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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: Son of a Gun

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Para los conocedores de la brutalidad y el crimen, la película australiana sin escrúpulos Son of a Gun es otro ejemplo de cómo dejarlos fuera de combate – un thriller de asalto no tan escalofriante que zumba mecánicamente entre explosiones y persecuciones de coches con un Ewan McGregor, que está haciendo demasiadas películas últimamente, ninguna de ellas lo suficientemente buena como para que den de hablar.
En una prisión oscura, fría, húmeda y peligrosa de máxima seguridad en Western Australia, un asustado chico de 19 años sin antecedentes previos que se llama JR (Brenton Thwaites) es injustamente sentenciado a seis meses de prisión por un crimen insignificante y plantado en el Infierno, donde se convertirá pronto en un objetivo suculento para el resto de reclusos. Cómo llega un chico sin antecedentes a una prisión de máxima seguridad es sólo el primer enigma de la película, que no tendrá respuesta. Que digo yo que lo podrían haber mandado a una de mínima seguridad o a lo sumo, media. El master criminal, que lleva un porrón de años dentro; se encapricha del chico y le salva de una banda de violadores. 

Es un obsesivo jugador de ajedrez llamado Brendan (Ewan McGregor, con un acento medio escocés, medio australiano, más cerrado que un bol de crema de avena – porridge para los amigos). Este vendrá a ser el segundo enigma, porque no entiendo que saca Brendan de este muchacho, que sí, sabe jugar al ajedrez; pero que tampoco es Karpov. A cambio de su protección, no obstante (aquí nada es gratis, queridos lectores); recluta al muchacho para que le ayude a él y sus compañeros a salir de prisión. Seis meses después, JR es liberado por buen comportamiento (aunque en verdad había sido sentenciado a 6 meses de prisión, pero vamos al tema), habiéndose unido a los amigos de su mentor que le han enseñado los trucos del comercio del bajo mundo. En ese momento la película se vuelve algo más ridícula en la escena en la que JR rescata a Brendan de prisión con un helicóptero equipado con un arsenal de armas automáticas y vuelan a una casa en la playa equipada con Uzis y chulapas en bikini. Prisión de máxima seguridad… recordemos. 

El resto de Son of a Gun, grumosamente dirigida y escrita sin rumbo fijo por Julius Avery, sigue a Brendan y su protegido JR mientras se obsesionan con un asalto que incluye el robo de seis lingotes de oro valorados en unos veinte millones de dólares, de unos yacimientos de oro de Western Australia, el Kalgoorlie-Boulder. Nada más sale de esto o de la subtrama que nos muestra el interés amoroso de JR por una ex novia de otro magnate que está en el ajo, Natasha o Tasha. Mucho de lo que se vende como acción en la misma, es el propio atraco, una serie de escapadas rutinarias en varios SUVs, y las traiciones tradicionales obligatorias, todo separado por tiroteos que nos llevan a un caos final en un yate – un desastre ya que JR no sabe nadar. Para añadir un poco de cultura, hay una metáfora sobre la evolución y los monos divididos en dos categorías – monos agresivos y bonobos (Pan Paniscus – chimpancés vaya) dóciles y no violentos (“¿A qué especie perteneces tú?” Le pregunta Brendan a JR, por lo que fuera. No nos interesa, Brendan). 

En cuanto a estilo, hay varios planos de matones pillados en espejos y a través de parabrisas en vehículos en movimiento, súper original. No hay mucho carisma entre los personajes y el chico es el único que parece hablar un inglés coherente. El trabajo de cámara de Nigel Bluck nos revela un poco de Melbourne y un paisaje estéril australiano que posiblemente un turista nunca verá, pero es un paisaje horrible, ¿por qué querrían verlo? Igualmente, es una excelente alternativa a los parajes regulares. Le da cuerpo al escenario. 

A lo mejor, esta parte de Son of a Gun que parece aburrida y sin dirección radica en el hecho de que parte del diálogo es incomprensible. Es un problema que derriba muchas películas importadas. Unos buenos subtítulos hubieran ayudado a mantener las conversaciones a raya. Yo me encontré varias veces preguntando a mi chico, que es irlandés: ¿qué ha dicho? ¿Qué significa eso? A lo que él respondía todo el rato: no sé, no hablo australiano. Señores australianos, por favor; hablen inglés en sus películas o añadan subtítulos para las expresiones que sólo existen allí. Los irlandeses y los escoceses también hacen películas con jerga real y les entendemos perfectamente.



Crítica: La Visita

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Lunes: Reinvención del fantástico a base de curry y demás especias 

Si hay un director que ha marcado escuela en los últimos años dentro del género fantástico, ese es sin duda M. Night Shyamalan. El cineasta de origen hindú aunque criado en los suburbios de Filadelfia, revolucionó el género allá por las postrimerías de los noventa con “El Sexto Sentido” (“The Sixth Sense”, 1999), genial y sorprendente vuelta de tuerca al cine de fantasmas y posiblemente, uno de los más gloriosos desenlaces de la historia del cine. Tan solo un año más tarde, Shyamalan vuelve a sorprender a propios y extraños con su particular visión del cine de super héroes de nuevo con Bruce Willis al frente de las operaciones en “El Protegido” (“Unbreakable”, 2000).
Lejos de desinflarse tras semejantes dos títulos de culto, su filmografía seguiría nutriéndose de fantásticos títulos: “Señales” (“Signs”, 2002), “El Bosque” (“The Village”, 2004) o “El Incidente” (“The Happening”, 2008), los más destacados. Incluso en aquellos momentos en los que más se ha alejado de la genialidad, el director hindú siempre ha sabido mantener intactas todas las señas de identidad en su cine, no solo en el terror, también en el resto de géneros que ha abordado: Aventuras, comedia o ciencia ficción. 

¿Que hace tan especial el cine de M. Night Shyamalan? Sin ningún lugar a dudas y dejando de lado cualquier otra consideración técnica, su innata capacidad de hacer creíble lo increible. De convertir la fábula más pintoresca y aparentemente inverosímil, en algo cercano para dar forma así a una perfecta comunión entre ficción y realidad, entre narrador y espectador. Si la complicidad es un elemento fundamental en el cine, Shyamalan parte siempre con ventaja. 

Martes: ¿Debe un director consagrado marcar tendencia, o dejarse llevar por la del momento?

Encarando desde cero y con absoluto desconocimiento de la obra, el visionado de la nueva y misterios película de Shyamalan, “La Visita” (“The Visit”), financiada, escrita, dirigida y filmada cuasi en la clandestinidad en una alejada granja, el primer gran bache del camino no es otro que el de comprobar que estamos ante un nuevo mockumentary, lo cual, al menos en mi caso, no es ningún buen presagio. Tras estos primeros compases, uno se pregunta si alguien consagrado, con la personalidad y el peso específico del hindú, necesita subirse al carro de la moda y hacer lo que está haciendo absolutamente todo el mundo en la actualidad. Aunque aun no lo sepamos en ese momento, la respuesta es evidentemente, no. 

No hace falta esperar mucho. El formato del falso documental, tan nocivo y contraproducente en otras ocasiones, anda escaso de magnitud en manos de alguien con semejante talento y la marcada personalidad del cine de Mr. Night, en ningún momento del filme se resiente por ello, todo lo contrario. En realidad, “La Visita” utiliza todos y cada uno de los tópicos que ha generado el formato en estos pocos pero intensos años de existencia y a modo de auto-parodia, los lleva a su terreno para reconfigurar su ADN y hacerlos evolucionar hasta convertirlos en la herramienta idónea para desarrollar el concepto con el que juega “La Visita”. 

Si el triste y recientemente desaparecido Wes Craven, supo reírse de las miserias del slasher con la controvertida “Scream”, aquí Shyamalan le saca y hace lo propio con el mockumentary. El resultado es una película plagada de autoparodia y guiños al formato pero todo ello, además, sin perder un ápice de esencia en el proceso. 

Miércoles: Del entrañable pasado del género, a la más rabiosa actualidad. Mezclar, batir y servir. 

“La Visita”, sobre la cual no voy a desvelar absolutamente nada de la trama, recoge los pedazos del mejor terror aventurero adolescente de los ochenta al igual que han hecho otros excelentes títulos recientes como “Aus Yeux Des Vivants” o “Cub”, donde los niños son absolutos protagonistas del relato y lo combina con el falso documental y por supuesto, con todos los extras que vienen de serie con éste, dando como resultado un producto que aun y resultando familiar, no deja de dejarnos en la boca, valga la redundancia, ese sabor de aquello que aun y recordándonos a exquisiteces conocidas, nos sorprende con nuevos y sabrosos matices. 

Es difícil encasillar “La Visita” en un único género. Si bien podríamos encontrar en la comedia negra, negrísima, su más aproximado punto de partida, la cosa va mucho más allá. Comedia, terror, drama, cine para toda la familia... todo tan bien ensamblado que es realmente complicado no entender la obra como una entidad asexuada o andrógina, donde Shyamalan, sigue la estela de la estupenda “Señales” y juega a ser dios con todos estos géneros. Nosotros, como meros muñecos de barro, no podemos hacer otra cosa que dejarnos fustigar con su amor y reírnos a carcajada limpia para al siguiente fotograma, apretar el ojete del culo como si no hubiese un mañana. 

Jueves: Del abrasador calor del astro rey, al esperanzador brillo de la estrella que nace 

“La Visita” es Shyamalan en estado puro. Un nuevo relato imposible donde todo es posible. Como pasar de 0 a 100 sin casi darse cuenta. Es todo eso. Pero hay más. Si el nombre de Shyamalan debe iluminar la entrada del recinto con un inmenso y deslumbrante cartel de luces de neón, justo a su lado debe aparecer también (sin menospreciar en absoluto al resto del reparto, todos estupendos) el del otro gran activo del filme, Eddie Oxenbould, quien encarnando a uno de los dos jovenes protagonistas del filme, nos regala a uno de los personajes más simpáticos y divertidos de la temporada al que adoraremos desde el minuto uno hasta el último minuto de esta montaña rusa de emociones. 

Inesperado maestro de ceremonias de esta aterradora comedia, Oxenbould es la confirmación de esa regla no escrita que dice que el hindú tiene algo muy especial con los niños, convirtiendo sus mejillas en oro con solo acariciarles con la palma de su mano: Haley Joel Osment (“El Sexto Sentido”), Spencer Treat Clark (“El Protegido”), Rory Culkin (“Señales) e incluso el mismísimo Jaden Smith (“After Earth”), ya fueron “víctimas” del embrujo de Shyamalan. 

Viernes: Del arte de “vender la moto” a la certeza de que no todo lo bueno tiene que ocurrir en fin de semana. 

Si algo ha caracterizado a las películas de Shyamalan (a las de terror, al menos), es la brillantez de sus guiones. ¿Sigue “La Visita” con esta tendencia? Sin duda. No a niveles de lo visto en otras de sus obras magnas, desde luego, no estamos hablando de otra “El Sexto Sentido” o de una nueva “El Bosque”, por citar sus dos cintas a mi juicio más sorprendentes y elaboradas a nivel de guion. Pero que nadie tenga la menor duda sobre las capacidades de “La Visita” en estos menesteres. Los más avispados dirán que ya se olían la tostada, y no digo que no, llegados a determinado punto del filme, pero eso no le quita ni un ápice de gamberrismo a la propuesta y, ni mucho menos, de efectividad. 

En conclusión, “La Visita” es una nueva demostración de que M. Night Shyamalan sigue siendo uno de los mayores baluartes del cine fantástico y de terror actual. Cine con denominación de origen que aglutinará fanáticos y detractores por igual, pero que jamás dejará a nadie indiferente. Una película divertidísima que se ríe “de” y “con” el mockumentary que pasa en un suspiro y que sumerge al espectador en un carrusel de emociones tan dispares e intensas, que o bien te mata de risa, o bien lo hace de miedo. 

Lo mejor: La genialidad con la que se conjugan los diferentes géneros y un Eddie Oxenbould descomunal. 

Lo peor: El punto de partida chirría un poco y al igual que ocurría en “Señales”, su moralista mensaje final.


Crítica: Turbo Kid

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El virus retro-ochenta ha estallado. Esta mortífera cepa se ha extendido a velocidad vertiginosa entre la población y sus devastadores efectos ya se han comenzado a hacer notar. Si de repente y sin motivo aparente, vuelves a usar hombreras, chupas de cuero, camisetas gastadas de Iron Maiden, has perdido el gusto por los mp3, ya no te descargas música de internet y en su lugar rescatado las doscientas mil cintas de cassette que tenías en el mausoleo olvidado debajo de la cama para salir a la calle a fardar con tu walkman o has tirado a la basura tu flamante consola de última generación para suplantarla por tu viejo Atari Spectrum con el único afán de esperar seis horas a que cargue tu videojuego ultra pixelado de 8 bits de turno (en mi caso, el “Target Renegade 2”) mientras muy posiblemente, se esté comunicando con alguna ballena cercana, corre a tu centro de salud más cercano, pues puede que estés infectado.
Bromas aparte, la fiebre por intentar revivir los ochenta en el mundo del cine, parece no tener límites. Y supongo que esto no debe de decir nada bueno sobre la salud del género si involucionar treinta años atrás es la supuesta solución para algunos. Yo, que no soy ni gran amigo de los remakes, los mockumentaries (aunque insisito, “La Visita” es genial) o del terror de sobremesa para disfrutar junto a toda la familia, pues no voy a negar, que por una vez, estoy encantado con esta nueva moda. Pero ojo, que no todo vale, que no todo lo que se hacía en los ochenta molaba y por supuesto, no todo lo que hoy intenta emular a los ochenta, mola. 

Cierto que películas recientes como “Super 8” (J.J Abrams, 2011), “Hobo With a Shotgun” (Jason Eisener, 2011), “It Follows” (David Robert Mitchell, 2014), “Almost Human” (Joe Begos, 2013) o ese fenómeno de masas llamado “Kung Fury” (David Sandberg, 2015), por poner algunos ejemplos, han recuperado lo mejor de aquella época, pero en el proceso involutivo hacia la redención nostálgica, también hemos tenido ejemplos fallidos con engendros de la calaña de “Scream Park” (Cary Hill, 2012), “Homicycle” (Brett Kelly, 2014) o “Lost After Dark” (Ian Kessner, 2014). 

Si había una película que esperábamos los retro-sados (y algún que otro retrasado también), esa era la canadiense “Turbo Kid”. La película, dirigida a modo de trío François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell a quien a partir de ahora, conoceremos como “el trío”, si se me permite. Y es que “T is for Turbo”, cortometraje rodado hace cuatro años, ya apuntaba hacia donde podía disparar su nueva película, como no podía ser de otra manera, un homenaje a las viejas películas de acción post-apocalípticas de los ochenta. En este caso, rizando aun más el rizo y añadiendo a la ecuación también, elementos de otro de los grandes legados del cine de los ochenta, las aventuras juveniles.

Podríamos decir que “Turbo Kid” es un mix imposible entre “Mad Max” y “Los Bicivoladores” que se colocaría en algún lugar entre los citados dos grupos anteriores y que al menos en mi caso, ha significado una pequeña decepción. 

Pero que nadie se alarme, la película del trío ni de lejos podría tildarse de engendro. Nada más lejos de la realidad, estamos hablando de un trabajo fino filipino (permítaseme el chiste retro) a la hora de recrear toda la estética del cine de los ochenta. Se nota que los directores han mamado lo suyo y saben lo que hacen. No falta absolutamente nada en este sentido y la cinta, podría dar perfectamente el pego como película ochentera. Punto con el cual, muchos ya estarán ganados y no negaré que yo el primero. Ver los atuendos de ciertos personajes, disfrutar de esos omnipresentes Casios a tutiplén con “complejas” melodías que cualquiera de nosotros podría interpretar de forma autodidacta en su propia casa o ser sodomizados en el momento más inesperado, por una aterradora sobredosis de ñoñería sentimentaloide, pueden erotizar a cualquiera. 

Además, “Turbo Kid” es una cinta extremadamente violenta plagada de sangre y gore. Todo un festín de vísceras, amputaciones y masacres varias que aquellos más afines a las emociones fuertes sabrán disfrutar como nunca y en donde el único momento donde se utilizan efectos digitales, tal y como como mandan los cánones, es en la realización de los rayos láser. Cutremente hermosos. Por lo que estamos hablando de un empaque tan hermoso y plagado de poesía que debería encumbrar a la película del trío a los altares del cine de culto... pero no todo lo que reluce es oro y el rey Midas de esta historia parece ser manco. 

Sabido es que las películas futuristas de los ochenta, no eran un alarde a la hora de narrar cosas complejas (ahí está la saga de “Mad Max” como mejor ejemplo de ello), pero si ponían sobre la mesa un mínimo de materia gris con la que ensamblar todo el tinglado y darle la homogeneidad suficiente para que la cosa fuera algo más que una sucesión de gags o secuencias inconexas. Pero es que “Turbo Kid” presenta un guión tan tosco, poco elaborado y carente de gancho, que al final uno tiene precisamente esa sensación de estar viendo un puñado de secuencias sin aparente conexión, lo cual dificulta sensiblemente conectar con la historia y engancharse a ella. 

El nivel de algunas de las interpretaciones, realmente cutres, tampoco está a la altura de las circunstancias y delatan la modesta naturaleza del filme. Lo cual es una auténtica lástima, pues el tándem protagonista formado por los jóvenes Munro Chambers y Laurence Leboeuf (en especial esta segunda), lo hace muy pero que muy bien, manejando con suma elegancia los resortes de lo entrañable. Curiosamente, encontramos en la figura de Michael Ironside, otro de los “puntos flojos” del filme y lo pongo entrecomillado porque la película no va de que el hombre lo haga mal (que no lo hace), sino más bien de lo mal que está. Irreconocible y perjudicado el bueno de Ironside, dejando claro que para él, ha llovido mucho desde los ochenta. 

Sensaciones agridulces por tanto las que nos deja “Turbo Kid”. Título de infinito potencial que por desgracia, se centra tanto en la estética y en su disfraz de los ochenta, que se olvida de todos esos elementos que la podrían haber hecho grande, muy grande. Supongo que es el precio a pagar por intentar jugar con las reglas de una época que no es la tuya. Aun así, hablamos de una película muy vistosa, plagada de guiños a la cultura pop de la época que homenajea y muy brillante a nivel de Fx, por lo que muchos, sabrán perdonarle sus carencias. 

La curiosidad: La cinta se desarrolla en un futuro apocalíptico situado en el año 1997. 

Pixelado y en Stereo: Todo lo referente a la puesta en escena, el personaje de Apple (adorable), la banda sonora (que termina por hastiar, como debe ser en estos casos) y el GORE, mayúsculo. 

Alta definición con sonido Surround: Historia inexistente y con poco gancho, algunas interpretaciones, su humor tontorrón y ver lo castigado que está Michael Ironside.


Artículo: Desolación, Fin de Hannibal

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Desolado, desangelado, huérfano y deprimido tras los ires y venires de noticias que han acompañado en uno y otro sentido la cancelación definitiva de una de las mejores series que hemos podido disfrutar en televisión en los últimos años. Así me siento ahora, queridos cuervos.
El 7 de julio, Amazon y Netflix, cadenas que los amantes del caníbal esperábamos como mesiánicas redentoras confirman que ambas productoras se retiran de la propuesta de continuar con el drama de Bryan Fuller, el GENIO creador de la serie, quien a través de su propio twitter confirmaba que su idea de acabar con una estupenda cuarta temporada aún más oscura y en la que los incidentes de “El silencio de los corderos” de Thomas Harris por fín verían la luz. 

El responsable de llevar al más famoso caníbal a la pequeña pantalla respondía en Twitter anunciando que Amazon y Netflix han pasado de una cuarta temporada de Hannibal, pero que aún así seguían buscando una alternativa. 

Y es que desde que la NBC anunciase la inexplicable cancelación de la serie, que dando buenos resultados en parrilla ha mejorado exponencialmente su calidad desde su primera y algo aburridilla temporada en ésta, la tercera y mejor, los numerosísimos fans de la serie seguimos en el desconcierto de si seguiremos una temporada más acompañados por el Dr. Lecter en televisión. La serie puede sentirse bien orgullosa de algo, y es de poseer un público absolutamente fiel, de los que no faltamos jamás a la cita, y si lo que mandan son las audiencias es cierto que las cuentas no la hacen rentable, ya que cada capítulo es cuidado hasta el mínimo y sale carete, como la propuesta artística y cultista que es. 

Pero vamos, que ya en la primera temporada la NBC se daría cuanta de ello, digo yo... La NBC, que la coproduce junto a AXN, cadena que la emite en otros países donde ha funcionado aún mejor... Esa primera temporada que se estrenó como un estrafalario policíaco entre tanto CSI donde los malos son puro cliché y dejan más pistas que el cluedo. Fue una temporada rara, raruna, rara. Con cornamentas empaladoras y larguísimos soliloquios que desde luego no eran del agrado de todo el público-a mí me costó MUCHO entrar en la serie, disfrutarla, correrme con su salvajismo. La segunda temporada, mucho más asequible y sobre todo más disfrutable, contaba la historia de Hannibal más que la del coñazo del poli que le persigue y sus paranoias cervatiles, pero aún así, corrieron rumores de cancelación también. 

Mientras, los trece episodios de la tercera temporada se adentran en la relación-metafísica aristotélica pura- entre el asesino con más carisma y personalidad de la historia de la ficción y el policía Will Graham, que le persigue a la vez que le admira en esa empatía que sólo Fuller ha sabido explicar. 

Ha sido una temporada sublime: La primera mitad, pausada, sensual y hermosa como la misma ciudad de Florencia, donde tenía lugar, y que enlazó magistral, salvaje, perturbadora, con la trama de el Dragón Rojo, el desquiciado y enfermo Francis Dolarhyde en la piel de Richard Armitage como asesino sediento de sangre destrozafamilias. 

Pero en esta tercera, también: el éxtasis, el delirio, el exceso, el Renacimiento Barroco y exquisito, Fuller nos regala televisión hecha cine puro y duro, cine hecho novela pura y dura. 

Televisión, cine y novela de autor... Pero que cancelan por el vil metal. 

La principal-vamos, visto lo visto, la única- esperanza reside en que otro canal decida acoger y producir al menos la cuarta temporada prevista y que nos relamíamos como esperando agua de mayo, pero ante la negativa de las ambiciosas Amazon y Netflix, las esperanzas se van mermando. Y acaba agosto, el mes de los calores, con el enésimo adiós, quizás el definitivo a una serie que no se ha rendido a perder calidad para abaratar costes y que nos ofrece un último episodio IMPRESIONANTE. 

La serie que ha ído adaptando parcialmente algunas de las novelas de Thomas Harris protagonizadas por el carismático psicólogo caníbal nos ha regalado una tercera temporada digna de toda loa y alabanza. Tras el final de la segunda temporada, mucho mejor ya que la primera, Lecter viaja junto a su BUENORRÍSIMA psicoterapeuta, la Dra. Bedelia Du Maurier a Paris y Florencia, donde se nos relata gran parte de “Hannibal”, la mejor de las novelas y en mi opinión la mejor de las películas de la saga. El temible Dragón Rojo, a partir de la mitad de esta tercera temporada, se convertía en el perfecto antagonista del caníbal y del soso policía. En esta ocasión, el personaje que hizo Fiennes en cine aquí lo defiende brutalmente (y tánto) el quesazo de Richard Armitage, más conocido por su papelón de Thorin Escudo de Roble. 

Bryan Fuller, el padre de Hannibal, que se despidió el viernes de la pantalla no con un hasta pronto, sino con un adiós en toda regla. Esteta, inconformista, maduro, culto, soberbio y todo un maestro como productor y guionista para las nuevas generaciones, no es la primera vez que una puta cadena carroñera se la juega. Recordemos el maltrato que tuvieron por ejemplo Pushing Daisies, los nuevos The Munsters o Mockingbird Lane, cancelada tras su piloto, manda cojones, con la mierda que nos hacen tragar... 

Eran, al fin y al cabo buenas o aceptables series, lo que tiene delito es que Hannibal está considerada por público, pero sobre todo por crítica como lo mejor de la TV de los últimos años junto a True Detective... Y es que Hannibal es la adaptación postmoderna, reculta, superior. Transgresora en su forma y en su fondo, sobrecogedora y dura , en la que lo artístico prima tanto como lo narrado-no olvidemos a José Andrés maquillando cabezas de cerdo y sorbetes de ciruelas y sesada-y las barreras no son siquiera eso. 

Y desgarrador, llega el 3x13...

El episodio del último viernes es el último de la serie, que echa el cierre. Y lejos de arrebatar las cosas, acelerar las tramas, resolver lo que ni está planteado, el genio, el puto amo, el original titiritero osado de Fuller nos ofrece un desenlace absolutamente redondo, coherente en todo con el tono oscuro, gótico y difuso de la temporada, un final coherente pero desolador y desangelante. 

Una putada, vamos...

En la mente colectiva ya no figurará en exclusiva Anthony Hopkins en ese templete que le daba ser el alma y el físico de Hannibal. Y ese es uno, pero no el único de los legados que con esta serie nos deja Bryan Fuller para la tele. 

La capacidad de hacer hermoso lo macabro, lo sangriento e inhumano es algo que pocos, muy, muy pocos han rozado y él ha conseguido más que de sobra. 

Es cierto que todas y cada una de las temporadas de ‘Hannibal’ han sido cerradas como el final de la serie, debido a los problemas de renovación en la cadena, pero esta tercera es aún más tajante y dolorosa. Me lo creo. 

Hanníbal ha muerto, televisivamente al menos.

Quisiera, eso sí, hacer una breve reflexión culpabilizadora.

Los problemas de la continuidad de Hannibal no son sólo debidos a causa de sus bajas audiencias, ni a que Netflix no posea los derechos de las tres primeras temporadas,(hay que ser cabrones) ni tan siquiera que Amazon quiera sólo series nuevas que la diferencien del resto de cadenas online. Uno de los graves problemas que tiene la serie es que poco a poco, conscientemente, se ha acercado en tiempo y trama a “El silencio de los corderos”, y el hecho de que la productora Martha de Laurentiis no posea los derechos sobre el personaje de Clarice Starling, hace casi imposible continuar la trama obviando a la repulsiva agente del FBI que tán bien llevó a pantalla MI Julianne Moore y tántas buenas nuevas le trajo a la Foster (que no es otra sino la que muchas fuentes apuntan como co-propietaria con la Metro-Goldwyn-Mayer de los derechos sobre el personaje de la Starling). 

Bryan Fuller, no obstante, ha hecho infinitas declaraciones en el ejercicio de su tenacidad y empeño acerca de lo que sería la cuarta temporada, que asegura está ya escrita y preparada , y que define como la más oscura, retorcida e impactante. Y ni mú de la Starling.


Crítica: Sinister 2

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Amo con todas mis fuerzas a Scott Derrickson ( el dire de Sinister 1, aquí guionista) desde que me dejó KO hace 10 años con El exorcismo de Emily Rose, peli que no me canso de recomendar y hasta le he endiñado a mis alumnos un par de veces. Antes había tanteado la serie Hellraiser de la que evidentemente soy también fan con la V entrega, Inferno, una de las más decentes del declive, y después las reguleras Últimatum a la Tierra y Líbranos del Mal, justo después de esa fabulosa cinta de terror de las de verdad qued es Sinister (2012). (Al Rector le va a dar en el hueso del gusto con su versión del año que viene de Doctor Extraño, que promete de veras).
Pues bien, cuando me enteré de que iba a haber una secuela me temí lo peor, pero pensé que si al menos la dirigía él, merecería la pena... Además, pienso ver TODO lo que distribuya Blumhouse Productions, aunque sólo sea por los cojones que le echan plantando cara a medio Hollywood. Por otro lado, ese mismo año, tuve convulsiones internas desgarradoras en Sitges con la ópera prima irlandesa de un tal Ciaran Foy que presentaba a competición “Citadel” dejándonos a media sala con la boca abierta. Es una cinta que en su momento califiqué de “devastadora”, y no es para menos, no. Se nos revelaba como un director capaz de hacer de lo incómodo un estilo personal, con una sutileza constante, en medio de un escenario sucio, frío, gris, oscuro y maloliente nos cuenta sobrecogedoramente en diez minutos cómo unos pequeños hijos de puta pegan una paliza a una madre preñada que muere en el parto dejando al padre con un niño y una agorafobia igualmente difíciles de llevar. Entendiendo el ejercicio cinematográfico como compendio de acciones y reacciones Citadel es sin duda alguna, una de las mejores cintas de género recientes. 

Y Foy, director de esta secuela Sinister 2, un tipo muy a tener en cuenta, por lo que más inquieto que emocionado he terminado de ver la peli sin leer nada en absoluto sobre ella y mi sensación no puede ser mejor. 

Con guión de Scott Derrickson y su socio Robert Cargill, y musicada magistralmente (como Citadel, por ejemplo) por Tomandandy, la cinta vuelve a aprovechar uno de los recursos que hacen de la primera parte una de mis preferidas de los últimos años, esa fotografía con tomavistas en super8 de la fabulosa Amy Vincent en la que se nos muestran las “travesuras” de esta pandilla de niños elegidos.

Para aquel que no haya visto la original: Stop, hazte el favor de verla ahora mismo y ya hablamos... Para los que sí, y lo gozaron como yo, pasándolas bastante putas, pues prepárense para todo, todo aquello que una secuela puede ofrecer sin innovar demasiado y quedar más que decentemente. La peli arranca temporalmente tras el final de la primera, cuando Ashley Oswalt, la hija del estupendo Ethan Hawke (que últimamente sólo está regulero en Regression de Amenábar) descuartizó al resto de su familia y desapareció con el resto de niños parricidas comandados por el terrorífico Bughuul, (Nicholas King). 

Pues bien, una madre, la ESTUPENDA Shannyn Sossamon (una de nuestras heroínas del miedo, de la que ya les contaré la extraña manera en que coincidimos en un tour de lo más freak), una de las mujeres más guapas que he visto en mi vida, de esas que va dejando a su paso una lista de cabezas volteadas y suspiros (vale, habrá quién diga que la edad no pasa en balde y ahora está más normalita, pero ni de coña) se muda de incógnito con sus dos hijos gemelos a una recóndita casa junto a una iglesia donde sucedieron unos terribles asesinatos rituales, huyendo de un marido abusivo y poderoso que quiere la custodia de los hijos sólo por joder. Y resulta que no sólo el padre está interesado en los niños... El demonio cabrón que incita a acabar con los lazos familiares de las formas más retorcidas, creativas y espeluznantes posibles ya les ha echado el ojo. 

La pega es que lo que en la original era maravillosamente natural, Ethan era escritor de novelas sensacionalistas a lo Capote y encontraba los rollos de película en el altillo, aquí está un poco forzado, y para que podamos pasarlo de miedo (y nunca mejor dicho) con las tropelías terroríficas de los niñatos, son los propios “fantasmas” de los chavales los que encienden el proytector y van colocando las cintas, y la verdad, aunque no hubiera muchas más opciones, ésta es demasiado forzada a mi juicio. 

Pero no me voy a poner pejiguero nada más empezar, y menos cuando el resultado de la cinta de Foy es más que satisfactorio y el tipo consigue hacer su trabajo de forma que se recupera sin duda el espíritu del original. 

Siguiendo con las virtudes de Sinister 2, diré que Bughuul, ese terrorífico ser que en la original no era más que una mera aparición fugaz, aquí cobra carne y forma y tiene una inquietante presencia mucho más tangible e igual de espantosa. 

"Sinister" se convirtió en un razonable éxito inmediato, ya que nos ofreció algo que los fans del terror ansiábamos, cosas frescas y nuevas, y tanto el personaje maligno, como la magnífica idea de mostrar los asesinatos grabados por esos seres en teoría inocentes, eran lo bastante innovadores como para tener una identidad propia y un valor a esperar en las evidentes secuelas. 

Aquí, el 2 pesa como en la mayoría de las secuelas (qué pesadez lo de El padrino ya, oiga) y al no ser nada “tan” nuevo, pues nos regocijamos en lo reconocido, pero el aliciente de lo desconocido pues como que se echa de menos. 

Eso sí, las grabaciones en súper 8 son si cabe mejores que en la original. Sinister se beneficiaba a lo bestia de ese placer culpable y enfermizo que nos provocaba ir sabiendo que uno de los miembros de la familia era cómplice de las muertes, y aquí la cosa se refuerza. 

Con una retorcida naturalidad se nos muestran imágenes que fácilmente harán de nuestras pesadillas algo inevitable, con esos inquietantes asesinatos de familias (casi) enteras mostrados de manera terriblemente gráfica. Mi preferida, la grabación navideña, con los cadáveres congelados bajo la nieve, absolutamente espeluznante... Aunque amiguetes, hay ratas devorando carne, electrocuciones, crucifixiones, ataques voraces de caimanes... Un festival de la tortura, vamos... 

Junto a los nuevos actores, James Ransone, retoma su papel de Sinister, siendo el ex policía que no pudo evitar que la familia de Hawke la palmara y que se ha reciclado como investigador privado, que acaba convirtiéndose en el héroe americanoide que toda secuela sin necesitar, utiliza. No falla. Y lo más importante, repite Bughuul, el verdadero prota y encargado (recuerden si no a Freddy Krueger, en las pelis de Craven, D.E.P), de la contundente misión de mantener el interés lo suficiente para que la secuela no quede ahí, sino que dé pié a la continuidad de la franquicia, porque Sinister 3 vive o muere con el personaje, y en mi opinión, esa manera de hacerlo tangible, de dotarle de esa maligna personalidad que su cara de cantante de heavy centroeuropeo ya revelaba, nos deja con ganas de profundizar un poco más en su historia, en su mitología, con lo que, si las cosas funcionan, y lo harán, pese a las negativas críticas que hoy descubro y no dejan de sorprenderme, tendremos Sinister para rato. 

Para trilogía al menos...

Lo mejor: El rollo súper 8, tela enfermizo y gozable al 100%.

Lo peor: Yo le habría dado otro final, pero todo sea dicho, el resultado es elegante, coherente y bastante espeluznante, así que, por mi parte, conforme.


Crítica: Contracted Phase 2

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Continuar. Continuar significa "seguir haciendo lo que se había empezado". Se puede continuar de dos maneras: Avanzar sin mirar atrás, buscando nuevos caminos porque el viejo camino no llevaba a ninguna parte, o avanzar parando constantemente para mirar atrás, ver lo que has conseguido hasta entonces, y seguir el camino marcado. Las continuaciones atienden siempre a decisiones, a la valentía o al realismo, al inconformismo o al sentido común, al futuro o a la nostalgia. En cualquier caso, siempre hay que continuar, así que continuemos.
Siguiendo estas palabras, determinamos que en "Contracted", se podía haber continuado de dos maneras: 

- Avanzando hacia nuevos caminos, en cuyo caso, descubriríamos qué hay detrás de la infección, cómo afecta esa infección desatada al orden, y los posibles caminos para parar una pandemia. Acción. 

- Mirando hacia atrás con "el más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer" por bandera, en cuyo caso, descubriríamos un nuevo caso de contagio idéntico al de Samantha donde no avanzaríamos en el origen de la infección y veríamos lo que ya vimos en la primera parte con algún que otro aderezo. Parada. 

¿Os podéis imaginar cuál ha sido la opción elegida por el director de "Contracted II", Josh Forbes, para continuar con la segunda fase de la historia? Hagan apuestas!!! 

Efectivamente, la elección para "Contracted Phase II", ha sido el continuismo más puro. Seguimos donde los dejamos, vivimos el cuarto día, una vez superados los primeros tres días que se nos mostraban en la primera parte. Deducimos entonces, desde los primeros minutos de la película, que en la mente de este director, lo importante en la primera parte no era la protagonista en sí y los efectos de la infección en ella, sino cómo resultaban los primeros días de infección. 

Esta vez le toca a un hombre pasar por el mal trago de la descomposición, y el afortunado es: Riley !!!, quien os recuerdo que en la primera parte o fase, tenía relaciones sexuales sin protección con la super infectada Samantha. Fruto de este encuentro, Riley descubrirá que también está infectado de putrefacción y que es cuestión de tiempo que los gusanitos que campan a sus anchas debajo de su piel, vayan haciendo su trabajo descomponedor y todo llegue a su fin.

Principal problema de "Contracted Phase II": que todo eso ya lo hemos visto en la película original. Todo el proceso por el que pasa Riley es exactamente el mismo por el que pasaba Sam, y cuando digo exacto, no exagero, pues hasta el maquillaje de todos los pasos del avance de la infección es totalmente igual. ¿Por qué me cuentan algo que ya me han contado? Esta pregunta me ronda por la cabeza durante todo el metraje y es cuando pienso en las diferentes maneras de continuar y en lo poco que nos gusta arriesgarnos en esta vida. Mezclemos dulce con salado de una vez!!! Vivamos la vida a lo loco!!! 

Para rellenar mejor los setenta y ocho escasos minutos de duración, y supongo que también por la satisfacción de pensar en que él ha puesto algo de cosecha propia en esta película, Josh Forbes escoge como compañero de viaje la figura de Abbadon, que si no sabéis quien es, yo os lo digo, porque, sin que sirva de precedente, me he informado: Es el demonio destructor que reinará sobre las plagas que asolarán la humanidad. Él es el demonio del abismo. Y vosotros pensaréis ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Habéis acertado de nuevo: nada!!, pero el sr. Forbes intenta un complicado paso de break dance y se hace un lío. 

Añadimos Abbadon a la ecuación, culpándole de la plaga y sacando de la manga a una detective que debe tener poderes de clarividencia, y a un malo malísimo que quiere infectar al mundo de muerte porque él es la plaga, él es la infección y él es el fin. Está bien, podría funcionar como avance, como paso hacia adelante en este mundo de descomposición, si el guión nos explicara minimamente algo de lo que estamos viendo y que no encaja en la película para nada. Estaríamos así en el primer significado de la palabra continuar y "Contracted Phase II" sería un éxito y no un fracaso. Pero chicos y chicas, perded toda esperanza, porque no todas estas cositas quedan sin desarrollar como se debe. 

Volvemos al mundo de los guiones chapuceros que intentan abarcar mucho y terminan apretando poco. Hay que centrarse, centrarse es lo principal en este proceso artístico, y es por eso por lo que no todos podemos escribir guiones. Si esto no lo tenemos claro, seguiremos asistiendo a espectáculos desaprovechados y películas que pudieron ser y que terminan triunfando con la fórmula que funcionó previamente y fracasando en los intentos de innovar, lo que para mi, significa fallar. 

No cabe duda de que el efectismo siempre que asistimos "en vivo" a la descomposición humana, existe, y que se pueden conseguir escenas realmente desagradables si hay un buen maquillaje y unos buenos efectos especiales de por medio. En ese aspecto, nada que objetar a "Contracted Phase II", algunos puntos, incluso, por encima de la primera parte. La película cuenta con escenas de apartar la vista, porque el pus nunca es bienvenido después de cenar y lo sabéis. 

Es así como las situaciones que no tienen una explicación lógica sólo sirven para despistar de lo que realmente es "Contracted II", que es un más de lo mismo cambiando de género sexual, una película que ya hemos visto, pero con otra cara y con otro nombre y una puerta abierta a la posibilidad de nuevas entregas, si resulta que al final esta segunda fase funciona bien en taquilla. 

Decepción por mi parte, pues esperaba que esta segunda parte rellenara los huecos que yo encontré en la primera película. Esta vez la advertencia sobre las buenas prácticas para evitar enfermedades de transmisión sexual, que Eric England, director de "Contracted" pretendió hacernos en su película, se la pasan por el forro, queriendo contagiar la muerte y expandirla por el mundo, que es lo que creo que realmente hubiera funcionado desde el principio. En resumen, no aporta nada y no indaga en el apartado bactería-infección-muerte-Abbadon-el mundo es una mierda. 

Ahora, continuemos con nuestras vidas. Si queréis mirar o no hacia atrás, eso ya solo depende de vosotros.


"Sitges 2015", Programación completa de la 48 edición

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EL FESTIVAL PRESENTA LA PROGRAMACIÓN DE LA 48ª EDICIÓN 

El terror norteamericano y el mejor horror de países emergentes, protagonistas en Sitges 2015 

El thriller apocalíptico ‘Into the Forest’ será el encargado de clausurar el Festival 

El terror más genuino será protagonista indiscutible en Sitges 2015, con films como The Devil’s Candy o We Are Still Here, que representan el cine de terror norteamericano más extraordinario. La 48ª edición del Festival de Sitges incluye verdaderas delicatessen de países que son potencias emergentes del cine fantástico y de horror, como Baskin (Turquía) o Ludo (India).

La programación completa de la 48ª edición del Sitges - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya ya es una realidad. Impactantes cintas de género fantástico de todo el mundo, así como las propuestas más transgresoras y radicales del género, el nuevo talento emergente, las últimas novedades del cine asiático y una cuidada selección de documentales se dan cita este año en una edición del Festival que promete sensaciones fuertes. 

La sección Oficial Fantàstic Competició contará con propuestas estimulantes, como el film turco Baskin, de Can Evrenol, un festín gore donde un grupo de policías se encontrará con un evento verdaderamente aterrador; la estadounidense The Devil 's Candy, de Sean Byrne, un relato terrorífico de posesiones satánicas de la mano del director de la sorprendente The Loved Ones; Bone Tomahawk, de S. Craig Zahler, un western con Kurt Russell y Matthew Fox, que se convierte en una exquisita cinta de terror, o Macbeth, de Justin Kurzel, una adaptación visceral de una de las tragedias más cruentas de Shakespeare, con Michael Fassbender y Marion Cotillard. 

La programación del Festival también incluye producciones como Demon, de Marcin Wrona, que narra la historia de una pareja que encuentra unos huesos humanos en el terreno de su futura casa, el primero de una serie de hechos extraños que culminarán con la irrupción de un turbulento espíritu; The Final Girls, de Todd Strauss-Schulson, con la emergente Taissa Farmiga (presente en Sitges 2013, con Mindscape) y Malin Akerman, una película donde la hija de una estrella del cine de terror asiste a la proyección de un slasher protagonizado por su madre, pero un accidente acabará con la chica y sus amigas dentro de la película; Journey to the Shore, de Kiyoshi Kurosawa, un relato en el que una mujer que perdió a su marido en el mar ve como el fantasma de su compañero se le aparece ante los ojos; o la danesa What We Become, de Bo Mikkelsen, donde una familia queda aislada debido a un brote de gripe mortal en el vecindario y deberá hacer todo lo posible para protegerse mientras, en el exterior, la situación se tensa hasta estallar el caos. 

La sección también acogerá otros títulos como The Boy, de Craig MacNeill, un thriller intimista y polvoriento, con David Morse y Rainn Wilson; Cemetery of Splendour, del tailandés Apichatpong Weerasethakul, una evocadora cinta donde unos soldados son tratados de una extraña enfermedad que les produce una constante somnolencia; Endorphine, de André Turpin, donde las vidas de tres mujeres que se llaman Simone comenzarán a comunicarse entre ellas de manera misteriosa y casi onírica, o la última propuesta de Alex van Warmerdam -que tras ganar con Borgman el Premio a la Mejor Película en Sitges 2013- nos presenta este año el filme Schneider vs. Bax, con un humor más negro que nunca. 

El punto y final a la 48ª edición del Festival lo pondrá, en la clausura, la cinta canadiense Into the Forest, de Patricia Rozema, un thriller apocalíptico donde unas magistrales Ellen Page y Evan Rachel Wood interpretan dos hermanas que intentan sobrevivir en un mundo futuro en el que un apagón masivo precipita la humanidad hacia su final. 

Estas propuestas se añaden a las ya anunciadas: títulos de alto nivel como Love, de Gaspar Noé; Victoria, de Sebastian Schipper; Green Room, de Jeremy Saulnier; The Gift, de Joel Edgerton; Turbo Kid, de François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell; Yakuza Apocalypse: The Great War of the Underworld, de Takashi Miike; Life, d'Anton Corbijn; Le tout noveau testament, de Jaco Van Dormael, o Last Days in the Desert, de Rodrigo García, entre otros. 

Diversidad de géneros 

El certamen proyectará también títulos que se abren a otros géneros que, a menudo, conviven con el fantástico. La sección Oficial Òrbita se convierte en el espacio paradigmático para estas producciones, que presentará thrillers como La prochaine fois je viserai le coeur, de Cédric Anger, película donde un brillante y perturbador Guillaume Canet interpreta a un tímido policía encargado de investigar los crímenes que comete él mismo; Veteran, de Ryoo Seung-wan, -Premio en Sitges 2011 con The Unjust-, un nuevo thriller vibrante del maestro coreano en el que un detective que busca justicia declara la guerra a un magnate muy poderoso; o la comedia británica The Legend of Barney Thompson, primera incursión en la dirección de Robert Carlyle, que a su vez interpreta a un tímido y mediocre barbero de Glasgow, que sufrirá un drástico cambio en su vida. Además, la sección Oficial Sessions Especials muestra trabajos como la última aventura de los Monty Phyton, Absolutely Anything, dirigida por Terry (La vida de Brian) Jones, e interpretada por el carismático Simon Pegg, o la nueva cinta de Paolo Sorrentino, quien tras maravillar con La grande bellezza, presenta ahora Youth, un retrato nostálgico de la madurez, con Michael Caine y Harvey Keitel. 

Noves Visions 

El cine más transgresor de todo el mundo se dará cita, un año más, en Noves Visions, una sección que este año queda reestructurada en dos grandes bloques: One y Plus. One proyectará lo más nuevo de los perfiles más reconocidos del panorama internacional: Anomalisa, de Charlie Kaufman, el cerebro detrás de las grandes películas de Spike Jonze o Michel Gondry; Cosmos, lo más nuevo del mítico Andrzej Zulawski, recientemente galardonada en el Festival de Locarno, así como las nuevas obras de realizadores de primera línea, como Michael Winterbottom con The Face of an Angel o Takeshi Kitano con la comedia negra Ryuzo and the Seven Henchmen. Noves Visions One abrirá con la película espa&n tilde;ola La novia, de Paula Ortiz, una lectura en clave imaginaria del clásico Bodas de sangre, de Federico García Lorca, y se cerrará con Evolution, de Lucile Hadzihalilovic, una de las películas más perturbadoras de la temporada. 

Por otro lado, Noves Visiones Plus será el marco idóneo para dar a conocer nuevos talentos, formatos híbridos y el cine más experimental. Plus contará con la radicalidad de Rick Alverson y su Entertainment, trabajo que abrirá una selección que incluye obras tan peculiares como Moonwalkers, de Antoine Bourdon-Jacquet; formatos innovadores como los utilizados por Sean Baker en Tangerine, o una de las experiencias más aterradoras del Festival de este año, Der Nachtmahr, producción alemana dirigida por el artista multidisciplinar Akiz y que será capaz de provocar verdaderas pesadillas al respetable. Noves Visions Plus se cerrará, fuera de competición, con toda una revisión del cine histórico coreano, la sorprendente The Royal Taylor, de Lee Woon-Suk. 

Fantàstic Panorama y Documenta 

Las principales producciones con vocación independiente del género fantástico y de horror se proyectarán bajo el paraguas de la Sección Fantàstic Panorama, que incluirá títulos como El eslabón podrido, de Valentín Javier Diment; Hellions, de Bruce McDonald; Nina Forever, de Chris y Ben Blaine; Scherzo Diabolico, de Adrián García Bogliano; Southbound, de varios autores; Tales of Halloween, dirigida por once célebres directores; The Dead Room, de Jason Stutter, o The Mind's Eye, de Joe Bego. Por su parte, la sección Panorama Documenta dará a conocer trabajos de no ficción en torno al género, así como sus autores. Es el caso de Dark Star - HR Giger’s World, de Belinda Salles, documental que muestra la faceta más íntima del padre de una de las criaturas más terribles del cine: el Alien, o I Am Your Father, de Toni Bestard y Marcos Cabotá, un homenaje al actor que interpretó Darth Vader en la primera parte de Star Wars. 

Anima’t y Midnight X-treme 

Anima’t ha diseñado una atractiva y selectiva programación de propuestas de animación de todo el mundo, con obras como Dragon Ball Z: Resurrection 'F', de Tadayoshi Yamamuro, con guión escrito por Akira Toriyama, y que devuelve la saga a sus raíces más puras, y Evolution Man (Pourquoi j'ai pas mangé mon père), de Jamel Debbouze, una cómica aventura entre el elemento humano y el animal, realizada en motion capture. 

Por otro lado, la Sección Midnight X-treme proyectará el cine de terror independiente más atrevido, en el que destaca el filme Bite, de Chad Archibald, donde una chica que está celebrando su despedida de soltera en un paraje exótico verá su cuerpo cambiar tras la fortuita mordedura de una criatura. El terror y la hemoglobina mantendrán la tensión en Midnight X-treme con otros títulos, como Bloodsucking Bastards, de Brian James O'Connell; German Angst, de Jörg Buttgereit, Michal Kosakowski y Andreas Marschall; Sendero, de Lucio A. Rojas, y Bite (en Sitges 2015 hay dos películas con el mismo título) de Alberto Sciamma, entre otros. 

Además, la Sección Sitges Clàssics, con motivo de su 20 aniversario, rendirá homenaje a la película Seven, protagonista del cartel de esta 48ª. edición del certamen, un psicothriller que creó escuela y confirmó el talento de su director, David Fincher. La sección también proyectará The Thief and the Cobbler, de Richard Williams, cinta que muestra el trabajo original de su director, que se inspiró en Las mil y una noches. 

El cine asiático tiene una presencia relevante en Sitges 2015. Realizadores consagrados y otros emergentes firman propuestas recogidas por la mayor parte de secciones, entre las que destacan Two Thumbs Up, The Assassin, Helios, Puerto Call, o las ya anunciadas The Taking of tiger Mountain y SPL2: A Time for Consequences. El Sitges - Festival de Cine de Sitges cuenta, de nuevo, con el apoyo de The Hong Kong Economic and Trade Office, en Bruselas, la representación oficial de la región administrativa especial de Hong Kong en la Unión Europea, que promueve enlaces económicos y comerciales entre este país y Europa y organiza seminarios de promoción de negocios e inversiones, eventos culturales, festivales de cine y las celebraciones del año nuevo chino. 

El Festival gana una sala 

La 48ª edición de Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya estrena nueva sala, que se suma a los cuatro espacios de proyección clásicos del certamen, el Auditori, los cines Retiro, Prado y Brigadoon. La Sala Tramuntana, situada en el Hotel Meliá Sitges, sede oficial del Festival, será acondicionada como sala de cine y acogerá un buen número de sesiones, además de algunas clases magistrales relevantes. La nueva sala permitirá más flexibilidad al Festival a la hora de estructurar su parrilla y aportar más oportunidades a los espectadores y fans del certamen. Además de estas cinco salas, el Festival dispondrá de otros espacios con proyecciones gratuitas. 

Parrillas y entradas 

Las parrillas de programación de los diferentes espacios se harán públicas el próximo lunes 14 de septiembre. La venta de entradas se iniciará el viernes 18 de septiembre, a las 12 horas. 

Colaboración en la 48ª edición 

El Festival agradece el compromiso de las entidades y empresas colaboradoras: Gas Natural Fenosa (patrocinador principal), Moritz y Torres (patrocinadores), Meliá Sitges (patrocinador y sede oficial), Movistar TV (socio multimedia), Deluxe (colaborador), La Vanguardia (diario oficial), TV3 (televisión oficial), Autolica - Mercedes Benz (vehículo oficial), Bacardí (coctel oficial) y Montibello (peluquería y cosmética oficial). 

Sitges 2015 se organiza gracias a la implicación del Ajuntament de Sitges y del Institut Català de les Empreses Culturals del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, y tiene el apoyo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de la Diputació de Barcelona y del Carnet Jove – Departament de Benestar i Familia.

Crítica: Regresión

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Para empezar diré que me ha costado un poco explicar cómo he podido ver en exclusiva una peli en teoría “férreamente” salvaguardada sin haberme puesto de rodillas ni de espaldas o a cuatro patas, (cosas que por traer la primicia al nido haría sin ningún tipo de duda, pero no, no ha sido ese el camino...) sin incurrir en revelaciones de fuentes, actos de bocazas o directamente autoinculpaciones chungas.
Permítanme que esta crítica sea un pelín diferente y reste más que sume, pues partiré de la idea de que tras seis años sin presentar peli, pese haber producido unas cuantas, grabado el clip de las Nancys Rubias y el sosocorto de Dakota Johnson, el director más talentoso de este país no podía venir con un truño debajo del brazo, él que se las dá de ser el M.Night Shyamalan español, de haber reinventado el giro argumental, de moderno revisitador de los orígenes del cine........Grrrrrr... 

Hace ya unos meses, por mucho que se trate de negar, tuvo lugar un pase previo EN CANADÁ, (cosa que me parece hasta obscena, coño, que se haga en Parla y me toque) para un grupo selecto de individuos que representasen un amplio target con la finalidad de ver las reacciones del público ante el montaje provisional de “Regression”. 

La estrategia desde luego ni es nueva, ni es la primera vez que Amenábar recurre a ella según tengo entendido... El caso es que ya saben, por mucha firma y promesa de confidencialidad, cacheos y demás, vivimos en el futuro. Y ahí lo dejo. 

Para continuar, diré que no hace ni seis meses que ví al director presentando una peli que me fascina, “Encuentros en la tercera fase” en TCM diciendo que tenía claro que haría una peli de extraterrestres Sí o Sí... Y en otra entrevista se hablaba de cultos satánicos... Y ahí lo dejo, para levantar suspicacias.

Y para rematar diré que en ese sancta sanctórum que es Filmaffinity, en género colocan: Intriga. Thriller | Sectas. Años 90. Abusos sexuales, con lo que en gran medida, la mitad de la película ya está violada, manipulada y reenfocada. Y sí, ahí lo dejo. 

Y paso a criticar sin despejar ni una sola de las incógnitas (qué triste que realmente lo único que ha levantado ampollas en la red es si a la Watson se le ven las tetillas monjiles)... Pero explicando el porqué de mi baja nota, la escasita sorpresa que ha supuesto para mí y las INNEGABLES “inspiraciones” que ha tenido la cinta... 

Con Alejandro Amenábar tengo una relación de amor/odio. Bueno, con su cine, porque aunque hemos frecuentado en ocasiones los mismos círculos desde ciencias de la información, pero sobre todo desde que se unió a esa divapandilla que alrededor de la genial Alaska (nada de Olvido, coño, que lleva treintaypico años reivindicando un nombre y ahora como somos megamodernos la llamamos “Olvi”, en plan “somos de tu cuquiambiente”, puajjj) y de forma satelital incorpora a todo lo intelectualoide, posepose y divineitor de los madriles y demás cosmopolitismo, no le conozco en persona, pero el personaje público me cae bastante regular, por no decir mal. (Me suele pasar con gente que vive armarizada hasta que se les desmonta el tema y de pronto son la viva reivindicación de nuevos estilos de vida-véase Fernando Tejero). 

Bueno, a lo que voy... El 90 % de mi odio son putos celos dañinos cargados de inquina, porque no todos somos ojitos derechos de Cuerda ni hacemos una primera peli que se convierte en referente MUNDIAl, ojo, no nacional sobre una temática, rozando además la perfección en al menos tres momentazos... Y es que Tesis es muy buena. Muy, muy buena. 

Gracias a Dios luego llegó Abre los ojos, que muchos ni entendimos ni disfrutamos y pensamos “vale, es humano, la caga también”. Pero el cabroncete llega y en pleno esplendor de Nicole Kidman, actriz que los años pondrán a la altura de Bette, Hepburns y demás hace “Los otros”, la peli más grande de nuestro cine, donde TODO es perfecto. Incluso la vuelta de tuerca a lo Shyamalan (“puramente casual”, “la historia va mucho más allá, no se queda ahí”, “en mi película está tratado el tema de forma radicalmente distinta”) sigue siendo perfecta y redonda. O a mí me lo parece. Me encanta “Los Otros”. Me encanta y mucho. 

Pero bueno, las maricas malas de España, los envidiosos y encorajinados nos alegramos (ojo, que me incluyo, no se vea esta crítica como un vómito de odio sin asumir un mea culpa al menos) mucho de que hiciera Mar adentro, (que pese a estar sobrevaloradísima es una castaña, un coñazo y un esperpento, en mi opinión, oigan) y Ágora, un festival cutrón de cartón piedra con la Weisz (!!!!). No me gustan nada, ni la una ni la otra. Pero nada de nada. 

Ahora, con un preestreno que abrirá el Festival de San Sebastián y un estreno el 2 de octubre en el que se petarán las salas en lo que sin duda será otro récord más nos llega Regresión, una peli que no es lo que parece pero en el fondo no acaba de sorprender en ningún momento, porque llegado el punto, te has olido todo el tema. 

Ambientada en los 90 en un pequeño pueblucho de Minnesota, la peli arranca cuando un tipo, John Gray (David Dencik), es arrestado por el delito confeso de abusar sexualmente de su hija Ángela. El hombre admite totalmente su culpa pero también no recordar nada en absoluto sobre el incidente. La nena, que no es otra que Hermione Granger, una estupenda Emma Watson, cuenta con el apoyo del guapísimo detective Bruce Kenner (un Ethan Hawke bastante planito, la verdad). Deciden entonces acudir al prestigioso psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) para hacer una regresión en la que el hombre inculpa a un agente de policía. 

La chavala empieza entonces a recordar una serie de hechos que ponen las cosas un pelín rarillas: una viejuna rara que la llevaba al pajar (sí, al del estupendo póster tramposo con la cruz invertida) donde la incorporaban a una misa negra de tipos cubiertos de túnicas negras. 

Es entonces cuando la cosa se pone aún más fea y sospechosa, y donde los más avispados ya se huelen la tostada, el McGuffin, la vuelta y el giro, cuando otra mucha gente del mismo pueblo empiezan a revivir los reprimidos recuerdos de abusos horribles y traumáticos. 

Y convenientemente para alargar y encuadrar la trama, los informes de reportes y noticias locales culpan a una secta satánica activa, habitual organizadora de orgías y sacrificios de animales y niños. Y el problema es que al parecer, los informes similares han empezado a aparecer en todo el país, por lo que al parecer se enfrentan a una conspiración probablemente de carácter sobrenatural y a nivel al menos nacional. 

La trama juega con la idea de que algunos recuerdos pueden ser reprimidos, sin acudir a sustancias psicotrópicas, cuando por lo general cuanto más traumática sea una experiencia, la memoria tiende a reforzar y fijar algunos aspectos. También coquetea con que en algunos casos una acusación falsa provoca un aparente contagio de las acusaciones, fruto de la sugestión y las percepciones fiables. 

Y entonces, cuando ya no sabemos qué pensar, porque hemos visto misa negra en recuerdo, Ethan lo flipa, y pasan tres o cuatro cosas para marear al personal, llega la vuelta de tuerca esperada y bueno, no del todo sorprendente. 

Si algo bueno tiene la peli es una factura impecable, una fotografía más que espectacular, con planos de verdad angustiosos y muy, muy logrados, y una música bueno, pseee, de Baños, que este año ganará el Goya cuando no es ni de lejos su mejor trabajo y pese a que la peli, por mucha intención recaudapremios que tenga no ha salido, ni de lejos redonda... 

Pero que va a gustar, fijo, no les quepa duda.

Leo por ahí que Emma Watson está mal.(???). Me sorprende,porque la chavala ya por sí sola, que al igual que ocurrió con Weisz, trabajan con Amenábar después de currar con otro genio, Darren Aronofsky, levanta la película en la que es para mí su mejor interpretación, aunque en el caso de su edad no sea mucho decir, pero es que Amenábar dirige de miedo, como muy pocos directores del mundo, pero sobre todo a mujeres, y no es esta una excepción. 

Lo que sí tiene la cinta son muchas referencias (“REFERENCIAS”)...

Y aquí llegamos a la pupa dolorosa...

Algunas que claro está, ya se han comentado, desde Mindscape de Jorge Dorado con Mark Strong y Taissa Farmiga y su vuelta de tuerca final, el momento pedófilo de The Hunt o La semilla del diablo tras la mera vista del tráiler, cuando luego en realidad el eje de la narración no es tal... 

Otra referencia ineludible y que Amenábar negará seguro cómo ocurrió con “Los otros”, se encuentra en una peli que por casualidad también, he revisitado hace poco, Session 9, en la que en el archivo de audio al que se hace referencia en el título se cuenta la historia de una paciente, una niña que estuvo recluída en el funesto y semi ruinoso asilo mental con la mayoría de sus traumáticos recuerdos enterrados en el fondo de su memoria. En las sesiones regresivas a las que le induce un psicólogo bajo hipnosis ella va contando cómo su padre la sometía a constantes violaciones y llegado un momento comenzó a vendarle los ojos y llevársela a mitad del bosque para utilizarla junto a otras personas en orgías satánicas. Tras descubrirse estos datos la moza había sido explorada descubriéndose que en realidad era virgen. 

Pero la más descarada, la que Amenábar desearía que se hubiera borrado de la faz de la Tierra y la que me puso sobre la pista en esto de las “referencias” es la que se relata en una película para la televisión que habremos visto cuarentaycinco frikis, “Forgotten Sins” de Dick Lowry, del año 96 con John Shea y William Devane en cabeza de reparto. (Busquen, busquen en IMDB). Pues bien, la peli regulera en cuestión se basa en “Recordando a Satanás”, de Lawrence Wright, que relata el caso de Paul Ingram y su familia y que el cuervo curioso puede consultar hasta en wikipedia. 

En plenos años 80 surgen numerosos libros de autoayuda que tratan de recuperar los recuerdos de abuso infantil y el incesto sufrido, que en teoría se olvidaban y guardaban en la memoria para siempre. Por esas fechas, Paul Ingram, presidente del condado del Partido Republicano del condado de Thurston, Washington que fue acusado por sus dos hijas de abuso sexual en medio de un ritual satánico que duró años. Conforme el caso avanzaba, las acusaciones iban en aumento, y se llegó a acusar a Ingram de participar en cientos de rituales satánicos sexuales y hasta de la masacre de 25 bebés. “Casualmente”, como suele ocurrir en muchos de estos oscurísimos casos, la familia era miembro de una iglesia pentecostal local que promovía la idea de que Satanás controla las mentes de los cristianos, para que tras cometer los más salvajes delitos y pecados inmundos puedan extraer los recuerdos de las memorias de sus víctimas. 

Lo surrealista del caso y que EVIDENTEMENTE ha inspirado la primera parte de la cinta de Amenábar es que en un principio, Ingram, se declaró culpable, pero después mantuvo constantemente su inocencia, e intentó retirar su declaración pidiendo un juicio nuevo y el indulto, aunque todas sus solicitudes fueron rechazadas, por lo que cumplió la pena de su condena tras lo que fue puesto en libertad en 2003. En un artículo que encontré, se resumía cómo Ingram había confesado una variedad y un número de crímenes prácticamente improbables (no habría tenido tiempo de hacer otra cosa el hombre/monstruo) y cómo tras la condena del susodicho, un buen número de compañeros de Ingram y empleados del departamento del Sheriff también fueron acusados por sus propios hijos o los amigos de éstos, desatándose una auténtica psicosis similar a la de los tristes juicios de Salem. 

El caso constituyó jurisprudencia estatal y es citado por los abogados defensores de la idea de que el abuso ritual satánico realmente existe por el hecho de que Ingram fue declarado culpable, aunque realmente nunca fue acusado de "abuso ritual satánico" sino de seis cargos de violación por los que fue condenado a veinte años. 

Los aspectos "satánicos" del caso fueron retirados por la Fiscalía, aunque la aparición de Satanás era parte integral de las confesiones de Ingram constantemente. El reputado psicólogo Richard Ofshe adujo al caso la hipótesis de la “falsa memoria”, la creación de falsos recuerdos por el acusado ante la declaración de sus propias hijas, y que las confesiones de Ingram eran sólamente resultado de los extensos y agotadores interrogatorios en los que ya se partía de su culpabilidad. 

Lo que realmente me ha puesto la carne de gallina, es que hechos como el que “recrea” Amenábar en su original película han ocurrido no sólo en los EE.UU. en varias ocasiones... No en una ni dos... Y en la Enciclopedia Libre, la gran wiki, pueden encontrar la base de todas mis sospechas, escalofríos y cabreos con “Regression”. 

Volvamos a la peli.

Técnicamente es hasta apabullante. Está dirigida con un pulso, un brío, mejorado en Amenábar si cabe, y la tensión, al principio de la cinta es insuperable. La fotografía como ya dije es soberbia y hasta las interpretaciones (exceptuando y lo siento, la de Hawke, que me encanta) son dignas de alabanza. 

Desgraciadamente el director vuelve a experimentar ese complejo que los cirujanos llaman “de Dios” y vuelve a creer que es la reencarnación de los Lumiére, de Gance y Clair, de Chaplin y Einsenstein, de Lang, Whale, Hitchcock y Wells todos juntos. 

Envuelve su trabajo de un misterio impostado y abre San Sebastián.

Con dos cojones.

Y es que el regreso del director al thriller, género que le catapultó (justa y merecidamente), se ha promocionado por Madrid con las estrellas internacionales que curran en la peli (bueno, decisiones personales...), como algo “nunca antes narrado en una película” (algo así dejaba entrever Bob Weinstein), despertando un revuelo y unas expectativas que muchos verán cumplidas, pero que en mi caso se han deshinchado de golpe y porrazo. 

El productor Fernando Bovaira declaraba: "Alejandro juega en 'Regresión' con nuestros miedos primarios más profundos para hacernos sentir una vez más profundamente humanos y extremadamente vulnerables. "... Errr...¿Mande?

No puede decirse que la peli es mala, en absoluto, porque no hay nada malo en ella. Pero desde luego no es la obra maestra que se nos pretende vender. Y Amenábar, le pese a quien le pese, sigue sin acercarse a Shyamalan (estupenda esa última Visita) que es lo que en el fondo cualquiera desearía. 

Lo mejor: Su elegancia, su arranque, sus momentos sobrios, impecables.

Lo peor: Giro, regiro, trigiro...

Ahora, apedréenme...



"Sitges 2015", "La Bruja" inaugurará el festival

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La aclamada cinta de terror 'La Bruja' inaugurará Sitges 2015 

La película del debutante Robert Eggers fue una de las triunfadoras del último Festival de cine de Sundance y será distribuida en España por Universal Pictures International Spain. 

Brujería, supersticiones y fenómenos paranormales se mezclan en La Bruja (The Witch), título inaugural de la 48ª edición del Sitges - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que tendrá lugar del 9 al 18 de octubre. Sitges refuerza así su compromiso con los nuevos talentos del género y se consolida como el gran escaparate del mejor y más novedoso género fantástico internacional.

La producción norteamericana La Bruja (The Witch) está dirigida por el debutante Robert Eggers, que se alzó con el premio al mejor realizador en Sundance 2015, convirtiéndose en uno de los nuevos directores con mayor proyección en el panorama del cine fantástico actual. 

El film, protagonizado por Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie y Harvey Scrimshaw, mantiene al espectador en una atmósfera de pesadilla opresiva en el marco de la Nueva Inglaterra de mediados del siglo XVII. Una familia de colonos cristiana, formada por un matrimonio y sus cinco hijos, vive cerca de un bosque que, según las creencias populares, está controlado por un mal sobrenatural. Cuando su hijo recién nacido desaparece y los cultivos fracasan, los miembros de la familia se rebelan los unos contra los otros. 

La Bruja combina una vocación de cine de terror clásico con la especulación histórica y el drama familiar, indagando también en las raíces de la religiosidad de la sociedad norteamericana así como en la naturaleza del Mal. La Bruja ha obtenido críticas brillantes de los principales medios de comunicación especializados como Variety, que la comparaba a clásicos del género como El resplandor de Stanley Kubrick con toques de La cinta blanca de Michael Haneke, convirtiéndose en una de las películas de género más esperadas del año y que llegará a España distribuida por Universal Pictures International Spain.

Entrevistamos a Víctor García

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Tenemos hoy el enorme placer de contar entre nosotros con el cineasta Víctor García, con motivo de la entrevista realizada por nuestro compañero Sutter Cane. García, director que ha tenido que desarrollar su exitosa carrera fuera de nuestras fronteras, nos habla largo y tendido sobre sus proyectos de pasado, presente y futuro en esta interesantísima entrevista que no os podéis perder.

- Para quien no lo sepa tú comenzaste tu carrera dentro de la industria colaborando en la elaboración de los efectos especiales de películas como “Hellboy” y “Romasanta”. ¿Cómo definirías esta experiencia? ¿Te gustaría volver algún día a ocuparte de estas labores? 

- Es una época que recuerdo con mucho cariño. Fueron 7 años en total hasta que tuve la opción de rodar mi primer largo. La verdad es que no lo descarto, aunque han pasado tantos años ya que seguramente no sabría ni por donde empezar. 

- ¿Qué supuso para ti debutar en la dirección con un proyecto internacional de la envergadura y relevancia de “Return to House on Haunted Hill”? 

Return to House on Haunted Hill (2007)
- En esa época, y a pesar de llevar muchos rodajes a mis espaldas como técnico de efectos especiales, mi experiencia como director era prácticamente nula. Había rodado un solo cortometraje en 2003 (El Ciclo) que me había dado muchas alegrías en festivales por todo el mundo, pero cuando ganamos el premio al mejor cortometraje en el Screamfest de Los Ángeles de repente me encontré teniendo reuniones en todos los estudios que yo conocía solo por las películas que ávidamente consumía desde pequeño. Una de las muchas reuniones que tuve fue en Silver Pictures para Haunted Hill. Para mi, tener una reunión allí ya era como un premio, sus oficinas estaban llenas de props de películas como Matrix, Depredador,... Cosa que magnificaba el efecto que para mi ya tenía el hecho de estar en ese lugar. 

Return to House on Haunted Hill (2007)
Al cabo de una semana de tener esa reunión, me llamaban mis agentes para decirme que Joel Silver me iba a contratar para la película y en unos meses me encontraba en Bulgaria con un equipo increíble de gente rodando mi primera película para un estudio de Hollywood. Creo que ese largo proceso de reuniones culminando con el rodaje de mi primera película es lo más significativo para mi de Return to House on Haunted Hill. El rodaje fue obviamente una experiencia irrepetible para mi, era mi primer largo, pero la experiencia vital de todo ese largo proceso desde que aterrice en Los Angeles con mi corto en 2004 hasta el visionado del primer montaje en casa de Joel Silver en 2007, es lo que realmente supuso un antes y un después para mi tanto a nivel personal como profesional.

- En “Reflejos 2” tuviste que recoger el testigo tras las cámaras de Alexandre Aja uno de los directores de género más influyentes en estos momentos, ¿supuso esto una presión añadida? 

Mirrors 2 (2010)
- Mirrors 2 era una secuela dirigida a un mercado distinto que la película de Aja, y yo era muy consciente de ello. Siempre me planteé ese proyecto como "el otro remake" de la película Coreana original y creo que eso nos ayudó a hacer una película que no exigía al espectador haber visto la primera parte. A nivel presupuestario, no podíamos permitirnos muchos excesos (contábamos con un 10% del presupuesto de su predecesora) y eso nos hizo explorar distintas maneras de sorprender al público con unos recursos muy limitados. Para mi, lo mas importante era hacer una película que funcionara por si misma evitando las comparaciones. 

- ¿Cómo podrías definir la experiencia de trabajar en una saga tan importante como Hellraiser? ¿Quedaste satisfecho con tu trabajo al frente de la misma? 

Hellraiser Revelations (2011)
- Difícilmente quedo satisfecho con ninguno de mis trabajos, y no sólo porque muchos de los presupuestos con los que he trabajado no han sido los más adecuados para la producción, sino porque soy bastante exigente empezando conmigo mismo. De todas maneras el caso de Hellraiser merece un capítulo aparte. Era Junio o Julio de 2010, creo, y mi manager en ese momento me llamó diciendo que los Weinstein me querían para dirigir una secuela de Hellraiser. Me dijeron que el presupuesto era bajo, pero para mi suponía formar parte de un universo que adoraba desde que era un chaval, con lo que la miel en los labios fue demasiado tentadora. Al llegar a Los Ángeles, me contaron el resto de la historia: esa secuela se tenía que empezar a rodar no mas tarde del 5 de septiembre de ese año o los Weinstein perderían los derechos de la saga que iban a quedar en manos de Disney con lo cual ese remake de la película original de Clive Barker, del que llevan años hablando, no se iba a poder hacer, el presupuesto era de 350.000 dólares y los días de rodaje eran 12. 

Hellraiser Revelations (2011)
En ese momento yo ya estaba en Los Ángeles y me había dejado una buena cantidad de dinero en el viaje (la productora me pagaba solo el vuelo, pero nada más) con lo que opté por quedarme y rodar la película igualmente. A la pregunta de si estoy satisfecho con la película tengo que decir que si. La rodamos sin pasarnos de presupuesto, en 12 días y creo que hay un par de escenas que captan bastante bien lo que, para mi, es la esencia de Hellraiser. Si mereció la pena hacerla, de eso ya no estoy tan seguro, Clive Barker se negó a reunirse conmigo durante la preproducción por sus desavenencias con los Weinstein, no pudimos tener a Doug Bradley porque para pagar al actor que hiciera de Pinhead teníamos sólo 1.500 dólares,... Todo eso pasó factura y a los fans no se les contó la verdadera naturaleza de esa producción ni los factores que llevaron a esas ausencias a no formar parte del proyecto.

- En el rodaje de “Gallows Hill” tuviste que enfrentarte a la dificultad de rodar una película completamente bilingüe, ¿surgió algún problema debido al idioma durante el rodaje? 

Hellraiser Revelations (2011)
- El rodaje de Gallows Hill (The Damned en algunos países) fue fantástico, a pesar de los problemas que siempre surgen en producciones independientes: a una semana de empezar el rodaje nos quedamos sin financiación (recibí esa llamada un lunes durante el scout técnico con todo el equipo en el sótano de nuestra localización principal). Decidimos seguir trabajando por si acaso podíamos conseguir el dinero a finales de esa semana, ya que había la posibilidad de que eso sucediera y solo había tenido dos semanas de preparación con lo que pensé que merecía la pena seguir trabajando y no perder una semana en caso de poder empezar en las fechas que teníamos acordadas. En el último momento, el viernes por la noche, me dijeron que teníamos financiación y que podíamos empezar un par días más tarde del acordado. 

Obviamente los actores llegaron el día antes de empezar a rodar con lo que no hubo lugar a ensayos. Peter tenía otro rodaje al acabar con nosotros, con lo que perdimos un par de días de rodaje con él que tuvimos que sortear con malabarismos varios. En su último día de rodaje vino con la maleta ya que se iba directamente al aeropuerto después de rodar una escena bastante intensa... De este rodaje también tengo como para un libro! La verdad es que lo del idioma no nos dio ningún problema. La gente en Colombia fue encantadora con nosotros y los actores anglosajones se esforzaban cada día en aprender nuevas palabras. 

- ¿Has desarrollado tu carrera en el extranjero por elección o por obligación? ¿Cómo definirías la situación actual del cine de género en España? 

Hellraiser Revelations (2011)
- Yo te diría que por casualidad al principio y por obligación después. Cuando rodé El Ciclo, en mi cabeza no había nada mas que rodar un cortometraje, ni me había planteado ir a festivales con él. Pero después de Screamfest (justo un año después de empezar con la ruta festivalera) encontré que en Los Ángeles había un interés en darme una oportunidad que nadie había demostrado en España, con lo que me fui para allá y lo di todo por conseguirla. Siempre he tenido un pie en casa y nunca me he querido ir del todo, pero me he visto obligado a hacer maletas y pasar largas temporadas fuera porque, hasta hace muy poco, nadie había demostrado aquí un interés real en trabajar conmigo. En cuanto al género, yo creo que siempre ha gozado de una salud de hierro en nuestro país. Otra cosa es que los espectadores y las distribuidoras nos ayuden en un mercado tan saturado por las franquicias y las grandes producciones, pero la abundancia de festivales de este tipo en nuestro país, abanderados diría yo por el festival de Sitges, son una prueba de que hay un gran interés por parte del público y una gran cantera de cineastas que siguen empeñados en aterrorizarnos en la seguridad que proporcionan las butaca de los cines.

- ¿Qué película cambio tu forma de ver el mundo e hizo que quisieras dedicarte a esta industria? 

Hellraiser Revelations (2011)
- Nací en el '74, con lo que formo parte de esa generación de cineastas que crecieron viendo Star Wars e Indiana Jones. A pesar de haber visto ya varias películas en el cine a muy temprana edad (es lo que tiene tener unos padres cinéfilos) yo diría que esas películas forman parte de mis primeros recuerdos en una sala de cine. Yo quería contar historias, saber cómo se contaban, como se podía recrear una batalla entre naves espaciales en Star Wars o como un hombre se podía convertir en lobo ante de tus ojos en el caso de El hombre lobo Americano en Londres,... Pero también era un chaval cuando vi Videodrome por primera vez en el cine y creo que esa es la película que despertó en mi una curiosidad mayor por el cine. De repente los personajes no eran "buenos" o "malos" sus cualidades morales estaban en una zona muy gris. No es algo que un chaval de 10 años pueda razonar, pero si percibir. Desde ese momento me interesé por el cine en general y aprendí con el tiempo a buscar influencias en todos los géneros. 

- Si tuvieras la oportunidad de dirigir cualquier remake, ¿cuál sería tu elección? 

- Hellraiser Revelations sin duda! No, en serio, si llegara el proyecto adecuado para hacer un remake, me lo pensaría, por supuesto, pero ahora mismo estoy en un momento en el que me apetece trabajar únicamente con material original. 

- Tu carrera ha estado enfocada principalmente hacia el cine de género, ¿te gustaría cambiar el rumbo de la misma o estas contento con la calificación de director de género? 

Gallows Hill (2013)
- Dirijas el género que dirijas, lo importante es saber qué historia estás contando. Para mi el género es solo una excusa para contar una historia desde un punto de vista menos convencional. De esta manera, creo que la única diferencia real entre, por ejemplo, Elegir un amor y la versión de Cronenberg de La Mosca, es que una tiene efectos especiales y la otra no, pero la historia, en esencia, es la misma. Saldría del género si considerara que la historia a contar pudiera funcionar mejor bajo las claves de otro género, sin lugar a dudas. 

- ¿Qué puedes contarnos sobre tus próximos proyectos?

- Pues tengo un par de proyectos ahora mismo; uno que debería empezar en breve y que seria mi estreno como director en España y otro que seria para rodar en EEUU de cara al año que viene. Los dos están en esas fases en las que realmente no puedo avanzar nada. 

- Por ultimo me gustaría felicitarte por tu amabilidad a la hora de responder a nuestras preguntas. Muchísimas gracias y estamos ansiosos por poder disfrutar de tus próximos proyectos para los que desde Nido De Cuervos te deseamos muchísima suerte. 

- Gracias a vosotros!


Crítica: El Exorcista III

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En 1995 Tom DiCillo nos dejó la para mi su mejor película “Living in Oblivion” que narraba el intento por parte de un director de cine independiente para sacar adelante la cinta que estaba rodando. En un momento de la película el ahora archiconocido Peter Dinklage se enfada con el personaje interpretado por Steve Buscemi por la forma en la que este tiene de plasmar un sueño en la película, la idea de que aparezcan enanos le parece irritante llegando este a preguntar al director cuando alguien ha soñado alguna vez con enanos y porque en el cine en muchas ocasiones se muestran enanos en los sueños como si esa fuera la señal que distingue la realidad de la fantasía.

Esta reflexión que hacía Dinklage en la cinta de DiCillo nos viene brevemente por la cabeza al ver la forma en la que William Peter Blatty muestra su visión de esa especie de limbo (Representado de forma bastante poco original como una estación de tren) y que por desgracia es uno de los momentos mas desafortunados de la tercera entrega de la saga iniciada en 1973 por William Friedkin con la mítica “El Exorcista”. Es este momento con esos enanos que cargan un gran reloj (Elemento recurrente en tanto en la cinta original como en esta secuela, en ambas películas dos relojes se pararan misteriosamente delante de los protagonistas en un caso con Lankaster Merrin presente y en el otro ante el sargento Kinderman) con esas caricaturescas ancianas que tocan música y ese ángel que parece sacado de un catálogo de moda de finales de los ochenta, una de esas escenas donde el director muestra una increíble torpeza ya que si la idea de este era crear una onírica escena que acabara por desconcertar al espectador queda claro que no lo consigue. El desconcierto, el posible desasosiego que sufrimos es debido más a lo torpe y extraño que resulta el conjunto que por las propias intenciones del director.

En 1973 William Friedkin que venía de sorprender a medio mundo con “The French Connection” fue el director escogido para llevar a la gran pantalla la novela de William Peter Blatty “El Exorcista” que se basaba libremente en una historia real ocurrida en 1949 donde un adolescente fue sometido a un exorcismo. La película se convirtió en un éxito de crítica (Ganó dos Oscars, uno al mejor guión adaptado y otro al mejor sonido, además tanto Ellen Burstyn como Jason Miller y su joven protagonista Linda Blair fueron nominados como mejor actriz, actor y actriz de reparto respectivamente. Blair igual que ha sucedido con otros jóvenes actores acabó convirtiéndose en un juguete roto siendo detenida por posesión –el chiste resulta demasiado fácil- y distribución de drogas.

Dejando de lado la cinta de Friedkin, en la carrera de Blair no brillan las grandes películas y esta llegó incluso a protagonizar junto con Leslie Nielsen en 1990 una spoof movie de título “Reposeída” y que parodiaba la cinta que le hizo famosa y terminó siendo considerada como una de las cintas mas terroríficas de la historia del cine. Como era de esperar la secuela llegaría tarde o temprano y cuatro años después en 1977, John Boorman director de la notable “Deliverance” pero que no rodaba nada desde esa extraña cinta titulada “Zardoz” (Todo el mundo tiene el recuerdo de la forma en la que Sean Connery aparecía vestido en esta película) se puso detrás de las cámaras para dejarnos una innecesaria y excesiva secuela escrita por William Goodhardt (La carrera de Goodhardt como guionista se limita solamente a tres títulos: Este “El exorcista II: El hereje”, “Generación Rebelde” de 1969 y “El desafío del Cóndor” de 1980). 

Si “Carga Maldita” se convirtió en una pesada losa en la carrera de Friedkin (Obra injustamente tratada en su momento y que es necesario y obligatorio recuperar) o si esa innegable obra maestra titulada “La puerta del Cielo” fue un lastre para el entonces niño mimado de Hollywood Michael Cimino y que supuso un antes y un después en la industria cinematográfica, lo mismo se puede decir de este “El Exorcista II: El hereje” en la carrera de Boorman que tardó otros cuatro años en ponerse detrás de las cámaras para rodar “Excalibur” y otros cuatro años mas para dirigir “La Selva Esmeralda”. 

La película que narraba la historia de Regan McNeal cuatro años después del exorcismo al que le sometieron el Padre Karras y el Padre Merrin, y era complementada por un sacerdote interpretado por Richard Burton jugaba con el exorcismo previo que llevó acabo el Padre Merrin en África y la persona a la que libró en aquel entonces de la terrible presencia que había tomado su cuerpo. La confusión narrativa y la decepción que supuso la forma de abordar el tema de una manera totalmente alejada de la cinta de Friedkin hizo que todo el apoyo que recibió la primera parte se volviera en su contra convirtiéndose en una cinta casi maldita y que a pesar de haber sido reivindicada por parte de ciertos directores y fans solo es recordada por las escenas de las langostas y poco mas. 

Tan nefasto recuerdo fue borrado de forma radical por el autor de la novela original con “El Exorcista III” cinta que dejaba de lado a la película de Boorman (Algo parecido a lo que ha hecho Alan Taylor con su “Terminator Génesis” quitando de la línea temporal a la tan criticada cuarta parte de la saga “Terminator Salvation” o lo que ocurrió con “A todo gas: Tokio Drift” que fue desterrada para que en el momento en el que la saga protagonizada por Vin Diesel se convirtiera en un éxito volver a hacer las paces y perdonarle la condena). Hay que dejar claro que “El exorcista II: El hereje” sucede cuatro años después del exorcismo al que fue sometida Regan McNeal y “El exorcista III” quince años después así que aunque cronológicamente estas cintas tienen un orden coherente la cinta dirigida por William Peter Blatty es a todas luces la segunda parte lógica de la película de Friedkin no solo porque es el propio autor de la novela original quien construye la historia y no un guionista ajeno a esta si no porque además la acción se sitúa en Georgetown retomando a los personajes del sargento Kinderman (Que cambió de rostro en esta película. 

Si en la cinta original el policía era interpretado por Lee J. Cobb, en “El Exorcista III” fue George C. Scott quién le dio vida. Scott que es recordado por muchos por su papel en “Patton” fue también protagonista de otra de esas míticas cintas de terror que suelen acompañar a la película de Friedkin como una de las cintas más terroríficas de la historia del cine: “Al final de la escalera”, fue nominado al premio Razzie como peor actor por su interpretación de Kinderman. Son varios los fallos achacables a esta cinta pero esta nominación resulta a todas luces excesiva e injusta) y el del padre Dryer (Que también pasó de estar interpretado por William O’Malley a Ed Flanders) y por supuesto el del famoso padre Karras. 

Soy un fiel defensor de la idea de que sean los propios escritores los que adapten sus novelas al cine y más si estos ya tienen experiencia previa detrás de las cámaras. En este caso es el propio William Peter Blatty el que adapta su novela “Legión” escrita en 1983 y que tres años antes hizo lo propio llevando al cine su novela “La novena configuración” en la que contó con Jason Miller (El conocido actor que interpretó al padre Karras) y con Ed Flanders (La película inédita en España pero que se puede ver en youtube sitúa parte de su acción en un hospital psiquiátrico para veteranos de guerra, algo que parece enlazar con la idea de que cierta parte de la historia de “El exorcista III” sucede en el ala de psiquiatría de un hospital. La obsesión por la psiquiatría y la religión parece ser un tema recurrente y obsesivo en la obra de Peter Blatty). 

Son los propios autores los que conocen mejor su obra, saben que partes se puede considerar que sobran (O que en un contexto diferente al literario puede que no acaben por funcionar correctamente) o cuales hay que reforzar para sacarles mas juego. Ahí esta por ejemplo la soberbia adaptación que hizo John Ajvide Lindqvist con su novela “Let the right one in” (“Låt den rätte komma in”) para la película del mismo nombre dirigida por Tomas Alfredson, el grandísimo trabajo de Stephen Chbosky con “Las ventajas de ser un marginado” o John Irving con “Las normas de la casa de la sidra” sin olvidar por supuesto al propio Peter Blatty tanto con “El exorcista” como con “La novena configuración” y “El exorcista III”. Pero aunque Peter Blatty actúa de la misma manera que Ajvide Lindqvist dejando de lado todo aquello que puede descentrar al espectador de la historia que están intentando contar y que en el caso de “Legión” se nota y muy especialmente en la primera parte de la novela repleta de reflexiones acerca de la vida y de la religión por parte del sargento Kinderman que hace que ciertas partes del libro se hagan realmente pesadas llevándonos incluso a pensar en dejar de leerlo a no ser que este mejore, el escritor-director comete algún error que no deja de resultar llamativo. 

En 1978 Rainer Werner Fassbinder llevó a la pantalla grande la novela de Nabokov “Desesperación” (Obra maestra del escritor ruso injustamente eclipsada por su “Lolita”. La obra del escritor es del todo recomendable tanto sus novelas: “Pálido fuego”, “Risa en la oscuridad”, etc., etc... como su “Curso de literatura europea”). En ella su protagonista Herman Herman se topa un día con un, para él, doble perfecto. Cuando las deudas le agobien este planificará el crimen perfecto. En su salto al cine Fassbinder tomó una decisión que a muchos de los seguidores de la novela nos resultó cuanto menos extraña: Herman Herman y su “doble” Félix eran interpretados por dos actores distintos, el primero por Dick Bogarde y el segundo por Klaus Löwitsch. Algo parecido ocurre en “El Exorcista III” donde Peter Blatty utiliza a dos actores para dar vida a ese enfermo que se encuentra aislado en el ala de psiquiatría del hospital: Uno para mostrar el rostro “real” de personaje y el otro interpretado por Brad Dourif para representar al espíritu que ha poseído al enfermo. Esta idea que a priori puede resultar llamativa e incluso dar juego hace que el conflicto personal del sargento Kinderman al reconocer a un amigo pierda fuerza, quede relegado a un segundo lugar y el espectador establezca demasiada distancia con los sentimientos de este al encontrase en una situación como esa. 

Pero no hemos de dejar llevarnos a engaño, “El exorcista III” no deja de ser un thriller policíaco con elementos paranormales de fondo. Si la película de Boorman se alejaba de la cinta original tanto en el tono como en la forma escogida por este para plasmar la historia, esta tercera parte se adentra mas en la pura investigación policial aderezada de escenas terroríficas (Cualquiera que haya visto esta película de joven tendrá grabada a fuego cierta escena de una pobre enfermera) en la que el duelo entre Kinderman y el asesino géminis no acaba por estar resuelto de forma correcta por que ni las escenas que comparten George C. Scott y Brad Dourif acaban por enganchar al espectador (Peter Blatty fracasa a la hora de representar ese duelo entre ambos personajes) ni por esa forma de introducir al padre Morning no solo dentro de la historia si no dentro de la zona de máxima seguridad del hospital que parece mas propia de un western que de una película como esta. Lo mismo que sucede con el personaje interpretado por Nicol Williamson ocurre con ciertas parte de la historia que resultan demasiado forzadas para que esta tenga cierta coherencia y relación con la historia original como sucede con la forma de justificar que los personajes tuvieran algún tipo de vinculo con el exorcismo de Regan McNeal y el curioso hecho de que todos tengan una K en su nombre. 

Aunque este “El exorcista III” resulta muy superior a su predecesora (Cosa que por desgracia no era muy difícil de conseguir y que no es merito de esta película si no demérito de la cinta dirigida por Boorman) la película de William Peter Blatty resulta excesivamente irregular. A pesar de dejarnos un puñado de grandes escenas e ideas la cinta no acaba por funcionar ni como cinta de terror ni como thriller paranormal y aunque muchos de nosotros le guardamos un gran recuerdo y cariño hemos de ser sinceros y reconocer que aunque no es una mala película, esta no es esa gran cinta que muchos creíamos que era. Probablemente la excesiva duración de la misma juegue en su contra, sus casi dos horas de duración hace que en algunos momentos el director y guionista sean incapaces de mantener el ritmo y la tensión de la historia, haciendo que por momentos el espectador desconecte brevemente de la película. Por desgracia, “El Exorcista III” es una cinta que pierde con cada nuevo visionado, haciendo que todos aquellos que la vimos hace tiempo nos quedemos mejor con el recuerdo antes que volver a verla. 

Lo mejor: La escena de la enfermera en ese solitario pasillo.

Lo peor: La escena del sueño.


Crítica: Dead Still

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¿No os ha pasado nunca eso de que una película es tan mala que simplemente la terminas de ver por saber con qué serán capaces de sorprenderte? La verdad es que es una pregunta tonta, al nivel de mi escasa inteligencia, porque todos conocemos la respuesta: sí, y no una o dos veces solo, muchas a decir verdad. Pues “Dead still” es uno de esos ejemplos. La cuestión es si la misma tiene los suficientes atractivos como para, no solo abducir a un ‘cabeza hueca’ como un servidor, sino que terminen su visionado gente tan inteligente como el que haya tenido a bien leer estas líneas. Aunque eso a su vez tenga algo de contrasentido, claro…
La cuestión es que la idea sobre la que gira “Dead Still” no está mal; no es original pues hemos visto otras producciones que hablaban ya sobre el tema, pero ni se puede considerar totalmente explotado, ni ha dejado de ejercer atracción sobre los aficionados al género del terror y los amantes del Mundo del misterio. 

Pero dejémonos de eso mismo, de misterio, y vayamos al grano. El film dirigido por Philip Adrian Booth, un tipo que todavía estoy decidiendo si lo hizo bien con aquella “medias tintas” que fue “Death Tunnel: El sanatorio”, nos trae como excusa de la película esas fotos post-mortem realizadas a finales del siglo XIX, principios del XX que en los últimos tiempos, gracias sobre todo a las redes sociales y al auge de los temas del Misterio que han hecho proliferar blogs sobre este mundillo, el que más y el que menos ha visto casi sin querer. Lo que decíamos en el anterior párrafo respecto a otras producciones que tocaban este asunto, es una muestra fehaciente de que en cierto sentido está de moda. 

Con este pretexto Booth, como además, imagino “orgulloso” guionista, se inventa una cámara de fotos victoriana con pinta steampunk que es capaz no ya de atrapar el alma de los fotografiados sino de matarlos; todo obra y gracia –recalco lo de ‘gracia’ de lo ridículo que resulta- del deseo de su creador de que los vivos no le fastidiasen sus imágenes perfectas. ¡Y por mis genitales –se dijo su responsable- que te lo tienes que creer! 

Pues nada, aquí tenemos la primera justificación de por qué la película no es muy… güena. La apariencia steampunk/victoriana tiene su ‘aquel’ y la tontería… perdón, el ardid para que se vayan acumulando muertos tiene, como he dicho, su gracia, pero resulta tan poco trabajado, tan ‘pasemos-página-para-llegar-a-la-sangre-que-es-lo-que-nos-interesa’ que, o te tomas en broma la película o la tienes que parar. O mejor dicho, pasar de canal, ya que en el fondo por mucho que alguna distribuidora nos venda la burra, el film no deja de ser una producción del canal SyFy. 

Y esto, junto a lo dicho sobre la sangría, nos da como resultado la segunda clave del film. 

Muertos hay unos cuantos, muchos de ellos sin venir a cuento, como no podía ser de otra manera en una producción de tal categoría. La razón: asombrarnos con una serie de efectos especiales y de maquillaje que ríete tú de los de la “KNB EFX Group Inc.” o de la “Industrial Light & Magic”. Que estos efectos aparezcan en una película gore o de categoría Z, tendría su razón de ser, pero aquí… Solo hay que ver a ese padre e hijo… derretirse. 

Es cierto que no todos son malos, pero el conjunto destila un tufillo a, digamos, explotación de FXs que tira pa’tras. Por ejemplo, con lo salvajes que son algunas muertes sin importarles incluso que la víctimas sean niños, y son tan miserables que nos escatiman unas cuantas tetitas de algunas féminas. O sea que eres puritano pero no te importa ser violento. Muy bien. 

Y lo peor es que la cuestionable calidad trasciende más allá de su argumento o técnicos y artistas implicados hasta llegar a su reparto, empezando por su protagonista, un televisivo Ben Browder que no para de preguntarse qué narices está haciendo allí. Desganado, Browder se arrastra por los sets de la película cual alma en pena. Esa escena en la que un oficial de policía –perdón, detective. Hay que dejarlo claro ya que la película se empeña en ello- le dice que su ayudante ha muerto y este, por si no fuese poco poner cara de póker, disimula como si un indigente le hubiese pedido limosna, es para hacérselo mirar, tanto el propio actor como el director. 

Por el contrario, algunos de sus compañeros de reparto sobreactúan cosa mala. Solo hay que ver a ese Dr. McKlaren… Da penica y todo. 

Y para terminar, es un detalle tener a Ray Wise. No es su peor papel, pero es un claro “Coge el dinero y corre”: llego, pongo tres caras de ‘acelerao’, loco y psicópata, y en tan solo una mañana me llevo fresco un cheque. Es triste, pero es así. El típico gancho nostálgico. 

Resumiendo, “Dead Still” tiene todos los defectos achacables a un mal telefilm y únicamente se aguanta por ver cuál es la siguiente ocurrencia y/o ‘cutrefecto’. La típica producción para verla con un grupo de amigos y sacarle los colores a cada momento.


"Sitges 2015", spot de la 48 edición del certamen

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A poco más de tres semanas para que de comienzo la 48 edición del Festival de Sitges de Cine Fantástico, nos llega hoy como cada año, el correspondiente spot publicitario. Ésta edición del festival, rinde homenaje a “Seven” (1995), thriller de culto y obra cumbre del director David Fincher que sirve también como leit motiv del spot y que podrá verse nuevamente en pantalla grande 20 años después de su estreno, el próximo día 11 de Octubre a las 12:00 de la mañana en la sala Prado.

Crítica: 2/11 Día de los Muertos

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Con tres años de retraso toma impulso otra cinta de género argentina, 2/11: Día de los Muertos de Ezio Massa, con guión propio y conjunto con Sebastian Tabany. 

Llámenme chovinista, pero la que algunos medios compararon con la MAGISTRAL obra de mi adorado amigo Santiago Fernández Calvete, La segunda Muerte, dista millas de ésta y comparte solamente género y actrizón, una Agustina Lecouna que hasta en papelillo regulero y pequeño brilla como las grandes de otra época. El reparto, coralísimo y demasiado abundante, hasta el punto de descolocar, no está ni mucho menos a la altura de la Lecouna, esa mujer que es capaz de escupirte en un ojo y enamorarte por completo, si bien Juan Gil Navarro, Carlos Kaspar y en especial German Baudino, como el chamán, dan la talla y sacan pecho en una producción rara, confusa y demasiado locurona que, cosas de la política financia el INCAA, mientras que GENIOS de calibre muy por encima se las ven y se las desean, recurriendo al crowfunding para llegar a estrenar en tres cines de barrio.
Bueno, al lío. La peli, que nada en absoluto tiene que ver con la celebración mexicana del Día de Difuntos que ya comentamos en nido, comienza con una siniestra narración de un cuento para niños a la luz de una hoguera, en un terrorífico e inquietante campamento, de voz de un no menos siniestro narrador. Tras este intrigante y a ratos prometedor inicio, nos llueven los créditos, musicados con un temazo de El indio Solaris,“Todos a los botes”, de su fantástico disco “El perfume de la tempestad” y que Santiago tantísimas veces me puso en su tocadiscos... 

Entonces, todo cambia, luz de día, árido paisaje, cuando de entre un páramo desierto surge ensangrentado, amnésico y desnudo Elías, un joven, hermano del poli del pueblo y novio de mi Agustina, que desapareció junto a tres amigos al salir de un barucho de carretera para acompañar a una femme fatal de tres al cuarto. 

Entonces, a través de cansinos y entorpecedores flashbacks, se nos cuentan dos historias relacionadas con la muerte, la de la esos dos hermanos que amaron a Agustina y la terrorífica leyenda que poco a poco va desgranando el cansino guión, la de una loba que una vez al año, baja del monte en celo al pueblo para ser perseguida por todos los perros jóvenes que acabarán la noche devorados. 

Esa historia se la cuentan a los dos hermanos, Elías y Santiago, en un campamento, cuando eran niños. Años después, los dos están enfrentados a la vez por la misma mujer, en el foco de la tragedia.

Se crea así una cosmogenia particular en la que Elías (Nicolás Alberti) y su hermano Santiago (Juan Gil Navarro), el policía del pueblo, a la que Massa adiciona a Mercedes (Agustina Lecouna), la mujer que ayudará a estos dos hermanos para que la verdad salga a flote hasta sus últimas circunstancias, pero también sembrará la discordia fraternaal convertirse en el objeto de deseo de ambos. La peli fluctúa con el terror incorporando a la ya liosa historia una misteriosa secta asesina. En un pueblo que está más muerto que vivo, en el que se suceden muertes, secuestros, abusos, leyendas negras e historias ocultistas. A ello ayuda, con una deliciosa fotografía el trabajo de Leonardo Val, siempre impecable y muy por encima de la cutrez del resto de la producción. 

Porque la historia, sin tanto artificio daba para bastante más, pero el director nos toma por retardados y trata de explicarnos unas diez veces el quiz de la cuestión, que canta más que unos piés sudados en verano manchego, fulminando la mínima tensión de la que podía haber hecho gala, a lo que también contribuye la horripilante banda sonora que poco a poco se va haciendo casi omnipresente y cargante hasta la saciedad, como el contexto intelectual en el que se nos quiere dejar claro lo que ya lo está, y como el agua. 

Vamos, que la cosa no es uno de esos enigmas irresolubles y extraños, ni una peli sesuda que pida un revisionado... Es más bien una historieta que comienza bien para ir poniéndose muy, muy mala. Con un poco de sobriedad, y tratando al espectador como adulto, la peli, sin ser nada del otro mundo, mejoraría y mucho. 

En defensa del guión diré que por momentos, cuando se nos insinúa lo que sucedió con los padres de los dos chavales y Santiago tiene que ponerse a defender a su hermano él sólo, sin más apoyo y sin ningún tipo de coartada, con muchísimas preguntas y muy pocas-ninguna-respuestas, la peli logra momentos bastante interesantes. 

La luna, auténtica protagonista de la peli, parece ser la única que debería tener todas las respuestas, y si la peli fuera mía, desde luego muchas de ellas se las guardaría. 

La ambientación, gracias a la fotografía que ya he resaltado como a las localizaciones es sumamente interesante y realmente lo único bueno de la cinta, ambientando la historia en un pueblo casi deshabitado rodeado de un bosque oscuro y tenebroso, perturbador y vivo. 

Si bien la película por momentos alcanza cierto grado de cohesión, otras tantas veces se disgrega hacia un film más íntimo pero fatal ejecutado que resuelva las relaciones y los conflictos entre estos dos hermanos, sin que la tensión dure más que un fugaz instante... 

Quienes conocemos la trayectoria del director Ezio Massa, niño mimado del cine argentino,(Más allá del límite, Cacería, Villa) estamos acostumbrados a que ejerza de Juan Palomo, que se guisa y se come prácticamente todo, y no es la primera vez que un colaborador acaba hasta el gorro de ciertas exigencias. 

Pero estamos ante un trabajo confuso, con un guión mejorable que sin embargo apunta a buenos sitios. Es decir, si bien la peli no es una gran cinta de género, revela dotes de Massa desconocidas hasta ahora y de hecho le auguran un futuro bastante halagüeño, si deja de ser él quien elija la bso, quien guionice, quien enseñe a interpretar... Pero como primera incursión en el terror, sale aprobadillo por los pelos, que se deja ver y hasta ofrece momentos de alto nivel cinematográfico (básicamente aquellos en los que Agustina toma más protagonismo, porque esta señora debería ser universal y hacer cine en toooodo el mundo). 

Su pretencioso cuento de sectas que surca el terror, el slasher y hasta la scifi, cuenta con un final demasiado abierto, con esa extraña elipsis final, en especial cuando se nos ha tratado de explicar todo tantísimo. 

Desde luego lo que está claro es que nuestro hermano, el público argentino, ama como nosotros el cine de terror y como el nuestro, el cine argentino cuenta con un estupendo historial de producciones independientes de terror encabezadas, permítanme repetirme, por la asombrosa, inmejorable e irrepetible “La segunda Muerte”, de Calvete. 

En esta ocasión no estamos ante una obra maestra, ni siquiera consistente, pero sí ante un loable intento de hacer otro cine de género, en un país en el que las subvenciones a estas pelis no es que se regalen precisamente. 

Massa en su labor de cámara tiene un deje demasiado televisivo que resta potencia y fuerza a la historia, como pesos al presupuesto, en contraposición a los momentos maravillosos a nivel fotográfico que ya he resaltado y que hace vistoso y hasta casi convincente el film a varios niveles, desde el terror al policial pasando por el fantástico, el thriller psicológico, el drama familiar, el slasher... 

A destacar algunos elementos, referencias, clichés e incluso encuadres que pueden recordarnos a los grandes genios de los ochenta (Massa, como Santi, se confiesa fan absoluto de John Carpenter).

Lo mejor: Agustina, el trabajo de fotografía.

Lo peor: Es cansina y sobreexplicada, pero con un poco más de cuidado el director puede llegar a convertirse en un buen referente de un género como el terror que busca su definitiva consolidación allende los mares.


Crítica: Felt

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Ser mujer en un mundo que parece diseñado para los hombres puede ser difícil, chocante, frustrante, desconcertante. Corres el riesgo de perderte en él. Corres el riesgo de amoldarte a él, y creer que en ese mundo, que no está diseñado para los hombres, sino por los hombres, estás en igualdad de condiciones. Corres el riesgo de creer que los hombres y las mujeres somos iguales. Corres el riesgo de vivir engañada, y a veces, sólo a veces, despiertas del engaño y corres a diseñar un mundo para mujeres, donde a una mujer que le guste el metal no tenga que justificar este gusto constantemente, demostrando que le gusta porque esa es su condición y no porque le guste a su novio. Corres el riesgo de diseñar un mundo para mujeres donde si a una mujer le gusta el terror, se la toma en serio desde el principio y sus gustos no se le cuestionan por su sensibilidad. Corres el riesgo de creer que vives en un mundo donde menstruar no signifique automáticamente estar de mala hostia o maquillarte no signifique ser superficial.
Ser hombre en un mundo diseñado por y para mujeres puede ser complicado, estresante, agotador. Corres el riesgo de creer que la paternidad está igual de valorada que la maternidad. Corres el riesgo de tener que fingir que siempre eres la persona valiente, resolutiva, atenta y cariñosa que las mujeres quieren que seas. Corres el riesgo de creer que la igualdad pasa por tratar como tu igual a la mujer, engañándote, porque lo que realmente se espera de esa igualdad es que se proclame la supremacía femenina y se sobredimensione el término mujer para crear a la supermujer. Claro, a esa supermujer, la tiene que crear el superhombre. 

Realmente yo puedo decir que nada de esto me importa, que nada me ha influido como mujer más que como persona, que poco he tenido que "sufrir" el mundo de hombres. Cierto que una vez conseguí un trabajo por mi cara bonita y que casi no me hicieron preguntas en la entrevista, porque daba igual si era retarder o concursante de Gran Hermano, porque lo realmente importante parecía que era el aspecto. Pero no es menos cierto que yo me aproveché de eso y que no me pareció cuestionable conseguir ese trabajo con la simple y ardua tarea de sonreír. También he sufrido el machismo en otro trabajo, estando menos remunerada que mis compañeros hombres haciendo las misma tareas, pero a tomar por el culo, yo puedo parir hijos!!! (nótese la ironía). 

- Hola, soy Missterror, soy mujer en un mundo de hombres.

- Bienvenida Missterror. Gracias por compartir con nosotros tu experiencia. Siéntate y ponte esta chapita: Día 1 siendo mujer sin complejos. 

- Hey, por cierto, ¿alguno de vosotros ha visto "Felt"? ¿Y alguna de vosotras? 

"Felt" no es más que un experimento, una masturbación de Amy Everson y Jason Banker, quienes pretenden explicar el mundo en el que una mujer no encaja (sin ser necesariamente aplicable al resto), porque esa mujer entiende que no está hecho para ella por el simple hecho de ser diferente. Ella lo canaliza en la falta de un pene entre sus piernas, que actúe a modo de flecha que señale el camino, pero la realidad es que no encaja porque no acepta el mundo y porque la soledad y los celos son los peores compañeros de cuarto que podía haber escogido. 

Amy, nuestra protagonista, no entiende el mundo que le rodea porque no se entiende a sí misma y solo es capaz de proyectarse en un mundo de penes y penas, y se cose trajes a su piel para simular otras pieles y así entenderse a sí misma de una forma libre y tan natural como un ser primigenio puede ser, así que una vez que sale de su burbuja de nubes y cielo azul, adornado por todo tipo de iconografía sexual, entiende que el mundo, ahí fuera, es aún más hostil que el que está en su cabeza, pues en su cabeza, el alter ego que inventa, construye y monstruosifica, no es más que una llamada de auxilio, porque Amy se ahoga cuando respira convencionalismo y reglas. 

Es así como nuestra protagonista inicia un viaje sin retorno al mundo de las relaciones humanas y nos regala una historia de amor extravagante e incomprensible, donde todo significa aceptar que eres parte de este mundo y que tarde o temprano, tienes que pasar por el aro y atravesar esa enorme vagina que te haga renacer a un mundo donde hasta tú tienes cabida. Amy no está bien, Amy está como una puta cabra y su inseguridad le hace buscar al demonio que todos escondemos , y ya se sabe que quien busca, encuentra. 

"Felt" es una película lenta, supura hipsterismo por todas partes. "Felt" es un experimento personal como decía al principio, tan personal que cuesta entender realmente que toda la parafernalia bajo la que se esconde, se resume en una sola linea. Con un corte tan lento, tan pausado, que cuesta asumir el riesgo. Entiendo esta película como una performance contra el falocentrismo, como la expresión más orgánica de las relaciones humanas que no funcionan, como un pesimismo romántico en el que el fin último es la soledad, o peor aún, nuestra propia compañía. 

Está claro que en "Felt", todas las relaciones están viciadas y en todas se desvela un interés egoísta: La amiga absorvente que no duda en abrir una herida de muerte en Amy, el novio que quiere y oculta y ella y su alter ego, que se compensan aunque se destrocen. Esos vicios son los que se exploran, no con gran acierto, pues ninguno de ellos termina de estallar. "Felt" transita como si nada por la pantalla, mostrando escenas pretendidamente escandalosas, e insisto, no termina de arrancar nunca, pidiendo a gritos que el guión avance hacia lugares infinitamente mas oscuros y perversos. 

Amy Everson, protagonista y coguionista de este cuento de derrota del patriarcado, está magnífica en la construcción de su personaje homónimo, y ejecuta a la perfección un personaje extraño, perturbado y lleno de una fuerza tan extravagante, que de tan contenida es explosiva. Lo mejor del film. 

"Felt" fracasa en su intento de ser la independencia que ha de verse en todas las reuniones modernas, pero muestra un mundo y una perspectiva femenina curiosa, que por algún motivo termina por enganchar (supongo que por esa parte morbosa que siempre quiere más y más), aunque quede muy lejos de lo retorcida que debería haber sido, tanto en su mensaje, como en su exposición, y aquí me refiero a que se nos brinda una puesta en escena que podía haber sido gloriosa con mucha más sangre en ese gran bosque y nos quedamos con la miel en la boca y el pene de lana a medio coser. 

Sentido, parece estar todo sentido y añado que también visto y oído. Poco parece que quede por inventar. Aun así, sentir siempre, siempre es la mejor opción.



Crítica: Awaiting

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Como todo en esta vida, todo depende del contexto. ¿A quien le gusta esperar? Pues depende. No saben igual los minutos cuando esperas en la estación de tren a que llegue tu amor tras un largo tiempo separados, que cuando estás en la sala de espera de un hospital para que te realicen una invasiva, dolorosa y desagradable prueba médica. El contexto siempre marca la diferencia. ¿Nos gusta esperar? Por lo general no, no nos engañemos. Sin duda, el infierno podría interpretarse como una interminable cola infinita para realizar algún tipo de gestión en algún demoníaco organismo público. Sin duda. Pero para descubrir eso, esperemos, también tendremos que esperar.

El electrocardiograma del cine de terror, está plagado de esperas. Y por lo general, de esperas en contra de la voluntad de las personas. Que se lo digan a todas esas almas en pena atrapadas en el limbo que han servido para dar forma a tantas y tantas películas de fantasmas (algunos diríamos que demasiadas) o a todos aquellos desgraciados que han muerto en vida para vivir en muerte y se han levantado de nuevo para arrastrarse sobre la tierra cual cucaracha ciega a la que solo atrae el olor de aquello que una vez fue... la espera también puede resultar golosa, que se lo digan si no a esos muertos que se regocijan mientras se les rellena su flácido miembro muerto, de sangre putrefacta en una oscura y húmeda esquina al saber que el sol se pondrá en unos pocos minutos y que la raza humana hará lo propio con el Mc delante de cada nombre. McPollo aquellos que se llamen Pollo.

Podemos ponerle nombre a la espera. Uno célebre. El de James Caan. Él tuvo que hacerlo, esperar. Y tuvo que hacerlo postrado en una cama víctima de la admiración desmedida de una apasionada amante de la literatura, perdida entre las carnes de Cathy Bates al tiempo que descubría que a los fans hay que cuidarlos, pues son los que te permiten ganarte la vida, valga la redundancia. Esto fue en “Misery” (Rob Reiner, 1990) a partir de uno de los más sagrados designios del para algunos maestro del horror, Stephen King. Qué tortuosa también la espera de aquel señor encerrado bajo tierra con un teléfono móvil como única compañía, esperando a que alguien diera con sus huesos mientras estos no habían sobrevivido ya a la carne en “Enterrado” (“Buried”, Rodrigo Cortés, 2010). No sigo, pues la lista sería interminable y lo último que quiero, es haceros esperar.

Hablemos pues de “Awaiting”, la nueva película de Mark Murphy a quien parece no gustarle en demasía eso de esperar, pues apenas a pasado un año desde la concepción de su anterior trabajo “The Crypt”. Y, contrariamente, es una agónica espera lo que vamos a encontrar en éste su nuevo trabajo. Y no una espera cualquiera, una espera compartida cual sociedad, entre dos socios de excepción: el protagonista del cuento, un viajero eventual interpretado por un irregular y promiscuo con el histrionismo Rupert Hill y, el espectador.

El primero, porque tras sufrir un aparatoso accidente de tráfico tal y como ya hiciera en su día el bueno de James Caan y tras ser socorrido, igual también que en aquella ocasión, por un en apariencia buen samaritano, sufrirá en sus propias carnes la agonía de la larga espera y alguna que otra miseria. Y el segundo, porque la espera también le va a salpicar la cara por más que frunza el ceño e intente esquivar el resultante de esa inoportuna rueda de coche que pasa sobre el charco de barro justo cuando pasa por su lado. Dos esperas. Compartidas y complementarias.

Y es que “Awaiting” se toma su tiempo. Sus bastardos inicios de corte thrillero resultan demasiado familiares como para tomárselos en serio y el sr.Hill, hace el resto, con sus amagos compulsivos de sobre actuación, para que tengamos serias dudas sobre el potencial de aquello que estamos viendo. Y no es una tónica, pues los otros dos personajes principales del filme, no desentonan en absoluto, incluso podríamos hablar de ciertas excelencias en la sobriedad de un pelirrojo Tony Curran que, como suele ser habitual, sabe donde está y lo que tiene que hacer.

Por suerte, las esperas, en ocasiones, son recompensadas y ésta en concreto, es una de ellas. Curiosamente, la cinta gana muchos enteros cuando se adentra en terrenos que no suelen ser para mi, excesivamente fértiles, los del torture-porn. Sí, es en la metamorfosis de géneros, donde “Awaiting” comienza a captar el interés del espectador. De forma sucia o efectista si se quiere, pues tira de casquería y de mala baba para que dejemos de lado todos aquellos juicios de valor que podamos haber espetado con anterioridad. Nada nuevo bajo el sol y como siempre cuando se habla de torture-porn, completamente sujeto al buen gusto por la saña del espectador de turno, pero funciona. Incluso complementa al hasta ese momento descafeinado thriller que le ha precedido con más pena que gloria.

El resultado final es una película poco original que va claramente de menos a mas. Con una primera mitad que no destaca especialmente en nada y que en ningún momento consigue alcanzar las cotas de incomodidad necesarias para su buen funcionamiento, lo que es una auténtica lástima, pues la curiosa relación paterno-filial que el filme nos plantea, daba para erizarle el vello a más de uno a base de morbo, excesos y política incorrecta (a día de hoy aun está por ver que exista lo contrario) si un hubiera sido presa de sus propios mecanismos de aunto-censura. Por desgracia, ésto nunca llega a explotarse y tan solo se nos permite salivar a base de alguna pequeña e insuficiente sutil insinuación.

Tras la espera, y viendo que la moralidad no va a ser víctima del menor maltrato por parte del comedido director (también firma el libreto), se opta por el cebamiento con la carne y ahí, afortunadamente, sí que no se marca límite alguno, regalándonos suculentas dosis de “hijoputismo” sin remordimiento alguno. Ahí sí, ahí los histrionismos del oportuno mártir Hill no chirrían tanto como en los primeros compases de la función e incluso son bien recibidos, haciendo de su dolor, nuestro mayor placer. Algo completamente lícito, pues a base de espera, nos lo hemos ganado.

Lo mejor: Tony Curran y lo explícito de su segunda mitad.

Lo peor: Está muy lejos de la mala leche necesaria que se hubiera necesitado para ofrecer la experiencia enferma que debería haber sido y no es.


"FANCINE 2015", Málaga se tiñe de fantástico

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Un año más, FANCINE - FESTIVAL DE CINE FANTÁSTICO de la UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, engrasa motores para presentar su 25 edición, la cual tendrá lugar del 18 al 26 de Noviembre.

FANCINE – FESTIVAL DE CINE FANTÁSTICO de la UNIVERSIDAD DE MÁLAGA tiene como objetivo presentar una selección de la mejor producción cinematográfica mundial de género fantástico en todas sus variantes (fantasía, ciencia-ficción, terror, etc.), así como de otros géneros afines (aventuras, thriller, experimental, etc.), tanto en largometrajes como en cortometrajes, promocionando en todo momento el gusto por el cine. Asimismo, y en su calidad de institución pública sin ánimo de lucro, la Universidad de Málaga tiene el propósito de que el acceso a esta oferta del mejor cine fantástico sea lo más asequible y universal posible. 

Todos aquellos interesados en participar en esta nueva edición del festival, podréis presentar vuestros trabajos a concurso en las diferentes categorías (largometraje, cortometraje de imagen real, cortometraje de animación o cortos on-line) siguiendo las bases del concurso que podéis consultar en la web oficial del festival

Así mismo, FANCINE ofrece este año una amplia y variada programación de filmes de género en sus diferentes secciones en lo que significa una fantástica oportunidad de disfrutar en pantalla grande de algunas de las mejores películas de éste último año. Tras la inauguración con la estupenda “Cold in July”, le seguirán títulos como “Alleluia”, “Goal of the Dead”, “Cruel and Unusual”, “It Follows”, “The Guest”, “Young Ones”, “The World of Kanako”, “LFO”, “White God”, “Faults” o “Dead Snow 2” entre otras muchas que podéis consultar en la web del festival

Desde Nido de Cuervos, deseamos que os animéis a participar y por supuesto, a disfrutar de su estupenda programación. Todo el éxito del mundo para FANCINE y como aficionados, nuestro agradecimiento por hacer realidad eventos de esta embergadura.

Crítica: The Curse of Downers Grove

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Sí, lo siento, soy uno de esos bichos raros que han disfrutado de esa especie de telefilme de fin de semana escrito y producido nada más y nada menos que por Bret Easton Ellis. Puede que haber visto esta película a las ocho y media de la mañana en el Festival de Cine Fantástico de Sitges nublara mi juicio, puede que como el día anterior vi a la misma hora y en el mismo cine la notable aunque tirando a edulcorada (Al menos en su parte final) ‘Wetlands’ fuera predispuesto a disfrutar de cualquier película, pero reconozco que ‘The Curse of Downers Grove’ a pesar de sus múltiples errores (que creo que son muchos) se ganó mi simpatía (Y por ahora no la ha perdido…aunque en las siguientes líneas no de esa impresión).
No hay mucho que decir acerca de la historia que Derick Martíni se encarga de poner en imágenes salvo la sorpresa que produce en el espectador ver que detrás de una historia tan vista y poco original basada en una novela de Michael Hornburg se encuentra el escritor Brett Easton Ellis que junto con el propio director se encarga de escribir el guión de la película. Es normal que el nombre de Derick Martíni no nos diga gran cosa a nadie, su carrera como director se limita por ahora a tres títulos: Este ‘The curse of Downers Grove’, ‘Lymelife’ con Rory Culking y Alec Baldwin y ‘Hick’ otra vez con Rory Culking y Chloë Grace Moretz (Ambas con distribución limitada o nula en España). También es normal que a muchos de nosotros el escritor Michael Hornburg no nos suene, sus novelas ‘Downers Grove’ y ‘BongWater’ no han tenido mucha repercusión en nuestro país, a pesar de que ambas han sido llevadas al cine, la segunda de ellas protagonizada por Luke Wilson, Alicia Witt, Brittany Murphy y Jack Black entre otros, pero no lo es tanto que Brett Easton Ellis pase desapercibido para el público (Y mas si una película como esta se proyecta en un festival de cine fantástico y de terror como es Sitges). 

El escritor, autor de novelas de culto como ‘American Psycho’ (Tras sonar el nombre de David Cronenberg como director, la película fue dirigida por Mary Harron con Christian Bale como Patrick Bateman), ‘Menos que cero’ (Llevada al cine por Marek Kanievska con Andrew McCarthy y Robert Downey Jr.) o ‘Las leyes de la atracción’ (Adaptada por Roger Avary, coguionista de ‘Pulp Fiction’, con James Van Der Beek, Shannyn Sossamon e Ian Somerhalder) entre otras, es una figura clave dentro de la literatura contemporanea, amado y odiado a partes iguales y muchas veces venerado en exceso (Conozco a poca gente que se haya leído entero, y digo entero sin saltarse ninguna página ni ningún párrafo su mítico ‘American Psycho’ aunque he escuchado a muchos hablar maravillas de este libro. Lo reconozco, a mi la novela de Easton Ellis me pudo).

‘The curse of Downers Grove’ cuenta la historia de Chrissie Swanson estudiante a punto de graduarse que vive en un pequeño pueblo sobre el que parece que pesa una terrible maldición: Todos los años cuando se acerca la fiesta de graduación un joven que esta en el último año de instituto fallece en extrañas y trágicas circunstancias. Después de sufrir un intento de violación en una fiesta, la vida de esta se convertirá en una autentica pesadilla haciendo que la maldición de Downers Grove sobrevuelve no solo su cabeza si no la de todos sus seres queridos. 

Es difícil hacer que una historia tan trillada encuentre un sitio propio en medio de tantas producciones tan parecidas, es por eso que ‘La maldición de Downers Grove’ posee ciertos elementos violentos que pueden hacer que un espectador muy sensible tenga que apartar la mirada de la pantalla. Por desgracia cuando la historia no tiene la fuerza suficiente para incomodar al espectador hay que tirar por el efectismo y eso es lo que el director parece intentar por momentos. La cinta de Martín falla a la hora de mostrar a esa estereotipada juventud americana (La guapa protagonista, buena hermana y mejor hija, ese pobre mecánico sin estudios pero con un gran corazón y supuestamente muy atractivo, la joven promesa del deporte, zoquete y creído donde los haya que se ha jugado todo su futuro a una sola carta: Llegar a un equipo profesional y tener una carrera de éxito, pero cuyos sueños son suyos si no los de su padre) pero tampoco se muestra mucho mas acertado a la hora de establecer un paralelismo entre la maldición que parece afectar al pueblo de Downers Grove y todo Estados Unidos. 

Martíni y Easton Ellis parecen querer jugar con la idea de que el pueblo donde vive la protagonista ha sido construido sobre territorio expoliado a los indios y que por eso hay una terrible maldición que afecta a sus habitantes haciéndola extensible a todo el país ya que recordemos que Estados Unidos fue fundado después de masacrar y echar a miles de indios de sus tierras por lo que dice Chrissie Swanson en un momento de la película: ‘Todo el país esta maldito’ refuerza esta hecho. Esta idea que podía hacer que explotada de la manera correcta diera cierto peso a la cinta dirigida por Martín se queda simplemente en una mera anécdota, en una simple reflexión de nuestra protagonista que parece más dicha al azar (Igual que Joel Barish decía eso de: “Reflexiones al azar sobre el día de San Valentin”, ahora podríamos adaptar esa frase a esta película y decir eso de: “Reflexiones al azar sobre una maldición india”) que por que el director sepa que hacer con ella (Y eso que por desgracia Martíni parece que tenía elementos suficientes para profundizar en ella gracias a esas familias disfuncionales y personajes traumatizados que muestra el director en su película –El padre ausente de la protagonista que abandonó a su familia por tema de drogas, el padre de la promesa del deporte al que obliga a hacer realidad sus propios sueños, ese vecino con serios problemas para relacionarse con la gente de manera normal- ya que sobre varios de los personajes principales de una manera u otra parece que pesa algún tipo de maldición), lo que sumado a una torpe realización acaba por hundir a esta película. 

Esos momentos en los que los personajes se ven en otro color con la imagen semidistorsionada no solo hace que pensemos que vamos a estar ante otro tipo de película si no que por momentos vayamos a encontrarnos ante una película hermanada de alguna manera con las cintas de la saga de ‘Destino final’ y similares. Esas imágenes de saldo mostrando a un indio en las pesadillas de la protagonista nos lleva a pensar que Martíni no deja de ser una especie de Ed Wood y que este se encontró con descartes de otras películas y decidió meterlos en su cinta de alguna manera. Tampoco debemos dejar de lado la torpeza que muestra este a la hora de dirigir a sus actores. Es claro que Martíni y Easton Ellis han querido construir un personaje principal formal y culto pero la forma en la que esta está leyendo ‘El guardián entre el centeno’ en el porche de su casa como si fuera poco menos que un ejemplar de la ‘Vogue’ resulta llamativo. Aunque este hecho no deja de ser meramente anecdótico otros no lo son tanto como la manera tan forzada y antinatural que tienen Bella Heathcote y Lucas Till de desplazarse por el porche de casa de la primera mientras ambos, especialmente ella, muestra su preocupación ante la situación que está viviendo. 

Tampoco debemos dejar de lado la poca coherencia que tiene la historia y las reacciones de muchos de sus personajes: Empezando por la forma que tiene Martíni de mostrar al hermano de la protagonista y su mejor amiga, y acabando por que después de se sufrir un intento de violación y ser acosada estos consideran que lo mejor que pueden hacer es montar una fiesta y publicitarlo por facebook, twitter y demás para que vaya todo el mundo…Desconozco si en la obra original de Hornburg se encontraba esta idea tan forzada pero en manos de Martíni todo parece demasiado antinatural, demasiado prefabricado para llevar a su cinta a donde el quiere llevarla, a ese supuesto gran clímax final y si para eso ha de sacrificar la lógica o hacer que los protagonistas tomen decisiones del todo antinaturales pues se hace. 

Resulta sorprendente que en el pasado Festival de Cine de Sitges dos películas como son ‘It Follows’ y ‘The Curse of Downers Grove’ coincidieran. Es claro que la cinta de David Robert Mitchell se aleja mucho de la película de Martíni tanto en el tono como en pretensiones. Mientras la primera es una sobria cinta de terror que resulta un sano homenaje a las cintas de terror de los años setenta y ochenta muy especialmente en lo que al cine de John Carpenter se refiere, la de Martíni como ya hemos dicho no deja de ser un telefilme avalado por los nombres que están involucrados en el proyecto. Pero es llamativo ciertas ideas que parecen compartir ambas películas, no solo el hecho de que la vida de las protagonistas dará un brutal giro debido al sexo (Si bien Chrissie Swanson sufre una agresión sexual, la protagonista de ‘It follows’, Jay Height sufre una maldición tras acostarse con su novio en un acto absolutamente deplorable por parte de este ya que solo lo hace por quitarse el la maldición de en medio lo que no deja de ser una agresión sexual) si no que además tanto en la cinta de Martíni como en la de Robert Mitchell los amigos de los protagonistas se quedarán a dormir en casa de las protagonistas para intentar defenderlas de aquello que las acosa. 

En ambos casos las chicas contaran con la ayuda del guapo de turno (El vecino o el mecánico) que despertará algún tipo de sentimiento en ellas y los celos de sus amigos con serios problemas para comportarse de forma natural (Bien sea Paul el amigo pagafantas de Height o el personaje interpretado por Mark L. Young en el caso de ‘The curse of Downers Grove’), pero como ya se ha dicho aunque ambas cintas tengan ciertas ideas en común estas transcurren por caminos muy distintos. 

Con todo la cinta de Martíni es una película demasiado deudora de los clásicos telefilmes de sobremesa con los que nos saturan los fines de semana y donde el director se muestra torpe a la hora de desarrollar la historia y a sus personajes, lo que sumado a la falta de habilidad que demuestra a la hora de dirigir a sus actores hace que al conjunto le falte fuerza e interés. Con todos sus fallos y la moralina a la que nos tienen acostumbrados los americanos (La frase que hace referencia a que no hay ninguna maldición sino malas decisiones acabar por saturar al espectador) a un servidor esta película le entretuvo y le pareció una leve película que se puede ver y olvidar. 

Lo mejor: Ver a la Heathcote escopeta en mano.

Lo peor: La sensación de estar ante un telefilme.


"Sitges 2015", las series se consolidan

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Las series se consolidan en Sitges 2015 

El Festival refuerza Serial Sitges, una sección emergente que se amplia con más espacios y actividades nuevas 

Estrenos muy deseados, series de culto y las últimas novedades televisivas del género fantástico se citan en la sección Serial Sitges. Nombres propios como Juego de tronos, Fargo, Les Revenants, The Knick o Fear the Walking Dead harán las delicias de los fans. Este año, la sección –que se creó el año pasado– crece y estrena tres nuevos espacios de exhibición, que se suman a la Sala Tramuntana.

La pasión por las series de televisión se traslada a Sitges. La 48ª edición del Sitges - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya reforzará el papel de la emergente sección Serial Sitges, que aglutinará proyecciones de capítulos, eventos y homenajes. El interés por las series de televisión ha crecido exponencialmente en los últimos años hasta convertirse en un fenómeno de culto y el Festival no ha sido ajeno a esta tendencia. Por este motivo, el certamen incorpora a la parrilla este espacio exclusivo para descubrir las últimas novedades del género o para visionar nuevamente capítulos que han dejado huella. 

Este año, el abanico de proyecciones y actividades en Serial Sitges es amplio y heterogéneo. La sección ha programado catorce títulos, entre los que estarán los estrenos de las temporadas 2 de Fargo, The Knick y Les revenants, que destacan en la programación Movistar +. Sitges 2015 proyectará el primer capítulo de la segunda temporada de Fargo, el esperado regreso de una de las series triunfadoras en la edición de los Emmy y los Globos de Oro del año pasado y que está inspirada en la película dirigida por los hermanos Coen (productores, a la vez, de la serie). También se podrá ver el estreno del primer capítulo de la segunda temporada de The Knick, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por un Clive Owen cirujano, así como también el esperado regreso de la aclamada Les revenants, la inquietante serie de los "resucitados" dirigida por Fabrice Gobert, con la proyección del capítulo 5 de la segunda temporada, también estreno en exclusiva. 

A estos estrenos se sumarán las proyecciones de capítulos de otras series de renombre, como el primer episodio de la nueva serie ambientada en el ártico Fortitude, protagonizada por Stanley Tucci, Michael Gambon y Christopher Eccleston; el inicio de la segunda temporada del thriller de terror Penny Dreadful, serie creada por John Logan y protagonizada por Timothy Dalton y Eva Green; el primer capítulo de la segunda tanda de Helix, que combina ciencia ficción, terror y un virus devastador; y también el inicio de la segunda temporada de Leftovers, del creador de Perdidos, Damon Lindelof y protagonizada por Justin Theroux y Amy Brenneman. 

El resto de títulos que completarán la nutrida lista de series de televisión que incluye esta 48ª edición son dos capítulos de Fear The Walking Dead, de los creadores de The Walking Dead y que relata el inicio del apocalipsis de muertos vivientes en una serie de AMC. Esta proyección estará acompañada de un making of de la serie. La sección también mostrará los primeros tres episodios de Humans, el remake que AMC ha hecho de la exitosa serie sueca Real humans -y de la que también se podrá ver un episodio en Serial Sitges- que presenta un mundo donde los humanos conviven con unos robots de apariencia muy humana, pero con unas particularidades bastante perturbadoras; la comedia de animación Rick & Morty, de la que se proyect arán los capítulos 1 y 2 de la segunda temporada; y la primera entrega de la primera temporada de la serie francesa de suspense Une Chance de Trop.

Serial Sitges contará con más espacios de proyección 

Una de las novedades de este año es que Serial Sitges contará con más espacios que se sumarán a la habitual Sala Tramuntana. Es el caso del emblemático Palau de Maricel, que acogerá la proyección del último episodio de la quinta temporada de Juego de tronos, 'Mother's mercy', un capítulo que dejó a los fans con la boca abierta y muchas incógnitas por resolver. Después de la proyección, se celebrará un talk show donde se abordarán todas las conjeturas que rodean la serie más vista del momento. 

Otro punto de encuentro para los fans de las series será en el Hotel Avenida Sofía, donde, además de proyecciones de capítulos, también tendrá lugar el Serializados Late Show, un show de humor sobre series, y un homenaje a Hannibal que incluirá la proyección del último capítulo de la segunda temporada de la truculenta serie protagonizada por Mads Mikkelsen y programada por AXN. Por otra parte, Serial Sitges también estará presente en el Espacio Movistar, ubicado en la zona de La Fragata, donde habrá varias proyecciones, tanto de series como de películas durante el primer fin de semana del Festival. 

Programación de Serial Sitges 

Sala Tramuntana: 
SÁBADO, 10 DE OCTUBRE 
19:15 h Les revenants. T2, episodio 5 
Han pasado seis meses desde que los "resucitados" desaparecieran una noche, llevándose con ellos a Simón, Camille y su madre, Julie, y el misterioso Victor. Desde entonces, no ha habido noticias de ellos y los pocos testigos de lo que ocurrió guardan silencio. 

20:10 h Rick &Morty T2, episodios 1 y 2 
Comedia animada que narra las aventuras de un loco científico Rick Sánchez, que vuelve después de 20 años para vivir con su hija, su marido y sus hijos Morty y Summer. 

LUNES, 12 DE OCTUBRE 
18:45 h Fear the Walking Dead T1, episodios 5 y 6 + Making Of 
Ambientada en el mismo universo que The Walking Dead, Fear The Walking Dead es una cruda serie dramática que explora el principio del apocalipsis de muertos vivientes desde el prisma de una familia desestructurada. 

MARTES, 13 DE OCTUBRE 
18:45 h Fargo Estrena T2, episodi 1 
Desarrollada de nuevo por Noah Hawley y con los hermanos Cohen en la producción ejecutiva, la segunda temporada se presenta como una precuela de la primera entrega, trasladándonos a 1979 en Sioux (Dakota del Sur) y Luverne (Minnesota). 

19:40 h The Leftovers T2, episodi 1 
Segunda temporada de esta enigmática serie creada por Damon Lindelof y Tom Perrotta. Hace más de tres años, el 2% de la población mundial desaparecía inexplicablemente de la faz de la Tierra. En esta segunda temporada, la acción se desarrolla en un nuevo lugar, Miracle, Texas, donde no hubo ningún desaparecido. 

VIERNES, 16 DE OCTUBRE 
17:30 h ESPECIAL HUMANS 
Humans T1, episodios 1, 2 i 3  
Humans está ambientada en un presente alternativo en el que la última moda para cualquier familia de clase media es tener un "Synth", es decir un sirviente robótico altamente desarrollado y muy similar a sus equivalentes humanos. 

SÁBADO, 17 DE OCTUBRE 
19:30 h The Knick, Estrena T2 episodi 1 
Segunda temporada de la serie dirigida por el cineasta Steven Soderbergh y protagonizada por Clive Owen. The Knick sigue adentrándose en los secretos de la medicina moderna en pleno siglo XIX desde el hospital Knickerbocker de Nueva York, que afronta una nueva etapa turbulenta. 

20:20 h Une Chance de Trop, T1 episodio 1 
Serie francesa de suspense, creada per Harlan Coben y protagonizada por Alexandra Lamy y Pascal Elbe. Une chance de trop explica la historia de Alice Lambert, quien de repente es tiroteada una mañana en su casa. Ocho días después, sale del coma y se despierta en una pesadilla: su marido, Laurent, fue asesinado y su hija, secuestrada. 

Hotel Avenida Sofia: 

VIERNES, 16 DE OCTUBRE 
19:30 h Homenaje a Hannibal. Con brindis de copa de vino + proyección capítulo Hannibal. (Entrada Libre) 

21:00 h Serializados Late Show, el show de humor sobre series, edición especial Sitges. Con Venga Monjas, Carlo Padial, Raquel Sastre y música de El Niño de la Hipoteca. Presentado por Carles Sánchez. Precio: 10€ 

SÁBADO, 17 DE OCTUBRE 
Especial Serial Sitges. Proyección de diversos capítulos de las series: 

11:00 h FORTITUDE,Ep 1 T1
12:00 h JUEGO DE TRONOS. MOTHER’S MERCY,Ep 10 T5
13:00 h HELIX,Ep 1 T2
15:00 h LEFTOVERS,Ep1 T2
16:00 h THE KNICK,Ep 1 T2
17:00 h PENNY DREADFUL,Ep1 T2
18:00 h FARGO,Ep 1 T2
19:00 h LES REVENANTS,Ep 5. T2
20:00 h REAL HUMANS,Ep 1 T1

Palau de Maricel: 

SÁBADO, 10 DE OCTUBRE DE 2015 
17:00 h Juego de Tronos. Proyección de Mother’s mercy y Talk Show “No sabes nada (de) Jon Nieve”. Proyección del último e impactante episodio de la quinta temporada de Juego de Tronos, "Misericordia" y posterior talk show con Alejo Cuervo (Gigamesh), Jimina Sabadú, Ángel Sala, director del Festival, y presentado por Paco Fox sobre todas las conjeturas que se ciernen sobre la serie. 

Espacio FNAC: 
SÁBADO, 10 DE OCTUBRE 
12:00 h Presentación del libro ‘Series de Culto’ de Toni de la Torre. Con la presencia del autor.

Artículo: 100 Code, La Mejor Serie Sobre Serial killers de la Historia

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No se crean que se me ha subido el pavo a la cabeza por mi forma de empezar esta crítica, pero es la justa y necesaria... 

Mi novela “Osario”, ganadora del Premio La Isla de las letras en su 5ª edición, a la mejor novela de Terror 2014 estuvo nominada a otros premios, entre ellos el Shelley, en el que compartí nominación con una novela extraña y absorbente, que pese a no ganar tampoco, se convirtió en mi favorita en cuanto terminé de devorarla. Era “Purgatorio”, de escritor irlandés con un buen puñado de Ken Bruen,novelas ya escritas, entre ellas las correspondientes a las series policiales, como la del ex policía alcohólico Jack Taylor,mi detective preferido junto a Adamsberg, de Fred Vargas y protagonista de La matanza de los gitanos, Maderos o El dramaturgo. También se ha editado su serie sobre el sargento Tom Brant y el inspector James Roberts, como El gran arresto, Blitz-llevada al cine- o El alien, y la saga detectivesca protagonizada por Max Fischer y Angela Petrakos.
Al margen de series ha publicado algunos libros magistrales, y ha sido finalista entre otros de los premios Edgar, Barry, Dagger, Shamus, Macavity Award... Y Shelley, donde otro de los nominados era quien esto escribe. 

Pues bien, la serie que hoy les presento y recomiendo es “The hundred Code”, basada en la novela “Merrick”, la última de Bruen, que tuvo el detalle de enviarme dedicada...En sueco! 

Si algo ha quedado claro a tenor de los últimos exitazos patrios es lo bien que saben hacer thrillers sociopolíticos los suecos, y es ésta, la muestra más perfecta para comprobarlo. En 10 episodios que se devoran como bulímico catódico su director, Robert Moresco, adapta un gvuión elaborado a veinte manos a partir de la exitosa ya en su país “Merrick”, en un refrescante acercamiento al asesino en serie que va mucho, mucho más allá, acercándose a una figura peligrosa, atractiva, un icono, vamos, a la altura de los grandes, del mismísimo Hannibal que ahora termina. Un malo malísimo, retorcido y brillante que nos dejará la sangre helada conforme avanza la temporada. No es sino otro acierto (Y VAN...) de la magnífica HBO empeñada en apostar por la calidad y nos ofrece un espectáculo, es cierto, poco parecido, pero a la altura de por ejemplo True Detective, cuya segunda temporada ha sido una de mis decepciones del año. 

Lo original, y para no hacer spoiler seré muy diplomático y contenido, es que nos encontramos ante un nuevo tipo de criminal, de asesino en serie retorcido y malvado, exquisito en su ejecución e implacable ante el sufrimiento ajeno que es en sí mismo no uno ni dos ni tres, sino varios asesinos, con sus diferentes pulsiones sexuales, sus condicionantes y arrebatos asesinos, lo que el director retrata prodigiosamente relatando lo justo y necesario, no más, de las vidas privadas de los agentes de policía implicados en el caso, logrando una tensión PERFECTA, que va in crescendo hasta que, literalmente nos bulle la sangre en el último capítulo, donde los nervios están a flor de piel y en el que descubrimos, y esto no es un spoiler sino más bien una recomendación: no se agobien en exceso, relájense y disfrútenla...Porque hay segunda temporada y no todo se aclara como desearíamos, cuando justo antes de acabar la cámara, timorata y vergonzosa, madrugadora, nos muestra el edificio Chrystler y el Empire de fondo en lugar de la plaza o torre sueca que esperamos... 

Fotografía: Ulf Brantås 
Reparto: Peter Eggers, Roisin Murphy, Hedda Stiernstedt, Sara Zommorodi, Anna Åström, Johanna Hedberg, Jason Furlani, Christian Kinell, Jenny Hutton, Joe Pacheco, Michael Nyqvist, Dominic Monaghan.

La serie elude no obstante los tópicos suecos creados para deleite de yankees y demás guiris, y con un reparto francamente insuperable, en el que destacan el ya omnipresente Michael Nyqvist como policía sueco de vuelta de todo, Dominic Monaghan, policía americano desgraciado, triste y gris que se desplaza a Estocolmo por una corazonada sobre el caso y Felice Jankell, la hija del primero y desde ya, LA MUJER MÁS HERMOSA DEL MUNDO para Damien Thorn. Todos ellos, junto al resto del reparto llevan la serie a un nivel muy superior que creará escuela y que demuestra que la industria sueca, cinematográfica y televisiva está más que a la altura. Qué envidia, señores, qué envidia... 

La serie arranca con unos terribles asesinatos.

Alguien secuestra a jóvenes hermosas y parecidas y las entierra con un tubo respirador hasta que decide taponarlo con lirios amarillos. 

Podría parecer otro descalabrado arranque CSI, pero no, señores, la cosa va mucho más allá, partiendo de la base de que es un puro análisis de uno de mis mitos griegos preferidos, el del rapto de Perséfone (o Proserpina en Roma). 

Perséfone es hija de Zeus y de Deméter (hija a su vez de Cronos y Rea, hermana de Zeus, y diosa de la fertilidad y el trigo). Su tío Hades (hermano de Zeus y dios de los Infiernos), se enamoró de ella y un día la raptó mientras se encontraba recogiendo flores en compañía de sus amigas las ninfas y hermanas de su padre, Atenea y Artemisa, y justo cuando toma el primer lirio amarillo, la tierra se abre y por la grieta sale Hades, que la toma a la fuerza y se la lleva, haciendo de ella la diosa de los Infiernos. El rapto se realizó en connivencia y con la cómplice ayuda de Zeus, pero en la ausencia de Deméter, por lo que ésta comenzó unos largos y desgarrados viajes en busca de su amada hija, durante los cuales, la tierra, descuidada por ella se volvió estéril y yerma. 

Zeus se arrepintió y ordenó a Hades devolver a Perséfone a su madre, a lo que accedió con la condición de que no comiese nada en su huída al supramundo, pero engañando a la joven para que devorase unos deliciosos granos de granada, siendo un solo bocado de cualquier producto del Tártaro algo que implicaba quedar encadenado al Infierno para los restos. 

Zeus, mediador, dispuso que Perséfone pasaría una parte del año en los alejados y malditos confines de la Tierra, junto a Hades, mientras que el resto regresaría a su madre, sobre la tierra, siempre que Deméter prometiera cumplir su función germinadora y volviera al Olimpo como diosa del trigo que alimenta a los hombres. 

Y este es el origen de la primavera, así pues, cuando Perséfone es llevada a los Infiernos, las flores se entristecen y mueren y el grano se agota, pero al regresar, renacen de alegría por el retorno de la joven. La presencia de Perséfone en la tierra se vuelve cíclica, por lo que el nacimiento de las flores, del trigo y las cosechas y simbólicamente ese lirio amarillo, también lo hace, mientras que cuando Perséfone se mantiene confinada a el Tártaro, lejos de su madre, como la esposa de Hades, la tierra se vuelve yerma y llega el Invierno. 

Con esta simple explicación, se nos introduce ya en la mente de un ser perturbado que necesita asesinar mujeres a las que secuestra como a Perséfone y con toda la parafernalia que la leyenda implica. 

Si la cosa quedase ahí, pues bueno, sería un acierto pero poco más.

Pero como ya suponen por mi entusiasmo ni de coña se queda ahí la cosa, y otro de los referentes de los asesinatos es la aquí casi desconocida figura de Hendrick Jansz ter Brugghen, pintor neerlandés, y fiel seguidor del claroscuro de Caravaggio, uno de los llamados caravagistas holandeses sobre los que pesan algunas leyendas más que siniestras. El tema predilecto del pintor eran borrachos, dementes y prostitutas, que vendía a las altas clases sociales como si de retratos animales se tratase, lo que le granjeó las enemistades de algún que otro pintor de su generación por el trato vergonzoso que daba sobre todo a la mujer. 

A nuestro asesino le perturba y obsesiona Brugghen, hasta el punto de que uno de sus cuadros, el de una prostituta jocosa captando a un cliente se convierte en el escenario imitado de otros de sus crímenes. Secuestra mujeres a las que exanguina y coloca en la posición del cuadro, llevado por su arrebato. 

Y como no quiero destripar ni más trama ni más secreto, sólo les recomiendo ENCARECIDAMENTE que le den una oportunidad a sus dos primeros episodios... Si después de ellos no están ya enganchados es que son mis héroes. 

Lo mejor: El deje mitológico, Atenea Niké, Minerva, la Lechuza del conocimiento... FELICE (ains)

Lo peor: Los muy hijos de p..a nos mantienen diez episodios con la esperanza de final cerrado. 

Pero ya está aquí el Thorn para que no sufran, no. La segunda temporada, ya en preproducción y con el mismo reparto y dos incorporaciones que de ser ciertas quitan el hipo: Cate Blanchet (!!!!!!!) y Sean Austin. Dos hobbits en Suecia, junto a Galadriel, que además es la más elegante fémme fatále de la historia del cine sería demasiado, no??? Ay, ya podían, ya...


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