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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: X-Men

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“X-Men” fue el inicio de una nueva etapa de adaptaciones de cómics a la gran pantalla y es a día de hoy, gracias al talento de Bryan Singer (“Sospechosos habituales”), director encargado de los dos primeros films de la franquicia, una de las mejores películas sobre superhéroes de la historia del cine. No es casualidad que el productor ejecutivo de la cinta sea el director Richard Donner, quien realizó “Superman”, la que se puede considerar como primera gran adaptación al cine de un cómic. De hecho, “X-Men” guarda numerosas similitudes con el film protagonizado por Christopher Reeve; las más importantes: su clasicismo, simplicidad, eficacia y sentido del entretenimiento.

Diez mutantes a ambos lados de la ley. Los héroes: Profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), Cíclope (James Marsden), Jean Grey (Famke Janssen), Tormenta (Halle Berry), Lobezno (Hugh Jackman) y Pícara (Anna Paquin). Los villanos: Magneto (Ian McKellen), Mystica (Rebecca Romijn Stamos), Toad (Ray Park) y Dientes de Sable (Tyler Mane). Unos quieren lograr la convivencia con los humanos y los otros enfrentarse a ellos para reivindicar su supremacía. Sólo el más fuerte y el que mejor sepa utilizar sus poderes ganará la batalla. Esto es “X-Men” (2000).

La acción comienza en Polonia, en el año 1944. Un grupo de judíos son llevados a un campo de concentración. Un joven es separado de sus padres, lo que desata su furor: usando sus don es capaz doblar la puerta de hierro que le separa de su familia, a pesar de estar sujetado por varios soldados nazis.

Estados Unidos, el presente. Marie (Anna Paquin) es una adolescente que huye de su hogar después de descubrir que el contacto carnal con los que le rodean provoca consecuencias dramáticas (vemos, por ejemplo, como un simple beso a su novio culmina con éste en colapso). Durante su huida a ninguna parte, se topa con el rebelde Lobezno (Hugh Jackman), quien también es especial. Marie y Lobezno son mutantes, integrados en una sociedad que no les entiende. Tras su encuentro son atacados por otros mutantes que trabajan a las órdenes de Magneto (Ian McKellen). Aquel joven judío es hoy un ser vengativo (uno de los más poderosos y rencorosos mutantes) que apuesta por la esclavitud de la raza humana.

Marie, rebautizada como Pícara, y Lobezno son rescatados por mutantes que están a las órdenes del Profesor Charles Xavier (Patrick Stewart). Este dirige una escuela para jóvenes mutantes que deben aprender cómo controlar sus dotes especiales con el fin de integrarse en la sociedad, la misma que cree que la escuela es para superdotados. Pero tal altruista objetivo rivaliza no sólo con las intenciones de Magneto, antaño amigo de Xavier, sino también con las del senador Kelly (Bruce Davison), un político conservador que se opone a la convivencia con los mutantes (con seres de otras razas, religión o sexualidad se podría leer entre líneas).

El enfrentamiento inevitable entre Xavier (poderoso mutante telepata también conocido como Profesor X) y Magneto tendrá lugar en las calles y los humanos se verán involucrados.

Llevar “X-Men” a la gran pantalla no fue tarea fácil. Prueba de ello son las numerosas reescrituras de su guión. El mismo se fue simplificando con el paso de los años a raíz de aportaciones individuales de los escritores responsables de títulos como “Seven”, “Sospechosos habituales” y la serie de televisión “Buffy, cazavampiros”, quienes eliminaron personajes, como la Bestia y Pyro, y secuencias, como la historia de amor entre Lobezno y Tormenta o la conquista de Manhattan por parte de Magneto. Tampoco facilitaron las cosas las restricciones presupuestarias y las presiones sobretodo al equipo artístico con el fin de entregar una producción millonaria que extienda su éxito a varias secuelas (de ahí a que la mayoría de los actores firmaran contratos para dos entregas más).

El rodaje además estuvo limitado por una fecha de estreno adelantada, que provocó algún que otro error pues los actores tuvieron que desplazarse varias veces a los platós canadienses donde se filmó la cinta, meses después de que su rodaje acabara. Al final “X-Men” ganó por partida doble: primero porque es un largometraje enormemente entretenido gracias a un sólido guión y a una dirección con personalidad y segundo porque tiene brillantes efectos especiales. Señalo el momento en el que Magneto se enfrenta a la policía a las puertas de la estación del tren y la lucha dentro de la misma o el enfrentamiento que protagoniza Lobezno en lo alto de la Estatua de la Libertad.

Lo más importante de “X-Men” es el mensaje que lanza: basta prestar atención a la secuencia enmarcada en el Congreso de los Estados Unidos, donde el senador Kelly trata de coartar la libertad de los mutantes (que bien podrían ser negros, musulmanes, inmigrantes o homosexuales), instando una ley que les prohíba convivir con los humanos como personas normales.

La Patrulla X o los X-Men nacieron en 1963 de la mano de Stan Lee y Jack Kirby. El gran éxito de X-Men lo refrendan sus más de treinta años de vida a través de sus diferentes publicaciones: X-Factor, X-Force, Generation X... La intervención de dibujantes de renombre como Barry Smith, Neal Adams o Jim Steranko demuestra lo importante que es esta historia de mutantes para los fans de los cómics. Dejando a un lado su espectacular mezcla de aventuras y ciencia ficción, la gran popularidad de este cómic se debe a su conciencia del mundo como algo inhóspito y brutal. X-Men traza un oscuro retrato sobre el rechazo social de quienes son diferentes por motivos varios, sobre la alienación de una juventud disfuncional, inadaptada, que no encuentra su sitio en un mundo de adultos demasiado complejo.

LO MEJOR: Los efectos especiales y la dirección junto al guión son muy importantes, pero son los interpretes lo mejor de la función. Actores tan solventes como Ian McKellen, el australiano Hugh Jackman, capaz de transmitir la agonía de su personaje y su sentido del humor, o Halle Berry como Tormenta. Sin olvidarnos de Patrick Stewart, que pase su prestancia en momentos tan atractivos como aquél en le que le muestra la escuela a Lobezno. También, aunque en menor medida, Ray Park hace un buen papel como villano, ejecutando con maestría las peleas al estilo “Matrix” coreografiadas por Corey Yuen.

LO PEOR: El clímax no resulta tan espectacular como debería. Es tan grande la película que crea unas expectativas para el final igual de grandes.



Crítica: Zombie Massacre (Apocalypse Z)

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Hola amigos, soy Uwe Boll. Para algunos, el peor director del mundo (lo que no deja de ser cómico cuando todos quieren ser mis amigos en facebook). La verdad, a veces en la intimidad de mi alcoba, cuando en “chachas”, revisiono algunas de las cosas que he dirigido, no os negaré que se me dibuja una sonrisa cómplice de zorrona que da miedo, porque si, malo soy un rato (pero que quede entre nosotros), ahora, el dinerillo que me saco a vuestra costa, que curiosamente, os mamáis las tres películas que saco por año, consigue apaciguar el dolor que crean sobre mi ego, vuestras punzantes críticas. Así que las gallinas que entran por las que salen.

De todas formas, tengo mi corazoncillo, no os creáis que no sangro cuando me hieren, que no lo paso mal cuando os obligo a pasar por experiencias como “House of the Dead” (si, de acuerdo... seguramente no solo la peor adaptación de un videojuego jamás realizada, sino también la peor película de zombies de la historia), cuando veo a todos esos frikis de las consolas llevarse las manos a la cabeza al ver a tipos en chandal con una careta de goma corriendo detrás de jovenzuelas a las que he convencido que participen en la película con mis irresistibles encantos masculinos y la eterna promesa de fama y fortuna... si amigos si, sufro como todo hijo de vecino, pero es un mal necesario, necesito financiación para seguir riéndome de la industria del cine y ahí, es donde entráis vosotros, que estáis tanto o más enfermos que yo.

Ahora, tampoco me negaréis que de vez en cuando sorprendo y me saco de la manga cositas como “Rampage”, que si tontines, que se que a más de uno os flipó... si es que cuando hay talento, ¿que diablos importa si uno no tiene ni puta idea de cine? Bueno, hechas las presentaciones, os diré que estoy aquí para hablaros de cine, para hablaros de una nueva película de zombies, aunque debo aclarar antes de continuar, que no es mía, sino de unos amiguitos italianos míos, yo solo pongo la pasta (que en realidad también es vuestra). Seguro que os acordáis de Luca Boni y Marco Ristori, seguro que si, debéis de hacerlo, no en vano hace un par de años, ya dirigieron aquella sorprendente “Eaters” (y no lo digo yo, lo dice El Rector, que sabe un rato más que yo de esto y que por si os lo estáis preguntando, SI, también es mi amigo en facebook).

Pues bien, me llamaron, quedamos, tomamos unas cervecitas y me comentaron que estaban interesados en volver a adentrarse en esto de los zombies y que si yo estaría dispuesto a financiar el tema con vuestro dinero. Y uno, que es altruista y que por el arte, hace lo que sea menester, aceptó. Por supuesto, como buen mecenas, puse mis condiciones, que para algo soy Uwe Boll. De entrada, y haciendo gala de mi exquisito olfato para los negocios, les sugerí que le cambiasen el título a la película, que “Zombie Massacre”, el bautismo propuesto por ellos (pobrecines, son Italianos y no dan para más), no estaba mal, pero le faltaba gancho. El momento hay que aprovecharlo, les dije. ¿Que película se ha estrenado recientemente de zombies que ha tenido gran repercusión? Exacto: “Guerra Mundial Z”, por lo tanto, tenemos que hacer algo con esto.... ¿que os parecería algo asó como “Apocalypse Z”? madre mía, tendríais que haber visto sus caras... normal, soy Uwe Boll.
 
Más condiciones muchachos. ¿“Guerra Mundial Z” por qué mola? Les pregunté. Por su acción directa, por qué si no. La gente quiere ver zombies y quiere que corran. El royo Romero y “El Día de los Muertos”, os funcionó la primera vez, pero ahora el público demanda otra cosa, quieren ver a zombies corriendo toda la jodida película, las atmósferas y sobretodo, el intentar meter ideas nuevas, no vende. Así que nada de eso, aquí vamos a ir directos al grano, vamos a reventar una central nuclear en un pueblucho de Rumania dejado de la mano de dios, reclutamos luego a un grupo de mercenarios de saldo con aspecto de actores porno y los soltamos en medio del foco de la infección con la primera excusa que se nos ocurra, no sin antes, por supuesto, rellenar metraje a base de interminables diálogos que aunque no le van a interesar a nadie, nos van a ir muy bien para ahorrarnos un buen puñado de dólares en secuencias que necesiten un mayor presupuesto.
 
Para asegurarnos el tema, lanzaremos la caña solo comenzar la cinta. Nos curramos tres o cuatro zombies de cuidado que eso tu, Luca, con ayuda de tus compis lo tienes dominado, y hacemos creer al personal que aquí se van a encontrar un espectáculo visual en plan “Eaters” cuando la realidad, es que solo meteremos tres o cuatro cabrones currados en toda la película y el resto serán los mismos imbéciles que corrían en chandal en “House of the Dead”, solo que esta vez les pondremos trajes de científicos. Entre todo esto, seguiremos dando coba a los diálogos absurdos para limitar las secuencias de acción todo lo que nos sea posible. Algún petardazo digital por aquí, algún flashback del pasado del protagonista por allá, para que se vea lo atormentado que está y alguna secuencia grotesca de esas que llaman la atención y que consiguen arrancar la carcajada del degenerado de turno como que se yo... reventarle la cabeza con un bate a una niña zombie y mis estimados amigos transalpinos, ya tenemos una buena película de zombies de la factoría Boll y lo más importante, barata.

La pega, para vosotros, es que vuestra reputación puede que se vea algo salpicada de mierda, porque claro, después de aquella estupenda “Eaters”, cascaros ahora una mierda como ésta, pues que queréis que os diga, igual a alguno de vuestros seguidores no les sienta muy bien... pero tranquilos, las amistades de facebook son la gran mentira del siglo XXI, creédme, no os vais a perder nada. Bueno si, en el caso que estéis enganchados a alguno de los juegos de tan selecta red social, que entonces si estáis bien jodidos. Además, yo llevo más de 20 años haciendo basura y mirad donde estoy.

La secuencia: El mercenario con pinta de actor porno reventándole el cráneo a una niña zombie con un bate de baseball (si, soy un degenerado).
 
Lo mejor: El maquillaje de algunos zombies, la banda sonora tanto del prólogo como de los títulos de crédito y el inesperado cameo de corte cuasi erótico, de cierto personaje en el cachondo epílogo.

Lo peor: Que es la antítesis de la genial “Eaters”. Cutre, con poca (y mala) acción y que se descuida de forma descarada lo que hiciera grande al anterior filme de los italianos: los personajes.
 
 

Crítica: Kick-Ass 2

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Títulos como “Defensor” (2009), “Super” (2010) o “Kick-Ass” (Matthew Vaughn, 2010) surgieron como respuesta al cada vez más nutrido subgénero del cine de superhéroes, propuestas que se ríen con inteligencia de los tópicos de este tipo de films mostrándonos en principio auténticos perdedores sin ninguna habilidad especial empeñados en enmascararse para impartir justicia en las calles. Basada en el cómic creado por Mark Millar y John Romita Jr., “Kick-Ass” presentaba una estética rompedora y estilosa, una hábil combinación de humor gamberro y violencia enmarcada en espectaculares coreografías de acción acompañadas de conocidos temas musicales. En esta segunda parte Vaughn, que se limita a colaborar en el guión, es sustituido por Jeff Wadlow (“Cry Wolf”) en la dirección de una menor pero digna secuela en donde volvemos a disfrutar de las andanzas del adolescente “marginado” Dave Lizewski (alias Kick-Ass), una ya mujercita Hit-Girl y el aprendiz de villano Bruma Roja.

La historia comienza con Hit-Girl (Chloë Moretz) retirada del mundo de los justicieros para centrarse en su identidad como Mindy, intentando hacer la vida típica de cualquier adolescente de su edad. Tras la trágica muerte de Big Daddy, vive bajo la tutela de un policía amigo de su padre (Morris Chestnut) al que le promete colgar el antifaz para dedicarse al instituto, donde será víctima de la incomprensión de las chicas populares.

Por su parte, Dave (Aaron Taylor-Johnson) sigue como Kick-Ass, aunque ahora se asocia a un grupo de defensores del orden comandados por el Coronel Barras y Estrellas (envejecido Jim Carrey), que verá su existencia amenazada cuando Bruma Roja (Christopher Mintz-Plasse) resurja de sus cenizas con ansias de venganza por el asesinato de su padre, el mafioso Frank D'Amico, visto en la primera parte. Tras la desafortunada muerte de su madre, el villano de pacotilla se apodará Hijo de Puta, alistará en sus filas a un grupo de asesinos (el mas interesante es Madre Rusia, una enorme mujer culturista que se lleva la palma en esto de destruir todo a su paso) y creará un ejército de villanos seguidores para intentar acabar con Kick-Ass y con todos los que le rodean.

“Kick-Ass 2: Con un par” (habría que cortarle los dedos a quien escribe estas coletillas que no salen en el título original) ha perdido el factor sorpresa que hizo de la primera entrega un acontecimiento. El mayor punto a su favor, la pequeña de corta edad Hit-Girl, que se sometía a los duros entrenamientos de Big Daddy y a unas alucinantes peleas contra peligrosos criminales, ya no existe en la secuela. Ahora la actriz que la encarna, Chloë Grace Moretz, es toda una mujer y pese a ser una buena actriz su personaje ha perdido su carisma. También hay que reconocer que Nicolas Cage era genial en el papel del entrañable y psicótico Big Daddy del primer “Kick-Ass”. Jim Carrey, el encargado de suplir esa baja en esta segunda parte, está muy desaprovechado como el Coronel Barras y Estrellas (cruce desquiciado del Capitán América y el Castigador), más que nada porque sale bien poco en la función y está más comedido de lo deseado, quedando en segundo plano al igual que su perro Eisenhower.

También ha quedado un poco marginado el propio Kick-Ass, menos simpático y más musculoso, en favor de Hit-Girl que tiene una importante subtrama en la historia. Da la sensación que toda la película está esperando a que Mindy se decida a volver como Hit-Girl y no es hasta su retorno cuando la acción comienza realmente a funcionar. Pero si hay un personaje que se lleva toda nuestra atención ese es el personaje de Christopher Mintz-Plasse, cuya divertida evolución recuerda a Harry Osborn como Duende Verde de la saga Spider-Man. Uno de los momentos más graciosos que protagoniza es la tarea de reclutar a su patrulla de villanos a los que adjudica apodos racistas, como al negro del grupo a quien llama Peste Negra.

Esta secuela, que ha perdido frescura e intensidad, se limita a ofrecer un poco más de lo mismo, incrementando las dosis de violencia y haciendo gala de un humor más irreverente y menos inteligente, que cae en lo escatológico en alguna ocasión como en la secuencia de la venganza de Hit-Girl contra las chicas populares del instituto. Además, la elegancia de la puesta en escena de la primera entrega y sus imposibles coreografías en las escenas de acción son algo inferiores en “Kick-Ass 2”.

A lo largo del film vemos paralelismos con otras películas de superhéroes. El más claro es el del grupo de defensores del orden (el personaje más curioso de éste es Zorra Nocturna) que recuerda al equipo de “Watchmen”. También vemos en Hit-Girl subida a su moto a la Catwoman de Anne Hathaway de “El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace” (Christopher Nolan, 2012). Incluso en la confrontación final entre héroes y villanos vemos la sombra del film de Nolan. Además, el padre de Kick-Ass, que en esta historia tiene más importancia, es un reflejo del Tío Ben de “Spider-Man”.

En el film Hit-Girl, que ya tenía un papel relevante en la primera entrega, eclipsa al resto del reparto, incluida su estrella principal. La historia sigue la línea de convertir la vida de los adolescentes en fantasía y en última instancia resulta repetitiva, tal vez simplemente porque carece de originalidad. Pese a sus defectos es un digno entretenimiento de acción y humor.

LO MEJOR: Cumple en cuanto a entretenimiento.

LO PEOR: Repetitiva.

 

"Sitges 2013", Simón Andreu, premio Nosferatu

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El mítico actor mallorquín Simón Andreu recibirá el Premio Nosferatu, que entrega la Sección Brigadoon del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, en reconocimiento a los más de cincuenta años de trayectoria. Su extensa filmografía -más de 150 películas de producciones de diversos países- incluye películas como “Viaje a ninguna parte”, dirigida por Fernando Fernán Gómez, “Los placeres ocultos” y “El Sacerdote”, ambas de Eloy de la Iglesia, “El Mar”, de Agustí Villaronga, “La novia ensangrentada”, de Vicente Aranda, “La muerte camina con tacón alto”, de Luciano Ercoli, “El asesino está entre los trece”, de Javier Aguirre, o “Beyond Re-Animator”, de Brian Yuzna. También ha trabajado bajo la dirección de Paul Verhoeven en “Los señores del acero” y de Milos Forman en “Los fantasmas de Goya”, así como además ha intervenido en estrenos comerciales como “Bridget Jones: Sobreviviré” o “Muere otro día”, de la saga James Bond.

Al homenaje que se le rendirá a Simón Andreu por su carrera, se le unirá el recuerdo que Brigadoon celebrará de los desaparecidos Jesús Franco y Patty Shepard. También se dedicará una atención especial al cine de terror de Colombia y la sección programará documentales relevantes sobre las múltiples facetas del género.

Brigadoon 2013 prestará una atención especial a Colombia y al cine de género procedente de este país, en la línea de la actual edición del Festival de ofrecer posibilidades a las cinematografías emergentes. La colaboración de Brigadoon con el festival colombiano Zinema Zombie Fest permitirá a Sitges presentar una retrospectiva del realizador Jairo Pinilla, impulsor del cine de terror en ese país y del que se proyectarán títulos como “27 horas con la muerte”, “La silla satánica”, “Funeral siniestro” o “Triángulo de oro, la isla fantasma”. Brigadoon también proyectará el documental “Frankenstein no asusta en Colombia”, del realizador Erik Zúñiga, centrado en el cine fantástico y de terror colombiano.

El documental tendrá un protagonismo significativo en la parrilla del Brigadoon, con trabajos sobre el cine de zombies como “From Romero to Rome: The Rise and Fall Of The Italian Zombie Film”, de Calum Waddell; o “Birth of The Living Dead”, de Rob Kuhns, que se sumarán a los ya anunciados de “Sangue Marginal - Relatos de cinema e vídeo underground”, dedicado al cine fantástico y de terror brasileño; y “The Outsider - Il cinema di Antonio Margheriti”.

La programación de Brigadoon ya tiene preparados diversos estrenos de películas nacionales e internacionales como plato fuerte de la sección: el found footage “Shopping tour”, de Mikhail Brashinskiy; los films de zombies “Zombio 2: Chimarrao zombies”, de Petter Baiestorf, y “Zombie Massacre” , de Marco Ristori y Luca Boni; la apocalíptica “2013 menos 1”, de Vitor Baumgratz; el giallo “Sonno Profondo”, de Luciano Onetti o las españolas “Vampire’s Mark (La marca del vampiro)”, de Germán Monzó o “Carnívoros”, de Manolito Motosierra.

La dilatada y larga sombra del desaparecido Jesús Franco también se reconocerá en Brigadoon, con el estreno de dos películas suyas inéditas y codirigidas con la actriz y directora Fata Morgana Lascivia (2007) y Monte de Venus (2006) y el estreno mundial de “Revenge of the Alligator Ladies”, de Antonio Mayans y Jesús Franco, finalizada por el actor en base al material que Jesús dejó grabado para su continuación. La figura de Franco será motivo de un homenaje en Sitges 2013, con la proyección, en la sección Mondo Macabro, de la película “Miss muerte” y el documental “La última película de Jess Franco” (2013), dirigida por Pedro Temboury, y que en Sitges tendrá su premiere mundial.
 
 

Crítica: Errors Of The Human Body

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LA MEDICINA. Ese gran desconocido para la mayoría de nosotros. DOGMA y CIENCIA.

DOGMA para los profanos, que tenemos que creer y confiar sin entender el por qué, en todo aquello que la medicina pone a nuestro alcance, que basicamente es, la palabra del médico/doctor/señor que todo lo sabe, explicándonos un diagnóstico y asignando un tratamiento, que por muy duro que sea, hay que seguir sí o sí, en pos de mantenernos con vida, o hacer de esta un lugar feliz.No nos queda otra, sólo tenemos su explicación (breve en la mayoría de los casos, o al menos en el mío), y la esperanza de que mejoraremos siguiendo las pautas marcadas por el sacerdote sanitario que se ocupa de nosotros. Al final, para la gente de a pie la medicina, no deja de ser cuestión de fe y esperanza (convirtiéndose por tanto, en el único dios conocido, que parece darnos respuestas).

Opuestamente al dogma están los hechos empíricos (aunque a algunos les parezca mentira, no lo he tenido que buscar en el diccionario... Ja!), hablo de aquello que se ha observado, lo que se puede demostrar, todas las teorías sobre las que discutir, aquellas que terminan por ser hechos factibles para dejar de ser hechos teorizables. Aquí tenemos, señorines y señorinas, a la CIENCIA, aquello que nos obliga a creer, porque demuestra, porque argumenta con hechos y resultados aquello que hablábamos sobre las teorías y la palabrería. Y la ciencia no existe, obviamente, sin los científicos, los dioses de las pruebas, los experimentos, los fracasos y los aciertos. Y aquí estamos!!!

"Errors of the human body" nos acerca a la ciencia y a sus hombres, a la ambición, a la culpa, a la empatía y a la apatía. ¿Cual es el mensaje? Dentro de su densidad sin límites, lo que Eron Sheean (su director y a que fuera también guionista de "The Divide"), nos viene a decir con esta película es que, al final, todo depende de las decisiones y no del destino (como a veces nos empeñamos en justificar), pues cada uno carga con sus culpas por un camino que se va construyendo piedra a piedra (normalmente piedras en las que tropezamos).

Geoff Burton es un investigador científico, cuyos logros e infiernos van íntimamente relacionados con la inexplicable enfermedad de su hijo recién nacido en el pasado, que termina yendo a parar a Dresden (Alemania), para continuar con sus investigaciones, y de paso ayudar a las nuevas promesas en materia celular. Una vez allí, redescubrirá el ambicioso mundo del ansia de éxito y reconocimiento, que juega a piedra, papel o tijera con el altruismo, y lo que parece el hallazgo de todos los tiempos, se torna en un mundo en el que las mentiras son las que se reproducen, se dividen y se fusionan, el alma nunca se cura y la naturaleza humana, la que se torna en el elemento erróneo de la ecuación.
 
Realmente a "Errors of the human body" le cuesta arrancar, le cuesta tanto que termina haciéndolo casi a veinte minutos de acabar, y eso es un lastre muy difícil de soportar, por muy bien que Michael Eklund ("The Divide", "The day"), Katherine Herfurth ("El Perfume", "Passion") y Tómas Lemarquis ("Noi Albinoi") se metan en la piel de los tres investigadores sobre los que gira la rueda de una manera magistral. El tema está en que este thriller de ciencia ficción, no logra que pensemos en él como ciencia ficción, y sí como un drama de situaciones personales irreversibles y decisiones (todas ellas) erróneas, venerando a la prometeica figura de la ciencia entregada al servicio de la humanidad, intentando entregar el fuego de los dioses, con sus cuestionables actos para llegar a un fin sin importar el medio.

El tema en sí es apasionante, pese a lo técnico que se nos presenta, el problema viene dado porque los diálogos parecen estancarse en un punto que no avanza más allá de un descubrimiento que no nos queda claro (porque la mayoría de nosotros, como dije al principio, somos ignorantes en la materia), y porque se entremezcla una historia sentimental, cuya magnitud tampoco queda clara, ni me parece demasiado relevante para el avance de la película, una película llena de virus, retrovirus, excepciones genéticas y acciones y reacciones.

La fría fotografía, cruda, directa, europea y apática, pese a ser un acierto para el tema que se trata, no hace sino enfatizar esa falta de pasión en una película, que desde mi punto de vista lo pide a gritos, dado el tema del que trata. Es por esto que el "atormentamiento" del profesor Burton, se traslada al espectador, punto positivo si lo sobrellevaras sin la cierta sensación de hastío que produce su primera hora, aunque dejen ver alguna poética y bonita imagen que rompe con la tónica general de la película.

El obstáculo de una película que en realidad, y pese a lo que menciono más arriba, está bien realizada, es que tienes que llevarla con calma y varios litros de teína encima para no abandonarla a la mitad, pues o tienes fe (al final parece que todo se reduce a la fe), y piensas que en el desenlace va a pasar algo muy gordo, o se te abre la boca unas cuatrocientas veces. Y es en este punto donde os digo que, merece la pena descubrirla por la carga emocional final y por conseguir, lo que a mi modo de ver "Splice" no consiguió (o al menos conmigo), que es la empatía absoluta con un ser que parece no merecerla, y que justifica las cuatrocientas aperturas de boca.
 
"Errors of the human body" es una de esas rara avis que cuesta admirar al principio porque no tiene un plumaje llamativo, pero que al final, cuando salen los créditos que indican que se acabó lo que se daba, es cuando te das cuenta de que pese a ser un pajarito pequeño, te atrae por extraño y "anormal". Esta película deja un sabor raro en boca, no es como el sushi, que pasado el prejuicio inicial, cada vez que lo pruebas crees tocar el paraíso con el paladar, no es esa extrañeza, es más bien como cuando pruebas el jengibre por primera vez, que no sabes si estás saboreando algo que se come, o colonia de la barata... con esto me refiero a esta textura presentada en "Errors of the human body", que es diferente, y gusta, pero a la vez entiendes que no es el tipo de sabor que te vuelve loco.

Para echarle un vistazo con poca luz, silencio absoluto y predisposición a que la densidad lo inunde todo.
 
 

Crítica: Alice Sweet Alice

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Buscando en el “baúl de los recuerdos” me he tropezado con esta olvidada producción del año 1976, haciendo aflorar en mi mente con fuerza la imagen de la carátula promocional de la cinta, la cual vi cientos de veces cuando era un chaval en el videoclub que había al lado de mi casa. La película en cuestión es Alice Sweet Alice (también conocida como El Rostro de la Muerte), la cual es una muestra pretérita de lo que unos pocos años después se conocería como slasher, género que podría establecerse su explosión comercial con títulos como Halloween o Viernes 13.

Alice Sweet Alice, pese a poder catalogarse de pre-slasher, tiene más elementos en común con las cintas de suspense y terror británicas de finales de los años 60 como Twisted Nerve (Nervios Rotos) o Fright (Acosadas por el pánico) y los primeros giallos de Mario Bava, que las cintas mencionadas de John Carpenter o Sean S. Cunningham.

Catherine Spages (Linda Miller), una madre divorciada, vive con sus dos hijas Alice y Karen (Paula E. Sheppard y Brooke Shields respectivamente) en una comunidad católica de fuertes convicciones y bastante conservadora donde el padre Tom ofrece apoyo a la mujer y sus hijas. Karen es la pequeña y mimada de las hijas, mientras que Alice es una joven enigmática y de perversas aficiones que le encanta fastidiar a su hermana y la comunidad. En vísperas de la comunión de Karen, Alice nota aún más el trato preferencial que la madre tiene con la menor, lo cual la irrita y hace que actúe violenta e impulsivamente. El día de su comunión Karen es asesinada y las sospechas y evidencias en seguida recaen en Alice. Antes los terribles acontecimientos el padre biológico de Alice, que ha rehecho su vida con un nuevo matrimonio, regresa al hogar y trata de esclarecer al margen de la policía y los médicos (psicólogos) que estudian a Alice, todo lo sucedido. (Es curioso cómo durante mucho tiempo, incluso hoy día, uno de los principales reclamos es ver la primera aparición en pantalla de la jovencísima Shields cuando apenas aparece en el film, y sobre todo, cuando es una pésima actriz).

La película es bastante desconocida entre los amantes del terror y suspense y no es fácil encontrar una edición decente de la misma en DVD (formato reinante en estos momentos). Lamentablemente esto es sin duda por deméritos propios.

El guión (pilar fundamental de toda película) es por desgracia un cúmulo de torpezas difícil de digerir que hace imposible que la función se sostenga. Por un lado, no aprovechando elementos a priori interesantes (y que pueden dar mucho juego) como son: las opresivas comunidades religiosas, en este caso católica, donde se desarrolla la historia; los orígenes del mal, máxime cuando este se da en un entorno donde todo debería ser amor, compasión y ayuda al prójimo; y por último las relaciones (tal vez, algo más que amistosas) de una madre divorciada y el sacerdote local. Por otro lado, a mitad de metraje da un bandazo (que no giro inesperado) y se inventa una solución a todo aquello que hemos visto (los asesinatos), que además de inverosímil es ridícula y poco convincente (no hay una explicación clara a todo lo sucedido), añadiendo si cabe falta de continuidad de la narración. Todo ello sin hablar de la presencia/ausencia de personajes que en ningún momento está claro si son importantes para el relato o mero relleno. Todas las escenas que Alice comparte con el vecino obeso de la planta de abajo, Mr. Alphonso, son además de grotescas y desagradables (¿era necesaria esa cutrez?), un girar sobre sí mismo sin hacer avanzar la trama y lo que es peor, introducir personajes que podrían haber dado juego para desaprovecharlos.

Si el guión es torpe, la realización de Alfred Sole, lastrada posiblemente por un paupérrimo presupuesto, no se queda atrás. Es “acartonada”, carente de ritmo e incapaz de generar verdadero interés, suspense y terror, salvo en un par de ocasiones. Está todo tan mal contado que aún se acentúa más esta situación con el discurrir de los despropósitos que vemos (desde el principio tenemos claro quién es el asesino, lo que no sabemos es si se saldrá con la suya o no, pero resulta que… ¡Demencial!).
 
El reparto parece todo él amateur, Niles McMaster que interpreta al padre de las niñas y Alphonso DeNoble que es el vecino de abajo están especialmente infames, aunque hay una luz en todo este pozo y es que brilla con luz propia Paula E. Sheppard, Alice (en realidad la actriz contaba ya con 19 años, aunque no los aparenta). Ella sola es el gran baluarte de la película evitando con su mirada y actos que queramos saber más de esta niña inestable, repelente e “hija de puta” que no demuestra apenas empatía por nadie.

Podría destacarse junto a Alice, algunos pasajes de la banda sonora que remiten sin ocultación a la genial partitura escrita por Bernard Herrmann para Psicosis y el plano final con el que concluye la cinta, pero me temo que son escasos puntos a favor como para dedicarle algo más de 100 minutos a esta obra justificadamente olvidada. Sólo la recomendaría a aquellos curiosos con vocación de arqueólogos que les gusta saber que se realizaba en otros tiempos (o aquellos que suelen ver genialidades donde la mayoría ve mediocridades).

Nota 1: Al finalizar la película uno acaba del dichoso chubasquero amarillo hasta las narices (por no decir otra cosa). Pésimo el uso del vestuario y complementos del psico-killer de turno.

Nota 2: Al parecer están preparando un remake que contaría con Kathryn Morris, Caso Abierto, en el papel de Catherine Sapages. Es alucinante la falta de ideas en Hollywood, aunque realmente sólo pueden mejorar la original (porque si no, apaga y vámonos).
 
 

"Sitges 2013", Noves Visions

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La sección Noves Visions del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que celebra este año su décimo aniversario, estará dedicada este año al cineasta iraní Jafar Panahi, víctima de la censura de su país, y contará con la proyección de su última película, codirigida con Kambozia Partovi, “Closed Curtain”, una bella fantasía alegórica sobre el Irán contemporáneo.

Noves Visions renueva la rama Discovery que pasa a llamarse a partir de esta edición Emergents y estrena la subsección Experimenta, dedicada a los trabajos más radicales, que incluirá films como “White Epilepsy”, de Philippe Grandieux, una aterradora mirada sobre el cuerpo, y la polémica “Escape from Tomorrow”, de Randy Moore, además de “The Taking”, de Lydelle Jackson y Cezil Reed. Los nombres de Jean-Luc Godard, Peter Greenaway y Edgar Pêra se sumarán también a Experimenta con “3x3D”, una reflexión codirigida por los tres realizadores acerca del cine en 3D.

Noves Visions - Ficción se abrirá con la perturbadora “Love Eternal” –producción irlandesa dirigida por Brendan Muldowney, una curiosa odisea personal de un joven obsesionado por la muerte– y contará con nombres consagrados como Hong Sang-Soo (“Nobody's Daughter Haewon”), Sono Sion (“Why Don't you Play in Hell?”) o Peter Greenaway (“Goltzius & The Pelican Company”). Junto a ellos, autores y títulos de relevancia en el panorama cinematográfico actual, como Denis Côté con “Vic+Flo ont vu un ours”, que compitió en la Sección Oficial de la pasada Berlinale, o la coreana “Jiseul”, de Meul O., una de las triunfadoras del último festival de Sundance. También de este festival llega la peculiar película de zombies “Halley”, del mexicano Sebastian Hoffman, o la perturbadora “The Rambler”, de Calvin Reeder, obra próxima a los universos de David Lynch, con su visión fantasmagórica y aberrante de la América profunda.

También de Estados Unidos aterrizarán la aplaudida comedia minimalista de zombies “The Battery”, de Jeremy Gardner, o el estreno europeo del aterrador psycho-thriller “Proxy”, de Zack Parker, procedente del festival de Toronto, que promete ser uno de los platos fuertes de Sitges 2013 y uno de los films de género más innovadores del año. Igualmente, Nuevas Visiones-Ficción presentará algunas de las películas francesas más atípicas del año, como “Nos héros sont morts ce soir”, de David Perrault, un film noir en el mundo del wrestling con estructura onírica y dec adente, o la polémica “Les rencontres d'après minuit”, de Yann Gonzalez, comedia sexual con tintes de ciencia-ficción donde destaca la presencia del carismático exfutbolista Eric Cantona.

La rama documental de la sección, denominada No Ficción, se abrirá con el impactante documental “Blackfish”, de Gabriela Cowperthwaite, en torno a la agresividad de las orcas en cautividad. Junto a ella, la reflexiva propuesta de Peter Mettler en “The End of Time”, la nueva aportación al documental de tesis paranormal por parte de Richard Stanley en “L'autre monde”; o la brillante parodia del formato del found footage realizada por Bobcat Goldthwait en “Willow Creek”.

Por su parte, “American Jesus”, del catalán Aram Garriga, explora los paisajes más extraños del cristianismo radical norteamericano, en una producción de Larry Fessenden, cuya versión íntegra tendrá su estreno europeo en esta sección. Noves Visions contará también con documentales que tratarán la temática del cine desde la reflexión, como “Rewind This!”, de Josh Johnson, que analiza el culto y la nostalgia en torno al formato doméstico del VHS, o “Milius”, de Joey Figueroa y Zak Knutson, que explora en la personalidad de uno de los directores y guionistas más atípicos de Hollywood como es el gran John Milius.
 
La rama de la sección denominada Experimenta presentará trabajos como “Escape from Tomorrow”, de Randy Moore, la polémica película rodada de forma clandestina en un parque de atracciones de Disney; “White Epilepsy”, la nueva obra de Phillippe Grandieux, un film experimental de horror sobre el cuerpo y, posiblemente, una de las películas más aterradoras que veremos en Sitges 2013; y “The Taking”, de Lydelle Jackson y Cezil Reed, que mezcla torture porn, brujería y muertos vivientes de una manera nunca vista hasta ahora, prescindiendo casi del diálogo.
 
 

Crítica: El Sexto Sentido

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Doy por sentado que a estas alturas mucha gente ha visto o bien conoce la sorpresa final de “El sexto sentido” (1999). Un poco como ocurre con otras películas como “Psicosis”, volver a ver “El sexto sentido” una vez conocida su ya famosa resolución permite fijarse con mayor detenimiento en la habilidad de la labor de su director, en este caso M. Night Shyamalan, al frente del guión y la dirección.

Al cabo de un año de recibir un disparo de un paciente, el psicólogo infantil Malcolm Crowe (Bruce Willis) trata el problema de un niño atormentado, Cole (Haley Joel Osment). Al parecer, Cole es capaz de ver a los muertos: fantasmas de personas que han dejado asuntos pendientes al fallecer y que lo visitan buscando la solución. Entretanto, la vida privada de Malcolm es un desastre, y su matrimonio con Anna (Olivia Williams) resulta frío y distante sin que él, al parecer, sea capaz de hacer nada por remediarlo.

Con su segunda película, el estadounidense de origen indio Shyamalan se hizo mundialmente conocido. Dirigida con una potencia visual casi hipnótica, de ritmo elegante y fascinante argumento, no solo fue un gran éxito de crítica sino que además consiguió colarse entre las películas más taquilleras de la historia del cine.

Esta historia de fantasmas funciona en diferentes sentidos. Los espectros aparecen efectivamente, pero más que un film de suspense estamos ante un drama emocional centrado en la relación entre niño y psicólogo, entre Malcolm y su mujer, y entre Cole y su madre (Toni Collette). El niño Osment está increíble en un papel que habría destrozado la película con una interpretación demasiado eficiente.

No supone ningún descrédito para el film afirmar que la idea del personaje que ve fantasmas y lo que sucede en el final de la historia ya fue explotada en profundidad por “Carnival of Souls” (1962), notable y modesta película de terror de bajo presupuesto dirigida por Herk Harvey, y la misma idea reaparecería en “El superviviente” (1980) de David Hemmings o en “Haunted” (1995) de Lewis Gilbert.

Lo mejor de “El sexto sentido” reside en su pericia para estar contando una película y en realidad estar contando otra película. Y en este sentido se ha acusado al film de resultar excesivamente artificioso por forzar demasiado la credulidad de las situaciones que muestra en función de su efectiva sorpresa final. Véase, por ejemplo, el momento en el que Malcolm y Lynn, la madre de Cole, parecen esperar que el niño vuelva del colegio sentados el uno frente al otro, sin mediar palabra entre ellos.

Como dato curioso recordar como en su momento fueron muy comentadas las semejanzas con la posterior “Los otros” (2001) de Alejandro Amenábar por la sencilla razón de que ambas giraban alrededor de relatos de fantasmas cuya sorpresa final era clave para desvelar la naturaleza de los personajes. Sin lugar a dudas Shyamalan construye y mantiene una atmósfera fantasmagórica llena de tensión que mejora a medida que avanza demostrando que “El sexto sentido” es una inteligente película de terror a la vez que un drama romántico que tiene su mayor efectismo en el sorprendente final.

LO MEJOR: Una de las mejores películas de su director. El guión y la dirección son notables.

LO PEOR: Resulta en ciertos aspectos excesivamente artificioso.

 


Crítica: Sawney: Flesh of Man

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Hace más de 500 años, en las tierras de Escocia, vivía un clan tan malvado, tan sediento de sangre, que se comía a sus víctimas... al padre, a la hija, al hijo, al nieto... una orgía de asesinos. Vivían en una oscura cueva, en las profundidades de la tierra, donde devoraron e hicieron una carnicería con más de mil personas. El clan endogámico fue capturado finalmente y ejecutado sin juicio alguno. Pero uno de ellos, uno, sobrevivió.

Escocia y su oscuro legado. El debut cinematográfico de Ricky Wood, tira de oscurantismos pasados de la tierra de los verdes prados, castillos medievales, William Wallace y el rentable Nessy, para dar forma a esta “Sawny: Flesh Of Man” (aka “Lord of Darkness”), una nueva visita guiada al zoo de los asesinos en serie, supuestamente, basada en hechos reales, cantinela que a estas alturas y si nadie me dice lo contrario, voy a dejar en entredicho, pero vamos, que le daremos el beneficio de la duda al señor Wood y es la mejor oferta que puedo hacerle.

Sangre, litros de ella. Roja, ennegrecida, espesa, putrefacta. Esto y ninguna otra cosa, es lo que vamos a encontrar en la jaula de Sawney Bean (interpretado de forma magistral todo hay que decirlo, por el veterano David Hayman). Esa sangre, omnipresente y protagonista absoluta del relato, es la responsable de que hagamos cola cual atracción de feria ante el sucio recinto donde habita tan repulsiva criatura, que nos apelotonemos como ratas hambrientas sobre la vaya e intentemos diseccionarlo con la mirada en una mezcla ambigua entre curiosidad malsana y excitante repugnancia. Ese es Sawney y ese es su vestido de fiesta más llamativo, la pestilente sangre seca de sus victimas sobre su piel y su sabor, impregnado de forma vitalicia en el glande de su paladar.

Víctimas es algo que tampoco va a faltar en esta mezcla de slasher y survival con tintes thrillerianos. Unos, víctimas de su propia naturaleza. Víctimas de la carne de Dios, víctimas de la necesidad de antaño involucionada a vicio enfermo y depravado, ventana entreabierta a la maldad innata del ser humano y con la religión, como siempre, por bandera sobre la cual escribir el habitual vomitivo pretexto con el que justificar lo injustificable así como prueba fehaciente de otra de las grandes miserias de éste: el fanatismo. Más víctimas. Las jóvenes mozas del lugar, por que como revela el propio Sawney en un pasaje de la fábula, el muslo, el de las mujeres, es su parte favorita (para devorar, se entiende... no de una forma sexual, sino gastronómica, se entiende también). Ganado mercantil y materia prima sobre la cual trabajar con sangre el seco gaznate del espectador y de pasó, pasar de puntillas sobre otro subgénero afín, el torture-porn.

Orgía de violencia gráfica y directa a la yugular que intenta justificarse con una trama extremadamente sencilla que en contradicción, deja un buen puñado de cabos sueltos imposibles de atar que dan como resultado la imposibilidad por parte del espectador, de que se defina ante lo que está viendo, pues difícilmente puede uno, dar credibilidad a una historia supuestamente verídica (en mayor o menor medida), cuando una bota hostil, se empeña en hundirnos la cabeza sobre el barro de lo sobrenatural de forma continuada. Uno intenta hacer sus cábalas, por más descabelladas e inverosímiles que éstas puedan sonar a oídos de la cordura, pero el esfuerzo es inútil, hay cosas que no se pueden justificar por más que uno lo intente.

Endogámico: De la endogamia o relativo a ella. Nada nuevo, nada que no hayamos probado antes. Cocinado de mil maneras y servido de todas las formas posibles. El canibalismo, algo tan recurrido dentro del cine de terror (con el Dr. Lecter como Cheff más reputado), vuelve a ser el leit motiv de noventa minutos de metraje, poco original y carente del menor ápice ni de transgresión ni de fondo, porque en la cocina a día de hoy, parece que ya todo está inventado. Eso si, el plato está fuertemente condimentado de rojo y no solo no escatima, sino que se regocija en ello. Es por ello que pese a que el debut de Ricky Wood debería ir por méritos propio, a ese lugar donde van las cosas que se olvidan, no por que sean malas, sino por que tenemos recuerdos similares mucho más valiosos, no puedo dejar de recomendar una película como “Sawney: Flesh of Man” a todos aquellos paladares a los cuales no les repite (valga la redundancia), la reiteración en su dieta.

Finalmente y a la postre, estamos ante un producto que en ningún momento aburre (pese al marcado carácter lento de alguno de sus pasajes) y que no pretende ser nada más que lo que es, lo cual, es de agradecer. Sangre, sangre y más sangre de manos de un maestro de ceremonias que cumple perfectamente con su cometido en todo momento haciendo bueno aquello de que cuando hay hambre, uno se come lo que sea y, sin ánimo de sonar degenerado, diré que en lo que a muslos se refiere, coincido bastante con el amigo Sawney, aunque lo mío si, es más sexual que gastronómico.

Lo mejor: La sensación de rechazo que consigue causar el asesino en todo momento y las altas cotas de violencia explícita que alcanza el filme, perfectamente sustentadas por unos deliciosos efectos visuales de corte tradicional.

Lo peor: La nula originalidad de la historia y su inverosímil guión.

 

Crítica: Tú Eres el siguiente

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Daría lo que fuera por poder ir al cine a ver una de esas películas por las que llevo esperando mucho tiempo y que me tienen agotada de ansia y ganas. Daría lo que fuera, de verdad, lo daría... Estos pensamientos de ida y vuelta que tienen una recurrencia cíclica cada vez que oigo que se han grabado ciertas películas, me suelen atormentar con un goticismo exasperante, pues sé que son quimeras, deseos que nunca se cumplirán, sé perfectamente que sólo un 0,1 de las películas de género que veo llegan a mis cines mas cercanos...Y así día tras día, el pensamiento de dar lo que fuera continúa...hasta que una buena mañana, ese deseo se cumple y te despiertas y en los estrenos de cine de ese día está "Tú eres el siguiente" (You´re next) de Adam Wingard, director que se ganó todos mis respetos con la fascinante "A horrible way to die" (2010).

El precio de los deseos, en ocasiones es alto, es duro, cuesta entender por qué tienes que sacrificarte para conseguir lo que quieres, pero así es la vida y así se la contamos ( y recordad que dije que daría lo que fuera...). En mi caso, y por diversos motivos, ver "Tú eres el siguiente" me costó equivocarme de sala y tragarme el inicio de "El llanero solitario" (sí, pese a que todo me parecía rarísimo, tardé en darme cuenta al menos cinco minutos, porque soy muy lenta, y fue, precisamente, un cuervo quien me avisó que corriera a la sala de al lado, el cuervo de Johnny Depp sin ir mas lejos... pero tranquilos, que llegué a tiempo para ver cómo comenzaba la película que nos ocupa, con el corazón saliéndoseme por la boca, pero llegué). La segunda parte de mi penitencia por ver cumplidos mis deseos, me esperaba en la sala de cine en la que acababa de entrar: Adolescentes. Adolescentes de los que dan miedo, mucho miedo, porque sabes que te van a joder la película (y esa es una certeza inamovible), y a esto le sumo madres adolescentes (qué gran palabra!), que en algún viaje de ácido, deciden llevar a sus hijos de unos dos años de edad, para ver algo como "You´re next" (prometo que una de las cosas mas extrañas que he vivido en el cine es ver lo que ocurría en pantalla con "Tú eres el siguiente" mientras escuchaba risas juguetonas de niños de muy corta edad a mi lado). En fin, para todo ellos, dedico, mi crítica, porque nunca se sabe quién será el siguiente...

De "Tú eres el siguiente" nos han llegado frases como "la mejor película de terror del año", "aterradora", "ya verás, ya verás lo que vas a ver...". Y a mi, estas contraproducentes frases, no hacían más que aterrorizarme aún sin haber visto la película, pues, os aseguro que era una de mis most wanted ( o la que más), y cuando películas que esperas con todo el alma se convierten en hits instantáneos, es muy muy inquietante para mi, e intento verlas con cautela, aunque nunca lo consigo, pues la pasión me puede. Esta vez, la herida no se abrió.

Yo no puedo decir que "Tú eres el siguiente" sea la mejor película de terror del año, pero desde luego, lo que sí puedo decir es que es una grandísima película dentro de su género, que no es otro que el suvival combinado con el home invasion, porque cierto es que hay máscaras, pero no puedo hablar de slasher, puesto que nos encontramos con varios asesinos, y que los asesinatos son selectivos (algo que en el slasher no se puede dar jamás). Dicho esto, y asumiendo que el survival, es un género que me apasiona, es mi obligación decir que "Tú eres el siguiente" cumple con todas las expectativas creadas respecto a su historia, puesta en escena, adornos sonoros, y resolución.

Hablamos de una reunión familiar, de una gran casa de campo que da todo el juego del mundo para asesinos y víctimas, y hablamos de que todo vale en una noche en la que se le puede dar la vuelta a todo y se le dará, y hablar de esto es mucho hablar, ya que el survival no suele dar muchas sorpresas últimamente, y "Tú eres el siguiente" no inventa nada nuevo tampoco, pero todo lo que hace, lo hace bien, y hace de los defectos del survival, las virtudes de la película, es decir de la desorganización, la organización del contrario y de la sorpresa y la indefensión, la fortaleza de la supervivencia.

Es necesario recordar que el Sr. Wingard es un verdadero jefe a la hora de crear atmósferas que te adentren en las profundidades de la pantalla, para mostrarte sólo lo que él quiere que veas, es decir , que utiliza, una vez más, su marca de la casa, que es el movimiento excesivamente rápido de la cámara para enfatizar la sensación de caos inicial y persecución desde el principio, pues algo a destacar en "Tú eres el siguiente" es que la tensión acompaña desde el comienzo hasta el final, y no decae en ningún momento, ni siquiera cuando se nos dan las explicaciones pertinentes, o cuando la verborrea lo invade todo.

Otra de las virtudes de esta propuesta, es la excelente banda sonora escogida, insertada en el momento oportuno para dar bandazos entre víctimas, asesinos, y situaciones que requieren de una sonoridad explícita que ayude a las imágenes, para que de manera insistente, sea el propio espectador quien se encuentre en esa casona, a merced de los asesinos con máscaras de animales. Y si hablo de los sonidos en conjunción con las imágenes, sí hay algo que tengo que reprochar a "Tú eres el siguiente", y es la opacidad de muchas de sus escenas, que yo no calificaría de excesivamente oscuras, sino de excesivamente tenues (esa sensación de tener las gafas sucias, para que nos entendamos...) que empaña el resultado de las muertes, pues aquí no estamos ante una película con una gore desquiciado, y pese a que salpica la sangre, se intuye mas que se ve, por esto que os comento, pero, pese a que es algo que debería ser negativo, lo dejo en género neutro, pues te acostumbras con facilidad, e insisto en que la tensión constante que provoca, te aleja de cualquier sensación negativa, respecto a la película.

La construcción de los personajes también es digna de mención (y otra de las bazas de Adam Wingard), pues en la presentación de cada uno de ellos (y no hace falta mucho tiempo para conocerles por completo), ya tienes una idea formada de cada miembro de esta singular familia sobre la que gira el ensañamiento de los enmascarados. En cada diálogo, se deja ver un humor negro que intenta aportar un extra de entretenimiento, en una película harto entretenida. Y es con los actores, donde Wingard juega sobre seguro, pues repite con valores innegables, como A.J Bowen ("A Horrible way to die", "The house of the Devil"), Joe Swanberg ("A horrible way to die", "VHS", Amy Seimetz ("A horrible way to die") y tira de amiguetes cineastas como Ti West (quien curiosamente interpreta a un director de cine underground) y Larry Fessender (conocido como director con la infame "Beneath", y como actor en "Jug Face"), lo que indica que Wingard (que está terminando su master para convertirse en director de referencia absoluta), disfruta como un cerdito entre el fango rodando sus películas, y que es consciente de que no hay nada que pueda salir mal en ecuaciones sencillas.

En definitiva, como habéis adivinado (que ya os las sabéis todas...), por supuesto que recomiendo "You´re next", pues explota la figura de la antivíctima de una forma magistral (porque por más increíble que algunos puntos puedan parecer, todo tiene su explicación), y nos lleva a los siempre agradecidos parajes del survival (aunque en este caso, todo se centre en un mismo escenario, por muy grande que sea este), haciendo revivir este género entre ovaciones.

Y si vais al cine a verla (algo que espero), mucho cuidado con los adolescentes, se esconden en cada rincón...
 
 

Crítica: Riddick

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David Twohy regresa para hacernos pasar de nuevo por caja para que le compremos por tercera vez su producto estrella, que no es un “que”, sino un “quien”: Richard B. Riddick o lo que es lo mismo, el Conan del siglo XXI, solo que esta vez, el antihéroe cambia las largas melenas por la cabeza rapada y las tierras de Cimeria por las bastas galaxias del universo. Lo hace, como he dicho, por tercera vez, para completar una trilogía comenzada hace 13 años con “Pitch Black”, continuada cuatro años después con “Las Crónicas de Riddick” y (no) concluida ahora con esta “Riddick” a secas, pues al término de ésta, la puerta para una más que posible cuarta entrega, queda abierta de par en par.

Si “Pitch Black” abogaba claramente por la vertiente más terrorífica de la ciencia ficción (muy influenciada por la saga de “Alien”), y “Las Crónicas de Riddick” lo hacía por la épica más aventurera muy en la línea de las viejas películas de “Conan” (vamos, lo que sería un espada y brujería futurista), ésta tercera parte, aun cogiendo elementos de “Pitch Black”, cambia totalmente de tercio y apuesta claramente por el cine de acción, cercano incluso al western, como puede desprenderse tanto por su desarrollo como por la construcción de personajes y lo hace, de la misma forma en la que lo hicieran sus dos predecesoras, con modestia (“Riddick” dista mucho de ser la típica super producción que suele llegarnos de Hollywood, esto es sería B pura y dura). Modestia que contrariamente viene cargada de arrogancia, la de su protagonista, un Vin Diesel que aparca momentáneamente todas esas chorradas para nativos de discoteca maquinera que se tocan con coches deportivos y demás mierdas, para volver a meterse en la piel de Richard B. Riddick, por méritos propios, uno de los actuales iconos de la ciencia ficción.

Y es esa modestia, lo primero que llama la atención en esta historia de contradicciones que es “Riddick”, pues de los mil y un defectos que se le pueden sacar a ésta, sin duda alguna la entrega más floja de toda la saga, lo que más duele a la vista, lo que más le hace a uno apretar el culete en su por otra parte, fabuloso (y sorprendentemente cargado de humor) prólogo, es el lamentable nivel de algunos efectos especiales, en especial, el de una especie de híbridos entre perro salvaje y hiena, que directamente, parecen sacados de alguna de las películas de otra saga: “Ice Age”. En adelante, conoceremos a esta especie, como los “perros pegatina”, nomenclatura que solo podía salir de una mente genial que evidentemente, no es la mía.

Bien. Son estos “perros pegatina”, los primeros seres que dan la bienvenida a un maltrecho Riddick, del cual se nos explica con un precioso flashback que por unos pocos minutos, nos adentra nuevamente en el fascinante universo de aquella gloriosa “Las Crónicas de Riddick” , como ha llegado a éste nuevo planeta en el cual se encuentra atrapado en paupérrimas condiciones físicas, un escenario muy parecido al de “Pitch Black” el cual, curiosamente y haciendo gala de esa contradicción de la que os hablaba, luce de manera fantástica, al igual que otras criaturillas que harán más amena la estancia de Riddick en el planeta.

Superado el trauma (vergüenza ajena incluso), de ver a Riddick “jugando” con “perros pegatina” cual película de Disney, a los cuales solo les falta hablar e incluso, en un momento dado, ponerse a cantar y que baje del cielo rojizo chitty chitty bang bang y se monten en él Riddick y los “perros pegatina” para viajar hasta donde se suponga que viva esa señora, Mary Poppins, a la cual sin duda alguna, Riddick se follaría sin contemplación alguna y lo más importante, ella le suplicaría que lo hiciera, por que Riddick es de esa clase de hombres, de hecho, su estancia en el planeta, a parte de para ver como crece un “perro pegatina”, al bueno de Riddick le sirve para recuperar su instinto animal, perdido después de gobernar durante un tiempo indeterminado, a la civilización Necrófera.

El prólogo, como digo, es sublime. Atípico, se nos muestra a un Riddick que va mucho más allá de su sarcasmo habitual, que se atreve con el humor de corte más tradicional para superar algunas situaciones peliagudas con buenas dosis de éste. Pero funciona, vaya si funciona. El hombre contra la naturaleza, la vuelta a los orígenes, a nuestros instintos más primarios. Cuasi media hora de supervivencia extrema que parece querer acercarnos a las sensaciones de “Pitch Black”. Nada más lejos de la realidad. No tardan en hacer acto de presencia en el planeta, unos indeseables invitados, un grupo de caza recompensas que vienen en busca de la cabeza de nuestro peladete favorito. Y aquí, las contradicciones, los contrastes, los volantazos narrativos que definen a la película y como resultado, 45 minutos de absoluto tedio, chistes sin gracia y un montón de referencias al western clásico.

Al frente de todo esto, un sobre actuado Jordi Mollà, encarnando al despiadado líder de los mercenarios y errático antagonista del (anti)héroe (más tierno que nunca en esta entrega). Diré, pese a la evidente falta inicial de carisma por parte del personaje interpretado por Mollà, que evaluando su trabajo en el filme de forma global, el catalán consigue dejar muy buenas sensaciones, básicamente porque hace bueno aquello de que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey y en “Riddick”, uno de los muchos problemas que tiene la cinta, es la falta de “peso” de los “villanos” y esto lo pongo entrecomillado porque realmente, estos no son tal cosa, más bien todo lo contrario, juguetes en manos de ojitos brillantes. Después de haberse enfrentado solo a toda una raza alienígena y a un ejército de conquistadores, vérselas con un puñado de mercenarios, se antoja un poco desolador.

El otro problema principal del filme, sin duda, es su lamentable guión y el hecho de que el personaje es demasiado grande para una historia tan pequeña. Más cuando en su nudo, la figura de Riddick pasa a un segundo plano y todo se centra en la convivencia entre los dos grupos de caza recompensas que intentan darle caza. Un puñado de personajes planos sin ningún tipo de gracia que juegan a los vaqueros en el espacio mientras desojan los mil y un tópicos del cine de acción, con un Mollà, sacado directamente de alguna de las viejas glorias de Sergio Leone, como mejor ejemplo de esto, mientras se esfuerza por llevar las riendas de un segmento, éste intermedio, que aunque parezca mentira viendo lo visto a lo largo de la saga, aburriría hasta a las piedras. Y lo hace. Ni siquiera la presencia de otro rostro icónico de la ciencia ficción moderna, el de Katee Sackhoff (aka “Starbuck” de “Battlestar Galactica” ), consigue dar el pego con un personaje, el suyo, que roza lo ridículo en más de una ocasión a lo largo de la travesía.

Pero a la cinta le queda un último cambio de dirección y los párpados del espectador, hasta ese momento pesados como descomunales losas, no pueden hacer otra cosa que volverse ligeros cual algodones de azúcar cuando la cinta rizando el rizo, se adentra nuevamente en terrenos ya transitados y el desfase absoluto se apodera, sin vergüenza alguna, de la pantalla. Riddick vuelve a ser Riddick, los mercenarios dejan de jugar a los tipos duros mostrando su auténtica naturaleza e interpretando el papel que realmente tienen en la función y todas las penurias sufridas por el espectador hasta ese instante se olvidan, la hora de la redención ha llegado. Con ella la noche, la tormenta, la oscuridad y la serie B que araña de nuevo con afiladas garras para rescatarnos del tedio.

Por lo tanto, cuesta valorar una cinta como esta, irregular a todos los niveles, capaz de asombrarnos con delicioso paisajes alienígenas y a la secuencia siguiente, hacer que el pene se nos meta hacia adentro con criaturas de dibujos animados o con señores conduciendo en motos sobre una pantalla verde... y es que “Riddick” es una casposidad grande, muy grande, grandiosa. Una cinta SOLO recomendable para amantes de eso, de la caspa, de la serie B, del western, de la acción de sobremesa, de los tipos rudos y todo lo que ello conlleva, de diálogos imposibles que jamás debieron ser pronunciados en alto y de todo tipo de pantochadas habidas y por haber. Para rematar, además, es aburrida, muy aburrida, en su tramo intermedio. Pero niños, niñas, películas como esta, no hay muchas, casposidades tales como las de antaño, ochenteras so queréis, no abundan en estos días de Blockbusters millonarios y pese a todo, pese a sus mil y un defectos, “Riddick” posee un yo que se y un que se yo, que la hace entrañable y que sobretodo, la hace disfrutable, por lo menos, a ratos.

Lo mejor: Riddick, los decorados y el desfasado tramo final del filme.
 
Lo peor: Nada de esta tercera entrega, está a la altura del personaje y sobretodo, esos “perros pegatina”, algo que jamás debería verse en una película que intenta tomarse en serio a si misma y que los demás, hagamos lo propio con ella.
 
 

"Sitges 2013", preparada para la Zombie Walk

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Ya podéis ver un avance fotográfico de lo que será el spot de la Zombie Walk 2013. Como cada año durante el mes de octubre la Blanca Subur se transforma con motivo del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que este año se llevará a cabo del 11 al 20 de Octubre, en obligado punto de encuentro para los amantes de la ciencia ficción, la fantasía y, sobretodo, el terror; terror que Zombie Walk trasladará de las pantallas del cine a las pintorescas calles de la villa. La peculiar reunión de zombies más popular del país tendrá lugar la noche del 12 de octubre (aunque se hablaba del día 18) y el pasado 8 de septiembre se ha llevado a cabo el rodaje del spot del evento en Sitges.

Después de aplazarse el rodaje un día por las inclemencias del tiempo, por fin se pudo realizar el rodaje en el que saldrá la doble de Mia Farrow, caracterizada como en la película “La semilla del diablo”, surgida del casting del 29 de agosto celebrado en la Fabrica Moritz, en Barcelona, y con una veintena de extras que se lo pasaron en grande asustando a los peatones que desconcertados miraban el desfile de estos no-muertos.

 
 
 

Crítica: El Protegido

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Sí existen personas tan frágiles en este mundo, ¿pueden existir superhombres? Si existe gente tan malvada (banqueros, políticos o terroristas), ¿puede existir todo lo contrario, superhéroes?

David Dunn (Bruce Willis) es un guardia de seguridad de algo más de 40 años que vive profundamente distanciado de su mujer (Robin Wright Penn) y de su hijo pequeño (Spencer Treat Clark), al que conoce menos de lo que le gustaría. Un día, viajando en un tren que cruza Filadelfia (la ciudad de M. Night Shyamalan, el director), sucede un accidente: el tren descarrila y sus vagones son destrozados, aplastados y esparcidos en pedazos a varios kilómetros a la redonda. Más tarde, se hace pública una sorprendente noticia: sólo una persona ha sobrevivido a este suceso, y por algún motivo desconocido, no tiene la más mínima herida. Ésta no es otra que David.

David es recibido por su familia con tanta alegría como con miedo y, tras lo sucedido, el hombre se siente más perdido en un mundo que le es hostil y extraño, hasta que un día encuentra una tarjeta en el limpiaparabrisas de su coche con una enigmática frase: ¿cuántos días has estado enfermo en tu vida? David cavila sobre ésto y no recuerda haberlo estado jamás. Ni siquiera su mujer recuerda tal cosa.

A raíz de esta sorpresa, David acude, acompañado de su hijo, a la dirección que figura en la tarjeta, una galería de arte relacionada con los cómics llamada Limited Edition, dirigida por un hombre llamado Elijah Price (el omnipresente Samuel L. Jackson) quien ha escrito la nota.
 
Este desconocido sufre una peligrosa enfermedad que debilita sus huesos y articulaciones, haciendo que su esqueleto sea extremadamente frágil y algo deforme (muchos le conocen con el apodo de Don Cristal). Habiendo pasado un tercio de su vida en camas de hospitales, Elijah se fijó en los cómics de superhéroes e hizo de ellos su pasión, y esa pasión le llevó a creer en un equilibrio universal relacionado con ellos. La teoría de Elijah es que, si en el mundo hay una persona tan frágil y maltrecha como él, también debe de haber otra que sea diametralmente opuesta: fuerte, sana e irrompible, alguien que haya sido enviado sin saberlo para proteger a quienes le rodean. Creyendo firmemente en esto, Elijah ha seguido las noticias de numerosas catástrofes esperando oír una descripción semejante de alguien, y finalmente ha sucedido: dicha persona podría ser David. Si es cierto, Elijah y el propio David darían sentido a su vida.

“El protegido” (“Unbreakable”, 2000) del realizador de origen indio M. Night Shyamalan, responsable de la famosa “El sexto sentido” (1999), no sólo es el mejor trabajo de su director y uno de los grandes films fantásticos de principio del nuevo siglo, sino también es una de las digresiones más profundas que el cine haya plasmado sobre el arte del cómic y la noción de superhéroe. Es una genuina película de superhéroes en la que aparecen todas sus convenciones, pero al mismo tiempo es un film que parece hecho para ponerlas en cuestión.

Lo primero que sorprende de “El protegido” es la sensación de naturalidad con que plantea una situación inicial inquietante y la va desarrollando hasta llegar a la más increíble de las resoluciones. Al igual que en “El sexto sentido” y en “El bosque”, lo mejor del film no reside en la sorpresa, sino en los contornos turbulentos del relato, que a medida que va avanzando acaban teniendo mayor densidad y profundidad para el impacto final hacia el cual se dirigen.

Un año después de encarnar al doctor Malcom Crowe en “El sexto sentido”, Bruce Willis vuelve a ponerse a las órdenes de Shyamalan con un personaje, un héroe, al que nos tiene acostumbrados, pero desde un punto de vista totalmente diferente. David conoce su don, aunque evita reflexionar sobre ello y lo mantiene en secreto para no perturbar a su esposa Audrey y a su hijo Joseph. En el pasado sufrió una accidente junto a Audrey, del cual también salió ileso, que le descubrió dicho don. Además, David es una persona que inconscientemente tiene el deseo de ayudar a los demás, lo que explica porque de entre todas las profesiones del mundo eligió la de guarda de seguridad. Cuando David decide asumir su condición excepcional lo vemos ataviado con su chubasquero (su uniforme de héroe) ayudando a una familia cuya casa a sido ocupado por un asesino, secuencia en la que apreciamos un único punto débil: el agua (su kryptonita).
 
LA SECUENCIA: El momento en el que David visualiza los pensamientos de los transeúntes que se rozan con él en la estación de tren.

LO MEJOR: La puesta en escena.

LO PEOR: Tiene un ritmo demasiado pausado.

 

"Sitges 2013", con el cine fantástico catalán

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El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013 será un nuevo año más el mejor escenario para el talento que distingue al actual cine fantástico con sello catalán. Producciones con reparto internacional de primer nivel, creadores jóvenes, nuevos formatos y superproducciones infantiles configuran la presencia catalana en el Festival nunca vista antes que indica el crecimiento de esta industria y la calidad del talento de realizadores y actores.

Para empezar, el Festival se inaugurará con la cinta catalana “Grand Piano” con reparto internacional encabezado por Elijah Wood y John Cusack y dirigida por Eugenio Mira. Será un pre-estreno mundial que los asistentes a Sitges podrán disfrutar con su director y posiblemente con los actores principales. Wood interpreta a un pianista. Cuando éste se sienta delante del piano, se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a tocar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa.

“Mindscape”, ópera prima de Jorge Dorado y primera de las producciones de Ombra (la flamante compañía creada por Jaume Collet-Serra), será otra de las gratas sorpresas de este certamen. Este thriller paranormal es la historia de un especialista en incursiones en los recuerdos de otras personas. El film se centra en su nuevo objetivo, una adolescente (Taissa Farmiga, hermana pequeña de Vera Farmiga, que hemos visto en la popular serie “American Horror Story”) que bien puede ser una joven traumatizada o una brillante sociópata. También está protagonizada por el cada vez más cotizado Mark Strong, actor británico al que se ha visto recientemente en producciones tan populares como “Kick-Ass”, “Sherlock Holmes”, “Red de mentiras” o “Zero Dark Thirty (La noche más oscura)”, al que acompaña el veterano Brian Cox, inolvidable villano de “X-Men 2” y ganador del premio al mejor actor en Sitges 2010 por la película “Red”. Sitges ofrecerá la première mundial y es posible que veamos a algunos de sus actores principales.
 
La productora Roxbury también traerá a Sitges “Enemy”, dirigida por Dennis Villenueve e interpretada por Jack Gyllenhaal, un intenso thriller paranoico en torno al mito del doble y basado en un relato de José Saramago, “El hombre duplicado”. Narra la historia de un hombre (Gyllenhaal), quien descubre viendo una película a un actor que es idéntico a sí mismo. Entonces, inicia la búsqueda del individuo con consecuencias inesperadas.

Otros estrenos mundiales de color catalán serán dos producciones caracterizadas por su apuesta por el talento joven y los nuevos formatos. En primer lugar, “Los inocentes”, una producción de ESCAC films y que ha sido dirigida por una docena de directores surgidos de las aulas de la prestigiosa escuela de cine catalana. Los técnicos del film también son alumnos de ESCAC, y constituye un homenaje gore y con grandes dosis de diversión al slasher de los 80, con Alex Batllori, Charlotte Vega, Diana Gómez y Mario Marzo en los papeles principales.

Por su parte, “Hooked Up” es la ópera prima de Pablo Larcuen, uno de los ganadores del formato corto en Sitges 2012 con “Elefante”, que tiene la peculiaridad de haber sido rodada con un iphone, con resultados sorprendentes. Un film de terror claustrofóbico y malsano, donde dos amigos verán como una noche de ligue en Barcelona se convertirá en una pesadilla sin salida.

Por otro lado, Manuel Carballo, un habitual de Sitges (donde ha presentado “El último justo” y “La posesión de Emma Evans”) traerá bajo el brazo lo último de la factoría Filmax: el thriller terrorífico “Retornados”, que supone una vuelta de tuerca inteligente y original a la temática zombie.

El film narra como la humanidad convive con los "Retornados", gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, oculta una poderosa razón: su pareja, Álex, es un "retornado". El caos se desata cuando el Gobierno anuncia la escasez de la proteína y la paralización de las investigaciones, obligando a todos los infectados a ingresar en un centro militar de alta seguridad. Temiendo lo peor, Kate y Álex deciden no acatar las órdenes y huir. Su cuenta atrás por la supervivencia ha comenzado.

Y Sitges y el cine catalán no olvida a los más pequeños, pues de la mano de la productora Arcadia Pictures llegará el estreno mundial de “Mariah Mundi and the Midas Box”, una espectacular superproducción de aventuras basada en la novela de G.P. Taylor que recupera el estilo clásico del género de obras como “Los Cinco”, “Tin Tin” o “Harry Potter”. Aventuras juveniles con fantasía y misterio además de un espectacular reparto encabezado por Michael Sheen, Lena Headey y Sam Neill.
 
 

Crítica: The Cabin in the Woods

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¿Qué es "The cabin in the woods"? Este es el misterio, esta es la pregunta que todos los amantes del terror nos hacemos y buscamos respuestas, respuestas, respuestas...Es innegable que se ha especulado mucho acerca de esta película, han corrido ríos de tinta comentando "cositas " sobre "The cabin in the woods", y esto se ha hecho, naturalmente, como nos gusta hacerlo, vamos, sin verla, así, creando expectativas salvajes...

Si soy sincera, yo debo decir que normalmente a mi no me influye para nada lo que se diga de una película, que incluso no me importa que me la destripen enterita, pues yo no busco la sorpresa en este cine, a mi lo único que me importa es lo que yo experimento al verla, pero tengo que admitir que con "The cabin in the woods", yo también perdí un poco el norte y buscaba y buscaba...¿será algo diferente? ¿en serio?, me moría por ver algo diferente, así que en cuanto pude me tiré de cabeza a por ella. "Solo espero que haya agua en esta piscina- pensé-porque me acabo de tirar haciendo una pirueta mortal en el aire ", y esto lo digo, porque mi intención era verla en una pantalla inmensa de cine que me diera todas las respuestas a las preguntas que se habían formulado en torno a la película, pero no pude...la carne es débil, mi voluntad mucho más, la tentación era inmensa y Satán me susurraba cosas tan bonitas al oído...Así fue como decidí ir al videoclub de la esquina (sí, a ese al que vamos todos), y alquilarme una copia de la cinta.

Y ahora, amiguitos y amiguitas, voy a crear aun más expectativas, voy a soltar SPOILERS, voy a hablar de "The cabin in the woods" como creo que debo hacerlo y voy a "desvelar" las claves (por supuesto hasta donde el sentido común me deje, que no soy tan insensata como para masacrarla), así que , el que quiera ir a ciegas a ver la peli, el que no quiera saber nada mas de TCITW, DEBE dejar de leer ahora mismo (ya continuaréis con la lectura cuando volváis de verla...) Para todos los demás, DEJEMOS QUE EMPIECE LA FIESTA.

Pongámonos en situación, dos historias paralelas: En una parece algo así como si una organización de investigación o estudio se preparara para una jornada laboral intensiva de fin de semana. La otra historia nos muestra a cinco jóvenes amigos que se van a una cabaña en el bosque, propiedad de un familiar de uno de ellos, para pasar ese mismo fin de semana, y de entrada, algo no encaja, porque, por una parte se apunta al típico slasher y por otra, parece que esta organización tiene todos los cabos bien atados para poder realizar su trabajo sin fisuras (y todos sabemos que en el slasher las cosas no funcionan así...).

Primera toma de contacto con los protagonistas y ya te haces una idea de cómo son, pero llegan a la cabaña y parecen actuar de un modo diferente. Sensación extraña.

Pronto entiendes que lo que estamos llamando "organización", en realidad es un organismo que controla absolutamente todo lo que ocurre en la cabaña, y como si de una gigantesco y mundial Gran Hermano se tratara, tienen absolutamente todo visionado, controlado y supervisado por un equipo muy acostumbrado a realizar ese trabajo, pero ¿cuál es el fin? Otra vez empiezas a plantearte hipótesis, empiezas a intentar buscar un sentido a lo que ves. En ese momento no lo tenía claro, tenía que seguir buscando.

Avanza la acción, empiezan a sucederse las muertes en la cabaña, ahí eres consciente de que las cosas que estás viendo no tienen lógica, desde tu asiento sabes que esas "cosas" no se pueden controlar, empiezas a dudar, ¿es TCITW un producto serio o está todo cogido por pinzas que además ya no sujetan nada? La curiosidad en ese punto para mi era ya exacerbada, si antes estaba expectante, me doy cuenta de que llevo viendo mas de media hora de a película y ahora tengo mas curiosidad que al principio, estoy mas perdida que al principio, porque chicos, lo que veo me está gustando, pero no soy capaz de encontrarle el sentido, sin embargo, el tratamiento de las muertes es el que me gusta y empiezo a estar convencida de que la mezcla de diferentes elementos adornan muy bien esta propuesta.

Pasa un poco de tiempo más, ya voy entendiendo...la "organización" necesita que estos chicos de la cabaña sufran, que todo salga como está previsto, y de repente, parece que todo acaba, una trabajo más realizado con éxito. Los cinco niñitos guapos han hecho exactamente lo que se les presuponía, ¿cómo? ¿se puede dirigir el comportamiento humano? Hagan apuestas!!! ¿se trata de alguna droga administrada quien sabe cómo a los chicos? curioso , si tenemos en cuenta que uno de los protagonista parece inmune a ella, y mas curios aún si pensamos que el "inmune", es el joven amigo que va fumado hasta las cejas a ese fin de semana de "diversión".

Nos hemos quedado sin protagonistas y todavía queda media hora de película, se necesita un giro importante para que esto salga adelante y, efectivamente!!! el giro se produce, las cosas no han salido exactamente como la "organización" creía y nos encontramos con SPOILER que dos de los niños guapos no estaban tan muertos como creíamos y que han encontrado la forma de salir de esa cabaña que se mueve, de ese bosque que tiene vida propia, de ese infierno sin salida y se meten de lleno en el puzzle ( porque esto no es mas que un puzzle), se meten en el corazón de esa inmensa caja de Lemarchand que busca dolor. Ahora empieza realmente "The cabin in the woods", y en esta última media hora el sinsentido es ya tal que no importa nada, solo quieres seguir abriendo mas los ojos y disfrutar de los que está pasando, porque pasa de TODO, porque todo el terror que hemos visto en miles de películas está aquí, de golpe, todo junto, y no das crédito, no solo por las ingentes cantidades de sangre, sino porque no puedes perderte ni un solo segundo, no se puede pestañear o te pierdes algo que, definitivamente, merece la pena.

Los guiños a las películas de terror que nos fascinan a todos son constantes, aquí es un " pide lo que quieras, que lo tienes" , todo en esa media hora final (a mi solo me faltaron los habitantes de esa cuidad que es mas sucia que el infierno, que es Sunshine, para completar el festival de locura y ya hubiera sido completamente feliz). Y con todos esto que os he podido explicar, intentando no desvelar demasiado (creedme, no lo he hecho), volvemos a la pregunta inicial ¿qué es "The cabin in the woods"? Respuesta: pues ni mas ni menos que lo es TODO, y no, no tiene sentido, pero no importa en absoluto, de hecho eso es precisamente otro de los atractivos de esta propuesta. Y os aseguro que cuando creemos ya nada puede impactarnos, cuando ya creemos que no se puede liar todo más, Drew Goddard (el director, que recuerdo que debuta en esto de la dirección con este título), nos mete la traca final, y hace que El Director de toda esta "organización" (me gustaría ver vuestras caras cuando descubráis su rostro...), intente poner un poco de sentido en este galimatías y, que aún consiga que, en sus explicaciones, haga que sea todo mas inverosímil.

"The cabin in the woods" no pertenece a un solo género, "The cabin in the woods" es todos los géneros juntos, y por mi parte, ese señor, Drew Goddard, en solo una hora y media me ha ganado para siempre, ¿cuántos pueden decir esto?

Y encima para rematar, justo al comenzar los títulos de crédito finales, empieza a sonar "Last" de Nine inch nails, ohhhhhhhhhhh señor, ¿se puede pedir más?

Una película que ningún incondicional de las películas de terror debería perderse. Olvídate de todo lo que has visto, esto no es nada de eso. Alto y claro.



"La Cabaña en el Bosque", al fin se estrena en España

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Finalmente y tras muchas y variopintas especulaciones, parece ser que “La Cabaña en el Bosque” (“The Cabin in the Woods”, Drew Goddard, 2012), verá la luz en las salas cinematográficas de nuestro país y no solo en el mercado doméstico como se venía diciendo hasta ahora. El estreno, eso si, nos llegará solo en su versión original subtitulada al español, lo cual, no deja de resultar curioso cuando estamos hablando de la que posiblemente sea la película con más repercusión dentro del género fantástico en 2012 y que en nuestro país, tan solo pudo verse en el Festival de Cine Fantástico de Sitges en su edición del pasado año.

La distribución del filme, correrá a cargo de Good Films (recordemos que el pasado año, Vértice cine anunciaba a mediados de Octubre que abandonaba la iniciativa por disyuntivas económicas) y nos llegará de manos de Canal Plus España. La fecha prevista para el estreno en cines, se ha marcado en el 8 de Noviembre. Posteriormente y aun sin fecha, la cinta verá la luz en su formato doméstico, en principio ha sido confirmada su versión DVD y esta, si contará con doblaje al castellano. Curioso a más no poder.

Con esta buena noticia para todos los amantes de este interesante título, recuperamos la crítica que en su día nos trajera cuasi en exclusiva mundial (venga va... dejémoslo en estatal), la Srta. Missterror, defensora a ultranza del filme de Drew Goddard guionizado por papá Wheddon, con la cual, consiguió ponerle los dientes largos a más de uno. Si en su día no tuvisteis la oportunidad de leerla, este es el momento y, si después de ello no deseáis pegarle un tiento al filme...

Crítica: Thankskilling

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¿Cómo es posible que un pavo pueda disparar a alguien? Un pavo, no una persona; un pavo con sus plumicas. Me reafirmo, ¿cómo es posible que un pavo pueda cortarle la cara al sheriff de un pueblo y ponérsela como careta? Esta y muchas otras preguntas no serían nunca contestadas si la impresionante película Thankskilling no se hubiera hecho. Y cuando digo impresionante no me refiero a: ¡Oh, qué película tan buena! Hablo de otras impresiones diferentes. Thankskilling es una de las películas más divertidas que he visto en toda mi vida y debo confesar que el mejor slasher de un pavo que se ha hecho nunca. Algunos pensareis, claro, es que es el único slasher donde el asesino es un pavo, pero no… Blood Freak, no la veáis. Por favor…

Argumento: ¿A quién le importa el argumento? Es una película donde hay un pavo asesino, por el amor de Dios. Pero en caso de alguien esté intrigado de la muerte os diré que en 1621 algunos nativos americanos decidieron lanzar una maldición sobre los peregrinos creando un pavo del infierno poseído por el demonio que asesina a gente blanca. Nos saltamos unos cuantos cientos de años, por lo que fuera; y acabamos en el presente. Ya podéis empezar a adivinar qué viene ahora. Unos niños de un campamento enseguida se encuentran con el pavo, que es un grosero acabado; y tras fallar en su intento de asesinarlos, el pavo empieza a perseguirlos hasta sus casas donde se dedica a rajarlos y a todo aquel que se encuentre cerca.

El argumento suena estúpido, lo sé; pero Thankskilling es una película educativa en el fondo. Yo he aprendido, tras verla; que los pavos endemoniados se enfadan si les orinas encima, que a las jóvenes peregrinas de buen ver les gusta correr con sus titis (pechos) al aire sin razón aparente (especial mención a la actriz porno Wanda Lust que se encarga de bordar esta escena inicial sinsentido), que Darren tiene una vagina (esto lo dice el pavo) y que parece ser que los pavos pueden hacer autostop e incluso conducir. ¿Quién lo habría adivinado? Pero con toda la seriedad que puedo darle a la cinta, Thankskilling podría ser la película más tonta del mundo, mundial, de la historia del cine.

Convierte el clásico ‘Jack Frost’ en una obra Shakespeariana. El guion roza el retraso mental. En una escena el pavo dice que tiene 510 años pero si fue creado en 1621 y la peli es del 2009, sólo puede tener 388. Cuando me di cuenta, me empecé a reír tan fuerte que tuve que parar la cinta para poder respirar. No soy ninguna profesora de matemáticas, pero a ver… WTF? Si vas a calzar la edad en el guion sin venir a cuento, al menos que alguien lo cuente, ¿no? Y supongo que la mejor parte se la lleva las caracterizaciones. Tan buenas y reales como la que podrías ver en cualquier obra de teatro del instituto de tu pueblo. Algunas de estas representaciones, en la película; están hechas así adrede pero aun así, por favor…

Debo admitir que en toda su grandiosa estupidez, a mí me ha fascinado. Es súper entretenida y te ríes como nunca a todos los niveles. Lo que hace a la película tan divertida, tan agradable; es la hilaridad del diálogo, algunos momentos gore pero sobretodo, EL PAVO. El pavo en sí mismo es ridículo de ver y no puedes parar de reírte cada vez que sale en escena y se pone manos a la obra; cabe decir que es un pavo altamente ocupado. Cuando no está comiendo ensalada en su cómoda y pequeña tipi (la tienda de los nativos americanos), nuestro endemoniado y emplumado amigo está liado con sus temas de abrir cuerpos a machetazos. Vemos como rebana gargantas, parte cuellos, dispara a personas en la cabeza, arranca caras, arranca lenguas, saca corazones y una escena diabólica donde tiene protagonismo un estómago. Llega un momento donde el pavo viola a una de sus víctimas femeninas. Es la primera vez que veo un pavo hacer algo así. Está sediento de sangre toda la cinta.

Otro punto positivo, esa banda sonora del infierno. Que se te pega como el sudor del verano y que parece que salga de una misma canción de rap. La misma canción. No puedo cerrar este punto sin mencionar que la película tiene su propio número musical y cabe decir… qué es impresionante.

Es una película sólo apta para aquellos que se vean con el cuajo y el estado de ánimo de ver algo que es terriblemente malo pero que te hace reír mucho, muchísimo. Evidentemente sólo puede verse sabiendo que esta película no se hizo, bajo ninguna circunstancia; como una obra para tomarse en serio. Es la mayor estupidez concebida por el cerebro humano pero es un chiste buenísimo.
 
 

Crítica: Viernes 13

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EL ANUNCIO

En julio de 1979 un anuncio publicitario enigmático del Variety llamaba la atención de productoras y distribuidoras. Las palabras “Friday the 13th” (“Viernes 13”, el equivalente a nuestro Martes 13, día de mala suerte) atravesaba un cristal rompiéndolo en varios pedazos acompañado de una corta frase: “The most terrifying film ever made”. El responsable era Sean S. Cunningham quien aún no tenía ningún film rodado bajo ese título ni tampoco disponía de guión alguno. Se trataba de despertar el interés por un proyecto que podría resolver algunos asuntos económicos de Cunningham. Esto suponía su vuelta al cine de terror tras su colaboración con Wes Craven en “La última casa a la izquierda” (“The last house on the left”, 1972), en la que hizo de productor y de coguionista junto a Craven.

Paramount, Warner Brothers y United Artists se enzarzaron en una lucha por obtener los derechos, quedando en empate los dos primeros. Paramount distribuiría la película en suelo norteamericano, mientras que Warner se reservaba la distribución foránea. El film contó con un modesto presupuesto de 550 mil dólares, que ya quisiera para mi.

El guión corrió a cargo de Victor Miller con el nombre en un principio de “The long night at Camp Blood”, escrito en tan sólo dos semanas de forma simple y efectiva. Ron Kurtz pulió el libreto final.

La película se rodó durante 28 días en el otoño de 1979 utilizando un campamento de boy scouts abandonado de nombre No-Be-Bo-Sco, situado a las afueras de Blairstown, New Jersey, así como los alrededores del pueblo. Tan sólo tuvieron que construir un set para la escena del cuarto de baño.

Tras diez semanas de montaje, el 9 de mayo de 1980, “Viernes 13” llegaba a las pantallas norteamericanas recaudando sólo en Estados Unidos la cifra de treinta y nueve millones de dólares. Un éxito que nadie auguraba. Así dio comienzo toda una saga gracias a un eficaz anuncio publicitario.

LA HISTORIA

En el año 1957, la tragedia se cernió sobre el campamento de verano Crystal Lake. El niño deforme de 11 años llamado Jason Voorhees se ahogó y desapareció en las profundidades del lago. Jason no sabía nadar y los monitores no lo socorrieron porque estaban intimando en el momento de los hechos. Un año después del acontecimiento, los dos jóvenes monitores fueron encontrados asesinados en el interior de un establo de la zona.

De nuevo, Crystal Lake volvía a aparecer en los medios de comunicación debido a una tragedia, siendo rebautizado por la prensa y el pueblo como “Campamento sangriento”. Crystal Lake fue cerrado y alrededor del campamento comenzaron a tejerse diversas leyendas urbanas.
 
Veintidós años después, en 1980, Alice Hardy (Adrienne King), una trabajadora social, llega a Crystal Lake junto a un grupo de amigos con el fin de rehabilitar el campamento para volver a ponerlo en funcionamiento. Sin embargo, Alice y dos de sus amigos se cruzan con un anciano muy misterioso que les avisa: "Todos ustedes van a morir, van a morir porque él está aquí". Advertencia que ignoran.

Al pasar las horas, comienzan las primeras muertes, todas espantosas, pero nadie aparecía como el autor de ellas.

Alice no tarda en descubrir que ella es la única persona que queda viva en el campamento. Al ver los cadáveres a su alrededor, trata de pedir ayuda y se cruza con una señora llamada Pamela Voorhees (Betsy Palmer), quien la tranquiliza. Sin embargo, Alice se da cuenta de que aquella mujer no es lo que parece. Le explica la historia de su hijo Jason y entonces la ataca. Tras enfrentarse a ella a orillas del lago, Alice finalmente toma un machete y decapita a la Sra. Voorhees, para después huir completamente traumatizada.

La escena final de la película muestra a Alice recostada en un bote en medio del lago, mientras ve llegar a la policía. Al incorporarse, trata de llamarlos para indicarles que está viva, cuando de pronto el niño Jason (Ari Lehman), convertido en un muerto viviente, emerge de las aguas y la arrastra hacia el fondo. Pero todo es una pesadilla y Alice despierta en un hospital con sus familiares y la policía para interrogarla, para saber qué fue realmente lo que pasó en Crystal Lake, no sin antes decirle que la encontraron a orillas del lago.

INSPIRACIÓN

El guionista Victor Miller fue el responsable del nombre del asesino, pues Jason era el nombre de un personaje de una de sus novelas, “Hide the children” (1978), y Voorhees era el apellido de una de sus compañeras de instituto. Tom Savini fue quien ideo la escena final en la que Jason emerge del agua para arrastrar a Alice a las profundidades del lago, que Miller adoptó en el guión.

Una vez tenían al asesino, los creadores querían ofrecer una película que aprovechara la buena acogida que había tenido el film de John Carpenter, “La noche de Halloween” (“Halloween”, 1978). Así pues, el guión de Miller repetía los elementos de este film como podemos observar en los primeros minutos de “Viernes 13” en lo que es una burda imitación de la secuencia inicial de “La noche de Halloween”: la acción sucede años antes, en la que se desarrolla el resto del film y en él se emplea el punto de vista subjetivo para mostrarnos el asesinato de dos jóvenes que se encuentran manteniendo relaciones sexuales. Los planos de focalización interna se alternan con otros que pertenecen a un narrador omnisciente que ofrece al espectador una mejor visión. Cuando la pareja es atacada observamos una especie de homenaje a “El fotógrafo del pánico” (“Peeping Tom”, Michael Powell, 1960): vemos el rostro de terror de la chica que es congelado y ampliado para que observemos con detalle la gesticulación de alguien que se sabe a punto de morir.

De “Halloween” también se adopta la agresión de una pareja joven en un momento íntimo, aunque en “Viernes 13” no son en principio postcoital sino durante la prolongación del acto sexual. Esta agresión viene del discurso del film de Carpenter de lo que se denomina castigo por la ley paternal, esto es, por el sexo prematrimonial. El sexo tiene una relación causa-efecto con la muerte. También vemos la supervivencia de la chica virginal en este film. Esa chica es la denominada final girl, que no bebe, no fuma, no mantiene relaciones prematrimoniales y es más inteligente que el resto del grupo.

 La estructura de “Viernes 13” debe tanto al film de Carpenter como al de Mario Bava, por su “Reazione a catena”, film bisagra entre el cine giallo y el slasher. En el largometraje, Bava nos exponía diversos asesinatos con carácter episódicos que llevan a cabo unos avaros personajes en su lucha por la propiedad de una hacienda.
 
“Viernes 13” también es deudor, a la vez que el film de Carpenter, de “Psicosis”. Por ejemplo, la madre de Jason es un homenaje al psychokiller Norman Bates, con el que el personaje de Betsy Palmer establece un claro paralelismo.

APORTACIONES

Pese a ser un cúmulo de inspiraciones de otras películas “Viernes 13” también aporta nuevos elementos al subgénero slasher o alimenta los ya existentes. Primero, la ubicación de la acción es un lugar aislado de cualquier supervisión adulta como es el campamento estival. La función de los personajes adultos en la película es la de aparecer brévemente para prevenir a los jóvenes del peligro que se cierne sobre ellos, basándose en la sangrienta historia del campamento. Advertencias que son desoídas considerando a sus emisores personas prejuiciosas (el representante de la ley) o desequilibradas (el profeta loco).

Segundo, el aumento de la violencia gráfica (todo lujo de detalles en los asesinatos) y por tanto de la sangre, a diferencia de la cinta de Carpenter. Aquí cabe recordar los magníficos efectos especiales de Tom Savini quien se convertiría tras el film en unos de los técnicos más solicitados. Un ejemplo de dicha violencia es la decapitación final mostrada en primer plano y a cámara lenta. Cunningham fue el responsable de contratar a Savini después de ver su trabajo en la saga zombie de George A. Romero.

Tercero, la revelación de la identidad del asesino resulta un motivo de gran sorpresa para el espectador. El giro final transforma la figura de un expeditivo asesino dotado de fuerza sobrehumana en una mujer de aparentemente endeble complexión física sin poderes.
 
VEROSIMILITUD

No hay que darle muchas vueltas a la trama de “Viernes 13” ni a todas sus secuelas. Solamente cabe disfrutar del espectáculo slasher que se nos presenta cuyo único objetivo es conseguir sobresaltar al público. Sin embargo, si queremos ser rigurosos podemos encontrar muchos puntos débiles a la verosimilitud de la historia. Mencionaré solo un par.

Primero, pese a haber transcurrido 22 años desde el ahogamiento de Jason (producido en 1957), el aspecto del personaje al final del film sigue siendo el de un niño. Segundo, mientras la anatomía de la asesina no aparecía al completo en pantalla y poseía una fuerza y una presencia prácticamente sobrenatural, la señora Voorhees pierde el equilibrio y toda su fuerza frente a Alice, la final girl.

No obstante, la incongruencia y la laxitud de la verosimilitud son elementos propios del cine slasher. Así pues, “Viernes 13” no hace más que alimentarse de los mismos al igual que harían producciones posteriores.

BODY COUNT

Como en toda película slasher los asesinatos van encanándose uno tras otro de manera no jerarquizada, constituyendo subtramas con su propia construcción dramática como ya ocurría en “La noche de Halloween”. Sin embargo, la cinta de Carpenter contenía solo cuatro asesinatos, mientras que la de Cunningham tiene diez.

En “Viernes 13” y toda su serie las víctimas son simple carnaza sin apenas dramatismo alguno y sus muertes funcionan para alimentar el morbo del espectador. Ciento setenta fiambres en doce películas a lo largo de treinta años es el resultado total de la franquicia. En “Viernes 13” (1980) habían diez muertos (incluyendo la pareja del inicio), en su segunda parte (1981) son nueve, en la tercera parte (1982) sube hasta doce víctimas, en “Viernes 13: Último capítulo” (1984) son trece (se desconoce si a proposito) o en la parte V (1985) sube hasta la friolera de veintiún muertos.

DISTINTAS CARAS DE JASON

Los actores que encarnaron a Jason Voorhees fueron distintos según las necesidades de los productores, muchas veces debido a la corpulencia del asesino. Ari Lehman fue el primer Jason en “Viernes 13” (1980), aunque aparecía solo al final de la cinta haciendo del niño Jason. El adulto Jason aparecería en “Viernes 13, Parte II” (1981) interpretado por Warrington Gillette. Para la tercera parte (1982) se buscó un actor más corpulento y el elegido fue Richard Brooker. Para “Viernes 13: Último capítulo” (1984) se pensó en Ted White y Tom Morga fue Jason en su quinta parte (1985).

LA MÚSICA

Harry Manfredini fue el encargado de componer la música del film, claramente inspirado en la banda sonora que Bernard Herrmann compuso para “Psicosis”. El acompañamiento musical es una especie de susurro: Ki-ki-ki ma-ma-ma (perteneciente a la frase “kill them, mommy” que incita a la señora Voorhees a cometer los crímenes). La frase es un mandato que proviene de la desquiciada mente de la señora por lo que el espectador está dentro del cuerpo (mediante el empleo del punto de vista subjetivo) y de su mente.

Manfredini tomó la decisión de jugar con la música sólo cuando aparecía el asesino, dejando escenas sin música o la cortaba cuando iba a suceder algo con el objetivo de relajar al público y así el susto surtiese un efecto mayor.

El compositor se encargó de casi todas las bandas sonoras de la saga a excepción de las entregas 7 y 8, “Freddy vs Jason” y el remake de 2009.

CURIOSIDADES

-En países sudamericanos el film pasó a llamarse “Martes 13”.

-”Viernes 13” ofrece un contrapunto gore de “La noche de Halloween” dando una mayor importancia al número de víctimas y a la saña en los asesinatos.

-Un jovencísimo Kevin Bacon participó en la primera parte siendo ensartado mediante una lanza en su cama por Pamela Voorhees, la madre de Jason, dispuesta a vengar la memoria de su hijo.

-Sean S. Cunningham, al realizar el casting de actores, dijo que quería el tipo de chicos y chicas que podían aparecer en un anuncio de la marca de refrescos Pepsi.

-La clásica actriz televisiva Betsy Palmer no actuaba desde hace bastantes años y participó en “Viernes 13” en el papel de la señora Voorhees por dinero nada más, un dinero que empleó en comprarse un coche (otros dicen que se arregló el que ya tenía). Lo curioso es que durante un tiempo Palmer renegó en numerosas ocasiones de la película llamándola incluso “un montón de mierda”. Sin embargo, aparece unos breves momentos en la segunda y la tercera parte, e incluso en documentales y reportajes sobre la saga de “Viernes 13”. También se la ha podido ver en “Freddy vs Jason” y en ferias sobre el personaje de Jason y la franquicia.

-La película se rodó en el campamento Nobebosco, en Nueva Jersey. En el campamento hay una pared decorada conmemorando que la película se rodó allí.

-La muerte de la serpiente que aparece en la película es real.

-Fue nominada a la mejor película en el festival Mystfest.
 
CONTINUARÁ...
KI KI KI MA MA MA

LA ESCENA: La decapitación de la señora Voorhees.

LO MEJOR: La interesante amalgama de películas en las que se inspira y los sucesivos asesinatos. Ideal para amantes del cine slasher. El trabajo de Tom Savini supera la calidad de la dirección y del guión.

LO PEOR: Aunque es interesante ver tantos “homenajes” a distintas películas, carece por tanto de originalidad y está muy lejos de sus predecesoras.
 
 

Crítica: Wither

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2013 ha sido el año de uno de los estrenos más controvertidos que recuerde el género fantástico, por supuesto, me estoy refiriendo al del remake de “Posesión Infernal” (Evil Dead, 1981, Sam Raimi), cinta de culto y obra de referencia del mismo. Pese a los millones de gritos puestos en el cielo por tan blasfema realidad, lo cierto es, que dicho remake, dirigido por el Uruguayo Fede Álvarez, calló más de una boca (la mía incluida), con uno de los mejores divertimentos de la temporada pese a tener poco o nada que ver con la cinta original de maese Raimi. Pues bien, ¿quien me iba a decir a mi, incrédulo por naturaleza, que en las profundidades de los fríos bosques nórdicos, unos señores suecos estaban gestando su propia versión? Si hijos si, su título: “Wither”.

También conocida como “Cabin of the Dead” o “Vittra” en su idioma nativo, la cinta dirigida por el dúo Sonny Laguna (quien previamente había gestado el survival rural “Blood Runs Cold”) y un debutante, Tommy Wiklund, abandona el anonimato meses después del estreno de la cinta de Álvarez y abriéndose camino de forma clandestina a través del útero materno de aquella, asoma la cabecita anhelando la vida que una vez se les negó a aquellos que suspiraban por ver morir el amanecer. Ensangrentada y recubierta del dolor gelatinoso de su agonizante madre enferma de popularidad, “Wither” levanta la mirada hacia arriba al tiempo que sus párpados se despegan lentamente para clamar al rojo cielo de un maldito atardecer, que el hijo pródigo que éste, jamás imaginó pudiera existir, muda la piel del folclore para agarrar con fuerza la larga caballera de la zorra de lo mundano, para reclamar su lugar entre los suyos.

Este remake furtivo u oportuna reimaginación del clásico de Raimi, llega con mucho menos, mucho más lejos de lo que lo hiciera el remake hollywoodiense y lo hace desde el asombro de ese espectador que no tiene ni puñetera idea de lo que está a punto de presenciar y se sienta en la mesa de una familia cualquiera de la gélida Suecia, para descubrir en compañía de una diabólica sonrisa cómplice dibujada en su propio rostro, que cabañas endemoniadas, haberlas, hailas en todas partes, por mucho que algunas disfruten de mejor marketing que otras. Y el asombro no es un suspiro, es una inhalación profunda, hasta las mismísimas entrañas de la curiosidad satisfecha cuando comprobamos sobre el terreno que lo que estamos viendo es real, que el de Álvarez no es el único remake de “Posesión Infernal” que se ha engendrado este año.

Pese a ligeras licencias folclóricas de la cultura nórdica, en esencia, la historia de “Wither”, no solo bebe de la de “Posesión Infernal”, sino que la lame, la viola y la devora. Un calco a excepción de una ausencia, importante, pero que lejos de producir el tan temido efecto mariposa, no pasa de anécdota, la del libro de los muertos. A excepción de esto, no ha cambiado nada dentro de la putrefacta cabaña desde aquel glorioso 1981. Un grupo de jóvenes, la susodicha e incluso, una trampilla que lleva a un sótano, en él, lo que todos conocemos menos aquellos incautos que se atreven a adentrarse en sus dominios. Con dicha incursión, la metástasis demoníaca ya no tiene marcha atrás y la sangre que se desprende del origen de la vida, la vagina de la primera chica infectada por la visión de un mal ancestral, da de forma paradójica, el pistoletazo de salida a la inescrutable muerte.

Decía que “Wither”, ahonda mucho más profundo que el remake mainstream, al menos, lo hace en una dirección mucho más cercana a la que tomó Raimi en su día para llegar donde llegó, si bien es cierto, que la cinta Sueca, también prescinde de un elemento característico del clásico al igual que hiciera la película de 2013, el humor negro. Esto va en serio y hay que tomárselo de la misma forma, pese que a en ocasiones, la naturaleza humilde del producto, nos haga nadar contra corriente. Pero la perseverancia es una virtud que rara vez no da sus frutos y aquí vuelve a demostrarse para disipar del horizonte los espejismos de lo que pudo ser y no fue. Lo digo por que los primeros coletazos de la bestia, parecen ser poco certeros, las primeras secuencias de acción son confusas y están resueltas con torpeza, lo que hace que el castillo de naipes construido hasta ese momento a base de una grandiosa atmósfera deudora del cine de antaño, se tambalee por momentos.

Por suerte, cuando la cinta va calentando motores, este prematuro defecto se va corrigiendo a cada secuencia de acción hasta que estas consiguen integrarse de manera natural y orgánica con el delicioso relato que se nos está releyendo. Lo curioso es que no es este precisamente el plato fuerte a degustar, pues donde realmente brilla (dando por supuesta la nula originalidad de la historia), “Wither”, es en el talento de los señores que están detrás de las cámaras, por que lo que tenemos entre manos, es un auténtico ejercicio de estilo y uno de los trabajos más brillantes a nivel técnico y artístico que haya visto servidor desde que el señor Raimi decidiera que con una cámara de video se podía hacer lo que uno quisiera.

Cada plano, cada secuencia de “Wither” es un cuadro a enmarcar que colgar en el lugar más visible de nuestro salón, una perversa sucesión de encuadres imposibles que derrochan tanta imaginación que nos hacen olvidar que lo que estamos viendo, ya lo hemos visto antes. Asimilar tal cantidad de genialidades continuadas, no es empresa fácil, pero bueno, dicen que a lo bueno uno se acostumbra rápido... y en este contexto hablamos también de otro apartado en el que la cinta sueca se desmarca para jugar en otra liga, el de los efectos especiales, muy, y digo MUY, superiores a los del millonario remake, al menos, en lo que a caracterizaciones demoníacas se refiere, el punto más flojo de aquella. De gore, ambas se mueven en parámetros similares.

Cierto es, si nos sacamos por un momento el ensangrentado falo de la boca e intentamos olvidarnos por un instante también de su embriagador sabor, que hay elementos, que evitan que “Wither” se postre inmaculado ante las doradas puertas del Valhalla, como por ejemplo, las interpretaciones del reparto. Flojas en su mayoría, condicionadas sin duda por el frío carácter nórdico, de eso no tengo duda, lo cual hace que en ocasiones, las situaciones carezcan de la fuerza que debieran o que otras, se muestren poco verosímiles. De todas formas, romperé dos lanzas a favor de éstas, la primera que como el buen vino, las interpretaciones van mejorando con el tiempo y al final, incluso el prota consigue calzarse los calzones del mítico trabajador de supermercado sin cagarlos demasiado y la segunda, que en un producto como este, en una serie B tan de cajón como la que nos ocupa, el impacto de unas interpretaciones mediocres, no puede ni debe ser el mismo del que tendría en otro tipo de producto. Para entender eso, solo hay que echarle un revisionado rápido a la película de Raimi.

La excesiva lentitud en algunos pasajes de su primer acto, también podrían llevarse a juicio, aunque es algo que todo el mundo debería tener claro de antemano antes de ponerse a visionar cualquier cinta llegada desde las frías tierras del norte. Detalles, anécdotas, que no pueden empañar la que a mi juicio es, no solo una de las propuestas más estimulantes de éste año, sino también, el mejor acercamiento que se haya hecho nunca no solo a la película original de Sam Raimi, sino a su espíritu, a todo lo que ésta representa, a una forma de entender el cine y la serie B. Desde ya, para servidor, una pequeña obra de culto.

La secuencia: Lo que la trampilla esconde en las postrerías del filme, no puede catalogarse de otra cosa que de TERRORÍFICO.

Lo mejor: Visualmente desgarradora y la indescriptible fuerza de las imágenes gracias a una dirección sencillamente, magistral. La atmósfera y la sobrecogedora banda sonora. Por no hablar de la agradable sensación de incredulidad que produce el hecho de que algo tan poco original como esto, pueda llegar a tener una personalidad tan marcada.

Lo peor: Algunas secuencias de acción resueltas de forma tosca y el nivel general de las interpretaciones.
 
 

Crítica: I Spit On Your Grave 2

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Continuar explorando y explotando una fórmula de éxito: ACIEERTO. Repetir exactamente la misma fórmula con componentes de inferior calidad y sin intentar disimular esas carencias: ERROOOOOOR. Si tuviera que idear un spot publicitario de "I Spit on your grave 2", sin duda sería este, que además ya está creado y así no tengo que dejar volar mi imaginación...

"I spit on your grave 2", pese a que todos teníamos clarísimo que era una secuela totalmente innecesaria y oportunista, innegablemente provocó un deseo de verla desde el momento que supimos, que Steven R. Monroe estaría al frente del proyecto, pues si este director, en el remake que dirigió en 2010 hizo un trabajo notable (sobre todo en segunda parte), en esta secuela, supuestamente, utilizaría las mismas armas (cierto que en el rape & revenge no hay otras), pero contando la misma historia, o bien desde otra perspectiva, o con más rabia, si cabe, ya que el factor sorpresa era nulo.

Teniendo en cuenta que "I Spit on you grave" tenía una parte de venganza absolutamente brutal (aunque con unas licencias tremendas), el mero hecho de suponer una mayor violencia, era lo que dotaba a "I Spit on your grave 2" de un interés muy atractivo, pese a que saliera directamente en dvd (algo que suele ser una mala señal...) Errooooor!!!

De entrada, al minuto de empezar el visionado, ya empiezas a tener claro que el mundo del telefilme manda, y que la salida directa a DVD no fue provocada por la falta de acuerdo entre el director y las grandes distribuidoras, sino que obviamente nos encontramos ante un producto con un interés meramente económico, y poco artístico, cuyos beneficios, supongo que irán para el verdadero proyecto que el sr. Monroe quiere llevar a cabo (el cual, servidora desconoce). Ante esta situación, no queda más remedio, después de rendirse, que bajar un poco el listón de la exigencia para pedir que "I Spit on your grave 2" simplemente entretenga o no de vergüenza ajena.

Esta vez la trama nos aleja de los bosques y nos acerca a la cuidad, a lo que conocemos, a aquello que debería darnos la tranquilidad y la seguridad del hogar, y que se convierte en el infierno más absoluto, lleno de gente, pero vacío de personas. Estamos en Nueva York y sus sueños americanos de fama y fortuna, y allí nos encontramos con Katie, una preciosa chica de granja, resuelta y pizpireta que aspira a convertirse en modelo, y que toma el camino equivocado, pues en una sesión de fotos gratuita (aquí se cumple aquello de que lo barato sale caro, y mira que yo soy defensora de lo barato!!!), conoce a tres hermanos búlgaros (Giorgi, Ivan y Nicolay), que se convertirán en su muerte y renacer.

La parte de la violación no se produce inmediatamente, sino que es un hecho meditado por Giorgi, quien prendado de la belleza de Katie, decide acosarla en su propio apartamento. A partir de aquí, Giorgi (que es como el retrasado de la familia), arrepentido de su acto, pide ayuda a sus hermanos (durísimos los dos), y comienza el desmadre, pues Katie no es objeto de deseo de ninguno de ellos, sino más bien, una oportunidad de ganar dinero y jugar al animal que llevan dentro.

Es a partir de este momento donde todo empieza a chirriar en "I Spit on your grave 2", pues nada tiene sentido. Lo primero, porque la parte de las violaciones se hace extraña (al menos desde la segunda de ellas), ya que no es un apartado que muestre el poder masculino frente a la indefensión femenina como un acto animal y de una pulsión sexual incontrolable, sino que es algo que atiende a la esclavitud sexual y al proxenetismo  y tortura más cruel, y por tanto, algo que deja de ser la brutalidad del estar en el sitio menos adecuado en el momento menos oportuno (factor sorpresa), para ser una cosa diferente, y una sensación diferente, pues absolutamente todo se espera, y lo espera tanto el espectador como la víctima, así que al menos nosotros, los espectadores, ya nos vamos preparando para lo que viene, con lo que un acto tan cruel, deleznable y repulsivo, que debería conseguir provocar una rabia sin fin en el espectador, se convierte en un cúmulo de escenas feas, muy feas, muy duras y muy incómodas (porque es imposible que una violación no sea de otra manera), pero predecibles y repetitivas. Mi sensación con algo tan "calculado" desde la entrada de Katie en el zulo, es que se salta alguna de las reglas del rape & revenge, como la invasión por sorpresa del cuerpo (hablo desde la víctima).

Luego, después de la tormenta, llega la calma, como siempre en este tipo de propuestas, cuando ya es imposible que el cuerpo aguante más y se da a la chica por muerta, aunque no lo esté y se recupere tanto de las heridas como de la debilidad a una velocidad record, y en esa calma, todo roza la ciencia ficción. Como digo, con esta calma y en estado de shock total, tenemos a Katie vagando por las cloacas de Bulgaria, porque no os lo había dicho, pero se la llevan a Bulgaria (eso lo comentamos luego, si os parece), y encontrando a su propio animal interior (que ríete tú de Riddick...) para que le ayude a no dejar impunes todos los actos cometidos hacia su persona, e intuimos que hacia otra muchas chicas. Comienza el revenge, y lo hace, otra vez, desde la inverosimilitud más absoluta, pues como ocurriera en el remake, esta chica, Katie, que no debe pesar mas de cuarenta y cinco kilos es capaz de cargar con el peso de hombretones acostumbrados a luchar, alcanzar a sitios imposibles por su estatura, conseguir armas, cables, baterías y salas de tortura de la nada y salir ella misma ilesa de unas situaciones complicadísimas para una mujer tan frágil. Erroooor!!!

La venganza de Katie a cada uno de los responsables de su animalización, intenta ser algo original, y se convierte en un "cuanto más grande mejor", pues estas escenas son explícitas, desde luego "I spit on your grave 2" va cargada de sangre, pero no resultan tan impresionantes como en el remake (perdonad que lo compare tanto, pero ¿qué otra cosa puedo hacer?), y llega un momento donde lo que realmente quieres es que esta chica se cargue a la humanidad entera para ver si termina ya la película.

Otra de las cosas que realmente da dolor de cabeza es el abuso de los tópicos sonrojantes, como que la pequeña Katie se vea totalmente desprotegida en una Bulgaria que es sinónimo de dejadez, gentuza y falta de profesionalidad policial (hay que ver qué mal vista está Europa del Este para los americanos, no me quiero ni imaginar qué hubiera pasado si los malos hubieran sido españoles...el torero habría salido en alguna secuencia, seguro!!!), y si Bulgaria es el averno, los búlgaros son los demonios, a excepción un sacerdote que le da ropa y algo de comer, porque de todos es sabido que la iglesia es el estamento bueno y desinteresado por antonomasia...y la iglesia en topicolandia está en comunión con la policía, que no es que en la película sean unos ineptos, sino que son algo confiados y no hacen comprobaciones, porque se fían de la buena fe de la gente...Y hay muchos más, pero los descubriréis aquellos que veáis la película. Erroooor!!!
 
Lo positivo lo saco de la interpretación de Jemma Dallender, que me resultó bastante creíble en todos los momentos, y que deja ver detrás de Katie un trabajo de esfuerzo interpretativo que agradezco. El gore también es correcto y la sensación de suciedad está siempre presente desde que se trasladan a Bulgaria, lo que ayuda mucho a pasar el trago del film. También lo hace, el odio irracional que llegas a coger a uno de los personajes (por supuesto hablo de Valko). Acieeeerto!!!! Aun así, todo esto no es suficiente ni mucho menos, la sensación de error la tenemos de principio a fin.

Una secuela sólo para curiosos y para los amantes del rape & revange que no tengan ganas de ser muy exigentes.
 
 

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