Sí, es rarito. Y nos vamos a cansar bastante rápido de oírselo decir a todo el mundo. “Llevo una vida inusual”, comenta el joven héroe con un don psíquico peculiar, justo antes de explicarnos que es capaz de comunicarse con los recién fallecidos. Y que, en bastantes ocasiones; estos esperan de él que lleve a sus asesinos a la justicia. Una habilidad que le he dado una reputación en el pueblo de chico extraño.
Y esto debería ser todo lo que tendríamos que haber oído sobre el tema. Sin embargo, el director y escritor Stephen Sommers (la saga de “La Momia”, G.I.Joe) se toma la libertad de utilizar cualquier oportunidad para reforzar cuán raro es, y qué vida tan chiflada y alocada lleva Odd con frases tan picantes como:
Odd: Yo no soy como mucha gente.
Stormy: Lo sé.
Stormy, como ya he dicho; es la fiel novia de Odd. Le da vida la actriz Addison Timlin mientras que Odd es Anton Yelchin, quien también es Checkhov en la nueva peli de Star Trek. Su relación parece estar modelada por las bromas cariñosas entre Nick y Nora Charles en las viejas cintas de “Thin Man” (La cena de los acusados, La canción de los acusados, etc…). Aunque, de alguna manera, no era tan horrible cuando Nick y Nora lo hacían.
Igual que Nick, Odd es un detective privado; pero tiene una especialidad. Es un “detective encubierto para gente muerta”, tal cual lo dice él. Encubierto porque nadie que esté vivo lo sabe a excepción de Stormy y el paternal jefe de policía Porter (Willem Dafoe, WTF, Willem, ¿por qué?) – e incluso él adora decirle a Odd lo raro qué es. Especialmente desde que Odd ha empezado a ganar una mayor reputación tras su comportamiento en relación a unas señales que le alertan de que ocurrirá una masacre en Pico Mundo. El pequeño pueblo desértico ha sido infestado por un número record de criaturas demoníacas, translúcidas y escurridizas llamadas Bordachs, qué sólo pueden ser vistas por Odd y que sólo aparecen en sitios donde esperan poder alimentarse de la energía oscura que genera la “violencia operática y extrema y el terror”. Estoy citando a Oddie.
En la parte positiva, “Odd Thomas” tiene una premisa divertida que le funciona, una que ha sustentado el prolífico escritor de terror Dean Koontz a través de sus ya seis novelas. ¿A quién no le va a gustar un ocurrente cocinero que se menosprecia a sí mismo pero al que le encanta salvar el mundo contra psicópatas y satánicos? Yelchin es poco convencional y convincente en el papel, y Sommers; quién siempre ha tenido un truco para la acción vertiginosa con un toque light y cómico, nos regala algunas escenas entretenidas durante el metraje.
Desgraciadamente, la sustancia espantosa de Odd Thomas parece sangrientamente incompatible con el despreocupado guion de la película. Hablando del cual, debería estar penado que en las películas las conversaciones ingeniosas supusieran más de un 63% del diálogo. ¿Y una voz extravagante que narre la historia? No más del 12.3. Especialmente cuando esa voz está ahí porque es la única manera de entender qué está pasando en la escena.