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Channel: NIDO DE CUERVOS. Cine fantástico y de terror
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Crítica: The Other Lamb

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NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE SECTAS Y TERRORES, QUE SUPUESTAMENTE NO LO SON, EN LO NUEVO DE MALGORZATA SZUMOWSKA


Póster de The Other Lamb
Hay una escena en “The Other Lamb” (2019) donde un pequeño grupo de mujeres, todas vestidas de un blanco impoluto en medio del bosque, rodean al único hombre y comienzan a rezar al unísono. El hombre, con los dedos manchados de sangre de cordero, acaricia las caras de las mujeres, que comienzan a elevar el tono del canto. Algunas comienzan a llorar, extasiadas, casi al borde del desmayo, mientras la cámara recorre sus expresiones. La escena, que establece el tono de la película, sirve de advertencia para todos aquellos que no se encuentren demasiado cómodos con esta corriente estética que, a falta de un nombre mejor, internet a bautizado como las A24 vibes


“Algunos hasta han tenido la necesidad de inventarse otra etiqueta, aquello del terror elevado que en mi opinión lo que denota es un prejuicio enorme en lo que al cine de género se refiere” 


secta de mujeres sumisas
Nos guste o no, lo cierto es que la productora/distribuidora ha instalado casi un canon estético en el cine independiente de los últimos años, que también ha levantado alguna que otra animadversión en los aficionados del género. Algunos hasta han tenido la necesidad de inventarse otra etiqueta, aquello del “terror elevado” que en mi opinión lo que denota es un prejuicio enorme en lo que al cine de género se refiere

Comienzo diciendo esto porque “The Other Lamb” es casi el paradigma de ese “terror elevado” a nivel formal (A24 no produce ni distribuye la película), y aburrirá a los que no hayan disfrutado previamente con películas como “The Witch” (Eggers, 2015) o “Midsommar” (Aster, 2019). Y sí, las referencias son obvias (muy muy obvias) tan obvias que hay planos prácticamente compartidos con “The Witch”. Esto no quiere decir que “The Other Lamb” no sea disfrutable ni que carezca de singularidad, pero sí quiere decir que se dirige a un público, crítica y circuito con unas referencias muy determinadas


“centra gran parte de sus esfuerzos en construir planos de un preciosismo notable, cuidados al milímetro. El uso de la luz y los espacios es casi canónico de la A24” 


Raffey Cassidy con un cordero
La película nos narra la historia de Selah, una preadolescente que ha crecido en el seno de un culto en el que todos los miembros son mujeres, a excepción de El Pastor. El grupo vive en en el bosque, donde construyen una comuna basada en el culto a esta figura masculina, que elige entre las mujeres quien va a ser su próxima concubina. Selah, que siempre ha confiado plenamente en el orden social establecido en el culto, comienza a cuestionarse algunas cosas con su llegada a la madurez. 

Raffey Cassidy romace malsano
Si hay algo por lo que se puede caracterizar lo mencionado más arriba es por una cuidadísima estética, y “The Other Lamb” centra gran parte de sus esfuerzos en construir planos de un preciosismo notable, cuidados al milímetro. El uso de la luz y los espacios es casi canónico de la A24, pero no se le puede negar la grandísima calidad técnica. Genera muchas estampas malsanas, especialmente aquellas que involucran la mirada de Raffey Cassidy y sus interacciones con El Pastor (Michiel Huisman), cargadas de un erotismo inquietante. No hay que olvidar que la directora Malgorzata Szumowska (de una dilatada carrera como directora, guionista y productora) trabajó previamente con Lars Von Trier en “Anticristo” (Von Trier, 2009) como productora, lo que nos da una idea del tipo de trabajo que realiza.


“he echado en falta algún punto de inflexión en el visionado, una explosión de violencia que creo que la historia merecía” 


The Other Lamb de Malgorzata Szumowska
Tampoco podemos pasar por alto el gran trabajo de casting que incluye a todos los personajes secundarios: las mujeres y niñas del culto realizan un trabajo extraordinario mostrándonos la vulnerabilidad y el dolor de un grupo de mujeres que son sistemáticamente abusadas. Sin embargo, “The Other Lamb” carece de una visceralidad que la película, en mi opinión, pedía a gritos. A pesar del argumento, la directora opta por mostrar muy pocas escenas gráficas, y la crueldad se queda en insinuaciones y juegos psicológicos. Entiendo que la directora prefiere tomarse su tiempo en la construcción de una atmósfera opresiva y claustrofóbica que muestre las dinámicas del culto y sus violencias, más que mostrar la violencia misma, pero he echado en falta algún punto de inflexión en el visionado, una explosión de violencia que creo que la historia merecía

chicas ensangrentadas
Otro de las cuestiones a resaltar, y que en mi opinión lastra enormemente la película, es que abusa de la literalidad. Al contrario que en “The Witch”, aquí se deja poco a la imaginación del espectador: las dinámicas y los códigos del grupo se sobre explican, no hay demasiada mitología que justifique el culto y que requiera un esfuerzo por parte del público para desentrañar el por qué de su existencia. Me sorprende leer en algunas críticas que “no se ha entendido la película”, pues no creo que haya nada que entender que no te cuente la directora de manera transparente y clara. Me hubiese gustado que el arco narrativo de Selah fuese algo más complejo, que la mitología del culto tuviese, precisamente, algo más de mito que de realidad, pero quizás la historia hubiese tomado otros derroteros que no interesaban a Szumowska. El resultado final es una película muy disfrutable estéticamente, de la que se echa de menos algo de visceralidad y quizás un compromiso más abierto con el género fantástico y el terror.



Crítica: The Unholy

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MISSTERROR NOS HABLA SOBRE ESTA BROMA MACABRA QUE PONDRÁ A PRUEBA LA FE (EN EL GÉNERO) DE MÁS DE UNO/A


Póster de Ruega por Nosotros
Ruega por nosotros, Señor. Ruega por nosotros pecadores y no permitas que volvamos a ser engañados por el demonio disfrazado del “producido por” de turno para volver a pecar. Oh Señor, ruega por nosotros y aléjanos de la tentación que en tu nombre provoca la lujuria del espectador. Haznos sordos a los susurros del pasado para que no nos conformemos con ver que Sam Raimi está en el póster promocional, aunque solo fuera alguien que pasaba por allí. De paso, si puedes, bloquea la cuenta bancaria del Sr. Raimi para que no vuelva a soltar pasta para películas de esta calaña. Amén. 


“una caricatura de su objetivo principal, al no conseguir en ningún momento jugar con la ambigüedad que debería estar presente en cada aparición de Mary, virgen y demonio” 


Cricket Brown virgen
Hace mucho que no me confieso y puede que haya olvidado por completo cómo se hace, pero mi oración de hoy tiene un solo propósito: la advertencia. No es necesario que todos nosotros suframos “The Unholy” (2021), y aunque me temo que llego meses tarde, me gustaría que estas palabras sirvieran para ahorrar un mal trago a varios de vosotros y vosotras. Probablemente no debería rasgarme las vestiduras por esto, pero considero que es especialmente relevante (a la vez que sangrante) que un subproducto de estas características tenga el aval de alguien como Sam Raimi, que si de algo entiende es de cine. Creo que todo en lo que se involucran los referentes del terror debería pasar unos estándares mínimos de calidad comunes, amén del tamiz personal. En “The Unholy” me cuesta mucho creer que ha habido una criba como dios manda. Precisamente creo que han sido las artes de dios las que mágicamente dieron un aprobado a un proyecto que no debería haber visto la luz, al menos en las condiciones en las que lo ha hecho

Jeffrey Dean Morgan
Estamos muy acostumbrados a los clichés en el cine, más aún en el cine de terror que además juega con unas reglas muy marcadas en casi todos sus subgéneros. El cliché no es un problema, como pudimos comprobar en “Army of the dead” (Zack Snyder, 2021). El problema es el cliché que no aprovecha ninguna de las lecciones aprendidas durante décadas. Lo realmente molesto es que no haya ningún esfuerzo detrás de ese cliché y que todos los lugares comunes se transformen en apatía. En “The Unholy”, tras veinte minutos de película y con ese cliché ya garantizado, la suerte queda en manos de cómo se jueguen las cartas de la truculencia, los jumpscares (que sabes a ciencia cierta que se van a prodigar con alegría), la intensidad del casting y las sorpresas del guion. Malos tiempos para esta lírica, señorías. 


“Jeffrey Dean Morgan y Cary Elwes nos regalan unas de las interpretaciones más planas y desubicadas del año y aun no culpándoles teniendo en cuenta el guion que tenían entre manos, no es de recibo tal nivel de indiferencia” 


Jeffrey Dean Morgan en The Unholy
Lamentablemente, el olfato que hemos ido adiestrando durante años ya nos dice que algo va mal tras el interesante prólogo. Nada fluye como tiene que fluir y justo después de la primera y temprana aparición de la entidad maligna, todo se precipita a un pozo sin fondo de desastres, comenzando por unos sonrojantes efectos digitales y terminando por un guion que no es capaz de desarrollar la idea principal de la novela que adapta (“Shrine”, James Herbert). “The Unholy” se convierte prácticamente en una caricatura de su objetivo principal, al no conseguir en ningún momento jugar con la ambigüedad que debería estar presente en cada aparición de Mary, virgen y demonio

cura guapo
Con el universo Warren arraigado ya en la cultura popular, es fácil caer en la tentación y explotar las cualidades que han hecho a James Wan grande. Está claro que una propuesta como “The Unholy” se presta al uso de jumpscares, yo no tengo nada que objetar ante esto y por supuesto, tampoco tengo nada en contra de este recurso, cuando se utilizan con inteligencia. Por desgracia, Evan Spiliotopoulos no es James Wan y no se maneja bien con esta técnica, lo que hace que abuse de una forma tan obscena del recurso de la aparición CGI chunga con volumen alto, que consigue el efecto contrario. No creo estar exagerando si afirmo que cada diez minutos aproximadamente, hay una aparición que no tiene ninguna finalidad. El resultado es que el espectador no se asusta, sino que es capaz de anticiparse a todos y cada uno de los momentos sobrenaturales, algo que va en detrimento del relato. La historia no se aferra ni a la fe ni a la histeria colectiva, se queda en una tierra de nadie donde la sensación de tomadura de pelo es lo único que destaca. No es una película irreverente, solo es poco interesante


“No se aprovecha el potencial de la virgen María maligna, no se entiende la intención de ninguno de los personajes, no se nos envuelve con la atmósfera y no se profundiza en ninguna truculencia religiosa”


efectos digitales ruega por nosotros
Para coger más velocidad hacia el precipicio y por si fuera poco con todo el cacao que ya tenía encima Spiliotopoulos, el casting lo puso aún más difícil. Supongo, a tenor de lo visto en pantalla, que debió ser bastante tortuoso sacar escenas dignas de lo que debería haber sido uno de los grandes reclamos de este título. Jeffrey Dean Morgan y Cary Elwes nos regalan unas de las interpretaciones más planas y desubicadas del año y aun no culpándoles teniendo en cuenta el guion que tenían entre manos, no es de recibo tal nivel de indiferencia. En este aspecto, el mínimo tampoco se cumple. 

William Sadler cree en milagros
Llegados al punto en el que cada minuto se convierte en una tortura digna de una inquisición 5G y sin sitio para ningún giro que puede resucitar la curiosidad ya muerta del espectador, la atmósfera se va volviendo cada vez más telefilmera, hasta el punto de buscar intencionadamente la vis cómica de las situaciones y las decisiones. Tampoco por aquí vamos bien, no hay nada que hacer y finalmente el espectador llora más lágrimas de sangre que las figuras de vírgenes y santos que adornan varias de las escenas. No se aprovecha el potencial de la virgen María maligna, no se entiende la intención de ninguno de los personajes, no se nos envuelve con la atmósfera y no se profundiza en ninguna truculencia religiosa. No, no vale para pasar el rato y de momento, su penitencia es copar el número uno de las peores películas de este año. Amén.


Crítica: Deathcember

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MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE UNA NUEVA ANTOLOGÍA DE TERROR EN ESTE CASO, CENTRADA EN LA BENDITA NAVIDAD


Póster de Deathcember
No soy un apasionado de las antologías de cortos. Con algunas honrosas excepciones, estás cintas suelen ser irregulares, difusas y, en la mayoría de ocasiones, la sensación que nos queda tras su visionado es la de propuestas desnortadas donde lo excelente se da la mano con lo bueno, lo regular, lo malo o lo directamente espantoso. Y es que con estas películas estamos entrando directamente en esa compleja y difícil dimensión del “depende”. ¿Son buenas antologías como “V/H/S” (2012) o “The ABCs of Death” (2012)? Pues depende, ya que en ellas hay cortos sublimes y otros muy flojos. ¿Es una buena película “Historias extraordinarias” (1968)? Pues depende. Metzengerstein, perpetrado por Roger Vadim, es malo como un dolor, William Wilson, de Louis Malle, es correcto y Toby Dammit, dirigido por Federico Fellini, es una puñetera obra maestra. Ante ese panorama ¿Con qué nos quedamos? ¿Cómo valoramos una cinta que, a su vez, está formada por un conjunto de propuestas diversas, cada una de su padre y su madre, con distintos niveles de calidad, originalidad, creatividad y puesta en escena? Difícil cuestión, a fe mía. 


“desde debutantes hasta semi-retirados como Ruggero Deodato, nos presentan otros tantos microcortos en los que la navidad, representada desde un punto de vista macabro y terrorífico, es la gran protagonista” 


rubia sexy ligera de ropa
Evidentemente en estos casos tenemos que optar por una vía salomónica. Analizamos los elementos por separado, vemos que tengan cierta coherencia con el planteamiento general y a partir de ahí hacemos una media entre lo bueno y lo malo, entre lo sublime y lo execrable, intentando, en función de si vemos el vaso medio lleno o medio vacío, ofrecer una valoración lo más ponderada posible. ¿Es eso justo? Pues no lo tengo muy claro, pero ahora mismo no se me ocurre otra forma de acercarme a una propuesta como “Deathcember” (2019). 

mujer zombie
Vayamos de lo general a lo concreto. La película es una producción alemana rodada en inglés en la que veintiséis realizadores de distintas nacionalidades, que van desde debutantes hasta semi-retirados como Ruggero Deodato, nos presentan otros tantos microcortos en los que la navidad, representada desde un punto de vista macabro y terrorífico, es la gran protagonista. Hay un corto por cada día del mes de diciembre (más concretamente del 1 al 24 a lo que hay que sumarle dos bonus track post créditos) y el nexo de unión (anecdótico) es una habitación adornada con motivos navideños (que parece realizada por alumnos de Segundo de la ESO que han acabado un curso de diseño en 3D) en los que cada uno de los objetos ahí presentes nos conducen hacía las distintas historias. 


“algunos espectadores accederán a la obra motivados por la presencia del veterano Ruggero Deodato entre el plantel de directores. Pues ya les aviso que van a sentirse profundamente decepcionados” 


cine de animación gore
El formato seleccionado, obviamente, limita la duración de los cortos ya que ninguno de ellos sobrepasa los 5 minutos. Y para mi ese es uno de los principales hándicaps de la película: el poco tiempo disponible para desarrollar la historia hace que, en lugar de buscar una idea original y trabajarla desde una perspectiva creativa, la mayoría caiga en la mera anécdota, en la chorrada más o menos divertida obviando, o no sabiendo, que los microcortos tienen un código fílmico propio. Y es que estos ni deben ser recreaciones de secuencias (porque acaban careciendo de sentido narrativo y es muy difícil que logren generar empatía en los espectadores) ni micropelículas (porque ni el tiempo ni el formato da para ello). 

corto de terror sobre navidad
Desde mi punto de vista el microcorto es un formato que tiene que desarrollar una idea muy simple, pero potente, y a partir de ahí jugar con las posibilidades del lenguaje cinematográfico buscando sorprender a los espectadores. Desgraciadamente en “Deathcember” hay pocos realizadores que hayan entendido bien esta fórmula, por lo que la película valorada en su conjunto resulta bastante floja y la mayoría de los trabajos son más bien decepcionantes. Y lo triste es que en un gran número de ellos lo que falla es, por encima de todo, esa chispeante idea original de la que hablamos. Eso por no citar que hay cortos cuya relación con la Navidad es, cuanto menos, discutible. Vamos, que si hubieran aparecido en una antología de, pongamos por caso, “hábitos y costumbres de la clase media en los países de la Comunidad Europea” tampoco nos hubiera sorprendido. Ahora vayamos a lo concreto. 


“una macedonia (más bien potaje) de directores de distintas nacionalidades que ofrecen obras muy dispares en interés, creatividad, capacidad narrativa y presupuesto” 


barbara crampton zombie
En la película hay dos propuestas que destacan muy por encima del resto. Una de ellas es “Villancicos” del mejicano Isaac Ezban, una auténtica locura superdivertida en la que a partir del velatorio de un niño moribundo, el autor juega perfectamente con el formato, el decorado, el sonido y los elementos en off, para ofrecer una historia en la que lo bizarro y la mala uva se dan la mano. La otra es " Crappy Christmas: Operation Christmas Child" una obra de animación en stop motion que nos ofrece cinco minutos de absoluta y total incorrección política que ríanse ustedes de “A serbian film” (2010). Una salvajada que trata un tema muy polémico y lo hace, además, desde una perspectiva caricaturesca y con importantes dosis de crítica social. El alemán Juergen Kling filma una pequeña joya que desgraciadamente pasará desapercibida entre el maremágnum de trabajos menores que conforman la película. 

santa claus asesino
Dejando de lado los dos segmentos anteriormente expuestos, nos gustaría destacar "The Hunchback of Burg Hayn" obra del británico Bob Pipe que homenajea al clásico del cine mudo“El jorobado de Notre Dame” (1923) de Lon Chaney utilizando de forma bastante acertada los recursos narrativos del cine mudo; "Family matters" del Belga Steve de Roover, una revisión del “Society” (1989) de Brian Yuzna pero en versión comida familiar navideña; “Five Deaths in Blood Red" de la norteamericana Ama Lear (que ya había trabajado en “The ABCs of Death 2.5” (2016)), un homenaje al giallo en el que más que en seguir la historia, que no tiene mucho interés, uno puede entretenerse buscado las múltiples referencias a las películas más icónicas del género (botella de J&B incluida); "All sales fatal" de Michael Varrati, una delirante historia que hará las delicias de los especialistas en atención al cliente y las técnicas de venta a través de un relato cargado de humor, violencia y mala leche; "December the 19th" de Milan Todorovic, todo un festival de humor y gore protagonizado por unas chonis serbias que, a buen seguro, despertará una sonrisa en el espectador que esté viendo tan surrealista espectáculo. 

sacerdote asesino
En esta amalgama de directores internacionales, encontramos a dos compatriotas que, para que negarlo, no están demasiado finos con sus propuestas. "Joy to the girls" de la alicantina Sonia Escolano es una historia previsible y vacua sobre vampiras empoderadas. Por su parte "kill santa" de Sadrac González-Perellón es algo incalificable y un claro ejemplo sobre como no debe tratarse este tipo de formato. Aviso para navegantes. Seguramente algunos espectadores accederán a la obra motivados por la presencia del veterano Ruggero Deodato entre el plantel de directores. Pues ya les aviso que van a sentirse profundamente decepcionados pues su segmento es de los más flojos de todo el film. Visualmente no está mal, pero Ruggero nunca se ha caracterizado por escribir historias originales y por ello le hubiera hecho falta un guionista como el comer. 

chino delante del espejo
“Deathcember” es una macedonia (más bien potaje) de directores de distintas nacionalidades que ofrecen obras muy dispares en interés, creatividad, capacidad narrativa y presupuesto. Respecto a esto último, es curioso ver como en ella conviven desde cortos que parecen rodados entre cuatro amiguetes con la cámara del móvil (como "A Door Too Far") a otros con un nivel de producción brutal como "Aurora" del serbio Lazar Bodroza. Por cierto esta última va a ser el punto de partida de un largometraje que con el mismo título ya está en fase de preproducción (y cuya trama espero se entienda algo más que la del corto). Irregularidad sería la palabra que mejor definiría a esta película dispar en la que, sinceramente, hay que remover mucha basura para encontrar algo con un mínimo de interés. Ahora bien, si no nos ponemos muy exquisitos el film resulta entretenido y, además, nos puede permitir conocer a algunos autores interesantes y ver que nos deparan en el futuro. Avisados quedan.

Crítica: For the Sake of Vicious

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MAIK LINGOTAZO NOS HABLA SOBRE EL VIOLENTO DESPIPORRE DE GABRIEL CARRER Y REESE EVENESHEN


Póster para For the Sake of vicious
Producción canadiense -otra más para la saca, sí- que esta vez nos propone una visita guiada por las interioridades de una casa unifamiliar donde, todo hay que decirlo, habrá más que bien de compañía. En efecto, no seremos los únicos invitados. Aunque 'invitado' no sería la palabra que mejor se ajusta al caso, pues lo cierto es que los demás comparecen por su cuenta y riesgo. A lo loco, sin avisar. Y ya adelanto que, con únicamente tres, aún faltará para que sean multitud. Pero también que todos y cada uno de ellos no solo piensan asomar tirando de presentación expeditiva. Su concurso será más bien sorpresa, toda vez que aquí se van a fajar jugando la carta, tantas veces ganadora, de la 'home invasion'.


“uno de sus puntos flojos corresponde al del guion. Seguramente es el eslabón más débil de una cadena que, por lo demás, consigue fijarte ante la pantalla a base de secuencias truculentas” 


Lora Burke en For the sake of Vicious
A la sazón maridada más con el 'revenge' que con el 'rape', la receta se presume de lenta cocción, y se toma su tiempo para más tarde llevarnos a ebullición en una suerte de detonante 'meta-argumental' que más que llegar hasta el fondo de la cocina, lo que hace es en todo caso despegar desde ahí en dirección hacia cualquier rincón de la casa, convirtiendo el recaudo seguro y confortable del hogar en una trampa sofocante. 

Lora Burke película de terror
Vale decir que los derroteros por los que discurren sus escasos 80 minutos servirán para maniobrar con el concepto de 'presa' tanto como con el de 'depredador'. Vaya, que “For the sake of vicious” (2020) pretende ir un poco más allá de esa reducida dicotomía para generar unos interrogantes que irá dispersando a lo largo del metraje con más o menos fortuna. Porque, yendo al lío, empezaré manifestando que uno de sus puntos flojos corresponde al del guion. Seguramente es el eslabón más débil de una cadena que, por lo demás, consigue fijarte ante la pantalla a base de secuencias truculentas, unas interpretaciones solventes y el estimulante cambio de paradigma que acontece al traspasar el ecuador de la película, elemento este último que supone un aliciente para con su visionado que se agradece. Nuevos y renovados bríos para una trama que mostraba signos evidentes de fatiga, de empezar a perder fuelle agotada en la inconsistencia de un esqueleto narrativo algo forzado, cuando no directamente endeble. 


“los agujeros de la historia sí que parecían estar resueltos en un libreto primigenio que, por motivos de presupuesto y calendario, no pudo acometerse” 


For the sake of Vicious en Dark
La primera mitad transita con enfoque minimalista y temple en el pulso, pero sin escatimar en sus buenas dosis de violencia, merced a alguna que otra lograda escena, para solaz y deleite de quienes disfrutan viendo cómo el ser humano cultiva las más refinadas formas de hacerse pupita entre semejantes. Sí, es verdad. También duelen a la razón ciertas secuencias poco definidas, que adolecen de una mínima conclusión, a caballo entre lo ilógico y lo directamente estúpido. Pero eso ya lo he dicho antes, y dado que también valdría para lo que sobrevendrá, en aras de no volver a repetirme más adelante sirva también la susodicha mención para ilustrar otros tantos pasajes de los que trufarán el frenético desarrollo que se imprimirá en la segunda parte. 

Lora Burke vestida de enfermera
Sorprende cómo entre fotografía y dirección de arte nos hacen, a primera vista, deducir que estamos ante algo más cercano a un casoplón, cosa que gracias a un hábil manejo de cámara y al oportuno montaje se encargan de contradecir cuando nos adentramos en las estancias del hogar, mutando nuestra percepción hacia lo que uno bien podría experimentar al verse atrapado en una ratonera. Sobre todo si para colmo llegas a tu morada, tras haber concluido al fin un extenuante turno de enfermería, y te encuentras de manera abrupta con dos inquilinos inesperados. Parece que hoy nuestra heroína anónima del día a día no va a gozar del merecido descanso del guerrero. ¿He dicho hoy? ¿Dije día a día? Bueno, en realidad pronto oscurecerá, pero esta no será una noche como otra cualquiera. Tampoco lo iba a ser de todos modos: la jornada se pretende alargar con niños llamando de timbre en timbre ataviados bajo horrendos disfraces al tiempo que plantean disyuntivas a las personas que confiadamente abren sus puertas. Pero no temáis, que no va de nada que tenga que ver con la noche de Halloween... por mucho que sí, que se nos sitúe en esa efemérides. De verdad. Aunque uno no sabe muy bien por ni para qué. Vamos, que no pasa de ser un mero y burdo ardid barato que, como tal, pues oye que no, que no acaba de cuajar. Máxime si en los contados planos exteriores lo que vemos son calles prácticamente vacías. Otra cagada más, directa a la cuerda de funambulista sobre la que a duras penas se yergue nuestra suspensión de la incredulidad. En definitiva, poco truco y pésimo trato. Por cierto, las pisadas sobre la nieve dejan inevitablemente un reguero de huellas. Ahí lo dejo, en plan suma y... ya. Ok, mejor no sigo.

Lora Burke en película del canal dark
A todo esto, también es de justicia apuntar que los agujeros de la historia sí que parecían estar resueltos en un libreto primigenio que, por motivos de presupuesto y calendario, no pudo acometerse. En él, además de incluir interesantes nudos que a la postre no verían la luz, por lo visto a la protagonista se le confería mayor atención dedicándole unos minutos preciosos para ponernos en antecedentes con respecto al rol interpretado por Lora Burke (“Motherly”, “Poor Agnes”). Junto a la actriz británica afincada en Toronto, completan el reparto una terna de oriundos del Gran Norte Blanco. Primeramente, tenemos al dúo que compartirá presencia ante la cámara con la fémina en gran parte del filme. Que Nick Smyth (“Howls”, “Covenant”) y que Colin Paradine (“Antisocial”, “Kingdom come”) se me antojen como los improbables gemelos perdidos de, respectivamente, tanto Nicolas Cage como, sí amigos, el Dioni, espero que no solo sea cosa mía. Sobre todo porque el primero se esfuerza con denuedo en ofrecernos su chirriante monoversión de faz asombrada o, qué se yo, desencajada. Reconozco que a mí me acabó dando algo de grimilla. Más allá de eso, supone una bocanada de aire fresco la aparición de un tercer saco de testosterona. Esa discordia la pondrá James Fler, profesional del mundo de la producción cinematográfica que aparte de emplearse en dicha tarea con esta pieza, también nos regala su segunda incursión en el terreno de la actuación. Y oye, ni tan mal. 


“Algo tendrá For the sake of vicious. Para mí, una brillante coreografía de mamporros revestida con una cinematografía consistente” 


película gore en canal dark
Dejando a un lado los parecidos razonables, merece mi más encendido elogio el hecho de que mientras el elenco prescindió de dobles de acción para grabar las escenas que entrañaban cierto peligro para su integridad física, el staff de rodaje tuvo, por su parte, que multiplicarse para cumplir con los plazos y sobreponerse a los contratiempos que toda producción de estas características comporta. Bueno, a decir verdad quizá el tema del pluriempleo descansó en mayor medida sobre los principales interesados en sacar adelante el tinglado, o sea los directores. ¡Ja! Sí, ahí también se tuvieron que desempeñar a dúo. Pero no solo eso: Gabriel Carrer pulirá la historia fundacional pergeñada por su adlátere Reese Eveneshen. Además, se embarcan al alimón en la producción de la película... y en la de diseño. Y adivina, ¡también se sitúan al frente del departamento de vestuario! Por no hablar de que, de igual modo, ambos se pondrán tras las cámaras. Espera, que hay más. El primero se arroga parte de la construcción musical mientras que el segundo supervisa el montaje en post-producción y aún saca algo de tiempo para participar como artista de efectos especiales de maquillaje. Casi nada, oiga. Lo mismo para un roto que para un descosido. 

Por todo lo anterior, uno se alegra de que se llevasen el galardón a la mejor edición en el South African HorrorFest, así como el Lucio Fulci al mejor trauma ocular y el premio a la mejor violencia sostenida del FrightFest. No se fue de vacío tampoco el trío protagonista en el certamen doméstico Blood in the Snow. Algo tendrá “For the sake of vicious”. Para mí, una brillante coreografía de mamporros revestida con una cinematografía consistente a cuyos impulsores solo les deseo que en venideras ocasiones pueda llevar a buen puerto todas las aspiraciones iniciales que se reflejen en el guion original. Por amor del vicio.


Crítica: Come Play

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ASTINUS NOS HABLA SOBRE LA RENTABLE COSTILLA DE ADÁN Y OTRO CORTO QUE SALTA (SIN RED) AL LARGOMETRAJE


Come Play póster
Es interesante aludir, como inicio, a la frecuente frase que vemos en círculos muy diversos cuando hablamos de las industrias culturales en su sentido más monetario: si algo tiene éxito, da dinero. Es cierto que el mundo del cine no es el único privilegiado con esta afirmación (casi cualquier aspecto de nuestra vida cotidiana podría observarse bajo esos parámetros), pero aquí cobra una gran relevancia cuando de una serie, de unos personajes o de un corto se saca un material complementario que pretende aprovechar el tirón para expandir la narrativa o el cosmos creado en torno a la historia. Si afinamos un poco más, el mundo del cortometraje es especialmente interesante para este ejemplo, pues “Come Play” es una adaptación, precisamente, de un corto del mismo director. 

familia aterrorizada por ente sobrenatural
No es el único caso reciente en el cine de género con estas atribuciones. “Lights Out” de David Sandberg fue un corto de gran éxito que sería adaptado posteriormente con el mismo nombre a largometraje. Mientras que el primero tenía una fuerza e impulso sorpresivo maravilloso (especialmente, en su manejo de la tensión) el segundo fue una película efectista que se limitó a cumplir. Donde estaba el impacto sorpresivo ahora quedaba más de lo mismo. Idéntico fue el caso de Muschietti, flamante director de las dos entregas de la adaptación de “IT” (2017, 2019), que dirigió el corto “Mamá” (2008) que luego llevaría a la gran pantalla en formato largo de la mano de Guillermo del Toro en la producción del mismo nombre (2013), con tres cuartos de lo mismo: película del montón, con dinero detrás y poco impacto para quedarse en la retina del espectador con el paso del tiempo. De hecho, ha envejecido bastante mal, y un revisionado puede ayudar bien a percatarse de ello. 


“construida sobre bases arquetípicas y un drama demasiado evidente que no suma al cómputo global. Pero no todo es malo. El hecho de que el protagonista sea un chico autista permite explorar situaciones muy interesantes” 


niños contra monstruo sobrenatural
Dos ejemplos claros en el cine de género en los que aparece inspirarse “Come Play” (2020), aunque aquí al menos el corto tiene un nombre bien diferenciado. “Larry” (2017) tiene una duración de cinco minutos, y si bien no tuvo el empaque de los dos cortos ya mencionados, era otro buen exponente de género. Tanto es así que Jacob Chase, su director, tuvo a bien crear del susodicho nombre la criatura que perseguirá al joven protagonista en la película, uniendo ambos elementos en torno al ser maligno. Poca obra más conocida podemos citar de él en labores de dirección, amparando prácticamente toda su experiencia en el formato breve. 

demonio saliendo de teléfono móvil
“Come Play” nos cuenta la historia de un chico autista que comienza a ver un extraño espíritu que le atormenta desde todo tipo de dispositivos electrónicos, y nos sitúa en el difícil contexto de comunicación que este vive con el resto del mundo en general y con su madre en particular, el otro personaje protagonista de la película. Con estas reminiscencias es fácil acordarse de otra película pareja de la que toma numerosas semejanzas: “The Babadook” (2014) también explicitaba una relación materno-filial como eje central del desarrollo de la trama, monstruo uniforme vinculado a un libro (invocación mediante) y del que poco o nada se explica a lo largo del metraje y la focalización dramática en la maternidad y la crianza. Cuestiones centrales que en la obra de Jennifer Kent tienen un tratamiento exquisito (y una ambientación sobresaliente), y aquí no dejan de ser meros testigos de una película construida sobre bases arquetípicas y un drama demasiado evidente que no suma al cómputo global. Pero no todo es malo. El hecho de que el protagonista sea un chico autista permite explorar situaciones muy interesantes acerca de esta afección, y la película se nutre bien de este contexto. Llama la atención y se aleja de otras películas del mismo corte. ¿Es suficiente? No lo parece. 


“Hay demasiada tela sin cortar en una película que no justifica su duración más allá de una concatenación de sustos orquestados con mayor o menor acierto que terminan por aburrir” 


ilustraciones de demonios
Hay demasiada tela sin cortar en una película que no justifica su duración más allá de una concatenación de sustos orquestados con mayor o menor acierto que terminan por aburrir. La película no comienza bien en este sentido, iniciando con una secuencia de susto que se reiterará a lo largo del filme de una u otra manera. Creo que cualquier película de género que se precie no debe mostrar sus cartas de esta manera en los primeros minutos, y es que sin situarnos en un contexto determinado solo va a servir para que nos quedemos con cara de extrañeza y no sepamos de qué va la cosa. Lo mismo sucede con el final, con una carga dramática que concluye de forma exabrupta y demasiado buenista para lo que hemos visto el resto del tiempo, como si diese la sensación de ser un filme diferente. 

Hay dos puntos más sobre los que detenerse. El primero es el interés que muestra el director porque todos los sustos vengan siempre de fuentes tecnológicas, amparándose en todo tipo de dispositivos que se usan con mayor o menor ingenio para ofrecer una camada de saltos a golpes de efecto sonoro que resultarán pesados en su conclusión, pero interesantes en su desarrollo: una cámara externa aquí, una voz de un televisor allá o un dispositivo móvil tecleando cosas solo. Todo vale para intentar diferenciarse, pero el problema vuelve cuando es un machaqueo constante de lo mismo: podemos envolver las cosas de manera diferente, pero si sabe igual es complicado ser competente. 


“No es una buena película, no tiene un diseño de producción potente, ni momentos de terror, ni capacidad para abordar una trama interesante que pase del entretenimiento más solícito” 


niño jugando con un espíritu malvado
El segundo punto son las interpretaciones. Anodinas en el papel de Gillian Jacobs, que tiene aquí un papel con fuerte carga dramática tras sus pasos por las comedias románticas en el caso de “Love” (2018) y desfasadas en el caso de “Ibiza” (2016), ambos productos de Netflix. Positiva, por otro lado, en el papel del chico, que ofrece gestos y expresiones convincentes y realistas. Del resto del elenco poco podemos decir, tanto por su papel testimonial como por aportar bien poco al lucimiento de la película. 

En definitiva, “Come Play” deja sensaciones insatisfactorias. No es una buena película, no tiene un diseño de producción potente, ni momentos de terror, ni capacidad para abordar una trama interesante que pase del entretenimiento más solícito. Solo merece interés cierto esfuerzo por abordar el tema del autismo desde la perspectiva del chico, pero acaban siendo demasiadas escenas repetidas, y el uso de los aparatos tecnológicos para dar unos sustos demasiado evidentes. Sin más ni menos. Hay demasiadas propuestas potentes del estilo para pararse a echarle un vistazo, pero queda en elección de cada uno. Desde luego, no es lo mejor a encontrar.


Crítica: Expediente Warren: Obligado por el Demonio

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KRUEGER NOS HABLA SOBRE EL ESPERADO REGRESO DE ED Y LORRAINE WARREN, ESTA VEZ, SIN WAN A LOS MANDOS


Póster de Expediente Warren: Obligado por el Demonio
Creo que todos los aficionados teníamos claro que “Expediente Warren: Obligado por el Demonio” (2021, Michael Chaves) iba a posicionarse (en términos de calidad) por debajo de sus dos excelentes predecesoras. Tener a uno de los mejores directores de terror contemporáneo, como James Wan, en la silla de productor y no en la de director, tiene que notarse a la fuerza. En ese escenario, la duda que surgía era la siguiente: ¿sería la tercera entrega del matrimonio un producto que no manchara el recuerdo de sus precedentes? O bien ¿sería otro producto derivativo, con menos chispa, ingenio y nervio, como lo han sido todos los spin-offs del universo hasta ahora? Afortunadamente para todos nosotros, la nueva entrega es un producto tremendamente digno y satisfactoriamente entretenido


“las secuencias que mejor funcionan del largometraje son las iniciales: aquellas que más claramente recogen el testigo de Einfield y el Conjuro, con sus poltergeists y sus exorcismos plagados de espectacularidad terrorífica” 


Expediente Warren: Obligado por el demonio
La principal virtud de “Expediente Warren: Obligado por el Demonio” es como, conscientemente, se aleja (en muchos sentidos) de los films previos. Lejos queda la épica demoníaca de las dos primeras entregas; aquí la intriga se encuentra en un plano más terrenal y no solamente se deben combatir las fuerzas del más allá. Este cambio de enfoque afecta al comportamiento de los Warren, más investigadores que nunca e inmersos en todo un “caso de la semana”. 

bruja de Expediente Warren 3
Las secuencias de terror se alternan con viajes en busca de pistas, encuentros con policías e incluso secuencias en juicios. Son unos Warren, que duda cabe, más terrenales. Posiblemente no es lo que el público va buscando (yo el primero), pero agradezco la valentía de ofrecer algo distinto; especialmente cuando tienes claro que vas a salir perdiendo, si usas las mismas herramientas de tus antecedentes. Ahora bien, que sea novedoso no significa que funcione a la perfección; de hecho (y curiosamente) las secuencias que mejor funcionan del largometraje son las iniciales: aquellas que más claramente recogen el testigo de Einfield y el Conjuro, con sus poltergeists y sus exorcismos plagados de espectacularidad terrorífica


“Podemos respirar tranquilos, ya que la tercera entrega de la saga madre, podría colocarse, sin ningún problema, como la tercera mejor película de todo el universo” 


Ed y Lorraine Warren
Después de la anodina “La Llorona” (2019, Michael Chaves), tenía mucho miedo al enterarme del realizador de esta tercera entrega. Que me esperaba una puta mierda vaya; pero no conviene dudar de Wan, que puede dejar los juguetes en manos más o menos afortunadas, pero que cuando hablamos de su matrimonio preferido, anda bien pendiente del asunto

Vera Farmiga en Expediente Warren 3
Chaves no es Wan, para nada, pero realiza una correcta puesta en escena, logrando alguna secuencia terrorífica (aunque sin ningún susto tremendamente potente, de los que las primeras entregas tenían al menos dos por cabeza); pero dejando fuera de la ecuación la fuerza que tiene Wan a la hora de mover la cámara y de crear composiciones pensadas para el desasosiego. También se apoya Chaves en una fotografía que considero excesivamente oscura, restando (y no aumentado) fuerza a algunas secuencias, que con algo más de claridad habrían aumentado en capacidad de escalofrío. Es justo reconocer la efectividad del exorcismo inicial (con pocos elementos) y el aire acertadamente creepy de secuencias como las de la morgue. Igual de satisfactorio resulta el diseño de producción de la trama y el clímax, del que no doy detalles para mantener la sorpresa. 


“poco se le puede reprochar a la cinta (quizás algún problema de ritmo en la parte central) y su principal problema radica en tener al enemigo en casa: las dos películas de Wan siguen estando entre lo mejor del cine de terror contemporáneo” 


mejor escena expediente warren 3
Como hemos comentado previamente, en el momento que uno percibe que la trama va a ir más sobre humanos que sobre demonios, resulta inevitable echar de menos las cintas de Wan. Es que Satán es mucho Sátan, pero afortunadamente tenemos el (infinito) carisma de Vera Farmiga y de Patrick Wilson, que a estas alturas ya son como miembros de la familia. He oído voces críticas sobre las escenas entre ambos, dulcificadas y cercanas a los tonos pastel, pero servidor sigue creyendo en el amor y amigos, ese par de investigadores/exorcistas se quieren de lo lindo. De hecho, a pesar de las tramas que les rodean, siempre todo gira en torno a Ed y Lorraine

asesino crimen real expediente warren 3
Podemos respirar tranquilos, ya que la tercera entrega de la saga madre, podría colocarse, sin ningún problema, como la tercera mejor película de todo el universo. No estamos frente a una película grande, de hecho, el film es consciente de su condición menor dentro de la saga; pero la obra no se limita a ser una más y busca su propio camino (con mayor o menor acierto) durante buena parte del metraje. Cabe pensar, eso sí, si los Warren están para muchos más trotes o si por el contrario la saga (y el universo) deberían dormir el sueño de los justos durante una temporada. Los echaremos de menos desde luego, pero mejor que se despidan con dignidad, en lo más alto, antes de que tengamos que decir una sola palabra malintencionada sobre ellos. 

Exorcismo en un hospital
Queda para el recuerdo esos créditos finales, en los que mediante un audio, que recoge el exorcismo original con el que comienza la película, logramos, por unos segundos, estar más cerca del maligno, al mismo tiempo que se erizan los vellos de todo nuestro cuerpo. Es una auténtica pena que el mayor escalofrío de la cinta de Chaves sea extradiegético. Si eres aficionado al terror, es muy difícil que “Expediente Warren: Obligado por el Demonio” te resulte una gran decepción. Con una mirada objetiva, poco se le puede reprochar a la cinta (quizás algún problema de ritmo en la parte central) y su principal problema radica en tener al enemigo en casa: las dos películas de Wan siguen estando entre lo mejor del cine de terror contemporáneo.


Crítica: Dream

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DONNIE NOS HABLA SOBRE "DREAM", OTRO SUEÑO EN EL QUE PERDERSE DE LA INTERESANTE FILMOGRAFÍA DEL RECIENTEMENTE FALLECIDO KIM KI-DUK


Póster de Dream de Kim Ki-duk
El cine de Kim Ki-Duk supuso para muchos de nosotros nuestro primer acercamiento al cine surcoreano. Todavía recuerdo lo que significó para mi ver 'La isla' ('Seom') en la primera fila de la filmoteca (tranquilos, no supuso un tremendo dolor de cuello porque la pantalla de esa sala no era ni es por desgracia especialmente grande). Después fueron llegando otras. 'Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera', 'Samaritan Girl', 'Hierro 3'... Todas ellas cintas de gran calidad que conseguían no dejarme indiferente. Pero como suele ocurrir, a aquel que se le alabó se le acabó dejando de lado. Sus cintas ya no llegaban a los cines, al menos no como ocurrió por ejemplo con 'Samaritan girl'. La crítica pareció que empezó a darle la espalda El idilio se rompió. Cintas como 'Amen' que fue definida como un sin sentido sin guion o 'Moebiuseu' que a pesar de su premisa interesante no acababa de funcionar, parece que sirvieron para que esa brecha se hiciera mas grande, y por desgracia su cine parece que quedó injustamente relegado a festivales o a ser proyectado en diversas filmotecas


“No puede ser más interesante el punto de partida de Dream. Una historia como esta tiene todo a su favor para captar nuestra atención, para caer rendidos ante ella desde el inicio” 


Lee Na-Young en Dream
La figura de Kim Ki-Duk. La figura del cineasta hay que reivindicarla por su legado y por lo que sus películas han supuesto para la historia del cine y por abrirnos a muchos los ojos a un cine que hasta entonces desconocíamos. No voy a entrar en las denuncias y las acusaciones de maltrato, abusos y violación y por la que en al menos una ocasión fue condenado. No es huir de la polémica o evitar hablar de actos que todos consideramos repulsivos y del todo condenables. Hoy estamos aquí solo para hablar de cine y eso es lo que voy a hacer. 

Los sueños de Jin no se quedan en eso, en sueños. Todo ocurre, todo sucede. La extraña sensación que se le queda al soñar con un accidente de tráfico le lleva a descubrir que tiene una conexión con una chica que padece sonambulismo. Todo lo que el sueña, ella lo hace. Desde ese momento las vidas de Jin y Ran estarán ligadas tanto por el hecho de intentar descubrir que tienen en común ambos como para evitar que ella haga realidad los sueños de él. 


“Dream es una gran película pero que personalmente creo que no es lo mejor de su director” 


Lee Na-Young y Joe Odagiri
No puede ser más interesante el punto de partida de 'Dream' (2008). Una historia como esta tiene todo a su favor para captar nuestra atención, para caer rendidos ante ella desde el inicio. Y lo hacemos. Aunque puede que esta no sea una muestra del mejor cine del director pero donde si que están parte de sus obsesiones. Puede que esta tenga un arranque precipitado situando a sus personajes en la historia y haciendo que Jin sea consciente de lo que sucede casi incluso desde antes de que comience la película. Puede que esto reste un poco de verosimilitud a la historia, que algo tan extraño sea considerado como natural por aquellos que lo sufren de una manera tan rápida, pero es que Kim Ki-Duk lo que quiere es hablar de sus personajes, de sus historias, de lo que sienten, desean y rechazan.

Lee Na-Young
'Dream' es una película en la que la poesía está por encima de la narración, algo que como siempre ocurre en estos casos puede hacer que si el espectador no disfruta o no comparte la forma del director por plasmar ciertos momentos, estos puedan resultarle un tanto extraños o puede que incluso ridículos. A todos aquellos que nos gusta como este plasma estos momentos, nos parece algo tremendamente hermoso. Es probable que más de uno vea alguna similitud con alguna escena de 'Tierra' de Julio Medem, una de las mejores películas de los años noventa de un director que también vivió su idilio con crítica y público y que parece que acabó devorado por su pretenciosidad. Los tiempos son tranquilos y calmados como nos tiene habituados Kim Ki-Duk y este no se amedrenta cuando quiere mostrar algo de violencia. Siempre que se habla de eso, de violencia, el lector ha de tomarlo con cuidado. Habituados como estamos a ver cierto tipo de cine, ciertas escenas de películas de Kim Ki-Duk y que en su momento crearon gran revuelo, todavía recuerdo que dijeron que en un famoso festival hubo algún desmayo con cierta escena de 'La isla' ('Seom'), puede que a muchos de nosotros no nos parezcan para tanto. Pero como ocurre con el cine del director surcoreano hay que mirar mas allá de ese momento en sí y pensar en que significa, en los motivos que llevan a los personajes a actuar como lo hacen y se llegará a observar la belleza del momento. 


“Kim Ki-Duk falleció en Letonia por culpa del covid. Nos queda su cine y nos queda lo que para muchos supuso acercarnos a él cuando lo hicimos” 


Lee Na-Young loca
Joe Odagiri y Lee Na-Young interpretan a esa pareja que por tan extrañas circunstancias ven que sus vidas y por tanto sus destinos están ligados. No importa si alguno de los dos brilla más que el otro porque ambos se complementan perfectamente y hacen que las debilidades de uno queden ocultas ante la fortaleza del otro.

Lee Na-Young y Joe Odagiri en Dream
'Dream' es una gran película pero que personalmente creo que no es lo mejor de su director. Obras como las ya citadas 'Hierro 3' (2004), 'Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera' (2003), 'Samaritan Girl' (2004) o 'La isla' ('Seom') resultan tan arrolladoras que cualquier otra cinta a su lado puede resultar pequeña, menor sea tanto de Kim Ki-Duk como de cualquier otro director. El pasado once de diciembre, Kim Ki-Duk falleció en Letonia por culpa del covid. Nos queda su cine y nos queda lo que para muchos supuso acercarnos a él cuando lo hicimos. Muchos de nosotros le debemos mucho en lo que a nuestra cultura cinematográfica y la forma de disfrutar del cine se refiere.


"Gangs of London", Gareth Evans lleva su violencia a la televisión, pero no se queda solo ahí

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DONNIE NOS HABLA SOBRE UNO DE LOS GRANDES PELOTAZOS TELEVISIVOS DE LA PASADA TEMPORADA


Póster de Gangs of London 2020
Da igual que la historia se crea más compleja de lo que realmente es. Da igual el desprecio por las leyes de la naturaleza que haría que muchos de sus protagonistas murieran antes del quinto capítulo. 'Gangs of London' (2020) es un espectáculo con mayúsculas, un regalo para los aficionados a la acción más bruta, descarnada y directa. Gareth Evans y Matt Flannery como creadores de esta serie no solo han conseguido plasmar en ella y agrandar lo que vimos en 'The Raid 2: Berandal' (aunque me considero muy fan de la primera entrega y de lo que ella supuso para el cine de acción, hay que reconocer que es en la segunda parte donde hay una historia mucho más elaborada) sino que además han contado con Xavier Gens ('Frontier(s)'), Colin Hardy ('La monja', cinta que personalmente no me gusta demasiado pero que es un festival de referencias al género de terror) y el propio Evans para dirigir los por ahora nueve episodios que nos han fascinado y que nos han dejado con ganas de más, de mucho más. Y aunque el sello Evans-Flanner está presente en todos y cada uno de los episodios, Gens, Hardy y Evans han dejado su marca personal en aquellos que han dirigido y es fácil que un espectador que conozca la filmografía de estos sepa quién está detrás de cada episodio sin necesidad de verlo. 


"Tal y como reconocen sus creadores, la acción forma parte de la historia y no es esta la que está supeditada a las peleas, luchas y tiros a quemarropa” 


Protagonistas polémicos de gangs of London
Finn Wallance (Colm Meaney), el más temido e importante gánster de Londres, ha sido asesinado, lo que destapará una lucha de intereses por ocupar su puesto y porque los pactos a los que este había llegado se mantengan. Su hijo, Sean Wallance (Joe Cole) lidera la búsqueda de los asesinos y la venganza sin importarle a quién se lleva por delante. Un guardaespaldas, Elliot Finch (Sope Dirisu), el socio de Finn Wallance, Ed Dumani (Lucian Msamati) con quién empezó a construir todo su imperio, el hijo de este, Alexander Dumani (Paapa Essiedu) y toda una serie de gánsteres y traficantes son parte de los personajes de una serie donde todo el mundo antepone sus interés al del resto y donde por supuesto, todo el mundo tiene mucho que ocultar. 

Violencia en gangs of london
El aficionado a películas como 'The Raid' (2011) o 'Frontier(s)' (2007) no ha de pensar que esta es una serie solo de acción. Tal y como reconocen sus creadores, la acción forma parte de la historia y no es esta la que está supeditada a las peleas, luchas y tiros a quemarropa, si bien es cierto que el trío Evans, Hardy y Gens se dan el gustazo de disfrutar rodando todo ese tipo de escenas que esperamos de una producción como esta. Y nosotros como espectadores por mucho que estemos habituados a este tipo de películas, no dejaremos de sorprendernos con ciertos momentos que aunque se van mostrando en mayor o menor medida, lo hacen en todo su esplendor en un quinto capítulo absolutamente fantástico y ultra violento


“Puede que la historia no sea tan compleja como se cree pero está mucho más elaborada de lo que muchos creen” 


Gangs of London de Gareth Evans
Tal y como se ha dicho en la primera frase de esta crítica, puede que la historia se crea más compleja de lo que realmente es. No ha de entenderse esto como que es simple, que ya digo que no lo es, o como una contradicción a lo dicho en el párrafo anterior. 'Gangs of London' muestra toda la lucha de intereses cuando aquel que conseguía mantener la paz bajo su férreo mando, es brutalmente asesinado. 'Gangs of London' explora lo que sucede entre eso de 'el rey ha muerto' y el consabido 'viva el rey'. 

chica sexy gangs of london
Tal es la cantidad de personajes e intereses que por momentos esperamos que todo se vuelva confuso, porque parece que si eso no pasa, no valoramos lo que ocurre en su justa medida (o al menos muchos espectadores no lo hacen): Por desgracia, la manera en la que estos son a veces apartados de primera línea para centrase en Sean y su familia, nos deja cierto amargor. Lale (Narges Rashidi), Luan Dusahj (Orli Shuka), Asir Afridi (Asif Raza Mir), Kinney Edwards (Mark Lewis Jones), Leif Hansen (Mads Koudal), Mosi (Richard Pepple) cualquiera de ellos, aunque yo tengo mis favoritos, podría tener más minutos en pantalla y a nadie nos importaría. Esta primera temporada de 'Gangs of London' narra la historia de venganza de Sean Williams y sienta las bases de lo que puede ser su futuro desarrollo. La serie creada por Evans y Flanner es brillante en detalles, en esos personajes que van apareciendo por pantalla. Puede que la historia no sea tan compleja como se cree pero está mucho más elaborada de lo que muchos creen


“Un placer violento y por momentos excesivo. arropado por una historia muy interesante y con mucha fuerza que consigue que veamos cada episodio con interés creciente” 


Colm Meaney en Gangs of London
Se ha criticado mucho el casting elegido para dar vida a los personajes de esta serie, especialmente a los actores que interpretan a Sean Williams (Joe Cole) y Alexander Dumani (Paapa Essiedu). Puede que el segundo esté en ciertos momentos un tanto acartonado pero ambos consiguen hacer creíbles a sus personajes, sobre todo Cole que se enfrenta a un Sean Williams que se mueve entre la venganza, la necesidad de demostrar su fortaleza y claramente cierta psicopatía. Y ahora, tras acabar la primera temporada, me es absolutamente imposible pensar en los personajes que forman parte de esta serie con otras caras. Creo que con eso he dicho todo. 

Violencia extrema en serie de Gareth Evans
Es una lastima que el Brad Pitt de 'Snatch. Cerdos y diamantes' no forme parte del campamento de Kinney Edwards. Es difícil pensar que no va a aparecer por ahí en algún momento. Pero por mucho que nos pueda gustar la cinta de Guy Ritchie, en 'Gangs of London'no hay lugar para el humor, solo para la sangre, las peleas y las torturas. Llama la atención que dos series inglesas recientes y tan alejadas en forma y fondo como son esta de la que ahora nos ocupamos y 'The Nest' dirigida por Andy de Emmony y Simen Alsvik, hagan de la corrupción alrededor de la construcción la manera en la que sus protagonistas consiguieron salir de la nada y convertirse en las personas de 'éxito' que son. Al final los males endémicos tienen un mismo origen, da igual la cuidad o lugar donde ocurren los hechos. 'Gangs of London' es una de las grandes series de la temporada. Una serie de obligada visión para los amantes del cine de Gareth Evans, Colin Hardy y Xavier Gens. Un placer violento y por momentos excesivo. arropado por una historia muy interesante y con mucha fuerza que consigue que veamos cada episodio con interés creciente. Acabo ya y con vuestro permiso voy a volver a ver el quinto episodio... otra vez.



Crítica: Oxygène

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ANDREA CATÁSTROFE NOS HABLA SOBRE EL ESPERADO REGRESO DEL FRANCÉS ALEXANDRE AJA A LA CIENCIA FICCIÓN


Póster de Oxygen Netflix
Desde “Furia” (1999) Alexandre Aja se había mantenido distante de la Ciencia Ficción, explorando otros géneros del cine fantástico, como su conocidísima “Haute Tension” (2003), icono del nuevo extremismo francés, y otros títulos más enfocados al terror, lo sobrenatural y el cine de monstruos/animales (“Piranha 3-D” y “Crawl”). En lo absoluto podemos comparar a “Furia”, un drama romántico post-apocalítico con “Oxygène” (2021), sin embargo, comparten como característica su visión de un futuro distópico. Lejos de aquellos géneros y subgéneros, Cine Serie B, Slasher, Monstruos y demás terrores viscerales a los que nos había acostumbrado, su nuevo largometraje es una película de ciencia ficción más cercana a “Gravity” (2013) de Alfonso Cuarón y “Buried” (2010) de Rodrigo Cortés, que al resto de su filmografía. 


“Aja construye un modesto relato de ciencia ficción que entrevera el pesimismo de un futuro catastrófico, con la esperanza de encontrar una oportunidad en el basto universo” 


Mélanie Laurent en Oxygen
A mí me ha gustado la idea, la cual me cae perfecta justo ahora que en mis ratos libres estoy viendo la Serie de HBO “Westworld” de Jonathan Nolan y leyendo la trilogía de “El recuerdo del pasado de la Tierra” del escritor chino Liu Cixin; no es que en “Oxygène” haya androides o una batalla interestelar anunciada, pero sí un contexto científico y de lucha por la supervivencia de la especie. 

Mélanie Laurent pandemia
“Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. En 1969, a poco más de dos décadas de la Segunda Guerra Mundial, aún sanando sus heridas, la humanidad miró desde su fragilidad, plena de ilusión, hacia las estrellas. Una vez que el hombre fue catapultado a la luna, se abrió la puerta a una era sin fronteras (y es que para este entonces ya existía “Star Trek” (1966) de Gene Roddenberry), en donde los seres humanos lograrían expandir su razonamiento, imaginación, imperios y ambición a los confines del universo. ¡Sin embargo! La realidad no estuvo a la par de las predicciones tanto de los expertos, como de la ciencia ficción, la luna nunca fue colonizada ni hubo exploraciones humanas a Marte y Júpiter, entre otras fantasías. Entonces el cine, no totalmente pero sí en su mayoría, viró su esperanzadora perspectiva sobre el espacio por una representación más terrorífica y desoladora, desde “Alien” (1979) a “Ad Astra” (2019)... pues bien, Aja construye un modesto relato de ciencia ficción que entrevera el pesimismo de un futuro catastrófico, con la esperanza de encontrar una oportunidad en el basto universo

Mélanie Laurent en el espacio
Con un guion de Christie LeBlanc (su primer guion para un largometraje), y después de sortear algunas casualidades: en un inicio “Oxygène” iba a ser dirigida por Franck Khalfoun (“Maniac” del 2012) y protagonizada por Anne Hathaway y más tarde por Noomi Rapace (“What happened to Monday?” del 2017), finalmente fue dirigida por Alexandre Aja, quien si no fuese por la pandemia de COVID-19, estaría trabajando en el proyecto del Live Action “Tomie”, basado en el manga de Junji Ito; y protagonizada por la francesa Mélanie Laurent (una oportunidad para que Aja después de casi 20 años volviera a rodar una película en francés). “Oxygène” se erige como una claustrofóbica pesadilla de ciencia ficción, en donde sin previo aviso nuestra protagonista despierta aterrorizada y con amnesia dentro de una “confortable” cámara criogénica


“Gracias a la hábil actuación de Laurent, desesperadamente humana, “Oxygène” consigue el pulso narrativo ideal para hacer de esta historia estática algo dinámico, pese a que la edición no siempre juega a su favor”


Mélanie Laurent en Oxygen de Alexandre Aja
¿De qué vamos? Elizabeth 'Liz' Hansen despierta misteriosamente dentro de una cabina criogénica, exactamente en dónde se encuentra (tiempo y espacio), el motivo y quién es, son incógnitas a develar más tarde. Flashbacks desorientadores simulando sus recuerdos y sin una línea temporal clara, serán los únicos indicios: ratas de laboratorio falleciendo terriblemente a favor de la ciencia, camillas de hospital, gente muriendo y destellos de una relación sentimental. Su único punto de contacto "humano" es la inteligencia artificial de la cabina, MILO, que le informa con total serenidad que su suministro de oxígeno está dañado y se agota rápidamente. ¿Le gustaría un sedante? No, no es la opción ahora, pues ha comenzado una carrera a contrarreloj para revelar la naturaleza de su situación y aún más importante, cómo sobrevivir. 

Mélanie Laurent rubia
Un thriller de suspenso que se sirve del miedo primordial a ser enterrado vivo (mencioné a “Buried”, también podemos recordar el episodio “Final Escape” (1964) en “Alfred Hitchcock Hour”), y el estado del cual estamos emergiendo en nuestra actualidad: el aislamiento. Durante su primera hora Aja se apoya de los flashbacks para brindarnos la información necesaria y resolver el puzzle al que se enfrenta Liz, sintiendo tal vez algo de empatía por su desafortunada eventualidad. ¿Qué hay de la inteligencia artificial?, su incorporación es fundamental para conocer el misterio: ya que tiene la respuesta, el truco está en qué preguntar. Gracias a la hábil actuación de Laurent, desesperadamente humana, “Oxygène” consigue el pulso narrativo ideal para hacer de esta historia estática algo dinámico, pese a que la edición no siempre juega a su favor (los flashbacks nos extraen de esa sensación de encierro) y algo muy importante: es fácil imaginar quizá no quién es en realidad, pero sí dónde está, eso disminuye la angustia e incertidumbre… no caemos en el juego de las pistas falsas, pero… no es algo que me haya molestado. 


“le falta ingenio a Oxygène y hay un hueco argumental enorme, pero la disfruté, y la considero mejor que otras propuestas similares de Netflix” 


Mélanie Laurent atrapada
En su último tercio “Oxygène” ofrece las respuestas, tanto a Liz como a nosotros, de la naturaleza Del Todo (quien disfrute de las películas que terminan sin explicar un ápice se decepcionará), para esto añade el contacto con la voz de otros personajes (meros bosquejos que desencadenan el matiz emocional de la película). La respuesta torna el subgénero de supervivencia hacía algo menos convencional y más existencial: ahora Liz más que luchar por sobrevivir y seguir respirando ese tan ansiado oxígeno, debe decidir, sabedora de la verdad, si es mejor vivir o fingir que nunca lo intentó y perecer. 

Oxygen final explicado
Honestamente le falta ingenio a “Oxygène” y hay un hueco argumental enorme, pero la disfruté, y la considero mejor que otras propuestas similares de Netflix, como “The Midnight Sky” (2020) de George Clooney y “Stowaway” (2021) de Joe Penna. En su apartado técnico, me queda mencionar la fotografía pulcra de Maxime Alexandre (participe en casi todas las películas de Aja, y otras como “Come Play” y “The Nun”), nos brinda escenarios confusos, pero también ricos en nitidez, apoyado de una paleta de colores fría da ese plus a una atmósfera que fácilmente podría parecer improvisada; los efectos especiales son escasos pero acertados (me agradó la escena… flotante) y a destacar nuevamente la actuación de Laurent. Una “buena” película de un director que para mí es incondicional (tenía 8 años cuando vi “Haute Tension”, el recuerdo de aquella época me mantiene constante). Súper interesada en su proyecto “Tomie” para el cual sólo se ha confirmado entre su reparto a Adeline Rudolph (“Chilling Adventures of Sabrina”).


Crítica: La Mosca 2

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ARTORIUS NOS HABLA SOBRE LA SECUELA FIRMADA POR CHRIS WALAS DE UNO DE LOS GRANDES HITOS DEL FANTÁSTICO


Poster de La Mosca 2
Tomando la puerta abierta que dejó el final de “La Mosca” (1986) de Cronenberg, esta película continua la historia de aquella obra maestra del body horror con desigual acierto. Machacada por la crítica tanto en su momento como hasta nuestros días, afronté sin embargo su revisionado con el buen recuerdo que me dejó la primera vez. Lo cual es peligroso, porque los recuerdos de la juventud suelen camuflar, por algún exótico fenómeno mental, que lo que una vez te pareció divertido escondía en realidad tremendo truño. ¿Es el caso que nos ocupa? Pues para el que suscribe, no


“Eric Stoltz no admite comparación posible con la desaforada creación de Jeff Goldbum, creyente entregado a la Nueva Carne y con muchos más recursos actorales que el primer Marty McFly”


secuela de La Mosca de Cronenberg
Teniendo en la dirección al creador del diseño de “Gremlins” (No, no fue Joe Dante), un Chris Walas con tan solo tres películas en su currículum como director pero una amplísima experiencia en el campo de los efectos especiales, “La Mosca 2” (1989) cuenta en el guion con nombres siempre efectivos como el gran Frank Darabont  o el siempre efectivo Mick Garris, y con el colaborador habitual de Danny Elfman, Christopher Young, en el apartado musical.  

Eric Stoltz y Daphne Zuniga
Nombres todos vinculados al fantástico, normalmente en posiciones no muy conocidas pero indispensables, se combinaron para un producto que, pese al paso del tiempo, me sigue pareciendo un festival de body horror/goredivertido y cafre.  Ojo, que no le aguanta medio asalto a su predecesora es un hecho, sobre todo en una parte actoral protagonista en la que Eric Stoltz no admite comparación posible con la desaforada creación de Jeff Goldbum, creyente entregado a la Nueva Carne y con muchos más recursos actorales que el primer Marty McFly. Pero esta película tiene los suficientes puntos fuertes como para ser un más que digno entretenimiento, y es precisamente su condición de secuela, creo yo, lo que provocó en su momento que fuera juzgada con una severidad excesiva, lo cual no es novedad. Recuerdo lo que se llegó a escribir de “Depredador 2” (1990) en su momento, y aunque esta no está a la altura de aquella continuación, para mí es muchísimo mejor película de lo que se dice. 


“el catálogo de horrendas criaturas es corto si nos ceñimos a lo meramente numérico, pero no tiene nada que envidiar a la Brundlemosca de la primera parte” 


gore en la mosca 2
“La Mosca 2” no engaña a nadie: es un body horror de cajón en el que su protagonista poco a poco va sufriendo una metamorfosis que lo convierte en una monstruosidad altamente gozosa de contemplar. El trabajo de maquillaje y creación de criaturas de forma artesanal tiene gozosos momentos en las sucesivas transformaciones del protagonista y los diferentes monstruos que desfilan por la pantalla, por no hablar del tour de force de los últimos minutos de la película en los que, aparte de todo lo dicho, tendremos un gozoso festival de amputaciones, fundidos por ácido y demás carnaza del buen ver al servicio de la historia.  

sexy Daphne Zuniga en La Mosca 2
Mención especial obligada, por cierto, a los monstruos de la función: el catálogo de horrendas criaturas es corto si nos ceñimos a lo meramente numérico, pero no tiene nada que envidiar a la Brundlemosca de la primera parte. En cuanto a la historia, tenemos algo sencillo, maniqueísta incluso en su concepción de buenos muy buenos y malos muy malos, pero que incluso tiene sus momentos y una resolución a la altura que homenajea en cierta forma la versión de 1958 de una forma  grotesca.  ¿En su contra? Pues la parte actoral, sobre todo la pareja protagonista, flojea mucho. Las sobreactuaciones están a la orden del día, y cuesta mucho creerse a los personajes en los momentos intensamente más dramáticos de la trama, llevándose la palma Martin /Stoltz en un catálogo de sobreactuaciones que son carne de meme. 


“¿Digna secuela de la primera parte? Absolutamente no, pero es que cuando hablamos de la original estamos hablando de una obra maestra del cine fantástico” 


Efectos especiales La Mosca 2
En suma, con todos sus méritos y defectos, “La Mosca 2” es una película muy entretenida para los amantes de lo escabroso y el horror corporal. ¿Digna secuela de la primera parte? Absolutamente no, pero es que cuando hablamos de la original estamos hablando de una obra maestra del cine fantástico. Que sí, que esta continua directamente la misma linea argumental y es difícil separarla de la gozosa primera parte, pero a diferencia de la precuela de “La Cosa” (1982) por poner un ejemplo, “La Mosca 2” tiene unos bemoles y un atrevimiento que es muy de agradecer. Y eso para un rato entretenido basta y sobra. 

Monstruo de La Mosca 2
Como curiosidad, esta película conoció una secuela en cómic que aun no entiendo cómo pudo existir, dado que fue lanzada en el 2015 y esta película tuvo un éxito muy minoritario allá por 1989.  Por mucho que con el paso de los años haya adquirido un cierto estatus de culto, me resulta sorprendente que alguien propusiera una serie de cómic de 5 números basada en un título tan menor y que podría estar considerado una serie b con presupuesto. Pero supongo que en el mundo de la posmodernidad digital en la que vivimos se recurre a cualquier microgramo de nostalgia ochentera en pro de sacar dinero con poco esfuerzo creativo. Y es que aquí estamos: viviendo del remake y el saqueo de las criptas creativas de aquellos gloriosos 70 y 80 a las que, periódicamente, el cine de hoy siempre acaba volviendo.    

El momento: La escena del “melting” facial hecha con medios artesanales. Si la has visto ya sabes a lo que me refiero.    

Lo mejor: Los efectos especiales. El explosivo tramo final. El gore y la casquería desprejuiciada. La continuidad respecto a la propuesta original.   

Lo peor: El dúo protagonista. Algunos diálogos de juzgado de guardia. Problemas de ritmo que hacen que en ocasiones se haga larga.


Crítica: The Deeper You Dig

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NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE ESTE MODESTO TERROR QUE HA PASADO DE PUNTILLAS Y QUE ESCONDE UNA PROPUESTA DE LO MÁS INTERESANTE


The Deeper You Dig póster
Que el año 2019 fue un año fantástico para el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges parece una máxima incuestionable si echamos un vistazo a las películas estrenadas ese año. Reconozco que me puede la envidia al pensar que hubo quien pudo disfrutar en pantalla grande de películas como “Bliss” (Joe Begos, 2019), “Color Out Of Space” (Richard Stanley, 2019) o “Daniel Isn´t Real” (Adam Egypt Mortimer, 2019) y admito que esa edición se ha convertido en una espinita clavada en mi corazón al echar un vistazo a la Sección Oficial y a Midnight X-Treme, mis dos opciones predilectas cuando tengo la oportunidad de dejarme caer por allí. 


“una obra pequeña en medios pero contundente y rotunda en su forma final. Y es que a pesar de sus limitados recursos, los Adams demuestran un gran conocimiento del género” 


mujer mirando dentro de una caja
Sin embargo, una de las cosas más maravillosas del festival es que puedes dar con pequeños tesoros en sitios donde no te esperas, como ya ocurrió el año anterior con “One Cut of the Dead” (Shinichiro Ueda, 2018) o “The Invocation of Enver Simaku” (Marco Lledó Escartín, 2018). Achaco precisamente a la alta calidad de los estrenos de aquel año, el hecho de que la película que nos ocupa me haya pasado completamente desapercibida hasta ahora, así como mi completa ignorancia sobre la que probablemente sea la familia más cool del planeta. 

Rodada con unos recursos mínimos y estrenada en la sección Panorama Fantàstic del festival, “The Deeper you Dig” (John Adams & Toby Poser, 2019) nos narra la historia de Ivy, una médium, y Echo, su hija adolescente. Una noche, Echo decidirá dar una vuelta en trineo y acabará siendo atropellada accidentalmente por un vecino de la zona, que tratará de ocultar las pruebas del crimen. 


“sabe cómo compensar las carencias derivadas del poco presupuesto generando imágenes perturbadoras y enormemente tristes” 


chica levitando ante su madre
“The Deeper you Dig” es una rareza producida y filmada por Wonder Wheel Production, los Adams que aparecen en los títulos de crédito. Se trata de un proyecto familiar en el que Toby Poser, John Adams y Zelda Adams escriben, protagonizan y filman una obra pequeña en medios pero contundente y rotunda en su forma final. Y es que a pesar de sus limitados recursos, los Adams demuestran un gran conocimiento del género y del proceso cinematográfico que cristaliza en un aprovechamiento máximo de los medios disponibles. 

mujer rezando a la luz de una vela
La fotografía y la música también corren a su cargo, lo que lejos de quedarse en anécdota ayuda a generar una sensación de empaque y conjunto, una solidez casi siempre al alcance de directores ya consolidados, con el privilegio de trabajar siempre con el mismo equipo que facilita el desarrollo de un sello personal. El equipo sabe cómo compensar las carencias derivadas del poco presupuesto generando imágenes perturbadoras y enormemente tristes, pues la película no solo se permite reproducir los clichés de género desde una estética entre el costumbrismo frío y el surrealismo, sino que los aprovecha para explorar el duelo, la pérdida y la culpa sin perder un ápice de malrollismo por el camino. 


“una propuesta convincente y disfrutable, una prueba de que puede hacerse cine de terror sin grandes medios pero con algunas buenas ideas” 


payaso siniestro
Sin ser un proyecto redondo, “The Deeper you Dig” es efectiva. Entre algunas de sus deficiencias se encuentran un storytelling en ocasiones confuso, fruto no se sabe muy bien si de las prisas o del intencionado surrealismo que impregna algunas de las imágenes. Concretamente, la decisión de uno de los personajes principales, de la cual parte toda la narrativa, parece poco justificada siendo tan vital como es para el desarrollo de la trama. 

De la misma forma, es probable que lo humilde de la propuesta la deje fuera de los circuitos comerciales habituales y limite su circulación a festivales especializados, aunque no me cabe duda de que los aficionados del género sabrán apreciar la película. De la misma manera, el buen hacer del equipo y alguna que otra sorpresa en el guion, junto con las geniales actuaciones, convierte a “The Deeper you Dig” en una propuesta convincente y disfrutable, una prueba de que puede hacerse cine de terror sin grandes medios pero con algunas buenas ideas y mucho amor por el género.


"Paranormal", el expediente x egipcio llega a Netflix

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DONNIE NOS HABLA SOBRE ESTA SERIE EGIPCIA QUE TAN BUENAS SENSACIONES HA DEJADO EN SU PRIMERA TEMPORADA


Póster de Paranormal de netflix
Me dispongo a escribir unas líneas acerca de la serie que narra las aventuras del escéptico doctor Refaat Ismail escuchando la banda sonora que Wojcieh Kilar compuso para el 'Bram Stoker's Dracula' de Coppola y creo que me detendré en especial en el tema 'Mina's photo'. No es esta serie el bombazo que algunas páginas web como imdb nos pueden hacer creer. De hecho, tan alta puntuación puede llevar a más de un espectador a sentirse decepcionado, a pensar que se iba a encontrar poco menos que con la serie de terror definitiva, un antes y un después dentro del género. Y obviamente no lo es y tampoco creemos que esa sea su intención. 'Paranormal' es una serie que deja muy buenas sensaciones, que se gana las simpatías del espectador por su forma de plasmar en imágenes las diversas historias que forman parte de la misma, porque en algunos momentos esta puede pecar de cierta inocencia, algo que nos encanta, pero sobre todo gracias a su protagonista, un cínico, sarcástico y desencantado hematólogo de nombre Refaat Ismail que hace de sus pensamientos uno de los grandes puntos a favor de 'Paranormal'. Si una serie consigue tener un buen protagonista, esta tiene mucho ganado y la serie dirigida por Amr Salama y Majid Al Ansari lo tiene. 


“seis capítulos que teniendo un nexo común tiene en cada uno de ellos una historia que no se ajusta a los límites de la lógica” 


Ahmed Amin en Paranormal
Tiene Refaat Ismail algo del desencanto de Nasser Ali Khan. De como Marjane Satrapi construyó el personaje de su novela gráfica que más tarde ella junto con Vincet Paronnaut adaptaron a la gran pantalla y con la que se fue extremadamente crítico. El desencanto que por diversos motivos sufren ambos, uno por que se considera a sí mismo un gafe y que tiene al ingeniero Edward Murphy y su ley como la máxima por la que se mueve su vida, el otro por que su Tar ya no consigue devolverle el placer de tocar; y el sarcasmo e ironía con los que Salama, Al Ansari, Satrapi y Paronnaut plasman en ciertos momentos y en especial en lo que a la forma de pensar de sus personajes principales se refiere, hace que de alguna manera no podamos dejar de pensar en Ali Khan al ver a Ismail y viceversa. 

Ahmed Amin investigador paranormal
'Paranormal' (2020) la forman seis capítulos que teniendo un nexo común tiene en cada uno de ellos una historia que no se ajusta a los límites de la lógica y que hacen que en contra de su voluntad, Ismail se convierta en toda una eminencia en el campo de los fenómenos paranormales. Como suele ser habitual en estos casos no todas las historias se siguen con igual interés y en el caso de la persona que escribe estas líneas fue el primer episodio el que le dejó una peor sensación. No ha de entenderse esto como que este sea malo o carezca de interés, el problema radica en lo comentado antes, tal es la manera en la que esta serie se está alabando que cuando la empiezas a ver no es lo que esperabas y este primer episodio sirve para que tus expectativas se acaben nivelando con lo que la serie realmente te va a ofrecer. Pero esto no es problema de 'Paranormal' si no nuestro, en este caso mío. 


“posee una extraordinaria puesta en escena, una muy cuidada fotografía, una soberbia banda sonora compuesta por Khaled Al Kammar con temas de gran belleza” 


serie egipcia sobrenatural en Netflix
La serie de Salama y Al Ansari posee una extraordinaria puesta en escena, una muy cuidada fotografía, una soberbia banda sonora compuesta por Khaled Al Kammar con temas de gran belleza como 'Till the star burns' y sus diversas variaciones o 'The one who make your heart skip a beat', otros como 'Shiraz' o 'Main Titles' que podrán traer a nuestra memoria composiciones de Kilar y que hacen que en su conjunto música de Al Kammar sea un complemento perfecto a las imágenes para reforzar aquello que los directores quieren transmitir en cada momento y que además se puede escuchar independientemente de la serie sin que esta pierda ni un ápice de su fuerza. 

Tiene 'Paranomal' la capacidad de entretenernos y ganarse nuestras simpatías a pesar de volver a mostrar aquello que hemos visto mil veces. Aquello que decimos de su banda sonora lo podemos aplicar a la serie en general. Los bombardeos que marcaron el inicio de la pesadilla de las protagonistas de la cinta que supuso del debut de Babak Anvari vuelven a estar presentes, así como toda una serie de escenas y detalles, en los que no vamos a entrar, que harán que los aficionados al género se acuerden de diferentes series o películas. 


“la producción egipcia deja de lado esa etiqueta de exótica que inicialmente muchos podrían ponerle para aun mostrando escenas mil veces vistas antes, encontrar un sitio propio” 


mejor serie de terror de Netflix
Es cierto que un personaje como Refaat Ismail y el gran trabajo de Ahmed Amin puede eclipsar al resto. Razane Jammal da vida a una Maggie McKillop obsesionada con el rojo cuyo inicial y aparente acartonamiento establece una distancia con el espectador que poco a poco, capítulo a capítulo se va perdiendo y como ocurre con la serie se acaba ganando nuestras simpatías. Aya Samaha como Huwaida es el contrapunto perfecto al triangulo. Si bien son estos tres los personajes principales, otros como Kamal (Abdelsamee Abdallah) o Reda Ismail (Rushdi Al Shami) consiguen por diversos motivos captar nuestra atención y estar a la altura de lo que la serie nos va ofreciendo

'Paranormal' es una serie muy interesante, que se ve muy bien y se disfruta. Con una muy cuidada puesta en escena, una gran banda sonora, la producción egipcia deja de lado esa etiqueta de exótica que inicialmente muchos podrían ponerle para aun mostrando escenas mil veces vistas antes, encontrar un sitio propio gracias a la personalidad de la misma y de su protagonista principal. Muy recomendable.


Crítica: Satanic Panic

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ASTINUS NOS HABLA SOBRE CULTOS SATÁNICOS  DE ESTAR POR CASA Y COMEDIAS (DE ¿TERROR?) SIN GRACIA


póster terror ochentero
La comedia de terror no ha sido un subgénero en el que haya navegado con profundidad. De hecho, suelo tener bastantes reparos en torno a este. Cuando veo una película de terror aspiro a la tradicional sensación de, precisamente, sentir miedo, perturbarme o vivir la tensión previa al arquetípico jump scare. A veces uno puede reírse con los pelos de punta (“From Dusk Till Dawn”, 1996) o acabar incluso con el estómago revuelto (“Evil Dead”, 1981) Dos filmes cuyo eje central se sitúa en el humor negro. Ejercer este con maestría en un guion es un trabajo complejo, y su ausencia puede descafeinar la propuesta (como este caso) o puede llevar demasiado lejos la parodia, quedando en un irrisorio montículo de escenas sobreactuadas sin ton ni son. Esta fue la sensación que me quedaría con “Anna and the Apocalypse” (2017), una mezcla de musical navideño, zombis y película adolescente que no se equilibraba en ninguno de sus puntos, ahondando precisamente en la ausencia de terror. 


“La película tiene una duración corta, lo cual siempre juega a favor de los argumentos ramplones, pero aquí los primeros quince minutos no aportan absolutamente nada” 


ritos satánicos
Más allá de lo complejo que resulte ofrecer un diálogo contundente entre dos géneros tan dispares, “Satanic Panic” (2019) no se acerca mucho. La película podría resumirse en pocas palabras: una chica comienza un nuevo trabajo como repartidora de pizzas y al llegar a una gran mansión a entregar un pedido, la moto se le queda sin gasolina. Cuando entra para pedir una propina que le permita llenar el depósito descubre que dentro se está produciendo una reunión de miembros de un culto satánico que quieren invocar al Baphomet de turno. Casualidades: necesitan una chica virgen y la protagonista lo es. Intentarán capturarla y ella irá librándose mientras busca una manera de escapar. 

Satanic panic final
La película tiene una duración corta, lo cual siempre juega a favor de los argumentos ramplones, pero aquí los primeros quince minutos no aportan absolutamente nada a la película, anunciando una falta de ideas que nos perseguirá a lo largo de todo el filme. No hay humor, no hay un contexto dramático o una presentación de los personajes. Si a eso le sumamos la infeliz casualidad que inicia todo el motor de la trama, está claro que por aquí no irán las bondades de esta. La construcción del nudo también tendrá una estructura basada en tres historias que se van dando a la vez: de un lado, una lucha de poder entre dos mujeres dentro del culto satánico por hacerse con el poder que no importa absolutamente a nadie y solo sirve para ganar minutos; de otro lado, la protagonista intentando escapar entre situaciones escabrosas y humor del malo y, por último, una carga dramática en torno a la chica que le ayuda a escapar, hija de la líder del culto que quiere salir de toda esa dinámica satánica. Sí, la película se da el gusto incluso de aportar cierto enfoque dramático que se desdibuja más si es posible conforme pasan los minutos y llegan los momentos más serios que sacan del ambiente. No hay ningún interés o empatía en esas escenas. 


“La película ofrece igualmente ciertas escenas con un trasfondo discursivo político, pero hay una falta de entendimiento entre lo que la directora pretende transmitir y lo que vemos como público” 


chica ensangrentada
Quedando al final el humor relegado entre partes dramáticas y otras que pretenden dar algo de miedo, este solo llega con situaciones ridículas que no pasan de eso: ridículas (cierta escena del disparo tan boba y absurda que no resulta ni graciosa) y algún talento mal aprovechado para otra cosa que no sea dar vergüenza ajena. Si a esto le sumamos que el final pierde todo el sentido, con una falta de un punto álgido donde se podrían haber hecho muchas más cosas y no transmitir esa falta de imaginación en un cierre abrupto que enmudece el ambiente de toda la película. 


“la directora adolece cierto manejo de los tiempos narrativos y demasiadas ideas bullendo que dispersan la historia entre clichés demasiado obvios, chistes sin gracia y momentos anodinos sin emoción alguna”


Satanic Panic protagonistas femeninas
La película ofrece igualmente ciertas escenas con un trasfondo discursivo político, pero hay una falta de entendimiento entre lo que la directora pretende transmitir y lo que vemos como público (lucha de clases, diferencia entre ricos y pobres, etc.) Durante algunos momentos podría llevarnos a “Get Out!” (2017), y aunque las comparaciones son odiosas, sus trasfondos son bastante parejos. Por citar algunos puntos positivos, porque los tiene, la película gana más cuando más sangrienta se pone. Además, la banda sonora es adecuada y está bien inmersa en el desarrollo de los escasos momentos de tensión.

Aunque no sea el debut de Chelsea Stardust Peters (ya ha realizado capítulos para la serie antológica de Blumhouse, “Into the Dark”), la directora adolece cierto manejo de los tiempos narrativos y demasiadas ideas bullendo que dispersan la historia entre clichés demasiado obvios, chistes sin gracia y momentos anodinos sin emoción alguna. Las interpretaciones tampoco acompañan, sobreactuadas en su tendencia como comedia, pero sin aportar nada especial. En la línea de la película, nada parece aportar nada, quedando como una cinta olvidable e innecesaria.


Crítica: Sacrifice

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EL RECTOR NOS HABLA SOBRE UN NUEVO CHUTE EN VENA DE BARBARA CRAMPTON, PASADO, PRESENTE Y A ESTE PASO, FUTURO DEL FANTÁSTICO


Póster de Sacrifice 2020
Una de las nuestras. No cabe duda de que Barbara Crampton se ha convertido por méritos propios, en patrimonio del género. No es la única figura mítica (o mitificada) del fantástico que ha corrido dicha suerte, pero sí es, una de las que mejor ha aguantado el tipo dentro de tan peliagudo rol. Mientras otros y otras han visto reducidas sus épocas de gloria a la categoría de mero reclamo publicitario, dando tumbos en producciones que se mueven entre lo prescindible y lo lamentable, nuestra sexagenaria rubia de eternos ojos azules, esa que muchas veces parece haber pactado con el mismísimo diablo aquello de la eterna juventud, ha conseguido moverse con elegancia y cierto equilibrismo a lo largo de su segunda juventud cinematográfica, asomándose al abismo en ocasiones, pero evitando siempre (o casi) sucumbir a las entrañas del precipicio. 


“La figura, o más bien el universo, creado por el autor de Providence está muy presente en Sacrifice, que si bien no adapta de manera literal ninguna de sus obras, sí se regocija en buena parte de su imaginario” 


figuras de Catulhu
Todo ganado a pulso. Protagonizar dos títulos capitales del terror de los ochenta como “Re-Animator” (1985) y “From Beyond” (1986), en ambas ocasiones del brazo del gran, desaparecido y eterno, Stuart Gordon, con dos personajes absolutamente básicos para el imaginario colectivo del género como fueron Megan Halsey, encarnando el que posiblemente sea, siempre con permiso de Linnea Quigley y su numerito paralelo bajo la lluvia en “The Return of the Living Dead” (1985), el desnudo más sonado que haya desfilado por el terror y por supuesto, el que sin duda es el personaje femenino más sensual que hayan visto los ojos del que suscribe en una cinta de terror, la inolvidable Dra. Katherine McMichaels, culpable de que algunos a día de hoy, continuemos teniendo en el látex y el cuero negro (y que me perdone otro ilustre de lo erótico como Rob Halford), una de nuestras más sucias filias. 

barbara Crampton en Sacrifice
Si este año hemos disfrutado más allá de las expectativas, con su “Jakob´s Wife” (Travis Stevens, 2021), no hace tanto que se presentara en sociedad “Sacrifice” (2020), película dirigida a dos bandas por Andy Coller y Tor Mian, adaptando un relato corto del segundo y volviendo a juntar a la Crampton con otro ilustre de la causa como H.P Lovecraft, tal y como ya hiciera Gordon en su día. La figura, o más bien el universo, creado por el autor de Providence está muy presente en “Sacrifice”, que si bien no adapta de manera literal ninguna de sus obras, sí se regocija en buena parte de su imaginario, de sus monstruos (no diremos cual, por aquello de la “sorpresa”, pero no hace falta ser el más listo de la clase) y de algunas de las constantes que han acompañado a algunas de las adaptaciones de obras célebres como “El Color que cayó del espacio”, llevada recientemente a la gran pantalla de forma magistral, por cierto, vía Richard Stanley en su “Color Out of Space” (2019). 


“pese a su humilde naturaleza, se desmarca del típico subproducto en el que tantas veces hemos visto desangrarse a autoridades venidas a menos como Robert Englund o Lin Shaye” 


mujer ensangrentada llorando
Barbara Crampton y H.P Lovecraft. Pues oiga, igual la cosa no pinta tan mal como pudiera parecer. Y la realidad es que no lo hace. “Sacrifice”, pese a su humilde naturaleza, se desmarca del típico subproducto en el que tantas veces hemos visto desangrarse a autoridades venidas a menos como Robert Englund o Lin Shaye y lo hace con una película que hará que más de uno se acuerde de cierta productora patria de principios de siglo. Y si me apuras, de la mejor de todas las fantasías que salieron de aquella: “Dagon: La Secta del Mar” (2021), la inolvidable obra, una vez más, de Stuart Gordon. 

embarazada desnuda en bañera
Pero que nadie se toque aun, “Sacrifice” tiene cosas, sí, pero sigue estando muy lejos de la fiesta pagana de Gordon. Aquí, Andy Collier y Tor Mian apuestan por un relato bastante más comedido y ajeno a los excesos de la película de Gordon. Lo hacen con una historia bastante convencional y que no deja mucho margen para la sorpresa, tampoco creo que lo pretenda, pues el propio afiche promocional puede tomarse como un spoiler de tres pares de cojones. En este sentido, se agradece el intento final de rematar la función con algo de inventiva o un intento de salirse de las pautas de una historia que en muchos momentos, parece una visita guiada del imserso por las obstruidas arterias del género, haciendo que una historia que resultando bastante más interesante de lo que podría apuntar su desgastada premisa (y todo aquello que lleva en la mochila), carezca de la fuerza necesaria como para conectar por completo con el espectador habitual del género


“entre destellos de la Crampton, verdes parajes de postal, guiños a Lovecraft y las profundidades del negro e infinito fondo marino como cuna de terrores innombrables e inequívoco fetiche, esta Sacrifice se pasa más rápido de lo esperado” 


secuencia Sacrifice con Johanna Adde Dahl
La película, ambientada en la fría Noruega, hace gala de unos escenarios naturales que quitan el hipo, factor clave para sostener la historia en los pasajes en los que esta pierde fuelle y empieza a mostrar más costuras de la cuenta. Las escenas de exteriores son una auténtica pasada, al natural, sin necesidad de ningún tipo de filigrana cinematográfica, algo en lo que no destaca especialmente “Sacrifice”, más allá del oportuno uso del color, en especial, del púrpura, claro. 

Sophie Stevens en camisón
Un reparto correcto, con Barbara Crampton como secundaria de lujo (y utilizada con mesura) de unos Sophie Stevens y Ludovic Hughes, que cumplen en un rol que por momentos, parece rozar la parodia involuntaria, no por el nivel de sus trabajos, que como digo no desentonan con el tono puritano del show, pero sí por una deriva, la del matrimonio Pickman, que parecen sacados de ese manual cochino al que parecen recurrir aquellos que no han sido bendecidos con la barita del talento y la creatividad. Esos personajes predeterminados sacados de un editor de videojuego, de un álbum de cromos rancio que alberga entre sus mohosas páginas, cientos, miles de títulos de ayer y de hoy, que mismo valen para un clasicazo de Kubrick, que para un telefilme de sobremesa. Y entre tanto y tanto, entre destellos de la Crampton, verdes parajes de postal, guiños a Lovecraft y las profundidades del negro e infinito fondo marino como cuna de terrores innombrables e inequívoco fetiche, esta “Sacrifice” se pasa más rápido de lo esperado, sin sobresaltos, pero sin excesivas penurias para el respetable si sopesamos circunstancias y expectativas. 

Lo mejor: Los decorados naturales, el oportuno uso de la paleta de colores y la oportunidad de poder seguir disfrutando de un mito vigente como Barbara Crampton en un producto ante todo, digno. 

Lo peor: La historia hace gala de una inocencia tan aterradora, como cualquier horror cósmico conocido o por conocer. Algo más de porno duro, tampoco le habría venido mal.


Crítica: Censor

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ANDREA CATÁSTROFE NOS HABLA SOBRE EL DEBUT DE PRANO BAILEY-BOND, TERROR RETRO Y METACINE


Póster de Censor de Prano Bailey-Bond
Quienes disfrutamos del cine de terror, fantástico y/o de temáticas y géneros cinematográficos "transgresores", no sin frustración nos hemos preguntado en algún momento, por los cortes que sufren algunas películas. Aunque estamos en pleno Siglo XXI, persisten naturalmente los organismos que regulan lo que vemos y lo que no, algo que estamos arrastrando desde 1896 cuando el cortometraje "The Kiss" de William Heise escandalizó absurdamente a medio mundo por su "indecencia”. 

Niamh Algar en Censor
Es en 1912 que nace el British Board of Film Classification en el Reino Unido, y en 1983 la lista DPP de video nasties, un grupo de películas fuertemente censuradas e incluso prohibidas en el Reino Unido, tales como “The Beast in Heat” (1977) de Luigi Batzella, “Cannibal Holocaust” (1980) de Deodato, “L'ultima orgia del III Reich” (1977) de Canevari, o “I Spit on Your Grave” (1978) de Meir Zarchi, etc., etc. Pues bien, dentro de este contexto la cineasta Prano Bailey-Bond ambienta su primer largometraje "Censor" (2021), basado en su cortometraje "Nasty" (2015). Un filme de terror psicológico que evoca más allá del Cine Serie B de los años 80, la oscuridad y el morbo que envolvió a las películas snuff. El deleite clandestino en la violencia y la tortura gratuita


“Censor apuesta por recrear el cine de los 80s, su atmósfera vintage en 16mm plagada de sangre escarlata, y un ritmo más interesado en la psicología de su personaje que plenamente en la acción” 


Niamh Algar sexy
Los noticieros británicos nos sitúan a mediados de los 80s, en la cima de la condena de los video nasties, acusados de modelar el comportamiento violento en la juventud, y el riesgo que representa para la sociedad su circulación en VHS. De ahí la relevancia moral de los censores, quienes analizan meticulosamente cada película de terror y determinan qué se va y qué se queda. Es el momento en que conocemos a Enid, sumergida en su trabajo, estudia la película en turno: ¿La decapitación? No, no, esa es ridícula, es la extirpación del ojo, es "demasiado realista", suficiente con haber rescatado el "tira y afloja de los intestinos". 

Solitaria y con un carácter bastante sobrio parece que tiene todo bajo control hasta que se le asigna la evaluación de "Don't Go in the Church" dirigida por el mítico Frederick North, conocido por la depravación de sus películas, tremendamente explícitas. Profundamente conmovida observa como la película muestra detalles de su amnésica infancia, un pasado que le ha torturado por años, mientras jugaba en el bosque con su hermana, ésta desapareció para jamás ser encontrada. En la película de North, por supuesto, la niña es asesinada. 


“Niamh Algar hace un buen trabajo al desarrollar el papel de Enid, trastabillando entre la obsesión, la locura y la razón” 


actriz Niamh Algar
Negada a aceptar que su hermana Nina ha muerto y jamás volverá, se sumerge en las películas de Frederick North en busca respuestas. Paralelamente, el asesinato de una mujer a manos de su esposo, quien después de matarla le devoró el rostro, intensifica las protestas contra los censores, en este caso Enid, quien aprobó una escena idéntica en el pasado, acosada por la prensa en las calles y telefónicamente por "gente moralmente correcta", inicia el desmoronamiento psicológico de Enid, agravado por la incesante exposición a la violencia cinematográfica

cine snuff
“Censor” apuesta por recrear el cine de los 80s, su atmósfera vintage en 16mm plagada de sangre escarlata, y un ritmo más interesado en la psicología de su personaje que plenamente en la acción, también opta por la oscuridad y maldad que envuelve el "cine dentro del cine", cuando pensamos en el snuff (lo que hemos visto en películas como “8MM” (1999) de Schumacher, "Cigarette Burns" (2005) de Carpenter o "Amjeon" (2019) de Kim Jin-won), en conjunto, bajo un segundo plano nos habla de algunos traumas emocionales, la censura y la autocensura, y la hipocresía social que señala como chivo expiatorio al cine y al arte (y hoy día a los videojuegos). 


“para ser una cápsula del tiempo del slasher y el cine demonizado de los 80s, me hizo falta mucha más viscosidad, gritos y humor negro. Es como si Censor se hubiera censurado a sí misma” 


Niamh Algar ensangrentada
La actuación es... complicada de valorar. Niamh Algar hace un buen trabajo al desarrollar el papel de Enid, trastabillando entre la obsesión, la locura y la razón; sin embargo, en ocasiones, y esto sucede con el resto del reparto, se cae en una sobreactuación, una mala actuación que bien podría estar justificada con precisamente evocar el cine de los 80s.. pero, no lo sé. La fotografía, vestuario y el diseño de producción cumplen su propósito, efectos estroboscópicos, el grano y la iluminación a base de gelatinas. Lo mismo la música, compuesta por chirridos y sintetizadores

Sin duda es un buen debut para Prano Bailey-Bond, pensando en que es su primera película. Pero, ¿Qué tan redondo es el producto? Tiene una escena final cronenbergiana que disfruté, y como mencioné, la puesta en escena es estupenda, no obstante, se queda corta en todos sus ángulos, el tema de la censura no es explotado, el estado mental de Enid es más predecible de lo que me gustaría, y para ser "una cápsula del tiempo" del slasher y el cine demonizado de los 80s, me hizo falta mucha más viscosidad, gritos y humor negro. Es como si “Censor” se hubiera censurado a sí misma.


"Sitges 2021", enseña colmillos y primeros títulos

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Sitges 2021 enseña sus colmillos y revela las primeras novedades 

Films de directores consagrados como Sion Sono o Ben Wheatley, y directoras debutantes como Prano Bailey-Bond o Carlson Young, entre las primeras confirmaciones 

La bestia se despierta. El 54º Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que se celebrará del 7 al 17 de octubre, desata su naturaleza salvaje y anuncia los primeros nombres de su programación. Una edición que mostrará el abanico más amplio de tendencias dentro del cine de género, a través de la variedad de estilos y miradas que conviven en el panorama actual. 

La imagen de Sitges 2021, basada en el concepto de hombre lobo, protagonista de esta edición, ha sido creada por la agencia China Madrid. Sus autores explican que “ha sido muy interesante trabajar con un imaginario tan potente como el del leitmotiv de este año, pero intentando transcender la pura iconografía de la bestia, que ya es algo casi pop, y buscando sugerir una conversación mucho más amplia. ¿Tenemos todos un poco de lobo, de bestia interior? ¿Dos caras? ¿Cómo gestionamos nuestras dualidades? Por eso nos pareció que el naipe podría ser un objeto muy atractivo para reflejar esto. Subvertir una de estas figuras y mostrar que todos tenemos un derecho y un revés. Trabajar con Carmen García Huerta, creadora de algunas de las imágenes más poderosas de los últimos años, ha sido todo un placer, y ha llevado la idea a un universo ilustrado lleno de matices y sutilidades. Y encontrando aquí una curiosa simbiosis entre lo brutal y lo delicado”. 

Avance de programación 

La sorprendente colaboración entre el cineasta japonés Sion Sono y Nicolas Cage se materializa en Prisoners of the Ghostland, un film de acción y terror sobrenatural. Cage encarna a un ladrón de bancos que, enfundado en un traje programado para autodestruirse en cinco días, buscará a una desaparecida Sofia Boutella. 

El británico Ben Wheatley (Kill List, Turistas, High-Rise) presentará la experiencia sensorial y oscura de In the Earth, ambientada en un mundo que busca la cura de un virus letal a través de experimentos realizados en el bosque. También se podrá ver Son, del irlandés Ivan Kavanagh, un drama de terror sobre el coraje de una madre que tendrá que decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para proteger su hijo de fuerzas malignas. El noir cantonés Limbo, de Soi Cheang, estará también en Sitges 2021 con un drama policíaco con asesino en serie del prolífico director de Hong Kong. 

De Japón llega la comedia de ciencia ficción Beyond the Infinite Two Minutes, dirigida por Junta Yamaguchi, en la cual el propietario de un café descubre que su televisión muestra imágenes del futuro, pero solo con una antelación de dos minutos. Sound of Violence, con su retahíla de asesinatos explícitos, estará también en el Festival; un film de Alex Noyer, visceral y sinestésico. 

Llanto maldito, del director colombiano Andrés Beltrán, es la obra seleccionada para representar a Sitges en el Blood Window Showcase del Marché du Film de Cannes 2021. Horror puro en la historia de un matrimonio en crisis que vivirá experiencias paranormales. 

En cuanto a los documentales, se verá A Glitch in the Matrix de Rodney Ascher, un trabajo de cariz científico y metafísico que se pregunta en un viaje sugerente si el ser humano vive dentro de una simulación. 

Seven Chances, la sección del Festival programada en colaboración con la ACCEC (Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica) avanza una de sus propuestas: The Amusement Park (1973). La película perdida de George A. Romero, redescubierta y restaurada en 4K por su viuda, es una angustiosa pesadilla sobre la vejez y el maltrato a la gente mayor. 

WomanInFan 

A pesar de que la presencia de la mujer creadora dentro de la industria del fantástico es cada vez más notoria y brillante, las estadísticas las sitúan en clara desventaja. A título de ejemplo, en la sección oficial a competición de Sitges en los últimos diez años solo un 6% de los largometrajes han sido dirigidos por mujeres (cifra que sube hasta el 10% en codirección). 

WomanInFan nace con la voluntad de ayudar a mejorar esta realidad en tres líneas de trabajo principales: 

1. Arrojando luz en la memoria histórica de todas aquellas mujeres que han contribuido de una manera u otra a la historia del cine fantástico. En este sentido, se inicia la creación de un fondo documental en línea de memorabilia. 

2. Sensibilizando el talento femenino respecto al fantástico como un lenguaje más. En este sentido, se concederán tres becas, gracias al apoyo de Vertix, para tres cineastas sin bagaje en el fantástico pero con una inicial trayectoria cinematográfica destacada. 

3. Promoviendo la visibilización de la mujer cineasta en el cine de género para que la industria audiovisual del país confíe este tipo de proyectos a futuras productoras, directoras y guionistas. El Festival de Sitges amplía pues sus funciones para producir un cortometraje anual escrito y dirigido por mujeres dentro de una convocatoria abierta. 

Dentro de la programación de Sitges 2021 no faltarán las últimas novedades del fantástico dirigido por mujeres, que se podrán ver en diferentes secciones del certamen. Habrá títulos como Censor, de la británica Prano Bailey-Bond. Terror ochentero en el cual una censora de películas interpretada por Niamh Algar (Without Name, Raised by Wolves) decide investigar la desaparición de su hermana. 

The Blazing World, de la debutante norteamericana Carlson Young, propone una aventura épica a los rincones más oscuros de la imaginación, con un reparto integrado por Dermot Mulroney o el veterano Udo Kier. La canadiense Amelia Moses da la vuelta al mito del hombre lobo en Bloodthirsty, una historia de terror con una joven cantante de instintos salvajes. 

El divertido documental Alien On Stage, de Lucy Harvey y Danielle Kummer, sigue a un grupo de conductores de autobús e integrantes de una compañía de teatro amateur de Dorset (Reino Unido) en su objetivo de crear una obra única: una adaptación del film Aliens. 

Sitges Classics: hombres lobo y recuperaciones de cine español 

El mito del hombre lobo impregna el cartel de Sitges 2021 y motiva la retrospectiva “La bestia interior”, con algunos de los mejores títulos del subgénero producidos durante un periodo de cuatro décadas. 

El clásico El hombre lobo (The Wolf Man), de George Waggner (1941) con Claude Rains, abre esta retrospectiva que continúa con cintas como El bosque del lobo (Pedro Olea, 1970), Nazareno Cruz y el lobo (Leonardo Favio, 1975), El retorno del hombre lobo (Paul Naschy, 1981), Aullidos (The Howling) (Joe Dante, 1981) y Un hombre lobo americano en Londres [4K] (An American Werewolf in London) (John Landis, 1981). 

Sitges Classics recuperará dos cintas españolas. La primera es El extraño viaje, de Fernando Fernán Gómez, una obra de culto escrita a partir de un argumento de Luis García Berlanga en la cual la monotonía de un pequeño pueblo solo se rompe los sábados, cuando llega un grupo musical de Madrid a amenizar la vida de sus habitantes. 

La segunda propuesta es la proyección remasterizada en 4K de El día de la bestia, de Álex de la Iglesia, uno de los grandes hitos del fantástico estatal contemporáneo. 

Historias para no dormir 

Cincuenta años después de su estreno, Historias para no dormir vuelve con una combinación de lo mejor del género de suspense con el poder y talento del cine moderno. Rodrigo Cortés, Rodrigo Sorogoyen, Paco Plaza y Paula Ortiz han realizado cuatro relatos autoconclusivos que se estrenarán en primicia en Sitges 2021 y que harán disfrutar a los nuevos espectadores de versiones actualizadas de las mejores historias de Chicho Ibáñez Serrador. Se trata de una producción de VIS y las productoras Prointel e Isla Audiovisual para Amazon Prime Video y RTVE que recupera el formato de suspense que revolucionó el panorama audiovisual de los años 60. 

La Broma, con guion y dirección de Rodrigo Cortés, es una reelaboración libre de la historia original de Ibáñez Serrador que reúne a Eduard Fernández, Nathalie Poza y Raúl Arévalo en un triángulo de personajes poco edificantes dispuestos a traicionarse entre sí cuando su interés personal así lo aconseje.

Rodrigo Sorogoyen es el encargado de dirigir El Doble, un perturbador relato cuyo guion coescribió con Daniel Remón y que está protagonizado por David Verdaguer y Vicky Luengo. La historia traslada a los espectadores a un futuro no muy lejano, en un mundo cada vez más deshumanizado, en el cual la inteligencia artificial y las máquinas ocupan un enorme y creciente espacio en las relaciones humanas.

Paco Plaza dirige Freddy, el nuevo relato de suspense cuyo guion ha escrito junto con Beto Marini y que cuenta con la participación de Miki Esparbé, Adriana Torrebejano y Carlos Santos. Este episodio se ubica en el rodaje de la serie original cuarenta años atrás, donde el ventrílocuo protagonista establece una inquietante relación con su muñeco. 

Dirigido por Paula Ortiz, con guion de Manuel Jabois y Rodrigo Cortés, y con la participación como protagonistas de Dani Rovira e Inma Cuesta, El Asfalto combina el suspense con el surrealismo de una forma tan rompedora y diferente como en su momento lo hizo el original. 

Fantastic 7 

El Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, junto con el partenariado del Marché du Film – Festival de Cannes y el responsable de relaciones internacionales de la INCAA Bernardo Bergeret, presentan la tercera edición del Fantastic 7, un programa que avanza las próximas producciones dentro de la industria del género mundial, favoreciendo la conexión de estos títulos con representantes de la distribución y la producción internacional. 

La iniciativa exhibe siete propuestas presentadas por siete festivales de todo el planeta, que tienen en el género fantástico uno de los rasgos de identidad dentro de su programación. Además de Sitges, los otros certámenes que forman parte del evento son: el Toronto International Film Festival, el South by Southwest, el New Zealand International Film Festival, el Guadalajara International Film Festival, el Cairo International Film Festival y el Bucheon International Film Festival (BIFAN). 

Fantastic 7 tiene la voluntad de poner en común proyectos en diferentes fases de producción o finalizados con inversores de todo el mundo, con el objetivo de favorecer su comercialización final. Este año, la madrina del acto será la directora Mary Harron, directora de la cinta de culto American Psycho, y figura capital dentro del género fantástico. La incorporación de Harron responde también a la misión de visibilización del papel de la mujer cineasta en el cine fantástico a través del programa WomanInFan. 

El acto, apadrinado por Harron, se celebrará el próximo domingo 11 de julio dentro del marco del Marche du Film – Festival de Cannes, en formato en línea y presencial simultáneamente. El proyecto elegido por Sitges es La pasajera, de Raúl Cerezo y Fernando González Gómez. 

Con la incorporación del Festival Internacional de Nueva Zelanda, el Fantastic 7 logra la primera muestra mundial del cine de género fantástico de todos los continentes. 

SGAE Nova Autoria 

Los Premios SGAE Nova Autoria que organizan la SGAE y la Fundación SGAE, a través del Consejo Territorial de la SGAE en Catalunya, celebraron sus 20 años dentro del Festival de Sitges. Después de la parada por la pandemia del año 2020, los trabajos audiovisuales finalistas que presentan las escuelas de cine de Catalunya llegan a la 21ª edición y se volverán a proyectar en el certamen. 

Los galardones de la Fundación SGAE tienen la voluntad de descubrir, promover y ayudar a difundir las producciones audiovisuales que elaboran los alumnos de las universidades y las escuelas de cine de Catalunya. De hecho, muchos autores y muchas autoras que han participado, hoy son reconocidos y reconocidas profesionales del sector audiovisual. 

Mar Coll, directora y guionista; Carmen Fernández Villalba, guionista, directora, escritora y periodista, y Alfred Tapscott, compositor de bandas sonoras para cine, televisión y publicidad, son los miembros del jurado de los Premios SGAE Nova Autoria 2021 que se entregarán en las categorías de mejor dirección, mejor guion y mejor música original. 

Carnet Jove 

Un año más la Agència Catalana de la Joventut a través del Carnet Jove y el equipo de dirección de Sitges 2021 – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, selecciona a cinco jóvenes que formarán parte del XVII Jurado Carnet Jove de Sitges, un jurado oficial del Festival que otorgará el premio Jurado Carnet Jove a la mejor película de la Sección Oficial Fantástico, el premio Anima’t al Mejor Largo de Animación y el premio Anima’t al Mejor Corto de Animación. El objetivo de esta colaboración es la de profesionalizar la crítica cinematográfica, dando la oportunidad a cinco jóvenes interesados en el mundo del cine de formar parte de uno de los jurados oficiales del Festival de Sitges.

La convocatoria está abierta y se puede presentar candidatura hasta el 8 de julio a través de la web: carnetjove.cat/connectat. 

Libro y vinilo 

Las publicaciones de Sitges crecen y, en esta 54ª edición, el Festival propone una sinergia entre cine y música a través de un libro y un vinilo. 

El objetivo del libro Tres piezas para el asesino, publicado por Hermenaute, es analizar cronológicamente la relación entre jazz, rock y electrónica en el cine criminal y de terror en la segunda mitad del siglo XX. 

El disco doble vinilo Kong'n’roll, publicado por Family Spree, es un homenaje al Festival y al libro, en el cual 28 bandas de la escena rock estatal versionan temas incluidos en los films reseñados en el libro.

Premio Minotauro 

Como cada año, Ediciones Minotauro será la editorial oficial del Festival. Durante el acontecimiento audiovisual, siempre dispuesto a vincularse con el mundo de la literatura, se presentará en exclusiva la próxima obra ganadora del Premio Minotauro, galardón que distingue de entre todos los proyectes participantes la mejor novela de ciencia ficción, fantasía y terror en español. 

Apoyo a la 54ª edición 

Un año más, el Festival agradece el compromiso de las entidades y empresas colaboradoras: Moritz (patrocinador principal), y So de Tardor (vino oficial), Primavera Sound (partner destacado), Meliá Sitges (patrocinador y sede oficial), La Vanguardia (diario oficial), Vilamòbil (vehículo oficial),TV3 (televisión oficial), Catalunya Radio (radio oficial) y Lavazza (café oficial). 

El Festival confirma los acuerdos con la CCMA, CineAsia, Cinemes Verdi, China Madrid, Coca-Cola European Partners Iberia, S.L.U, DRoom, El Bandarra, Cineinforme, Cinemascomics, Ediciones Minotauro, ESCAC, FNAC, Fotogramas, FX Animation, Grupo Main, Hong Kong Economic and Trade Office, IES Joan Ramon Benaprès Escola Hoteleria, Japan Foundation, Filmoteca de Catalunya, Planet Horror, Reial Cercle Artístic, Renfe, Selecta Visión, SGAE y Fundación SGAE, The Original Cha-Chá,Tresc y Vertix. 

Sitges 2021 se organiza gracias a la implicación del Ajuntament de Sitges, del Institut Català de les Empreses Culturals del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, y cuenta con la financiación del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Ministerio de Cultura y Deportes, la Diputació de Barcelona, Servei Públic d’Ocupació de Catalunya y el Fondo Social Europeo, y del Carnet Jove – Departament de Benestar i Família.

Crítica: Hunter Hunter

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MAIK LINGOTAZO NOS HABLA SOBRE ATMOSFÉRICO, HÚMEDO E IMPACTANTE THRILLER DE TERROR CANADIENSE


Póster de Hunter Hunter
La prolongación, el reflejo, lo opuesto. Todas esas variantes son las que parece sugerirnos sutilmente esa duplicidad que leemos en el título. La ambivalencia y la interconexión. En suma, la naturaleza. Sí, eso mismo: la naturaleza. En un mundo tan mediatizado por la tecnología como lo es el actual, se antoja más ciencia ficción la vuelta sobre nuestros pasos que no la multitud de imaginarios plausibles que los tiempos, y con ellos el cine, se encargan de desplegar sin cesar ante nuestros ojos. 

thriller terror canadiense
Ya no nos sorprende tanto visionar estructuras robotizadas, estímulos de neón, relaciones de pantalla... Sí, nos impactan y nos aterrorizan, lo cual es mérito sin duda que comparten cineastas y guionistas. Por ahondar en las profundidades que se esconden tras ese paso más allá, por elucubrar reversos tenebrosos tras los soniquetes deslumbrantes de los violines. Pero, ¿realmente las sentimos como algo lejano o improbable? Jugada irónica del destino o cruel profecía autocumplida, es como si también la revolución industrial hubiera quedado obsoleta. Y apostados en un supuesto estadio superior, ahora es el tren del futuro quien viene hacia nosotros, en vez de a la inversa. Él es quien, urgente, pretende hacernos comer nuestras prisas con patatas. Y se precipita con marcha frenética. Creemos tener mucho más al alcance los confines de lo insondable, y acaso inmersos en una suerte de 'Ilustración 2.0', depositamos toda nuestra capacidad como especie sobre la robusta e indiscutida confianza que le hemos fiado a un progreso tecnológico esta vez, de nuevo ilimitado. Y a golpe de click. 


“la fotografía, obra de Greg Nicod, transpira de igual manera desasosiego y humedad, calando hasta los huesos” 


Camille Sullivan en Hunter Hunter
“Hunter hunter” nos ubica en unos parámetros no demasiado trillados sobre el celuloide, pues si bien éste ha dado más que buena cuenta tanto de lobos solitarios y anacoretas en busca de la autosuficiencia como de experiencias comunitarias alejadas del trajín impuesto por el hormigón y el reloj, en esta ocasión acoge como protagonistas de ese discurrir alejado de la civilización a una familia nuclear en toda regla. Padre, madre e hija. El abuelo no está, pero sí. Linaje y tradición se hacen notar en la configuración psicológica de los personajes. Para lo bueno y para lo malo. 

Summer H. Howell cenando con su padre
Los Mersault han de lidiar con los avatares que se imponen en el ocaso del pasado siglo, los mismos que a su vez también dispondrán las reglas que imperarán en el nuevo. Cada vez es más difícil subsistir de la caza. En el pueblo más cercano, trocar las pieles por recursos ha dejado de ser un buen negocio, sobre todo para los que viven en él. La volatilidad del líquido, las fluctuaciones de la moneda y esas zarandajas de la macroeconomía. Es lo que tienen. Que, inevitablemente, la calidad de vida de la familia se ve seriamente mermada, reducida peligrosamente a los márgenes de la supervivencia. Para colmo, un lobo puñetero echa más sal sobre la herida cuando vuelve por sus fueros y se dedica a escamotear las piezas que caen atrapadas en las trampas que, a tal efecto, han repartido por el bosque. Ante semejante panorama y con tal escasez de suministros, es cuestión de tiempo que la estabilidad familiar se tambalee. 

Camille Sullivan con una escopeta
Mientras que Anne, la matriarca interpretada por Camille Sullivan (“The man in the high castle”, 2015), empieza a albergar dudas sobre la conveniencia de seguir apostando por esa forma de vivir, preocupada además por las habilidades sociales que su vástago pueda estar malogrando en plena época de crecimiento, la contraparte nos la da Devon Sawa (“Destino Final”, 2000) encarnando a Joseph, quien se resigna a claudicar en aras de mantener los modos heredados de sus generaciones pretéritas. Summer H. Howell será Renee, la hija de 8 años que, lejos de reprochar a sus padres el aislamiento autoimpuesto en el que viven, se postula como alumna aventajada a la hora de manipular cuerpos salvajes y de maniobrar a sus anchas con los gajes del oficio. Tanto que incluso se erigirá cual necesaria maestra, para que pervivan las obras y tal. Su concurso es harto reseñable, hasta el punto de forzar la reescritura del guion ya que, de hecho, inicialmente la pretensión era contar con la participación de un niño. Pese a tan corta edad, seguro que le valieron sobremanera las tablas adquiridas dentro del género gracias a sus primerizas apariciones, entre las que se cuenta su debut con “La maldición de Chucky” (2013) gracias al que consiguió un Joey Award, o sea el premio canadiense que se entrega a los jóvenes intérpretes.


“una recomposición de los cánones tradicionales que nos quiebra y nos remata con un directazo a la quijada en forma de planos y de encuadres en absoluto displicentes” 


Summer H. Howell en Hunter Hunter
Con estos mimbres se distribuyen las piezas que dan forma a los dos primeros actos, a fuego lento pero con precisión medida, y sin decaer. El director canadiense Shawn Linden, licenciado en filosofía, se destapa tras dos incursiones anteriores que bien le sirvieron para tomar el pulso al concierto cinematográfico. Con todo, ni “Nobody” (2007) ni “The goog lie” (2012) supusieron un alto en el camino de una “Hunter Hunter” que llevaba gestándose desde hacía más de una década, y que acabó viendo la luz en diciembre del 2020. 

Devon Sawa en Hunter Hunter
Esa espera y esa paciencia, la misma que ha de cultivar un cazador en busca de su presa, es la que se transmuta y cobra vida en la película, asistiendo a unos tiempos acordes a la naturaleza que se imprimen en la introducción del metraje. No en vano, dos referencias sobre las que se ha basado el bueno de Shawn han sido la oscarizada “The ravenant” (2015) y la holandesa “Spoorloos” (1988). Asimismo, la fotografía, obra de Greg Nicod, transpira de igual manera desasosiego y humedad, calando hasta los huesos, de un lado gracias a los bellos parajes que ofrecen los bosques de Manitoba, y del otro 'por culpa' de la mayor tormenta de nieve que asoló dicho territorio en su historia, forzando al set de rodaje a trabajar en unas condiciones en extremo intempestivas y adversas. En este punto, merece mención destacada el empleo de los efectos sonoros, a cargo de Kevon Cronin: pocas veces he sentido tan real y tan poco oportuno el chirriar de la madera bajo las pasos callados. Arropado del buen hacer de Norm Adams, un chelista versado en el rollo experimental, supo crear un score que enfatizara octavas y quintas abiertas, así como un mínimo vibrato y unos tonos desarrollados lentamente. Todo ello a fin de pegarse con el ambiente, con el propósito de que fueran uno solo. Grande es la relevancia que la banda sonora cobra en algunas secuencias, tales como cierta persecución sugerente y a pares, o como en la revelación que nos dará pie a sumergirnos en el explosivo, y sin duda catártico, tercer acto del film. 


“si aún no habéis dado ni con tráilers ni con sinopsis, sugiero con fervor que os los ahorréis. Por poco que desvelan, sí que desbrozan lo suficiente como para ponernos en guardia” 


Camille Sullivan desesperada
Resulta clavado el uso diegético que de la música se hace en el momento en que Anne pulsa el botón de 'play', en un entorno que hasta ese culmen final nos había acostumbrado a la más precaria de las manifestaciones tecnológicas. Si bien éstas, por nimias que fueran, habían supuesto serios aldabonazos de cara a hacer progresar la historia, poniendo de relieve las dificultades para establecer conexión, a la vez también se erigen como las señales tibias que a la postre lograrán enlazar los puntos que nos acaben guiando hacia una clausura de absoluto AÚPA. 

Los créditos de cierre nos permiten sobre todo gestionar el shock final aislándonos tan sólo con los sonidos de la naturaleza, cruel y epidérmica. No hay melodía alguna que haga las veces de acompañamiento. Sólo el regurgitar del propio silencio. Y, con él, la asunción de que Camille Sullivan recrea un arco dramático acongojante, abarcando en su amplio abanico de registros desde el trance de convivir con el orgullo alfa hasta el empoderamiento materno frente a las adversidades, pasando por la sublimación de los cuidados y la afrenta que suponen algunas bestias inesperadas. Sino que se lo digan al desprevenido conejo, por lo pronto. Y es que si en todas partes cuecen habas, en la naturaleza no iba a ser menos. 

Summer H. Howell de caza
En suma, nos hallamos ante pura dinamita para los cuentos de hadas habituales, una recomposición de los cánones tradicionales que nos quiebra y nos remata con un directazo a la quijada en forma de planos y de encuadres en absoluto displicentes. Alguno incluso apuesto a que quedará tatuado en la memoria retinar de quien ose asomar por las incomodidades que “Hunter hunter” nos brinda. Por ello es que no quiero decir nada más, pese a que me esté guardando algo bastante protagónico. Y es por esa misma razón que aconsejo entregarse al largometraje totalmente virgen, al menos todo lo que se pueda habiendo leído esta recomendación. Porque si aún no habéis dado ni con tráilers ni con sinopsis, sugiero con fervor que os los ahorréis. Por poco que desvelan, sí que desbrozan lo suficiente como para ponernos en guardia frente a ciertas inflexiones que depara la película, cosa que de algún modo resta algo de imprevisibilidad. Así que, en beneficio de lo que imagino pueda ser una mejor experiencia, ahí lo dejo y aquí lo finiquito. Porque sólo de pensar en el impacto que puede suponer comerse tal desarrollo en modo 'tabula rasa' me pongo bravo.


Crítica: Un Lugar Tranquilo 2

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DONNIE NOS HABLA SOBRE LA SECUELA DE UNO DE LOS GRANDES ÉXITOS DEL TERROR DE LOS ÚLTIMOS AÑOS


Póster de un Lugar Tranquilo 2
La espera ha merecido la pena. Creo que esta es la mejor manera para empezar a escribir acerca de esta película. Perdido el efecto sorpresa de la cinta original, el hecho de que no se dijeran más que tres o cuatro frases supuso para muchos espectadores un considerable trauma, John Krasinski expande el mundo en el que tiene que intentar sobrevivir la familia Abbot. Como no puede ser de otra manera, al hacer evolucionar la historia, esos extraños seres no serán los únicos monstruos que los acechen. 


“Se repite casi constantemente la frase de que segundas partes nunca fueron buenas, y o lo tomamos como un axioma o empezamos a recitar toda una serie de segundas partes que no solo son buenas sino que incluso son superiores a la primera” 


Millicent Simmonds en Un Lugar Tranquilo 2
De igual manera que ocurre con 'The empty man' (2020) de David Prior, 'Un lugar tranquilo 2' (2021) tiene un prologo absolutamente notable, tanto que no hay mejor manera que la utilizada por Prior y Krasinski para empezar a narrar las historias que tienen entre manos. Para mí, junto con los primeros minutos de 'Amanecer de los muertos' (2004) de Snyder que creo que son palabras mayores, es de los inicios que más me han gustado en el cine de terror 'reciente' (pongo reciente entre comillas porque ya hace unos años de la cinta de Snyder). Puede que tras esos momentos el espectador tenga necesidad de más, que quiera que Krasinski siga en la misma línea, pero estamos ante un lugar tranquilo y silencioso y para sobrevivir hay que seguir las pautas marcadas en la anterior película

Emily blunt sexy
Puede que 'Un lugar tranquilo 2' sea menos árida que su predecesora (hay más frases, más palabras, algo que puede ayudar a muchos a entrar en el universo que Krasinski desarrolla aunque a muchos, también nos pareciera fascinante y arriesgado como abordó la primera película), puede que no solo guste a aquellos que disfrutaron con aquella sino que además sume nuevos seguidores y también, puede o más bien casi aseguramos, que a todos aquellos a los que se les atragantó Millicent Simmonds, aquí les ocurrirá algo parecido. Se repite casi constantemente la frase de que segundas partes nunca fueron buenas, y o lo tomamos como un axioma o empezamos a recitar toda una serie de segundas partes que no solo son buenas sino que incluso son superiores a la primera. No está 'Un lugar tranquilo 2' por encima de su predecesora, pero sí que es una película notable, algo que no podemos decir de muchas producciones actuales. 


“Krasinski deja muy claro que sabe donde está, que ha intentado huir del más de lo mismo y explora nuevas posibilidades” 


Millicent Simmonds y Emily Blunt
Es de agradecer la sensación de que esta cinta no se queda en una mera secuela que intenta aprovecharse de las ideas de una cinta que funcionó bastante bien en taquilla. Como es habitual no vamos a entrar en spoilers ni vamos a desvelar nada de la trama para que la experiencia de todos aquellos lectores que todavía no hayan visto esta película sea lo mejor posible y la disfruten en condiciones, solo diremos que es un acierto la introducción de un personaje como Emmet al que da vida Cillian Murphy, al que pudimos ver en otra gran secuela de una cinta de terror como fue el caso de '28 semanas después' (2007), quién consigue hacer que la historia ofrezca nuevas posibilidades y esta no acabe 'estancándose' solo en lo que le ocurre a la familia protagonista. Krasinski deja muy claro que sabe donde está, que ha intentado huir del 'mas de lo mismo' y explora nuevas posibilidades

Millicent Simmonds
Este lugar tranquilo es todavía menos tranquilo de lo que lo fue antes, que realmente nunca lo fue por mucho que lo diga el título traducido en algunos países. Hay más monstruos y hay menos sentimentalismo o puede que estos momentos no nos lleguen como sería necesario o más bien que en este caso han sido relegados a un segundo plano. La tensión ha dejado paso a la claustrofobia y puede que muchos minutos de la cinta de Krasinski nos agobien más que toda la última película de Alexandre Aja, un director que empezó con fuerza pero cuya carrera se va diluyendo en la más absoluta de las medianías. Sigue siendo parte fundamental la excelente banda sonora compuesta por Marco Beltrami. Allí donde no llegan las palabras, está la música para reforzar sentimientos y sensaciones. En películas como esta y su predecesora, la música y sobre todo el uso del sonido es parte fundamental. Y seamos sinceros, si 'Sound of metal' (2019) ganó justamente el Óscar al mejor sonido, 'Un lugar tranquilo 2' tendría que hacerse con el mismo premio (nota: 'Un lugar tranquilo' estuvo nominada pero no ganó, lo hizo 'Bohemian Rhapsody'). 


“Sigue siendo parte fundamental la excelente banda sonora compuesta por Marco Beltrami. Allí donde no llegan las palabras, está la música para reforzar sentimientos y sensaciones” 


segunda parte de un lugar tranquilo
Puede que el mayor pero que le podemos poner a esta película es en cierto modo cierta previsibilidad. Hemos visto muchas cintas donde de una manera u otra llega una especie de fin del mundo y los protagonistas han de luchar por sobrevivir y muchas de estas películas parecen seguir ciertos patrones, ciertos clichés que parece que hay miedo de romper o hacer saltar por los aires. La arriesgada forma elegida para narrar la primera parte, la casi carencia de diálogos que la podía alejar de propuestas similares, aquí queda diluida por momentos gracias a los nuevos personajes, que si bien hace que 'Un lugar tranquilo' se expanda, también nos deje la sensación de que a pesar de su gran calidad, se mueve por parajes ya vistos antes

'Un lugar tranquilo 2' es una notable película de terror que se ve muy bien y se disfruta mucho. Una de esas cintas que hacen que nos demos cuenta de porque muchos amamos este género. Sin duda alguna estamos ante una saga cuyo interés y calidad se puede comparar a la iniciada por Danny Boyle con '28 días después' (2020). Muy recomendable.


Crítica: Y al Séptimo Día

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MISSTERROR NOS HABLA SOBRE ESTE EXPLOIT DESCAFEINADO DEL CINE DE EXORCISMOS AL QUE NO SALVA, NI DIOS


póster de The Seventh Day netflix
Y al séptimo día, descansó… No es casual que el domingo, séptimo día de la semana, sea día festivo o día de descanso. La teoría dice que durante los primeros seis días de la semana tenemos que dejar todo el trabajo hecho para poder liberarnos de toda responsabilidad en domingo y descansar como dios. El domingo, pensado para dormir la mañanada, tomarte un vermut, hacer una comida rica, meterte un postre contundente y echarte una buena siesta mientras de fondo alguna película sin demasiado interés, narra una historia que no te interesa en absoluto, te arrulla como una nana. Las opciones para encontrar una peli de fondo son ilimitadas. La televisión a esas horas ya nos lo pone fácil con su recital de dramas y rancias películas románticas, rodadas para esta magna ocasión, pero para el público exigente al que le gusta elegirlo todo, Netflix también ofrece una amplia variedad de películas absolutamente intrascendentes con las que poder echarse mil y una cabezadas


“un fondo de catálogo que acabará por dejar de estar visible del menú principal en muy pocas semanas y que se ha comprado para engrosar esa gran lista de películas que no le interesan a nadie” 


guy pearce exorcista
Entiendo perfectamente que la estrategia Netflix es abrumarnos con una cantidad de contenido descomunal que no permita estar al día nunca para que sintamos que cada cuota mensual está bien invertida por todo lo que tenemos pendiente. Cada semana mil y un estrenos de series y películas pueden llevarnos a un bucle de indecisión en la que invertimos más tiempo mirando el menú que el que realmente empleamos viendo capítulos o películas. 

iglesia contra demonios
Somos desconfiados y nos rebelamos ante ese algoritmo que nos recomienda películas que no tienen nada que ver con nuestros gustos, por eso buscamos y rebuscamos, pero no nos engañemos, terminamos viendo lo que Netflix quiere que veamos. Netflix es el “They Live” del entretenimiento. Por todo esto, me pareció muy raro el poco bombo que se le estaba dando a uno de los recientes estrenos, “Y al séptimo día” (2021), teniendo en cuenta que Guy Pearce estaba en el ajo. Una vez vista lo comprendí y aún me dio más miedo este mundo Netflix en el que nos movemos. Esta película es un fondo de catálogo que acabará por dejar de estar visible del menú principal en muy pocas semanas y que se ha comprado para engrosar esa gran lista de películas que no le interesan a nadie


“un auténtico desastre sin nadie al volante. Una película de posesiones sin ningún sentido del ritmo ni de la estética y una nula capacidad de crear atmósfera, en medio de un rodaje sin sentido del espectáculo alguno” 


película exorcismos
“Y al séptimo día” es el segundo largometraje de Justin P. Lange, también director de la regulera “The Dark” (2018), de la que calca los mismos errores. Lange, como buen ser humano, se tropieza dos veces con la misma piedra y supongo que por eso se encomienda a todos los demonios que conoce para volver a hacernos partícipes de una gran incapacidad de desarrollar una historia con una buena planificación de la narración, desarrollo de los personajes, uso de los clichés, los espacios y los tiempos. “Y al Séptimo día” es un auténtico desastre sin nadie al volante. Una película de posesiones sin ningún sentido del ritmo ni de la estética y una nula capacidad de crear atmósfera, en medio de un rodaje sin sentido del espectáculo alguno. Es lo que podemos llamar, un piloto automático de manual. 

guy pearce netflix
Desde los primeros compases, todos aquellos que hayáis visto la magnífica serie “El Exorcista”, empezaréis a ver mucha similitud. Las escenas papales, el exorcista outsider y el joven cura abnegado ya comienzan la función indicando que este director vuelve a hacer lo que ya hizo en “The Dark”, “importando” la idea principal de un clásico moderno como “Let the right one in” (2008). En “Y al séptimo día”, se sirve de un batiburrillo de ideas sacadas de la serie “El Exorcista” y “Trainning day” (Antoine Fuqua, 2010) para sacar adelante un proyecto en el que un joven sacerdote inicia su entrenamiento como exorcista con uno de los veteranos mejor considerados por la iglesia, a pesar de sus poco ortodoxos métodos. Algo que a priori puede parecer muy suculento para los amantes del terror, termina siendo un ejercicio de aburrimiento y falta de originalidad como pocos. Lange pone varias ideas sobre la mesa, pero vuelve a no saber ver el potencial de cada una de ellas y a desperdiciarlas en favor de dos sustos poco efectivos y un conjunto de decisiones de corte sobrenatural que lo alejan de los destellos de originalidad que se podían intuir si se hubiera desarrollado la idea de esos demonios que infectaban a la población como un virus, la corrupción eclesiástica o esa conexión onírico-espiritual exorcista-endemoniado que “mágicamente” y en un día, el joven sacerdote desarrolla. 


“un prólogo que aprobaba el corte, para continuar con un desarrollo torpe y un final precipitado, previsible y tremendamente decepcionante” 


Y al séptimo día netflix
El resultado es una película sin emoción, sin tensión, excesivamente plana para tratar un tema tan potente como los exorcismos, que presenta un prólogo que aprobaba el corte, para continuar con un desarrollo torpe y un final precipitado, previsible y tremendamente decepcionante. Lamentablemente, el atractivo casting no supone ningún punto extra para un resultado insuficiente. Guy Pearce, actor de demostrada solvencia, nos regala una de sus actuaciones menos memorables dando vida al Padre Peter. A su lado, el inexpresivo Vadhir Derbez, en la piel del Padre Daniel, no mejora en nada el desastre de guion que le ha tocado aprenderse y ni siquiera las coreografías en los exorcismos pueden disfrazar la mediocridad de “Y al séptimo día”. No hay salvación para una película que ni siquiera es capaz de llamar la atención en los moderados efectos especiales que acompañan a los exorcismos

Está claro que cuando Netflix compró esta película para su catálogo, sabía muy bien que su finalidad era proporcionar un buen descanso en el séptimo día de la semana. Señores y señoras, no tengáis miedo de ponerla a la hora de la siesta, no hay nada interesante que os vayáis a perder si el sueño se apodera de vosotros y esos sueños reparadores son tan deliciosos que cualquier podría decir que son obra del mismísimo demonio.


Crítica: Monster Hunter

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KRUEGER NOS HABLA SOBRE OTRO VIDEOJUEGO ADAPTADO A LA GRAN PANTALLA POR... PAUL W. S. ANDERSON


Milla Jovovich en Monster Hunter
Ha querido la casualidad que la actual reseña se relacione, directamente, con las dos anteriores que escribí. Por un lado, estamos frente a una propuesta que coquetea con el cine Kaiju, monstruos gigantes mediante; aspecto que podría emparentarla con la reciente “Godzilla vs. Kong” (Adam Wingard, 2021). También tiene su origen, al igual que “Mortal Kombat” (Simon McQuoid, 2021), en el mundo de los videojuegos, concretamente en una saga de reconocido éxito entre los aficionados: Monster Hunter. Para rizar el rizo, Anderson fue el responsable de la primera adaptación al celuloide de la obra de Midway en la divertida “Mortal Kombat” (Paul W.S. Anderson, 1995). Casualidades vaya. 


“Con el paso de los años he sabido perdonar como Anderson traicionó el espíritu de uno de los padres (al menos si nos referimos a explotación comercial) fundadores del survival horror” 


Milla Jovovich guerrera de videojuego
Muchos de vosotros estaréis temblando al saber que tenemos (de nuevo) a Paul W. S. Anderson al volante, y curiosamente de nuevo junto a su esposa Milla Jovovich; matrimonio que ha legado (con mayor o menos implicación en el caso de Anderson) una saga, la de “Resident Evil”, que, si no me fallan las cuentas, alcanza un total de seis entregas. Nada mal para una propuesta de pura serie B, con tiros, zombies y monstruos; aunque aquejada de la gran mayoría de males del cine de acción y fantástico de los dos miles (cámaras lentas, dependencia de los efectos especiales…vaya, igual que Zack Snyder…). Voy a quitarme, desde ya, el peso de encima de los hombros: me ha gustado (bastante) “Monster Hunter” (2020). 

Milla Jovovich militar
Con el paso de los años he sabido perdonar como Anderson traicionó el espíritu de uno de los padres (al menos si nos referimos a explotación comercial) fundadores del survival horror, en la ya lejana “Resident Evil” (Paul W.S Anderson, 2002), y cada cierto tiempo me descubro volviendo a disfrutar la excelente “Horizonte Final” (Paul W.S. Anderson, 1997), la que a día de hoy sigue siendo su mejor obra. Quiero decir, no tengo nada en contra de Anderson: me parece un currela, que se ha entregado en cuerpo y alma, a las producciones medianas con ínfulas de blockbuster (lo que en videojuego, valga la oportunidad, sería un AA) y que siempre ha tenido un pie puesto en el fantástico. No es Rob Zombie vale, pero hay directores por ahí que dirigen propuestas más comerciales y que en, mi humilde opinión, presentan la mitad de entusiasmo que el bueno de Anderson. 


“los combates, en esta primera mitad, se desarrollan a plena luz del día y en desiertos. Todo se ve de lujo y perfectamente. Estoy harto de las ambientaciones oscuras para ahorrar unas perrillas” 


monstruo más difícil de Monster Hunter
Es cierto que parte del éxito de “Monster Hunter” radica en lo sorprendentemente disfrutables que son sus dos primeros tercios de metraje. El film comienza con el habitual comando de soldados que, para sorpresa del espectador, no tardan demasiado en convertirse en carne de cañón. Una vez que se ha quitado de en medio la carnaza, la película se convierte en una suerte de survival soft, con una entregadísima Milla Jovovich (que poca falta hacen en la historia sus asideros emocionales…) y un reparte estopa Tony Jaa. Reconforta, más allá de los muy notables efectos especiales, la simplicidad de la historia en este punto: solo Jovovich y Jaa curtiéndose el lomo (en enfrentamientos de sorprendente fisicidad y montaje claro) entre ellos, para acto seguido hacer frente común a la galería de monstruos, superando el problema del idioma y aprendiendo a comunicarse gracias a la universalidad del concepto de hostia en toda la cara. 


“si te da por buscar un guion vas a dar más vueltas que una cabra en un garaje, pero es lo que tiene una película en la que la gente cambia de dimensión en dimensión, para encontrarse con un mundo habitado por monstruos gigantes” 


Milla Jovovich y Tony Jaa
Otro elemento positivo: las batallas y los combates, en esta primera mitad, se desarrollan a plena luz del día y en desiertos. Todo se ve de lujo y perfectamente. Estoy harto de las ambientaciones oscuras para ahorrar unas perrillas en efectos especiales. Hemos venido por monstruos señores, que se vean. Desde luego estamos hablando de Anderson, por lo que no todo iba a ser positivo: una vez que Jovovich y Jaa se han convertido en coleguitas de supervivencia, aparece una banda de ¿piratas?, comandados por un Ron Perlman vestido con los sobrantes de vestuario de Rufio en “Hook” (Steven Spielberg, 1992). Y desde aquí todo va a peor

Ron Perlman en Monster Hunter
Los nuevos personajes no se encuentran desarrollados y resultan ciertamente ridículos, en una propuesta que hubiera sido estupenda de haberse mantenido en ese enfoque minimalista a lo “Enemigo Mío” (Wolfgang Petersen, 1985); pero había que subir las apuestas y al menos el tercer acto resulta distinto a lo visto previamente. También resulta evidente que un poco de gore le hubiera venido estupendamente a la cinta (aunque vuelvo a comentar que me ha sorprendido el número de muertes de la película) y que si te da por buscar un guion vas a dar más vueltas que una cabra en un garaje, pero es lo que tiene una película en la que la gente cambia de dimensión en dimensión, para encontrarse con un mundo habitado por monstruos gigantes. Me lo he pasado mejor que con “Godzilla vs. Kong”, he aplaudido la simpleza del producto y me he entretenido cosa fina. Una de esas películas que cada vez va a resultar más difícil visionar, al menos en cine.


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