opuestas de entender el cine japonés de hoy. 

Talento catalán 

Como también es habitual, el cine catalán tendrá una presencia importante en Sitges. Sumándose a los títulos ya anunciados, como Segon origen, de Carles Porta, y El cadáver de Anna Fritz, de Hèctor Hernández Vicens, ofrecerá las premières de Vulcania, opera prima de José Skaf, una distopía de cariz social producida por Zentropa BCN y protagonizada por Miquel Fernández y Aura Garrido, y el último film de la factoría Filmax, Summer Camp, debut en la dirección del guionista y escritor Alberto Marini, apadrinado por Jaume Balagueró. Por su parte, la sección Noves Visions tendrá el estreno de Sacramento, la primera obra de ficción de Carlos Cañeque, un a irreverente historia de locura que cierra su trilogía de placer y dolor que completan sus anteriores trabajos Queridísimos intelectuales y La cámara lúcida. 

Una vez más, dentro de la sección Noves Visions, el apartado SGAE Nova Autoria recogerá los cortometrajes de alumnos de escuelas de cine catalanas. Los cortos de ficción, animación y documentales seleccionados competirán por los Premios SGAE Nova Autoria al mejor guion, mejor dirección y mejor música original. Sitges 2015 también contará con una exposición sobre el artista Vicente B. Ballestar (Barcelona, 1929-2014), referente de la época dorada del pulp, el cómic y la novela de ambientación fantástica. 

Brigadoon y Sitges Zombie Walk 2015 

La sección más alternativa del Festival propone este año una selección de largometrajes entre los cuales destacan Villa Nabila, de Syafiq Yusof, que recoge los hechos reales sobre unos apartamentos encantados en Malasia; The Entity, un cruce entre Paranormal Activity y The Ring dirigido por Eduardo Schuldt; el film brasileño basado en terroríficas leyendas urbanas O diablo mora aquí, de Rodrigo Gasparini y Dante Vescio, y Me and my Mates vs. the Zombies Apocalypse, una comedia australiana dirigida por Declan Shrubb. 

En cuanto a los documentales, Brigadoon proyectará Jirón, centrado en el realizador mexicano Carlos Enrique Taboada, opera prima de Christian Cueva. El documental irá acompañado de una retrospectiva a Taboada con los films Veneno para las hadas (1984) y Más negro que la noche (1975), entre otras. La mítica actriz Me Me Lai, protagonista de varios títulos de la corriente de films italianos sobre caníbales -como El país del sexo salvaje (Umberto Lenzi, 1972), Mundo caníbal, mundo salvaje / Ultimo mondo cannibale (Ruggero Deodato, 1977)- presentará Eaten Alive! The Rise and Fall of the Italian Cannibal Film, dirigido por Calum Waddell. 

La tradicional Sitges Zombie Walk, el desfile de muertos vivientes que año tras año recorre las calles de Sitges, tendrá lugar el sábado, 10 de octubre. 

Apoyo a la 48ª edición 

El Festival agradece el compromiso de las entidades y empresas que ya han confirmado su colaboración: Gas Natural Fenosa (patrocinador principal), Moritz y Torres (patrocinadores), Meliá Sitges (patrocinador y sede oficial), Movistar TV (socio multimedia), Deluxe (colaborador), La Vanguardia (diario oficial), TV3 (televisión oficial), Autolica - Mercedes Benz (vehículo oficial), Bacardí (cóctel oficial) y Montibello (peluquería y cosmética oficial). 

Sitges 2015 se organiza gracias a la implicación del Ayuntamiento de Sitges y del Institut Català de les Empreses Culturals del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, y cuenta con el apoyo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, de la Diputació de Barcelona y del Carnet Jove - Departament de Benestar i Família. 

Abonos y acreditaciones 

La venta de abonos para Sitges 2015 se iniciará el próximo viernes, 17 de julio. El periodo para solicitar acreditaciones de prensa se abrirá lunes, 20 de julio.

Crítica: Home Movie

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No soy en absoluto amigo y defensor a ultranza de los falsos documentales, con contadas excepciones, y desde luego, la peli que nos ocupa es una de ellas y con creces. Provoca tal mal rollo, que a los diez minutos de metraje ya eres presa total de la angustia y la intriga, cosa que ya quisieran provocar películas con presupuestos cien veces mayores.

Tampoco me han gustado nunca las personas obsesionadas en registrar y grabar a través del objetivo de una cámara sus momentos de felicidad, ya sea el asueto de unas vacaciones, la comunión del niño chico o el cumpleaños de la abuela centenaria. Sólo sirven para echar de menos en posteriores visionados a los que ya no están o a avergonzarse de lo idiota que uno siempre acaba pareciendo.

En Home Movie, como si de la memoria de una cámara de video se tratase, el hilo argumental de la cinta se va desarrollando por sí solo, lo que acompañado de unas interpretaciones geniales, difícilmente comparables, hace que te metas en ella sin remedio. La cámara de video ya no sólo acaba produciendo ese efecto teatral de la cuarta pared que supone la platea del teatro, la sala de cine o el sofá de tu casa, sino que aquí, es el quinto integrante de la familia, junto a papá buenorro, devoto pastor creyente, mamá preciosa psiquiatra y niño y niña siniestrejos que aparecen como queriendo escapar de cada plano que se registra, lo que empieza simplemente resultando un pelín extraño para acabar siendo absolutamente desconcertante y angustioso. Sabemos que algo pasa, ¿pero qué?

Los Poe todo lo graban. Son un matrimonio feliz que trata de vivir una vida de ensueño. Ambos tienen un trabajo que les realiza como personas y tienen dos hijos “sanos” y hermosos.

Pronto vemos que el comportamiento de los niños, lejos ya de esa extrañeza y desconcierto, empieza a rozar lo enfermo, pero padre y madre no acaban de ponerse de acuerdo ni en el asunto ni en el tratamiento a seguir. Él sigue graba que te graba y ella todo lo racionaliza como quitándole un peso que va lastrando la armonía familiar, puramente idealizada, hasta un verdadero infierno desestructurado y patológico.

Y de esa transformación, de esa vuelta de tuerca en la familia parece solo ser testigo la cámara y por ende, nosotros mismos, hasta el momento decisivo en que son los propios niños quienes deciden, cámara en mano, diseccionar la realidad de la relación paterna desde la parte de atrás, la que no sonríe falsamente al objetivo ni aplaude ni hace monerías a su paso.

Y es justo ahí, en ese momento en el que el silencio y la ausencia en plano de los energúmenos de diez años se convierte en algo espeluznante, terrorífico y muy, muy desagradable emocionalmente. El resultado es un combinado de imágenes inquietantes y un auténtico sentimiento de pavor absoluto, y esto, amigos del Nido, ya sabemos que es muy, muy, muy difícil de lograr... El terror se va desatando en una combustión lenta e inquietante, alejada por completo de artificios y de los trucos-generalmente estúpidos- a los que recurren los Found Footage en su mayoría.

La eficacia de esta película tiene mucho que ver con lo magistralmente interpretada que está en cada uno de los cuatro personajes, incluidos los niños. Todo lo que hacen, la forma en la que actúan e interactúan es totalmente lógica en el contexto de sus posiciones, argumentos y personalidades. No hay un solo ápice de sobreactuación y el uso de la cámara es limpio e inocente, lo que hace que uno sienta que está realmente echando un indiscreto vistazo a la vida en episodios de esta familia. Y ahí es cuando la tensión se torna casi insoportable.

Home Movie es además un examen tenso y mordaz de la guerra familiar psicológica. Probablemente si Cassavettes hubiera hecho una película de terror se habría parecido mucho a Home Movie, que en planteamiento es menos una "película de terror al uso" que un drama familiar, el retrato de una familia en caída libre dentro de un agujero negro, aunque acabe convirtiéndose en una obra maestra del terror más puro.

La ópera prima de Christopher Denham , trabajando su propio guión, es lo suficientemente inteligente como para ser consciente de que aterra más lo que no se ve que lo que aparece en plano, y así logra transmitir un terror realista e inquietante.

La película es corta y va al grano. Ya desde un principio se percibe una sensación de tensión que se va acumulando de forma contínua hasta el brutal final y absolutamente perturbador de la cinta.

El ritmo es absolutamente primoroso, ya que es lo suficientemente lento como para otorgar a cada momento concreto el tiempo necesario para que éste evolucione, sin dejar de avanzar lo suficientemente rápido, haciendo que las escenas no se prolonguen en el tiempo ni un segundo más del necesario. Ésto, en un mockumentary debería ser la primera regla a seguir, ya que la pretendida sensación de realismo es generalmente lo más importante.

Un auténtico lujo, sin efectos especiales, con cuatro euros, cuatro actores y una cámara del montón. Qué envidia.

Lo mejor: TODO. Adrian Pasdar está para comérselo. Las asombrosas interpretaciones. El terror, en uno de sus estados puros y bien diferentes a lo que estamos acostumbrados.

Lo peor: Su falta de lugar en una cartelera atestada de bodrios y sacacuartos. Aunque de ser así, no me extrañaría en absoluto que se produjera una auténtica revolución en la que los padres diesen en adopción a sus retoños en masa... Porque es como para pensarse lo de ser padre...

Recomendable para devotos de Haneke y sus “Funny Games”, con ganas de ver algo espeluznante, desconcertante y con un terror sólido y eficaz, más que de “El proyecto de la bruja de Blair” y amiguetes de esos sustos fáciles y la tensión controlada.


Crítica: Alien Abduction

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Espectacularmente bien provista de medios técnicos, lo cual no es muy habitual en esto del mockumentary, Alien abduction es a todas luces una película eficaz. Eficaz porque el único objetivo del director, Matty Beckerman, es ofrecer hora y media de entretenimiento y escalofrío sin pretensiones absurdas y haciendo uso de unos efectos especiales más que decentes.
Efectivamente, si nos ponemos a sacar punta, que es lo que hay que hacer, la cinta no ofrece nada nuevo en absoluto y de hecho tiene momentos inquietantemente parecidos a pelis mayores como Señales o Encuentros en la tercera fase. Las interpretaciones son muy desiguales y si bien la mayoría del reparto es más o menos decente, el actorzuelo que interpreta al papá de esta peli de extraterrestres es para darle dos bofetones y meterle a una escuela de interpretación intensiva. O a un módulo de FP, porque no creo que haya mucho de donde sacar... 

La cosa es tal que así: imaginaos, found footage, como siempre, cámara en mano, en este caso, en la mano de un niño autista (con un autismo muy leve y médicamente necesitado de una segunda opinión, pero bueno) que se embarca (es un decir, van en el típico cochazo americano, que allí les cuesta tres duros) en un idílico fin de semana en las montañas de Carolina del Norte (vamos, a tomar por saco, por carreteras que no pasa ni Blas y todo muy siniestro, como a ellos les mola) con su familia, mamá pelín desquiciada, hermana buenorra que no te crees que a esa edad se vaya de camping, hermano pelín asocial y papá... directamente bipolar. Bueno, el caso es que ya en la primera noche los nenes se despiertan con unas extrañas luces que graban con la cámara y que evidentemente son tres naves espaciales... Y van y se vuelven a dormir!!!! 

En lugar de llamar a Cuarto Milenio y tomar el camino de vuelta a casa, que es lo que yo haría, pero a 200 por hora, ellos, familia íntegra americana, cabezones y tercos, siguen adentrándose en la montaña hasta perderse en un tunel en el que hay como veinte coches abandonados. A mí, que me he visto todo el terror del mundo que cae en mis manos, el simple hecho de ver esos coches ya me hace sumar dos más dos y verme en la Matanza de Texas, así que de no haber regresado, me vuelvo haciendo footing si hace falta. Pues ellos, no. Dale que te pego siguen investigando hasta que a papá lo abducen (bravo!!!), cae una lluvia de cuervos muertos y se meten en casa de un tipo del que lo mínimo que te esperas es que tenga a su madre seca en el ático, con bikini y peluca rosa. 

A partir de ahí, los extraterrestres, que deben ser el equivalente a americanos de su planeta, se emperran erre que erre en que hay que atrapar a todos los miembros de esa familia. Será por familias... 

Todo esto, bien contado, con una cámara más que bien usada y con tensión desde el minuto uno es Alien abduction, una peli de la que te puedes esperar lo justo y necesario, no más, pero que seguro que te entretendrá y te hará la noche más divertida. Porque los efectos especiales están a otro nivel, la verdad, y porque es todo tan llano y simple que acaba resultando honesto. Justo lo contrario que sucedió con The Fourth Kind, que se basa en el mismo expediente ovni más o menos y que acabó siendo un fiasco de padre y muy señor mío. 

Una película tensa y emocionante en un género sobresaturado, con una brillante edición de sonido y montaje que la hacen destacar del resto y que acaba resultando de una eficacia sorprendente. 

Lo mejor: Su aspecto técnico. La música, de Ben Weinman.

Lo peor: Esa tendencia de los directores de sci-fi recientes de no mostrar a los extraterrestres nada más que de refilón. ¡Con lo que mola ver aunque sea un Alf de peluche! 

Recomendable, la cinta de la familia McPherson, para todos aquellos aún no hastiados con el found footage y devotos del fenómeno UFO, que diría nuestro hombre siniestro de brazos peludos Jiménez.

Por cierto, la generosidad desbordante de su director nos regala no sólo un easter egg, sino dos, al final de la película, así que amiguitos, hay que ver los créditos...


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