EL ANUNCIO
En julio de 1979 un anuncio publicitario enigmático del Variety llamaba la atención de productoras y distribuidoras. Las palabras “Friday the 13th” (“Viernes 13”, el equivalente a nuestro Martes 13, día de mala suerte) atravesaba un cristal rompiéndolo en varios pedazos acompañado de una corta frase: “The most terrifying film ever made”. El responsable era Sean S. Cunningham quien aún no tenía ningún film rodado bajo ese título ni tampoco disponía de guión alguno. Se trataba de despertar el interés por un proyecto que podría resolver algunos asuntos económicos de Cunningham. Esto suponía su vuelta al cine de terror tras su colaboración con Wes Craven en “La última casa a la izquierda” (“The last house on the left”, 1972), en la que hizo de productor y de coguionista junto a Craven.
Paramount, Warner Brothers y United Artists se enzarzaron en una lucha por obtener los derechos, quedando en empate los dos primeros. Paramount distribuiría la película en suelo norteamericano, mientras que Warner se reservaba la distribución foránea. El film contó con un modesto presupuesto de 550 mil dólares, que ya quisiera para mi.
El guión corrió a cargo de Victor Miller con el nombre en un principio de “The long night at Camp Blood”, escrito en tan sólo dos semanas de forma simple y efectiva. Ron Kurtz pulió el libreto final.
La película se rodó durante 28 días en el otoño de 1979 utilizando un campamento de boy scouts abandonado de nombre No-Be-Bo-Sco, situado a las afueras de Blairstown, New Jersey, así como los alrededores del pueblo. Tan sólo tuvieron que construir un set para la escena del cuarto de baño.
Tras diez semanas de montaje, el 9 de mayo de 1980, “Viernes 13” llegaba a las pantallas norteamericanas recaudando sólo en Estados Unidos la cifra de treinta y nueve millones de dólares. Un éxito que nadie auguraba. Así dio comienzo toda una saga gracias a un eficaz anuncio publicitario.
LA HISTORIA
En el año 1957, la tragedia se cernió sobre el campamento de verano Crystal Lake. El niño deforme de 11 años llamado Jason Voorhees se ahogó y desapareció en las profundidades del lago. Jason no sabía nadar y los monitores no lo socorrieron porque estaban intimando en el momento de los hechos. Un año después del acontecimiento, los dos jóvenes monitores fueron encontrados asesinados en el interior de un establo de la zona.
De nuevo, Crystal Lake volvía a aparecer en los medios de comunicación debido a una tragedia, siendo rebautizado por la prensa y el pueblo como “Campamento sangriento”. Crystal Lake fue cerrado y alrededor del campamento comenzaron a tejerse diversas leyendas urbanas.
Veintidós años después, en 1980, Alice Hardy (Adrienne King), una trabajadora social, llega a Crystal Lake junto a un grupo de amigos con el fin de rehabilitar el campamento para volver a ponerlo en funcionamiento. Sin embargo, Alice y dos de sus amigos se cruzan con un anciano muy misterioso que les avisa: "Todos ustedes van a morir, van a morir porque él está aquí". Advertencia que ignoran.
Al pasar las horas, comienzan las primeras muertes, todas espantosas, pero nadie aparecía como el autor de ellas.
Alice no tarda en descubrir que ella es la única persona que queda viva en el campamento. Al ver los cadáveres a su alrededor, trata de pedir ayuda y se cruza con una señora llamada Pamela Voorhees (Betsy Palmer), quien la tranquiliza. Sin embargo, Alice se da cuenta de que aquella mujer no es lo que parece. Le explica la historia de su hijo Jason y entonces la ataca. Tras enfrentarse a ella a orillas del lago, Alice finalmente toma un machete y decapita a la Sra. Voorhees, para después huir completamente traumatizada.
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La escena final de la película muestra a Alice recostada en un bote en medio del lago, mientras ve llegar a la policía. Al incorporarse, trata de llamarlos para indicarles que está viva, cuando de pronto el niño Jason (Ari Lehman), convertido en un muerto viviente, emerge de las aguas y la arrastra hacia el fondo. Pero todo es una pesadilla y Alice despierta en un hospital con sus familiares y la policía para interrogarla, para saber qué fue realmente lo que pasó en Crystal Lake, no sin antes decirle que la encontraron a orillas del lago.
INSPIRACIÓN
El guionista Victor Miller fue el responsable del nombre del asesino, pues Jason era el nombre de un personaje de una de sus novelas, “Hide the children” (1978), y Voorhees era el apellido de una de sus compañeras de instituto. Tom Savini fue quien ideo la escena final en la que Jason emerge del agua para arrastrar a Alice a las profundidades del lago, que Miller adoptó en el guión.
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Una vez tenían al asesino, los creadores querían ofrecer una película que aprovechara la buena acogida que había tenido el film de John Carpenter, “La noche de Halloween” (“Halloween”, 1978). Así pues, el guión de Miller repetía los elementos de este film como podemos observar en los primeros minutos de “Viernes 13” en lo que es una burda imitación de la secuencia inicial de “La noche de Halloween”: la acción sucede años antes, en la que se desarrolla el resto del film y en él se emplea el punto de vista subjetivo para mostrarnos el asesinato de dos jóvenes que se encuentran manteniendo relaciones sexuales. Los planos de focalización interna se alternan con otros que pertenecen a un narrador omnisciente que ofrece al espectador una mejor visión. Cuando la pareja es atacada observamos una especie de homenaje a “El fotógrafo del pánico” (“Peeping Tom”, Michael Powell, 1960): vemos el rostro de terror de la chica que es congelado y ampliado para que observemos con detalle la gesticulación de alguien que se sabe a punto de morir.
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De “Halloween” también se adopta la agresión de una pareja joven en un momento íntimo, aunque en “Viernes 13” no son en principio postcoital sino durante la prolongación del acto sexual. Esta agresión viene del discurso del film de Carpenter de lo que se denomina castigo por la ley paternal, esto es, por el sexo prematrimonial. El sexo tiene una relación causa-efecto con la muerte. También vemos la supervivencia de la chica virginal en este film. Esa chica es la denominada final girl, que no bebe, no fuma, no mantiene relaciones prematrimoniales y es más inteligente que el resto del grupo.
La estructura de “Viernes 13” debe tanto al film de Carpenter como al de Mario Bava, por su “Reazione a catena”, film bisagra entre el cine giallo y el slasher. En el largometraje, Bava nos exponía diversos asesinatos con carácter episódicos que llevan a cabo unos avaros personajes en su lucha por la propiedad de una hacienda.
“Viernes 13” también es deudor, a la vez que el film de Carpenter, de “Psicosis”. Por ejemplo, la madre de Jason es un homenaje al psychokiller Norman Bates, con el que el personaje de Betsy Palmer establece un claro paralelismo.
APORTACIONES
Pese a ser un cúmulo de inspiraciones de otras películas “Viernes 13” también aporta nuevos elementos al subgénero slasher o alimenta los ya existentes. Primero, la ubicación de la acción es un lugar aislado de cualquier supervisión adulta como es el campamento estival. La función de los personajes adultos en la película es la de aparecer brévemente para prevenir a los jóvenes del peligro que se cierne sobre ellos, basándose en la sangrienta historia del campamento. Advertencias que son desoídas considerando a sus emisores personas prejuiciosas (el representante de la ley) o desequilibradas (el profeta loco).
Segundo, el aumento de la violencia gráfica (todo lujo de detalles en los asesinatos) y por tanto de la sangre, a diferencia de la cinta de Carpenter. Aquí cabe recordar los magníficos efectos especiales de Tom Savini quien se convertiría tras el film en unos de los técnicos más solicitados. Un ejemplo de dicha violencia es la decapitación final mostrada en primer plano y a cámara lenta. Cunningham fue el responsable de contratar a Savini después de ver su trabajo en la saga zombie de George A. Romero.
Tercero, la revelación de la identidad del asesino resulta un motivo de gran sorpresa para el espectador. El giro final transforma la figura de un expeditivo asesino dotado de fuerza sobrehumana en una mujer de aparentemente endeble complexión física sin poderes.
VEROSIMILITUD
No hay que darle muchas vueltas a la trama de “Viernes 13” ni a todas sus secuelas. Solamente cabe disfrutar del espectáculo slasher que se nos presenta cuyo único objetivo es conseguir sobresaltar al público. Sin embargo, si queremos ser rigurosos podemos encontrar muchos puntos débiles a la verosimilitud de la historia. Mencionaré solo un par.
Primero, pese a haber transcurrido 22 años desde el ahogamiento de Jason (producido en 1957), el aspecto del personaje al final del film sigue siendo el de un niño. Segundo, mientras la anatomía de la asesina no aparecía al completo en pantalla y poseía una fuerza y una presencia prácticamente sobrenatural, la señora Voorhees pierde el equilibrio y toda su fuerza frente a Alice, la final girl.
No obstante, la incongruencia y la laxitud de la verosimilitud son elementos propios del cine slasher. Así pues, “Viernes 13” no hace más que alimentarse de los mismos al igual que harían producciones posteriores.
BODY COUNT
Como en toda película slasher los asesinatos van encanándose uno tras otro de manera no jerarquizada, constituyendo subtramas con su propia construcción dramática como ya ocurría en “La noche de Halloween”. Sin embargo, la cinta de Carpenter contenía solo cuatro asesinatos, mientras que la de Cunningham tiene diez.
En “Viernes 13” y toda su serie las víctimas son simple carnaza sin apenas dramatismo alguno y sus muertes funcionan para alimentar el morbo del espectador. Ciento setenta fiambres en doce películas a lo largo de treinta años es el resultado total de la franquicia. En “Viernes 13” (1980) habían diez muertos (incluyendo la pareja del inicio), en su segunda parte (1981) son nueve, en la tercera parte (1982) sube hasta doce víctimas, en “Viernes 13: Último capítulo” (1984) son trece (se desconoce si a proposito) o en la parte V (1985) sube hasta la friolera de veintiún muertos.
DISTINTAS CARAS DE JASON
Los actores que encarnaron a Jason Voorhees fueron distintos según las necesidades de los productores, muchas veces debido a la corpulencia del asesino. Ari Lehman fue el primer Jason en “Viernes 13” (1980), aunque aparecía solo al final de la cinta haciendo del niño Jason. El adulto Jason aparecería en “Viernes 13, Parte II” (1981) interpretado por Warrington Gillette. Para la tercera parte (1982) se buscó un actor más corpulento y el elegido fue Richard Brooker. Para “Viernes 13: Último capítulo” (1984) se pensó en Ted White y Tom Morga fue Jason en su quinta parte (1985).
LA MÚSICA
Harry Manfredini fue el encargado de componer la música del film, claramente inspirado en la banda sonora que Bernard Herrmann compuso para “Psicosis”. El acompañamiento musical es una especie de susurro: Ki-ki-ki ma-ma-ma (perteneciente a la frase “kill them, mommy” que incita a la señora Voorhees a cometer los crímenes). La frase es un mandato que proviene de la desquiciada mente de la señora por lo que el espectador está dentro del cuerpo (mediante el empleo del punto de vista subjetivo) y de su mente.
Manfredini tomó la decisión de jugar con la música sólo cuando aparecía el asesino, dejando escenas sin música o la cortaba cuando iba a suceder algo con el objetivo de relajar al público y así el susto surtiese un efecto mayor.
El compositor se encargó de casi todas las bandas sonoras de la saga a excepción de las entregas 7 y 8, “Freddy vs Jason” y el remake de 2009.
CURIOSIDADES
-En países sudamericanos el film pasó a llamarse “Martes 13”.
-”Viernes 13” ofrece un contrapunto gore de “La noche de Halloween” dando una mayor importancia al número de víctimas y a la saña en los asesinatos.
-Un jovencísimo Kevin Bacon participó en la primera parte siendo ensartado mediante una lanza en su cama por Pamela Voorhees, la madre de Jason, dispuesta a vengar la memoria de su hijo.
-Sean S. Cunningham, al realizar el casting de actores, dijo que quería el tipo de chicos y chicas que podían aparecer en un anuncio de la marca de refrescos Pepsi.
-La clásica actriz televisiva Betsy Palmer no actuaba desde hace bastantes años y participó en “Viernes 13” en el papel de la señora Voorhees por dinero nada más, un dinero que empleó en comprarse un coche (otros dicen que se arregló el que ya tenía). Lo curioso es que durante un tiempo Palmer renegó en numerosas ocasiones de la película llamándola incluso “un montón de mierda”. Sin embargo, aparece unos breves momentos en la segunda y la tercera parte, e incluso en documentales y reportajes sobre la saga de “Viernes 13”. También se la ha podido ver en “Freddy vs Jason” y en ferias sobre el personaje de Jason y la franquicia.
-La película se rodó en el campamento Nobebosco, en Nueva Jersey. En el campamento hay una pared decorada conmemorando que la película se rodó allí.
-La muerte de la serpiente que aparece en la película es real.
-Fue nominada a la mejor película en el festival Mystfest.
CONTINUARÁ...
KI KI KI MA MA MA
LA ESCENA: La decapitación de la señora Voorhees.
LO MEJOR: La interesante amalgama de películas en las que se inspira y los sucesivos asesinatos. Ideal para amantes del cine slasher. El trabajo de Tom Savini supera la calidad de la dirección y del guión.
LO PEOR: Aunque es interesante ver tantos “homenajes” a distintas películas, carece por tanto de originalidad y está muy lejos de sus predecesoras.