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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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FICX 52, el festival internacional de Gijón, llega a su fin

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Parecía interminable y que jamás iba a llegar el día de su clausura, pero ayer domingo, con las proyecciones de las pelis galardonadas el FICX llegó a su fin, en una edición bastante deslabazada, demasiado sesuda nuevamente y con un apartado, el de “Géneros Mutantes”, que es el que más nos puede gustar a los cuervos, directamente copiado de Sitges con un par de buen aderezos.

La cinta india Titli se ha alzado este año con la ‘butaca de oro’, (una reproducción exacta, a escala, de una butaca del emblemático Teatro Jovellanos de Gijón), el máximo galardón del 52 Festival Internacional de Cine de Gijón. Ópera prima de Kanu Belh, se lleva los premios a Mejor Película y Mejor Actriz, Shivani Raghuvanshi. El jurado ha querido reconocer una arriesgada apuesta dentro de la cinematografía inidia que marca distancias con los grandes estudios de Bollywood pero que se hace lenta y algo pesada en mi opinión. 

El iraní Nima Javidi,director de Melbourne, es otro de los nombres propios con sitio en el palmarés con los premios a Mejor Director y Mejor Guión. 

Dawid Ogrodnik recibe el premio al Mejor Actor por su interpretación en la producción polaca Life feels good, cinta que ha sido reconocida además con el premio ‘Gil Parrondo’ a la Mejor Dirección Artística para Joanna Wojcik. 

La cinta griega Xenia, una de mis dos preferida de este año, se alza con el Premio Especial del Jurado y al menos no se va con las manos vacías. 

Por otro lado, la española Fuego arrasó entre los espectadores consiguiendo llevarse el Premio del Público, mientras que el FIPRESCI de la crítica internacional ha recaido en la francesa Party girl, mi otra preferida. 

El primer premio de la sección DocuFICX, una de las novedades de este año, ha recaído en la película franco-alemana No Land’s Song mientras que la cinta preseleccionada para los Oscar en la categoría de animación Song of the sea, todo un prodigio de animación clásica y preciosista se ha llevado el máximo galardón de AnimaFICX. 

El cortometraje canadiense Prendes-moi de Anais Barbeau-Lavalette y André Turpín, tras ser distinguido con el premio al Mejor Cortometraje entra directamente en la carrera por el Oscar, ya que el Festival Internacional de Cine de Gijón es uno de los cuatro únicos festivales en España que la Academia de Hollywood reconoce como ‘preseleccionador’para sus galardones, sus doradas estatuillas. 

La Programación del FICX 2014 se ha distribuido en varias secciones: Sección Oficial Largos, Sección Oficial Cortos, Enfants Terribles, AnimaFICX, Géneros Mutantes, Gran Angular, Rellumes Convergencias, DocuFICX, Ciclo Bill Plympton, Ciclo Brillante Mendoza, Día d'Asturies y las Noches del Corto Español entre otras. 

El Jurado Internacional de la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, ha estado integrado por Santiago Zannou, Alberto Ammann, Hebe Tabachnik, Natalia Verbeke y Cristóbal Arteaga y ha concedido los siguientes premios a loslargometrajes participantes en la Sección Oficial:

PREMIO PRINCIPADO DE ASTURIAS AL MEJOR LARGO: Titli de Kanu Behl,(India, 2014). 
PREMIO AL MEJOR DIRECTOR: Nima Javidi por Melbourne (Irán, 2014). 
PREMIO AL MEJOR ACTOR: Dawid Ogrodnik porLife Feels Good (Polonia, 2013). 
PREMIO A LA MEJOR ACTRIZ: Shivani Raghuvanshi por Titli (India, 2014). 
PREMIO AL MEJOR GUIÓN: Nima Javidi por Melbourne. 
“GIL PARRONDO” a DIRECCIÓN ARTÍSTICA: :Joanna Wojcik por Life Feels Good (Polonia). 
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO Xenia de Panos Koutras(Grecia, Bélgica, Francia, 2014). 

El Jurado Internacional de la sección ANIMAFICXd e la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, integrado por: Jordi Sánchez Navarro, Tomás Lunák y Ricardo Ramón, ha concedido el PREMIO ANIMAFICX a Song of the Sea de Tomm Moore (Irlanda, Luxemburgo, Bélgica,Francia, Dinamarca, 2014). 

El Jurado Internacional de la sección DOCUFICXde la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, integrado por Edmon Roch, Javier Martín-Domínguez, Valentí Figueres y Loris Omedes, ha concedido el PREMIO DOCUFICX a No Land’s Song de Ayat Najafi (Alemania, Francia, 2014). 
El Jurado otorga, además, Mención Especial a El misterio del rey del cinema de Elio Quiroga (España, 2014). 

El Jurado FIPRESCI de la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, integrado por Amber Wilkinson, Eduardo Guillot y Victoria Smirnova ha concedido el PREMIO FIPRESCI a: Party Girl de Marie Amachoukeli,Claire Burger, Samuel Theis (Francia, 2014).

El Jurado de cortometrajes de la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón,integrado por José Esteban Alenda, Beatriz Sanchís, William Miller y Mikel Rueda ha concedido los siguientes premios a los cortometrajes participantes en la Sección Oficial: 

PREMIO PRINCIPADO DE ASTURIAS AL MEJOR CORTOMETRAJE: Prends-moi de AnaisBarbeau-Lavalette y André Turpin (Canadá, 2014).
PREMIO AL MEJOR DIRECTOR DE CORTOMETRAJE:Piotr Złotorowicz por Mother Earth (Polonia, 2014).
PREMIO AL MEJORACTOR DE CORTOMETRAJE:Miroslaw Baka por Mother Earth (Polonia, 2014).
PREMIO A LA MEJOR ACTRIZ DECORTOMETRAJE Amalie Lindegård por 2Girls 1 Cake (Dinamarca, 2013).
PREMIO AL MEJOR GUIÓN DE CORTOMETRAJE ex aequo: KevinBarry por Breakfast Wine(Irlanda,2013) Jens Dahl por 2 Girls 1 Cake(Dinamarca, 2013).
PREMIO “GIL PARRONDO” A LA MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA DE CORTOMETRAJE: Katarzyna Jędrzejczyk por Mother Earth (Polonia,2014).
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Breakfast Wine de Ian Fitz Gibbon (Irlanda, 2013).

El público de la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón ha concedido los siguientes premios: 

PREMIO “FUNDACIÓN FORO JOVELLANOS DELPRINICIPADO DE ASTURIAS” a la mejor película de la Sección Oficial a Fuego de Luis Marías (España, 2014).
PREMIO “RELLUMES” a la película: Traitors de Sean Gullette (Marruecos,USA 2013).
PREMIO AL MEJOR LARGOMETRAJE DE LA SECCIÓN GRAN ANGULAR FICCIÓN a: Samba de Olivier Nakache y Eric Toledano(Francia, 2014).
PREMIO “TIERRA ASTUR” AL MEJOR LARGOMETRAJE ASTURIANO, SECCIÓN GRAN ANGULAR a: Por la puerta grande de Asur Fuente.
PREMIO AL MEJOR CORTOMETRAJE ASTURIANO DÍA D’ASTURIES a: Mírame de José Luis Velázquez y HéctorHerrería.

Los jóvenes espectadores de la sección “Enfants Terribles” por medio de susvotaciones, han otorgado los siguientes premios: 

PREMIO ENFANTS TERRIBLES AL MEJOR LARGOMETRAJE HASTA 12 AÑOS Fiddlesticks de Veit Helmer (Alemania, 2014).
PREMIO ENFANTS TERRIBLES AL MEJOR LARGOMETRAJE A PARTIR DE13 AÑOS About a Girl de Mark Monheim(Alemania, 2014).

El Jurado Joven de la 52ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, formado por jóvenes de entre 17 y los 25 años,ha otorgado los siguientes premios: 

PREMIO DEL JURADO JOVEN AL MEJOR LARGOMETRAJE: Melbourne de Nima Javidi.
PREMIO DEL JURADO JOVEN AL MEJOR CORTOMETRAJE: Leidi de Simón Mesa Soto.

El Jurado de la sección “Día D’Asturies”, FORMADO por Jaime Fernández Miranda, Isabel Friera y Antonio Virgili ha concedido el premio “DÍA D’ASTURIES”, patrocinado por TPA, al cortometraje:Mírame de José Luis Velázquez y Héctor Herrería. 

El jurado de la segunda edición de “ValetudoDVD-Ven y Estrénate en FICXixón”, formado por Luis Ferrón, Antonio Zubálburu, Amanda Castro y Guillermo Garcíaha concedido el “PREMIO VALETUDODVD” al corto: Metros útiles de David Cervera. 

El jurado formado por Guadalupe Arensburg, David Rodríguez y Nacho Carballo ha concedido el premio “PROYECTO CORTO CANAL + - PECERA ESTUDIO 2014” al proyecto de cortometraje titulado: La colchoneta, producido por Kowalski Films y Misent Producciones y dirigido por Roberto Bueso. 

Si se os hace un coñazo leer el palmarés, imagináos por un momento las dimensiones megalomaniacas de un festival que crece y crece y crece aunque no tanto en calidad como quizás debiera, pero que desde luego se convierte en una cita ineludible para la cultura en Gijón. 

Entre las Actividades Paralelas de este año caben destacar: elTaller "El actor frente a la cámara" con Irene Visedo, varias Clases Magistrales, Cafés y charlas desde el Dindurra con participantes y jurados, Mujeres de Cine, filMO - Festival de Cine de Bolsillo y la Misión Comercial Inversa México en Asturias, así como las Exposiciones del FICX52: Designed by Yvonne Blake, Clicks Love Gijón y Objetivo FICX. 

Y mi parte favorita de cada Festival de Cine de Gijón año tras año, la sección Géneros Mutantes, ha traido este año los Largometrajes: 

-The Dark Valley, Das finstere Tal, Austria, Alemania, de Andreas Prochaska 
-The World of Kanako (Kawaki)Japón, deTetsuya Nakashima 
-It Follows ESTADOS Unidos, deDavid Robert Mitchell 
-Neuroworld España 
-Aux yeux des vivants, Among the Living, Francia, de Julien Maury, Alexandre Bustillo 
-Cold in July ESTADOS Unidos, deJim Mickle 
-Under the Skin, Reino Unido, de Jonathan Glazer 
-Faro sin isla, España de Cristóbal Arteaga 
-The Zero Theorem, Reino Unido, Rumanía, Francia, del homenajeado este año Terry Gilliam.

Y los Cortometrajes: Ghost Train Irlanda de Lee Cronin, Reflections, Reino Unido, de Adam Randall, Room 8, Reino Unido, de James W. Griffiths y The Nostalgist, Reino Unido, de Giacomo Cimini. 

En La Noche Innombrable se proyectó What We Do in the Shadows, de Taika Waititi y Jemaine Clement que tánto gustó en Sitges y el corto español Cólera, de Aritz Moreno. 

Cada noche hemos tenido fiesta y conciertos, como los de Marlango, The House of God, Terence Parker, Pau Roca, Gon, Abu Sow, Rafa Kas Trio, Mbolados, Javi y los Paramétricos, The Lucky Dados, Alex O’Dogherty y La Bizarrería, Laperla, Molotov Jukebox, Supersonora, Kresy, DJ Amable y Jesús Ordovás.



Artículo: La ouija sigue de moda

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LA OUIJA SIGUE DE MODA: “The Ouija Experiment” y “I am Zozo”.

La ouija, la dichosa tablita para contactar con espíritus, entes o seres del más allá es claramente un imán de desgracias y males. Según los “expertos” su origen se remonta a distintas culturas, cientos de años antes de Cristo y tanto en la sociedad como en el cine, desde casi sus inicios, ha tenido momentos de esplendor. 

En el cine, que es lo que aquí nos ocupa, la Ouija ha estado siempre, o casi, satanizada, tratada en el género de terror como la puerta para contactar con una entidad maligna que acaba destrozando la vida de aquellos que le perturban.

El esquema suele repetirse siempre: Grupo de jóvenes (en mayor o menor estado de embriaguez) deciden “jugar” con el tablero y o bien “no se despiden” del espíritu de turno o directamente son poseídos por él. 

Son muchas las pelis que se han centrado exclusivamente en la ouija, pero más aún son las que la han incorporado a un argumento terrorífico como añadido busca sustos. Me viene a la mente “Lo que la verdad esconde”, una cinta en mi opinión estupenda en la que la prota (la Pfeiffer) y su amiga medio bruja tratan de contactar con el espíritu de la casa de Harrison Ford. La tabla aparece en unos cinco minutos de la cinta, pero cumple con su cometido aterrador como en pocas ocasiones. Otro ejemplo en el que la ouija desata el terror que luego se explora tremendamente bien, es “El exorcista”, donde la terrorífica niña Reagan juega con su amigo invisible con la tabla, antes de fastidiar el fiestón materno meándose en la alfombra turca del salón en plena tocata de piano. La lista de pelis que centran su argumento en la ouija es extensa. 

Destacaré las siguientes, no todas buenas, ni mucho menos, (de hecho la mayoría son pura bazofia): Crazy Again (2006 documental) Derren Brown: Séance (2004 documental) Golden Earrings (2010) Charlie Chan's Secret (1936) Gekijô ban Kara no kyôkai: Dai san shô - Tsukakû zanryû (2008) Black Ribbon (2013 cortometraje) La ville des pirates (1983) Digging to China (1997) My Summer of Love (2004) Ways to Live Forever (2010) September (1987) What Lies Beneath (2000) Tempus Fugit (2008) Solamente nero (1978) Only You (1994) Böse Zellen (2003) Paranormal Activity (2007) T2 (2009) Ju-on: Shiroi rôjo (2009) La noche de enfrente (2012) Deadly Messages (1985 TV movie) Revival of Evil (1980 documental) Escalofrío (1978) 13 Ghosts (1960) The Slim Shady Show (2001 video) Bunshinsaba (2004) Mag-toning muna tayo (1981) Kisses for Breakfast (1941) Paranormal Activity 2 (2010) Sunday on the Rocks (2004) Tisoy! (1977) Spirit of the Glass (2004) Vackert väder (1996) The Buried Secret of M. Night Shyamalan (2004 TV movie) Left in Darkness (2006 video) Grave Encounters 2 (2012) Ouija (2007) Twixt (2011) A Haunted House (2013) St. Patrick's Day (1997).

La lista como ven es inacabable... Y cabrían más cintas como Gin gwai 10 (2005), Don't Panic (1988), Blood Night (2009), The Dark Chronicles (2011), Spirit Trap (2005), Drive Thru (2007), Ouija (2006), Is Anybody There? (2002), Greetings (2007), The Unleashed (2011), Malefic (2003), Amityville 3-D (1983), 19 Doors (2011), Satanic Sluts III: Scandalized (2009), Seance: The Summoning (2011), Holy Terror (2002 video), Hunch (2003), Death on Demand (2008), Exorcism: The Possession of Gail Bowers (2006), Satanic (2006) y otras tantas... 

Como ya he dicho, la mayoría de títulos de la lista son bastante malejos. Voy a presentarles los que por un motivo u otro han sido parte de mi bagaje de cinéfago antes de criticar dos de las últimas que he visto y que reflejan un poco la cara y la cruz de lo que el cine ha hecho con el tema: “The ouija Experiment”, un auténtico truño intragable y “I am Zozo”. Una peli modesta, infantil y bastante básica pero al menos digerible. 

-“The Spirit Box” (capítulo 15 de la primera temporada de la serie Fear Itself, NBC) 2009, del Director Rob Schmidt, con Anna Kendrick, Martin Donovan, Jessica Parker Kennedy, Mark Pellegrino, Samantha Hill y Teresa Hung. En la noche de Halloween dos estudiantes aburridas deciden divertirse un rato con una tabla Ouija. Ninguna de las dos se lo toma muy en serio, pero pronto comienzan a creer en la posibilidad de que un espíritu está en la tabla, el de Emily D'Angelo, una chica que estudió en su instituto y que murió hace unos años ahogada en extrañas circunstancias.

 -“Seance” 2006, Estados Unidos, de Mark L. Smith, con Adrian Paul, Kandis Erickson, Bridget Shergalis, Tori White, Chauntal Lewis, Jack Hunter, Brandon Smith, Emily O'Brien, Joel Geist, Mike Kimmel, Andrew Welsh. Un grupo de estudiantes, Lauren, Diego, Melina y Grant organizan una sesión de Ouija para liberar el fantasma de una niña que "habita" en el dormitorio de uno de ellos. Inocentes y desconocedores de los riesgos que supone usar la tabla de forma incorrecta, llevan a cabo la sesión atrayendo no al espíritu de la niña sino el de su asesino. 

-”Bunshinsaba” (Ouija Board) (Witch Board) 2004, de Corea del Sur, dirigida por Ahn Byeong-ki y con Gyu-ri Kim, Se-eun Lee, Seong-min Choi y Yu-ri Lee. Tres amigas de instituto maltratadas por sus odiosas compañeras de clase, invocan al espíritu de una antigua alumna que murió 30 años atrás y las chicas que les hacían la vida imposible empiezan a morir en extrañas circunstancias. 

-”Ouija” 2004 España, de Juan Pedro Ortega García, con Ricard Sales, Montse Mostaza, Carlos Olivella, Núria Font, Jaume García, Jon Inciarte, Victoria Lepori, Óscar García, Gemma Prats... Clara, estudiante de periodismo, acaba de llegar al pueblo donde va a pasar sus vacaciones. Allí conoce a Víctor, un apasionado de las ciencias ocultas que rápidamente quedara fascinado por los encantos de Clara. Juntos forman un grupo de jóvenes que se reunirán para vivir una experiencia divertida a la vez que peligrosa: hacer una sesion de Ouija. Contactan con un ente que se comunica con los jóvenes a traves de la Ouija, proponiéndoles juegos eróticos e insinuantes que provocan la curiosidad de todos. Una sesión tras otra, el ser pierde paulatinamente su aparente inocencia, y empieza a poner a prueba a los participantes exigiéndoles que hagan cosas para él. Uno de ellos se rebela y poco despues, sufre un brutal accidente. El grupo se divide entre los que creen que ha sido una casualidad y los que creen que es un castigo del ente malvado. A partir de este momento, una serie de misteriosos acontecimientos se sucederán en torno al grupo. Todos desconfian de todos, y ya nadie esta seguro de lo que realmente ocurre. La única forma de averiguar la verdad y terminar con toda esta pesadilla es seguir haciendo Ouija. 

-”Witchboard” 1986, de Kevin Tenney, conTodd Allen, Tawny Kitaen, Clare Bristol, Burke Byrnes, Gloria Hayes, Kathleen Wilhoite... Una cinta que marcó mi infancia y que me hizo pasar algunas de mis primeras pesadillas y que vista hoy ha envejecido mal, pero mal, mal... Nos cuenta cómo Jim y Linda, decididos a vivir juntos, se mudan a una mansión victoriana en el pequeño pueblo de Fairfield y celebran una fiesta de inauguración en la que Brandon propone usar el juego de la "Ouija". Tras contactar con el espíritu del pequeño David, Linda (diabólicamente obsesionada con el juego) empieza a jugar sola con el tablero y empieza a distanciarse de Jim... 

-”Witchboard 2: The Devil's Doorway” (Witchboard: The Return), la secuela, también de Kevin Tenney, ya infumable, con Ami Dolenz, Timothy Gibbs, John Gatins, Laraine Newman, Christopher Michael Moore, Sarah Kaite Coughlan... Una mujer joven comienza a recibir mensajes a través de un tablero de ouija, demandando ser del inquilino anterior de su apartamento. Las demandas anteriores del arrendatario la asesinan, pero no hay expediente de un asesinato o de su muerte. 

-”Witchboard III: The Possession” (Witchboard 3)1995, de Peter Svatek con guión de Tenney y con David Nerman, Elizabeth Lambert, Cedric Smith, Donna Sarrasin... Cierre de la trilogía con mejores efectos pero triste guión baratillo en el que una mujer debe liberar una batalla contra las fuerzas sobrenaturales que se liberan a través de su tablero de Ouija. 

-”Long Time Dead”, 2002, de Marcus Adams con Joe Absolom, Lara Belmont, Melanie Gutteridge, Lukas Haas, James Hillier, Alec Newman, Mel Raido, Marsha Thomason y Tom Bell. Peli británica que nos sitúa en Londres con un grupo de estudiantes que en medio de una fiesta se desafían mutuamente a jugar con una oüija. La broma se convierte pronto en una experiencia inquietante: el vaso deletrea el mensaje "todos mueren". Liam es el que peor se lo toma; sale huyendo de la habitación y se refugia en el tejado. Su novia Annie consigue calmarle un poco y luego le deja para ir a buscar su inhalador. Un momento después Liam ve el cuerpo achicharrado de Annie que rompe el techo de cristal y va a estrellarse contra el suelo del salón donde estaban celebrando la fiesta. Destrozados por lo sucedido, Liam y sus amigos se retiran para descansar. A media noche los despierta Webster. Ha descubierto algo en el video que grabaron en la fiesta: una visión aterradora de Annie huyendo de algo, perseguida por una sombra de la que apenas se distingue nada. Esta es sin duda una de mis películas preferidas sobre Ouijas. Sustos adolescentes, pocas pretensiones y puro entretenimiento que hoy, doce años después, sigue funcionando. 

Y vamos ya a lo que nos traía por aquí, las críticas de “The Ouija experiment” y de “I am Zozo”.

-”THE REALM: The Ouija Experiment” 2011. Bazofia SI/NO/HOLA/ADIÓS

El director, productor y guionista de semejante truño se llama Israel Luna y nos presenta un proyecto que algunos han calificado como “cine independiente” y yo no pasaría de “rodado entre colegas tras borrachera en casa rural”, con un reparto espantoso, de lo malo lo peor, formado por Justin Armstrong, Dave Clark, Miranda Martinez, Swisyzinna, Taylor Terry, Carson Underwood y Eric Window. 

Haré una breve sinópsis del disparate, aunque como ya se imaginan, no hay nada nuevo... Un joven de esos que cuelgan todo lo que hace en su anodina vida diaria en youtube, decide grabar una sesión de Ouija en casa de un colega. Invitadas están la hermana del colega y la novia cornuda de éste. El experimento funciona y le rebela a la cornuda sus cuernos, por lo que el mazas chungo se lleva la tabla y no permite que se cierre la movida como hay que hacerlo... Vamos, que la cagan como en el 99% de estas cintas y de la misma forma. 

Con un presupuesto como para abastecer de frutos secos a un zoo por la tarde y un reparto que parece sacado del mismo zoo cobrando obviamente en especie (cacahuetes, fijo), la peli no puede bordear los límites del patetismo más rotundamente. Tres tipejos chungos sacados del Bronx haciendo sus chunguerías ante la cámara y un final para redondearlo todo, de pura peli antena3 a las 4 de la tarde con asesinato parricida de niña de por medio, todo ello con un alarde de efectos especiales (especialmente malos) y sustos sacados del tren de la bruja en plan “cucú trás”. Eso es básicamente “The ouija experiment”, que el ilusorio Luna deja medio abierto con la esperanza de que haga tantísima recaudación para que pueda hacer de su truño una saga. 

No lo verán mis ojos...

Lo mejor: No es larga.

Lo peor: Se hace muy, muy larga. Decepcionante no, porque ya te hueles lo mala que es antes de darle al play, pero mala es como pocas...



 -”I AM ZOZO” Zozobrante experimento técnico melancólico.

Ganadora en el “United States Super 8 Film + Digital Video Festival 2012” de dos premios, el de Mejor Largometraje y el Premio del público, “I Am Zozo” sin ser ninguna maravilla, pasa por ser un regular thriller psicológico sobre cinco chavales que juegan con un tablero de Ouija en la noche de Halloween en la isla (flípenlo, sí) del padre de uno de ellos, atrayendo la atención de un malvado demonio. La película nos vende la moto de estar basada en experiencias reales y está rodada íntegramente en Super 8 mm, un formato de película que todavía existe y, en algunos lugares, y en contadas ocasiones se desarrolla , muy a pesar de los embates del mundo digital. En su mayor parte se trata de un formato de aficionados y cuando se utiliza profesionalmente suele relegarse a vídeoclips musicales o proyectos artísticos, básicamente porque es mucho menos rentable que el digital y su tiempo de disparo corto sólo dos y medio minutos de grabación por cada rollo de película. Valientemente, la película se ha terminado de rodar en ese formato y será distribuida en los EE.UU. por Image Entertainment. 

Se estrenó en el Festival de Cine de Nueva Jersey , que se especializa en cortos , documentales y largometrajes rodados en video digital y super8, arrancando el aplauso del público, al parecer acostumbrado a pelis malas, porque en su valiente intento, “I am Zozo” es una cinta de terror psicológico bastante normalita tirando a flojilla, con un pequeño elenco de actores desconocidos con apariencia de niños de doce años, lo que le resta absolutamente el aspecto de cinta adulta que pudiera tener, y entre el que destacan Kelly McLaren en el papel principal y Courtney Foxworthy en el papel de la bruja Wicca. 

La dirección, del director y guionista Scott Di Lalla, pasa por un tibio trabajo de cámara que se mueve constantemente para dar un mínimo de credibilidad al montaje, prolongando además lo improlongable de manera cansina para lograr que su cinta dure los 90 minutos de rigor como si perdiendo tan sólo cinco o seis minutos de metraje la peli tuviese que ser peor, si bien es cierto que el final, algo más adulto y tenebroso no está nada mal. 

Técnicamente , en una época en que nos hemos acostumbrado al aspecto ultra limpio del DSLR de moda , el uso, cada vez más escaso del super8 granulado ya hemos dicho que es todo un mérito, y un homanaje a un cine casi caduco. De haberse rodado con una réflex digital sería incapaz de sobresalir de la multitud de películas de terror de bajo presupuesto que tocan un tema parecido. Pero en vez de eso se rodó con una Canon 1014 XL- S, una de las mejores cámaras de super8 existentes cuyo único defecto es que no reacciona demasiado bien a la escasez de luz, por lo que han tenido que encontrar el punto óptimo de iluminación para darle a la cinta la máxima nitidez como ya hizo mi adorado Sam Raimi en sus orígenes. Ahora, con los avances de la tecnología, el revelado de Super8 es tán excelente que por momentos se asemeja a los 16mm propios del cine de autor de los 60 y 70. Desgraciadamente, una película de terror no puede sobrevivir con sólo esos factores meritorios. 

La partitura musical es bastante decente, si exceptuamos la terrible última canción, interpretada por uno de los actores en un tono nasal insoportable. Pero tampoco basta con esto... 

Es muy decepcionante cuando una película que muestra destellos de elevadísimo potencial y además arriesga en su formato se acaba convirtiendo en un bluff por culpa de un guión bastante torpe y algunas interpretaciones reguleras. 

Aún así, como experiencia, queda recomendada para amantes de la técnica del cine más que para cinéfagos del terror.


Crítica: Housebound

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Mezclar horror y comedia puede ser arriesgado. Si desajustas la balanza en alguna de las dos direcciones, te has cargado el ritmo. Cualquier película capaz de encontrar el equilibrio correcto entre estas dos se puede convertir en algo realmente especial. En mi humilde opinión yo pienso en Scream, The Evil Dead 2 o Shaun of the Dead, por ejemplo. Pero ahora podría añadir otro logro a esta lista: Housebound.

La premisa en sí misma es ya de por sí ingeniosa. Kylie Bucknell (Morgana O’Reilly) es la típica chica que busca problemas, y que acaba de tener un escarceo con la ley – otra vez. En vez de ser mandada a prisión, le cae arresto domiciliario con su madre y el novio de ésta. Pronto descubrirá que hay extraños sucesos paranormales ocurriendo dentro de la casa, pero por supuesto, no podrá salir porque lleva un brazalete vigilante alrededor del tobillo. Kylie tendrá que quedarse y ocuparse de lo que sea que ha invadido su casa. Recibirá un poco de ayuda de Amos (Glen-Paul Waru), un guarda de seguridad de la compañía que monitoriza su encarcelación. Juntos, destapan un secreto estremecedor sobre la casa y la verdadera naturaleza de esta posesión. 

Housebound nos da pistas rápido de que ésta no es la típica historia de casas encantadas. Algo nos indica al principio de la cinta y nos sugiere que un mero fantasma o demonio no es el responsable de estas ocurrencias extrañas. Esto te mantiene en vilo, mientras esperas averiguar realmente qué está pasando. El director y escritor Gerard Johnstone suelta migajas cuidadosamente, probando tu concentración, pero nunca probando tu paciencia. Cuando todo es finalmente revelado, da un giro completo a la película, ofreciendo unas vueltas de tuerca genuinamente sorprendentes. Por supuesto, es siempre divertido que una película sea impredecible. 

Johnstone se toma su tiempo para crear con mimo una historia de fondo cautivadora que explica todo lo que estamos viendo. Mucho del suspense viene de encontrar las piezas del puzle, adivinando sus implicaciones potenciales, para más tarde esperar con anticipación verlas salir a jugar. Es muy difícil decir más sin entrar en el terrible territorio del spoiler pero Housebound utiliza los desórdenes de la salud mental y las cualidades arquitecturales para generar una tensión, de esa manera originando todo lo que pasa en alguna especie de realidad. 

También hay muchos momentos que son simplemente diversión. La cinta tiene un sentido del humor seco, con personajes que tienden a casualmente a lanzar eufemismos en circunstancias funestas. Kylie, el personaje más accidentado de todos, es el más normal también. El resto del elenco se encuentra en algún lugar del espectro entre lo estrafalario o inestable hasta bobos absolutos. Verles tratar de encontrar el misterio de la casa es puro entretenimiento. 

107 minutos de película es un poco largo. Empieza algo lenta y hay momentos puntuales donde el ritmo es un poco auto contemplativo. Acaba, eso sí lo tiene; en una montaña rusa, ya que los últimos veinte minutos van sacando giro tras giro sin parar. Resumiendo, se podría decir que como un todo, es un thriller divertido que mezcla risas y miedo con habilidad sorprendente.


Terminator Genisys, trailer de la esperada nueva entrega

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¿Quien le iba a decir a uno que volvería a ver al bueno de Arnold Schwarzenegger meterse en la piel y el acero de un T-800? Pues si amigos, a veces la vida, nos sorprende para bien y 30 años después de que se estrenara la primera película de la saga: “Terminator” (Terminator”, James Cameron, 1984), título de culto de la ciencia ficción, la apocalíptica franquicia regresa a nuestro tiempo para resucitar la guerra entre humanos y máquinas. Por cierto, a quien no le guste la sopa, tres cazos, pues para más inri, lo hace en forma de trilogia. ¿Que más se puede pedir?

Avalada por una longeva vida plagada de grandes películas, donde la a priori insuperable cinta original de Cameron, casi muerde el polvo ante una secuela, “Terminator 2: El Juicio Final” (“Terminator 2: Judgment Day”, James Cameron, 1991) la cual manteniendo el nivel de calidad del libreto de su predecesora, añadía además unos FX revolucionarios, convirtiéndola automáticamente, de nuevo, en una nueva cinta de culto, además de encumbrar a un desconocido y pipiolo Edward Furlong, como uno de los sex simbol adolescentes del momento (quien le iba a decir al rebelde John Connor, lo lamentable que iba a ser el resto de su carrera... a excepción claro está, de la fabulosa “Juego Mortal” (“Brainscan”, John Flynn, 1994)). 

Doce años más tarde, la saga alcanza su momento más controvertido con una tercera entrega que dividió a todos los incondicionales de la misma. “Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas” (“Terminator 3: Rise of the Machines”, Jonathan Mostow, 2003), reinventaba la franquicia enfundando por primera vez a una mujer (Kristanna Loken) en el exoesqueleto de turno y de paso, dándole un nuevo rostro al antaño idolatrado John Connor, testigo recogido por un nefasto Nick Stahl, quien desvirtuó al personaje hasta límites insospechados. De todas formas y pese al evidente bajón de nivel, la cinta resultó de lo más disfrutable. 

Nuevo subidón con la estupenda “Terminator Salvation” (“Terminator Salvation”, McG, 2009), donde la acción se desarrollaba íntegramente en el futuro y se añadían nuevos e interesantes personajes a la trama, como el de Marcus Wright (Sam Worthington) y donde el abanderado de la libertad de la raza humana, volvía a tener un rostro en condiciones, el de Christian Bale (todo un experto en recuperar la dignidad de personajes en horas bajas. Rambién lo haría con Batman en la insuperable trilogía de Nolan). 

Bien. Pues esta quinta parte, nos llega a modo de reboot y como inicio de una nueva trilogía, donde el hidalgo y héroe del cine de acción de los ochenta, Arnold Schwarzenegger, quien ya nos ha regalado interesantes títulos en su regreso al cine que nunca, debió abandonar, tras su aventura en la política Texana (véanse “El Último Desafío” o “Plan de Escape”), regresa por sus fueros tras el cameo digital de la anterior película, para volver a poner pollas duras con su chupa de cuero y sus míticas gafas de sol para protagonizar esta nueva andadura junto a Emilia Clarke (Sarah Connor), Jai Courtney (Kyle Reese), Jason Clarke (John Connor) y el “doctorado” Matt Smith. Poco más se puede añadir... ahí os dejamos el pedazo de trailer de "Terminator: Genisys" para ir haciendo boca.

Crítica: The Torture Club

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Kôta Yoshida tiene el mérito de haber rodado una de las pelis más raras y locas que he visto en mucho tiempo. No me refiero a esta decepcionante “The torture club”, sino a su anterior felonía, la bizarra “Yuriko's Aroma”, cinta en la que una masajista en la treintena se enamoraba de un joven quinceañero y se obsesiona por su olor corporal. Rozando la pedofilia, con escenas más que subidas de tono, masturbaciones y fetichismo por el olor a sobaca mora, la cinta no dejaba de ser algo realmente inaudito en la filmografía japonesa (bastante enfermiza de por sí).

En esta caso, en una peli de nula calidad e interés, la cosa se le va ya de las manos irremediablemente. 

Carente de una mínima coherencia, con un argumento marciano y rozando el porno barato de canal local medio censurado, la “trama” es la siguiente: Yuzuki, la típica japonesita monilla entra después de desearlo durante toda su vida en la prestigiosísima academia escolar femenina de sus sueños, llena de ilusiones y nervios. El mismo día de la ceremonia de bienvenida dos de sus compañeras se la llevan esposada y drogada, no al huerto, porque no lo hay, sino al sótano de disciplina y esclavitud bizarro de la escuela, donde tiene su sede un club de esos que todos los que hemos estudiado fuera hemos conocido, tipo ajedrez, alfarería, informática... Pero en este caso es un club de Tortura, en el que se ponen finas rollo bondage y sadomaso y donde conoce a Aoi Funaki, una chica mayor, lideresa del grupete y por la que se cuela de inmediato, tras espiarla y ver cómo se azota el culete en la ducha, robarle ropa íntima y masturbarse un ratillo en su casa. El clubecito, es el más antiguo y respetado de la escuela, sancionado por los propios profesores, puesto que en teoría ayuda a mantener la disciplina, y con el propósito práctico de crear espías y torturadores capacitadas para las fuerzas armadas, por si se desata una guerra. Vamos, que treinta años después, lo de Ilsa la de las SS es la modernidad hecha cine. WTF??? 

Con los ojos como huevos cocidos, luchando por salírsenos de las cuencas, vemos que toda la historia se queda ahí, en esa intro guarruna que se prolonga hora y pico en una vergonzosa y patética sucesión de gemidos, aullidos, posturitas y azotes que harían las delicias de cualquier cabestro de mi pueblo hace veinte años, porque a día de hoy, hartos de spam guarruno, enlaces pornacos y fetiches descubiertos, la cinta de Yoshida aporta más bien poco. 

Y es que en Japón este tipo de manga es bastante popular, pero fuera de contexto, en un festival como Sitges, la cosa es bochornosa, y el pretendido humor erótico, llámenme paleto, no se lo encuentro por ningún sitio. 

Azotacos, latigazos, insectos, cera caliente y un romance lésbico prohibido, que infringe las reglas del club, vamos, que os casquéis lo que queráis, pero de romance nada. Bueno, a lo que vamos, que Yuzuki le pilla el tranquillo a esto de la sumisión y el dominio y poco a poco se va convirtiendo en una fiera del S&M. 

A mí, personalmente, el tema de la juventud mezclado con el sadomasoquismo o simplemente con el sexo más natural me resulta de lo más incómodo, y en esta adaptación del manga de 2011 Chotto kawaii Iron Maiden, que mezcla el sexo, la secundaria y el humor absurdo en una manera muy japonesa me ha parecido francamente insoportable. Puedo ser un férreo defensor del porno, de los fetichismos de cada uno y las libertades sexuales como el que más, pero utilizar jovencitas sólo como excusa para pertrechar una comedia ligera en absoluto divertida, de calidad muy cuestionable y desde un punto de vista absolutamente machista, me parece de muy, muy mal gusto, inútil, sin ningún tipo de aliciente o emoción más que la vergüenza y la más absoluta indiferencia. 

Y es que, tristemente, la característica más resaltable de la filmografía del director Kota Yoshida (ojo también a Usotsuki Paradox y Onna no ana) es la de un softporn aburrido, lento, nada erótico y absolutamente predecible. 

La cinta servirá al menos como vehículo para la emergente y aniñada estrella de 26 años Noriko Kijima, habitual en papeles mierder en pelis baratas y reguleras tipo The Machine Girl. 

Al parecer, los directores japos le han visto un perfil muy de colegiala lesbiana porque este es ya su tercer papel similar, y la veremos en Colegialas vs Zombies, que también promete mucho, mucho, mucho. 

De The Torture Club lo único bueno que se puede decir es que las protagonistas son muy monas, pero ya es triste... Se hace insoportablemente aburrida, en absoluto excitante y puro tedio. Prefiero el porno, de cualquier tipo, cienmil veces antes. Me niego a destacar lo mejor y lo peor.


Crítica: Mercy

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El gran reclamo de esta película fue estar basada en un relato de Stephen King, un autor que me precio de seguir. De hecho, me he leído la mayoría de sus obras, y tengo que confesar que, para enlazar con esta reseña, o no me leído esta en la que se basa o la han cambiado tanto que no la recuerdo.

Pero este no sería un buen análisis –o al menos un mediocre análisis…- si tras quedarme tan pancho con esa declaración inicial siguiese como si nada. Así es que me como mi orgullo, busco en la red y completo lo anterior diciendo que la historia –“Granma” en su idioma original- fue originalmente publicada en la revista “Weirdbook” para ser editada posteriormente junto a otras historias en la antología “Skeleton Crew” a mediados de los 80. En España, fieles a nuestras incoherencias y tropelías con la cultura, estos relatos se dividieron en cuatro libros –“La niebla”, “La expedición”, “Historias fantásticas” y “Dos historias para no dormir”- quedando esta “Abuela” encuadrada dentro de “La expedición”. Y sí, ahora ya puedo decir que no, que no la he leído. 

Así es que lamentablemente no puedo contaros si está bien adaptada o no; lo que sí que puedo deciros es que indefectiblemente lleva el sello del célebre escritor de Oregon. Con deciros que el protagonista es un niño que habla con muertos… 

En fin, dicho esto que más que un destripe/spoiler es simplemente una anécdota ya que solo sirve para decorar la historia al no jugar un papel importante en la misma, es más, yo diría que parece un apósito para rellenar y como digo, identificar el argumento con su autor, “Mercy” nos lleva a una de esas historias con nombre de mujer que guardan un secreto tan propias igualmente del autor. Y es en este punto donde sus productores han sabido escoger bien ya que el film se apunta a esa moda existente actualmente de las poseídas/endemoniadas; sin embargo, lo que debería ser su baza, aquí se transforma en su rémora. Me explico. 

El prólogo es hasta cierto punto original: parte de un tópico para llegar a sorprender. Pero tras ello se nos reproduce una de esas escenas típicas de poseídas que ya te destripa toda la película. Sí, es una herramienta con la que tienen derecho a jugar sus responsables, pero también un handicap ya que la posterior investigación del protagonista resulta algo más previsible ya que a pesar de que el “qué” no esté del todo resuelto, lo único que importa ya es el “cómo”. 

Pero antes de llegar a ese punto tenemos una primera media hora que hasta podría calificar como de “costumbrista” ya que se dedica a mostrarnos las relaciones que unen a los diferentes miembros de la familia protagonista haciendo especial hincapié en la unión entre nuestro joven héroe y su abuela. Y es que claro, si al principio había comentado el origen de la historia, me había reservado un pequeño detalle: que esta en parte es autobiográfica ya que en su niñez King vivió junto a su abuela. Por esa razón el empeño de este por ayudarla y por desdramatizar… o mejor, humanizar su situación. 

El resultado de todo ello es una primera parte algo blandita y exenta del material necesario para considerarlo un producto de género por mucho que hayan elementos como esa capacidad del protagonista de ver muertos –también sin introducirse en el terreno del horror ya que son muertos “buenos”-, ruidos extraños o testimonios disonantes. 

Personalmente, con mi abuela fallecida hace menos de un año tras una dolorosa enfermedad, no puedo decir que la narración no arraigase en mí, al igual que puede ocurrir con muchos otros, pero viendo hacia que tipo de público va dirigida principalmente productos como este –solo hay que ver esa carátula que promete más de lo que ofrece- comprendo fácilmente que alguien califique estos minutos como una afronta o tomadura de pelo. Al menos avisados estáis. 

Luego, cuando comienza la investigación, continúa por senderos igualmente ¿entrañables?, pero al menos aumenta en tensión y contenido fantástico. En este punto es agradable comprobar como se aprecia un destello de ambición –propiciado sin duda por la historia original- no circundando el motivo del estado de la abuela a la simple posesión “porque sí” a la que nos están acostumbrando los cineastas en los últimos años. Aquí se juega con más elementos divagando incluso con ingredientes arraigados con las leyendas y ritos del lugar con reminiscencias a otros conceptos. No en vano, y aquí me he vuelto a olvidar convenientemente de dar al principio otro dato, el “Skeleton Crew” del que formaba parte este relato era una especie de homenaje a Lovecraft… 

Desgraciadamente la parte final no solo no mejora los minutos anteriores –ni siquiera los mantiene- sino que los enturbia.

Comienza a dar bandazos buscando explicación a lo inexplicable, queriendo encima mantener ese espíritu “Para todos los públicos” sin llegar a contentar a nadie. Cuando busca conmover se mete en los terrenos fangosos del ridículo, y cuando busca dar miedo resulta hasta risible. Si a esto le sumamos que no se ve un pijo y efectos especiales de mercadillo –qué decir de esos ojos en la oscuridad… -, tenemos ya demasiados despropósitos juntos como para que no se nos vaya el mal sabor de boca. 

Para ir acabando, que bastante me estoy alargando ya, aplaudir dos aspectos: uno, las pinceladas de humor, algo que vuelve a hablar a las claras de la escasa intención de dar miedo; y dos, la excelente fotografía de la película con esos parajes de Virginia Occidental tan llenos de prados, pequeñas colinas y aislados robles y castaños; todo un paraíso para el que os escribe. Lástima de ese desenlace, como decía, excesivamente oscuro ya que este aspecto podría haberse convertido en el mejor valedor del film. Aunque triste consuelo… 

Por último, su reparto. Dos rostros destacan sobre los demás: Shirley Knight y Dylan McDermott. La primera, casi no necesita presentación: con decenas de premios a lo largo de su dilatada carrera, es una opción inmejorable para encarnar al personaje que le ha tocado representar. Tierna en los momentos más distendidos –las escenas con la cuchara en la boca- y creíble en los más terribles.

Dylan McDermott –ya quisiera yo a los 53 años estar como él…- ejerce de invitado de excepción. Y por esa misma razón y por el propio enfoque de su personaje, pistas incluidas… resulta tan previsible su rol. Cachis… 

El resto del elenco, correctos. Los niños protagonistas bien, no resultan repelentes que es lo que importa en estos casos. 

Resumiendo; bajo casi una apariencia de telefilm, “Mercy” se presenta como uno de esos cuentos macabros para pre-adolescentes donde King parece mezclar parte de su vida con elementos fantásticos y de terror. Un cocktail que se deja ver, pero que resulta previsible y falto de contundencia. Recapitulando: un cocktail light y sin alcohol, que no está malo pero que soso y sin chispa, no es lo que uno busca en una noche de juerga.


Crítica: The Poughkeepsie Tapes

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Me rindo. En mis ataques de cinefagia extrema he devorado tantísimo cine malo de terror últimamente, con la casualidad de que gran parte era del subgénero “Falso documental-Found Footage-Mockumentary” que estúpidamente iba auto aplicándome las teorías de condicionamiento clásico de los perros de Pavlov y sólamente con detectar uno, me entraba un sarpullido tremendo. Con el sosiego que da la reflexión y la revisitación de buenas obras he de reconocer que sí, que el subgénero, en su esencia y naturaleza, me gusta. De hecho a veces hasta me encanta. Después de lanzarme esas pedradas virtuales y mentales a la cabeza que obvia y claramente merezco, me explicaré.

En un intento por recopilar las películas más traumáticas, impactantes y chungas que han dejado huella en mi cabeza, veo que muchas de ellas son de -estupendos- found footages, como el que aquí nos ocupa. Una cinta bizarra, hiperrealista y friki que resume el espíritu y fundamento del subgénero, tan al alza en la cinematografía alternativa de las últimas décadas, básicamente por sus escasos requerimientos técnicos y financieros. 

Pero realmente el fenómeno no es cosa de unos años, de unas décadas. El falso documental nace casi a la par que el documental, que registra en soporte fílmico con diferentes intenciones un acontecimiento determinado, pero la repercusión lograda por “El proyecto de la bruja de Blair”, peli que no me canso de criticar, pero que supuso un cambio radical en la manera de ver cine, ha unificado una gran cantidad de producciones de distinto pelaje, calidad y resultado, pero lo suficientemente sólido como autónomo subgénero. 

Un falso documental entendido como tal, sería la antítesis del documental, es decir, el engaño no documentado. Craso error. Un falso documental no es más que un documental, que sigue los mismos procedimientos de elaboración, documentación, análisis y estudio, el mismo lenguaje plástico y ritmo narrativo transparente, enfocados no a registrar un hecho real, sino una ficción, pero bajo el aspecto formal del documental clásico. Para ello, hay que dotarlo de un enfoque propio, un lenguaje adecuado y un rigor absoluto para tratar de colarnos que lo que vemos es una realidad. Y para lograr esa realidad hay que acudir, apartándose del rigor documental, al elemento actoral e interpretativo reforzado con un guión que de por hecho que el espectador tiene los conocimientos suficientes sobre lo que se nos va a contar como para alcanzar un nivel elevado. Así, con unos buenos actores, unos datos rigurosos o al menos con la apariencia de serlo que contribuyan a la credibilidad de la historia será lo que haga que el espectador perciba lo que se cuenta en pantalla como cierto y se logre ese engaño, ese juego de realidades y ficciones indiferenciadas que es el máximo nivel que se puede conceder al género. Porque aunque la edición y los créditos lo desmientan, la finalidad no es otra que entretener y vulnerar la percepción de lo real. 

Por otra parte, como resultado natural del falso documental nace el found footage, el metraje encontrado. Aquí los requisitos son otros de partida. La técnica amateur, el uso de las tecnologías al alcance de la mano del espectador y la espontaneidad sorpresiva serán los marcadores que logren ese efecto de voyeaur pretendido. Con elementos tan sencillos puede lograrse algo en el género de terror mucho más destacable que en el resto: la empatía obligatoria al hacernos cómplices absolutos puede acabar resultando espeluznante. 

El problema principal de estos subgéneros es que la poca imaginación de directores, a veces con recursos, otras ni eso, acaban resultando tan tramposos que se auto evidencian por sí solos. Planos imposibles, ediciones de sonido, intrigas agotadas, acaban aburriendo y no consiguiendo ni por un solo segundo la sensación vanguardista de realidad pretendida. 

The Poughkeepsie Tapes es un estupendo e ingenioso falso documental elaborado con metraje encontrado, que nos relata las andanzas terroríficas de un asesino despiadado durante un periodo de diez años en los que no ha dejado de grabar rigurosamente cada uno de sus crímenes. 

La película empieza con la propietaria de la casa en un pueblo del estado de Nueva York donde vivió el asesino y se encontraron infinidad de cintas en las que, sin identificarse al autor, se encontraban registrados su perturbadores y brutales crímenes y torturas. 

Entonces, documental y metraje grabado cámara en mano se van intercalando para asistir por ejemplo a una clase de criminología donde se estudian las famosas cintas o a diferentes entrevistas policiales.

La película destaca sobre todo por su estupenda estructura y el tratamiento de sus imágenes, que sin mostrar demasiada sangre y víscera, resultan aún más impactantes y bizarras. En concreto, una secuencia en la que el asesino graba a una chica en ropa interior tratando de explotar un globo con sus nalgas nos dice mucho de lo retorcido y cabrón del sujeto y se queda en la cabeza, imborrable. La cinta es una propuesta absolutamente creíble, sólida y que resume a la perfección los parámetros de calidad que toda buena peli de este género debería tener. 

Además, logra horrorizar con su tono insano y pervertido, con un vigor dramático fabuloso y una verosimilitud totalmente acertada. Si se visionase sin saber realmente lo que es, la experiencia sería absolutamente perturbadora, ya que aún a sabiendas, logra el escalofrío contínuo gracias a su atmósfera sucia e hipnótica logradísima, las imágenes diferenciadas y estupendamente tratadas-distorsionadas y la dirección del reparto. 

He de admitir que aunque cuando vi The Poughkeepsie Tapes tenía más que claro que aquella no era una historia real, pero en plena paranoia decidí no analizarla bajo una lente técnica ni un juicio facilón buscando errores actorales, fallas en la trama, ediciones inoportunas y demás. Tras un cuarto de hora estaba aboslutamente absorto, shockeado, gracias al espectacular esfuerzo que su realizador, John Erick Dowdle-director después de Quarantine- pone y gasta en su búsqueda de un realismo francamente desconcertante que hacía que después de haberla visto aún me plantease si no había algo de real !!!! 

La cinta toca el lado más perverso y oscuro de la naturaleza humana y su tono hiperrealista, la fotografía de Shawn Dufraine, sus fabulosas interpretaciones-los personajes se nos presentan bajo una vulnerabilidad escalofriante-y su derroche de buena técnica la convirtieron en un nuevo clásico de culto tras su proyección en el Festival de Cine de Tribeca que fue su plataforma definitiva. Desde luego, está en esa lista de películas que me perturbaron y difícilmente volveré a ver. Tal vez para no llevarme nuevamente al desengaño. Tal vez.


Crítica: Jamie Marks is Dead

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En un mundo tan mezquino y en muchas, demasiadas ocasiones, carente de valores, parece ser que el sino de las buenas personas, es el sufrimiento. En una sociedad infectada por el germen de la mediocridad que no tolera lo diferente, lo que no claudica ante la podredumbre del rebaño y que ya sea por convicción o por necesidad, no renuncia a sus señas de identidad, los corderos se visten de lobo para tapar o intentar olvidar por un instante sus propias limitaciones y sus propios miedos a costa de los demás, de los en apariencia, más débiles. “Jamie Marks is Dead” habla de esas buenas personas y sobretodo, de no olvidarlas cuando ya no están, pues es un lujo que no nos podemos permitir.

Carter Smith, director de la interesante cinta de terror “Las Ruinas” (“The Ruins”, 2008), adapta “One For Sorrow”, novela de Christopher Barzak para dar forma a esta “Jamie Marks is Dead”, un drama existencialista de tintes fantásticos que toca el tema de los fantasmas desde un perspectiva diferente y personal, ofreciendo, más allá de su apariencia teen, un producto de extrema sobriedad y plagado de connotaciones sobre las relaciones humanas y sus entresijos, muchas veces, mucho más complejos de descifrar que todo ese abismo desconocido que habita en el otro lado. 

Un desgarrador plano estático da el pistoletazo de salida a esta conmovedora “Jamie Marks is Dead”. En él, vemos como una adolescente que busca entre las rocas que descansan ajenas al mundo sobre un árido invierno, encuentra el azulado cadáver de un muchacho. Dicho hallazgo, será el instante de gestación y eje sobre el que girará la curiosa relación a tres bandas que surgirá entre los tres protagonistas principales del relato, la cual, trascenderá incluso más allá del plano terrenal y en la que existe un claro denominador común: la soledad. 

Adam, Gracie y Jamie, están solos. El primero, un chico reservado en el seno de una familia carente de figura paternal, donde comparte techo con una madre a la que quiere pero no entiende, quien acaba de comenzar una relación afectiva con otra mujer y con un hermano con el que guarda poca afinidad por utilizar un eufemismo. Gracie, una chica dura en apariencia pero solitaria como pocas, como bien se explica a modo de metáfora a partir de su afición por coleccionar rocas por un lado, y por el hecho de que jamás se nos enseñe a su familia por el otro. Y por supuesto Jamie. Apenas un eco cuando vivía e intentando aprender a vivir tras su muerte. 

La soledad hace extraños compañeros de viaje y es a partir de esta soledad, sobre la que se construye el personal amorío a tres bandas entre los tres viajantes, relación plagada de ambigüedades y resortes eróticos con los que el director juega constantemente para sumergir al espectador de manera progresiva en el hipnótico universo de la historia y es que si hay un adjetivo que define a la película de Smith, ese es justamente el de hipnótica. Un péndulo que uno es incapaz de dejar de mirar y por el cual se deja manipular a lo largo de más de noventa minutos por una narración lenta y contemplativa incluso en muchas ocasiones pero que engancha gracias al buen tacto a la ora de utilizar los mecanismos dramáticos y de hacerlo además, en su justa medida. 

Más allá de la gran empatía que transmite la historia y sus personajes, hay otra gran baza que juega a favor de “Jamie Marks is Dead” y no es otra que su maravillosa puesta en escena, todo un portento estilístico que destaca tanto por su preciosista fotografía (no en vano fue premiada por el jurado de Sitges en este apartado), excepcional conjunción entre frialdad y calidez como por su sobrecogedora banda sonora. A grosso modo y para entender de manera más gráfica el continente, podríamos hablar de una mezcolanza entre lo ofrecido por títulos como “Donnie Darko” (“Donnie Darko”, Richard Kelly, 2001) con la que también guarda ciertas similitudes narrativas y la reciente aunque mucho menos satisfactoria “Under The Skin” (“Under The Skin”, Jonathan Glazer, 2013). 

Intento buscarle pegas al resultado final y apenas tengo éxito. Es cierto que estamos ante un producto que se aleja y mucho de lo exhibido por el director en su anterior trabajo y que además, puede llevar a engaños si nos ceñimos a su título y su portada, pues cualquier parecido con una película de terror es una mera coincidencia a pesar de tratarse de una cinta de fantasmas. Aquellos que encaren el visionado sin tener presente esta certeza y esperando una película de terror, de seguro saldrán insatisfechos de este drama fantástico. También podríamos hablar de cierta tibieza a la hora de tratar la relación afectiva entre los dos protagonistas masculinos, donde se aboga más por ambigüedades y sutilezas que por truculencias, y aunque entiendo que esto último, no era el propósito de la cinta, no puedo dejar de imaginar el resultado de la misma, de haberse optado por recorrer esa senda. 

En conclusión, “Jamie Marks is Dead” es una película de fantasmas diferente, que gustará o no, pero a la que nadie puede negarle unas marcadas señas de identidad (entendiendo que estamos hablando de una adaptación literaria, claro está) y que pese a su apariencia de cine adolescente, ofrece una experiencia profunda, seria y coherente de principio a fin, que sin duda safistará a los paladares más exigentes que busquen algo más, que la típica historia sobrenatural de turno. Todo ello, como ya digo, acompañado de una puesta en escena elegante como pocas que ya por si sola, resulta cautivadora y de unas interpretaciones solventes por parte de todo el reparto protagonista, encabezado por el fantástico trío compuesto por Cameron Monaghan, Morgan Saylor y Noah “Potter” Silver. Destacar también a secundarias de lujo como “Liv Tyler o la televisiva Judy Greer. 

Afortunadamente, no son las buenas personas, las que suelen terminar solas.

Lo mejor: Su soberbia puesta en escena, la fuerte empatía que despiertan todos los personajes, la buena cohesión entre lo mundano y lo fantástico y su satisfactorio desenlace. 

Lo peor: Pese a lo que pueda aparentar, no es una cinta de terror, así que nadie se lo espere. Y que podría tacharse de “edulcorada” en determinados escenarios.



Crítica: The Voices

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Vale. No me cae nada bien Ryan Reynolds, por lo que ya partía de la base de que su “asesino alegre” no me iba a convencer mucho. Pero por otro lado, Gemma Arterton me parece el ser vivo más sexy sobre la faz de la tierra y generalmente sus interpretaciones me anestesian hasta el punto de que sólo recuerdo su mirada, sus labios, sus... Bueno, que me embrollo, por otro lado, como decía (además de mi chica), admiro bastante la labor en el cine de Marjane Satrapi, su deseo de hacer exactamente lo que quiere, siendo muy difícil en su caso, y su toma de decisiones, en ocasiones audaces, que hicieron que nos fijásemos en ella en su fascinante “Persépolis”(2007). En esta, su tercera película, y la primera en inglés, desgraciadamente se evidencia desde su misma puesta en escena, las opciones de vestuario, los aburridos trucos de narración de cuentos, y su fijación con una trama en el fondo absurda, lo que ya su segundo largo, “Poulet aux prunes” (Pollo con ciruelas) de 2011 vaticinaba: Que su caso puede que sea flor de un día, y si aquella segunda cinta era mala de cojones, ésta no lo es tantísimo, pero le va a la zaga.

Podríamos definir “The voices” como una colorista (literalmente) cinta de subgénero de asesino en serie zumbado, en este caso un sobreactuado Ryan Reynolds, que convive con dos mascotas, su perro Bosco, que como en los dibujos sesenteros encarna al angelito en el hombro, y su gato, Mr. Whiskers, la encarnación más clara del Mal, con acento escocés, y un repertorio de tacos que en una comedieta como “Ted” podía funcionar, pero en una pretendida comedia negra de terror, hace aguas constantes.

Carente de intriga y desaprovechando un excelente elenco y presupuesto (no en vano la Fox Searchlight está detrás del proyecto), a la cinta le cuesta horrores arrancar y llegado un punto hay momentos en los que se oían risotadas del público en momentos que uno no entendía qué tenían de comedia. De hecho, en Sundance, muchos espectadores abandonaron la peli en cuanto se pone sangrienta... ¿Pero qué esperaban?... Porque sí, gracias a dios, la cinta se pone sangrienta y salvaje, pero con ese fondo funky y colorido a lo Teletubby molesto e incómodo. 

El culpable de semejante disparate, amén del buenorro simplón, es sin duda Michael R. Perry, que firma un guión zafio, estúpido, nada original y que pretende ser una muestra de un estilo único estructurando una comedia negra poco convencional sobre un asesino en serie en un papel que podría ser todo un reto pero del que el actor no sale muy bien parado. Ya los créditos con manchones de sangre carecen de cualquier sutileza y muestran lo burdo que puede ser lo que vamos a ver. 

Pues bien, al principio tenemos a Jerry, un joven con problemas mentales (cucu perdido, vamos)que ha sido liberado recientemente de una institución mental y reinsertado en la sociedad, con la ayuda de su psiquiatra (Jackie Weaver), que le consigue un trabajo en el departamento de envíos de una empresa de aseo. De inmediato descubrimos que Jerry, lejos de estar curado, está todavía bastante perturbado, y pasas sus ratejos conversando con sus dos mascotas, el perro Bosco (voz de Michael S. Ruscheinsky) y el gato Mr. Whiskers (voz de Denis Lyons), uno de los efectos secundarios de no tomar su medicación. 

Si la cosa quedase ahí, pues bueno, un zumbado más (en mi curro hay unos cuantos), pero las complicaciones verdaderas surgen cuando Jerry intenta salir con una compañera, la preciosa Fiona, (Gemma Arterton). La cosa acaba cuando por accidente la mata, y ya puesto, decide desmembrar el cadáver, y mantener la cabeza en el frigorífico para sumar una voz más a sus entretenidos coloquios. Después de Fiona viene Lisa (Anna Kendrick). 

La película, con este argumentito pretende ser algo desviado de manera inteligente, que nos va dando muestras de la personalidad del prota, su historia, y lo que le lleva a este presente pegajoso y sangriento, desquiciado, y aspira a hacer, entre trajes rosas, cintas rosas y tonos pastel hacer una reflexión digna de tesis sobre la enfermedad mental... Mal vamos por ahí, amiga Satrapi... Hacer algo serio basándose en chistes chuscos provinientes de las cabezas seccionadas en la nevera no es lo que se dice una buena idea. Al menos era difícil que las cosas salieran bien, cosa que desde luego, en mi opinión no se queda ni remotamente cercano al resultado. 

El reparto, incluído Reynolds, Gemma Arterton, Anna Kendrick, Jacki Weaver y Stephanie Vogt, tienen algún que otro buen momento, pero en general resultan estereotipos flacuchos y mal enfocados que si bien divertirán a algunos y llegarán a horrorizar a otros, a mí me han parecido un coñazo raro y muy poco divertido en esa mezcla extraña de slapstick, comedia negra, y peli de violencia explícita en su intento de explorar el punto de vista de un asesino en serie esquizofrénico. Es algo así como un batido de plátano, morcilla y sesos de cabra crudos. 

La elección del protagonista (a veces una presencia atractiva en cintas indie) resulta casi tan equivocada como el resto del tono de la película, poniendo empeño en exagerar aún más de lo aguantable el personaje de un asesino de corazón “tierno” que al fín y al cabo es un reflejo de Norman Bates, sin disfunción sexual, pero con el mismo trauma materno. 

Habrá muchas mentes pensantes que encuentren atractivo su planteamiento y desarrollo, sobre todo aquellos que disfrutan del mórbido sentido del humor que juega superficialmente con algo serio como una enfermedad grave a través de tontorronas y grotescas travesuras de instituto, pero definitivamente nadie podrá negar que en su desarrollo se hace más bien lenta y la tonalidad intermedia colorista entre comedia rosa y género oscuro es más que incómoda. 

Innegable también, para ser justo, el aspecto de la película, (gracias a la fotografía excelente de Maxime Alexandre) a ratos vibrante, de color brillante y psicotrópico cuando estamos viendo a través de los ojos no medicados de Jerry, y a ratos monótono, de una cruel oscuridad que hasta se agradece, cuando se desata su vena psychokiller. 

Es una lástima, porque el resultado no es sino una oportunidad perdida, en la que lo bueno se oculta bajo una capa casposa, nada inteligente, carente de misterio, ritmo y suspense, que cuando quiere convertirse en un thriller psicológico de aquellos que desafían de frente la frontera entre el bien y el mal, provocando un sentimiento perturbado que infunde auténtico terror, “Las voces” logra justo lo contrario, y habrá momentos en los que uno se ría en el momento menos oportuno, desaprovechando la estupenda naturaleza oscura que la historia podría haber tenido. 

Lo mejor: Fotografía. Los créditos finales, un número de baile, “Technicolor Disco Heaven” realizado por el elenco (y alguien vestido como Jesucristo), simpático y sobre todo, liberadores porque la agonía acaba. Algún momento salvaje, más de “ Henry, retrato de un asesino” que de los consabidos Teletubbies. 

Lo peor: Habrá mucho hipster desesperado por un encontrar un destello de algo diferente que confundirán la cinta con un híbrido de inventiva, sin percibir que su tono es esperpéntico y su originalidad es pura pose encubierta en convencionalismos caducos. 

Los más pedantes hablarán de "Género-flexión", pero no se equivoquen, estamos ante un disparate del tamaño de Iowa.

Nota: A falta aun de trailer oficial e imágenes de la película, os dejamos una entrevista con el dúo protagonista así como material fotográfico de la premiere.


Crítica: Relatos Salvajes

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Esta vez Romasanta, deja de analizar el cine español y se adentra en el mundo hispano, más concretamente en el entrañable cine argentino; declaro que no soy un forofo de este cine -al igual que el de los demáshabla hispana- pero debo reconocer que poco a poco, se están haciendo muy buenas producciones como: “La casa muda” (2010, Uruguay), “Somos lo que hay” (2010, México) o “La casa del fin de los tiempos” (2013,Venezuela). 


Pero en este caso, hablamos de una de las producciones argentinas más importantes de los últimos años y que además -y por méritos propios- se ha convertido en la producción más taquillera del año en su país -17 millones de dólares- y una muy buena recepción crítica por los múltiples festivales por los que ha pasado, desde una nominación a la Palma de Oro en el último Festival de Cannes, el premio de la audiencia en el Festival de San Sebastián y 21 nominaciones a los premios de la Academia Argentina, pero cabe preguntarse una cosa: tanto reconocimiento es recíproco a la calidad del film? Pues ya os puedo contestar de forma imperante que SI. 

“Relatos salvajes” se estructura en el formato de pequeñas historias que siguen un mismo hilo conductor -podríamos hablar de una especie de “V/H/S” o “ABC's of death”- que presentan diferentes historias por las que el ser humano demuestra su lado más primario y oscuro. El primer problema que le podríamos encontrar a una historia de relatos, es que seguramente una historia será mejor que la otra -aspecto que suele pasar de forma generalizada-, pero en este caso su director, Damián Szifrón, que ya había cosechado ciertos éxitos en comedias y series, mima con detalle cada una de las historias que se suceden, proponiendo historias tan dispares como reales, que predisponen a pensar en la maldad del ser humano, en esos bajos instintos que quedan reprimidos hasta aflorar en una violencia desmedida a partir de cualquier método y/o acción. 

Por consiguiente, “Relatos Salvajes” se beneficia de una espléndida puesta en escena, un guión en estado de gracia y una serie de actores que a la suma consiguen unas actuaciones soberbias y de una hilaridad sin igual. A pesar de mi entusiasmo y las ganas de ofreceros una buena crítica, adelantaré que mi interés es ofrecer una visión global de aspectos concretos de cada historia por lo que no desvelaré en forma de spoilers nada importante de cada historia, ya que sino la fuerza de esta película se disiparía de forma lapidaria. 

El film plantea seis historias diferentes: “Pasternak”, “Las ratas”, “El más fuerte”, “La propuesta”, “Bombita” y “Hasta que la muerte nos separe”. Ahora iré desgranando cada historia y así entender el conjunto de la obra: 

“PASTERNAK”: acción llevada a cabo en el interior de un avión, en la que un crítico de música -Darío Grandnetti- entabla una cordial conversación con una modelo -María Marull-,una conversación en la que se habla de aspectos cotidianos y triviales, y que por casualidades de la vida hay un elemento en común entre ellos dos; gracias a este descubrimiento sacarán a flote una extraña similitud con todos los ocupantes del vuelo, y por lo que las vidas de todos los integrantes corre un grave peligro. 

Sin lugar a dudas contado así uno se queda lleno de enigmas -una forma de animaros a ver el film- porque estamos delante de la historia más surrealista y descabellada de todas las que se ofrecen en “Relatos Salvajes”, una historia que bebe de la gran literatura iberoamericana y que muestra ciertos toques muy borgianos, aderezado con un malsano sentido del humor que abre de forma increíble el inicio de esta interesante película. El tema más recurrido a explotar en esta historia como en varias de las que se ofrecen es, la venganza, cuyos métodos de llegar a ella no se pueden describir para esta historia porque sino pierde su absoluta gracia, sólo puedo decir que nunca un avión tenía tanto protagonismo como aquí-vayan haciendo sus apuestas-. 

“LAS RATAS”: plano fijo de un restaurante con luces de neón, dos trabajadoras aburridas hasta que entra un señor y les pide unas “papas a caballo”. La camarera presenta una cara de consternación al ver al hombre, se encierra en la cocina y la cocinera le pregunta que le ocurre. Aquel hombre había destrozado la vida de los padres de ésta por culpa de unas deudas con su casa, y después de muchos años vuelve a reencontrarse con aquel desagradable señor. 

Por consiguiente, la historia nos querrá poner a favor de la camarera -Julyeta Zilberberg- que no sabe que hacer ante tal desdicha y tener que servir a la persona que destrozó a su familia, mientras que por otra parte encontramos a la cocinera -Rita Cortese- que se plantea como una especie de segunda conciencia que aporta el contrapie a las excusas que propone la camarera para no vengarse de su cliente. Llena de silencios, de grandes dosis de humor negro y de un mata ratas que va y viene -como tentación para sellar con la misma moneda los sucesos del pasado-, plagan a la historia de una sobriedad e ingenio que no se manifiesta de forma tan abierta en las demás historias. En este caso, no se adentran por mundos surreales y de mayor acción -como ocurre en “Pasternak”-, sino que desprende pausa y contención, que se desboca en los últimos minutos en un giro inesperado en la que cabe aplaudir la gran actuación de Rita Cortese. 

“EL MÁS FUERTE”: Para mi gusto la historia más floja de todas ellas, más bien por la falta de diálogos y presentando el relato como el más físico de todos. Un conductor -Leonardo Svaraglia- va con su coche por las largas carreteras argentinas, quiere adelantar a un coche destartalado que va por el carril izquierdo, éste entonces le hace largas para poder pasar, dada la lentitud del primer coche.

Después de varios minutos tensos, en los que los insultos y la impaciencia empiezan a aflorar, el conductor puede adelantar al otro coche y se desahoga diciéndole de todo. Pero al cabo de varios quilómetros, su coche tiene un pinchazo por lo que debe posicionarse a un lado de la carretera y cambiar la rueda, con la consecuente mala suerte de que el anterior conductor lo alcanza y comienza una venganza particular después de haber aguantado los insultos anteriores. En este caso, como ya habíamos mencionado, la historia propone su fuerza -nunca mejor dicho- a través de todos los elementos físicos que se encuentran a su alrededor, por lo que se lleva hasta el extremo una pequeña trifurca y palabras mal sonantes en golpes, lanzamientos de objetos y todo tipo de acciones para hacer daño al contrincante y conseguir su muerte; la verdad que a mi me pareció una endiablada puesta al día de las historietas del “Coyote y el correcaminos” en carne y hueso, con mucha visceralidad, excrementos y sangre, además de concluir con una de las resoluciones más cachondas de todas las historias. 

“LA PROPUESTA”: Una noche de madrugada un coche aparca en el garaje de una gran casa. Al día siguiente, el hijo de la familia -que se llevó el coche la noche anterior- explica a sus padres -muy adinerados- que ha atropellado a alguien sin querer y se ha dado a la fuga. La familia se muestra totalmente sorprendida por los hechos, y lo que se propone hacer es llamar al abogado familiar para que solucione el problema. 

Aquí se materializan aspectos como la CODICIA y la HIPOCRESIA como catalizadores de una historia que brinda un excelente guión y unos chispeantes diálogos, en los que el padre está dispuesto a hacer lo que sea por su hijo y pagando lo que sea, pero hasta un punto. En todo caso, la historia plantea una nueva coartada para el hijo y salvarle de la cárcel, mientras que se usan a terceros para que sacrifiquen su vida favor de la familia acomodada. Hay una crítica clara hacia la clase rica que se aprovecha de la pobre, pero con mucha astucia se crítica al pobre como saca provecho del rico en estado de crisis -que pagará lo que sea para lo que sea-.Cada solución propuesta por el abogado, plantea nuevos honorarios y desembolsar más dinero, por lo que el personaje del padre va cambiando a medida en la que ve que se quedará sin su preciada fortuna; aquí los personajes son varios, y todos se centran en obtener dinero a cambio de ayudar al padre que quiere salvar a su hijo, por lo que se empieza a dudar de si es tan importante salvar a su hijo como salvar su fortuna. Sin lugar a dudas, acertada en todas sus facetas,la acción nos regala situaciones delirantes y es imposible plantearnos cada una de las cuestiones del padre; todo el mundo quiere ayudar pero a un precio, por lo que la ironía invade las palabras del padre en uno de los relatos más redondos por su incuestionable sentido del cambio y el giro. 

“BOMBITA”: historia protagonizada por el gran Ricardo Darín, en la que es multado por haber dejado mal estacionado su coche en una zona mal señalizada. Por consiguiente, debe ir al depósito para recuperar sus coche, cuyas oficinas están siempre con colas por las acciones desalmadas de las grúas y con un servicio al cliente nefasto por parte de los trabajadores de tales oficinas. 

La historia sigue la misma dinámica de las demás, presentación del personaje con aire más bien calmado y distendido, cuya tranquilidad es trastocada por un elemento ajeno que hace surgir sus instintos más primarios. La repetición es de gran valor en esta historia, ya que son varias veces en las que la grúa multa al mismo coche del mismo personaje, por lo que el hastío y la violencia verbal van “in crecendo” hasta llegar a la violencia física; es irreprochable el excelente plano de Ricardo Darían desembolsando por enésima vez la multa para extraer su coche del depósito a cámara lenta como si fuera una máquina que repite la misma acción, dando dinero sin cuestionarse nada y redimiéndose a las órdenes de los que están por encima de él. Pero como en todas las historias, los personajes sufren un cambio y éste se transmuta en otra temible venganza, que por el título de la historia ya podemos saber por donde van los tiros, es este hecho el que hace cambiar a la sociedad que sufre en silencio la acción de esa temible grúa que multa sin cesar, ganándose el protagonista del estimado apodo : el “bombita”. Ácido y mordaz en cada uno de los diálogos que habla, buscando la carcajada en la acción más desternillante y macabra que podríamos imaginar -y que nos gustaría cumplir en ocasiones- hacen de esta historia una de las más entrañables y para mí de las más ancladas en las realidades de Argentina post-corralito y la España aún en crisis. 

Y finalmente la gran guinda del pastel, “HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”, aviso de que seguiré mi dinámica de contar poco pero hay que decir que nunca antes me había reído tanto en una historia sobre bodas. Si en cada relato se han planteado modelos de venganza físicos, surreales y verbales, aquí se conjuga todo en una historia que plantea el convite de boda como una batalla campal, donde todo es válido. 

Alabar a la gran protagonista de la historia que es la novia, Romina -Erica Rivas-, cuya felicidad se ve truncada al ver que una chica de la oficina -donde trabaja su marido- está muy zalamera con su esposo. Por consiguiente, mientras los dos recién casados bailan un precioso vals, Romina pregunta sobre quién es esa chica y porqué fue invitada; el marido se presta a esquivar tales cuestiones pero al final reconoce su infidelidad con la chica, por lo que una ceremonia que parecía feliz se irá torciendo hasta el lado más oscuro. En esta historia se tiende a lo grotesco, al disparate y al esperpento muy de Valle Inclán, deformando una realidad cuanto más retorcida mejor, elementos de intentos de suicidio, venganza, humillación y casi muerte se entremezclan para ofrecer una desternillante interpretación por parte de la novia, que resulta una hilarante versión de la novia visceral de “Rec 3”

Cada uno de los elementos que se suceden en su acción y desarrollo , ayudan a que el personaje de la novia se vuelva más desquiciado, rocambolesco y destructor, por lo que cada grito,berrido y blasfemia se transforman en una crítica ácida sobre la aventura de casarse, de confiar en la otra persona y lo frágiles que podemos ser, ya que nunca podremos conocer al 100% a la pareja que hemos decidido pasar el resto de nuestras vidas. Sin lugar a dudas, es la mejor historia de todas, por el guión, las buenas interpretaciones y la falta de pausa; es un relato totalmente eficaz en todas sus facetas y mucho ojo en el momento en que la novia llega a humillar verbalmente a su marido y a su suegra a costa de “Dora exploradora”, magistral en todos los sentidos y un broche de oro para un film bastante atípico en la filmografía argentina. 

En conclusión, estamos delante de unos de los productos hispanos más sólidos del año, una propuesta un tanto arriesgada pero que sale a flote gracias al buen pulso narrativo de sus director y el ingeniosos guión, que sabe llevar a buen puerto el hilo conductor de las historias. Cada una de ellas nos expone lo salvajes que podemos llegar a ser, cuestionando nuestra superioridad evolutiva y argumentando que nadie está exento de recurrir a los más bajos instintos en un momento de gran tensión, sea cual sea el detonante, y que nuestra maldad es innata aunque la sociedad haya marcado unas reglas para dosificarlas o castrarlas. Para mí, junto a la excelente “Perdida” de Fincher, defiendo a este film como uno de los mejores del 2014, y si aún tienen tiempo de disfrutarla en cines, por favor, acérquense y disfruten a carcajadas de esta relinda película.


Crítica: The Loved Ones

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The Loved Ones tenía que haber debutado en el Fantastic Fest del 2011pero la sacaron del programa en el último momento y aunque se pudo ver en algunas screenings posteriores, algunos de estos resultaron ser una versión inferior editada de la misma. Y aunque esta es la razón por la que tardé tanto en ver la película (no quería jugármela con una versión editada), ahora me doy de cabezazos pensando en todo el tiempo que perdí sin ver esta cinta australiana, rodada en 2009; del director y escritor Sean Byrne. Porque esta peli es sangrienta, es divertida pero sobretodo es intensa.

En el caso de que alguno de vosotros haya sido tan negligente como yo, os sugiero que dejéis esta crítica y os pongáis a verla inmediatamente. Sean Byrne se establece, para mí; como un tío al que hacer caso si con este debut ya nos hace entrega de algo brillante, nuevo y cargado de emociones. La historia cuenta con un cavernoso humor negro que trasciende cualquier similitud con el torture porn a pesar de la terrible y legítima tortura que veremos en ella. The Loved Ones es increíblemente violenta, casi maravillosa, pero es también un poco dulce, explicada con entusiasmo y de una inteligencia infinita. 

Xavier Samuel es Brent, un chico del instituto que se pasa el día tambaleándose en un abismo de culpa porque se encontraba tras el volante durante un accidente de coche donde su padre murió. Tiene planes para ir al baile del insti con su novia Holly (Victoria Thaine), pero eso no le sienta tan bien a Lola, una princesa sobrecargada de rosa que hace que su padre secuestre a Brent y lo mantenga atado para un baile de graduación retorcido y lleno de horror, al más puro estilo personal de Lola. Personaje interpretado por Robin McLeavy, quien da a Lola una actuación cargada de pura rabia y energía. 

La cinta podría desarrollarse alrededor de la actuación fiera e histérica de McLeavy, pero afortunadamente no es así. Samuel es desgarrador como Brent, Thaine es puro amor, Jessica McNamee es una gótica autodestructiva y Richard Wilson es su ansioso pretendiente y todos ellos, son pura delicia. Y John Brumpton no me podía dar más miedo y desasosiego como Lola’s Daddy. Es a ratos patético y aterrador, observando a su hija con una lujuria espeluznante y desventurada. También usando martillos, taladros y cuchillos para sacar su frustración en el pobre chico que ha rechazado a su hija para el baile. No sabes por donde va a salir en ningún momento. 

De alguna manera, The Loved Ones me recuerda un poco a House of yes, otra película cómica de humor negro que vive y muere en la actuación maquiavélica pero fantástica de su frenética protagonista. Pero The Loved Ones es ciertamente única en sí misma, una cinta que se mueve en un balance singular, de alguna manera entre grotesco y compasivo. The Loved Ones es una película más como la formidable Detention de Joseph Kahn, que entiende la bestia misteriosa y volátil que es el adolescente. 

Es visualmente impresionante, rebosante de colores de caramelo y luces de ensueño. Todo sobre esta historia es inesperado, imaginativo. Y sobretodo brutal. Los locos del gore se lo van a pasar pipa viéndola. The Loved Ones ofrece muchas sorpresas, mucho estilo y frivolidad, y muchos huevos también. Es una cinta de terror casi perfecta. De esas que te apetece ver más de una vez, y de dos.


Crítica: Hostage (The Darkening)

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“The darkening” era la clásica película “random” que uno ve sin más pretensión que le sorprendan. En caso contrario, sin premisa ni claro está, expectativa, siempre puede darle al botón de STOP y no sufrir por ello. Pues bien, hago énfasis en lo del STOP porque si tengo una cosa clara es que si tú te atreves finalmente con ella tras leer o no este simulacro de análisis y a los quince minutos no te ha conseguido enganchar, lo mejor es que dejes de verla: el resto del metraje sigue casi por los mismos derroteros. Pero bueno, dicha esta advertencia, expliquémonos mejor.

“The darkening” es una de esas películas que hacen del minimalismo su bandera. No solo en un 80% del metraje tenemos únicamente a un personaje sino que su radio de acción se limita a un casa de dos alturas, eso sí, con sótano y desván que al menos el tipo tiene sus medios. Bromas aparte, el protagonista será todo lo pudiente que queramos, pero la película ya es otra cosa… 

El arranque más que minimalista es “animalista”: solo un animal puede ofrecer algo tan desustanciado y hasta fallido. La primera escena es la del protagonista –Holt Boggs- sufriendo una especie de ataque de no-se-qué. Pues bien, para la loable labor interpretativa que hace a posteriori, el tal Mike Yurinko que dirige esta película le está haciendo un flaco favor. Seguro que alguno al ver los gestos de Mr. Boggs ya estará tentado a darle al botón de STOP adelantándose a mi aviso inicial. Pero es que lo que vendrá después tampoco ayuda o anima a seguir viéndola. El tipo aparentemente vive solo, pero habla con alguien. Tenía familia y les llora amargamente, por lo que adivinamos que algo les pasó. Consecuencia: o habla con fantasmas o está mal de la azotea. Bueno, es verdad, de la azotea está mal porque está sepultado bajo toneladas de nieve, pero esa es otra historia que vendrá después… Anda, mira, si hay un perro. Entonces, ¿era con este con quién hablaba? Desconcierto, esa es la palabra. 

Pero la puntilla –nunca mejor dicho hablando de “animalismo”…- vendrá cuando en el minuto 13’30’’ nos asalte uno de esos efectos sonoros que claramente indican que algo ha ocurrido. Tuve que rebobinar tres veces la película para que entre mi señora esposa y un servidor apreciásemos un sonido como de un golpe. Y ya no es lo imperceptible, es que ni el propio protagonista le da importancia. Ridículo, parece que la película se –ahora que está tan de moda utilizar términos de estos trending…- trolea a sí misma. 

A partir de ahí, considerando todo lo dicho, uno puede parar la película o seguir viéndola. Sinceramente yo normalmente a una película le doy de margen 20 minutos, porque si no, no estaría hablando ahora mismo de ella, pero la verdad es que a partir de ahí la cosa mejora bastante, conservando esa dinámica… contemplativa y espíritu minimalista, hasta surrealista, pero ya con un mayor contenido. 

La primera cosa que acontecerá –lo destripo al menos para llamar la atención, y total, ocurre apenas trascurridos esos 10 minutos- es que el protagonista se queda aislado por un misterioso alud de nieve que cubre toda la edificación. En ese momento la película parecería inclinarse hacia el drama aventuresco de supervivencia sino fuese porque entra en juego también un tema de candente actualidad en el género como los espíritus, cuestión que quizás es la que le ha ayudado a reflotar su carrera comercial; carrera comercial por cierto, que aún no ha acabado. Y es que el film –tras una superficial investigación por mi parte- fue filtrado en la red bajo el nombre de “Hostage” -“The darkening” fuera de las fronteras de EEUU- y por lo visto esta versión estaba incompleta. Cuando se decidan a darle el visto bueno se estrenará presumiblemente en el primer cuarto del 2015 bajo el nombre de “Entity”. ¿Realidad o intento de arreglar el desaguisado? Sea como sea, esta que analizo es claramente “The darkening”. Pero retomemos el hilo que llevaba que ya he divagado suficiente…

La adición de esos elementos paranormales unidos a la extraña circunstancia que vive el protagonista provoca que se abran nuevas posibilidades como pensar que el tipo está muerto y vive en una especie de purgatorio, u otras opciones igual de sintomáticas según nuestro bagaje peliculero. Será en ese momento cuando la película más que instar a su propio contenido busque la curiosidad del espectador, es decir, sí, tendremos nuevos ataques al protagonista y su estado físico se deteriorará, pero no es que pise excesivamente el acelerador, al revés, se recrea en los efectos sonoros y en esa atmósfera característica de este estilo para enganchar al espectador y al “Qué pasará”. 

El problema llegará cuando se acerque su desenlace. A falta de veinte minutos para acabar, comenzará una nueva película. Más personajes y más ritmo, pero lamentablemente también menos ambición en forma de tópicos y salidas facilonas. Es un placer ver a un viejo rockero como Nick Mancuso -¿quién no recuerda su “Stingray”?- con ese pedazo de voz, pero el planteamiento y como decía, resolución, no se corresponde con esa puesta en escena –nos guste más o menos- original del film. Aquí es cuando realmente le doy valor a esos comentarios que dicen que la película no está realmente completa (o montada cómo debería…). 

Por otro lado no quiero entrar en el debate del posicionamiento religioso en cuanto a pros y contras ya que además de que particularmente lo encuentro equilibrado, dependerá de la fe y creencias de cada uno. Por no decir que se destripa demasiado ya el film… 

Para acabar, lo dicho al inicio: este Holt Boggs puede parecer el hermano pequeño de Jason Statham, pero interpretativamente no es nada desdeñable. Por muchos efectos de maquillaje que le adornen no le resta mérito a esa esa difícil fórmula, tan sencilla de escribir y leer en esta parrafada que me estoy marcando, de trasmitir desesperación a la vez que determinación. 

Resumiendo, “The darkening” es un film minimalista –atmósfera y efectos sonoros- que va de menos a más y cuyo secreto es atrapar al espectador apelando a su curiosidad. El problema es que no todo el mundo se deja atrapar ya que su talante tranquilo puede exasperar al que busque un tipo de terror más directo y frontal. Vamos, que es la clásica película que te engancha o te aburre mortalmente existiendo muchas más razones para lo segundo. El final precipitado -si llegas a él- tampoco ayuda.


Artículo: The Strain, vampzombinfection

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Queridos cuervos catódicos, en el 2009, SUMA de Letras nos traía a España NOCTURNA, una de esas novelas devorables, que no buenas, pero bastante interesante en muchos de sus conceptos, escrita a cuatro manos por Chuck Hogan, ganador de un premio Hammet por “El príncipe de los ladrones” y Guillermo del Toro, uno de esos directores visionarios que deja su impronta en todo lo que toca y que es la primera entrega de la Trilogía de la Oscuridad. El universo retorcido, plástico y oscuro que del Toro ya ha utilizado en alguno de sus estupendos filmes, desde Mimic hasta El laberinto del Fauno, la magnífica Hellboy o Blade II, donde ya tocaba el tema vampírico desde una óptica videoclipera y adrenalítica muy a tener en cuenta, se torna en grises y tonos muy oscuros en la novela, desde el momento en que los infectados, protovampiros atacan en primer lugar a sus seres queridos y lleva el horror gótico a la realidad de manera sorprendente y como metáfora de otras realidades contemporáneas. La novela tiene un pase y la serie, desde luego, y sin lugar a dudas, otro.

No es una serie de vampiros al uso. Los colmillos se mutan por parásitos devoradores que transforma a las víctimas en una mezcla entre zombis, vampiros y cuerpos parasitados. La trama es tal que así:

Un avión procedente de Berlín aterriza en NY con todas las luces apagadas y sin señales de vida en su interior, como si todo el pasaje estuviera muerto. Al principio los protocolos de virus letal se disparan, pero pronto descubrimos que esa epidemia de infectados, los cuatro supervivientes y los no muertos, son insaciables, tienen sed y quieren la sangre de sus seres más cercanos. La epidemia se extiende a ritmo acelerado, en pocos días Manhattan ya está invadida, pero aún hay algo más siniestro en los planes de quienes dirigen el cotarro: hacerse con el control del mundo entero. Y es que como bien reza la novela “Tienes algo bajo la piel que los vuelve locos”.

The Strain, la serie de televisión de este 2014 está basada en la primera novela de la Trilogía, y cuenta con una primera temporada que constará de 13 episodios y será retransmitida por la cadena de televisión FX.

El 6 de agosto de 2014, FX renovó The Strain para una segunda temporada de 13 episodios que adaptarán “OSCURA”, la segunda novela de la trilogía.

El episodio piloto, dirigido por Del Toro, nos introduce en la trama cuando un Boeing 777 llega al aeropuerto neoyorquino JFK y, tras tomar tierra, para en seco en mitad de la pista de aterrizaje. No hay ninguna luz y todos los canales de comunicación no funcionan, como si no hubiese vida dentro del avión. Lo que al principio parece ser causado por un virus mortal, pronto se desvela como algo mucho más aterrador.

La serie está recibiendo críticas para todos los gustos, pero lo más criticado son las sobreactuaciones de un reparto que a mí no me parece malo en absoluto. Entre el reparto destacan: El guapísimo Corey Stoll como el Dr. Ephraim Goodweather, jefe del equipo del CDC en Nueva York, David Bradley es el Profesor Abraham Setrakian, sobreviviente del Holocausto ( la subrtrama más apasionante de esta temporada) propietario de una tienda de empeños en Nueva York y el único preparado para la llegada del “Maestro”, Mía Maestro es la Dra. Nora Martinez, bioquímica del equipo que trabaja con el Dr. Goodweather, el mazacote Kevin Durand como Vasiliy Fet, un exterminador de ratas de origen ucraniano, que lo mismo sirve para una plaga de cucarachas que para una de no muertos, Jonathan Hyde es Eldritch Palmer, un anciano multimillonario y desahuciado en su lecho de muerte que busca la inmortalidad y se vende al Mal, Richard Sammel es Thomas Eichorst, una misteriosa figura del pasado de Setrakian, miembro de las SS en el campo de concentración donde estuvo preso.

También destacan Natalie Brown como Kelly Goodweather, ex esposa de Ephraim, Miguel Gomez es "Gus", un pandillero recién salido de la cárcel de menores, la bellísima Ruta Gedmintas es Dutch Velders, una hacker que trabaja para Palmer pero que pronto cambia de bando, Sean Astin es Jim Kent, administrador del equipo de Goodweather que se vende a los vampiros para transportar un ataúd lleno de tierra en el avión a cambio de un tratamiento para el cáncer incurable de su esposa y que pronto se arrepiente.

Hay también otros secundarios de lujo, como Robert Maillet, the Master, un antiguo vampiro, Jack Kesy como Gabriel Bolivar, estrella de punk rock salvaje, guarruno y follador y uno de los supervivientes del avión, Adriana Barraza, Daniel Kash, Nikolai Witschl y ¡Sorpresa!: Javier Botet, mi paisano y tocayo, un actor que ya ha trabajado anteriormente con Guillermo del Toro en la película Mamá y que seguirá siendo La niña Medeiros durante décadas en nuestra pervertida mente imaginera.

John Hurt, Roy Dotrice y Ron Perlman fueron tres de los actores que se cayeron del proyecto... Una verdadera lástima...

Los trece capis son los siguientes y han sido dirigidos por los directores adjuntos: 

1 Night Zero Guillermo del Toro
2 The Box David Seme
3 Gone Smooth David Seme
4 It's Not for Everyone Keith Gordon
5 Runaways Peter Weller
6 Occultation Peter Weller
7 For Services Rendered Charlotte Sieling
8 Creatures of the Night Guy Ferland
9 The Disappeared Charlotte Sieling
10 Loved Ones John Dah
11 The Third Rail Deran Sarafian
12 Last Rites Peter Weller
13 The Master Phil Abraham

La música juega un papel importante en la serie, acerca el mito gótico vampírico a la actualidad, una actualidad bilingüe, multirracial y está compuesta por Ramin Djawadi, que ya hizo la música de Pacific Rim.

En la banda sonora del episodio Night Zero, el piloto, se incluyen temazos como When You and I Were Young, Gimme Tha Power de Molotov y Sweet Caroline de Neil Diamond.

En el resto de la serie aparecen temas latinos mezclados con otros anglosajones y la base tétrica y gótica está asegurada en su partitura, siniestra, sencilla, oscura y bastante potente.

Checco Varese, director de fotografía de la serie, filma en un buen formato dígital utilizando cámaras RED Epic que potencian la representación del color, la saturación y la flexibilidad en términos de diferentes velocidades de tiro. Vamos, que tiene una buena factura a nivel imagen, si bien el CGI de algunos planos roza lo patético y resta puntos.

Las críticas, en su mayoría positivas no han conseguido que la audiencia deje de rondar sólo los dos millones, vamos, como cualquier tarde de Sálvame en Tele5.

Como curiosidad, el fabuloso cartel original de la serie es un gusano del virus vampírico en el ojo de una persona y el ejercicio desorbitado de márketing colocó inmensos ejemplares por doquier. A raíz de las quejas del público, por provocar pesadillas, terrores nocturnos e incluso un intento de suicidio de menores aterrorizados, así como varios accidentes de tráfico, la cadena FX anunció que iban a reemplazar el cartel en varias de sus carteleras, por uno muchísimo más ñoño y convencional... Ay, estos yankis... No les da miedo una escopeta en casa y un gusano saliendo de un ojo revoluciona las calles... Vivir para ver, que diría mi abuela, la difunta señora Thorn desde mi sótano.


Crítica: El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos

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La palabra desenlace siempre implica una despedida, y con cada despedida, inevitablemente, existe una cara nostálgica que espera que, ya que el adiós es impostergable, al menos exista una sensación agradable que perdure en el tiempo y que el recuerdo que nos quede de esa despedida nos provoque una sonrisa, algo que haga el proceso lo menos doloroso posible. Está claro que las despedidas no le gustan a nadie y es lógico porque significa una ruptura, pero hay que entenderlas como el fin de una capítulo que no tiene que ser necesariamente el FIN con mayúsculas, sino que puede ser la puerta a otro nuevo, que quizá no tenga nada que ver con el anterior, pero que puede que consiga ser igual de intenso, o incluso más, que aquello que dejamos atrás. Esto, como casi todo, es aplicable al cine y a la vida, que no deja de ser una sucesión de capítulos de todo tipo de subgéneros.

"El Hobbit" , aquella aventura ideada por Tolkien en 1937, presenta ya su desenlace y lo hace de la misma manera en que presentó el inicio y el desarrollo del viaje de Bilbo Bolson y los enanos hacia Erebor, por la puerta grande, esta vez más grande aún si cabe. Desde luego a los críticos con la adaptación de "El Hobbit" no les gustará, pues no es una película que reconcilie posturas enfrentadas, es una película que completa la maravilla de todo aquello que se produce en la Tierra Media. Todos aquellos que pensáis que el único interés de Peter Jackson a la hora de llevar a la gran pantalla la historia de "El Hobbit", es el económico, podéis seguir pensándolo, pues esta película no es para vosotros, esta película, como las dos anteriores es para los que saben diferenciar entre la trilogía del anillo y "El Hobbit" y se dejan arrastrar a un mundo magnético, sin prejuicios. 

Vayamos pues con los que disfrutamos como enanos de las dos primeras partes, y que consideramos que no hay ruptura en la Tierra Media y que el planteamiento y desarrollo de las tres partes de "El Hobbit" entran dentro de las películas épicas más importantes que se han dirigido jamás. Para todos nosotros, "La Batalla de los cinco ejércitos" se convierte en una orgásmica parte final, que combina con grandilocuencia la batalla con la emotividad, y que deja sin aliento a cada plano, por bellos, por dinámicos, por intensos, por lúgubres, por divertidos y por sinceros, pues ¿hay algún engaño en "El Hobbit"?, no queridos, no la hay. Puede que la historia nos la narren desde el punto de vista no humano (que es el ser oscuro), sino desde el punto de vista de los gruñones enanos y los pequeños hobbits, pero siempre desde la intención de recrear un mundo al que acudir para dejar a un lado nuestra vida real. 

Esta tercera y última parte de "El Hobbit" deja en anécdota la amenaza de Smaug el escupefuegos, ya que el dragón sólo es el prólogo (y muy breve desde mi punto de vista) de una narración belicosa donde se tratan aspectos recurrentes en la narrativa de Tolkien como son la valentía, la lealtad, el amor, la superación, la resignación, la locura y sobre todo, la amistad. En esta parte la amenaza es es la paranoia, el trastorno que brilla y como no, unos viejos conocidos, los orcos. Asistimos pues a una batalla detrás de otra en un "más grande y mejor" a la hora de mostrar a los diferentes combatientes, pues no es lo mismo ver a Galadriel y a Sauron luchar, que ver a los elfos y a los enanos, o a los orcos y a los pobladores de la cuidad del lago. Cada uno cumple su papel a la perfección y la forma de narrarlo con imágenes también, dejando esta vez en un segundo plano protagónico a Bilbo Bolson, ya que hay muchas puertas que cerrar antes de que el mediano pueda regresar a la comarca. 

Lo que vais a encontrar en esta tercera parte son luchas antológicas, momentos de piel de gallina y una exhibición de efectos especiales impresionantes que hacen que sea imposible parpadear, pues si cierras un segundo los ojos, puede que te pierdas un detalle y aquí hasta el más mínimo detalle está diseñado para hacernos felices, por lo que es imposible no babear con el mano a mano entre Légolas y Bolgo (el esbirro de Azog ) y la escena del puente, o con la llegada del ejército elfo y Thranduil a lomos de su magestuoso ciervo, o con la salida de las tropas orcas bajo un cielo negro, o con la fascinante lucha entre el mismo Azog, el azotador y Thorin, escudo de roble entre el hielo. Chicos, es imposible que haya más magia entre espectador y espectáculo que cuando estás viendo escenas tan prodigiosas como las que se exponen ante tus ojos, os lo aseguro. 

Y todo esa convulsión de acción viene envuelta en un papel de diferentes colores: rojo, el que simboliza la relación entre Kili y Tauriel, amarillo: simbolizado por Légolas y Tauriel, el blanco: símbolo de la elegancia y a veces mezquindad de los elfos, el negro: símbolo de la desconfianza y la avaricia a la que el corazón de la montaña arrastra a Thorin, el verde: simbolizado por la necesidad de esa esperanza que siempre se representa en Bilbo, yel azul: que representa la lealtad y la amistad entre enanos y el saqueador. 

Y es que en esta batalla de más de dos horas, hay un sitio muy muy importante para la emoción, para el nudo en la garganta, para la muestra de los valores y para coger el pañuelo de papel por lo que pueda pasar. En "La batalla de los cinco ejércitos", las sensaciones están a flor de piel y la manera de decirnos adiós con la mano es magnífica, porque aunque haya momentos que desde mi punto de vista deberían acortarse, y otros que se han quedado algo escasos, no puedo obviar que el conjunto es sublime, y que hacer una sexta parte de las aventuras de la Tierra Media sin perder ni un sólo momento de interés en niguna de ellas, es algo que sólo alguien como el sr. Peter Jackson puede lograr. Por todo ello, gracias por tan extraordinario viaje.


Crítica: Musarañas

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Los directores, Juanfer Andrés y Esteban Roel, que llevan años impartiendo clases en el Instituto de Cine de Madrid y dirigieron hace tres años el corto “036”, dan con “Musarañas” su correctito salto al cine respaldados de la mano amiga de Álex de la Iglesia, que oye, está bien tener padrinos aunque sólo sea para que te abran puertas de vez en cuando.

La cinta, un terrorífico cuento gótico en la España franquista nos cuenta la historia de Montse, interpretada y a ratos sobreactuada por la estupenda Macarena Gómez, una joven que ha dejarlo de serlo a la fuerza, encerrada en un asfixiante y siniestro piso del centro de Madrid debido en gran parte a su agorafocia y que ha dedicado toda su vida al cuidado de su hermana pequeña, correctamente interpretada por Nadia de Santiago. La madre de ambas murió en el parto de la pequeña y el padre, un ser mal esbozado interpretado por el siempre brillante Luis Tosar, no pudo soportarlo y las abandonó, aunque sigue apareciendo en cada uno de los éxtasis oníricos de la protagonista a modo de flashbacks, poco convincentes, todo sea dicho. O al menos eso parece... 

Montse entonces ha perdido su juventud ejerciendo de madre, padre y hermana mayor de su hermana, construyendo una burbuja en la que la sobreprotege, pero además, su terrible agorafobia que la hace recluirse en casa sin poder salir ni al rellano la han convertido en una mujer desquiciada, obsesiva y bastante cucu encerrada en su propia burbuja. No diagnosticada, víctima de su época y su terrible educación castradora, y ajena a la enfermedad real, todo quiere solucionarlo a lo beato, reza que te reza y sobreprotegiendo a su mayor carga y a la vez lo único que realmente la vincula con el exterior, su hermana y trabajando como costurera. 

Esta agobiante situación, que para Montse es el día a día y la rutina que su enfermedad necesita se ve rota de repente cuando un guapísimo vecino, Carlos (Hugo Silva, no os digo más), tiene un accidente y acude a la casa a refugiarse. Es la llegada del macho a un mundo en el que sólo existe la mujer y la figura siniestra del padre que abandona. Es la llegada del hombre-presa a casa de las musarañas predadoras. 

No puede negarse la serie de virtudes que tiene la cinta, si bien hay que destacar que ni de lejos se acerca a lo que cabría esperar de ella. 

Por un lado convence, y mucho, la ambientación cincuentera de esa España franquista y resulta absolutamente entretenida aunque no llegue a sorprender en ninguno de sus golpes de efecto que cualquier espectador medianamente hábil se viene oliendo. 

A nivel interpretativo la cosa empeora, y si bien Nadia de Santiago está como suele, sosilla tirando a bien, y Hugvo Silva sólo con aparecer y decir su texto nos sirve, el peso de la cinta que recae absolutamente sobre Macarena Gómez se ve lastrado por unos arranques de sobreactuación que por momentos nos trasladan a su televisivo “Internado Sangriento”, y es una pena, porque la cosa, a pesar de ser en exceso sencilla, tiene un aire insano muy a lo “Para Elisa” y daba para una buena sesión de terror clasicón pero acaba rozando el esperpento (El papel de una de las dos Gracias) por su poca sutileza y su a ratos humor grosso. Conforme la cosa avanza, se van añadiendo personajes y situaciones a la historia (policía, amiga, etc), lo que no hace sino contribuir al desmadre de un final donde el mejor humor negro sale a flote y la cinta gana enteros, navegando entre ese humor extraño, el terror y el drama. 

Podemos decir, pues, que el film es una peli más que correcta en la que si bien el histrionismo cantoso sobra a ratos, un tercer acto especialmente inspirado salva la función y que, si bien no lanzará a su protagonista al estrellato de inmediato, nos la revela en algún que otro registro desconocido que francamente le favorecen. 

Macarena, siempre generosa a la hora de participar en nuevos proyectos de gente novel, se entrega a saco, demasiado quizás, pero a ratos parece ser la única que se cree la peli, cosa que dice bastante poco de sus directores. Desde aquel sorprendente (y odioso) corto en el que un tipo deja a su novio por una Macarena asesina, la Gómez parece disfrutar de las capacidades que su cinegénico físico le brinda. Y es que en el diccionario, su foto debería estar adjunta a la definición de “Musaraña”. Ella es la musaraña, la mantis religiosa, la enferma, incluso el insecto palo, y desde luego, lo más reseñable, en ese papel que es la viva encarnación del mal pero a la que es imposible no tener aprecio, a pesar de esas sobreactuaciones puntuales, junto con la magnífica fotografía de Ángel Amoros, de toda la cinta, que contrasta claroscuros con un don casi de genio. 

El reparto y los directores han paseado por Sitges entusiasmados por trabajar con el respaldo del gran Álex de la Iglesia, que ha subrayado que Musarañas “es una película totalmente de Juanfer y Estaban" y que su papel y el de Carolina Bang ha sido exclusivamente el de producirla. 

La peli pasa por ser una entretenida mezcla de géneros, desde la comedia más negra y gamberra al horror pasando por el drama que adolece sin embargo de un tratamiento mucho más oscuro y siniestro, pues el magnífico trabajo de ambientación y fotografía daban para mucho más. La misma peli, con un punto de vista desde el terror psicológico extremo y crudo, habría sido una buenísima forma de iniciar una carrera en Sitges. El tercer acto, sin duda lo mejor de la peli, convertido en una orgía de tensión, rocambolescas situaciones y tonteos con el gore, consigue atrapar la atención del espectador por completo, cosa que hasta entonces no sucede del todo. Por eso, al acabar la proyección uno se queda medio vacío, ni entusiasmado ni decepcionado, como “Vale...¿Y ya?”... Una pena.

Porque los maravillosos guiños al terror, al gore salvaje, al miedo, funcionan más que correctamente y engrandecen la cinta. Una cinta coherente consigo mismo endefinitiva, con un argumento que sí, daba para mucho más, pero que los directores desarrollan justo de la forma que quieren hacerlo.

Otra peli para la Sección Oficial Fantástic Competición que si bien no aporta nada nuevo ni especialmente destacable, se hace cómoda, fácil de digerir e interesante y augura un buen futuro a sus primerizos directores. 

Lo mejor: Cuando la cosa deja de ser “correcta” y se pone un poco más salvaje. Macarena Gómez. 

Lo peor: Su convencionalismo inicial. Macarena Gómez.

Aún así, una peli absolutamente disfrutable, que si bien no nos quitará el sueño, no nos molestará en absoluto. Es una lástima que con tán buenísimos componentes la peli se quede en un “pseee”, con una atmósfera de las mejores que recuerdo, una capacidad de interesar tremenda, casi proporcional a la de desinteresar y olvidarla una vez vista... 

No quiero ser puñetero, pero me gustaría saber cuantísimos proyectos de semejante calidad y mejores yacen en un cajón esperando a ser rescatados por el de la Iglesia de turno. Y ya puestos, cuál habría sido el destino de “Musarañas” de no venir respaldada por quien viene... Sí, amigos, son pensamientos que mi herencia satánica me hace a veces plantearme...



Crítica: The Mirror

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Siguiendo mi filosofía de ser irreverente y a la vez espero que mordaz, voy a analizar esta película de una manera muy especial. ¿La razón? Pues además de esos motivos que me llevan a ser poco convencional, que la película parte de tantos tópicos y horrores (!!), que me resistía a soltar frases aún más anodinas que su contenido.

Así es que dicho esto vayamos con mí… receta:

“THE MIRROR”: Found footage de presunto terror para seis personas (o las que quieras…aunque ya te aviso que cuántas menos, mejor).

INGREDIENTES: 

-Tres tipos idiotas que se creen la monda, lo más cool y lo más trending. Uno parece un mariposón, pero tiene una novia que es un pibón. (¡Ole qué rima!) Otro se ha puesto un estropajo en el flequillo y es el típico graciosillo de todo grupo que se precie de ser tópico. Y por último, “el pibón”, una frígida que se vanagloria de haber crecido viendo “Bananas en Pijama”. 

-Un gran espejo maldito.

-3 cámaras. Una fija colocada frente al dichoso espejo grabándolo las 24h. del día. Otra “cámara al hombro” que siga y persiga a los tres “boniatos”, y una tercera en miniatura y de acción –tipo GoPro- atada al pecho de uno de los incautos que sufre de un “ocasional” sonambulismo. 

-Una Ouija.

PASOS A SEGUIR: 

1º.- Reúnes a los tres protagonistas y les das una excusa para afrontar la tontería de turno. Puestos a elegir, escoges un reto en el que si pasas X días con un espejo maldito te llevas 1 millón de dólares que ofrece una fundación. Eso sí, tienes que registrarlo todo con una cámara. Remueves todo ello y les permites fantasear 10 minutos pensando que harían ellos con ese dinero. 

2º.- Dejas a los protagonistas durante 10 minutos más a fuego lento esperando que pase algo. Lo único que pasa es que uno de ellos se da una vuelta por la casa sonámbulo. 

3º.- Ante la falta de actividad tanto del espejo como, sobre todo, de la película, añadimos a la cocción una Ouija y salpimentamos al gusto con retos chulescos para incitar a que los espíritus –o lo que sea- hagan su aparición. Vamos a ver capullitos de alhelí… si el reto es aguantar un tiempo con el espejo… ¡¡qué mejor que no ocurra nada para llevarte el premio!! Claro, entonces no habría película, pero seguro que llegamos a la conclusión de que tenemos entre manos una nueva estupidez, ¿no? 

4º.- Tras 25 minutos de insustancial cocción subiremos el fuego para que rompa a hervir dando como resultado que nos encontremos con el piso revuelto y el sonámbulo con un cuchillo en la mano visitando a sus compañeros de piso mientras duermen. Con ello harás un escorzo dando la impresión de qué sucede algo, pero ATENCIÓN, correrás el riesgo de que empiecen a pegársete en el fondo de la olla las neuronas de los espectadores más exigentes –y no tanto- que se den cuenta de que les estás tomando el pelo. 

5º.- Bajas el fuego y comienzas a darle vueltas y vueltas. Vueltas y vueltas durante 20 minutos más sin dejar de remover la mezcla alrededor de la cuestión de porqué el sonámbulo lleva un cuchillo por las noches. No conseguirás nada, pero de tanto marear el tema al menos lograrás que los espectadores no se rían de ti y a lo mejor alguno se te queda dormido por el camino con lo que te ahorrarás los insu… ejem… sigamos. 

6º.- Cuando estés cerca de la hora de cocción, adereza el conjunto con una salida al exterior; sorprenderás a los incautos haciéndoles creer que la cosa comienza a cambiar para bien. Y lo harás añadiendo –literalmente- una gran dosis de pimienta. Miedo no darás, pero… ¿¿¿¡¡¡ Y las risas que provocarás !!!??? 

7º.- Con la textura adecuada de execrable y turbio engrudo, llega el momento –la hora de metraje- de dar el golpe definitivo. Es ahora o nunca.: el momento del Gore. ¡¡¡¡ Síiiiiiiii… alabado sea Azathoth y su profeta Nyarlathotep !!!! Añade sangre y casquería, y al menos no se te quejarán de que no hay chicha. Eso sí, para rendir honores a los malos “found footage” has de hacer un poco el subnormal –los disminuidos mentales son mejores que tú- y en lugar de sacarle provecho te haces el “fisno” y te refrenas rematando el plato con otros 10 minutos de sopor. 

8º.- Emplatar la mezcla de mal gusto con una guinda previsible y tirar directamente al WC.

Resumiendo, cada vez que se hace una película de estas muere un gatete. “The mirror” es la enésima tomadura de pelo de un estilo que ya cansa y que a lo único a lo que nos está conduciendo es que aplaudamos productos mediocres. Ni interpretación, ni guión, ni detalles técnicos, ni ná de ná. Aburrimiento y hasta indignación por la pérdida de tiempo. A la hoguera.


Lo mejor del año según Nido de Cuervos

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Un año más, terminamos el ídem como no podía ser de otra manera, con lo mejor del mismo, al menos, para nosotros. Y hay que decir que en esta ocasión, ha sido especialmente complicado de elaborar dado el excelente nivel cinematográfico alcanzado en estos últimos 365 días, plagados de excelentes películas y que nos han puesto en más de un compromiso a la hora de dejar fuera de nuestros rankings a títulos que en otra ocasión, sin duda habrían formado parte de ellos. 

Sin más dilación y sin querer dejar de agradecer el apoyo y la fidelidad de todos vosotros, lectores, que hacéis de Nido de Cuervos algo un poquito más grande cada día, os dejamos con lo mejor del año según los cuervos. Feliz año para todos y que por lo menos, sea la mitad de terrorífico, cinematográficamente hablando, que el que nos deja.

Lo mejor del año por Missterror 

Me despido del 2014 con un sabor de boca delicioso, pues creo que este año ha sido muy grande para el género y para mi daba para un top 10, de hecho me ha sido extremadamente difícil elegir las cinco mejores y dejarme fuera absolutos peliculones, que hacen que me duela el pecho. Al final la decisión está tomada: 

ALLELUIA: Sin duda mi película favorita de este año, porque me ha dado todo lo que pido: pasión, personajes inolvidables, locura, frescura, opresión, tensión, drama, guionazo y sobre todo un ejemplo de buen cine. Frabrice Du Welz me tiene a sus pies. 

THE WORLD OF KANAKO: Esta película significa la exageración elevada a la máxima potencia, y el disfrute ante su visionado es directamente proporcional. Una obra maestra fuera de toda duda. 

IT FOLLOWS: Un clásico instantáneo que sigue de la mejor manera posible la estela que deja Carpenter en cada película. Vuelve el terror, el terror del bueno. 

THE BABADOOK: Una fórmula clásica, sencilla y elegante que funciona como ninguna. Una película que consigue helar la sangre por toda la fuerza que destila. Imprescindible. 

TUSK: La gamberrada que más mal rollo produce en lo que va de año. Un guión loco y perfectamente engranado en un contexto terrorífico y unos personajes dignos de aplauso. 

Mejor serie: Penny Dreadful. Porque lo tiene todo.

Quedan muchas películas que me han hecho disfrutar por el camino, queda también parte de la montaña de basura que año tras año alimenta también el cine de género, pero si hago balance desde luego, me inclino a pensar en que he disfrutado mucho más de lo que me he aburrido, porque amigos, cuando uno disfruta de verdad una buena película, vale por cincuenta películas mediocres que has dejado atrás. Feliz año a todos, en especial a mis compañeros: El Rector, The Wrong Girl, Romasanta, Damien Thorn, Chanpoo y sin olvidarme de Max Cady ( cuervo, aunque sea en la distancia). 

Nos vemos en el 2015 con mucho más terror!!!!

Lo mejor del año por El Rector 

Una tortura china elegir SOLO cinco títulos en un año tan glorioso para el género. He dejado fuera algunas películas con las que he disfrutado como un cerdo pero como en esta vida no se puede tener todo y hay que elegir. Elijo: 

EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS: Poco se puede argumentar al respecto. Jackson es el más grande y lo ha vuelto a hacer. Esta última entrega de la trilogía, sin inventar nada nuevo, vuelve a ofrecer una experiencia cinematográfica insuperable. Un espectáculo magno capaz de impresionar y emocionar a partes iguales por el que cualquier amante del séptimo arte, debería sentir admiración. Épica. 

IT FOLLOWS: El terror está de enhorabuena y “It Follows” es la mejor prueba de ello. Recuperando lo mejor del cine de terror de los 90, la película exhibida en Sitges consigue algo que a día de hoy, parecía utópico, generar tensión y hacerlo además, con una historia nueva y original. Todo un soplo de aire fresco dentro de un género tan trillado en demasiados ocasiones como el que nos ocupa. Maravillosa. 

GUARDIANES DE LA GALAXIA: Y luego nos quejamos del mainstream... pero menudas joyas nos ha deparado este año. Sin duda, una gran cosecha la de este año también para los amantes de los super héroes, destacando sobretodos los demás, esta obra maestra del entretenimiento a medio camino entre la ciencia ficción y las aventuras. No se como será la próxima trilogía de “Star Wars”, pero que nos quiten lo “bailao” con Starlord y compañía. Indispensable. 

THE POSSESSION OF MICHAEL KING: En un momento donde el mockumentary se ha convertido en una de las mayores lacras del género de terror, aparece de la nada, uno de los filmes más aterradores que servidor recuerda en muchos años. Sin ningún lugar a dudas, la cinta más terrorífica del año y un buen ejemplo de que el demonio, pese al maltrato al que se le somete a lo largo de insufribles filmes, aun tiene mucho que decir en esto del horror cuando las cosas se hacen bien. Terrorífica. 

ALLELUIA: Y para terminar, esta oda al buen cine del amigo Fabrice Du Welz, una mezcolanza de géneros rodados con perturbadora elegancia que sin duda, no dejará a nadie indiferente, ni para bien, ni para mal. Cruda, violenta, oscura, morbosa, enferma... cualquier calificativo se queda corto para describir este delicioso viaje al corazñon mismo de la demencia y encima, capitaneado por una española, una genial Lola Dueñas. 

Mejor serie: Pocas dudas en este apartado. El galardón no podÍa ser para otra que no fuera “Penny Dreadful”, una oda a la literatura de terror universal de hipnótica belleza gótica que hará las delicias de cualquier amante del género. 

Lo mejor del año por The Wrong Girl 

ZOMBEAVERS: Por el rock and roll que lleva dentro, se toma a sí misma en broma y la hace especial. Porque hablamos de castores infectados que se matan a la gente. Es desenfadada, se tiene que ver con muchas ganas de reír. Creo que entre el género animal zombi es de lo mejor que se ha hecho, valga la ironía. Es una película de pasárselo bien de principio a fin si tienes en cuenta que no estás viendo una cinta de terror seria al puro estilo. Sin duda, una mamarrachada divertida que es mucho mejor que cualquier quiero y no puedo. 

INTERESTELLAR: Yo en mis tops siempre cuelo a Matthew McConaughey una vez y si puedo dos, como este año. Porque le amo con locura y ya está, ya lo he dicho. ¿Qué puedo decir? El elenco, la fotografía, la dirección. La cinta es una auténtica maravilla. Sin ánimo de destripar nada, es una película redonda. Me entusiasmó la descripción del declive de la raza humana que te encuentras en ella, es una mirada sardónica al futuro de la humanidad con unas representaciones de actores que son de órdago. Dramáticamente intimista es una película épica. 

GONE GIRL: El thriller del año para mi gusto. Me encantó el personaje de Amy y como Rosamund lo ejecuta a la perfección. Los interminables giros de guion que me obligaban a cambiar de bando en cada escena. Me dejó seca el poder que tiene el ser humano para transformarse. Entiendo que no es de lejos la mejor película de Fincher pero es que Fincher ya despierta en mí, sentimientos encontrados teniendo películas que adoro y películas que odio. Para mi Perdida es una cinta espectacular con una fotografía impecable, unos actores impresionantes (el cara acelga también) y una historia extraordinaria y maquiavélica. No puedo dejar de maravillarme al pensar en una historia así, a nivel literario. Con tanta trama, tanto detalle que se resuelve a la perfección en una película casi redonda. A excepción de un par de cabos sueltos. Es larga pero no se me hizo pesada. 

A MOST WANTED MAN: Thriller de Anton Corbjin con el fallecido Phillip Seymur Hoffman. Sutil, absorbente y puntillosa, en el buen sentido del término. Basada en una novela de John le Carre, se demuestra una vez más que nadie hace thrillers como él. La escenografía de Hamburgo acompaña un relato que critica la política exterior de Estados Unidos dejándola a la altura del betún. Es un enigma mercurio que señala lo que el verdadero espionaje es cuando se rueda con maestría. Sólo por ver uno de las últimas actuaciones de Seymur Hoffman, que como siempre; otorgaba al papel un 10 sobre 10. Para mí, una gran pérdida en el mundo del cine, todo lo que tocaba, era una maravilla. En esta cinta sobre espías y planes que no son lo que parecen, vuelve a redimirse con una actuación perfecta. Para dejarse seducir por las frías calles alemanas. 

THE DOUBLE: Adaptar una historia de Dostoevsky es tarea ardua de por sí. Pero si hablamos ya de convertir un relato corto en una película de tomo y lomo, entonces es un milagro. The double es complicada de ver porque es una cinta diferente, porque cuenta una historia con la que es difícil empatizar, ya que ha sido adaptada a la época ‘moderna’ y el relato es de la época dorada rusa. Es oscura pero minimalista. A mi modo de ver, los actores salvan la papeleta de la re-estructuración de guion. Porque están soberbios y son actores que se echan a la espalda lo que sea. La trama en sí es hipnótica y narra unos hechos que en caso de pasarle a uno mismo, nadie sabría cómo reaccionar. Yo he pensado en ello muchas veces, desde que leí el cuento y mucho más desde que vi la película. Y para mí eso es un punto positivo para cualquier cinta. 

Serie: True detective¡Cómo para elegir otra! Semejante proeza no se puede olvidar fácilmente. Las vidas de Rust Cohle (mi querido McConaughey) y Marty Hart (Woody Harrelson) desgranando durante 17 años el misterio de un terrible asesino en serie. Mágica en todos sus episodios, rodada con una brillantez de cámara que roba el hipo. Cuenta una historia enigmática, completamente perturbadora pero adictiva y a la vez narra el decaimiento del hombre. La transformación que una persona puede sufrir bajo los efectos específicos del drama y la miseria humana. El desarrollo de personajes, especialmente Rust Cohle, es terriblemente bueno. Rodada en conjunción de presente y pasado, vemos como un hombre puede perder el alma cuando la obsesión lo exige. Cada episodio es una oda a la cámara y al lápiz. Una serie para ver y rever, y volver a repetir porque los detalles son lo que cuentan y en True Detective los detalles te roban el aliento. 

Lo mejor del año por Romasanta 

RELATOS SALVAJES: Violencia, sangre, golpes, bombas y mucho humor negro para uno de los filmes más atípicos en la filmografía argentina. Historias episódicas que muestran el lado más oscuro y primario del ser humano con mucha mala baba y un gusto por lo grotesco como muy bien saben hacer en Argentina. Para mi la mejor propuesta del año y que por donde va arrasa. 

EL AMANECER DEL PLANETA DE LO SIMIOS: Continuación del reboot de "El origen del planeta de los simios" con un sorprendente cambio gracias al director Matt Reeves. Unos efectos especiales de excelente calidad, junto a un elenco actoral notable -sobresaliente Andy Serkis como César- y un guión muy bien hilvanado . Uno de los más espectaculares y entretenidos blockbusters del fantástico del 2014. 

PERDIDA:  Perfecta en todas sus facetas con algún problema de guión perdonable, David Fincher se supera en esta reflexión sobre la fragilidad del matrimonio con una constante belleza que nunca se había visto antes. Una propuesta diferente con giros de guión constantes que proponen una dura lucha actoral entre Ben Affleck y  Rosamund Pike.

SNOWPIERCER: Aunque producida en 2013, no tuvimos el placer de verla ya fuese en USA o España a mediados de año, esta producción coreana con elenco americano y británico, me parece uno de los films de ciencia ficción más notables de este año. Una revisión muy loable sobre el cine catastrofista y apocalíptico, que se entrega a sus actores (Tilda Swinton, John Hurt y Chris Evans) con una perfecta puesta en escena del interesante director, Bong Joon-Ho, que ya nos había deleitado con aquel sorprendente film, "The Host". 

HONEYMOON: Esta última película se merece estar en la lista, por la arriesgada apuesta que hace la directora Leigh Janiak, que trata desde la perspectiva del drama psicológico el estamento del matrimonio; pausada reflexiva y que sabe sacar lo máximo de lo mínimo. Creo que los directores noveles necesitan oportunidades y siempre me ha gusta o apoyar las ópera primas. 

SERIE TV PENNY DREADFUL Simplemente por ser hipnótica y bella, a la vez que ofrece una revisión de los monstruos clásicos y la literatura gótica que tanto nos gusta a los que deleitan el género de terror. Además de una puesta en escena preciosista y muy cuidada, junto a un elenco de actores en estado de gracia. 

Lo mejor del año por Chanpoo 

ACROSS THE RIVER:¿La razón? Porque es la película que para mí mejor ha representado ese terror minimalista que tanto me gusta. Argumento simple y hasta si se me apura carente de originalidad, pero no por ello previsible. El film busca en la atmósfera sus bazas para atenazar y acongojar. Por último, a pesar de los escasos medios, técnicamente es impecable. Ah, y además cubre la cuota de película europea… 

AFFLICTED: En la lista de lo mejor del año no podía faltar ni un film independiente ni un “Found Footage”, tendencia que acapara el mayor número de producciones dentro del género de terror. “Afflicted”, no nos engañemos, no es un prodigio de originalidad ya que gira sobre un tema tan manido como el de las… “enfermedades”, pero su puesta en escena con incluso intención de lanzar una moraleja, le confiere una frescura que muchos otros deberían copiar. Los efectos especiales, las pinceladas de acción, todo en ella la hace recomendable. 

THE RAID 2: No es de terror, pero tiene más sangre que un slasher. No es de sci-fi, pero hay más superhéroes que en una de la “Marvel”. Y sí, “The raid 2” es un film de acción, pero muchos la tacharían como un film fantástico… en el doble sentido de la palabra. Además me cubre la parcela asiática –como también la de secuela-, con lo que su elección ya no es tan discutible. ¿Qué decir de ella? Pues que es la bomba. Pocas películas pueden ya –y más de este origen- dejarme con la boca abierta, pero el film de Gareth Evans lo logró superando lo que parecía imposible: mejorar a su antecesora. No diré más: si te gusta la acción, esta es no es una opción, es una obligación.

GUARDIANES DE LA GALAXIA: Sí, podría poner una ristra de títulos independientes con los que dar una apariencia de gafapasta o versado en el género y bla, bla, bla, pero faltaría a mi principio de tolerancia cero a la hipocresía. “Los guardianes de la galaxia” contiene lo que busco en una película de sci-fi: espectáculo, diversión y buenos FX. Si encima la misma te aporta sentido del humor y elementos que podrían desafinar pero que aquí encajan como un guante como son los sentimientos, no solo indican que la película está trabajada sino que se ha logrado dar con una fórmula extraordinaria. ¿Necesitas más razones?

EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJERCITOS: Podría repetir lo dicho con la anterior y además añadir que esta tiene más defectos que aquella, y sin embargo seguiría estando en mi lista. Si me dejase llevar por el ángel de mi hombro derecho pondría algún título menos popular para reivindicarlo –se me ocurre media docena, pero el Rector nos tiene prohibido ni siquiera mencionarlos-, pero el demonio de mi izquierda me dice que sea irreverente y como no voy enfundarme el traje de troll poniendo un título trampa tipo “Asmodexia”, volveré hacer caso a mi corazón dejándome llevar. Podría ser más corta y concisa, menos lacrimógena, haberse influenciado menos tanto por otros títulos como por los antecedentes, y haber abusado menos de los FX, pero a los que buscamos aventura épica no hay mejor opción. 

THE LAST SHIP: En contra de su habitual rectitud –ya solo el nombre sugiere una férrea disciplina- el Rector ha aceptado mi sugerencia de incluir este año una serie de televisión. Sería fácil soltar ahora “Penny dreadfull”, “The leftovers” o “The knick” y quedarme tan pacho -sé que en películas no se podía mencionar otros títulos, pero como esto son series…. muhahahhahahhaha (léase con una risa malvada)-, pero aquí sí que he querido reivindicar una serie de nuevo cuño que no ha tenido tanta repercusión ni entre los medios ni entre los aficionados. Partiendo de un tema tan trillado como un virus que arrasa con la mayoría de la población mundial, el célebre Michael Bay y los más de género Jack Bender y Brad Fuller, nos traen una serie de acción que podría parecer una americanada pero que, salvo por un episodio, atrapa provocando que en su parte final paradójicamente exudemos sentimientos por todos nuestros poros.

Crítica: Detour

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En ocasiones, la falta de recursos se traduce en una pistola apuntándonos directamente en la sien para que el frío metal del cañón estimule nuestras neuronas. En ocasiones, también, la falta de recursos es el embrión de las mejores ideas, pues no hay duda de que la necesidad, es una de las mayores motivaciones que existen. “Detour” versa un poco sobre todo esto, en especial sobre la falta de recursos y sobre ese cañón de revolver... visto lo visto, no tan frío como debería.

No es esta una de esas ocasiones. No hay una gran idea detrás del primer larga duración de William Dickerson y a falta de inventiva para suplir los escasos medios a su disposición para éste su debut, ha optado por otra de las grandes “virtudes” del ser humano, es decir, el plagio. No literal, pero si en espíritu. En concreto, el de una exitosa cinta dirigida además, por un español y buen amigo de Nido de Cuervos al que desde aquí saludamos, Rodrigo Cortés y su “Buried” de 2010. Recordemos, aquella historia sobre un tipo atrapado en el interior de un ataúd bajo tierra que luchaba por la supervivencia con un teléfono móvil como única herramienta. 

“Detour” bebe directamente de la misma fórmula. En esta ocasión, modificando ligeramente el escenario pero sin dejar de jugar con los dos elementos clave que ya hicieran grande a la cinta de Cortés: La soledad y el confinamiento. De esta conjugación, Dickerson se las ingenia para exprimir el suficiente zumo como para rellenar ochenta minutos de metraje y si bien, estos no se hacen especialmente aburridos, si es cierto que aquí se demuestra otra de las verdades universales de la creación y es que lo de copiar lo ajeno, en especial un original que nace desde el talento más innato, no está al alcance de todos, al menos, no de William Dickerson. 

Es obvio, que si entramos a comparar ambos filmes, el resultado para “Detour” podría ser digno de tragedia Shakesperiana, pero es que en la obviedad es en esta ocasión más que nunca, donde se encuentra el kit de la cuestión. Cuando uno se enfrasca en un proyecto tan dificilmente desmarcable de un título como “Buried”, debe tener a su alcance como mínimo, los elementos suficientes como para dentro de las evidentes limitaciones, ofrecerle algo al espectador mínimamente de cosecha propia y eso es algo que desde luego no ocurre en “Detour”, una película que se desnuda de inicio sin mediar palabra, se nos sube encima y deja que las leyes de la física más básica hagan su trabajo hasta el orgasmo de turno, en este caso, no se si fingidos o no, créditos finales. 

Si una de las gracias de la película de Cortés, era su capacidad por desgranar un guión inteligente con apenas herramientas narrativas, “Detour” opta directamente por pasar del guión y centrar todos sus esfuerzos en intentar explotar la sensación de claustrofobia que experimenta el protagonista, desmarcándose en este sentido del thriller Hichkoriano para acercarse más a un terror de corte digamos “natural” que podría seguir la estela de filmes como “127 Horas” (“127 Hours”, Danny Boyle, 2010), “Bajo Cero” (“Frozen”, Adam Green, 2010) o “Open Water” (“Open Water”, Chris Kentis, 2003) donde personas normales, se ven enfrascadas en situaciones trágicas normales como en el caso que nos ocupa: un accidente de tráfico. 

Pero claro, ¿Que ocurre cuando tenemos a un tipo atrapado en un coche bajo tierra y carecemos de un guión que desarrollar? Pues que hay que salirse por la tangente y “Detour” lo hace y la gracia de todo, es que lo hace medianamente bien. Para ello, una sucesión de flashbacks del protagonista funcionan a modo de perfecto relleno con el que completar el metraje cuando la situación in sittu ya se ha exprimido al máximo. Es trampa, cierto. Pero funciona. Si a esto le sumamos que el actor encargado de interpretar al hombre orquesta, el televisivo Neil Hopkins (a quien recordamos de la maravillosa “Perdidos”) está más que solvente al cargo de las hostilidades, la sensación que a uno le queda al terminar el visionado, no es del todo insatisfactoria. 

Sin llegar a las cotas de tensión en las que se manejaba “Buried”, podríamos decir que “Detour” cumple con el mínimo exigido para la ocasión, pues el filme no está exento de momentos tensos y de situaciones peliagudas que, por cercanas, consiguen incomodar en los mejores supuestos, llegando a conseguir que empaticemos con el protagonista y por ende, nos metamos en su pellejo para hacer nuestra su desdicha. Es una lástima que no se haya puesto un poco de énfasis a la hora de escribir un libreto algo más ambicioso que nos deparase al menos alguna que otra sorpresa a lo largo de la travesía, lo que sin duda le habría hecho ganar muchos enteros a una cinta que con lo visto, se queda en lo correcto, que igual, dadas las expectativas tras sus primeros compases, pueda considerarse todo un éxito. 

Lo mejor: Neil Hopkins y la habilidad del director por jugar con una patata tan caliente y no quemarse en exceso. 

Lo peor: Su primitivo guión y su convencional, para bien o para mal, desenlace.


Crítica: Summer of Blood

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Me metí a ver esta película sin saber nada en absoluto sobre su director, Onur Tukel, sus intérpretes ni su argumento y he de reconocer que una vez vista me pica el gusanillo de la curiosidad sobre si el tipo es un buen director o no, porque realmente Summer of Blood es un intento regulero, no mediocre pero sí cutrecillo de fusionar el humor con el subgénero vampírico a años luz de lo que este año ha logrado “What we do in the shadows”.

La cinta, independiente y de muy bajo presupuesto se centra en Eric Sparrow, un hombre neoyorkino que lejos de asumir su edad sigue teniendo pánico al compromiso y a las responsabilidades que de un tipo de sus años y trayectoria se esperan, que toca fondo cuando su novia Jody, ( Anna Margaret Hollyman), con la que ha convivido durante años y que es ya casi más una compañera de piso/asistenta, le deja en un restaurante tras ser rechazada como esposa con todas las excusas propias de un tipo con fobia al compromiso, hasta que esa misma noche, en medio de un callejón, y estando especialmente vulnerable por el abandono, es mordido por un vampiro, Gavin, que le convierte en un no muerto sin ataduras, con el don de la eterna juventud y la única adicción de la sangre, humana, entiéndase, iniciando un nuevo viaje hacia el Eric más iluminado. 

A lo largo de la cinta se van sucediendo situaciones surrealistas que realmente arrancan carcajadas, y aunque un poco decepcionado, pues por el título me esperaba un sangriento slasher vampírico y me encontré con una comedieta que toca de fondo el género, he de reconocer que sus puntazos graciosos los tiene, sobre todo cuando la hipocondría del genio Woody Allen empapa al personaje central, que arrancó algún que otro aplauso en la sala.

La cinta tiene su punto de original y el director y guionista escribe con un estilo muy propio y característico, dotándola de una estructura inteligente y resultona. Se rodea de un elenco bastante poco conocido, lo que beneficia sin duda a la peli, destacando entre todos el personaje principal, el recién convertido Eric Sparrow, que pasa de ser un tipo gris emocionalmente básico a convertirse en un tipo ingenioso, con confianza en sí mismo, ancantador y dotado de un tremendo atractivo sexual, como buen vampiro, todo bajo el pegajoso y sofocante calor de la noche neoyorkina en la que se desarrolla esta pequeña película mezcla de géneros. 

Y es que es cada vez más complicado destacar en ciertos subgéneros, como el vampiro o zombie, que están absolutamente sobresaturados, máxime cuando en un mismo festival concurren dos pelis de igual planteamiento aunque con muy diferente forma y evidentemente, resultados. 

"Summer of Blood" se acaba convirtiendo en una sucesión de chistes, la mayoría de dudosa gracia, y por mucho que lo intenta no acaba encontrando nuestra yugular para acabar mordiéndola bien mordida, si bien tiene momentos más o menos brillantes, como el enfrentamiento de eric con un compañero de oficina (Alex Karpovsky), desplegando todo su cinismo y el orgullo de ser el peor vendedor del mes, pegado en un post it en su escritorio. 

Por otro lado, el más interesante, también reflexiona, una vez que el personaje central es mordido, sobre temas como la responsabilidad y la muerte o la existencia de Dios, que aunque desencadenada esta reflexión por un suceso sobrenatural que sirve de giro no ya a la vida de eric sino a toda la peli, tiene un componente más que humano. 

La cinta llega un momento en que para lograr su finalidad redentora nos cuela toda una letanía de comportamientos y reacciones equivocadas que harán reflexionar al prota, que sigue siendo igual de patético en el fondo que como humano y se enfrenta a situaciones hilarantes, en mi opinión quizás demasiado exageradas. Eric se ha convertido en una verdadera máquina de sexo, que le facilita el contacto extremo con tres mujeres sexualmente desinhibidas, e incluso adquiere la capacidad mental de convencer al propietario de su apartamento de que ya ha pagado el alquiler. 

Pero como dije, poco a poco, Eric comprende que esa vida no le satisface del todo, y como si de una producción Disney se tratara, los buenos sentimientos e intenciones empiezan a aflorar. 

Se da cuenta de que quiere formar una familia estable, tener hijos, cuidar de los demás sentando cabeza ahora que parece demasiado tarde... 

En definitiva, la película, con mejores intenciones que resultados, acaba resultando ambigua en exceso y es muy difícil acabar tomándosela en serio, por simplista, vacía y aunque razonablemente fresca, muy manida. 

Lo mejor: Su planteamiento.

Lo peor: Su desarrollo.


Crítica: Morbo

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Romasanta como siempre, sigue ofreciendo un menú especial de cine español para paladares un tanto especiales; por eso, en esta ocasión y debido a la magnífica crítica de Honeymoon de nuestro admirable Rector, recordaremos una película española que parte de una idea similar dirigida por Gonzalo Súarez, les presentamos MORBO.


En esta ocasión, la película que les presento se encuentra a caballo del drama, la road movie y el survival, aunque cabe destacar que estamos delante de una película tremendamente extraña y que pone a prueba la paciencia del espectador en todo momento. Gonzalo Suárez se sumó a la cabeza junto a su amigo Vicente Aranda para renovar el panorama del cine español, con la llamada Escola de Barcelona, propiciando cine con ciertas influencias al cine noir y con intenciones de darle “modernidad” a un cine español impasivo ante lo que ocurría más allá de los Pirineos -ya había arrancado los llamados “nuevos cines” en toda Europa-.

Por otro lado, el año de estreno del film es un año de gran producción para el cine español de terror ya que contó con 32 estrenos ese año con filmes tan recordados como: La noche del terror ciego, Pánico en el Transiberiano, La novia ensangrentada, El jorobado de la Morgue, El gran amor del conde Drácula, La semana del asesino o La corrupción de Chris Miller. Con tales películas quien se podía imaginar que Gonzalo Suárez se dejaría llevar por la moda de género y hacer un film un tanto diferente a lo que se estaba estilando en el panorama cinematográfico español. Mientras que su colega Vicente Aranda, se limitaba a ofrecer una lasciva y muy especial versión de “Carmilla” de Sheridan Le Fanu; Súarez en cambio, perfila una reflexión sobre la unión del matrimonio y la degradación de la joven pareja protagonista en el desarrollo del film, aderezado con unas gotas de suspense, surrealismo y de cierto regusto al survival con ecos a la flamante “La matanza de Texas” (The Texas Chainsaw Massacre, 1974; T.Hooper).

Observando tales características, los lectores de nuestro blog mostrarán cierto interés o al menos curiosidad por un film que desconocían y que dadas las pistas parece ser un film que vale la pena revisar y visionar; debo decir que anden con cuidado, de la misma manera que el Sr.Rector advertía de los 45 minutos primeros de “Honeymoon” cabe decir lo mismo, cuando uno se acerca a “Morbo” debe ser paciente y muy paciente, ya que Gonzalo Súarez estructura una película que empieza como una pequeña road movie o también a la correcta película de Wes Craven “Las colinas tienen ojos” (The hills have eyes, 1977), ya que en este caso la pareja que acaba de contraer matrimonio, se marcha a la aventura con su seat y su caravana a un lugar ignoto -cuyo camino advierto “paso prohíbido”- conectando con un tipo de cine de terror al que ya estamos más que acostumbrados. Aún me falta visionar “Honeymoon”, pero visto lo visto creo que las similitudes van a surgir en cada momento; ya que el director español, muestra la aventura de una pareja recién casada que vive la felicidad de ese momento -que prepárense queridos lectores-, protagonizados por la conocida pareja Ana Belén y Víctor Manuel. Sin duda alguna, ver en el cartel del film a estos dos “actores” implica cierto desprecio hacia el film, pero cabe destacar que la construcción de la pareja que ellos realizan es bastante notable, sobre todo por una sobresaliente y jovencísima Ana Belén que aparte de lucir palmito en biquini de ganchillo, es capaz de demostrar que en su juventud era una buena actriz.

Por consiguiente, los dos son el hilo conductor de la película, que comienza con fiesta entre besos, regalos de boda, comida en la intemperie y risas, mientras que poco a poco Alicia (Ana Belén) comienza a sentirse amenazada por algo, cree que algo o alguien les observa, mientras que un impasivo Diego (Víctor Manuel) se muestra distante e incrédulo ante las palabras de su joven mujer. La virtud más interesante del relato, recae en el guión y en la interpretación de Ana Belén, que sabe crear un personaje joven pero en ningún momento estúpido, rompiendo clichés y propiciando una interpretación muy acorde con lo que se acontece en todo momento. Por otro lado, Víctor Manuel se muestra más hierático y creando un personaje que cabalga entre los vestigios del “macho ibérico” con una versión más limada y edulcorada, pero que aún muestra una parte de ese hombre que interpreta a la mujer como débil, mimada, malcriada y un poco tontita, por lo que aviso que el personaje de Diego, se hará cansino en más de una ocasión. Pero a pesar de eso, y de que el film se dilata mucho más que “Honeymoon”, aquí la acción brilla por su ausencia y saca muy buen partido de la degradación de la pareja como tal en un lugar inhóspito y hostil; durante 60 minutos “Morbo” se aposenta en los pilares de la reflexión de la validez del matrimonio, de la fragilidad de la confianza entre la pareja, de la predisposición a cambiar o no, de los cambios que se acontecen al haber contraído matrimonio, todo ello en una hora que no se hace digerible para todo el mundo; aunque debo destacar que Gonzalo Suárez da una pátina de extrañeza al film que se agradece en todo momento, junto a la más que acertada música de Jacques Denjean -a pesar de ciertos usos pop y de sintetizadores, que en ocasiones producen mucha confusión y chirrían en su contexto-, por lo que la película consigue salvarse de un uso calmado y dilatado de la acción.

Cierto es, que el mayor logro es la gran evolución que hace el personaje de Alicia, cuyo lugar no le gusta y sospecha de su tranquilidad, de la misma manera que su comportamiento es completamente adulto -a pesar de su juventud-, capaz de reflexionar sobre los cambios de su marido una vez se ha casado con ella y las mentiras que cree que él le dice; en este caso, hay momentos de cierto surrealismo, sobre todo a las que se une la sublimidad del bosque enrarecido por el fuerte viento junto a la mirada ida de Alicia -junto a una música totalmente psicodélica- que deja perplejo por su extrañeza y lo mismo ocurre, cuando una de los hámsters que tienen en la caravana se ha comido al otro devorándole la cabeza, es una escena tan ridícula que parece increíble como se las ingenia el director español para ofrecer un desosiego envidiable, junto a una Ana Bélen en estado de gracia que domina la escena como ninguna.

Pero lo mejor llega en su tramo final, cuando Alicia descubre una casa abandonada -de la que su marido negaba su existencia- pero que realmente está habitada. En esta ocasión cabe recordar “Una vela para el diablo” de Eugenio Martín, ya que la casa es un viejo caserón pintado en tonos blancos, con un granero y un pequeño molino para moler el trigo, dándole un toque más nacional al film -que valga decirlo, tiene más semejanzas al cine americano- y recordándonos que en nuestra querida España, aún quedan extraños parajes que albergan seres con muy malas intenciones. Alicia decide adentrarse en el caserón, y descubre la existencia de dos personas un hombre y una mujer en silla de ruedas -los cuales juegan con el vestido de novia de ella-, consternada por lo que ha visto y que todas sus sospechas eran reales, Alicia decide escaparse de la casa, por la que deberá cruzar un extenso bosque hasta llegar a su destino -maravilloso travelling de Alicia corriendo desesperada por el bosque, muy al gusto de los survival-. Todo se complica, al esconderse en su caravana es atacada por el hombre de la casa, mientras otro tipo de personaje simplemente pedirían clemencia, Alicia se enfrenta a su violador de forma contundente, atestando un fuerte golpe en la cabeza con la punta de una plancha -de ropa-, cuyo agresor comienza a sangrar lentamente mientras que va cayendo en extraños y pausados planos hasta el suelo. Viendo que la caravana no es segura, se vuelve al bosque y así encontrar a su marido que la busca, y juntos marcharán al caserón para acabar con aquellos que los amenazan.

Sin duda alguna, el film se merece una oportunidad, ya no por su rareza en el panorama español, sino por la osadía que tuvo Gonzalo Suárez de hacer un acercamiento muy personal al género de terror. En este caso, el director sabe sacar lo mejor de los actores -algunos más que otros- pero llegar a tensionar al espectador en todo momento; ya sea por una hora de tranquilidad reflexiva que se acontece con total parsimonia o por dotar de extrañeza a todo un metraje que sin esa característica podría ser bastante infumable. Es difícil hablar de un film como éste, ya que hoy mismo revisionándolo me quedé desamparado, no sabía como enfocar el artículo ya que estaba delante de un material muy diferente a lo que estaba acostumbrado; es chocante ver a Ana Belén y Víctor Manuel, después el film se explaya en ofrecer una particular visión del matrimonio y su fácil descomposición y finalmente encontramos un elemento de terror y suspense que va irrumpiendo en todo el metraje hasta eclosionar en su rápida y corta parte final. Como es de entender, es un film que por sus características es de un buen visionado, pero siempre teniendo en cuenta las advertencias antes citadas.

Dudo que su director buscara algo de pleno género, a diferencia de Vicente Aranda que lo hizo que forma notable con “La novia ensangrentada”, sino que creo que estamos delante de una simple película que puede convertirse en pequeña joya por sus cualidades de “rara avis” y como prueba factible, de que muchos cineastas de nuestro país sabían de la existencia de lo que se acontecía en Europa y Estados Unidos, y este “Morbo” de Gonzalo Súarez demuestra que se había visionado un cine particularmente americano de la época, ya que su inicio da ciertas pistas a que era posible,aunque cabe decir que el cliché de gasolinera desamparada más tomar un desvío que no debían, lo veo muy avanzado para su época teniendo en cuenta que es una obra de 1972, mientras que películas como la mencionada “La matanza de Texas” se realizó en 1974, por una vez podremos decir que un film español se adelantó un poco a su tiempo? Espero creer que sí, pero para eso espero sus opiniones y posible visionados de un film a reivindicar; si pudieron ver a Esperanza Roy en “Una vela para el diablo”, ahora pasen y vean a la pareja Ana Belén y Víctor Manuel más allá de la puerta de Alcalá.


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