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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: The Eerie Midnight Horror Show

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“I've got an idea; why don't you try it too, daddy? Come on. Or are you afraid it would be wrong? There's no such thing as incest, it's just an invention of priests. Make love to me!”

El alma de las películas de posesión demoníaca que siguen de cerca a El Exorcista reside en el hombre puro y sagrado que debe luchar contra una fuerza inexplicable que tiene unos poderes que dicho hombre no puede comprender. Cierto es que es el propio cuerpo poseído lo que proporciona la gran mayoría de sustos de cualquiera de estas cintas, pero cuando estás despierto sin poder dormir en plena noche con el reflejo del televisor en la cara, básicamente te conviertes en ese segundo o tercer hombre puro y sagrado que está luchando contra el demonio en el exorcismo, y por eso es la figura importante de este género. Cuando una película funciona, la experiencia del visionado se materializa en algo tan bueno, que camina en paralelo con el género de lo que estás viendo. El padre Karras y Merin de El Exorcista lo probaron de buena manera, pero algunas películas no son necesariamente rodadas bajo una perspectiva tan seria. The Antichrist, de 1974; es precisamente una de este segundo grupo que se pasa el enfoque serio por el arco de triunfo. En términos de deliciosa y sórdida posesión demoniaca italiana, no va a poder ser derrotada debido a su intensa y desmesurada cantidad de vulgaridades que te van a provocar un shock que te hará reír, revolverte y descojonarte. Siempre en la pista, el cine italiano no sólo tiene este ya mencionado mal gusto por algunos clásicos, sino que tiene dos homenajes más a El Exorcista que vieron la luz en 1974 en la forma de Beyond the Door y The Eerie Midnight Horror Show. ¿Cómo hace Eerie para destacar por encima de los otros demonios? Aquí vamos…

Danila (Stella Carnacina) es una artista que acaba de tropezarse con un insólito descubrimiento. Una iglesia desconsagrada es la casa de unas piezas de arte religioso que datan de unos cuantos siglos y estos trabajos han salido a la venta. La historia de la iglesia es que fue usada como centro para orgías en el pasado, y esto sirve de excusa para que nadie se moleste en pedir unos sobre-ornamentados crucifijos que ahí hay. Danila se lleva a su casa un crucifijo tan grande como ella (tamaño natural, cartón de colonias) y lo deja ahí en la mesa con la ayuda de sus colegas antes de darle unos toques de pintura más personal. De repente, la madera de la talla cobra vida, salta del crucifijo y desaparece. Al principio se le queda una cara de WTF que ni te cuento pero acto seguido la representación cobra vida humana en frente de ella, le rasga las ropas y la toma allí en medio sin problemas.

A partir de ahí, Danila empezará a actuar extraño, aunque su madre y su padre se dan cuenta bastante rápido. Las cosas se van de madre cuando sus padres confunden su sesión de masturbación satánica con gritos de agonía (a ver, queridos… no es lo mismo, eh?). Papi le ordena a mami que llame al médico y mientras su madre sale de la habitación, Danila intenta seducir a su progenitor que la rechaza con un buen par de ostias. Los médicos les convencen de que hay que llamar a un cura para que le eche un ojo a la niña – no porque el hombre crea que está poseída sino porque han visto casos de gente que cree que está poseída (cuando en verdad son gases) y la visita de un cura les ayuda normalmente a arreglar el tema. Pero el cura, cuando la ve; lo tiene claro. Está poseída 100% y se requiere un exorcista profesional, el Padre Xeno (Luigi Pistilli) para combatir a Satán y liberar el alma de Danila.

Hasta aquí claramente el tema, la película empieza bien pero pronto se mete en este desaguisado italiano, sórdido y a veces un tanto vulgar. Cuando Danila está por ahí de compras para su arte, hay una bonita escena de exposición del crucifijo que ella se queda y de cómo la iglesia fue tomada por sus pecados. Esto te lleva a creer que quizá hay algo más interesante en marcha que una posesión diabólica estándar, pero la película sólo se centra en el ya clásico combate de curas vs demonio. Está bien, mucho mejor esto que el final de Beyond the Door (hacedme caso), pero la información de fondo era demasiado excitante y hubiera estado bien que se hubiera desarrollado un poco el tema de los pecados y de las historias que pasaron en la iglesia que simplemente tener a Satán volviendo a la vida desde un crucifijo de madera. Tampoco es mucho esperar ya que el film pasa por encima de esto aunque sólo sea para olvidarse luego y echarlo todo a la alcantarilla. Al menos, cuando la talla vuelve a la vida es bastante creepy. El retrato casi acabado de un hombre que estaba haciendo Danila observa por encima de su hombro desde el lienzo, parece que mirando como la escultura toma vida, sin ella darse cuenta.

La intríngulis de la cinta es inquietante pero acostumbrada a como se desarrolla este género desde el cine americano, ¿qué puedo pensar? Nos ofrecen todo este incesto esperado, sexo duro y misógino, escenas de desnudo y montones de vómito que aquí igual no vais a ver. De ninguna manera es tan loco como The Antichrist. El problema de Eerie es que Danila poseída es un poco cansina. La mayor parte del tiempo se está retorciendo, gritando o partiéndose la caja en vez de tener algún tipo de conversación en profundidad como aquellas tan diestras y perturbadoras que jugaron un papel tan importante en El Exorcista. Lo único que Danila intenta hacer es seducir a gente, on and on; incluso el pobre hombre tiene una lucha de voluntades cuando el diablo en el cuerpo de Danila se ofrece tentadoramente. Se ve a sí misma crucificada una vez durante el metraje, que es un momento que de verdad es vergonzoso.

El exorcismo final es bastante de jolgorio y de cachondeo. No es tan elaborado como otros que hayamos visto pero mantiene el tipo bien. El Padre Xeno vive en lo alto de las montañas él sólo y siente que sus tareas son necesitadas, el hombre está ya listo para salir antes de que vengan a buscarlo. Me chocó un poco la forma en que tuvieron de caracterizarlo: un poco loco, terriblemente concentrado e introvertido. Supongo que para demostrar que el cura está acostumbrado a lidiar con fuerzas no humanas que pueden hacerle cualquier cosa. Finalmente, el aspecto de Danila empieza a ser un poco deplorable, ojos ensangrentados con labios llenos de espuma. El Padre Xeno hace su cometido con su crucifijo y ya vemos que el show empieza a decaer. The Eerie Midnight Horror Show es una peli de echarse el rato viendo locura italiana y poco más. No esperéis un buen homenaje a su predecesora porque el chasco puede ser monumental.



Crítica: Hitchcock

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“Hitchcock” comienza con el asesino Ed Gain (Michael Wincott) cometiendo uno de sus crímenes en su hogar, donde yace inerte el cuerpo descompuesto de su madre. Después el espectador pasa a ver a Alfred Hitchcock (Anthony Hopkins), un cineasta aclamado tras el exitoso estreno de “Con la muerte en los talones”. Sin embargo, un periodista le indica si tiene intención de retirarse ahora que está en lo más alto de su carrera. Hitch, que cuenta con 60 años de edad, le dice a su mujer en privado “por qué siguen insistiendo en buscar a los nuevos, cuando los originales aún están vivos” durante la lectura de “The New York Times” donde se detallan a los supuestos nuevos maestros del suspense.

Entonces el director descubre la novela de Robert Bloch, “Psicosis”, inspirado en los crímenes de Ed Gein, y lo hace en el momento en el que todos esperan (periodistas y productores) un nuevo “Con la muerte en los talones” o que el maestro se retire. Harto de que le ofrezcan trabajos como la adaptación de la historia de Ana Frank, Hitchcock se propone emprender un nuevo proyecto que sorprenda a todos: una película de terror. No obstante, el jefe de los estudios Paramount, Barney Balaban (Richard Portnow), no está dispuesto a financiarle el proyecto. “¿Qué pasa si es otro “Vértigo”?”, dice pues en su época fue un fracaso comercial. Pero el realizador tiene aliados, como su agente, Lew Wasserman (Michael Stuhlbarg), quien acuerda con Balaban un plan difícil de rechazar: Hichcock pagará la película de su propio bolsillo y utilizará el equipo de su serie de televisión para ahorrar costos. También tiene a su lado a su secretaria, Peggy, a quien ordena comprar todos los ejemplares posibles de la novela para que el público no pueda saber el final de la historia. Y por supuesto tiene a su talentosa mujer y compañera de trabajo, Alma Reville.

Finalmente Paramount da el visto bueno pero los problemas no acaban aquí, pues la oficina censora encabezada por Geoffrey Shurlock (Kurtwood Smith) está rondando sobre el proyecto. Así pues, el realizador inicia la búsqueda de guionista -Joseph Stefano (Ralph Macchio)- y protagonistas -Janet Leigh (Scarlett Johansson), Anthony Perkins (James D'Arcy) y Vera Miles (Jessica Biel)-, mientras su esposa Alma Reville (Hellen Mirren) colabora con su amigo, el guionista Cook, en la reescritura de un libreto, lo que despierta los celos de Hitchcock dando lugar a varias situaciones tragicómicas.

“Hitchcock”, dirigida por Sacha Gervasi y escrita por John J. McLaughlin y Stephen Rebello, surge del libro del segundo, quien en 1990 publicó “Alfred Hitchcock and the Making of Psycho”. El mismo está elaborado siguiendo decenas de entrevistas y memorándums personales del cineasta británico y expone los pormenores de la realización del clásico y las peculiaridades de la personalidad de Hitchcock. En lo que a la película respecta cabe preguntarse: ¿Estamos ante un making of de “Psicosis” o ante un biopic de Alfred Hitchcock?
 
Puede que la historia transcurra durante la preparación, filmación y postproducción de “Psycho” (“Psicosis”) y se mantengan aspectos principales como el endeudamiento personal para financiar el proyecto, la pelea con los estudios y con la censura, y la elaboración de una campaña de publicidad ingeniosa a la vez que efectiva (prohibiéndole la entrada a la gente después de iniciada la proyección). Puede que veamos el rodaje de partes de “Psicosis”, como la famosa escena de la ducha o las pruebas que hizo Hitch con el muñeco que hace las veces de madre de Norman Bates. Y digo puede porque el espectador es quien debe descubrirlo a la hora de ver la película en el cine.

O puede que todo ello transcurra fugazmente y la historia analice la vida personal de Hitchcock durante la intensa temporada que duró el rodaje. En especial, la relación del matrimonio un tanto desgastado de Hitch y Alma y el contrapunto que supone Alma en la vida de Hitch, un anciano caprichoso, reaccionario, fumador de puros, adicto al alcohol y a la comida, egocéntrico, manipulador, obsesionado con las rubias y voyeur, a la vez que irresistiblemente divertido, ingenioso y carismático.

Puede, y digo puede, que sea el biopic de Alfred y también de Alma, una mujer de armas tomar retrato de aquellas mujeres olvidadas por la historia, relegadas a quedar detrás del gran hombre. Una mujer que aporta grandes ideas al proyecto de su marido (que la muerte de la protagonista sea a los 30 minutos de película, que el protagonista sea Anthony Perkins por su supuesta condición sexual o que la escena de la ducha fuera acompañada de la banda sonora de Bernard Herrmann, entre otras ideas), un proyecto que no deja de ser de ambos, pues Hitchcock no hubiera podido hacer “Psicosis” de la misma forma sin la colaboración creativa, como de costumbre, de su mujer.

O también puede que la vida personal de los Hitchcock sea lo menos relevante y la película se centre en la penurias por las que tuvieron que pasar para realizar “Psicosis”, las dudas de Hitch a la hora de abordar el proyecto cuyo fracaso hubiera tenido consecuencias terribles, la decepción del cineasta hacia Vera Miles por haberse quedado embarazada antes del rodaje de “Vértigo” (película que la hubiera convertido en toda una estrella) y su conexión redentora con Janet Leigh.

Entonces, ¿making of de “Psicosis” o biopic de Hitchcock? Esta es una pregunta sumamente interesante pues el lector está en la encrucijada de ir al cine a verla o no. Todo dependerá de sus prioridades. ¿Quien quiere ver una película sobre un making of de otra película? Claro que el “como se hizo” no es de una película cualquiera, sino ni más ni menos que una de las películas más importantes del cine de terror y una de las más impactantes de la historia del cine, además de ser una de las mejores obras del cineasta británico, nunca superada por sus posteriores trabajos. Y, por otra parte, ¿quien quiere ver la vida personal de uno de los directores más influyentes de Hollywood? A quien le interese ambas cosas que no deje pasar “Hitchcock” y quien tenga curiosidad por descubrir ante qué se encuentra, si un interesante making of o un biopic, que vaya al cine y no se olvide de llegar a la hora, pues puede que una vez iniciada la sesión no le dejen entrar.

NO SIGA LEYENDO, VAYASE AL CINE

¿Aún esta leyendo? ¿A qué espera para ir al cine? No se pierda “Hitchcock” (Sacha Gervasi, 2012).

Para aquellos que quieran saber más sobre la película del maestro del suspense y su clásico “Psicosis” les adjunto este artículo lleno de spoilers pero que seguro que les va a interesar.
 
Para empezar, el filme se estructura en tres partes: la relación matrimonial entre Hitch y Alma, el rodaje de “Psicosis” y las alucinaciones del director sobre Ed Gein. En la primera parte Gervasi nos presenta las obsesiones de Hitch, una persona tan ególatra y perfeccionista en el trabajo como desconfiada e inestable en lo personal. Hay que confesar que las reacciones infantiles y libidinosas del realizador (la obsesión enfermiza por sus protagonistas femeninas) producen en ocasiones sonrisas, como si de una comedia romántica madura se tratara, mientras que la obsesión por Ed Gein, el homicida que inspiró la creación de Norman Bates, es sumamente interesante. Igual de interesante es el paralelismo que se crea entre los celos patológicos de Norman Bates y los propios del director ante la posible infidelidad de su esposa, creada a partir de la persona pública, una mujer que se expresa y reacciona exactamente igual en una reunión de negocios como en la habitación de su casa. Esta no es la única interpretación casi caricaturesca que nos ofrece su director. Otro ejemplo es Janet Leigh (Scarlett Johansson), un personaje que se mantiene igual de principio a fin y no impacta en la trama significativamente. Crea expectativas, pero no las satisface.

La relación de Alma con su marido está desgastada por el cansancio de ella después de tantos años a la sombra del genio, por lo que busca cierta consolación en el guionista Cook, un personaje que solo busca acceder a Hitch a través de su esposa. La evolución final de Hitch ante su esposa será el reconocimiento ante los periodistas de la importante labor que ha desempeñado en todas sus películas.

Después viene el rodaje de “Psicosis”. A parte de la icónica escena de la ducha hay que confesar que a Hitchcock no le vemos mucho dirigir en este filme y la acción trascurre en su gran mayoría en el departamento de marketing y ante los censores de la época. Vemos la escena de cama de Marion y su amante Loomis, la escena de Marion conduciendo hacia ninguna parte después de robar el dinero de su jefe, la ya mencionada escena de la ducha y la escena en la que el personaje de Vera encuentra el cuerpo de la madre de Bates. Todas y cada una de ellas aparecen fugazmente, como si Gervasi estuviera más interesado en la vida personal de Hitch y tuviera miedo en entrar en detalles sobre el rodaje de “Psicosis”.

Por otra parte, en esta parte de la película podemos ver el papel que desempeña su mujer aportando ideas, como antes mencionaba, para filme, retocando el guión de Stefano e incluso poniéndose frente a la dirección de algunas escenas tras caer enfermo Hitch, además de encargarse del montaje. De hecho, Alma es la silente y modesta cocreadora del cineasta.

Y en último lugar están las alucinaciones de Hitch sobre Ed Gein, en donde el asesino le da consejos sobre vida personal o le invita a presenciar algunos de sus crímenes (en uno de los cuales la víctima parece ser su esposa Alma), que solo sirve para exponer el voyeurismo del cineasta.

Dejando de lado la curiosidad que despierte a los fans incondicionales del director (si no conoces su obra ni el personaje la cinta puede ser difícil de digerir), la película de Sacha Gervasi no reinventa nada, coincide con “The Girl”(ambos films del año 2012), el telefilme producido por la HBO que trataba la obsesión enfermiza del director hacia Tippi Hedren durante el rodaje de “Los pájaros” y “Marnie”, y comparte un sospechoso parecido, a nivel de estructura, con “Mi semana con Marilyn”. Gervasi toca todo pero pasa de puntillas por detalles reveladores. Por eso “Hitchcock” no es un filme redondo, ya que intenta tratar demasiados temas y no todos ellos están desarrollados con el mismo nivel de profundidad. Entretendrá pero no al nivel de otros biopics como, por poner un único ejemplo, “Ed Wood”.

Se podría decir que se escoge este período, el rodaje de “Psicosis”, en la vida de Hitch como un momento en el que parece que el cineasta se reinventa tras tantos rechazos. Sin embargo, la película definitiva sobre la vida de Alfred Hitchcock aún está por llegar.

LA SOMBRA DE LA DUCHA

Scarlett Johansson encarna a la popular actriz Janet Leigh. En la revista Fotogramas concede una interesante entrevista en la que confiesa que Leigh es hasta el momento “el personaje más difícil de mi carrera, por tratarse de alguien real, cercano, a quien hemos visto en decenas de películas y madre de otra actriz, Jamie Lee Curtis, a quien pedí consejo e incluso permiso antes de comprometerme con el filme”. La actriz añade que “quiero que me ofrezcan papeles con sustancia y sentirme menos encasillada en mis opciones. Ser capaz de acceder a una cartera de trabajos más versátil”.

La escena más importante del filme que protagoniza, la de la ducha, tiene multitud de anécdotas. Como muestra “Hitchcock”, el doble de Perkins llevaba la cara pintada de negro para conseguir que su rostro quedase ensombrecido.

En los planos cortos del cuchillo, la mano asesina es la del propio Hitchcock. La sangre que vemos en la bañera era en realidad sirope de chocolate y el sonido de las puñaladas se grabó acuchillando un melón. También se hizo a posteriori el plano del agua de la ducha cayendo sobre la cámara. El departamento de efectos especiales de Paramount se encargó de rodarla, pues no se podía mojar la lente de la cámara.

En el libro de Robert Bloch, como se menciona en el filme, el asesino cortaba la cabeza de Marion, idea que quedó descartada en el primer borrador del guión.

En la mítica escena, sucedida en la habitación 1 del Motel Bates, se cuentan ocho puñaladas en total entre manos, torso y espalda. Hicieron falta más de 90 planos desde 70 ángulos diferentes y la secuencia completa duró 3 minutos y 43 segundos, aunque Gervasi no lo contempla en su película.

Los censores exigieron al director que eliminase los planos en los que se veía desnuda a la doble de Leigh, Marti Renfro, algo que Hitch desoyó como bien refleja el filme. La doble de Leigh no aparece en la película de Gervasi.

“HITCHCOCK” Y “PSICOSIS”

Lo curioso del caso es que “Hitchcock” ha tenido todo tipo de complicaciones para ver la luz al igual que tuvo la obra del cineasta. Los productores Alan Barnette y Tom Thayer se hicieron con los derechos del libro de Rebello y encargaron el guión a John J. McLaughlin (“Cisne negro”), pero no lograron obtener financiación por parte de ninguna productora. Los productores Tom Pollock e Ivan Reitman, co-propietarios de la compañía Montecito Pictures Company, se sintieron atraídos por el proyecto, mientras que los directivos de Paramount Pictures no se monstraron interesados ni a sabiendas de que Anthony Hopkins encabezaría el reparto. Fue entonces cuando Fox Searchlight aparecieron para dar luz verde al proyecto.

LO MEJOR: La famosa escena de la ducha o la escena de Hitchcock siguiendo los gritos de la sala en el estreno de “Psicosis”. Las interpretaciones de la pareja Anthony Hopkins (maravillosamente caracterizado por Howard Berger) y Helen Mirren. La película ha recibido una nominación a Mejor maquillaje y peluquería en los Oscar, una nominación a Mejor actriz dramatica para Helen Mirren en los Globos de oro y dos nominaciones en los premios BAFTA a Mejor actri (Helen Mirren) y maquillaje.

LO PEOR: Toca muchos temas y no termina de profundizar en ninguno.


Crítica: Hold Your Breath

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Poneos al lado del fuego que os voy a contar una leyenda india que se retoma… Venga no, que es tan solo una leyenda de los señores de Asylum pero seguro que si digo que es india pega más el palo. Así que…

Cuenta una historia india que cada vez que pasas por un cementerio tienes que contener la respiración, de no ser así, algún espíritu cabreado, vagará cada año el mismo día en que murió en busca de algún insensato que pase por ahí y le poseerá para hacer cosas macabras. Fin de la historia india.

Con esto ya tenemos la premisa para hacer una película, pues ale a currar. Vamos a buscar: actores, que esta vez no sean tan malos, actrices que quieran enseñar las tetas y un poco de relleno… ¡Hecho!

Comparadas con otras películas de Asylum los actores no lo hacen mal del todo, incluso los que salen en la intro dirías que son profesionales. Luego tenemos a las chicas, tres en concreto, de las cuales dos nos enseñan sus atributos (menos la rubia, que es la que más esperas) y el relleno, pues en vez de ir y contentarnos con esta simple historia “india” pues añadiremos el gusto americano a los serial killer locos de remate.

De esta manera la cosa queda así: siete jóvenes que van de escapada de fin de semana. Pasan por delante de un cementerio. Una, que es inteligente les cuenta la historia de la respiración. Nadie respira, excepto el fumeta que está ahí dándole que le pega a la pipa; y como no, el espíritu del loco de remate lo posee. Ya es la segunda crítica que os digo que las drogas son malas. ¿Por qué siempre los fumetas son los primeros en que les ocurra algo?

Con la película en sí, no tengo nada más que comentar ya que no es una película transcendental ni la ostia de buena que puedas sacar mil conclusiones o mil orgasmos del buen rato que te ha hecho pasar, me gustaría decir los puntos positivos y negativos que he encontrado en esta nueva producción de mi “manicomio” preferido.

Empezaremos por las negativas. Ya sabéis eso del truco del almendruco de decir las cosas positivas al final para así venderos mejor el producto ya que en la memoria solo nos queda lo último que hemos oído, en este caso leído.

Pues aunque parezca mentira solo una cosa. El final, que es muy sosainas. Con tanta diversión dada durante toda la película esperas un final épico, que parece que lo haya, pero eso de meterme imágenes de lucha repetidas y acabarlo de cuajo con una conclusión tan típica… ¡Venga señores de Asylum que vuestros monos escribientes… Eso… Perdón… Que vuestros guionistas seguro que podían dar más de sí! E imperdonable que la rubia no enseñe las tetas. ¡Será posible! Es la rubia que sale en “Piranha 3DD” y “Tucker and Dale Vs Evil” También las muertes, un poco repetitivas y faltas de imaginación.

De bueno, a ver por donde empiezo. La historia me ha gustado y es que trata sobre:

Un asesino súper, pero que súper y cuando digo súper es que es casi ultra sádico, fue condenado a la silla eléctrica por sus matanzas. Durante la sesión una tormenta eléctrica sacude los cielos mientras él clama venganza “¡ojo por ojo!” va chillando el tío mientras se fríe, muy a lo “Shocker”. Unos años después posee a esa panda de jóvenes y empieza otra vez las muertes; pero un joven alguacil, bueno ahora ya viejo sabe el secreto y resucitará a su antiguo jefe para hacer frente al espíritu malo. De esta manera encontraremos espíritus buenos, espíritus malos, chicos tontos y chicas desnudas en una vorágine interminable de pesadilla… Bueno, creo que me excedo un poco. Lo dejamos en una vorágine de efectos de ordenata, con una muerte brillante, de seguro que la muerte de la chica con un poco más de presupuesto y metida en una de la saga de “Saw” la gente hubiera dicho ¡uauh, como mola tío!, pero claro, hablamos de poco presupuesto. Aun así me ha molado mucho, una mezcla de psycho/espíritus que solo esperas de las pelis de Asylum. Y señores os vuelvo a gritar al cielo mis enhorabuenas a estos señores porque cuando llevas media peli no dejan de sorprenderte nunca. Pero nunca.

Como he dicho antes, los actores mucho mejor que en anteriores películas y mira que la mayoría ya ha participado en proyectos de la casa.

También te pegas algunas risas tontunas de esas de ¡Dios, no puede ser! Pero como digo en general muy bien.

El dato: Me hacen gracia las pelis que se van a follar a sitios inverosímiles. Como caminante que soy, he encontrado muchas casas y demás fortificaciones abandonadas y os aseguro que con el canguelo que te entra solo con entrar lo último que piensas es en follar. Aunque vayas con Milla al lado, da igual. Pues eso hacen los protas. Ven un psiquiátrico que había albergado mentes enfermas y se ponen a follar. Oigan que para mí de puta madre… Pero ¿seguro que os meteríais a follar en un sitio así?
 

"The Last Days", una Barcelona post-apocalíptica

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Año 2013. Una especie de agorafobia se extiende por todo el planeta. La humanidad desarrolla un pánico irracional a salir al exterior. Pronto, toda la población mundial se queda encerrada en los edificios. Mientras la civilización se desmorona, Marc emprende una odisea en busca de Julia, su novia desaparecida, sin poder salir a la calle. ¡Ay el amor!
Estamos ante producto nacional señores. Alex y David Pastor que ya se hicieron un nombre con Carriers vuelven a la carga en el género de terror y esta vez nos presentan una Barcelona en ruinas, desmoronada, donde la locura poco a poco se va haciendo hueco, incrementándose en el débil ser humano, dejando ver lo peor de cada uno, como todo film post apocalíptico.

Quim Gutiérrez y José Coronado son los dos principales protagonistas que cruzaran la jungla de asfalto que es Barcelona (o más bien sus edificios y sistema de alcantarillado) en busca de Marta Etura. 


Aunque ya se habló de su realización, en este, nuestro blog, por allá el 2011, The Last Days (o lo que es lo mismo, Los Últimos Días) no verá la luz oficialmente en los cines hasta este 27 de Marzo. Sí, ya queda poco. La verdad es que tengo toda la curiosidad del mundo por saber si dará la talla, las expectativas se mantienen altas por el momento.

 

Crítica: La Noche Más Oscura

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“La noche más oscura” tiene ciertas similitudes con aquella “En tierra hostil” que tan bien sentó a aquel 2008 en lo cinematográfico, pero “La noche más oscura” es una película mucho más densa que aquella, una película mucho más centrada en un tema, más obsesiva.

Tengo que confesar que fui al cine esperando ver una película de acción patriótica, rudos hombres al límite. Esperaba muchos fuegos artificiales, muchos cachivaches y mucho gadget al servicio de los “buenos”. A mi cabeza venían imágenes de “Black Hawk Down” o las más reciente “Act Of Valor” las cuales parecen más videos promocionales del ejército americano que verdaderas películas.

Ni un ligero atisbo de nada de eso, aunque para ser justos debería decir que no hay atisbo de nada de eso en las primeras dos horas y cuarto, después mejora algo… los últimos quince minutos. En ese sentido “La noche más oscura” bien podría haberse titulado “La noche más densa”, que coño, sin paños calientes: podría haberse titulado “La noche más coñazo”.

Seguramente bajo el criterio de muchas personas (personas con criterio quiero decir) “La noche más oscura” sea una buena película, muy sólida en todos los aspectos, y no niego que no lo sea. Pero lo cierto es que se centra tanto en dos aspectos, (pero tanto tanto tanto) que la película no ofrece nada más que eso. Es decir que o bien la investigación antiterrorista es uno de tus hobbies o aquí no hay más que rascar. “La noche más oscura” nos muestra básicamente la obsesión laboral (la de Jessica Chastain, por cierto fantástica, como siempre), por encontrar a Bin Laden. Y digo laboral por que en ningún momento me queda claro el porqué de esa obsesión durante las casi tres horas de película. Venganza? Tal vez.

Pero esa búsqueda no transcurre entre persecuciones, tiroteos y peleas, como cualquier otra película de espías; no, la búsqueda es entre papeles, interrogatorios y grabaciones de video, “La noche más oscura” podría ser la “JFK” de esta década. El tempo es desesperante y la el metraje se pierde en un remolino de datos intrascendentes que no interesan prácticamente a nadie a no ser que, como decía antes, que el tema en cuestión te interese especialmente.

La (corta) parte final, pese a que no es nada del otro mundo, si se parece más a lo que esperaba en un principio de la película, pero como no podía ser de otra manera, una película con ciertas ínfulas intelectuales no podía permitirse rodar escenas de acción al uso, así que en esta parte que nos concede Bigelow a los que hemos ido engañados o confundidos al cine, también intenta poner su sello a toda costa y aunque el resultado final no está del todo mal, acaba pareciendo un video de un “Call of Duty” o cualquier otro videojuego de tanta cámara en primera persona de visión nocturna. Un guinda final un tanto “pasada” a un pastel ya de por si empalagoso. Tampoco ayuda en general el hecho de que el cine con tintes de documental está de moda y la nueva cinta de Bigelow no ha querido dejar pasar la oportunidad de montarse al carro de la televisiva cámara digital.

Ya he dicho que lo más destacable de la película es Jessica Chastain? Ah si…, ya lo he dicho. Entonces, queridos lectores, no me queda nada más que añadir sobre “La noche más oscura”, quizás únicamente sorprenderme por las grandes críticas que ha recibido. Te interesa el tema en cuestión de los interrogatorios y la investigación de oficina de terroristas islámicos? “La noche más oscura” es tu película, si no es el caso, será mejor que inviertas las casi tres horas en otros menesteres.

 

Artículo: Cine Slasher (2)

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Las películas slasher tienen como factor común un asesino en serie. Si bien todo subgénero slasher debe tener un psicópata no toda película de asesinos se puede considerar un slasher. Es el caso de “El gabinete del doctor Caligari” (“Das cabinet des Dr. Caligari”, 1920, Robert Wiene), una de las primeras películas de terror de la historia del cine. Basada en la historia real de un asesino en serie de Hamburgo, el filme narra la histeria colectiva de la pequeña localidad de Holstenwall ante una oleada de crímenes que coincide con la instalación de una feria ambulante en las afueras. Otra película de asesinatos es “M, el vampiro de Düsseldorf” (“M”, 1931, Fritz Lang) basada también en un caso real; el de Peter Kürten quien raptaba a niñas de entre ocho y nueve años a las que degollaba con unas tijeras para después violar y despedazar sus cadáveres. Llegaba incluso a beberse la sangre de sus víctimas por lo que fue apodado el vampiro de Düsseldorf. Tras entregarse voluntariamente a las autoridades, fue condenado a la guillotina el mismo año en que la película se estrenó, con bastantes libertades en la adaptación de los hechos. Por ejemplo, el nombre de Peter Kürten es substituido por Hans Beckert (interpretado magistralmente por Peter Lorre). El filme pertenece al cine de asesinos pero no es un slasher porque Fritz Lang habla sobre un asesino, no muestra ninguno de sus crímenes y se centra en captar el histerismo de la comunidad ante la amenaza de un psicópata. Tanto “El gabinete del doctor Caligari” como “M, el vampiro de Düsseldorf” tienen en común que se basan en hechos reales. De hecho, esto también sucede en el cine slasher con mayor o menor medida de inspiración.

Otra película de asesinos, que no es cine slasher, basada en hechos reales es “La noche del cazador” (“Night of the hunter”, 1955, ). Robert Mitchum interpreta al predicador Harry Powell, inspirado en un asesino en serie real del mismo nombre, ejecutado en la horca en 1932. Inconfundible hombre del saco reconocible por sus canturreos religiosos y sus manos tatuadas con las palabras “Love” y “Hate” que a punta de navaja presiona a unos niños para robarles dinero.

Las bases sobre las que se construiría buena parte del cine slasher las ofrecería Alfred Hitchcock con su obra maestra “Psicosis” (“Psycho”, 1960) donde se aporta un enfoque psicoanalítico de la mente homicida. Los aspectos de “Psicosis” serían retomados por las películas slasher, como la violencia explícita (los planos de la ducha donde la protagonista es acuchillada) o las características del psicópata Norman Bates, un ser sexualmente ambiguo, impotente, voyeur y con impulsos sexuales homicidas. Si Bates comete sus asesinatos travestido, en el cine slasher el malvado utiliza una máscara y/o un disfraz. También podemos observar como su víctima es una mujer joven y hermosa y, por tanto, una tentación sexual que debe ser eliminada con el empleo de armas fálicas que produzcan esa penetración en el cuerpo que al personaje masculino le es negada.

También el personaje de Norman Bates está libremente inspirado en un asesino real. Éste es Ed Gein, uno de los más famosos serial killer debido a sus crímenes y a la cantidad de asesinos del cine que inspiró su figura, como Leatherface (Caracuero) de “La matanza de Texas” (“The Texas Chainsaw Massacre”, 1974, Tobe Hooper) o Buffalo Bill de “El silencio de los corderos” (“The Silence of the Lambs”, 1991, Jonathan Demme ).
 
El mismo año en el que se estrena “Psicosis” lo haría “El fotógrafo del pánico” (“Peeping Tom”, 1960, Michael Powell) otro de los filmes que marcarían un precedente para el cine slasher. La cinta es una reflexión sobre la escoptofilia inherente al espectáculo cinematográfico y la condición voyeurística de su público, y va sobre un fotógrafo que se dedica a filmar a sus víctimas en el momento en el que las asesina con el fin de captar sus expresiones de terror. De este filme Carpenter se inspiraría para rodar la secuencia inicial de “La noche de Halloween” (“Halloween”,1978) en donde el espectador observa desde el punto de vista del asesino.

Hitchcock también influenciaría otras personalidades psicóticas como Max Cady, interpretado por el incombustible Robert Mitchum, de “El cabo del terror” (“Cape fear”, 1962,). Cady es un ex convicto que tras salir de prisión dedica su vida a atormentar a Sam Bowden (Gregory Peck), que testificó contra él en el juicio.

Sin embargo, hay que retroceder hasta los años 30 para encontrar el embrión de lo que después vendría a ser cine slasher. En 1932 se estrenan “Trece mujeres” (“Thirteen women”, George Archainbaud) y “El caserón de las sombras” (“Old dark house”, James Whale). La primera película narra la historia de trece mujeres de una hermandad que van a visitar a un clarividente para que les lea sus horóscopos. El clarividente está bajo la influencia de Úrsula, una joven mestiza que fue a la misma hermandad que las chicas pero, debido a su etnia, fue expulsada por sus compañeras. Como venganza, Úrsula obligará a las chicas a suicidarse. La asesina tacha en el anuario las fotografías de sus víctimas. En la segunda película unos viajeros que pretenden llegar en automóvil a Shrewsbury, se ven obligados a refugiarse en un viejo caserón. Un lunático irá atacando a los personajes.

En 1978 se estrenaría “La noche de Halloween” (“Halloween”, John Carpenter), la película que se convertiría en modelo a imitar aportando la estructura y los elementos a reiterar del subgénero slasher. Sería el inicio también de las sagas de terror. Después de “La noche de Halloween” vendría “Viernes 13” (“Friday the 13th”, 1980, Sean S. Cunningham) inspirada en la cinta de Carpenter y, sobretodo, en “Psicosis”. Cuatro años después Wes Craven estrenaría la que sería una de sus grandes obras maestras y el slasher más popular de la historia del cine: “Pesadilla en Elm Street” (“A Nightmare on Elm Street”, 1984). Los tres films mencionados serían sagas que constituirían uno de los pilares más importantes del cine slasher. En paralelo a estas franquicias también destaca “La matanza de Texas”, otra de las sagas clave del slasher, e incluso en menor medida “Psicosis” que también tendría continuaciones.
 
En resumen, el cine slasher bebe de los serial killer reales ya sea una inspiración directa o bien indirecta como sucede con la influencia que aportó “Psicosis” a infinidad de películas de mayor o menor calidad cinematográfica.
 
 

Crítica: Venganza: Conexión Estambul

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“Venganza”, de Pierre Morel, sea posiblemente uno de los mejores thrillers de acción que se hayan rodado en los últimos años. Al frente de éste, por supuesto, uno de los tipos más carismáticos que puede poner a día de hoy la industria del celuloide sobre la mesa, Liam Neeson (“Infierno Blanco”, “Furia de Titanes”, “Ira de Titanes”). Cuatro años después del estreno de la primera “Venganza”, nos llega esta secuela “Venganza: Conexión Estambul”, en la cual, el señor Olivier Megatón, toma el relevo de su compatriota Pierre Morel para volver a poner en el ojo del huracán al bueno de Liam Neeson, quien analizando su ya dilatada filmografía, se está ganando a pulso el título honorífico de “atormentado”, término por otro lado, que engloba varios tipos de perfiles que ya comentaremos con más profundidad en otra ocasión. Éste, el que atañe al bueno de Neeson, es el de “atormentado de circunstancias”. Es decir, una buena persona por naturaleza que se ve metida, cosas del azar, en digamos, situaciones poco agradecidas con la consiguiente perdida de ganas de salir de fiesta y mueca de Abbath dibujada de forma perenne en la cara.

Recordemos la primera entrega, donde este ex miembro de no se que fuerzas especiales del gobierno, vio como una red criminal de tráfico de blancas, secuestraba a la hijita de sus ojos allá por tierras parisinas (no se que tiene París que para bien o para mal, siempre se lía alguna), con la consiguiente operación de rescate por su parte. Lo cual derivó no solo con el ídem de la misma, sino con una auténtica sangría de cucarachas albanesas. Bien, pues en esta secuela, la venganza viene del tejado contrario, es decir, de las también atormentadas familias de las víctimas de Bryan Mills (Neeson). El capo de la organización y padre de uno de estos damnificados por el huracán Neeson, organiza su particular vendetta para hacerle pagar a nuestro atormentado favorito, todo el dolor infligido a su comunidad de “buenas” gentes. El escenario en esta ocasión: Turquía. Donde Mills pasa unos días con su ex mujer y su hija (que bonito terminar como amigo de tu ex, ¿verdad?... en realidad es lo que pasa cuando ésta no se ha comportado como una auténtico zorrón verbenero en el pasado o eso, o que sea Famke Janssen (“100 Feet”), como es el caso, claro).

A ver, si entramos en el siempre odioso mundo de las comparaciones, ni que decir tiene que esta secuela no le llega ni a la suela de los zapatos a su predecesora y eso, que a grandes rasgos, repite fórmula... lo que por otro lado, sea posiblemente, su mayor handicap, pues esto es un clarísimo caso de MDLM (Más De Lo Mismo), con la consiguiente pérdida del factor frescura de la primera entrega, amén de que aquí la cosa está mucho más orientada al cine de acción que al thriller, perdiendo el perfecto equilibrio entre ambos géneros del que hacia gala la película de Morel. La tensión, la incertidumbre y sobretodo, la fuerte carga dramática de antaño, aquí brilla por su ausencia y la mayor parte del tiempo, vemos al bueno de Neeson metido (o embuchado) en los pantalones de un Steven Seagal o un Chuck Norris (que nadie se pierda “Furia Silenciosa”, pero que a nadie se le ocurra ducharse tampoco ni antes, ni durante, ni después de su visionado) de la vida, es decir, convertido en un mero trozo de carne repartidor de estopa de la fina, lo cual, no deja de convertirse en otro handicap que sumar a los ya mencionados, porque no nos engañemos, Neeson tiene mucho carisma y unos labios en esa boquita de piñón, que dan ganas de lamérselos cuando los tiene secos, pero Bruce Lee no sería el hombre (vamos, que muy fibrado no está tampoco), por lo que tanta secuencia de ostias, no termina de ser el mejor escenario para su lucimiento... vamos, que si eres un tipo que solo puede copular durante escasos 15 minutos, no te metas a actor porno hombre, eso déjaselo a los profesionales.

De todas formas, el celuloide es tramposo, y la cinta, sin desentonar dentro del personal estilo visual de Megatón, disimula en gran medida estas limitaciones de Neeson disfrazando las peleas con múltiples cambios de cámara y demás recursos cinematográficos, vamos, que aquellos que criticaron a Nolan por las coreografías de su Batman, aquí se van a llevar las manos a la cabeza en más de una ocasión. Y en esta misma tesitura, tampoco (y esto es una opinión muy personal) me parece nada acertada la nueva visión de super héroe que se le da al personaje, mucho más humano y acorde con la “seriedad” de la historia que se nos cuenta en aquella primera “Venganza” que en esta secuela, donde al tipo solo le falta volver a vestirse con la túnica de Jedy y sacarse el sable... laser.

Como novedad, más allá del nuevo enfoque, esta segunda parte introduce un nuevo elemento en la trama para intentar compensar la perdida de personalidad con respecto al primer filme, y es el cambio de rol del personaje de Kim (Maggie Grace), la hija de Mills, quien aquí, lejos de encarnar a la pobre víctima de la película anterior, toma forma de manera mucho más activa en la trama, convirtiéndose en la partner de aventuras de su padre para recuperar esa figura del binomial tan del cine de acción moderno. Esto, deriva en un amplio abanico de posibilidades a la hora de generar nuevas situaciones con respecto a su predecesora y la verdad sea dicha, la rubita copa los mejores momentos del filme en lo que a tensión se refiere (tensión que brilla por su ausencia cuando papá toma las riendas de la acción en plan: me follo a todo lo que se me ponga por delante y sin bajarme ni la cremallera). Como ejemplo de esto, dos momentos: el de la niña haciendo detonar granadas por los tejados de Estambul y la huida en coche hacia la embajada.

Pese a todo, y pese a la total certeza de estar ante un producto inferior a “Venganza”, esta secuela entretiene desde el primer hasta el último minuto de metraje y además, nos da la oportunidad de meternos por vena una nueva sobredosis de un Liam Neeson quien aquí, hace serias oposiciones a formar parte de la tercera entrega de “Los Mercenarios”, porque una cosa tengo muy clara, este tío no estará fibrado, pero puede follar durante más de 15 minutos fijo.

Qui-Gon Jinn es siempre bien: Que Neeson, como siempre, mola mucho y está para comérselo aunque no sea tu tipo y la innegable capacidad de entretener que atesora una cinta plagada de acción y violencia.

Pero los desayunos de hospital sin Cola Cao son una puta mierda: Su perdida de “seriedad” y carga dramática con respecto al anterior filme, el tufillo a WTF que desprenden algunas situaciones paranormales (aka fantasmadas) y el terrorífico doblaje español que le han puesto a Famke Janssen.
 
 

"Leyenda", un cortometraje de Pau Teixidor

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Esta semana me han pasado otra notita por bajo de la puerta. A veces en estas notas me encuentro propuestas interesantes, y éstas hacen darme cuenta que el producto nacional no está tan muerto como a veces creemos. 

En esta ocasión nos encontramos ante un corto, muy cuidado, que viene dirigido por Pau Teixidor. Graduado en 2005 por la ESCAC, saca a la luz su primogénito producido por Bogaloo Films y lo pasea a lo largo del 2012 por diferentes festivales. Hay que decir que Leyenda no sale mal parado, ni mucho menos. Se ha llevado ya varios premios al Mejor Cortometraje entre otros. Y la verdad, no es de extrañar.


La historia se centra en Claudia, una niña de diez años, que se va con sus padres a pasar el fin de semana fuera de la ciudad. Durante el viaje en coche, deciden hacer un pequeño descanso en una gasolinera abandonada. La aparición de una extraña mujer revelará a Claudia su verdadero destino.

Aunque con final previsible, la interpretación de los actores es buena. Destacaría a la mujer extraña, Sílvia Sabaté, la cuál ya es una cara conocida, y la de Claudia, Zoe Stein. Los efectos tampoco están nada mal, alguna sonrisa me han sacado. Echadle un vistazo y juzgad vosotros mismos.

 

LEYENDA (LEGEND) from LEYENDA on Vimeo.

Crítica: Grotesque

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Siempre, o en la mayoría de los casos, que se recibe lo que se espera, independientemente del valor que tenga ese oscuro objeto del deseo, lo abundante o escaso que sea o el tiempo que nos ha llevado conseguirlo, se obtiene satisfacción, por lo que esta producción nipona dejará satisfechos a todos aquellos que esperen una torture porn grotesca (entiéndase aquí por grotesca: grosera, de mal gusto y extravagante).

La historia es muy simple (aunque tampoco se necesita mucho más en este tipo de género): un tipo, probablemente un “mad doctor” desequilibrado debido a traumas infantiles o algún tipo de defecto, secuestra a una pareja después de que estos disfruten de su primera cita y los encierra en un cuarto donde les realizará todas las “perrerías” inimaginables (humillaciones, violaciones, torturas, amputaciones, etc.). Sencillo, directo, brutal y sin concesiones (deleite para unos pocos que sólo busquen emociones fuertes sin más, tortura insoportable para el resto).

Se ha comparado Grotesque (cuyo título original es Gurotesuku) con producciones como Hostel o Saw, pero hay que dejar bien claro que salvo el gusto por lo malsano, la sangre y la violencia (más o menos explícita), poco o nada tiene que ver con las mencionadas producciones estadounidenses. Yo, personalmente, la emparentaría con las películas gore japoneses de los ochenta conocidas como Guinea Pig, despojada de todo artificio (salvo en un momento puntual) y centrada básicamente en lo explícito de la violencia y con cierto aire o toque del Gran Guiñol (sobre todo en su fase final).

La película está dirigida por Koji Shiraishi, el cual no escatima en mostrar de forma casi pornográfica todas las vejaciones que dicho “mad doctor” le infringe a unos inocentes jóvenes, poniendo a prueba los límites de aguante ante semejante cúmulo de salvajadas a los espectadores del film (a muchos, sus 75 minutos de duración se les harán insoportables, sin duda es un espectáculo para onanistas de la violencia extrema). A pesar de lo mencionado, tampoco muestra nada que no se haya visto (y algunos, disfrutado) ya en una película. Con toda seguridad es una cinta que suscitará, como muchas otras ya lo han hecho (Saló, A Serbian Film, Holocausto Caníbal, Aftermath, Nekromantik, etc.), el eterno debate del límite entre lo artístico y lo execrable o enfermizo.
 
Aunque Grotesque es una producción de bajo presupuesto, la fotografía y los efectos visuales y de maquillaje son soberbios y la planificación de las escenas es superior a lo que tiene acostumbrado a deparar el género, lo que contribuye a generar malestar en el espectador por la sensación de realidad malsana que transmite, encontrándose todo esto en el lado destacable. En el lado opuesto del espejo, la parte negativa de la función es que la película resulta en algún instante fría, distante y sin la intensidad que precisa.

Tampoco ayuda un escueto guión que intenta en ocasiones sorprendernos con giros grotescos (algunos agradecerán esos momentos y otros los consideraran innecesarios y gratuitos) y las reacciones de los protagonistas (tal vez esto sea algo cultural y los occidentales no estemos acostumbrados a ciertas reacciones que en oriente se aceptan de mejor grado). Por lo que respecta a las actuaciones, los tres protagonistas cumplen su cometido sin más.

A mí la película me ha dejado a medio camino entre el cielo y el infierno. Cumple sobradamente con la muestra de crueldad y violencia excesiva (que algunos disfrutamos en la pantalla y rechazamos y denostamos en la vida real) y además intenta hacerlo con cierta plasticidad visual, pero echo en falta el desarrollo de una idea (no pido una historia) que sea capaz de conectar todos y cada uno de los brutales instantes de forma (medianamente) coherente.

Al menos, nadie que vea esta película podrá decir que el título de la misma no resume perfectamente lo que ésta ofrece, por lo que aquellos que decidan verla que se preparen para contemplar algo verdaderamente enfermizo y GROTESCO.

Advertencia: realizad el visionado de la película en soledad y si os gusta no lo pregonéis muy alto, no sea que vuestra maltrecha reputación (como es mi caso) aún se vea más deteriorada.
 
 

Crítica: Age Of The Hobbits

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¡Esto ya es demasiado! Otra vez The Asylum ha sido pisoteada por la industria en su nueva película. Kontroverse hizo en su tiempo un artículo con este caso y a eso se ha de agregar un cambio de título. Ni la palabra Hobbits han podido usar,. Como también leíamos en los comentarios de esos artículos hay que ser un poco lerdo para confundir ambas pelis más aun cuando una se estrena en cine y la otra no. Pero bueno ya estoy cansado de hablar de polémicas envueltas alrededor de The Asylum y toda esta mierda, así que vamos directos al grano y lo que todos nos preguntamos: ¿Es fiel está película al libro de Tolkien?

En toda la película solo se nombra a los “hobbits” una sola vez y entre risas Por todo lo demás diré un rotundo NO.

La historia va de los Hombres de los árboles (treepeople o halfman para los hombres altos), que en realidad son enanos, pigmeos según Kontroverse, que son raptados por los Hombres roca para su sacrificio en nombre de alguna deidad y para posteriormente alimentarse de ellos. El padre de una família, Tak-Tek se escapa junto a sus dos hijos para aliarse con los Hombres altos que les ayuden a rescatar a su gente. Así que recorrerán un gran tramo encontrándose con lagartos gigantes, arañas gigantes y puro aburrimiento hasta llegar a su destino.
 
¿Dónde está el anillo? ¿Y los magos? ¿Y los dragones? ¿Y los Hobbits? ¿Y toda la fauna y flora de la novela de Tolkien? Pues en ningún sitio. Tan solo Asylum quiso aprovechar el estreno de la mainstream para vender su peliculita de aventuras.

Pero me ha decepcionado. Asylum últimamente me da una de cal y tres de arena. Si bien me encantó esta productora por su descaro y desparpajo en ofrecernos productos cutres pero ricos en entretenimiento y risas con giros imposibles, escenas surrealistas y demás excentricidades, parece ser que últimamente se lo quiere tomar demasiado en serio ofreciéndonos productos igual de cutres pero aburridos. Sin esa chispa que la ayudaba a despuntar de otras producciones de bajo presupuesto.

La película es malota, aburrida y sin momentos gloriosos. Por eso os daré unas pautas de porque no digo directamente que es una mierda pinchada en un palo:

Los enanos, perdón, los Hombres de los árboles. Son tan adoraaaaaaaables. Son como mascotas, como ositos de peluche que quieres estrujar. Entre ellos encontramos a dos que sobresalen. Los hijos de Tak-Tek. El niño, un heavy pequeño con pose de choni y la niña, repelente. La odias, está toda la jodida película hablando sobre la Madre Tierra y la madre que la parió. Se muere uno: oooo Madre Tierra salva a esta alma que... y así a cada muerte. Al final le darías de ostias con tanta Madre Tierra hasta que hace aparición el Padre Celestial. Otro Dios que adoran los Hombres altos. Dios que pesadez de gente por Dios (valga la redundancia de dioses).

Hasta aquí los enanos. Ahora vamos a por los Hombre Roca. Estos adoran a otro Dios y hacen sacrificios en plan “Apocalypto”. Son unos seres feos, con colmillos de plásticos y solo saben mover los brazos para arriba y para abajo y chillar como cerdos afónicos. Aquí viene lo mejor de la película: la mascota de ellos. Un niño con voz de persona adulta. Así escrito suena normal pero hay que verlo, estos son los destellos que hablaba de Asylum que hecho de falta. La palabra bizarra se queda corta.

Por último los Hombres altos. Encabezados por Bai Ling (“El Cuervo”) de la cual rescato una cosa que me parece muy graciosa: los Hombres roca representa que mataron a alguien de su familia. Pues bien la tía jura venganza cargándose a todo quisqui pero al ver que son un montón dice algo como: si muero luchando contra ellos me habré vengado igual. ¡Vengaaaaaaa! O sea si los matas, te vengas. Si mueres, te vengas. Eso lo llamo tongo y una excusa muuuuuy barata.

Hasta aquí los aspectos más destacables de la película, todo lo otro es relleno y más relleno. Si por lo menos al final hubieran explosiones con C-4 o alguna nave alienígena hubiera aparecido por ahí todavía se hubiera podido salvar. Pero a expensas de como se va desarrollando, las mismas frases cada diez minutos con la jodida Madre Tierra y demás parafernalias hacen de una cinta muy muy aburrida.

Para terminar no puedo despedirme sin decir lo malos que son los actores, ni los extras muertos en el suelo tienen credibilidad. Cada vez se esfuerzan menos, coña.

Nota: Ahora que se llama Clash of the Empires, ¿será denunciada por Age of the Empires por utilizar parte de su nombre? Una pregunta que va más allá de todo razonamiento.
 
 

Crítica: La Jungla: Un Buen Día Para Morir

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En el 25 aniversario de “Jungla de cristal” (“Die Hard”, John McTiernan, 1988) y tras “La jungla 4.0” (esa especie de videojuego de gran presupuesto poco convincente repleto de efectos CGI con una increíble recaudación mundial de 380 millones de dólares), Bruce Willis, a sus 57 años, vuelve por quinta vez a ponerse en la piel de John McClane. Esta vez la historia está ni más ni menos que ambientada en Moscú (los terroristas no vienen a él sino que al contrario), a donde McClane, que se siente como pez fuera del agua (queda muy lejos Nueva York), acude para intentar sacar de la cárcel a su hijo Jack (Jai Courtney) y arreglar de paso su complicada relación con su primogénito, que ha sido encerrado por circunstancias poco claras. Sin embargo, allí descubre que en realidad es un agente encubierto de la CIA, infiltrado en una cárcel rusa para proteger a un valioso informador, el antiguo criminal Komorov (Sebastian Koch). Cuando su antiguo aliado, Chagarin, intenta secuestrarlo en el momento de acudir a los tribunales, Jack consigue escapar con él para después toparse con su padre, que descubre su tapadera y les obliga a huir hasta Chérnobil, en busca de pruebas con las que incriminar a Chagarin. John McClane, especialista en atraer problemas, tiene la costumbre de encontrarse en el lugar equivocado en el momento menos adecuado. Así ha sido en las anteriores películas y así es en esta.

MÁS ACCIÓN

Esta entrega promete mucha más acción, tiros y explosiones. A destacar una alucinante persecución automovilística a través de Moscú, que al equipo le llevó 78 días rodar. Por dificultades técnicas y económicas, la filmación se hizo en su mayoría en la capital de Hungría, Budapest, en donde se usó un campamento de entrenamiento militar cercano a la ciudad de Hajmáskér para rodar algunos tiroteos con munición real, mientras que algunas de las escenas peligrosas con vehículos se llevaron a cabo en el Hungaroring, el circuito de Fórmula 1 que se encuentra en Mogyoród, muy cerca del centro de Budapest.

Mientras las primeras entregas se desarrollaban en ambientes claustrofóbicos, las secuelas han ido ampliado su campo de acción considerablemente. Tanto es así que “La jungla: Un buen día para morir” tiene espectaculares escenas de acción en abierto, rodadas cámara en mano, por diferentes espacios. Tal vez podría considerarse la entrega más espectacular y con más acción de la franquicia, dando un paso de gigante en la evolución de la saga con un nuevo estilo visual y algunas secuencias de acción increíbles.

En los combates que protagonizan padre e hijo podemos apreciar las diferencias entre ambos. Mientras John es más bien “haz lo primero que se te venga a la cabeza”, su hijo Jack es más un estratega, que no quiere la ayuda de su padre. De hecho, él no quiere tener nada que ver con John porque está decidido a demostrar que puede hacer las cosas según sus reglas.

Precisamente, la premisa que hace arrancar la película fue una idea del propio Willis, interesado en explorar la historia de un padre y un hijo en un escenario peligroso y obligados a encontrar una manera de superar sus diferencias para sobrevivir.

MCCLANE HIJOS

Fue a partir de “Jungla de cristal: La venganza” cuando McClane empezó a actuar junto a compañeros de aventura que creaban cierto contraste con él. Mientras en “La jungla 4.0” McClane tenía de manera más o menos activa a su hija, Lucy (Mary Elizabeth Winstead), quien aparece brévemente en esta nueva secuela, se decidió que su acompañante en “La jungla: Un buen día para morir” sería su hijo Jack. Éste ya había aparecido brévemente, interpretado por el niño Noah Land, en “Jungla de cristal”. Ahora, una de las claves del proyecto era encontrar al actor perfecto para el papel de McClane Junior adulto. En principio, los candidatos eran Ben Foster, Paul Walker, Milo Ventimiglia, Liam Hemsworth, Aaron Paul, James Badge Dale y D.J. Cotrona, pero fue el australiano Jai Courtney (“Spartacus: Sangre y arena”) el elegido.

Aunque Jack podría estar tomando posiciones para sustituir a John en futuras entregas, todo apunta a que el relevo no será tan sencillo. Bruce Willis tiene pensado rodar otra “jungla” más. Así que de momento el abuelo no se jubila.

El guionista Skip Woods (“Operación Swordfish”, “Hitman”, “X-Men Orígenes: Lobezno”, “El Equipo A”) se ha encargado de escribir la primera historia original de la franquicia, pues las anteriores se basaban, respectivamente, en sendas novelas de Roderick Thorp y Walter Wager. La dirección ha recaído en John Moore (“Tras la línea enemiga”, “Max Payne”), experto en cintas de acción. Se desconoce si repetirán en la próxima entrega. La taquilla hablará.

CURIOSIDAD:¿Cómo un policía a evolucionado a un héroe de acción? Si en la primera y la segunda estaba en un espacio reducido, en la tercera se ampliaba su radio de acción a una ciudad, en la cuarta al mundo entero y en esta quinta se reduce a Moscú.

LO MEJOR: Acción, acción y más acción.

LO PEOR: Se queda muy lejos de la maestría de la primera entrega. Hay situaciones de acción que rozan lo irreal e incluso lo ridículo.
 
 

"Byzantium", de vuelta a lo vampírico

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Neil Jordan vuelve a las sombras y la sangre de la mano de Byzantium. Desde 1994 que rodó la considerada por unos (en los que me incluyo) espléndida y por otros la sobrevalorada  Entrevista con el Vampiro, no había hecho ninguna aportación más a esta temática.

Esta vez, también contamos con un par de misteriosas protagonistas, en este caso féminas. Clara y Eleanor (Gemma Arterton y Saoirse Ronan), se presentan como madre e hija. Huyendo de un crimen acaban en un pueblo costero, en el cuál una se prostituye al mejor postor y la otra, como una tierna colegiala, acaba confesando a un compañero que en realidad nació en 1804 y que necesita la sangre humana para seguir viviendo. En esta historia se entremezclaran dos épocas, la actual y el pasado que les persigue.

Otra coincidencia es que como en Entrevista con el Vampiro, nos encontramos enfrente de otra adaptación cinematográfica. En esta ocasión Neil Jordan ha elegido adaptar una obra de teatro de Moira Buffini, y es ella misma la que ha sido fichada para llevar a cabo el guión.

 
Para el estreno por estas tierras aún no hay fecha prevista, hace apenas unos pocos días salió a la luz el primer trailer. Pero sí que hará acto de presencia en el Glasgow Film Festival (22 de Febrero 2013).

Si nos basamos en experiencias anteriores, seguramente nos encontramos ante otro de los grandes títulos del género vampírico. Uno de esos donde se profundiza en los personajes y nos ponemos en la piel de estas criaturas (en este caso tratándose de Ronan, bellas criaturas). A título personal, después de ver el trailer me he quedado con ganas de más, no sé vosotros.

 

Crítica: El Último Desafío

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Puede que hace bastantes años nos partiríamos el pecho si nos dijeran que Arnold Schwarzenegger iba a ser gobernador de California o que Eduardo Noriega compartiría pantalla con el austriaco. Sin embargo, ambas cosas se han hecho realidad. Tras una breve aparición en la saga “Los mercenarios”, Arnie vuelve al cine con “El último desafio” (2013) de la mano del director coreano de moda en Asia Kim Jee-woon (“Doomsday Book”, “Encontré al diablo”, “El bueno, el malo y el raro” o “Dos hermanas”). Todo ello genera muchas preguntas: ¿Eduardo Noriega está a la altura para ser el antagonista de Schwarzenegger? ¿Arnie está en forma a sus 65 años para bordar otra película de acción? ¿Su director es capaz de adaptarse a la forma americana de hacer películas?... La respuesta es que sí a todo menos a la siguiente pregunta: ¿Esta es la mejor película para relanzar a Arnie al estrellato tras una pausa de una década? No.

Partiendo de una premisa nada original que imita al western, “El último desafío” narra la historia del sheriff Ray Owens (Arnold Schwarzenegger) que, en el último y tranquilo poblado de la frontera, trata de detener la escapada a México de Gabriel Cortez (Eduardo Noriega), el más destacado capo del narcotráfico del hemisferio oeste huido de un convoy penitenciario del FBI, para salvaguardar sus principios y la ley. La cinta tiene reminiscencias de “Solo ante el peligro” y “Río Bravo”, con la diferencia de que la banda de malos a los que se enfrenta el sheriff y sus jóvenes ayudantes de policía está equipada con ametralladoras y al volante de Corvettes trucados, lo que promete adrenalina por un tubo.

Querido lector, ponga la mente en blanco y déjese llevar por un chute de acción en estado puro. Acción de la de antes, acción de la época de “Comando”, “Danko: Calor rojo” o “Ejecutor”. Acción a manos del inigualable Schwarzenegger. Más viejo, sí, pero con el mismo sabor. Que importa que Arnie no suelte en toda la película una frase con sentimiento. La acción es embravecida, exagerada y violenta, y eso nos excita. Una acción mezclada con tensión y sentido del humor de esta película sin pretensiones, pero eficaz y resuelta con brillantez por un director que no escatima en munición.

Tal vez sus puntos flacos son lo demasiado que se tarda en llegar al pueblo asediado, se podría haber prescindido perfectamente del personaje del agente del FBI que encarna Forest Whitaker y se podría haber apostado por un villano más cruel y letal, cuya única gran baza es su coche fantástico.

¿Qué de que va la película? Se lo dire claro: ¿A quién le importa? Si, bueno, habla del miedo, la furia y la rabia, pero repito: ¿A quién le importa? Cuando vaya a sacar las entradas al cine para verla sabrá que lo hace porque quiere entretenerse, pasar un buen rato y seguro que cuando salga de la sala sentirá que Kim Joo-woon sabe lo que se hace en lo que respecta a escenas de acción. Atentos a la apertura y a la persecución en los campos de maíz. Sin embargo, debo avisar que tampoco se esperen acción a lo “Depredador” o “Terminator”. El regreso de Arnie ya es suficiente. Poco más se le puede pedir a una película modesta, desenfada y autoparódica al estilo de “Los mercenarios 2”.

“El último desafío” no será la última película del nuevo Arnold, pronto podríamos verlo retomando alguno de sus papeles más legendarios en el cine como hará, se supone, con “Terminator 5” y “Legend of Conan”.

LO MEJOR: Acción para treitañeros. Los que crecimos con películas como “Comando”.

LO PEOR: Una historia nada original y bastante floja.


"Gallowwalkers", western + zombies= Snipes

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Aquí tenemos la vuelta del Sr. Wesley Snipes que desde la trilogía Blade no se le ha visto el pelo ni por la gran ni por la pequeña pantalla. Sí, se ha sabido más de él por sus problemas fiscales que por otra cosa.

Esta vez viene poniéndole cara a Aman, un pobre pistolero hijo de una monja, la cuál colgó sus hábitos y por este insignificante hecho, (repito) al pobre le cae una maldición sobre sus hombros que consiste nada más y nada menos en que cada persona que mate con su revólver volverá a la vida como muerto viviente. Entretenido, ¿no?

 
El director y escritor de semejante idea es Andrew Goth, que ha dirigido un par de películas más las cuales llegan al aprobado justito. La idea de mezclar zombies+western me parece divertida, pero no sé hasta que punto va a beneficiar a Snipes para volver a darle el empuje que necesita su carrera.

A parte de la star central, tenemos de satélites a Kevin Howarth, que ya había colaborado con el director, y que aparece también en una película que estoy deseando ver, The Seasoning House. Riley Smith, Tanit Phoenix, entre otros.

De momento os dejo con el trailer, que promete tiroteos, sangre, cabezas y espinas dorsales a raudales.



Crítica: The Collection

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Escribir una crítica es en muchas ocasiones parte de una terapia de expulsión de demonios, es casi casi un exorcismo cuando Satán se te mete dentro nada más ver una película (sí, señores, sé que ahora mismo todos os estáis acordando de al menos tres películas que habéis visto recientemente en la que os costó sacaros a Satán de dentro, de lo "güena" que había sido la propuesta...). En otras ocasiones, escribir una crítica es un acto de contención. En otras, y siempre dependiendo del autor (y ya sabéis que este no es mi caso), es una acto de riguroso periodismo, en otras es una explosión de sensitividad...Como imaginaréis, maneras de escribir hay muchas, formas de afrontar una crítica, un millón de veces más, pero he de reconocer que la forma de enfrentarme a la crítica de hoy, "The Collection", para mi es totalmente inusual, y de corazón espero y deseo que sea la primera y la última que escriba en estas circunstancias. El motivo es que escribo desde la cama de un hospital, cansada de ver día tras día las mismas paredes, cansada de sufrir una rutina sanitaria espartana, cansada de que mi cuerpo me la juegue en cuanto bajo la guardia, cansada de las constantes quejas de mi anciana compañera de habitación, cansada de que me pinchen sin piedad casi todos los días y me dejen los brazos, muñecas y manos moradas...y en medio de este cansancio, de repente, en una de las numerosas llamadas de nuestro implacable y a la vez amado jefe, El Rector, la voz al otra lado del teléfono me dijo seria "Missterror, levanta el culo de esa cama, cambia el ánimo y ponte a escribir la crítica que tienes pendiente YA" y Tachán!!! se hizo la luz, de repente recordé que la última película que había visto antes de ingresar en el hospital había sido "The Collection", y pensé que ahora mejor que nunca podría dar mi opinión, porque el dolor camina conmigo y me sería mas fácil volver a caminar sobre esas pisadas (no os preocupéis, no es para tanto, pero es que me gusta mucho ser una drama queen...).

¿Y por qué os cuento todo esto si en realidad a poca gente le importará? Pues supongo que lo hago para justificarme de alguna manera, porque esta crítica es totalmente de memoria, ya que hace mas de 20 días que la vi. A ver si la edad no se nota...( por cierto, pronto es mi cumpleaños ;) )

Ahora sí, CRITICA:

Hace ya casi 4 añitos, los guionistas de algunas partes de la saga "Saw", Marcus Dunstan y Patrick Melton, aprovechando el tirón de la franquicia, se decidieron a rodar "The Collector", que no pretendía ser otra cosa que un film que se apuntara al carro del torture-porn tramposos que Jigsaw puso tan de moda y que tanto adeptos consiguió.

Pues bien, todos los que vimos aquella propuesta de los guionistas de...(que miren ustedes que esto da un miedito increíble cada vez que es lo mas destacado en la publicidad...), nos quedamos gratamente sorprendidos por lo que nos ofrecían estos dos guio-directores, pues pese a que la fórmula era calcada a lo ya visto: psicópata- pruebas- trampas- cazador y víctima, la propuesta no podía tener un ritmo mas frenético, lo que la hacía tremendamente fresca y ágil, la tensión apretaba fuerte, las torturas eran salvajes, el sadismo de un nivel mucho mas que aceptable en lo que se espera de un torture-porn, porque , esto amigos, estamos todos de acuerdo en que fue un torture-porn, y de los que entretenían mucho.

Todo correcto hasta ahora, ¿verdad?, ¿Cual era la pega entonces de "The Collector"? Pues fundamentalmente que la historia era inexistente, que todo quedaba en el aire, que se abrían demasiadas incógnitas que no se llegaban a despejar, porque se dejaba caer a plomo que todo aquello iba a ser resuelto en la segunda parte (que era un hecho desde que vimos el The End de "The Collector").

Con estos precedentes, "The Collection" (la segunda parte, hell yeahhhhh), se hacía muy esperada, aquí, como digo, supuestamente íbamos a resolver el misterio y las inquietudes del coleccionista, creíamos que todo cobraría sentido, que por fin, aparte de ver trampas elaboradísimas que daban pistas mínimas sobre la relación víctima- verdugo, gato-ratón, íbamos a entender esa relación con una historia atormentada de un perverso y cruel ser, que trata a aquellos que caen en sus manos, como simples plagas de las que hay que deshacerse.

Comienza "The Collection" y me relamo. Esta vez la banda sonora no corre a cargo de Jerome Dillon, sino que lo hace a cargo de Charlie Clouser, ohhhh Diosss, este hombre sabe lo que se hace (todos los NIN lo saben, nenas...). Empiezan las primeras escenas y, queridos amigos y amadas amigas, en quince minutos mi grado de excitación era tal que si hubiera seguido mordiéndome más el labio (mas o menos como hace la señorita Steele a lo largo de toda la abominable, horrible y desastrosa novela "Cincuenta sombras de Grey", que toda mujer con un poco de sentido común debería evitar), me hubiera cercenado la parte inferir del mismo. Como os digo, estos primeros quince minutos son de los mas brutales que he visto en mucho tiempo, una orgía de sangre y muerte, así, sin avisar, de aquellas que hacen época y que hacen que te salgan chispitas en los ojos como cuando estás enamorado y ves a la persona receptora de todo ese amor.

El coleccionista comienza destrozando a todo ser viviente que ha sido invitado a una fiesta muy cool (muy rollo "Blade" pero sin vampiros), y el grafismo es asombroso. Solo por esa entrada, creedme, ya vale la pena ver toda la película. Luego A, B, C, se repite la misma fórmula que encontramos en la primera parte, personajes bastante planos, que aquí también repiten (Arkin que vino al mundo a sufrir...), e introducción de una especie de escuadrón militar bastante ridículo, que sabes desde el minuto uno que no hará otra cosa que el ridículo con sus erróneas decisiones.
 
Los elementos están donde tienen que estar, todo listo para ser armado, pero el problema OTRA VEZ es que no hay un guión que desarrollar, en "The Collection" vuelve a primar la forma al fondo, y eso ya lo habíamos visto, por tanto el fallo en esta "The Collection" se hace aún mas palpable que en la propuesta originaria.

Una vez asumido que no va a ser lo que esperábamos, y que Dunstan y Melton son hábiles creando expectativas y muy torpes cumpliendo con lo que se espera de ellas, solo nos queda disfrutar de lo que hemos venido a ver: el tan denostado Torture-porn, que cada día va perdiendo mas fuelle. A mi me gusta, lo digo sin tapujos, sin intentar justificarme, así que tengo que decir que yo disfruté de lo lindo con "The Collection", que si bien soy consciente de que está muy por debajo que lo que se ofreció con "The Collector", y aún entendiendo que no es una buena película, que la "historia" no se sostiene por ningún lado, porque ni siquiera hay historia (algo que tampoco debería llevarla al limbo de las "películas del montón", pues en la primera parte, insisto en que ocurría exactamente lo mismo) ¿Qué le puede hacer interesante? Sin duda la truculencia de las trampas, el grafismo, la efectividad en las muertes, el carisma del asesino, los decorados, los efectos, y SÍ, todo esto lo tiene. Porque si hablo de su intento de innovar con una especie de víctimas zombificadas, ya se pierde todo el poco sentido que en algún momento pareció haber en la película. Prefiero no recordar esta insensatez, porque ni tiene sentido, ni provoca ninguna sensación, ni impresiona, solo avergüenza, pero shhhhhhhhh, haced como que no he dicho nada...

"The Collection" es la continuación en toda regla de "The Collector", y lo digo con conocimiento de causa, porque no hace otra cosa que continuar lo iniciado en la primera parte paso a paso. Todo se repite, los aciertos y las carencias, así que sería hipócrita por mi parte decir que no me ha gustado , cuando la primera me gustó y mucho, pero claro que sí, tengo que reconocer que no está a la altura de lo esperado, ni mucho menos, porque aquí se necesitaba una explicación, un buen guión, una buena resolución, no un buen negocio, que es lo que se está gestando, ya que insisto en que la sombra de "Saw" es alargada, y las sombras de los dólares aún lo son más, y visto el negocio, el arte se queda relegado a un segundo plano, con lo cual, y mirad que yo soy mala pitonisa...me atrevo a vaticinar que esto va a ser acción- acción, sangre-sangre sin control y una historia mas simple que los dibujos animados para los niños de dos años en tooodas las partes que aún nos quedan por ver, eso sí, intentado un trasfondo enrevesado que no hace sino mas ridícula la idea de una resolución decente que desde ya, sabemos que nunca llegará.

En definitiva, mas de lo mismo, pero de eso mismo que nos gusta. Película para ver y seguramente olvidar, pero que se disfruta como se debe disfrutar en su cortita duración.

Ahora la elección es vuestra. Una vez vista es CUando decidiréis si esto merece o no la pena, lo sé, lo sé...es que me gusta poner las cosas fáciles...
 
 


"Kiss of the Damned", sexo, colmillos y Rock 'n' Roll

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Ya sé que hace poco os propuse un estreno de vampiros para 2013, siento ser repetitiva pero a éste tampoco me he podido resistir. Y no, no es porque la protagonista sea pelirroja, que también.

Dirigida por la actriz, guionista y directora Xan Cassavetes (aunque aquí no ejerce como actriz), Kiss of The Damned nos cuenta la historia de dos hermanas vampiresas francesas que se asientan en Connecticut. Una de ellas, Joséphine de La Baume, tiene a un guionista perdidamente enamorado, Peter Petrelli, digo Milo Ventimiglia (The Divide), y la otra hermana, Roxane Mesquida (Rubber), es la encargada de poner todo patas arriba hasta llegar al extremo de poner en peligro a la comunidad de vampiros. Típico.

Teniendo en cuenta que Milo (se llama como mi gato de toda la vida, qué gracia) ya ha salido de la pánfila familia Petrelli y los papeles de antagonista se le dan bastante bien, espero que no sea simplemente un lío de faldas como tiene pinta.
 

Del estreno se sabe bien poco, ya se ha dejado ver por un par de festivales, así que todo apunta que para este 2013. Ya hace unas semanas que veo trailers de la película, pero no ha sido hasta hace pocos días que se ha estrenado el red band trailer, que eso siempre es bien. Os dejo con él.



Crítica: The ABCs Of Death

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Desde que aquellos que vivimos en el abismo que es este bendito mundo del terror escuchamos lo que se pretendía de una propuesta tan ambiciosa como "The ABCs of Death", toda la saliva de nuestras bocas juntas no era suficiente para aliviar la sequedad y el ansia de la interminable espera. No era para menos, la brillantez de la idea era, de largo, el caramelito mas delicioso (de esos que repartían a la puerta del colegio) que podíamos imaginar para este año.

26 historias de no mas de 7 minutos, cuyo presupuesto sería de menos de 5000 dólares por historia, que completaran una abecedario del horror, en el que los directores elegidos deberían desarrollar una idea que comenzara por la inicial que por sorteo les tocara (todas excepto la "T" que fue por votación en el concurso organizado por Drafthouse). La libertad a la hora de crear era absoluta, no había límites, no había reglas, sólo desarrollar una idea inspirada por una letra del abecedario. Para mi, esta forma de crear tan libre, con 26 participantes tan diferentes entre ellos y teniendo que comprimir tantísimo el desarrollo de estos mini-cortos, era lo mas tentador que podía tener entre manos. Sin duda "The ABCs of Death" llevaba mi nombre, consideraba esta película de mi propiedad, me devoraba la impaciencia.

Llegó el momento de verla, y no pudo ser mas glorioso (el momento, digo), tenía permiso de fin de semana para ir a casa (tranquilos no estoy en la cárcel, era otra cosa...) y ese fin de semana, mi socio El Rector, decidió que se venía conmigo y así me vigilaba de cerca...Luz suave, cena agradable, un postre de lujo, la mejor compañía que podía imaginar y "The ABCs of Death", desde luego, el escenario era tan perfecto que asustaba... mi sonrisa no podía ser más radiante, y justo antes de que empezara la primera historia el sr. Rector me hace una indecente proposición que no pude rechazar, shhhhhhhhhhhhhh, acercaros un poquito, que esto me da vergüenza...bien, él me dijo: "Missterror, ¿qué te parece si hacemos la crítica de esta película a medias? ¿qué tal si nos repartimos 13 historias cada uno?". En ese momento le miré a los ojos, y cómo le quise...esa ayuda me venía de perlas en ese momento, y me parecía tremendamente atractivo hacer algo así con él. La única condición fue no hablar de ninguna de las historias hasta que no hubiéramos escrito cada uno sobre ellas (para mi eso es ley, yo jamás hablo de las películas de las que escribo antes de su publicación, de la misma manera que no leo nada sobre ellas).

Así fue cómo surgió la idea de la crítica compartida. Espero que vosotros también lo disfrutéis...Obviamente y como era de esperar, al no haber ningún nexo de unión entre historias y por la disparidad de la misma, el resultado es bastante irregular, para que nos entendamos, hay de todo, algo, que por otra parte, no tiene que sorprender para nada. Así pues, comencemos a contar letritas:

Comienza esta mega antología con un director patrio, con el gran Nacho Vigalondo y su A is for Apocalypse. La entrada a este festival no puede ser mas triunfal, entramos en el mundo de este particular abecedario con un corto realmente bueno en todos los aspectos, tanto en su idea, ejecución, rodaje y efectividad. Una idea aparentemente sencilla, con un humor tan negro como el carbón que funciona de una manera tan agria como acertadísima e inesperada.

Una mujer intenta acabar con su marido con saña, con mucha prisa, con preocupación...fácil lo que propone Vigalondo (o eso parece). No sabemos los motivos para tal sadismo, no entendemos la urgencia de la muerte, sólo sabemos que para ella, esta no se puede hacer esperar... y ¿qué vemos hasta ese momento? Actuaciones tremendamente creíbles y sensación de nerviosismo cuando concluye esta cortísima historia (que se merece mucho mas metraje). Es en ese gran fin donde entendemos que es una historia mas compleja de lo que parece, que curiosamente no necesita ser contada y que, desde mi punto de vista, logra practicamente la brillantez, porque no hay nada mas desgarrador que no ser ni si quiera capaz de esperar unos minutos a ver morir a tu pareja barajando dos opciones: la rabia o demasiado cariño (a mi, algo me hizo decantarme por la primera.

Desde mi punto de vista, es de lo mejor de toda la antología (en cuanto a idea desarrollada, me atrevo a decir que es la mejor) NO hay duda, Nacho Vigalongo es la inteligencia del terror español, tal cual.

A de Apabullante



B is for BigFoot (Adrian Garcia Bogliano)

Hay personas que simplemente, son basura. Esa es la moraleja que se esconde detrás de “Bigfoot”, el segmento dirigido por el argentino Adrián García Bogliano (“No Moriré Sola”, “Sudor Frío”, “Penumbra”), fábula macabra que reinventa el mito del hombre del saco y lo pone al servicio de uno de los impulsos más básicos y primarios del ser humano, el instinto sexual. Dicen que no hay personas tan malas, ni personas tan buenas, que a la gente hay que descubrirla. Pero si hay actos que de una forma u otra, delatan la auténtica naturaleza de cada uno de nosotros. Jugar con la maleable y frágil mente de un niño en pro de nuestros propios intereses, no es precisamente algo que diga mucho a favor de nadie y al final, en ocasiones, la balanza de la justicia se equilibra y pone a cada uno en el lugar que merece.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: No te ensucies el culo por un polvo de mierda, no vale la pena.

Cuéntame un cuento y verás que contento, me voy a la cama, y tengo dulces sueños: Las tetas de la protagonista y el fiel retrato que dibuja Bogliano, de determinado perfil de persona, así como de otro rasgo característico del ser humano: el egoísmo.

Poco más se puede rescatar de la discografía de Celtas Cortos: Lo tópico y previsible de una historia extremadamente sencilla y carente de elementos a destacar.



C is for Cycle, de Ernesto Diaz Espinoza. Pocas cosas hay mas tristes que ver cómo copian una gran idea, intuyendo que hay talento para desarrollar una propia sin problemas.

Este es el pecado del sr. Diaz Espinoza, que tengo la impresión de que podría haber hecho algo bueno con otra propuesta mas personal (eufemismo), pero que se limitó a rodar una versión reducida de "Los Cronocrímines" o "Triangle"...A nivel técnico es aceptable, pero yo no puedo consentir o justificar, que te den libertad ilimitada para crear una historia y que no seas capaz de otra cosa que no sea fijarte en lo que hace el de al lado.

El corto más allá de estas "coincidencias" es flojete, ¿destacamos algo?, no sé, no me atrevo cuando desde mi punto de vista no hay originalidad por ninguna parte.

C de Copia



D is for Dogfight (Marcel Sarmiento)

Contrariamente a lo que se pueda desprender a priori de un relato (aka videoclip) compuesto íntegramente por violencia gráfica, “Dogfight”, de Marcel Sarmiento (“Deadgirl”), no es otra cosa que una oda al cariño y a la amistad. Se dicen muchas cosas. Dicen que vale más una imagen que mil palabras o que el perro, es el mejor amigo del hombre. En este caso, ambas cosas son aplicables a los impresionantes cinco minutos que nos regala Sarmiento en la que a mi juicio, sea una de las mejores historias de toda la antología. Un espectáculo visual de órdago que en perfecta harmonía con una no menos acertada banda sonora, nos sumerge en un mar de sensaciones, en un universo plagado de pequeños detalles a descubrir en cada plano, en cada secuencia, en cada gesto. Adictivo desde el primer hasta el último segundo, “Dogfight” nos recuerda que a veces, la amistad, está por encima de cualquier otra cosa y que la nobleza, afortunadamente, no es un rasgo exclusivo de esos pequeños peludos que andan a cuatro patas.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Vacuna a tu perro contra la rabia, por lo que pueda ser.

A cuatro patas mola mucho: La enorme plasticidad de todas y cada una de las imágenes y su enorme capacidad narrativa pese al hecho de no contener ni una sola línea de diálogo.

Pero luego ni se te ocurra subir cinco pisos sin ascensor: Que a los perritos no los quiero ver maltratados ni en la ficción.



E is for Exterminate, de Angela Bettis. Aquí tenemos el corto de la que para muchos siempre será "May" y mito femenino del terror. Bien, esta mujercita demuestra que el refranero español es bastante sabio y que aquello de "zapatero a tus zapatos" no fue un dicho baladí... El corto es una chorrada como un templo, simple como él solo, donde una araña es el nexo entre realidad, ficción y fingida tensión, que propone la versión risible de la mítica historia de "Creepshow" "They are creeping up on you " (vamos, la de las cucarachas), pero sin sentido alguno.

La banda sonora enfatiza aún más el desastre y el vacio de una propuesta pensada en medio minuto.

Angela, querida, tú dedícate a actuar, que aparecer en los créditos de esta antología como directora está muy bien y es muy cool, pero hay que merecerlo nena, y para ello al menos podías haber mostrado un poquito de interés..

E de Esfuerzo mínimo



F is for Fart (Noboru Iguchi)

A ver, que los nipones tienen una forma distinta de entender la vida, lo tenemos todos bastante claro. Por supuesto, el humor no es una excepción. Y sabido es también, que humor, hay para todos los gustos y para todos los estómagos. Si hay otra historia que le va también a estos japoneses, es el royo de los fetiches... parece ser que el amigo Noboru Iguchi (“Robo-geisha”), además de tener un sentido del humor MUY japonés, tampoco va falto de fetiches, en este caso, escatológicos. Y no es precisamente este tipo de humor, el escatológico, uno que a mi me haga especial gracia, y eso que voy bastante sobrado, de sentido del humor, digo. Pues bien, por lo visto, a Iguchi le van los culos, los ojetes y los pedos. Esto es así y esto es lo que el tipo, sin vergüenza alguna, plasma en “Fart”, un monumento al mal gusto y al humor cafre que supongo que hará gracia hallá por su tierra, porque lo que es a un servidor... colegialas, pensamientos impuros, CGI y gases, muchos gases.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Va a ser que no, esto me supera.

Ponerle Hemoal en el culete a depende que persona, puede ser una experiencia incluso erótica: La total falta de pudor de la que hace gala el director.

Aunque ni siquiera las diosas popan flores: Quien no disfrute del peculiar humor nipón, mejor aprieta el ojete y se aleja de semejante chorrada soez.



G is for Gravity, de Andrew Traucki. Y llegamos al hombre de agua (conocido por "Black Water" y "The reef"), llegamos a la historia de las historias, aquella que te deja con cara de asombro total, aquella historia que nadie entiende porque está "pensada" para no ser entendida, y dicho sea de paso, disfrutada.

La G es la mas floja e insulsa de todas las historias con diferencia. Desde el principio, la propuesta es mareante al extremo, sin diálogo, imágenes en primera persona de una caminata al mar que no tienen sentido ninguno en una antología de horror. Intentas meterte en la historia, lo intentas con todas tus fuerzas, pero no lo logras ni un solo instante. Te admites a ti mismo que no estás entendiendo nada, pero, ¿qué quieren expresar con esos jodidos movimientos de cámara? ¿La gravedad? para eso entonces daba igual cualquier tema con tal de mover la cámara y pararla de repente ¿no?. Esperas con toda tu alma que al final todo se resuelva, que se te borre esa expresión e la cara, que seas capaz de disfrutar con ese punto G. Pero termina de una forma taaaan tonta que tienes que parar la reproducción de la película para respirar, contar hasta 10 e ir a por el siguiente corto.

Historia: una tabla de surf (eso sí, al menos es la mas corta...).

G es Gilipollez



H is for Hidro Electric Diffusion (Thomas Cappelen Malling)

Con ecos al “Aces High” de los Iron Maiden arañándome la piel, se abre “Hidro Electric Diffusion”, nuevo homenaje al heroísmo de la Royal Air Force, en su enfrentamiento contra la Luftwaffe alemana en la batalla de Inglaterra en 1940. Es el noruego Thomas Cappelen Malling (quien no tengo aun muy claro que pinta en esta antología), quien se encarga, de forma sorprendente, de dirigir otro de los grandes trallazos de The Abcs of Death. De acuerdo, no estamos ante ninguna gran historia, en realidad, no estamos ante ninguna historia, más bien ante un sketch que a modo de cartoon reconvertido a carne y huesos y al más puro estilo de los dibujos animados de la Warner, pero en esta ocasión, eso es lo de menos. Cappelen no pretende contar nada. Tan solo divertirnos durante escasos minutos y en ese cometido, sin duda alguna, sale victorioso. Una puesta en escena preciosista, con grandes efectos especiales, sublimes caracterizaciones y una creatividad desbordante, donde lo único que tenemos que hacer como espectadores, es disfrutar atónitos, ante tan magno espectáculo visual. No hay más y no hay que buscarlo.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Nunca te fíes de una gatita que acabas de conocer en un garito, al final, todas terminan arañando.

¿Por qué no atrapa ya el coyote al correcaminos y lo hace hamburguesas de una vez?: Su grandiosa puesta en escena y la gran sonrisa que a uno se le dibuja en la cara a lo largo de todo su visionado.

Porque algunos (coyote incluido), hemos venido a este mundo a sufrir: Aquellos que no sean aficionados al universo de los cartoons, lo encontrarán una soberana tontería.



I is for Ingrown, de Jorge Michel Grau. El autor de la irregular "Somos lo que hay", nos trae una historia en la que, para mi, una vez más, peca de contención.

La idea es buena, pero se te queda a medias, intenta una reflexión social, una dureza dada por la situación que vive la joven protagonista en una bañera, amordazada, maltratada, asesinada...Muestra las últimas divagaciones de una mujer, pero no son suficientes, como digo, se queda a medias. La idea de poner voz y explicación a los momentos previos a la muerte, me fascina, pero el guión flojea, y en este corto, el guión debería ser casi el 80% de la historia. La necesidad de una explicación a lo que vemos, pese a que parece todo claro, me parece imperiosa, pues la protagonista (muy válida por otra parte), no es capaz de acertar en el discurso final en una bañera que ha debido ver de todo...y precisamente ese todo es lo que me hubiera gustado a mi percibir en los pocos minutos que dura el corto.

Aún así, aprueba sin problemas, porque se hace incómodo y crudo, y en esta historia estas dos sensaciones son básicas.

I de Incompleto



J is for Jidai-Geki (Yuday Yamaguchi)
 
Primer marrón importante al que me enfrento en esta antología. Primera vez (espero) en la que mi intelecto queda en entredicho, pues señores, no he entendido el mensaje, no me ha llegado. Me he reído eso si. Si la intención de Yuday Yamaguchi, de quien reconozco no tengo repajolera idea de quien es (tampoco es que mis conocimientos sobre cine asiático vayan muy allá), era esa, buscar la risa fácil del espectador, lo ha conseguido. Ahora bien, si quería transmitir algún tipo de mensaje, yo, al menos, me he perdido. Dos personajes, víctima y verdugo. Hasta ahí llego. Cualquier otra consideración, para aquellos que jueguen en otra liga, eruditos o gente que lea, yo, como cortito oficial, lo único que puedo certificar es una cosa: que estos japos están zumbados y, como desgraciado, otra: maldecirme por la desdicha de que me haya tocado comentar la mayoría de cortes asiáticos de la puñetera película... si es que necesito unas birras con el coyote, YA.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Si consumes (droga, se entiende), no te pongas detrás de una cámara.

El wasabi no pica tanto como dicen, al menos el que ponen en el chino de mi barrio: Su capacidad para (de)generar la carcajada del espectador simplemente, rizando el rizo de lo absurdo y sus vistosos FX artesanales.

Y en realidad me la suda, porque lo único que me va de la cultura japo, es la Nintendo: Mucho me temo que esto no tiene tanto que ver con mis limitaciones de raciocinio, como con las del propio director, que no tenía ni puta idea de que rodar.



K is for Klutz, de Anders Morgenthaler. El primer corto de animación que me toca y la palabra Horror se queda corta.

Lo primero es que los dibujitos animados en cuestión eran mas cutres que "Los fruitis" (sí, los de Gazpacho y Mochilo, que siempre van con pincho), pero es que la historia merece ser vista con 15 whiskys on the rocks encima, porque es una mierda (y nunca mejor dicho). La trama trata de una mojoncillo muy gracioso que sale del culete de una mujer y que le hace todo tipo de perrerías y burlas para volver al sitio donde al parecer se siente cómodo, que no es otro que el ojete de tal señorita... y digo yo,¿qué pinta esto en "The ABCs of Death"? ¿tan difícil era encontrar otra palabra que empezara por K y que no causara vergüenza ajena?, lo digo porque el límite entre lo escatológico y lo vergonzoso es fino, y hay que ser muy hábil para no atravesarlo, este corto pisotea ese límite y se queda tan contento...

K de KK



L is for Libido (Timo Tjahjanto)

La eyaculación precoz siempre ha sido uno de los grandes temas tabúes del macho ibérico (aka Mercenario). Muchas veces se ha relacionado la hombría, con la capacidad sexual del individuo. Bien, pues aquí el señor Timo Tjahjanto (“Macabre”), rompe una lanza a favor de todos aquellos que sufren de dicho problema y da una vuelta de tuerca a toda la mitología sexual popular, no tanto tratando dicha problemática, pues en realidad “Libido”habla precisamente de eso, de la libido y de paso, de la degenerada y perturbadora naturaleza del ser humano, pero si lanzando un claro mensaje de optimismo y esperanza a todo aquel que forme parte de tan desafortunado colectivo: correte o muere ¿por qué me resultará tan familiar semejante frase?). El caso es que aquí las reglas del juego han cambiado, de nada sirve la resistencia estoica, no mis estimados machotes, aquí el primero que descarga la mercancía es el que salva las pelotas (literalmente). Intensísimo mano a mano (nunca mejor dicho) en el que Tjahjanto pone a prueba los límites morales tanto de participantes como de espectadores, todo ello además, aderezado con la crudeza característica del cine de este señor. Intenso, gráfico, desagradable y de incierto desenlace, “Libido” se posiciona por méritos propios como otro de los grandes baluartes de “The Abcs of Death”.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Puede que pensar en tu suegra, no sea, desde un punto de vista ético o moral, la opción más apropiada para aguantar más de cinco (por no decir quince) minutos copulando con tu pareja, pero si la más efectiva.

Preciosa, mucho me temo que esta mañana, vas a llegar tarde al trabajo: La perfecta combinación entre la frenética narración y la dureza de lo que se nos está narrando. Y por supuesto, el divertido guiño a cierto clásico del género.

Cariño, te prometo que es la primera vez que me pasa: Algo más de grafismo en momentos puntuales, habría dado como resultado un producto final aun más enfermizo.



M is for Miscarriage, de Ti West. Sin duda, la propuesta de mínima duración de Ti West era de lo mas esperado de esta antología, pues este hombre ya se ha hecho un nombre dentro del cine de terror, y la curiosidad de lo que podía hacer en un reto como este, era considerable. Pues bien, lo que Ti West ha hecho es lo mas decepcionante de las ventiseis historias, porque se ha limitado a poner imágenes a una palabra, en este caso "miscarriage", que no es mas que un aborto espontáneo que se da en los tres primeros meses de gestación. Eso es ni mas ni menos este corto, y siento el gran spoiler, pero es que es indignante totalmente. No puedo entender en qué pensaba este hombre cuando entregó una tomadura de pelo semejante, lo que sí me gustaría saber es en qué se ha gastado los 4999 dólares que le han sobrado del presupuesto de 5000 que tenía asignado para este corto.

Lo que no se le puede discutir es que su corto es fiel a la palabra elegida, por lo demás, Ti West es el gran fiasco de "The ABCs of death".

M es Malgastar



N is for Nuptials (Banjong Pisanthanakun)

Venga va, que sigo de racha con el cine oriental... menos mal que la moza que tengo a mi lado está de bastante buen ver, que si no... y la verdad es que tampoco me voy a quejar mucho, porque si hay un director oriental que me haya dejado flipado en el pasado, este es sin lugar a dudas Banjong Pisanthanakun, y es que debo reconocer que “Ha Praeng” (“Phobia 2”), sea posiblemente uno de los trabajos de terror que más me han llamado la atención de todos los que hayan venido de aquellas tierras. En esta ocasión, el tailandés se adentra en las siempre complicadas relaciones sentimentales y en los peligros que pueden derivarse de la denominada “pedida de mano”. Cuando a este polvorín, le sumamos además, un tercero en discordia que prenda la mecha, la cosa ya puede terminar en tragedia griega. Una historia sencilla a la par que simpática, donde el humor negro toma la batuta para dirigir una orquesta que si bien no desentona en exceso, tampoco es que ejecute el concierto de su vida.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real:¿Pero no habíamos quedado que el mejor amigo del hombre era el perro? Pues eso.

Fornicar delante de mi animal de compañía, me resulta violento: El pajarillo, adorable.

Fornicar detrás, de mi animal de compañía, puede resultarle violento a él: La gracia del gag se ve venir de lejos.



O is for Orgasm, de Bruno Forzani y Helene Cattet. Los directores de "Amer" nos traen la propuesta mas experimental y sensorial de la antología. Muy en la línea de lo que iniciaban con "Amer", siguen buscando el impacto mediante el cromatismo, los movimientos de cámara, los detalles de ciertas imágenes minimalistas proseguidas de los sonidos correctos, la grandilocuencia de otras imágenes hiperbólicas que intentan explicar el clímax.

Entiendo que en este tipo de propuesta, o conectas desde el principio, o te parecen un acto de pedantería e incluso prepotencia. Para mi es muy fácil conectar con ellas pues las considero propuestas totalmente sensitivas, y hacer algo grande con elementos tan adversos con los que a veces se mueven estos directores, me parece un ejercicio de preciosismo y precisión, una búsqueda constante de elementos que conjuguen bien con lo que se quiere contar. En la "O" simplemente hay que dejarse llevar, y dicho sea de paso, me parece que desmenuzan un orgasmo con una elagancia y una veracidad para quitarse el sombrero.

Una delicia de corto, ahora, terror, horror o como lo queráis llamar, pues cero, no hay por ninguna parte...

O de Obra sensorial



P is for Pressure (Simon Rumley)

Cogiendo el relevo de “Dogfight”, Simon Rumbley (“Red, White & Blue”) nos presenta un nuevo relato mudo, esta vez pero, alejándose del formato videoclip del segmento de Sarmiento, esta vez, a modo de mockumentary y subiéndose en uno de los escenarios más idóneos para interpretar una función de terror: la vida real. Esa vida cruel en la cual muchas veces, somos víctimas de nuestras propias circunstancias, unas veces buscadas, engendradas a partir de nuestros propios errores, otras veces llegadas de forma gratuita en forma de macabro regalo del destino. “Pressure” habla sobre esas circunstancias, sobre como una persona puede verse arrastrada a perpetuar actos de difícil comprensión en un intento desesperado de escapar de la espiral o, simplemente, de sobrevivir dentro de ella, como es el caso. En esta ocasión, el premio al final del camino, es la sonrisa de un niño. Crudo y cargado de fuertes dosis de realidad, Rumbley recrea sin decir nada pero diciéndolo todo, el podrido mundo de la prostitución al tiempo que retrata la decadencia de una madre que se aferra con uñas y dientes al tenue pero incesable viento que sopla las velas de su navío en su particular viaje hacia ninguna parte, sus hijos.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: El fin justifica los medios... pero ten por seguro que los medios, no van a justificar tu fin.

Por favor, tira a mamá del tren: El amargo regusto a cercanía que desprende la historia y su acertado montaje.

… o mamá se va a tirar a todos los del tren: Para mi, “Pressure” no termina de encajar en una antología de terror por más terrorífica que pueda resultar la historia.



Q is for Quack, de Adam Wingard y Simon Barret. Y este era mi gran esperado, pues estos dos señores a mi me ganaron para siempre en "A Horrible way to die", y la sensación fue simplemente correcta.

En realidad es la pieza con mas humor de toda la antología, un acto de autocrítica, una gran demostración de lo que es el sentido del humor. Sin duda es efectiva, logra arrancarte la sonrisa, logra su cometido al 100%, sin olvidarse de que esta pieza va dirigida a donde lo hace, por lo que el humor es negro, y la mala leche queda patente.

Entonces, si se logra el cometido con creces, ¿por qué he utilizado el adjetivo "correcto" para definir lo que experimenté al verlo? pues simplemente, y esto es algo puramente personal, porque yo esperaba que me destrozaran en 5 minutos para siempre, no que me hicieran sonreír, pero ahí está la gracia de lo inesperado!!!

Q de CU



R is for Removed (Srdjan Spasojevic)

Quizás era este, el corto de Srdjan Spasojevic, padre de la controvertida y demonizada por algunos “A Serbian Film”, el más esperado por el que aquí suscribe de los 26 que conforman “The Abcs of Death”. Yo, que me declaro “culpable” de todos los cargos imputados por haber disfrutado como un auténtico cerdo con su polémica película y que además, si tengo muy claro que es una ídem que perfectamente puedo recomendar (como ya he hecho en otras tantas ocasiones) a cualquier persona que guste del buen cine extremo, tenía unas ganas locas de ver que podía salir de la enfermiza mente de este hombre. En este sentido, la decepción ha sido importante, no porque “Removed” no tenga su aquel, que lo tiene, sino porque desde luego, no es lo que yo me esperaba. En apariencia, la propuesta del serbio, está encaminada a la acción pura y dura, disfrazándose por cinco minutos de Jason Eisener (quien también hace sus pinitos en esta antología) para perpetuar una fábula de violencia donde la brutalidad de las imágenes nos coge de la mano y nos acompaña por las frías estancias de un hospital. La realidad pero, es que detrás de esta violenta cortina de humo de colores intensos e imágenes desgarradoras, se esconde una curiosa metáfora (o así lo interpreto yo), que versa sobre la explotación a la cual somete la industria (en este caso cinematográfica) a la obra del artista, convirtiendo el arte, en negocio y a éste, en su mera herramienta.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Cuando una película como “Saw”, tiene ocho secuelas, es que a algún guionista lo están despellejando vivo en alguna fría habitación de hospital.

Si la fama te precede, será porque es más puntual que tu: Su fuerza visual y la de cosas que uno puede llegar a encontrar si busca en el fondo de este armario.

¿Pero aquí nadie se folla a ninguna Nancy recién nacida? Que me devuelvan mi dinero: Los que esperaban una nueva dosis de amoralidad, se van a llevar un chasco.



S is for Speed, de Jake West. El director de "Doghouse" nos regala una pieza que parece que no encaja en ningún puzzle y que termina siendo una pequeña sorpresa. Con un estilo totalmente Russ Meyers, Jake West, nos presenta a dos heroínas que buscan su rumbo, que huyen y que temen, que obedecen a ese ser oscuro que al parecer, todos obedecemos en ciertas circunstancias, y en 5 minutos es capaz de provocar un giro final inesperado que hace que todo cobre un sentido que te tenía perdido desde el inicio.

Un corto preciso, fresco, dinámico y estéticamente muy bien escogido. Una idea muy bien planteada y desarrollada de una forma clara y concisa. Esto es lo que se supone que deberían haber hecho todos los directores. Buscan una palabra, meditar sobre ella, ver cómo encajarla dentro de su estilo y darle forma, vamos lo que se llama, prepararse el trabajo.

En esta antología, Jake West destaca por haber entendido lo que se esperaba de todos ellos.

S de Solvencia



T is for Toilet (Lee Hardcastle)

El debutante Lee Hardcastle, quien participa en esta antología después de haber sido elegido por votación en el concurso organizado por Drafthouse, tiene la osadía de presentarse en sociedad con un producto muy superior a lo ofrecido por algunos directores ya contrastados que se han retorcido con más pena que gloria por las entrañas de esta criatura. Y de entrañas trata precisamente la historia del amigo Hardcastle, quien con un buen puñado de plastelina, da forma (nunca mejor dicho) a una historia inspirada claramente en la serie B y en el cine de terror de los 80, con criaturas grotescas de corte Lovecraftiano, mucha sangre, mucho gore y sobretodo, mucho humor negro. Un viaje retrospectivo a nuestra propia infancia, un eco de aquellos miedos nocturnos que nos atormentaban cuando éramos críos y no tan críos, que ahora supuran de nuevo a la superficie gracias al impecable trabajo de animación que se esconde detrás de esta sencilla, pero preciosista propuesta, en la cual, además del fantástico diseño artístico (atención a la expresividad de las caras) y de las espectaculares secuencias gore que atesora, destaca sobremanera por su macabro sentido del humor. Vamos, una pequeña maravilla que hará las delicias de los aficionados más clásicos.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Cuando aprieta el ojete y oyes la llamada de la selva, no hay monstruos que valgan. La lucha por la supervivencia, comenzado ha.

Si tiene la consistencia apropiada, se puede hacer un “ghost”: Técnica y artísticamente, una gozada. Su sentido del humor, brutalidad y la lograda sensación de terror que transmite el pequeño de la familia.

De ahí para abajo, natillas (sin galleta) y poco más: Que algunos se gasten millonadas en hacer una película de animación y luego venga un señor de a pie y se casque una maravilla como esta con cuatro duros.



U is for Unearthed, de Ben Weahtley. Que el director de "Kill List" se conforme con esta mediocridad no deja de ser curioso, porque esta historia vampírico-sobrenatural es una de las cosas mas insulsas que han visto estos ojitos...en fin, una idea que no aporta nada, que muestra los momentos previos al fin a través de los ojos de la criatura, pero que no expresa nada, que es un conjunto de imágenes en primera persona sin valor alguno para la narración. Creo que la falta de recursos en esta historia fue fundamental para resolverse de una forma tan torpe. De esas historias que olvidas casi antes de haberlas terminado de ver, y eso que la idea podía haber dado bastante más de sí...

¿Dónde dejan estos autores la originalidad?

U de Uso erróneo del recurso



V is for Vagitus (Kaare Andrews)

Kaare Andrews (“Altitude”), pone el punto “exótico” a “The Abcs of Death” con este estupendo corto de ciencia ficción que de entrada sorprende por su estupenda puesta en escena, donde los FX brillan con luz propia y no tienen absolutamente nada que envidiar a muchas de las super producciones que inundan nuestras salas de cine. Más allá de la forma, destaca también el fondo. Y es que en apenas cinco minutos, “Vagitus”, consigue inyectar vía intravenosa en el espectador, la suficiente cantidad de daros como para que éste, construya en su mente a partir de estas herramientas, una historia lo suficientemente compleja no solo para dar a luz el corto que tenemos entre manos, sino un largometraje de los pies a la cabeza. Una población sobre poblada y la fertilidad en el ojo del huracán. Tener un niño es ilegal si no tienes los permisos adecuados (me viene “Fortaleza Infernal” a la cabeza y me pica la puntita del pene) y la ley, inmersa en su particular caza de brujas, los persigue como mercancía prohibida que debe ser confiscada y destruida. Influencias de “Appleseed” de Masamune Shirow y los telépatas, nuevamente, como inagotable fuente de inspiración para fábulas futuristas. Vistoso, violento (al extremo) y muy entretenido.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Tener un hijo es mal negocio Cuando no está el horno para bollos.

Las policías del futuro, cuanto más enfundadas en cuero, mejor: La interesante trama que consigue gestar en apenas cinco minutos y sus grandes FX.

Eso siempre y cuando el cuero, no pase de moda: Deja con ganas de mucho más.



W is for WTF, de Jon Schnepp. La "W" lo es todo. Con esto podría resumir este demencial corto. Sin dudarlo ni un momento, es el mas surrealista, histérico, divertido y desquiciante de todos. Conjuga todos los elementos del terror en pocos minutos, todo a velocidad, todo urgente para que no seamos capaces de procesar absolutamente nada, para crear en nosotros esa sensación de WTF!!! y vaya si lo logra! No entiendes absolutamente nada, pero termina y te encuentras totalmente satisfecho por lo que acabas de ver.

Es una locura, no hay mayor explicación, pero ojo, de esas que se disfrutan.

W de WTF (no puedo decir otra cosa)



X is for XL (Xavier Gens)
 
“XL” es otro de los puntos de inflexión en “The Abcs of Death”, porque el papá de la criatura es ahora mismo, uno de los cineastas de nueva hornada por el que más admiración siento. Xavier Gens, el francés, que si bien no terminó de llegarme con “Frontieres”, reconozco que me destrozó por completo con esa pequeña gran joya de cine apocalíptico que fue “The Divide . De todas formas, la prudencia es algo que normalmente, suele acompañarme y al pollo, no suelo comérmelo antes de meterlo en la cazuela. Después de degustar este “XL”, puedo decir que Gens ha vuelto a destrozarme, algo que por cierto, tan solo está al alcance de muy pocos/as. “XL” no cuenta nada nuevo, pero lo que cuenta, lo cuenta bien. Una sociedad vacua esclava de la apariencia, en la que todo aquel que no se ajusta a los cánones estándares que marca el momento, es menospreciado y/o ridiculizado. En este caso es la obesidad lo que se pone en la palestra. Desgarrador, no se puede definir de otra manera a lo que aquí hace Gens. Un relato perturbador, que además, tiene el añadido de hacerlo, perturbar, sin la necesidad de sorprender. “XL” te agarra por los cojones y va apretando de forma progresiva al compás del marcial suicidio colectivo de los segundos, que van saltando al vacío con cada corte, cada mutilación, cada desgarramiento, tanto de la carne, como del alma. Durísimo, tanto en forma como en fondo.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Los complejos hay que quitárselos de encima, pero a poder ser, sin la ayuda de un cuchillo.

Otto se comería a su mujer, a su hija y a su perro si lo tuviese y dormiría tan tranquilo esa noche: La crudeza con la que Gens denuncia las miserias de una sociedad podrida y el mal cuerpo que a uno le deja el que con toda seguridad sea, el corto más turbador de toda la antología.

Claro que Otto, no está obeso, solo es de huesos anchos: Que algunos aun tengan la indecencia de aseverar que “The Divide” no es una puta maravilla.



Y is for Youngbuck, de Jason Eisener. Y el director de la sublime "Hobo with a Shotgun" nos acerca al mundo de la venganza de nuevo. Para ellos se sirve de dos elementos determinantes, que no son otros que los dos protagonistas del corto, un anciano y un niño, ambos inquietantes como ellos solos. Con un tipo de montaje que le hiciera famoso, con unas imágenes que llevan su huella, con una historia con un fondo desolador y una forma que de forma (valga la redundancia) contrapuesta, podría clasificarse como festiva, con lo que la mezcla y el resultado es perturbador y efectivo.

Historia corta que podría desarrollarse perfectamente con algo más de duración, porque te deja con ganas de más.

Y de Y no salió nada mal



Z is for Zetsumetsu (Yoshihiro Nishimura)

Bueno, y como no, para rematar, tenía que tocarme cerrar este apasionante (a veces) recorrido por el abecedario del terror, con otro corte nipón. Si no te gusta la sopa, dos cazos. Si digo que la pieza está orquestada por el señor Yoshihiro Nishimura (“Tokyo Gore Police”, “Helldriver”), me parece que no hace falta mucha más explicación, los que conozcan el cine de este tipo, tendrán bien claro lo que aquí se van a encontrar. Historias futuristas, (sin)sentido del humor nipón, tetas y peleas que rivalizan entre lo grotesco y lo ridículo. Me cuesta mucho encontrar virtudes en un tipo de cine que personalmente, no me dice absolutamente nada. Visualmente luce, eso si, pero poco más. Una sucesión de gags (aka chorradas) con regustillo a sushi y una constante analogía entre gastronomía y sexo que termina desembocando en una eyaculación de arroz. Poco más. Si te gusta lo que suele hacer Nishimura, te gustará esto. Sino, mejor te abrazas a tu compañera/o de visionado y preparas tu propia receta mientras estos japoneses se montan su propia fiesta. Aburrido.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Debo querer mucho a alguien, para perder mi tiempo hablando sobre estas pajas mentales niponas.

No hay nada más satisfactorio que abrir un coulant engendrado con amor y ver como se esparce el chocolate de su interior: Visualmente, resulta vistoso.

Si bien es cierto que el grado de satisfacción es directamente proporcional a la superficie por la que se esparza: Chorradas como esta, ya la hemos visto mil veces.



Conclusión, “The Abcs of Death” redefine el término “irregular”. La realidad es que no podía ser de otra forma, porque esto es lo que sucede cuando le das total libertad creativa a 26 visiones tan distintas de hacer cine. La sensación general a mi juicio, es muy positiva y considero a “The Abcs of Death”, como una de las mejores antologías de terror que se hayan realizado en mucho tiempo. Cortes para todos los gustos y de todos los colores, que para bien o para mal, no dejarán indiferente a nadie. Visionado obligado para cualquier amante del género.

Lo mejor: Su variedad, capaz de transportarte del cielo al infierno en apenas unos instantes, la certeza de que en la actualidad, hay directores de tal solvencia (Sarmiento, Eiserner, Gens...) que podrías dejarte caer hacia atrás con los ojos cerrados con la seguridad de que iban a rescatarte del abismo y por supuesto, el honor y el placer que ha significado para mi, que la Srta. Missterror me haya permitido desvirtuar su crítica con mis chorradas, amén de disfrutar del visionado de la obra en la mejor compañía del mundo.

Lo peor: Esa misma variedad, es un arma de doble filo que a veces (más de las deseadas), corta. Y Ti West, quien sigue en caída libre por el retrete.


"Captain Harlock", trailer del remake

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El clásico de finales de los 70 y principio de los años 80, “Capitán Harlock”, tendrá un remake titulado oficialmente “Space Pirate Captain Harlock” en otoño de este año, en principio para las salas de cine niponas.

El filme de animación 3D basado en la obra homónima de ciencia ficción de Leiji Matsumoto tendrá una historia más oscura que el manga y el anime, en la que conoceremos el origen de la cicatriz de Harlock y veremos su dolor y sufrimiento persiguiendo su meta cueste lo que cueste. En el apartado técnico se han usado los métodos de animación CG más avanzados. De hecho se recurre a la animación completamente por ordenador y a la técnica de la captura del movimiento, que registra los movimientos de los actores para crear así la base de la animación.

Harutoshi Fukui es el responsable de escribir el guión de la película, una historia que ha sido adaptada a los nuevos tiempos y más cercana a la sociedad moderna. Shinji Aramaki (“Appleseed”) es el director de la película, la cual cuenta con el mayor presupuesto en la historia de Toei Animation. Un presupuesto cercano a los 30 millones de dólares.

El proyecto de “Capitán Harlock” lleva gestándose desde 2010 cuando la productora japonesa Toei Animation anunció que estaba trabajando en una nueva entrega de “Capitán Harlock” para la gran pantalla.

Sinopsis

En la Tierra del futuro los niveles de superación y progreso de la especie humana se han colapsado. El planeta es controlado por burócratas sólo preocupados por construir más campos de golf, y los terráqueos han perdido su instinto de aventura y se han vuelto unos cobardes acomodados. Todo ello resulta terreno abonado para las Mazón, una raza de los confines de la galaxia que viaja por el espacio conquistando planetas para su imperio.

Entre las Mazón y la completa destrucción de la Tierra sólo se encuentra el pirata espacial Capitán Harlock y la tripulación de su nave Arcadia, los únicos con agallas para hacer frente a la amenaza.


Crítica: Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas

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Los cuentos infantiles están de moda, en el cine con películas como “Caperucita roja (¿A quién tienes miedo?)” (2011) o “Blancanieves y la leyenda del cazador” (2012) y en la televisión con series como “Érase una vez” y “Grimm”. Todas ellas coinciden en darles más de una vuelta de tuerca a los cuentos clásicos revisados desde una óptica más oscura y gótica, como es el caso de “Hansel y Gretel: Cazadores de brujas” (2013), la primera gran película de Hollywood de Tommy Wirkola, conocido por la cinta de terror “Zombis nazis” (2009), que hace la función de guionista y director de este film rodeado del mismo universo gótico de cintas similares como “Van Helsing” (2004) o la reciente “Abraham Lincoln: Cazador de vampiros” (2012).

La película arranca con la historia que todos conocemos de los hermanos Grimm publicada en 1812. Hansel (Cedric Eich) y Gretel (Alea Sophia Boudodimos) son abandonados de niños en el bosque por su padre (Thomas Scharff). Los dos se topan con una casa en medio del mismo, de extraña apariencia (está hecha de caramelo), en la que entran. Una vez en ella, quedan secuestrados por una temible bruja. Pero logran librarse de ella lanzándola a su propio horno.
 
Además de acabar con la bruja y aquí es donde empieza la revisión de Wirkola, unos crecidos Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) se han convertido en los vigilantes supremos de los bosques, expertos cazadores que van de aldea en aldea para poner sus artes (manejo del arco y las flechas, artes marciales, armas de fuego, etc) al servicio de los aterrorizados habitantes oprimidos por las brujas y de paso presumir de una insaciable sed de venganza. Así pues, los dos terminan convirtiéndose en cazadores de brujas. Quince años después, Hansel y Gretel son aclamados allá a donde vayan debido a su fama.
 
En la pequeña localidad de Augsburg, los hermanos no permiten que el Sheriff Berringer (Peter Stormare) se salga con la suya y condene a una joven llamada Mina (Pihla Viitala) a ser quemada injustamente en la hoguera por ser una bruja, puesto que en realidad es humana. La presencia de la pareja incita al alcalde Englemann (Rainer Bock) a contratarlos para que traten de dar con el paradero de un puñado de niños y niñas del pueblo que han sido secuestrado por brujas. Berringer organiza su propia misión, que no tarda en ser menguada por la súbita aparición de la Bruja Negra, Muriel (Famke Janssen), la peor bruja de todas. Esta hechicera de enorme poder no permitirá que su objetivo de ofrecer seis niños y seis niñas a los poderes mágicos y siniestros sea interrumpido por nadie, y para ello dispone de un ejército de brujas.

A su lado los hermanos tendrán a un joven adolescente fan de ellos (interpretado por Thomas Mann) y, después, a un troll gigante, llamado Edward (Derek Mears), que acertadamente no está realizado por ordenador.
 
Wirkola nos ofrece un mundo de bosques, brujas y maldiciones lleno de acción, aventuras, humor negro y sangre, incluso con escenas algo gore, sin el más mínimo interés por mantener el tono de leyenda de la historia original. Es difícil creer que la aburrida modernización de sus diálogos, poblados de expresiones y actitudes contemporáneas, las secuencias de acción, con batallas repetitivas, vuelos de brujas de serie B y cansinas explosiones de cuerpos, las aparatosas armas de los protagonistas (las ametralladoras, los cuchillos o las ballestas) y sus parajes digitales puedan lograr llegar a un público que no sea otro que adolescentes con sed de sangre y mucha acción, también disponible, por cierto, en 3-D. Siendo duros, son a estos Hansel y Gretel modernizados a los que se debería quemar en la hoguera, pues la interpretación de la seductora Famke Janssen (consciente de en que película se encuentra) en el papel de todopoderosa bruja es la única que se salva. Ni Jeremy Renner (nominado al Oscar como Mejor Actor Principal por “En tierra hostil”) resulta simpático cuando gasta bromas ni a Gemma Arterton (una de las chicas Bond en “007: Quantum of solace”) nos la creemos como chica dura.

Como dato curioso, Renner rodó “Hansel y Gretel: Cazadores de brujas” antes de “Los Vengadores” y “El legado de Bourne”, mientras para el papel de Gretel se escogió a Gemma Arterton pero también se consideraron Diane Kruger, Eva Green y Noomi Rapace.

LO MEJOR: Famke Janssen.

LO PEOR: La introducción, el guión, la puesta en escena, las actuaciones de los protagonistas principales, los efectos visuales (no se entiende los 60 millones de dólares de presupuesto) y la incesante música de Atli Örvarsson.


Crítica: Escalofrío

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En ocasiones productos mediocres cosechan (de forma incomprensible) buenas críticas y reciben innumerables premios, además de ser acogidos de forma estupenda por la mayoría de los aficionados (independientemente del arte en cuestión que estemos tratando) y por el contrario en otras, productos notables, muy superiores a la media, pasan sin pena ni gloria o simplemente no reciben el apoyo que merecen. ¿Cuántas veces películas de segunda se han alzado con galardones en festivales, recibido los parabienes de la prensa especializada y/o el apoyo incondicional del público? Seguro que conocéis un buen puñado de casos. Pues bien, Escalofrío (cuyo título original es Frailty) no es una de ellas. Frailty (la cual debería haberse traducido por Debilidad, título este mucho más apropiado) es una de esas cintas que desgraciadamente no consiguen lo que realmente merecen, una de esas joyitas medio olvidadas que debe ser reivindicada y conocida por el público. Así que en las siguientes líneas intentaré exponer por qué debéis echarle una ojeada a este thriller de toques sobrenaturales y con trasfondo fanático-religioso.

La historia arranca cuando un hombre (Matthew McConaughey) se presenta en las oficinas del FBI y le comenta al encargado de una investigación policial que conoce la identidad del asesino conocido como “la mano de Dios”, psicópata que ha descuartizado varios cuerpos a lo largo de los años. El inspector se muestra en un principio incrédulo y reticente, pero ante el relato del desconocido empieza a cuestionarse que tal vez este le esté contando la verdad del despiadado asesino. A base de flashbacks se estructura, por tanto, esta película que se engrana de forma minuciosa (al igual que lo hacía aquella maravilla titulada: “Sospechosos Habituales”) a pesar de giros inesperados y sorprendentes, pero lógicos. La mayoría aplaudirá los cambios que se producen durante la cinta, aquellos que no vean la ironía interna y malicia de los mismos los considerarán caprichosos y, tal vez, absurdos.

Bill Paxton, conocido actor de innumerables películas (“Terminator”, “Aliens: El Regreso”, “Depredador 2”, “Mentiras Arriesgadas”, “Apolo XIII” o “Un Plan Sencillo”, por citar algunas de las más famosas) se pone por primera vez detrás de la cámara (y en este caso también delante) para desarrollar de forma notable un thriller con toques sobrenaturales, sobre un psicópata que arrastra a su familia (sus dos hijos pequeños) a una espiral de locura y muerte como consecuencia del mandato divino. Las visiones que le encomiendan acabar con demonios con forma humana serán puestas en duda por el hijo mayor, el cual no termina de entender los intrincados e inexorables caminos del Señor, lo cual desencadenará consecuencias terribles.

A un guión brillante, carente de truculencia (este no es un film gore ni le interesa la sangre fácil) y provisto de múltiples lecturas (¿Es la fe ciega, locura o el camino hacia la verdad salvadora? ¿Es Dios un juez implacable con los que se salen de la senda correcta o son nuestros demonios interiores los que nos arrastran al abismo de las tinieblas?), además de algunas vueltas de tuerca “fantásticas”, se le suma una realización cuidada y certera que se apoyada en una fabulosa fotografía para crear ambientes inquietantes y un montaje dinámico, junto a unas actuaciones estupendas (donde sobresalen y de qué forma los dos niños interpretados por Matt O’Leary y Jeremy Sumpter), para brindarnos 100 minutos ininterrumpidos de suspense y tensión in crescendo muy disfrutables, recomendables y reivindicables.

Tal vez algunos no acaben disfrutando del “malicioso” final que propone la cinta (una muestra más del humor negro que impregna todo el metraje) y adviertan en él un mensaje ultraconservador que para nada contiene, pero os aseguro que si le dais una oportunidad a esta intensa película no os defraudará. Es posible que os preguntéis por qué diablos no la habéis visto (disfrutado) antes, por qué no tuvo mayor repercusión o por qué diantres cayó en el olvido, pero quedaros con las sensaciones que os brinda su visionado “lumínico” y sed conscientes que los caminos del Señor son inescrutables.
 
 

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