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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Bad Milo!

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Que el estrés no es bueno, lo tenemos todos claro. Que tiene un impacto directo y agresivo sobre nuestra salud, igual ya no lo tenemos tanto. Paralelamente a esto, todos tenemos nuestro pedacito oscuro dentro (y no hablo en términos escatológicos), algunos lo tienen más grande y otros más pequeño, pero la oscuridad está ahí, latente, esperando el momento propicio para salir a la superficie y adueñarse de nosotros. Más en paralelo aun, otra verdad universal: el culo. Nuestro eterno compañero de viaje (incluso de juegos, para los amantes de la experimentación). Estrés, lado oscuro y culo. Tres elementos que dan forma a la película que nos ocupa: “Bad Milo!”, un viaje retrospectivo al cine cutre de los ochenta que pese a lo que pueda parecer, no, no está dirigido por Frank Henenlotter.

Y es que al leer la sinopsis de “Bad Milo!”, es imposible que a uno no le martillee en la cabeza la imagen del veterano cineasta y en concreto, de una de sus creaciones más populares o populistas, la para algunos (no es mi caso) cinta de culto de 1982, “¿Donde Te Escondes Hermano?” (“Basquet Case, 1982, Frank Henenlotter). Yo mismo tenía bastante claro que el visionado de la nueva película de Jacob Vaughan, venía con un billete de RENFE para viajar al universo de lo bizarro, mi única duda era si iba a llegar a tiempo a la cita, pues uno nunca sabe cuando se va a tirar alguien a la vía y con el tren aun varado en la estación, mientras servidor miraba a través de la ventanilla, no podía quitarme de la cabeza una pregunta que me llevaba rondando desde que supe de la existencia del filme: ¿Cómo podría caber algo tan grande por un orificio tan pequeño?

Dilatación. Ese es el cuarto elemento clave de la ecuación y único bálsamo con el cual vendarle los ojos a mi infinita curiosidad en el momento justo que arranca el tren dirección a un ojete, si amigos, habéis leído bien, un ojetazo oscuro (y espero que dilatable o vamos a tener problemas, en especial, el propietario del mismo) en el cual, comienza nuestro particular descenso al interior de “Bad Milo!”. La imagen, poesía pura, ese señor tumbado en el sofá con las piernas apuntando hacia el cielo mientras el descomunal gusano de metal se introduce en su interior, yo, sentado en ventanilla, absorto al tiempo que sorprendido por la infinita sabiduría del cuerpo humano aunque por que no decirlo, algo decepcionado por las pocas alegrías del paisaje.

“Bad Milo!” gira en torno a la figura de un tipo atacado por el estrés, su rutina laboral, la presión de su esposa por convertirlo en padre, las siempre estimulantes relaciones familiares... una serie de circunstancias que han llevado al pobre de Ken, a sufrir terribles dolores estomacales. En una inspección médica, se le diagnostica un pólipo de considerable tamaño en el colon y esa misma noche, el paciente comprueba en sus propias carnes cuan cuestionables son los veredictos médicos en los tiempos que corren, cuando un pequeño monstruo emerge de su culo sediento de sangre (el monstruo, no el culo).
 
Hasta aquí todo bien, el tren viaja hacia donde debe viajar y por donde debe viajar. Yo, ahora si, pegado cual lapa a la empañada ventanilla del habitáculo, expectante, porque lo bueno no puede tardar mucho más en aparecer, así lo indica el fuerte hedor que se cuela en el interior del vehículo. He aquí donde comienzan los problemas y con ellos, el tren se atasca de golpe sin previo aviso en una tripa que parece ser más estrecha de lo previsto (cosas de RENFE, aunque esta vez no me voy a quejar, que viajo gratis). Yo me he metido aquí con un objetivo, el de cumplir unas expectativas y llegados a este punto sin retorno de la travesía, descubro que me han dado dildo por polla y joder, por mucho que algunos/as digan, no es lo mismo, vamos, digo yo, supongo, imagino y pongo especial énfasis en estas tres últimas cosas.

¿Dónde reside la engañifa pues? ¿Por qué me encuentro muerto de aburrimiento en el interior de un tren atrancado en algún punto indeterminado de un intestino? Porque “Bad Milo!” solo mete la puntita y yo me he metido demasiado dentro, con lo que mucho me temo que no vamos a coincidir. No lo haremos por que el bizarrismo de la cinta de Vaughan se queda en su planteamiento, no va más allá. Del espectáculo grotesco de sangre y vísceras que yo esperaba, no hay ni rastro, tan solo un par de situaciones simpáticas que hacen gracia las dos primeras veces, mismamente, pero que a la larga, se tornan aburridas por reiterativas. Bicho sale de culo, bicho mata (pero no se ve) y bicho vuelve a culo. Algo de melodrama barato (curiosamente el filme tira más por estos derroteros en muchos momentos que por el propio humor gamberro que muchos vaticinábamos).

Sin nada de gore y ya con la certeza de que no estamos ante un producto hilarante sino simplemente simpático, la única gracia del filme reside en dejarse llevar por nuestro lado más dulce y hacerle ojitos al pequeño Milo, un E.T tamaño pocket que otra cosa no, pero entrañable, lo es un rato. Mala baba también parece que tiene, pero eso ya corre a cuenta de nuestra propia imaginación, pues como he comentado, la película peca de una absoluta timidez a la hora de mostrar casquería, algo imperdonable en un producto como éste que si de algo debiera presumir es precisamente de la que contrariamente termina siendo su peor carencia.

A nivel visual, el lienzo queda a medio pintar, porque si bien el muñequito está muy bien realizado y sobretodo, dotado de alma y expresividad (algo que suele conseguirse cuando se hacen las cosas bien, o lo que es lo mismo, sin tirar de efectos digitales), la total ausencia de gore, le resta muchos enteros en este aspecto y todo se reduce a algún que otro chorrete de sangre aquí y allá. Interesante habría sido también que se hubiera tenido el desparpajo o detalle con para el espectador, de mostrar de manera explicita alguna de las salidas anales del pequeño Milo (despejando así la gran pregunta que me planteaba unos párrafos atrás), pero por contra, tenemos que conformarnos con la cara de estreñido del protagonista y dar un salto de fe por nuestra parte para dar credibilidad a la idea de que a ese señor, le cabe un monstruo del tamaño de una sandia por el culo.

“Bad Milo!”, una tragicomedia con tintes de terror que se queda lejos, muy lejos, de la irreverente locura que muchos esperábamos de ella y mientras, servidor, atrapado en el peor lugar del mundo a la espera, de que aquí don experimentación se levante de la siesta y se decida a ir al baño.

La secuencia: La primera visita del pequeño Milo, todo un homenaje a aquellos que alguna vez, hayan sufrido de estreñimiento.

Lo mejor: Milo y la presencia de Peter Stormare, aunque más comedido que de costumbre, siempre un placer para los paladares cinéfilos.
 
Lo peor: No explota el potencial de su planteamiento en ningún momento, ni con sangre ni con humor.

 


"Sitges 2013", con los últimos éxitos del fantástico

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Otro año más la programación del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges nos trae una oleada de buen cine fantástico y de terror. La Sección Oficial Fantástica se completa, además de con los títulos ya anunciados, con algunas de las producciones más esperadas del año.

“The Green Inferno” (2013), lo último del director Eli Roth (un habitual de Sitges), homenajeará a los clásicos de terror caníbal. Tratará sobre un grupo de estudiantes que tras sufrir un accidente aéreo en mitad de Perú son atrapados por un grupo de caníbales. Un homenaje personal y ultragore del director a películas como “Holocausto Caníbal”, de Ruggero Deodato, o “Caníbal feroz”, de Umberto Lenzi, que permanecen en la memoria de los fans más radicales del género. Sin duda, un plato fuerte que ya ha impactado al público del reciente Festival de Toronto.

“All Cheerleaders Die” (2013), de los directores y guionistas Lucky McKee (“May, ¿Quieres ser mi amigo?”,“The Woman”, vistas ambas en Sitges) y Chris Sivertson, subvertirá las comedias juveniles de espíritu gore. Mäddy Killian es una joven rebelde de 17 años del instituto Blackfoot con la misión de hacer caer al capitán del equipo de futbol. Se alistará a un grupo de cheerleaders para conseguir su propósito, pero una serie de trágicos acontecimientos harán que las chicas se vean empujadas a una batalla sobrenatural que culminará en una noche llena de mutilaciones que nunca olvidarán.

De Canadá nos llega “Afflicted” (2013), de Derek Lee y Clif Prowse, en la que dos amigos verán como el viaje de sus vidas será truncado cuando uno de ellos comienza a sufrir una misteriosa enfermedad. Ahora, en un país desconocido, deberán tratar de descubrir el origen de la dolencia antes de que le consuma por completo. Nueva aproximación al cine de vampiros.

También degustaremos la última gamberrada de Robert Rodríguez, “Machete Kills” (2013), en donde veremos al reparto más vistoso que nunca ha tenido su director: Danny Trejo, Mel Gibson, Jessica Alba, Michelle Rodríguez, Sofia Vergara, Charlie Sheen, Antonio Banderas y Lady Gaga, entre otros. Tras ser contratado por el presidente de Estados Unidos (Charlie Sheen), Machete (Danny Trejo) se embarca en una peligrosa misión: acabar con el líder de un cartel y un traficante de armas multimillonario y excéntrico llamado Luther Voz (Mel Gibson), quien ha ideado un plan para llevar el caos y la destrucción a todo el planeta con una potente arma espacial.

Por último, la no menos interesante “The Zero Theorem” (2013), cinta de ciencia ficción dirigida por Terry Gilliam (“Brazil”, “12 Monos”) venida del Festival de Venecia. Oohen Leth es un excéntrico genio de los ordenadores que vive en un mundo corporativo controlado por una oscura figura llamada "Dirección". Recluido en el interior de una capilla en ruinas, Oohen trabaja en la solución a un extraño teorema, un proyecto que podría descubrir la verdad sobre su alma y el significado de la existencia (o la falta del mismo) de una vez por todas.

Por otra parte, Sitges 2013 presentará también el último trabajo de los creadores de “Amer”, Bruno Forzani y Hélène Cattet, que lleva por título “L'étrange couleur des larmes de ton corps” y que vuelve a ser un homenaje a la estética y el sonido del giallo italiano, en una sinfonía visual digna de ser disfrutada. La película trata sobre una investigación policial en la que los hilos se entrelazan y se desatan alrededor de un imponente edificio modernista, que es el verdadero centro de la película y de la intriga. El Festival de Locarno la acogió en su Sección Oficial.
 
Los seguidores de James Wan (“Saw”, “Expediente Warren: The Conjuring”) están de enhorabuena porque nuestro amigo Ángel Sala y sus drugos amantes del fantástico nos traen el último gran éxito de las taquillas norteamericanas: “Insidious: Capítulo 2” (2013). En esta secuela de "Insidious", la familia Lambert trata de descubrir el secreto de aquella infancia misteriosa que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual.

También, como regalos especiales a los muchos fans del cine de animación, y más allá de la sección consagrada a este género, Sitges 2013 tendrá pases especiales de dos películas tan esperadas como “Dragon Ball Z: Battle of the Gods” (2013), la nueva versión cinematográfica del mítico universo de Akira Toriyama, o lo último de Hayao Miyazaki, “The Wind Rises” (2013), aclamada en el último Festival de Venecia. Film biográfico que se basará en la vida de Jiro Horikoshi, el hombre que diseñó el avión de combate Zero, que fue usado en el ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial. Horikoshi fue un ingeniero aeronáutico que llegó a desarrollar varios aviones militares.

La edición 2013 se cerrará el 19 de octubre con la proyección de la última película de Ti West, “The Sacrament” (2013), otro de los grandes éxitos de los festivales de Venecia y Toronto. West, todo un descubrimiento de Sitges, donde ha presentado sus anteriores trabajos como “La casa del diablo” o “The Innkeepers”, se consagra como uno de los grandes directores del género actual con esta historia en torno a la investigación de dos periodistas en torno a una siniestra secta mesiánica.

Todas estas películas se suman a los títulos anunciados en los últimos meses en esta nueva edición del Festival, caracterizada por las nuevas manifestaciones del mal, como el caso de “Only God Forgives”, la nueva película de Nicolas Winding Refn; el último trabajo de Jim Jarmusch, “Only Lovers Left Alive”, un singular relato de amor eterno entre dos vampiros; la surrealista y extraña comedia de Roman Coppola “A Glimpse Inside the Mind of Charles Swann III”; “The Congress”, la espectacular adaptación de Stanislaw Lem dirigida por Ari Folman; “Real”, el retorno del director Kiyoshi Kurosawa al cine fantástico; o “La danza de la realidad”, el nuevo trabajo del polifacético Alejandro Jodorowski.

 

Crítica: Carnívoros

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Sábado por la noche, sobre las 22:00 horas, cerca del centro de Alicante, a pesar de no ser la hora habitual se acerca un servidor a uno de los After Hour más famosos de la ciudad para asistir no a una noche desenfrenada de rock y alcohol, sino a la presentación en sociedad de la última producción (gamberrada) de Manolito Motosierra, Carnívoros, que será estrenada de forma oficial en el inminente Festival de Sitges de este 2013.
 
El ambiente que se respiraba en el local era absolutamente festivo y las doscientas personas que allí se encontraban, o bien habían tomado parte en la producción que se nos iba a presentar o eran amigos y familiares de los involucrados o eran amantes de la caspa, el gore y el bizarrismo (entiéndase aquí la acepción no reconocida por la R.A.E., de extravagante o raro) más extremo.

Una vez realizadas las presentaciones de rigor y ante el entusiasmo de la gente por ver lo nuevo del alicantino Motosierra (un tipo ya curtido en muchas batallas dentro del “alucinante” mundo de la cutrez, el gore, las producciones z, los fanzines más extremos y gamberros y los eventos más disparatados y enfermizos que os podáis imaginar), mientras el aquí escribiente le daba un trago a una cerveza helada, se apagaban las luces y comenzaba el espectáculo junto a una gran ovación. ¡Y menudo disparate de espectáculo!

Carnívoros, cuenta (o lo intenta) la historia de un grupo pésimo de heavy, llamado Las Pollas del Metal, los cuales son forzados por su despótico productor a realizar una gira que se inicia en tierras gallegas (a pesar de estar rodado íntegramente el film en tierras alicantinas). Esta banda de descerebrados, pajilleros y cochambrosos músicos, guiados por un inepto manager, acaba en un recóndito pueblo, donde viven los Gutiérrez (una familia hilarante de caníbales tarados y degenerados que nos mostraron en el primer largo del señor Motosierra, Jodidos Kabrones, de lo que eran capaces de hacer a todos los insensatos que caían en sus garras), que dará alojamiento a esta banda de metal que no intuye la que se les viene encima.

Está claro que el señor Motosierra y sus compinches se lo pasaron genial rodando este despropósito sangriento y enfermizo y lo consiguen transmitir en los escasos 60 minutos que dura la cinta. Además, no engañan a nadie y ofrecen aquello que prometen (y pretenden), es decir, caspa, mugre, sangre, casquería, escatología en grado sumo, mal gusto, sexo y cantidades ingentes de humor negro y depravado. Como el propio creador de la criatura dijo en una entrevista: “La película rinde homenaje a las películas de cine sangriento y escatológico de los 70 y 80’s, con un toque a la española, y con los máximos litros de sangre posibles. […] Carnívoros, es una comedia gore bastante salvaje, sin censuras, y que pretende dejar impactado al espectador en la butaca, desde el primer minuto”. Puedo dar fe que las palabras del amigo Manolito no son baladí y que él y sus acólitos se han esforzado por realizar un show underground repleto de todos los disparates imaginables, que no defraudará a los amantes de este tipo de subproductos o como el propio Motosierra llama: “anti-cine”.

De igual forma que podemos disfrutar (o padecer) del entusiasmo y las animaladas que esta “pandilla basura” ha mostrado en la realización de este envilecido gran guiñol patrio, también notamos la escasez de medios (impuesto por un presupuesto paupérrimo) en un nefasto audio, unos f/x caseros y el amateurismo de algunos de los involucrados (cosa por otra parte bastante habitual, por no decir idiosincrática, de este tipo de sub-producciones). Las interpretaciones de algunos de los “actores” consiguen dar vergüenza ajena en la mayoría del metraje.

Así que todos aquellos que acudan a la sección Brigadoon de este Sitges de 2013 o la vean en DVD o a través de otra vía, y estén preparados (concienciados más bien) para contemplar y disfrutar de una ceremonia burra, guarra, bastarda y totalmente cañí lo pasaran como la audiencia de este pasado sábado, pipa, que aplaudió y jaleó a sus responsables durante un buen rato (además de tomarse unas copas con ellos), al ser capaces de mutar una basura cochambrosa, paródica y disparatada a genialidad Z. Aquellos para los que el cine es sólo el clasicismo de John Ford o Howard Hawks, la profundidad de Ingmar Bergman o Theodor Dreyer, o el espectáculo de las grandes superproducciones hollywoodienses, que huyan cómo si alguno de los vesánicos Gutiérrez le persiguiera por un bosque gallego (o más bien matorral levantino) con un martillo ensangrentado en su mano y la boca babeante ante la posibilidad de reventarle la cabeza a golpes.

Nota Final: La puntuación en este tipo de propuestas es lo de menos (para muchos será una mierda que no merece más que un 1 y para otros una ocurrencia maligna maravillosa merecedora de un 10). Pienso que aquí de lo que se trata es de ver barrabasadas cazurras y divertirse de los delirios y disparates de esta panda de amiguetes que adoran el ultra-gore y el humor más macabro e insano que uno pueda imaginar. Y eso, al menos, lo consigue con creces.
 
 

Crítica: Battle Of The Damned

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Nos encontramos en el futuro. Lejos queda la civilización como la conocíamos. Un fallo de seguridad de una empresa de biotecnología, en el sudeste asiático, provoca un estallido vírico que ha dejado centenares de muertos y mutados rabiosos antropófagos acechando a los que quedan vivos. Por lo tanto, la ciudad está en cuarentena para evitar la propagación de la infección, completamente cerrada por los militares.

Un magnate científico importante, que casualmente fue uno de los responsables de la infección, contrata al ex-soldado Mayor Max Gatling (Dolph Lundgren) y a su equipo de mercenarios para introducirse en la ciudad sin que nadie lo sepa y rescatar a su desaparecida hija Jude (Melanie Zanetti). Gatling dispone de poco tiempo porque los militares piensan erradicar la pandemia incendiando la ciudad.

Los mercenarios entran sin miramientos, pero no parecen muy profesionales ya que en pocos minutos acaban sin munición. Así pues, a uno se lo meriendan los infectados como a un Big Mac; a otro le muerden y se infecta, convirtiéndose para Max en hombre muerto, pero como éste no tiene munición coge sin tapujos el cuchillo y se lanza a por él; y el último hombre que le queda le deja tirado como a un perro abandonado en medio de un puñado de chinos vagabundos hambrientos cuando aparece el helicóptero de rescate, que no se bien por qué aterriza en la zona tan pronto. La cuestión es que Max se encuentra solo y sin munición en su misión de encontrar y sacar de la ciudad a Jude.

Los infectados salen de todas partes y Lundgren, a quien por cierto le cuesta caminar (se le ve bastante cansado y solo es el principio de la película), se las arregla para exterminarlos con su cuchillo y su dominio de las artes marciales.

Después de los créditos iniciales, Max, montado en motocicleta, encuentra a la joven y ésta le lleva a la mansión (un palacio de la ostia) situada en un lugar remoto de la ciudad donde convive con un pequeño grupo de supervivientes liderados por el megalómano Duke (David Field). Al llegar, ella descubre que está embarazada de otro de los supervivientes de su grupo, Chuck (Matt Doran), y se niega a acompañar a Max. Sus amigos también tienen sus propios intereses muy diferentes, por lo que el mercenario se enfrenta a múltiples obstáculos.

Más adelante, Max se topará con un grupo de prototipos de robots armados asesinos made in Tokio, incluido un perro robot, que parecen estar en mal funcionamiento pero que odian a muerte a los infectados y se lían a palos con ellos. Dichos robots pueden ser o bien un peligro mortal o bien un inesperado aliado en la batalla que libran los habitantes contra los infectados.

“Battle of the Damned” (2013) es la película de la maratón “La noche más zombi” de la Zombie Walk 2013. Las he visto mejores en otras ediciones, pero hay que admitir que si Ángel Sala y sus drugos amantes del fantástico han elegido la cinta de Christopher Hatton, que dirige y escribe el guión, será porque no han encontrado algo mejor.
 
Esta coproducción de Estados Unidos y Singapur (!!!) tiene zombies, tiene robots y tiene a Dolph Lundgren (a quien posiblemente veremos en “Los Mercenarios 3” el año que viene). ¿Qué más se puede pedir? He de admitir que Lundgren está lejos de ser mi actor favorito en lo que respecta al cine de acción, pero el musculoso sueco está realmente bien en el papel de Max, todo chulo con su palillo entre los dientes. Se nota que está en su salsa. Al Cesar lo que es del Cesar.

También debo reconocer que lo admiro. Admiro a tipos que pese a no estar en la cumbre de su carrera siguen trabajando sin descanso en películas. Lejos queda ya “Rocky IV” donde interpretaba a Drago, el típico ruso comunista antiamericano, “Soldado Universal y “Masters of the Universe”, pero pese a su edad él aún tiene mucho que ofrecer. Como en “Battle of the Damned”, una de esas películas que bien podrían editarse directamente a DVD o Blu-Ray en nuestro país y que, sin embargo, es ideal para un muy aburrido domingo de invierno. Creo que los héroes de acción de la vieja escuela también necesitan segundas oportunidades.

Dolph Lundgren a nivel de interpretación es Dolph Lundgren y solo se le puede achacar que sus movimientos en la lucha sean menos impresionantes que en tiempos pasados. La edad no perdona y se nota en las escenas de acción. En medio de esa acción también hay algo de drama protagonizada por Jude y su novio, aunque es lo menos relevante de la historia. Y chistes, chistes sin gracia.

En cuanto a los zombies, perdón, los infectados, son rápidos como en “28 días después” y su secuela, y son artesanales. No están hechos por ordenador como en “Guerra Mundial Z” sino que son fruto del maquillaje más económico que se podía utilizar.

En cuanto a los robots, parecen reciclados de la anterior película de su director, titulada “Robotropolis” (2011), en la que un grupo de reporteros, que se encuentran cubriendo una noticia sobre una fábrica robotizada, deben sobrevivir a unos robots descontrolados. En algunos planos los robots están hechos por ordenador y son mucho mejor que los infectados. En otros planos, los cortos, son utilizados muñecos tamaño persona.
 
La acción es lo que predomina en la película porque lo que se dice terror, no es muy terrorífica. Se hecha de menos esa tensión típica de los zombie films. Lundgren nos transmite tanta seguridad que no los vemos realmente en peligro. Tampoco se crean situaciones de máxima tensión. Hatton no es el director indicado para este tipo de subgénero. Tampoco para rodar acción porque la verdad es que no vemos escenas muy espectaculares que digamos.

La acción mezclada con la ciencia ficción y el terror es una buena combinación para dejar la mente en off y pasar un buen rato con los colegas, mientras comes unas palomitas y bebes una Pepsi (o Coca-Cola). Durante el Festival, en el cine El Retiro y en el cine Prado no venden chucherías, ni palomitas ni refrescos. Bueno, directamente no venden, pero si puedes comprar lo que encuentres en las máquinas expendedoras situadas justo antes de entrar a la sala. Otra solución es guardar en una mochila o en el bolso comida y refrigerio. A nadie la va a importar que comáis mientras disfrutáis de la sesión. Esta es una de las ventajas del cine El Retiro y del cine Prado, porque en El Auditori queda muy feo.

La primera impresión que me ha dado “Battle of the Damned” ha sido medio-buena. Se nota que es un film de bajo presupuesto desde el principio y que hay buenas intenciones. La calidad de la imagen... no sé, es como si la película la hubiera rodado yo mismo con una de las cámaras de mi escuela de cine en mi primer año de curso. Sin embargo, la ciudad donde sucede la acción tiene su propio encanto y hace que le des una oportunidad. A parte de eso, hay agujeros argumentales enormes como la boca de un túnel y también la mayoría de efectos de maquillaje son poco convincentes, además de efectos especiales algo flojos, pero la verdad es que esta no es una película para tomársela demasiado en serio desde el momento que uno sabe su poco original argumento de videojuego.

Es muy fácil y tentador burlarse de este tipo de películas, pero con toda la honestidad del mundo está más bien de lo que me esperaba y eso que no es mi clase de película de Serie B. Muy lejos de ser una gran película, es un recomendable entretenimiento puro para aquellos espectadores muy poco, pero que muy poco exigentes. También, por supuesto, para aquellos que les guste este tipo de films de Serie B, simples y directos, desprovistos de cualquier tipo de profundidad.

LA ESCENA: Max intenta acabar con los infectados esposado a un poste de luz, sin nada más que sus pies para defenderse.

LO MEJOR: El carisma de Dolph Lundgren. El actor es el centro de gravedad de toda la película. También los robots están bastante logrados.
 
LO PEOR: El guión parece fruto de dos colegas que dicen: Oye, vamos a hacer una peli sobre zombies y robots. ¡¡¡Que caña!!! Y luego no tuvieran ni idea de como desarrollarla de forma originalmente espectacular.

Su gran error es que la historia desperdicia buena parte de su metraje presentando un montón de personajes que simplemente no son tan interesantes como deberían. Junto a esto, los efectos de maquillaje son muy simples. Los zombies, perdón, los infectados no están muy logrados. Infectados 0 – Robots 1.
 
 

Crítica: Rewind This!

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A principio de los años 80 la industria del cine comenzó a distribuir películas para alquiler en VHS y Betamax. Mientras VHS (Video Home System) era de JVC, formato lanzado a principio de los años 70, Betamax era propiedad de Sony. Ambos formatos de origen asiático compitieron en Europa con Video 2000, un formato lanzado también en Argentina por Grundig y Philips en 1979. Aunque el formato BETA era el mejor, VHS sacaba más películas y en 1989 Sony admitió su derrota.

Los que rondáis los treinta y tantos seguro que recordáis la pantalla granulada o con rallas por el deterioro de la cinta, las veces que se atascaba o enredaba el cassette en el video, las toscas caratulas donde guardábamos la cinta...

Al principio las majors eran reacias a los nuevos avances de la tecnología doméstica (el video) temiendo que el público reduciría su presencia en las salas de cine debido a que podía grabar los contenidos de la televisión o alquilar las películas en el videoclub. Pero reaccionaron a tiempo y se metieron de lleno en la distribución doméstica en VHS y también en BETA, con un margen mínimo de medio año de diferencia respecto al estreno de la película en los cines. Así, la industria consiguió ingresar por la venta de entradas, por la emisión por Televisión y por la venta para particulares y videoclubs. Uno de los mayores beneficiados del VHS fueron las productoras de cine de Serie B y de pornografía que no tenían cabida en las salas de cine y sí en los hogares.

En Estados Unidos hubo una verdadera fiebre por la apertura de videoclubs y ésta se extendió rápidamente por Europa. En España fueron miles los negocios de alquiler de VHS que se abrieron en poco tiempo. Siento orgullo en decir que mis padres fueron de los primeros que pusieron en marcha un videoclub en este país. Recuerdo además como mi padre vendía cientos de videos para la reproducción de VHS y BETA. Todo el mundo quería tener un vídeo y todo el mundo acabó teniendo uno. Y a pesar de ello el público seguía acudiendo al cine, para sorpresa de los más catastrofistas de Hollywood.

Pero aquella época dorada ya pasó. Donde antes había un videoclub ahora hay una agencia de viajes, un Burger King, un Kebat o un bazar chino. El documental “Rewind This!” (2013) analiza el culto y la nostalgia en torno al formato doméstico del VHS (cómo cambió el mundo del cine en general) y nos recuerda de paso que hubieron tiempos mejores para los negocios de alquiler de películas. Quienes se pasen por Sitges podrán disfrutar de este documental ya que forma parte de la programación del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013.

Dirigido por Josh Johnson, “Rewind This!” ofrece una explicación muy detallada, organizada y divertida de cómo fue el fenómeno VHS, de cómo cambio nuestra forma de ver las películas y cómo revolucionó el video doméstico. Recoge sobretodo el testimonio a través de entrevistas a cineastas y coleccionistas que comparten su experiencia y muestran sus videotecas. Johnson no está especialmente interesado en la investigación de los detalles mecánicos, sino en el negocio que suponía para unos, la pasión que es para otros y la vieja batalla entre VHS y Betamax. También lamenta la profunda pérdida que supuso la muerte del VHS, especialmente porque muchas películas no han sido recuperadas en otro formato. El documental nos invita a reconocer que necesita ser rescatado.

Entre los entrevistados encontramos a Frank Henenlotter, director de “Basket Case”, el cineasta Atom Egoyan, el productor de películas de Serie B Charles Band (“Puppet Master”, “Re-Animator”), el director y productor Lloyd Kaufman, Jason Eisener (“V/H/S 2”, “The ABCs of Death”), la actriz Cassandra Peterson (conocida como Elvira, personaje que se abrió paso gracias al alquiler), la actriz japonesa Shôko Nakahara, el guionista Roy Frumkes (“Street Trash”), el productor JR Bookwalter, Mara Epstein del mundo del porno o Mamoru Oshii, director de “Ghost in the Shell”, entre otros.

Johnson juega con el factor nostalgia de forma muy eficaz, presentando a personajes como Wayne, de Carolina del Norte, un hombre que posee 100.000 VHS. El bueno de Wayne ha abierto una tienda para abastecer a los fanáticos de este formato, dispuestos a pagar precios desorbitados por una cinta, como sucede con los fetichistas de los discos de vinilo. De hecho, gran parte del cariño y de las risas vienen de los coleccionistas.
 
Todo el conjunto hace que reconozcamos la importancia del VHS actuando como cápsula del tiempo para las generaciones futuras. Tras su visionado, me dan ganas de hurgar en las cajas de VHS y BETA que tengo en el garaje y rememorar aquellas películas de mi niñez.

LO MEJOR: La selección del temario que incluye el aumento de la venta de películas a gran escala a través del formato doméstico, los detalles sobre el V-Cinema japonés o la popularidad que alcanzó la pornografía, que muchos acreditan como una de las razones por las que el VHS fue tan popular.

LO PEOR: El ritmo es algo lento.

 

Crítica: The Battery

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Me parece apasionante que me toque realizar esta crítica habiendo hecho también Guerra Mundial Z. Ambas películas unidas en el tiempo y tan separadas en todo lo demás. Mientras que la que hoy nos ocupa es una cinta pequeña y muy indie sobre zombis, la segunda fue un blockbuster de categoría. No me gusta mucho sacar el tema del dinero en la realización de una película porque en verdad poco importa que tengas mucho presupuesto o poco si tienes LA IDEA y una visión clara de cómo mostrarla. Así como que una película te tenga que gustar o no porque le guste a la mayoría. Ridículo en ambas direcciones. Me gustan algunos blockbusters, me gustan algunas pelis indie de su madre y de su padre.

The Battery es encantadora, hábil y en conjunto una cinta súper entretenida sobre los retos humanos de la vida del día a día tras un (presunto) apocalipsis zombi de nivel, al menos nacional. El título de la misma se refiere a la combinación de un pitcher (un lanzador) y un cátcher (un receptor) de un equipo de beisbol. En algunos casos, la batería también pueden ser dos jugadores que trabajan selectivamente uno con otro por su ritmo en el juego y/o comodidad con el otro.

En esta cinta, los dos personajes: Mickey, el pitcher (Adam Cronheim) y Ben, el cátcher (Jeremy Gardner, que también escribe y dirige la misma) no encarnan muy bien esta segunda descripción y son nada más que compañeros cuando el apocalipsis ocurre acabando, básicamente; encasquetados el uno con el otro como resultado. Crea una impresionante dinámica de entendimiento frustrado entre dos hombres que no tienen un pasado juntos o una larga relación de amistad a la que aferrarse.

Nos los encontramos viajando non-stop unos meses después del brote, siempre cerca de los bosques, carreteras secundarias y áreas menos pobladas para minimizar las posibilidades de lidiar con los infectados (por referencia, los zombis son del tipo que se arrastra para ir a los sitios de una manera terriblemente lenta). Mickey vive en el pasado, sólo quiere hacer las cosas que podía hacer antes en su vida anterior: usa productos de cuidado para el pelo, se afeita, escucha música con un discman constantemente con unos auriculares de esos gigantes que le aíslan del mundo e incluso rasca tickets de lotería y guarda los que tienen números ganadores. Ben, descuidado y con una barba talibán, parece haber abrazado la realidad de la nueva situación e incluso disfruta buscando comida en conserva, recogiendo objetos que puedan ser útiles o asesinando todos los zombis que se encuentra.

Esto genera una clara desconexión entre ambos ya que Ben ve la clara obsesión de Mickey de recuperar su vida pasada como una debilidad y una amenaza potencial para la seguridad de ambos. Además, Mickey es incapaz de matar un zombi por sí mismo y no puede ni nombrarlos por su nombre (the z-word). Estos problemas fluctúan, suben y bajan; a través de diferentes partes de la película y añaden un nivel de profundidad que no se ve normalmente en las películas de género zombi. A parte, me ha encantado la escena que incluye a los dos protas jugando a catch and jawing (es de hablar sin parar y bebe el que la caga, un poco al estilo jo mai, mai) porque abre la puerta a que el personaje de Ben muestre que él también siente esa tristeza por todo lo que ha perdido – aunque vea innecesario expresarla constantemente de manera verbal.
 
Esas casualidades del azar hacen que escuchen una transmisión de radio a través de unos walkie talkies que han encontrado, Ben y Mickey se enfrentan con la alternativa de que quizá haya un grupo altamente organizado, posiblemente supervivientes civilizados acampados en algún lugar de la zona. Para Ben, no es una visión prometedora pero para Mickey es la única oportunidad de vivir en sociedad de nuevo, de reclamar un poco de normalidad. Tan pronto como hacen el descubrimiento, la puerta se cierra en sus narices cuando los propios integrantes les dicen que no son bienvenidos. Pero Mickey no puede dejarlo ir, a través de una serie de decisiones que escapan a la lógica de Ben ambos son lanzados a una situación terriblemente tensa que se va convirtiendo poco a poco en algo más aterrador y que ninguno de ellos hubiera podido imaginar.
 
Creo que es importante destacar que el efecto que el acto final de la película tiene en cada uno que la ve depende completamente del sentimiento que tengas hacia cada uno de los personajes. Si la naturaleza a veces ligera y sin dirección de la primera parte de la cinta no resuena en tu cabeza entonces es posible que no te sientas enteramente involucrado con los dos hombres y su aprieto. Para algunos, el tempo anterior puede parecer demasiado dimensionado, demasiado lento.

No para mi gusto, me ha apasionado pasar tiempo con ellos sin un objetivo claro en mente. Las complejidades de sus estados emocionales y las pistas sutiles de cómo fueron en su vida anterior que no necesitan exponerse en forma de diálogo. No somos disparados con flashbacks y no se habla de la presencia gubernamental ni del origen del virus. La situación es la que es, no un mix de información complicada que no queremos saber. Hay una honestidad inmediata y humana en esta decisión que admiro profundamente.
 
No voy a hablar de nada de lo que ocurre en ese acto final que he mencionado antes pero lo que sí voy a decir es que yo me sentí totalmente inmersa con esos dos hombres en ese coche, en cómo todo se desdobla y las profundidades del miedo, la emoción cruda y la desesperación fueron tan reales y sinceras en mí. Si no hubiera tenido la oportunidad de conocerlos a lo largo de la película como personas, no creo que nada en la segunda parte de la cinta hubiera tenido sentido para con ese acto final.
 
En términos generales, The Battery es una cinta independiente excelente que no sólo compone una manera única de explicar una historia sobre supervivientes a un brote zombi sino que realizan esa premisa con un trabajo de cámara sólida, una banda sonora repleta de magníficas elecciones y unas actuaciones impresionante de los dos protas. No una cinta de sustos de un minuto sino una recompensa mucho mayor.

LO MEJOR: La banda sonora que acompaña la cinta y ese baile que se pega Ben en la casa.

LO PEOR: Ese ritmo quizá demasiado pausado de los primeros 30 minutos.
 
 

Crítica: Mala

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Argentina nos trae al Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013 “Mala” (2013) de Adrián Caetano, un thriller un tanto fuera de lo común con muy mala leche.

Una mujer maltratada confiesa a la policía que ha contratado a un asesino a sueldo para que mate a su marido porque ya no aguanta los golpes. Agentes rodean la casa, pero nada pueden hacer por el infeliz y Rosario (Florencia Raggi), como se llama la justiciera de las mujeres desvalidas, es implacable con todos aquellos que intentan evitar su objetivo. Las paredes de la casa se pintan con sangre de policía y el maltratador es asesinado por inyección letal.
 
Rosario, cuyo secreto se esconde en un caleidoscopio del que jamás se separa, intenta huir de la policía pero acaba detenida y molida a palos. La corrupción policial la deja en libertad a manos de Patricia (Ana Celentano), una oscura mujer con poder económico que se convierte en su nuevo cliente. Rosario deberá acabar con Rodrigo (Rafael Ferro), el ex marido de ésta, y además deberá hacerle sufrir por dejar supuestamente en silla de ruedas a Patricia. Rodrigo, a punto de ser padre de su actual mujer (interpretada por Juanita Viale), aparenta ser un hombre sin amor y merecedor de la ira de Patricia.

Lo primero que vemos al iniciar la película es una introducción a otro mundo, al de “Mala”. Una frase reza: “Había una vez un mundo sin amor”. En este mundo sin amor, que sucede en Argentina como bien podría haber transcurrido en España pues la historia es universal, vive Rosario, una mujer que se dedica a matar hombres maltratadores. Hasta aquí podemos ver a una “heroína” o una justiciera contra el abuso y la violencia de género. Pero Rosario no lo hace gratis. Por cada asesinato se embolsa mucha plata (dinero), lo que la convierte en un sicario de las maltratadas. Cualquier atisbo de heroicidad en sus actos son erróneos, pues no deja de ser una mujer que se toma la justicia por su mano y además, como pide mucho dinero a cambio de sus servicios, una asesina a sueldo mas. Por eso Rosario es mala, como bien indica el título.

Para cumplir su cometido Rosario se convierte en una persona cercana a sus víctimas. En el caso de Rodrigo, se hace pasar por veterinaria y es buena representando identidades falsas pues actúa como tal. Ella cuida de los caballos que cría Rodrigo en sus tierras.

Cada vez que Rosario adquiere una identidad la encarna una actriz distinta. Rosario policía es interpretada por la colombiana Liz Solari, Rosario veterinaria es encarnada por Maria Duplaa (la mejor interprete de todas), Brenda Gandini hace de Rosario enfermera y Florencia Raggi hace de la verdadera Rosario.
 
Hasta el momento en el que Rosario llega a la casa de Rodrigo y lo tantea la película te atrapa en su suspense. Luego los personajes empiezan a caer en un espiral menos interesante de lo que promete su presentación inicial. El guión de Bruno Hernandez, Luciana Piantanida y el propio Caetano está forjado de otro material diferente al de los thrillers más convencionales y se agradece que no sea tan predecible como otras películas de su género. Esto no tiene porque ser algo del todo favorable visto el desarrollo final de la historia.

Caetano dota a Rosario de una sexualidad que va de la atracción sutil a la brutal. Para acercarse a Rodrigo, la asesina emplea la estrategia de la seducción. Hay una escena en el cobertizo llena de tensión sexual que lamentablemente no llega a ninguna parte por un giro argumental inexplicable. Por otra parte, está un elemento misterioso, el caleidoscopio, del que el espectador está pendiente, pero que termina por ser intrascendente, como un secreto que no nos interesa descubrir.

A ciertos errores de principiante, como ver en plano sombras de miembros del equipo situados detrás de cámara, se le une una exagerada utilización de la cámara en mano que llega a molestar a la vista.

De “Mala” me quedo con las interpretaciones de su reparto en donde todos los actores están al mismo nivel y su atractivo comienzo que crea en el espectador unas expectativas muy altas que lamentablemente no se llegan a cumplir.

LO MEJOR: Su sangriento comienzo.

LO PEOR: Crea misterios alrededor de su protagonista que ni se resuelven ni acaban por interesar.
 
 

Crítica: Insidious 2

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Tras arrasar en la taquilla americana, que casi ha reventado, el segundo capítulo de Insidious retrasa su estreno en España para después de la premiere en Sitges. En esta ocasión, la familia Lambert, Josh (Patrick Wilson) y Renai (Rose Byrne) se mudan con sus hijos a la casa de Lorraine (Barbara Hershey), la madre de Josh, tratando de olvidar el pasado y empezar una nueva vida lo más alejados de lo paranormal que les sea posible. Pero pronto la familia entera empieza a experimentar las visiones y fenómenos amenazantes que ya les angustiaron tiempo atrás y que les obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual, esta vez sin la ayuda de la medium, magnífica, de la máscara de gas.

La película empieza precisamente donde acaba la anterior lo cual nos facilita la sensación de recuerdo y continuidad, cuando el equipo de la medium fallecida entra a su casa a recoger unos objetos y entre unas cajas encuentran el expediente grabado de Josh Lambert de los 80. En el visionado de la cinta se aprecia cómo la presencia de ese ser malvado con aspecto de anciana de negro ya estaba en la casa con él de niño. Volvemos de nuevo al presente y renai está siendo investigada por esa extraña muerte en la que parece haber intervenido mano humana. Aunque el policía no da crédito a las palabras de Renai el caso se acaba archivando cuando se determinan que a pesar de los rasguños del cuello de la mujer, la causa de la muerte es natural.
 
Todo parece volver a la tranquilidad, pero el genio de Wan no nos da un solo minuto de respiro y las cosas se ponen muy, muy feas. Lorraine escucha voces, Renai el piano y el vigila bebé de su hija, y los niños, que juegan a comunicarse con latas y un hilo hablan estando separados. Todas las sospechas caen directamente sobre el padre, que como ya vimos en la película original acababa poseído por la malvada señora de negro, incluso el hijo mayor una noche le descubre hablando solo. Pero la situación es aún mucho más terrorífica que en aquella ocasión, pues los lazos que han quedado sujetos con el mundo espiritual les lleva a un mundo mucho más tenebroso y oscuro.

Era una papeleta enfrentarse a hacer una secuela de una película que ha marcado a nuestra generación y salir airoso. Por otro lado las críticas no eran demasiado buenas y sabía que me enfrentaba a una decepción terrible, pero amigos, Insidious 2 es una película de género soberbia, maravillosamente interpretada, guionizada y dirigida y que mantiene la tensión del espectador en sus 100 minutos sin decaer un solo segundo. Y la forma narrativa elegida, retrotrayendo la historia principal es simplemente asombrosa.

Habrá muchos fans de la primera decepcionados. Es lo normal y lo sano en una secuela de una película que en su momento parecía única e imposible de mejorar, pero les aseguro que las cotas de terror que logra no tienen nada que envidiar a la original. Los sustos, como en un racimo de uvas, se van desgranando poco a poco a ratos y frenéticamente en otras ocasiones por lo que la experiencia es absolutamente aterradora. Es cierto que alguno de los sustos es absolutamente predecible y por eso precisamente no le doy el 10 que después de haberla disfrutado como lo he hecho debería darle.
 
El reparto, al completo, está fantástico, incluidos los niños, que ya brillaron en la anterior entrega. La banda sonora es del responsable de Insidious y Expediente Warren, Joseph Bishara, un maestro en lo que a componer para inquietar y aterrar se refiere, y la fotografía es aún mejor que en las dos anteriores, con esas diferencias de luz y claroscuros maravillosos que acompañan la brillante e inteligente manera de rodar de Wan.
 
Es una pena haber visto todos los tráilers y teasers habidos y por haber porque los mejores sustos ya se desgranan en ellos, pero les aseguro que aún así, he pasado miedo. De ese miedo que tantísimo me gusta pasar y me obliga a encender la luz de la mesita de noche.

Como Expediente Warren, su último y brillante trabajo, renueva otra secuela a la vista de los resultados económicos, pues con un modesto presupuesto de cinco millones de dólares ha recaudado más de 40 sólo en el fin de semana de su estreno y sólo medio millón menos que Expediente Warren, por lo que Wan puede considerarse el nuevo Rey Midas de Hollywood Fabuloso el It's not over de Daughtry en la banda sonora.

Como curiosidad cabe decir que tras el apabullante exitazo de taquilla ha saltado ya a Internet el primer capítulo de la Webserie basada en las películas,Spectral Sightings, protagonizada por los personajes de Pecs (Leigh Whannell) y Tucker (Angus Sampson), los dos cazafantasmas que vimos también en la primera entrega acompañando a la medium.

Brillante, magnética, espeluznante... Dentro de unos meses vista a continuación de la original veremos que no pierde nada en absoluto. Bueno, en esta ocasión los créditos-sutiles y tenebrosos de la primera-son bastante menos originales, centrándose en los objetos cotidianos de la casa. El taca taca de la niña da miedito, eso sí..

Lo mejor: Vuelve a lograr explotar el terror en su estado más puro.

Lo peor: Alguno de los sustos sobra.

 


Nido de Cuervos: Javier Morales (Damien Thorn)

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Hoy queremos presentaros al niño más chungo de la clase, un tal Damien Thorn que está hecho todo un diablillo. Detrás, se esconde el bueno de Javier Morales, fanático del género, escritor, amante de los gatos (se entienda esto), fiestero ocasional y desde hoy, compañero plumífero de todos los que aquí escribimos. Bienvenido a tu casa Javier.
 
- ¿Cuál es la primera película que te viene a la cabeza, aquel título de la infancia que te marcó para siempre y te aferró al género para el resto de tus días?

E.T de Spielberg, ese repulsivo extraterrestre mal modelado con tendencia al travestismo me provocó más de una pesadilla.

- Dentro del fantástico y su amplio abanico, ¿Cuáles son tus subgéneros predilectos?

K-Horror, Gore, Espíritus, Survival, y algún found footage estoy disfrutando últimamente.

- Tus diez títulos imprescindibles.

- Sympathy for Lady Vengueance
- Carrie
- Martyrs
- La profecía
- Maniac (2012)
- Todo está iluminado
- Cautivos del mal
- El Padrino 2
- Repo!The genetic ópera
- A L´Interieur

- Cineastas que te han marcado.

Park Chan-wook, Shyamalan, Alexandre Aja, Minelli, Pascal Laugier, Coppola, Bustillo y Maury y últimamente mi amigo Santiago Fernández Calvete, director de "La segunda muerte".

- Tres personajes de ficción que te hayan dejado huella.

Atticus Finch, La Marquesa Isabelle de Merteuil y Damien Thorn.

- Una banda sonora.

El paciente inglés

- Fuera del género, tres títulos que siempre te acompañan.

Todo está iluminado, Moulin Rouge, Kill Bill.

- ¿Actores o actrices favoritos/as?

María Asquerino, Carmen Maura, Katharine Isabelle, Melissa George, Glenn Close/Robert de Niro, Johnny Depp.

- Un estilo musical. Un grupo. Un disco. Una canción.

Clásica/Dead can Dance o Muse/AION de DCD/New Born de Muse-en la bso de Alta Tensión de Aja.

- Un libro (o cómic, en su defecto).

El último: La elegancia del erizo, de Muriel Barbery-Aventura gráfica: V de Vendetta.

- ¿En que pierdes el tiempo cuando no estás viendo cine?

Escribo, salgo de fiesta, leo, colecciono cosas, tomo mucho café, juego con mi gata Yanke.

- Esta pequeño perfil psicológico va a ser leído por lo menos, por el 30% de la población mundial, ¿Quieres mandar algún mensaje a la humanidad?
 
"No todo está perdido. De peores hemos salido en los últimos siglos. Hasta que veamos instalar las guillotinas en la plaza para corruptos, inútiles, estafadores y demás, entreténganse viendo cine, del bueno y del malo, que es necesario para evitar esta sensación de gilipollas que nos invade a todos después del telediario..."

Crítica: La Maldición de Chucky

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La noche era lluviosa en el exterior, la ya típica estampa nocturna de aquella época del año y en concreto, de aquella última semana pasada por agua. Dentro, en la vieja fábrica de juguetes, abandonada desde el fatídico incendio, el sonido de las gotas muriendo sobre la carbonizada piel del edificio, resonaba como un eco afilado que raspaba los oídos de plástico de aquel que tan solo tiene la compañía de la larga espera. Chucky, apretando los dientes, se maldecía hacia sus adentros al tiempo que no dejaba de mirar el reloj de pulsera que adornaba su pequeña muñeca. Paralelamente, la tronada puerta de la estancia, se abría y una figura, anunciada por el agónico canto de las oxidadas bisagras, hacia acto de presencia.

Sus pequeños pies descalzos color naranja, empapados de agua, acercaron a paso marcial, aquello que sostenían, sentándose el despeluchado cuerpo con olor a toalla mojada, en una silla que se postraba justo en frente de la del pequeño Chucky, quien no le quitaba los ojos de encima. Una vez sentados frente a frente, se hizo el silencio. Unos segundos tensos disfrazados de eternidad, acercaron cuan potente imán, las miradas de ambos personajes. - ¡Ya era hora grandísimo hijo de perra!, llevo una jodida hora esperando y no me gusta que me hagan esperar, debería rajarte el cuello aquí y ahora...- cabalgó Chucky sobre lomo amenazante. Halfy ni se inmutó. Sacó del bolsillo de su chaleco una pequeña grabadora que puso sobre la mesa y la encendió. - Gracias por concedernos esta entrevista en exclusiva para Nido de Cuervos, es un auténtico placer contar con tu presencia. Comencemos- replicó sin despeinarse con tono sereno.

HALFY: Cuéntanos Chucky, ¿Por que una nueva entrega de “Muñeco Diabólico”?¿Era realmente necesaria, visto lo visto, otra secuela para seguir desvirtuando el antaño, buen nombre de la franquicia?

CHUCKY: Poderoso caballero es don dinero. ¿Realmente es necesaria cualquier secuela? No mi anaranjado amigo, pero esto del cine, no deja de ser un negocio y servidor, es un jodido reclamo para todos los amantes del cine de terror, un maldito icono del género de los últimos 20 años. Y las secuelas son una bicoca en época de vacas flacas en lo que a ideas se refiere. La industria agoniza y estirar el chicle de tiempos pasados (que siempre son mejores, o eso dicen) es una buena opción, si además, resulta rentable y debe serlo, por más de que mi nueva película se haya estrenado directamente en el mercado doméstico, pues mejor.

HALFY: “La Maldición de Chucky” vuelve a estar dirigida por Don Mancini, quien ya dirigiera la anterior entrega, “La Semilla de Chucky”, ¿significa esto que estamos ante una propuesta continuista respecto a aquella?

CHUCKY: Nada más lejos de la realidad. Mancini ha guionizado todas y cada una de las entregas de la saga y nadie mejor que él, para volver a ponerse al timón de la misma. Con “La Novia de Chucky” y la mencionada “La Semilla de Chucky”, la franquicia había dado un giro de 90 grados en cuanto a concepción, dejando de lado el clásico terror sobrenatural de finales de los ochenta, a favor de la comedia de terror, subgénero muy popular en la actualidad. Mancini, en “La Maldición de Chucky”, ha querido romper con esto y regresar a los orígenes, con una película que pese a que mantiene intacto el humor negro que siempre me ha caracterizado, pretende resultar terrorífica, no cómica, cosa que en mi opinión, se ha conseguido.

HALFY: ¿Podríamos decir entonces que “La Maldición de Chucky”, funciona como una especie de reboot de la franquicia?

CHUCKY: Yo no diría tanto. Si bien es evidente el lavado de cara que se me ha realizado (del cual estoy tremendamente orgulloso) y que se omiten todos los hechos acontecidos en las dos entregas anteriores, la acción se ubica antes de “la Novia de Chucky”. Pero está claro que si se quería retomar la senda del terror, todas las payasadas en las que servidor se había visto envuelto en las dos películas anteriores, tenían que dejarse de lado. Y que conste que no reniego de ninguna de ellas, pues eran sendos divertimentos muy válidos, pero desde luego no casaban con el tono que Don quería para esta sexta parte.

HALFY: Siendo un producto destinado al mercado doméstico, llama la atención la participación de un ilustre como Brad Dourif, al que solemos ver en producciones con algo más de remonbre. ¿Cual es el papel de Dourif en la película?

CHUCKY: (algo más de renombre dice... te estás jugando las pelotas mequetrefe naranja...) Bueno, recordemos que Dourif siempre ha estado muy ligado a mi, a parte de ponerme voz, la mía como puedes apreciar, es demasiado dulce para el papel, ya interpretó a Charles Lee ray en la película original de Tom Holland, a quien por cierto le estaré eternamente agradecido por abrirme las puertas del estrellato, de lo contrario, mi pene no estaría tan gastado como lo está ahora. Bien, decía que Dourif es algo así como patrimonio de la franquicia y por si tenía dudas para formar parte de este nuevo proyecto, le incentivamos dándole el papel protagonista a su hija Fiona, que interpreta a mi némesis en la historia, con lo que no pudo negarse a volver a encarnar al asesino. Y hablando de nombres no puedo dejar de comentar el de dos cameos, el primero el de Alex Vincent (quien interpretara a Andy Barklay en las dos primeras partes) y el segundo... bueno, el segundo me lo callo, que no quiero arruinar la sorpresa.
 
HALFY: Teniendo en cuenta, la perdida del tono gamberro de la anterior etapa, ¿como repercute esto en el apartado visual de la cinta? Quiero decir, ¿se mantiene el gore de las dos películas anteriores?

CHUCKY: Bueno... la verdad es que en este aspecto, hemos suavizado un poco el apartado visual. “La Maldición de Chucky” es un producto algo más modesto que los anteriores y eso se nota en lo que a las muertes se refiere. Yo siempre quiero resultar imaginativo en ese apartado, como siempre digo, una muerte brillante es igual a un chochito húmedo, ya me entiendes... pero, cuando no hay medios, no hay medios y la verdad es que por ahí, la cinta flojea un poco, pero tampoco creo que una película como esta, que está más orientada al terror más clásico, necesite de tantos efectismos visuales, aquí se busca más jugar con otro tipo de elementos, como la atmósfera, el misterio y toda esa mierda. Eso si, en lo que a mi refiere, luzco mejor que nunca, eso no era negociable y Don lo sabía.

HALFY: Ya para ir terminando Chucky, dale alguna razón a los miles de lectores de Nido de Cuervos para que se animen a ver tu nueva película.

CHUCKY: A estas alturas, dudo mucho de que yo tenga que convencer a nadie de nada. Soy un puto icono del terror y la gente me adora. De todas formas te puedo decir que la vuelta a las raices, siempre es algo que gusta, la búsqueda de la esencia original y “La Maldición de Chucky”, se acerca mucho a ella. También decir que estamos ante una propuesta diferente a lo visto en el resto de la saga, por ejemplo, el escenario, toda la acción se desarrolla de forma íntegra en el interior de una casa, lo que dota al filme de una personalidad diferente con respecto a otras entregas y sobretodo, en esta sexta parte los fans, van a tener la oportunidad de conocer un poco más sobre el pasado de Charles Lee Ray y por tanto, sobre mis orígenes.

HALFY: Pues damos por concluida la entrevista Chucky, muchas gracias por tu tiempo y como quedamos, te esperan un par de rubias en el callejón de atrás cortesía de Nido de Cuervos.

Terminadas estas palabras y mientras Halfy apagaba la grabadora y la regresaba al bolsillo de su chaleco, Chucky saltó de la silla y arremetió contra el corresponsal de Nido de Cuervos, rasgándole en el morro con un cuchillo que escondía detrás del pantalón pero sin resultar un golpe mortal.
 
Halfy, sorprendido por el ataque, calló sobre su espalda contra el frío suelo de la fábrica y con ojos de víctima, vio como Chucky se colocaba sobre él, aun algo aturdido, y le susurraba unas palabras al oído: - ¿Sabes cuantos años llevo metido en este jodido cuerpo? Estoy harto y tu, cuerpazo naranja, me vas ayudar con ello, que he escuchado que los de tu especie son unos folladores de primera- Tras las cuales, comenzó a recitar un extraño ritual:

Ade due damballa. Dame el poder te lo suplico!
Leveau mercier du bois chaloitte.
Secoise entienne mais pois de morte.
Morteisma lieu de vocuier de mieu vochette.
Endelieu pour du boisette damballa...

Pero antes de que pudiera terminarlo, Halfy se lo quitó de encima con una hábil maniobra Fraguel y agarrándolo con fuerza con sus deditos de peluche por su pequeño e inservible pene de plástico, al tiempo que la claraboya del techo se rompía dejando entrar a la lluvia torrencial, le gritó a los ojos:

Yo he visto cosas que no creerías, atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser... (Halfy se para y mira hacia la cámara arrugando el morro, luego vuelve a mirar hacia Chucky, éste, expectante...) no no, no era eso... lo que quería decir es que he recogido toda la correspondencia de mi tío enfrentándome a Sproket, he fornicado con todas las criaturas de la cueva sin hacer distinción de sexo o raza, he orinado en las faldas de la gran montaña de basura y sodomizado a sus ratas guardianas... ahora, jamás me lo he montado con un muñeco diabólico... una última pregunta: ¿Quieres que plantemos una seta, muñequita de cristal?

La secuencia: Un beso que nadie se espera.

Lo mejor: La siempre entrañable oportunidad de disfrutar de uno de los clásicos por antonomasia del terror ochentero, el nuevo diseño de Chucky, Brad Dourif (espléndido como siempre) y la genial banda sonora del maestro Joseph Loduca.

Lo peor: Si bien mantiene intacto todo su carisma, cuesta tomarse en serio a la figura de Chucky, lo cual hace que el filme carezca de tensión alguna pese a su constante empeño en lo contrario, llegando a resultar aburrido en muchos pasajes.
 
 

"Sitges 2013", guía definitiva de supervivencia

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Sólo en NIDO DE CUERVOS podréis encontrar la guía definitiva de orientación para el público que asistáis a la 46 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges porque es el único blog especializado de cine fantástico y de terror del mundo que opera directamente desde la villa de Sitges.

¿CÓMO LLEGAR? ¿DÓNDE IR?

Vengas de donde vengas, nosotros te ayudamos a sobrevivir en tu visita a la Blanca Subur y al Festival de Cine de Sitges para que tu experiencia sea más sencilla y cinematográfica. Empezamos situando Sitges en el mapa. A 35 kilómetros de Barcelona, al sur de la capital catalana, se puede llegar por coche, a través de las costas del Garraf o de la autopista Pau Casals, la C-32, por tren y por autocar.

Si vais por la autopista C-32 debéis salir por la salida 30 (hay carteles informativos), que os dejará en el centro del pueblo. Al pasar dos rotondas, cruzareis un puente (encima de él pasa el tren) y os topareis con otra rotonda. Entráis en dicha rotonda y cogéis la segunda salida por donde subiréis una cuesta que os llevará hasta la estación del tren. Al lado de la estación de tren de la RENFE encontraréis la Oficina de Turismo de Sitges. Allí os guiarán con mapas de la ciudad. Podéis preguntar lo que queráis de la villa. Te informarán de hoteles, de restaurantes donde comer, de puntos turísticos de la villa, donde se encuentran las playas o, lo más importante, donde localizar el cine El Retiro, el cine Prado y el Auditori, puntos donde se proyectan las películas programadas en el Festival de Cine de Sitges. Podéis salir de la oficina con un mapa de la ciudad, con el programa de mano del Festival (que podremos adquirir la semana que viene) y, tal vez, algún póster del cartel de Sitges 2013. Si queréis también os pueden informar sobre donde está la nueva sede del certamen, que ha pasado del edificio municipal situado al lado del antiguo Escorxador de Sitges a un pequeño local de la calle San Honorat número 32-34. Allí también os pueden informar sobre el Festival.
 
Si por el contrario decidís ir directamente al Auditori, situado junto al Hotel Melià Sitges, lo mejor es salir por la salida 31 para evitar recorreros las estrechas calles de la villa. Llegaréis a una rotonda y una vez dentro cogéis la primera salida, a la derecha, por donde subiréis una cuesta todo recto hasta llegar al hotel. No tiene perdida. Si queréis aparcar lo podéis hacer en una explanada a la que llegaréis cogiendo a mano derecha la primera salida que encontraréis subiendo dicha cuesta. Está justo enfrente de una comisaria de la policía regional, los Mossos d'Esquadra.
 
Si llegáis a Sitges por las costas del Garraf, que no son de pago, debéis seguir recto hasta pasar una gasolinera. Entonces encontraréis una rotonda. Os metéis en ella y tomáis la tercera salida, donde encontraréis una cuesta. Si seguís rectos encontraréis el hotel y, por tanto, el Auditori. Si dentro de la cuesta os metéis por la primera salida a la derecha veréis la explanada sin asfaltar donde posiblemente podréis aparcar gratuitamente. En el centro del pueblo es difícil aparcar de gratis por lo que deberéis optar, si no tenéis suerte, en aparcar en la zona azul de pago.


Pero la mejor manera de llegar a Sitges es por tren. Desde la edición del año 2010 el Festival y RENFE han organizado el llamado Tren Fantàstic!. Un servicio de tren que sale directo de la estación de Sants de Barcelona hasta la villa y viceversa, hasta la 1:30 horas de la madrugada. Preguntar en la estación por abonos. En caso de retraso en las proyecciones nocturnas del Festival, el horario de este tren no será modificado. Válido los abonos de RENFE y ATM. Podéis informaros en http://www.renfe.es.

En cuanto salgáis de la estación de Sitges, siempre por la salida del edificio, encontraréis a mano izquierda la Oficina de Turismo. Para saber horarios y otras cosas tenéis su página oficial: http://sitgestur.cat.

En cuanto a los autocares, podéis consultar http://sitgesguia.com. Tanto si venís de Barcelona como del aeropuerto, tenéis varios autocares que te llevan a Sitges. Posiblemente no te dejen en el mismo centro del pueblo. Actualmente paran frente a un puente por encima del cual pasa la vía del tren. Si cruzáis el puente llegaréis al centro del pueblo. Podéis preguntar a los transeúntes, porque la gente de Sitges es bastante amable y te guiarán sin problemas.

La verdad es que el autocar no es la mejor opción, por el cambio de horarios de la compañía y los posibles retrasos, a parte de que es el transporte más lento. Si estáis en el aeropuerto es el medio más barato, aunque también podéis coger un tren que os lleve hasta Sitges. Preguntar en los puntos de información del aeropuerto de El Prat. Si no os importa el dinero y queréis comodidad coger un taxi. No son baratos, pero sí rápidos y cómodos.
 
SALAS DE PROYECCIONES

El Festival tiene cuatro salas de proyecciones. El Auditori, situado junto al Hotel Melià Sitges, el cine El Retiro, el cine Prado y la sala de la Sección Brigadoon.

Mira: https://maps.google.es/maps/ms?hl=es&ie=UTF8&msa=0&msid=115170902949743142672.00046e55cf5f162633867&ll=41.23706,1.815276&spn=0.019363,0.03047&z=15&source=embed

El Auditori (calle Joan Salvat-Papasseit, 38) es una sala de cine capaz de albergar a casi unos 1.400 espectadores. Dispone de proyectores de 35 y 70 mm en formatos 1,33-1,66-1,85-Scope. En él se proyectan las películas de la Sección Oficial, la gala de inauguración y la de clausura por el tamaño de su pantalla y la espectacularidad de sus instalaciones.

Ve a la izquierda, caminando desde enfrente de la entrada al Auditori. Todo recto, giras a la derecha rodeando el Auditori, donde encontrarás las taquillas oficiales del Festival. Hay carteles que te informan. Si no te aclaras pregunta a los miembros de seguridad donde se encuentra la sala Tramuntana.

Justo pegado al Auditori tenemos el Hotel Melià Sitges donde se hospedan los cineastas invitados al Festival. Puedes entrar sin problemas, tomarte un café junto a tu director o actor favorito y conocer otros fans del cine fantástico y de terror, además de charlar con los medios de comunicación oficiales como NIDO DE CUERVOS.

Todos los años, alrededor del Auditori se instalan carteles publicitarios de películas y otros, además de carpas donde poder comprar comida rápida y películas o merchandising del Festival y de películas de género. Atento a las diversas carpas, porque años atrás se han realizado presentación de libros y otros actos. Las propias carpas y demás puntos de encuentro del Festival ponen folletos informativos de actos paralelos gratuitos. Posiblemente este año podamos ver el Phonetastic Sitges Mobile Film Festival, donde se proyectarán por primera vez cortometrajes realizados con teléfono móvil. También puede que este festival dentro del Festival de Sitges se celebre en la sala de la Sección Brigadoon, totalmente gratuita para los visitantes.

La única pega es que está algo alejado del centro del pueblo (hay que cruzar un cementerio, una playa, la de San Sebastián, y la iglesia de Sitges), pero solo debéis seguir a la corriente de personas que suben y bajan del pueblo para llegar al centro, donde están el cine El Retiro y el cine Prado. Cualquier duda preguntar a los sitgetanos, que son gente muy amable.

El cine Prado (o Cine Casino Prado) está situado en la calle Francesc Gumà número 6-14. Si salís de la estación del tren preguntar a un transeúnte, porque está justo delante de RENFE. Dispone de 450 plazas y un proyector de 35mm para formatos de 1,33-1,66-1,85-Scope. Las instalaciones están habilitadas con sonido Dolby Stereo. Es un cine bastante viejo. Su aspecto es fantástico para proyectar películas de terror. En él se proyectarán posiblemente algunas películas de la Sección Oficial y de otras secciones como Noves Visions o Midnight X-Treme.

En la calle San Isidre, que cruza la calle Francesc Gumà, rodeando el cine Prado, podéis encontrar la antigua sede del Festival de Cine de Sitges, casa del cofundador y uno de los presidentes del certamen, Antonio Rafales. Los más curiosos la encontraréis porque en su fachada pone Can Rafales. Esto sólo es una indicación para los más fans de la muestra de cine.

El cine El Retiro está situado en la calle Àngel Vidal número 17. Junto al cine había un bar, pero actualmente están en obras. Espacio emblemático del certamen, fue sede oficial y en él se proyectaban todas las películas. Pese a que recientemente ha sido renovado, es una sala tan retro como la del cine Prado. Es decir, es ideal para las películas del género de terror. Suele acoger “La noche más zombi” (se proyecta una cinta de terror después de la Zombie Walk). El mítico Quentin Tarantino se sentó en sus butacas en su última visita al Festival.

Con capacidad para 600 espectadores, acoge entre tres y cinco sesiones diarias durante el certamen. Dispone de un proyector de 35 mm con formatos de 1,33-1,66-1,85-Scope. Además, la sala dispone de sonido Dolby Stereo. Los jardines de El Retiro, junto al cine, acogen las taquillas del centro de la localidad.
 
La Sección Brigadoon ha tenido dos ubicaciones recientemente. La más conocida es el Edificio Miramar (calle de la Davallada 12), junto a la playa de San Sebastíán, situado a medio camino entre el centro y el Auditori. Ahora están en obras y posiblemente se trasladen, como ya hicieron en Sitges 2012, al antiguo Escorxador de Sitges, en la calle Joan Maragall número 36, cerca también de la playa de San Sebastián. En esa misma playa se instalan carpas de venta de películas y merchandising de Sitges y de películas de género. También se han instalado las carpas de maquillaje para la Zombie Walk, que tradicionalmente comienza su marcha delante del Edificio Miramar.

¿DÓNDE COMPRO LAS ENTRADAS?

Directamente en las taquillas oficiales del Festival (sala Tramuntana, detrás del Auditori, y jardines El Retiro, junto al cine) o vía Internet por TelEntrada: http://www.telentrada.com.
 
Antes se podían adquirir también en el Edificio Miramar, pero la zona está en obras y dudo que se instalen las taquillas en este lugar.
 
Si no encontráis entrada para la sesión que queréis u otra sesión, no dejéis de insistir. Muchas veces a última hora desbloquean asientos y podréis adquirir alguna entrada. Estar atentos a los abonos y ofertas que ofrecen en las taquillas.

Cualquier duda, dirigios a la Oficina de Turismo, a las taquillas del Festival o, antes de que se celebre el certamen, a nosotros, NIDO DE CUERVOS. Para más información podéis acudir a http://sitgesfilmfestival.com.
 
 

"Sitges 2013", entradas a la venta y horarios

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La programación de la 46 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que se celebra del 11 al 20 de octubre, ya es oficial y las entradas para todas las sesiones se pondrán a la venta el próximo viernes 27 de septiembre a través del servicio de Teleentrada, por lo que el programa de mano estará disponible este fin de semana. La sala Tramuntana, en el mismo recinto del Hotel Melià Sitges, se convierte a la vez en sala de actividades y presentaciones con proyecciones de films y series de televisión en soporte DVD y Blu-Ray. Otra gran novedad es las proyecciones al aire libre, que se efectuarán en los jardines Hort de Can Falç, en la calle Can Falç s/n.

Sitges 2013 reunirá éxitos internacionales y nacionales del cine fantástico con la presencia de cineastas reconocidos y un escenario dedicado a las nuevas cinematografías y nombres y mercados emergentes que harán las delicias de todos los fieles seguidores de Sitges y que presentan una variada y amplia oferta de propuestas.

La nutrida sección Oficial Fantàstic cuenta con una larga lista que abarca las múltiples opciones que ofrece el cine fantástico: cuarenta y dos títulos a competición especializados en el cine de género; entre ellos, el estreno mundial del thriller paranormal “Mindscape”, ópera prima de Jorge Dorado y primera de las producciones de Ombra, compañía creada por Jaume Collet-Serra. También participan en competición producciones tan esperadas como la pesadilla caníbal “The Green Inferno”, de Eli Roth, que estará en Sitges para su presentación, o “Machete Kills”, la última de Robert Rodríguez, que reúne a Lady Gaga, Jessica Alba, Mel Gibson, Charlie Sheen o Antonio Banderas. La narrativa de venganza con trasfondo freudiano llega al Festival con “Only God Forgives”, la nueva película de Nicolas Winding Refn, director de “Drive”; y el indispensable Jim Jarmusch ofrece en Sitges “Only Lovers Left Alive”, película de vampiros protagonizada por Tilda Swinton.

La sección Oficial Fantàstic también presentará cintas de animación, como la última película de Hayao Miyazaki, “The Wind Rises”, o la nueva versión cinematográfica del universo de Akira Toriyama, “Dragon Ball Z: Battle of the Gods”. El cartel de la sección Oficial Fantàstic Panorama a competición viene presidido por la producción suiza “Chimères”, de Olivier Beguin, que narra la turbia relación de pareja después de las extrañas consecuencias de una transfusión de sangre. “Contracted”, de Eric England, también narra la brutal trasformación del cuerpo de una joven, esta vez después de una experiencia sexual en Los Ángeles. La canadiense “Antisocial”, de Cody Calahan, muestra la claustrofobia de un grupo de jóvenes encerrados, amenazados por una epidemia monstruosa, y que registran lo que les sucede a través de dispositivos digitales como un smartphone, mientras que Xan Casavettes fantasea con vampiresas en la sofisticada “Kiss of the Dammed”, y “The Machine”, de Caradog W. James, propone una nueva distopía donde las máquinas contradicen el imperativo de ayudar a los humanos.

Además, hay novedades en las sesiones de la sección Midnight X-Treme, que reunirán el mejor terror independiente americano, con películas como “An American Terror” de Haylar García, una producción que remite a un hito del horror contemporáneo como es “Saw”, así como al imaginario de las matanzas en centros educativos, o “Savaged”, de Michael S. Ojeda, una brutal rape and revenge con posesiones de chamanes que aterrorizan a la América provinciana.

La sección Oficial Noves Visions, que busca propuestas de innovación audiovisual y narrativa, incorpora en la categoría de Ficción, “Yellow”, de Nick Cassavettes, el retrato onírico de una mujer atrapada en sus fantasías, o “The Dirties”, de Matthew Johnson, un film reflexivo e irreverente de las asperezas de la vida adolescente con la cámara de los protagonistas como mediadora del relato. También en Noves Visions, y en el apartado dedicado a fomentar a los nuevos creadores, la subsección Emergents añade la película “Faraday”, de Norberto Ramos del Val, una sátira paranormal del urbanismo madrileño sufragada a través del crowfunding, “The Lobito” de Antonio Dyaz, una ficción en primera persona donde el propio director es impulsado a realizar su primera película de terror para salvarse de la ruina, “Algunas Chicas”, de Santiago Palavecino, un fresco thriller psicológico con personajes neuróticos, y “Las aventuras de Jesús María Cristóbal Pequeño”, otro proyecto que mezcla comedia y ciencia ficción financiado mediante el mecenazgo social.

Noves Visions estará dedicada a Jafar Panahi, víctima de la censura de su país, Irán, y exhibirá su último trabajo: “Closed Curtain”. Philippe Grandieux ofrece “White Epilepsy”, mientras que Randy Moore presenta “Escape from Tomorrow”. Noves Visions incluye también el trabajo a seis manos de Jean-Luc Godard, Peter Greenaway y Edgar Pêra: “3x3D”, una codirección de los tres realizadores que reflexiona sobre el cine 3D.

Seven Chances –programada en colaboración con la Associació Catalana de Crítics i Escriptors Cinematogràfics i la Filmoteca de Catalunya– cumple 20 años como sección del Festival y lo hace a lo grande: presentando siete títulos imprescindibles de Brian de Palma; Jean-Claude Brisseau; Joss Whedon; Valerio Zurlini; Pang Ho-cheung y trabajos firmados en conjunto por Lucien Castaing-Taylor, y Véréna Paravel; y James Franco y Travis Matthews.

El espacio dedicado a todas las edades Sitges Family descubre dos producciones tridimensionales: “El mago de Oz 3D”, una única forma de ver el clásico de Victor Fleming de 1939; y “Pororo: The Racing Adventure 3D”, un film de animación protagonizado por un pingüino y aderezado con tortugas corredoras.

Los rostros más destacados del cine de la Nación también estarán en Sitges con la proyección de una de las películas más originales de los últimos tiempos; “Gente en Sitios”, de Juan Cavestany, una excelente colección de sorprendentes escenas que hacen que las experiencias cotidianas parezcan parte de una película de marcianos. Con motivo de la proyección de “Gente en Sitios”, Casa Bacardí Sitges ofrecerá una fiesta exclusiva en el ecuador del festival, con la presencia del equipo de la película y cócteles especiales Bacardí dedicados al universo fantástico.

Además, Takashi Miike y Johnnie To serán dos de los realizadores que recibirán un homenaje en el Festival de este año. Miike presentará dos de sus últimas producciones, “Lesson of Evil” y “Shield of Straw”, y también se proyectarán films anteriores como “Audition” y “Shinjuku Triad Society”; además, el realizador japonés ofrecerá una masterclass. Este director vendrá acompañado de las más esperadas propuestas japonesas del género fantástico. Por otro lado, Johnnie To presenta en el Festival dos de sus últimas películas, “Drug War” y la comedia negra “Blind Detective”.

El Festival se inaugurará el 11 de octubre con “Grand Piano”, de Eugenio Mira, protagonizada por Elijah Wood y John Cusack, una de las producciones más internacionales realizadas por un catalán; y la clausura la cerrará “The Sacrament”, de Ti West, una película de ambiente enrarecido alrededor de una secta religiosa. Las entradas para los cuatro recintos (Auditori, Retiro, Prado y la flamante sala Tramuntana, donde habrá proyecciones a precios populares, junto con sesiones y actividades gratuitas) se pondrán a la venta este mismo viernes 27 de septiembre a través de Telentrada. A estas cuatro salas, hay que añadir L’Escorxador (donde se proyectará la sección Brigadoon un año más) y el nuevo Cine al aire libre, en el Hort de Can Falç, que presentará algunos clásicos de género. Estos últimos espacios serán gratuitos.

Ya tenéis a vuestra disposición el programa completo con todos los horarios en la página oficial del festival: http://sitgesfilmfestival.com/cas/noticies/?id=1003146

"Sitges 2013", spot de la zombie walk

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Bueno, amigos y amigas, aquí os dejo el spot de la Zombie Walk del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013 en el que se pueden apreciar algunas calles de la Blanca Subur y su emblema, la iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla. En él vemos zombies persiguiendo a la doble de Mia Farrow en “La Semilla del Diablo” (Roman Polanski, 1968), leit motiv de esta 46 edición. La verdad es que la actriz escogida en el casting celebrado el pasado 29 de agosto no se parece mucho, pero ya está bien.

La Zombie Walk 2013 se celebrará el sábado 12 de octubre y la marcha comenzará a partir de las 20:00 horas delante del Edificio Miramar como es tradición. Se recorrerán las calles de la villa hasta llegar a la calle Primer de Maig a eso de las 21:30 horas, donde se dará por terminada.

Como cada año, un equipo de maquilladores caracterizarán de zombie de forma totalmente gratuita a los que os acerquéis a las carpas que el Festival instalará de nuevo en el paseo de la playa de San Sebastián. Las carpas abrirán a las 12:00 horas hasta las 15:00 horas. Para que te maquillen deberás coger un tiquet a primera hora y no te duermas porque hay un límite de 350 personas. ¿Estáis preparados?
 
 

Crítica: The Rambler

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Dos opciones.

Por regla general suelen existir dos opciones para todo, dos opciones que suelen ser totalmente opuestas entre sí, y que obligan a que inclines la balanza hacia posiciones completamente diferentes, con consecuencias completamente diferentes.

Se intenta que el mundo sea un lugar de grises, que el blanco y negro no estén tan sumamente definidos, pero , por lo normal, no se suele conseguir, y al final, solo nos podemos decantar por uno de estos dos colores. Todo, al final, se decide entre el blanco o el negro, entre el sí o el no, entre el me gusta o el no me gusta.Eso es exactamente lo que le pasa a propuestas como "The Rambler", lo que le lleva pasando al cine de Calvin Reeder desde que comenzó a dirigir su peculiar cine: o es sí, o es no.
 
Partimos de ideas y concluimos con ideas, lo complejo es precisamente darle forma a esas ideas...pues claro , esa es la misión del director, pensareis....sí y no (yo es que me muevo entre grises, bieeeenn!!!). Aquí es donde me gustaría desarrollar mi planteamiento inicial. Películas como las que hace el sr. Reeder, ya no es cuestión de que te gusten o no, de que las entiendas o no, yo creo que es un tema del significado que cada uno le quiera dar, aquí, el éxito o el fracaso depende de lo que nosotros podamos desprender de ellas, me explico, propuestas tan surrealistas, tan oníricas como las que nos regala Reeder, basan su aceptación, en las particulares premisas de las ganas de implicación personal y montaje de una historia y un significado (TU significado), para poder llegar a algún tipo de conclusión que te permita encajar y cerrar la película satisfactoriamente. Ya lo hizo con la maravillosa "The Oregonian" (2011), y ahora repite en "The Rambler".
 
No, a Calvin Reeder no le gusta ponerlo fácil, nada fácil, y yo, desde aquí se lo agradezco, porque un poco de ejercicio mental viene la mar de bien, y en esta película nos obliga a hacer ese ejercicio hasta que tenemos agujetas en el cerebro.

De entrada os diré, que "The Rambler" es la idea ampliada de un corto de su autoría del 2008, en el que él mismo interpretaba al caminante (desde ahora me referiré a él como el rambler). La historia parece sencilla, un hombre que sale de prisión e inicia un extraño camino hasta llegar a la casa de su hermano, quien le ofrece la posibilidad de una vida tranquila y rehabilitadora. Por supuesto, en ese camino confluirán un sin fin de personajes de todo pelaje y situaciones totalmente inesperadas e inverosímiles.

"The Rambler" es un western moderno, con un antihéroe moderno, de los que tienen tirón, un tipo duro, hecho a sí mismo, que a base de golpes de la vida (y nunca mejor dicho), va sobreviviendo como puede, en la cárcel y fuera de ella, viviendo la carretera como un caminante profesional, ya que su modo de vida se centra y se basa en caminar hacia ninguna parte y vivir las experiencias que ese camino pone a su alcance. Como podéis imaginar el rambler es un tío de pocas palabras, un hombre que no es capaz de sentir empatía, y que afronta su destino sin inmutarse, lo que hay es lo que hay, no es necesario darle mas vueltas. Por supuesto, nadie mejor para interpretarle que Dermot Mulroney, que hace el mayor papelón de su carrera.

En la carretera, el rambler, conoce cíclicamente a una chica rubia (the girl), que no es otra que Lindsay Pulsipher (actriz fetiche de Calvin Reeder), y es cuando se inician una serie de situaciones grotescas en las que ambos se ven implicados y en las que la chica siempre termina muriendo, una vez detrás de otra, en un simbolismo sobre la incapacidad del caminante de sentir algún tipo de sentimiento positivo hacia alguna persona, haya sido como haya sido su relación con la misma hacia el momento (todo termina, porque realmente nunca empezó). También se topa con una científico al que le encantan los experimentos humanos ambulantes, que resultará del todo inquietante y letal, aunque extrañamente entrañable. Con este personaje, Reeder deja claro que las influencias son las influencias y que quieras o no, estas terminan por salir, y más cuando experimentas con las imágenes de la forma en la que él lo hace. Es así como el personaje del científico, se convierte en un homenaje por los cuatro costados a Cronenberg y su "Scanners".

Los personajes van y vienen, el rambler se ve involucrado en un mundo de peleas amañadas, al rambler la parten la cara mil veces, pero continua estoico en un mundo que le parece ajeno del todo, él ya no pertenece al mundo, él se mueve en otras tesituras, en unas que son incomprensibles para el público, pues en este viaje, en el que parece que David Lynch podría asomar la cabeza por cualquier rincón, nada es lo que parece y el sentido es el arma que el espectador tiene debajo de su silla mientras ve esta película.

Si os preguntáis por qué digo esto, cuando así contado, no parece una locura de considerables proporciones, os diré que es porque tengo que volver al inicio de mi disertación (aunque sea escrita), y deciros que en "The Rambler" no hay una lógica única, y es el espectador el que debe encontrar un nexo a la inconexión, y un significado al caos, para terminar con alguna conclusión que le valga y que le convenza para cerrar una película, que aparentemente no tiene fin, vamos, que o consigues explicarte el argumento a tu manera, o no tendrá sentido nada de lo que hayas visto, por muy impactante que haya podido ser. En mi caso fue fácil, yo lo logré, yo le di el sentido que YO le quería dar, yo lo encajé de la forma en la que quería encajarlo, que desconozco si es la idea que quería presentar Calvin Reeder cuando hizo la película (y poco me importa , la verdad), pero que tan "generosamente" me ha cedido, para permitirme tener la mía propia, y eso es fantástico, por mucha aberración cinematográfica que algunos vean.

Conclusión uno, si yo armando MI propio sentido quedo satisfecha, porque entiendo que así todo encaja (como me encajaba en "The Oregonian"), un trabajo tan supuestamente caótico, queda en un excepcional ejercicio de implicación (como explicaba al principio) que seduce mucho y te deja rendido (en todos los aspectos), y suene como suene, yo soy de las que aplauden estos imaginarios de terceros, que se terminan convirtiendo en el mío propio. Si alguien quiere saber MI significado de "The Rambler", que lea mas abajo (después del spoiler).

Obviamente nada de lo mencionado tendría sentido si la película no atrajera en otros ámbitos, como son el visual y el sonoro. Y os aseguro que la atracción en ambos sentidos es alta, es magnética. Negaría la mayor, si no dijera que al principio cuesta un poco seguir los pasos, paisajes áridos, actitudes desconcertantes, visiones repetitivas, pero una vez que Reeder nos mete en faena y empieza el baile de escenas, cuesta apartar los ojos de la pantalla, cuesta no buscar el sonido que anuncia la desgracia, cuesta no dejarse sorprender con lo que llega luego...y la sangre a sus anchas cuando tiene que salir, como un personaje más que se ha preparado bien su papel.

Conclusión dos, "The Rambler" es una película que no es fácil, que exige mucho, pero a mi modo de ver, también da mucho. Para los valientes cinefagos o los que no se conforman con las convenciones va muy bien, para el resto, una curiosidad o una tomadura de pelo, no habrá más.
 
SPOILER- MI explicación es que realmente lo que está viviendo el rambler es su camino hacia la muerte, su propia preparación hacia lo desconocido, que ni empieza ni termina, solo sigue una carretera en la que él ya no está y los que están ya no importan. La dimensión desconocida que separa la vida de la muerte. Esta es la que me encaja, la que me gusta y la que quiero. No hay mas.
 
 

Crítica: +1

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El efecto mariposa, dentro del marco de la denominada teoría del caos, es aquel que nos habla de como la más mínima variación dentro de un determinado sistema caótico, puede hacer que este evolucione o se desarrolle de incalculables formas diferentes. Las consecuencias de esto aplicadas a los viajes temporales en el mundo de la ciencia ficción ya han sido mil veces tratadas en el cine. Lo hizo por ejemplo Robert Zemeckis en su trilogía de “Regreso al Futuro”, donde el efecto mariposa jugó con la paradoja de que el propio Marty McFly, jamás hubiese nacido al no producirse las concretas circunstancias en las que sus padres se habían conocido. “Los Cronocrímenes” de Vigalondo o “Triangle” de Christopher Smith, también ponían sobre la mesa, la eterna disyuntiva entre ciencia y folclore, o lo que es lo mismo, entre azar y destino. ¿Podemos elegir nuestro camino? ¿o bien todo lo que hacemos, todos las pasos que andamos están previamente dibujados en el lienzo de nuestra vida? E incluso, ¿estos actos, tienen la potestad de manipular y moldear nuestra propia esencia? Lo que somos, lo que podemos llegar a ser...

Esto es un poco lo que plantea “+1”, la nueva película de Dennis Iliadis, a quien recordamos hace unos años (cuatro, pare ser concretos) reimaginando de forma totalmente innecesaria (blasfema incluso dirían algunos) el clásico de Wes Craven, “La Última Casa a la Izquierda” de 1972, lo que por otro lado nos desnuda por completo a ojos del citado efecto mariposa si nosotros guiamos los nuestros hacia las carnes de una jovencísima Sara Paxton y nos preguntamos que habría sido de su carrera cinematográfica de no haber protagonizado la cinta de Iliadis, gracias a la cual, se ha convertido en una habitual del cine de género fantástico y de terror como bien atesora su ya dilatada experiencia dentro del mismo con “The Inkeepers” (Ti West, 2011), “Shark Night 3D” (David R. Ellis, 2011), “Static” (Todd Levin, 2012) o la reciente “Cheap Thrills” (E.L. Katz, 2013).

De todas formas, Iliadis no centra su nueva película en este controvertido fenómeno al 100%, más bien lo utiliza como recurso para desarrollar una historia que también se nutre de otros elementos que poco o nada tienen que ver con el primero, tales como las invasiones alienígenas, pues es imposible pasar por alto las influencias sobre la cinta del griego del clásico por antonomasia del terror y la ciencia ficción de 1978, “La Invasión de los Ultracuerpos” (Philip Kaufman, 1978), que a su vez era un remake, recordemos, de “La Invasión de los ladrones de Cuerpos”, que dirigiera Don Siegel en 1956 o como la propia dualidad inherente del ser humano y su eterna lucha interior entre el bien y el mal. ¿Hasta donde somos capaces de llegar para conseguir aquello que anhelamos?

“+1” intenta dar respuestas a toda esta amalgama de ideas desde el formato de la ciencia ficción de corte ochentero y la tragicomedia indie, donde la caída de un misterioso meteorito sobre un tranquilo barrio residencial, cambiará el destino de los invitados de la típica fiesta de adolescentes americanos, cuando estos comiencen a ser duplicados.
 
El gran logro de la película es precisamente el embriagador aroma que desprende todo este batiburrillo de ideas y conceptos en sus inicios, los cuales, consiguen captar la atención y el interés del espectador de una manera desmedida, sumergiéndolo en ese estado de euforia cinematográfica en el cual, todo rema en dirección del viento. Una idea original en manos de un director que a priori, parece tener todas las coordenadas adecuadas para llevar a la nave a buen puerto, en compañía de un elenco de actores jóvenes, pero capaces y una atmósfera pseudo psicodélica de tonalidades místicas que fluyen a la perfección en este simbionte ecosistema en el que conviven en armonía el cine de ciencia ficción de serie B y la comedia adolescente moderna, dando todo ello como resultado una confortable al tiempo que perturbadora atmósfera que engancha a la par que estimula los sentidos.

No obstante, los problemas comienzan una vez el planteamiento inicial expira y la teoría debe llevarse a la práctica. Justo en el momento en que hay que darle sentido a todas las variables que tenemos en la pizarra mientras el alumnado comienza a murmurar a nuestras espaldas al ver que los minutos se desgranan y no damos con la respuesta. Y eso que el problema de “+1” no radica curiosamente en las respuestas, este es uno de esos casos en los que no es necesaria una explicación a lo que está sucediendo (la ciencia ficción a veces tiene estas cosas), no importa tanto el como han llegado las piezas al tablero, lo que realmente importa es como las mueves y resuelves la partida y está claro que Iliadis se estrella en esto. Como se suele decir, quien mucho abarca, poco aprieta. Ahí falla realmente “+1”, en su incapacidad por desarrollar ninguna de las buenas ideas de la que parte por intentar desarrollarlas todas y al final, esto se traduce en un giro argumental grotesco para intentar salvar los muebles, que por absurdo, uno no sabe muy bien si tomarse en serio o en broma, si bien queda claro que el tono del filme aboga claramente por lo primero.

A esto hay que sumarle el excesivo carácter divagador de una obra que da vueltas sobre si misma tantas veces, que termina por aburrir a la par que desorientar al espectador, perdido entre tantas idas y venidas y sin sentidos en un desarrollo que se va espesando a medida que avanzan los minutos y una historia que, valga la redundancia, lejos de avanzar, se estanca exponencialmente cuanto más nos acercamos a su aun incierto aunque ya estéril desenlace a esas alturas de la película, pues los terrenos en los que esta anda sumida, apenas dan margen alguno a la genialidad o en su defecto, a la sorpresa, que apuntaba en su mucho más elaborado y prometedor estado embrionario. Dicen que tenemos a los políticos que nos merecemos. Bien, “+1”, tras las falsas promesas electorales, tiene el desenlace que merece, ni más ni menos.

Lo mejor: Su interesante premisa, buena factura técnica y los brillantes e hipnóticos 30 primeros minutos de metraje.

Lo peor: La incapacidad por desarrollar de manera satisfactoria ninguno de los frentes abiertos y sobretodo, el desacertado giro dado en su último tercio.
 
 


Crítica: Haunter

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El director de cine canadiense Vincenzo Natali que antaño nos obsequiara con joyas como Cube y algunas no tan brillantes entregas como Splice demuestra ser un maestro a la hora de transformar historias en rompecabezas. Es, de alguna manera; otro descendiente de los relatores del horror Canuck: David Cronenberg. Como Cronenberg, Natali trata a sus personajes como conejillos de indias que poseen características o enfermedades únicas. De hecho, Natali adora las circunstancias sintomáticas que definen a sus personajes, mayoritariamente subdesarrollados; bajo el dilema Twilight Zonesco al que se enfrentan.

Esto permanece veraz en Haunter, una película sobre una casa encantada adaptada por Matthew Brian King de su propia novela. En Haunter, Lisa (Abigail Breslin, que ya ha crecido desde Little Miss Sunshine), es una adolescente angustiada que revive el mismo día una y otra vez. Haunter es como si Atrapado en el Tiempo (Groundhog Day) conociera a The Lovely Bones: mientras el Phil Connors de Bill Murray repetía el mismo día para poder apreciar mejor su vida, Lisa hace lo mismo pero es un fantasma. Y esto no es un spoiler, ya que Lisa se encarga de sacarlo a la luz rápidamente. Haunter tiene un buen comienzo, pero a medida que Natalie y King te van persuadiendo a entrar en el laberinto, se torna más difícil apreciar lo que inicialmente hacía la película un producto prometedor.

Porque es una película con forma de puzzle – King reconoce esto en una pesada línea de diálogo que compara la casa de Lisa con Pac-Man, el comecocos – la mejor parte de la cinta es el principio. Ocho minutos en la película y Lisa les cuenta a sus padres lo qué cree que está pasando: están reviviendo el día anterior a su dieciséis cumpleaños en bucle. Sus padres creen que está de guasa, evidentemente; y la ignoran. Pero pronto algunos detalles del día de Lisa empiezan a cambiar, como que su padre Bruce (Peter Outerbridge) se ponga a fumar después de cenar cuando nunca lo había hecho. Lisa intentará romper la rutina para entender qué está ocurriendo. Aunque enseguida descubrirá que están reviviendo el día anterior a ser asesinada, y su asesino (Pontypool, Stephen McHattie) va a atacar de nuevo. Y es un asesino bastante despiadado.

Antes de que King explique porqué está pasando lo que está pasando, Haunter es excepcionalmente atmosférica. El escenario juega a favor de Natali en sus dos primeros tercios haciendo que desees saber cuál es el siguiente paso. Quieres saber que hay detrás de la pequeña puerta, que hay bajo los tablones del suelo y dónde va toda esa ropa que falta. Ambas Cube y Elevated (siendo ésta un corto que ocurre por completo dentro de un ascensor) demostraron que Natali sabía cómo hacer películas de serie B. Haunter, básicamente; sigue el camino. Natali y King hacen un buen trabajo dejando miguitas de pan a los espectadores cada vez que es necesario. Es una buena señal que la mayor parte del metraje te mantenga alerta y haga que quieras saber más de lo que te cuentan.
 
Pero una vez la historia se pone bajo el foco y sus creadores te arrastran a la inevitable conclusión, sus defectos se vuelven más aparentes. Por ejemplo, Haunter va en mayor medida sobre la lucha de Lisa para entender su pasado y ser libre. Pero como la mayor parte de la trama se centra en los diversos intentos de ésta de romper la rutina, ni ella ni los otros miembros de su familia se desarrollan en algún punto de la misma. Natali y King no tienen tiempo de mostrarnos quién es Lisa. Sólo sabemos que tiene una necesidad imperiosa de saber qué está pasando, la misma que nosotros.
 
El problema es que Haunter, igual que muchas películas de terror, es esencialmente un cuento con moraleja. Lisa aprende más sobre su situación, su apuro, su aprieto; prestando más atención a su familia y a sus respectivas rutinas. Pero más allá de algunos debates entrecortados con su hermano pequeño Robbie (Peter DaCunha) y su madre Carol (Michelle Nolden), no hay mucha más chicha en ese plato.

Es bastante triste ver a una joven actriz con talento como Breslin deambular sin mucho objetivo. Breslin no es quizá lo suficientemente fuerte como para llevar todo el peso de la cinta pero el material que le han dado para trabajar tampoco se integra al final. En algún momento Lisa tiene que dejar de ser un mensaje codificado; y desgraciadamente, eso nunca pasa. Cabe destacar la labor de McHattie, que es espeluznante y aterrador cada segundo que aparece en pantalla. Como se come los minutos otorgando una terrorífica aura a las escenas en las que su sonrisa se ve involucrada. Muy a pesar, esas escenas no son suficientes para sustentar la última parte del metraje.
 
 

Crítica: Noche de Miedo 2: Sangre Nueva

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Una chica llega con su coche a una gasolinera en medio de una carretera helada perdida entre montañas. Se pone a wassapear en francés quejándose del camino y entonces algo irrumpe dentro del coche rompiendo la ventanilla del conductor. El roce con una cruz de plata que la chica lleva colgada del espejo impide que continúe su ataque por ahí. Por si algún despistado se ha colado en la sala ya sabemos que va a ser una peli de vampiros. Y por lo que pasa en los tres minutos siguientes todo parece que buena. Desgraciadamente esos minutos, en los que a la chica le da tiempo a incendiar la gasolinera e introducirse dentro de la tienda para que el espectador presencie el ataque vampírico a través de la cámara de vigilancia donde sólo se la ve a ella de pared a pared, conta el suelo y el techo y finalmente en el mostrador donde su tierno cuello adolescente es mordido, pasan muy rápido. Y lo que tenemos a continuación es una peliculilla a ratos simpática y a ratos irritante.

Una pandilla de cazurretes americanos llega a Transilvania, Rumanía para asistir a unas clases de intercambio. Entre ellos tenemos a Charley, un chico enamorado cuya exnovia Amy pasa de él y a su colega, Ed, obsesionado con los programas de Peter Vincent,“Noche de Miedo”, que devora en su tablet y pone la nota cómica y cargante a la saga creada hace años por Tom Holland. El tal Peter Vincent está casualmente en Rumanía en el castillo Poenari buscando la tumba de Vlad Tepes, Drácula. Desde la ventana del hostal espía a dos buenorracas de esas que luego uno espera encontrarse en el país referido-recuerden la fantástica saga Hostel-y que una vez que llegamos parecen esconderse bajo las piedras, enrrollándose en la ventana de enfrente. Una de ella resulta ser la mismísima Gerri Dandridge, (¿les suena?, Colin Farrel en la anterior al igual que en la original era Jerry y en la segunda parte de la saga la vampira era Regina Dandridge), la encargada de dar las clases sobre Historia del Arte Europeo en la universidad durante esa semana de intercambio, interpretada por la preciosa Jaime Murray, que no resultará desconocida a frikis y fans del terror, pues la recordamos en su papel de la escultora psicopatilla Lila Tournay en “Dexter”, como Medea en la original “Las muertes de Ian Stone”, la Gaia de “Spartacus” y películas como “Possessions”, “The Rapture” o “Devil´s Playground”.

Tras las clases nuestros chicos acuden a una ruta nocturna por los castillos vampíricos, y bueno, aquí es donde servidor se rebela. Tratan de colarnos que Bram Stoker realmente escribió Drácula no pensando en él sino en el personaje de Elizabeth Báthory, la condesa sangrienta, de la que he visto y leído todo cuanto se ha hecho...
 
Bueno, dejemos mis fricadas aparte, pronto Charley empieza a obsesionarse con la profesora, la ve en sueños hasta que una noche descubre que es un vampiro. Pero no uno cualquiera. Se trata de la mismísima condesa, aquella que en la eslovaca de 2009 “Bathory.La condesa de la sangre” Juraj Jakubisko trataba de casi canonizar dando una versión ridícula ajena a la Historia, con una sosa Anna Friel que no conseguía que en nuestra retina siguiera más que presente el personaje que bordó la Bosé en “Ceremonia sangrienta” de Jorge Grau, el más reciente de Julie Delpy en “La Condesa”, el espanto de Ingrid Pitt en la peli “La condesa Drácula” de Peter Sasdy allá por 1971 e incluso el de la desquiciada broma de terror videojueguil “Stay Alive” de William Brent Bell. La condesa Elisabeth Bathory fue una cabrona, una psicópata que asesinó a centenares de jóvenes deleitándose en sus actos, tomando sus baños de sangre rejuvenecedores maravillosamente evocados en Hostel II y sacando provecho de su dama de hierro, su potro y sus instrumentos de tortura. Y me temo que aunque la Murray esté estupenda como vampiro new age con guarida steampunk no será recordada por este papel. Se nos cuenta la historia de la condesa en cuestión a través de unas secuencias de animación y el director se saca de la manga una leyenda: Necesita la sangre de una virgen nacida a medianoche bajo la luna llena para volver a caminar bajo la luz del día... Incluso la hace responsible del asesinato de la Dalia Negra (Ay, Omá).

Las desapariciones de alumnos empiezan a sucederse en la ruta de los castillos y los amigos de Charley no le creen. Así que tendrá que luchar con todos sus medios y la ayuda del televisivo Peter Vincent, mucho menos eficiente que nuestro Íker Jiménez, para evitar que sus amigos y él mismo acaben convertidos en chupasangres.
 
LA SAGA

Allá por el 85, Tom Holland, director de “Muñeco Diabólico”, capítulos de “Historias de la cripta” y “Masters of horror”, asi como de las adaptaciones de King: “Maleficio” y “Langoliers” encaraba “Fright Night”, una parodia del Drácula original de Stoker y de las películas de vampiros clásicas, de las que vivió sobre todo la productora Hammer en la década de los 60. Y pese a no ser un peliculón, tuvo un relativo éxito entre crítica y público, ávido de risas y sustos en una misma peli. El mayor problema es que como sucede en toda parodia, el referente que se homenajea está muy presente y la previsibilidad una vez que se abandona la sorpresa lastra el resultado. Pero Holland creó unos personajes estupendos, con carácter y carisma y cierto homenaje cinematográfico (El matavampiros de la saga, interpretado en la original por Roddy McDowall, se llama Peter Vincent, en claro homenaje a Peter Cushing y Vincent Price.) y supo dar un toque moderno y ochentero a la producción con efectos decentes, buena banda sonora y un estilo muy propio.

De los 9 millones que más o menos costó, acabó recaudando mucho más, por lo que tres años después, esta vez bajo la dirección de Tommy Lee Wallace y recuperando parte del cast original llegó la secuela “Fright Night II”, siendo ahora la mala malísima y seductora Julie Carmen en el papel de Regine Dandridge, dispuesta a vengar la muerte de su hermano Jerry en la original, interpretado por el estupendo Chris Sarandon. Si bien es cierto que pierde el componente original, cosa esperable y evidente, esta segunda entrega de la noche de miedo, cumple exactamente los mismos requisitos que la original. Consigue fácil y sobradamente su máximo objetivo, entretener. El inicio es bastante bueno, usa más el gore de la época y la candidez e inocencia de antaño se quedan a un lado para hacer una película que sigue parodiando y asustando con sus mejores bazas y a pesar de un guión flojo, utiliza el reclamo de la tensión sexual y una galería de personajes divertidísimos para hacernos pasar un rato genial.

La caja esta vez fue menor y la idea original de que conformaría una trilogía se desvaneció en el tiempo.

Pasaron los años y en el 2011, en plena fiebre de remakes le tocó el turno a “Noche de Miedo”, en el momento más justificado, en pleno boom del fenómeno vampírico post “Crepúsculo”. Se encargó la dirección a Craig Gillespie, que había debutado años atrás con la surrealista y deliciosa “Lars y una chica de verdad”. Hizo un papel bastante decente, con una dirección efectiva y efectista y aunque al principio a la cinta le cuesta despegar pronto llegan las buenas secuencias de acción, el gore y la casquería fina, los efectos especiales decentillos y uno de los claros reclamos del remake, el guapérrimo Colin Farrell como Jerry, aunque el que acaba siendo la gran revelación como Peter Vincent es David Tennant, esta vez como mago de las Vegas absolutamente delirante. No olvidemos además que la fotografía es de nuestro Javier Aguirresarobe y que por la peli desfilan también actrices estupendas como Toni Collette.
 
A pesar de ser un remake decente, no para tirar cohetes, pero justificado y bien resuelto no recuperó la millonaria inversión ni haciendo uso del truquito de las 3D.
 
Y este mes se lanza en Estados Unidos, directamente al mercado del DVD y el Blu-ray la secuela que acabo de analizar. Se ve que con el mal funcionamiento en taquilla del remake se decidió recortar las pelas al máximo.

Se encargó la dirección a Edu Rodríguez, director de la desconcertantemente aquí no estrenada “Curandero” del 2005, de varios capítulos de “Fear Itself”, de “El gringo” y la regulera “Stash house”, ambas del 2012. Y teniendo en cuenta los cortos recursos, siendo justos hay que decir que “Fright Night 2: New Blood” no está del todo mal y hará las delicias de los aficionados al tema vampiro.

Lo mejor: Con diferencia, Jaime Murray, preciosa. La música de Luis Ascanio, notable y la fotografía de Yaron Levy decente.
 
Lo peor: Pues... Aburre a ratos y es sólo apta para vampirófilos.A mí, desgraciadamente los vampiros dejaron de darme miedo con la estupenda serie True Blood, cuando me di cuenta de que eran mucho más interesantes, atractivos, inteligentes y morbosos que el resto de mortales e inmortales.

 

"Ghost Burger", el fantasma del retrete regresa

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El debutante Lee Hardcastle, quien participa en esta antología después de haber sido elegido por votación en el concurso organizado por Drafthouse, tiene la osadía de presentarse en sociedad con un producto muy superior a lo ofrecido por algunos directores ya contrastados que se han retorcido con más pena que gloria por las entrañas de esta criatura.

Y de entrañas trata precisamente la historia del amigo Hardcastle, quien con un buen puñado de plastelina, da forma (nunca mejor dicho) a una historia inspirada claramente en la serie B y en el cine de terror de los 80, con criaturas grotescas de corte Lovecraftiano, mucha sangre, mucho gore y sobretodo, mucho humor negro. Un viaje retrospectivo a nuestra propia infancia, un eco de aquellos miedos nocturnos que nos atormentaban cuando éramos críos y no tan críos, que ahora supuran de nuevo a la superficie gracias al impecable trabajo de animación que se esconde detrás de esta sencilla, pero preciosista propuesta, en la cual, además del fantástico diseño artístico (atención a la expresividad de las caras) y de las espectaculares secuencias gore que atesora, destaca sobremanera por su macabro sentido del humor. Vamos, una pequeña maravilla que hará las delicias de los aficionados más clásicos.

Moraleja adicional con aplicación práctica en la vida real: Cuando aprieta el ojete y oyes la llamada de la selva, no hay monstruos que valgan. La lucha por la supervivencia, comenzado ha.

Si tiene la consistencia apropiada, se puede hacer un “ghost”: Técnica y artísticamente, una gozada. Su sentido del humor, brutalidad y la lograda sensación de terror que transmite el pequeño de la familia.

De ahí para abajo, natillas (sin galleta) y poco más: Que algunos se gasten millonadas en hacer una película de animación y luego venga un señor de a pie y se casque una maravilla como esta con cuatro duros.
 
Hemos querido comenzar esta noticia recuperando un fragmento de la crítica que le dedicamos en su día a la interesantísima antología de cortos de terror, “The ABCs of Death”, en concreto del segmento dirigido por el debutante Lee Hardcastle, quien con “T is for Toilet”, relato de horror fantasmagórico perpetuado íntegramente con plastelina, sorprendió a propios y extraños (servidor incluido) en el que a la postre fue, uno de los más destacados cortos de la colección. Pues bien, el bueno de Lee, regresa a hora con “Ghost Burguer”, épica secuela de “T is for Toilet” que se desarrolla 12 años después de los hechos acontecidos en la primera parte.
 
Un diseño artístico despampanante, mucho humor negro, gore a mansalva y toda clase de entes sobrenaturales, se dan cita en un corto plagado de influencias al cine de terror moderno, tales como “Phantasm”, “Jóvenes Ocultos” o “Cazafantasmas”. El corto dura 22 minutos que no tienen ni uno de desperdicio y aunque aun no se puede ver con subtítulos, se sigue perfectamente en su inglés nativo. Que nadie se lo pierda.
  

Crítica: Retornados

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La humanidad convive con los “Retornados”, gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una Proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, oculta una poderosa razón: su pareja, Álex, es un “retornado”. También tiene un drama familiar que la hace sensible a la situación que viven los infectados y sus familiares.

El caos se desata cuando el Gobierno anuncia la escasez de la Proteína y la paralización de las investigaciones, obligando a todos los infectados a ingresar en un centro militar de alta seguridad. Temiendo lo peor, Kate y Álex deciden no acatar las órdenes y huir. Su cuenta atrás por la supervivencia ha comenzado.

“Retornados” (2013), de Manuel Carballo, es una brillante propuesta que se aleja del film de zombies comercial destinado a las masas de público sedientos de gore. Bajo esta producción hispano-canadiense hay un drama humano y una sincera historia de amor, pero también suspense bien desarrollado por el guionista Hatem Khraiche (quien ya se había encargado también del guión de otra reciente producción española de éxito: "La Cara Oculta" de Andrés Baiz) .

Ante la saturación de los zombies films de los últimos años y el acomodamiento del público ante la falta de ideas de los autores, me dispuse a visionar “Retornados” curado de espantos en la sala del Auditori, en el marco del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013, donde competía el film en su Sección Oficial Fantàstic Sitges 46. Lo que me encontré es con algo totalmente diferente a lo que me imaginé. Una grata sorpresa.

Manuel Carballo, responsable de títulos como “La Posesión de Emma Evans”, arriesga con una perspectiva distinta. Primero nos encontramos con una epidemia equiparable a la peste, pero a diferencia que en “Contagio”, aquí las autoridades sanitarias si la tienen controlada o eso es lo que parece. Entonces, cunde el pánico cuando empieza a escasear la Proteína que mantiene a los infectados aferrados a su humanidad. La falta de información de las autoridades crea una tensión que se palpa. Algo horrible va a ocurrir. Por su parte, Kate intenta mantener la calma. Su novio es un “retornado” pero no se trata en un hospital, sino en casa, a través de la Proteina que le suministra ella; comprada clandestinamente a una enfermera de su hospital.
 
Para añadir más tensión a la trama, los hospitales comienzan a ser asaltados por grupos de individuos enmascarados. Una parte de la sociedad no tolera a los “retornados” y estos grupos son el brazo armado de esa minoría. Comienzan a robar las vacunas y a matar a los infectados sin miramientos. En una escena vemos como las enfermeras entran en el Área de infectados y observan la masacre. Kate recoge un peluche manchado de sangre. Aquí los zombies son los humanos. Todo ello se asemeja a la persecución religiosa, racial o homófoga. Esto último tan actual que da escalofríos y si no mirar lo que pasa en Rusia con los gays. Por supuesto, la policía no hace nada al respecto y Kate y Alex deciden huir cuando el Gobierno ordena que los infectados vayan a un centro militar de alta seguridad. Pero no estarán solos; dos amigos de la pareja les acompañan.

En otra de esas escenas que Carballo resuelve eficazmente, vemos como Alex le confiesa a sus amigos en medio de una cena que es un “retornado”. Una situación difícil porque un “retornado” sería algo parecido a un enfermo de sida o un ezquizofrénico. El miedo al rechazo es importante, por eso Alex ha decidido ocultarlo a los allegados y por eso cuando las cosas se ponen difíciles decide salir del armario. A medida que avanza la trama, los personajes tomarán decisiones más allá de la moralidad.

Con rostros conocidos como Emily Hampshire o Kris Holden-Ried, cuenta además con la presencia de dos actrices españolas, Melina Matthews y Claudia Bassols. Todos en la película actúan con coherencia a sus personajes, desde la desesperación creciente conforme avanza la historia de Kate y Álex, al giro de guión que envuelve a las dos actrices españolas.

“Retornados” no reinventa el género, pero resulta fresco y sus ideas están bien ejecutadas. Lo suficiente para que sea entretenido a pesar de caer en algunos tópicos. 
 
 

Crítica: H20

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Como homenaje por el vigésimo aniversario de la saga Halloween, Michael Myers regreso una vez más en pleno auge del nuevo cine slasher iniciado por el éxito de “Scream". Vigila quién llama” (“Scream”, 1996, Wes Craven).

“Halloween H20: veinte años después” (“Halloween H20, 20 years later, 1998, Steve Miner) es la séptima entrega de la saga y pasa por alto la tercera, cuarta, quinta y sexta parte, suponiendo que Myers lleva veinte años oculto después de acosar a la joven Laurie Strode. Ésta, hermana de Myers, fingió su muerte en un accidente de tráfico y cambió su nombre por el de Keri Tate para no ser encontrada por el psicópata (cuyo cuerpo nunca fue encontrado entre los restos del incendio con que se cerraba “Halloween II”) y vive desde entonces apartada en una pequeña ciudad con el recuerdo permanente de aquella pesadilla.

En la actualidad Laurie es profesora de un colegio privado, está divorciada, el recuerdo de su pasado le lleva a la bebida, mantiene una relación con Will Brennan (Adam Arkin), el psicólogo de la escuela, y tiene un hijo un tanto rebelde de 17 años (interpretado por un debutante Josh Hartnett) llamado John, con la misma edad con la que fue atacada ella por el psicópata Michael Myers. La fiesta de Halloween está a punto de celebrarse una vez más y parece que esta vez no se va a celebrar en paz. Laurie, John, la novia de éste, Molly (Michelle Williams), y sus amigos, Charlie (Adam Hann-Byrd) y Sarah (Jody Lyn O'Keefe) tendrán que vérselas con un Michael Myers discreto y maquinador.

“H20” supone la mejor secuela de la franquicia debido a una correcta dirección de Steve Miner, quien ya había dirigido dos entregas de la saga “Viernes 13” (concretamente la segunda y tercera parte); un interesante guión de Robert Zappia y Matt Greenberg sin demasiadas complejidades, que añade pinceladas de humor (observen el personaje del guarda de la escuela) y, como en el film de Carpenter, otorga una excelente atmósfera y un ritmo sosegado; la supervisión del productor ejecutivo Kevin Williamson, guionista de “Scream”, quien redactó la sinopsis del film de catorce páginas; y el regreso a la franquicia de Jamie Lee Curtis dieciocho años después (su última participación fue en “Halloween II: ¡Sanguinario! -”Halloween II”, 1981, Rick Rosenthal-).

Memorable el momento cuando Curtis hace frente ella sola y hacha en mano a su hermano haciendo frente a la vez al miedo que tiene de su perseguidor. Y aún más memorable es la lucha final que nos enseña lo que hubiera sido un digno final para Myers si no fuera porque se siguió exprimiendo la saga con secuelas posteriores: la ridículo e innecesaria “Halloween: Resurrection” (2002) y los irregulares a la vez que en parte fascinantes films de Rob Zombie “Halloween. El origen” (“Halloween”, 2007) y “Halloween II” (“Halloween II”, 2009).

“H20” consiguió recaudar 55 millones de dólares con un presupuesto de diecisiete millones por lo que el proyecto fue todo un acierto. Tras el éxito de “Scream”, Miramax -a través de su división especializada en cine fantástico y de terror llamada Dimension Films- revitalizó la saga después de haberla comprado en 1994. Cuatro años después se estrenaría la que es hasta el momento la peor entrega de la franquicia: “Halloween Resurrection” (2002, Rick Rosenthal).

En el film hay un papel pequeño para la mítica Janet Leigh (“Psicosis”), madre de Curtis. Su personaje se llama Norma, al igual que la madre de Norman Bates. Otro pseudo homenaje a “Psicosis” es el momento en el que el personaje de Leigh se dirige a su coche, el mismo que usó en la película de Hichcock.

Es una pena que Donald Pleasence no pudiera intervenir ya que falleció en 1995 poco después de su participación el rodaje de "Halloween 6: La Maldición de Michael Myers". La película participó en la Sección Oficial largometrajes a concurso del Festival Internacional de Cine de Sitges del año 1998.

LO MEJOR: El enfrentamiento del personaje de Curtis contra Myers.

LO PEOR: La muerte de sus víctimas son poco originales.

 

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